«Nos interesa la Bostik como espacio de creación artística totalmente autogestionado, pues en esa política de los espacios, la Bostik es básicamente libre. Seguramente, esa libertad, es lo que más nos representa, algo que parece definitorio de lo que somos y de lo que posiblemente queremos contar.

En principio nos presentamos como un colectivo, si eso implica a un grupo indeterminado de personas. Aunque podemos decir que Felipas y Letizios está formado sobre todo por mujeres, ellas lideran, pero además son las que han configurado, de alguna forma, eso que parece nuestro aparato discursivo. Las reflexiones mayoritarias, pero también sus discusiones, han sido capitaneadas por las mujeres de este colectivo. Y los hombres, escasos y silenciosos, acompañan con cierta elegancia y bastante timidez, pero asumiendo el protagonismo de aquellos actores secundarios que sin aparecer mucho, alimentan la historia. 

Felipas y Letizios sigue cierta lógica dentro de los roles propios de un grupo, es decir, están las que lideran, también están las que dan voz y consiguen que el grupo camine, y después están las que caminan. Sin ese caminar conjunto, no existe grupo. Así que, casi como una orquesta de pueblo, pequeña y con un ritmo dicharachero y ruidoso, Felipas y Letizios hemos orquestado «Constipación».

Si somos realmente sinceras, Constipación es un concepto bastante nebuloso y cargado de dudosas interpretaciones. Acordamos que fuera la ciudad de Barcelona el espacio de trabajo y de exploración. En un principio, el origen del tema se aproximaba a la conspiración como elemento que transita la ciudad, que casi la define; pensando en Barcelona como el campo de experimentación social, donde los poderosos prueban como someternos y dirigirnos. Pero una vez enfrentadas todas las miradas, la imagen global se acercaba más a la idea de constipado, entendiéndolo en su significado más clásico, como estreñido, atascado. Entre la ficción, la ciencia ficción y el relato social y arquitectónico, «Constipación» se configura como una crítica a la ciudad perdida. Una mirada cínicamente antropológica que evidencia rupturas y apunta a cosas muy básicas: no somos felices, las ciudades no son nuestras, ahora somos resistencia.

Y es ese pensamiento, quizás un poco naíf, es cierto, de desobediencia, de enfado y réplica, quien mejor define ya no sólo Constipación y sus imágenes, si no la propia identidad de Felipas y Letizios. Efectivamente, la monarquía nos importa bastante poco y no es el debate protagonista, nosotras queremos hablar de aquello que nos chirría, de cierta grieta, emocional, política, social y económica que nos afecta en los más cotidiano. 

El próximo sábado 7 de julio, os esperamos en una exposición proletaria, cínica y a ratos incoherente pero construida con una melodía propia, que suena a gloria y te hace mover el culo al son.»