La población de águila perdicera en Catalunya. Balance del año 2005
La
estimación de la mortalidad adulta, hecha a partir de las
desapariciones y recambios de animales observados respecto a la
temporada de cría anterior, indica que este parámetro se acerca a los
valores obtenidos durante los últimos años y que, por lo tanto, sigue
siendo uno de los problemas importantes que es preciso resolver para
garantizar la conservación de la especie. Una de las ventajas que ha
supuesto tener marcados con radioemisores ejemplares adultos de 15
territorios diferentes de águila perdicera es poder localizar y
recuperar los animales que mueren. Así pues, este último año se ha
conocido la muerte de 5 águilas por colisión con líneas eléctricas,
disparos, predación por otras rapaces y ahogamiento en balsas de
prevención de incendios forestales. De esta manera se ha podido obtener
información muy valiosa sobre causas de mortalidad de la especie que en
condiciones normales son difíciles de detectar y que pueden tener una
importancia superior a la que en principio se suponía.
Otro hecho que se pone de manifiesto son las diferencias de mortalidad
detectadas en las diferentes áreas de distribución de la especie donde
se está realizando radioseguimiento. Cabe destacar como muy preocupante
el nivel de mortalidad que se ha dado este último año en el núcleo
poblacional del Montsant - Priorat (Tarragona). Por contra, en los
territorios de la provincia de Barcelona se confirma la reducción del número
de muertes de águilas observada en los últimos años. Otro dato
positivo es que no se han encontrado águilas electrocutadas en las áreas
donde se están corrigiendo de manera adecuada soportes eléctricos. Finalmente cabe destacar también como dato muy positivo que cada vez se observan más ejemplares no adultos sobrevolando territorios ocupados y que cuando se da la desaparición de un adulto de una pareja, se produce un recambio con relativa rapidez. Ésta es una tendencia que se viene dando en los últimos años y que podría indicar que la supervivencia de los ejemplares no adultos se ha incrementado. Ésta podría ser la causa de que en los últimos años la población catalana de águila perdicera se haya estabilizado pese a no reducirse globalmente un parámetro demográfico clave como es la mortalidad adulta.
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