La población de águila perdicera en Catalunya. Balance del año 2005

Una vez finalizado el año 2005 resulta interesante realizar una síntesis del estado de la población de águila perdicera en Catalunya. En principio cabe destacar como hecho positivo que un año más la población parece haberse estabilizado, con un número que oscila entre las 65 y las 67 parejas. A pesar de que se sigue detectando el abandono de algún territorio, este hecho se ve compensado por las reocupaciones de territorios abandonados que se han venido detectando en los últimos años.

En cuanto a la productividad ya se comentó en una noticia anterior que esta temporada de cría había sido globalmente peor que las de años anteriores, si bien éste es un parámetro que puede oscilar mucho anualmente y que además tiene una incidencia menor que otros en la demografía de la especie. Se cree que el gran número de fracasos reproductores detectados en 2005 en algunos de los núcleos poblacionales catalanes podría haber sido motivado por el invierno 2004-2005 tan frío y seco.

La estimación de la mortalidad adulta, hecha a partir de las desapariciones y recambios de animales observados respecto a la temporada de cría anterior, indica que este parámetro se acerca a los valores obtenidos durante los últimos años y que, por lo tanto, sigue siendo uno de los problemas importantes que es preciso resolver para garantizar la conservación de la especie. Una de las ventajas que ha supuesto tener marcados con radioemisores ejemplares adultos de 15 territorios diferentes de águila perdicera es poder localizar y recuperar los animales que mueren. Así pues, este último año se ha conocido la muerte de 5 águilas por colisión con líneas eléctricas, disparos, predación por otras rapaces y ahogamiento en balsas de prevención de incendios forestales. De esta manera se ha podido obtener información muy valiosa sobre causas de mortalidad de la especie que en condiciones normales son difíciles de detectar y que pueden tener una importancia superior a la que en principio se suponía.

Otro hecho que se pone de manifiesto son las diferencias de mortalidad detectadas en las diferentes áreas de distribución de la especie donde se está realizando radioseguimiento. Cabe destacar como muy preocupante el nivel de mortalidad que se ha dado este último año en el núcleo poblacional del Montsant - Priorat (Tarragona). Por contra, en los territorios de la provincia de Barcelona se confirma la reducción del número de muertes de águilas observada en los últimos años. Otro dato positivo es que no se han encontrado águilas electrocutadas en las áreas donde se están corrigiendo de manera adecuada soportes eléctricos.

Finalmente cabe destacar también como dato muy positivo que cada vez se observan más ejemplares no adultos sobrevolando territorios ocupados y que cuando se da la desaparición de un adulto de una pareja, se produce un recambio con relativa rapidez. Ésta es una tendencia que se viene dando en los últimos años y que podría indicar que la supervivencia de los ejemplares no adultos se ha incrementado. Ésta podría ser la causa de que en los últimos años la población catalana de águila perdicera se haya estabilizado pese a no reducirse globalmente un parámetro demográfico clave como es la mortalidad adulta.