2005, UN AÑO DE CRÍA POCO FAVORABLE PARA EL ÁGUILA-AZOR PERDICERA EN CATALUNYA

Como cada año, el Equip d’Estudi de l'Àliga Perdiguera está realizando el seguimiento anual de la población catalana de esta especie. Los primeros datos obtenidos en la muestra de territorios controlados esta temporada de cría indican que el 2005 será un año en general desfavorable para la reproducción de las águilas. Este hecho se ha podido constatar especialmente en determinados núcleos poblacionales de los provincias de Tarragona y Barcelona. Curiosamente, muchas parejas que los últimos años criaban con regularidad han fracasado, y en algunos casos ni han llegado a poner huevos. También es suficientemente significativo el número de territorios donde únicamente ha nacido un pollo o incluso donde los huevos no han acabado eclosionando.

Este hecho puede ser debido en gran parte a los condiciones climáticas extraordinariamente desfavorables que se han dado este año en buena parte de la geografía catalana, con periodos prolongados de niebla y frío muy intenso durante los meses clave de la época de cría, y con una sequía persistente que no ha favorecido la proliferación de los poblaciones de sus principales especies presa. Estas circunstancias se han añadido a otras, por desgracia habituales cada año, como el fracaso de la cría por molestias de origen humano o por la muerte de alguno de los progenitores. Cabe destacar que esta situación no se ha dado exclusivamente en Catalunya. Según algunos datos facilitados al Equip d’Estudi de l'Àliga Perdiguera por investigadores y naturalistas, esta situación también se ha repetido en núcleos poblacionales del levante español o del sur de Francia.

Tal y como explicamos en esta web, la productividad no es el parámetro demográfico más determinante para el mantenimiento de los poblaciones de grandes depredadores como el águila-azor perdicera. Además es normal que este parámetro oscile sustancialmente a lo largo de los años. Si bien nada se puede hacer para contrarrestar la variabilidad climática, hay que estar atento para evitar que se alcance una tendencia al descenso de la productividad en los próximos años. Por tanto hay que seguir trabajando para reducir aquellas problemáticas que puedan interferir reiteradamente en el éxito reproductor de las águilas, ya sea de manera directa (mortalidad, molestias a los nidos) o indirecta (viabilidad de sus hábitats y de las poblaciones de sus especies presa).