Mejorar la gestión forestal tras un incendio para favorecer la biodiversidad y las especies clave mediterráneas

El Equipo de Biología de la Conservación ha realizado un estudio publicado a la revista científica European Journal of Wildlife Management en que se estudian las poblaciones de conejo en diferentes áreas del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, que en agosto de 2003 se vio afectado por un incendio forestal que quemó cerca de 4.600 hectáreas de bosque. El objetivo básico del estudio es analizar como influyen los incendios y la gestión forestal que se realiza posteriormente en la abundancia y recuperación de las poblaciones de conejo, especie clave en los ecosistemas mediterráneos, ya que es la presa básica de muchas especies amenazadas como el águila perdicera.

El Equipo trabajó en 50 parcelas de cuatro tipologías diferentes: áreas naturales no incendiadas, áreas incendiadas donde se había dejado el ramaje quemado en el suelo (resultado de la extracción de madera de más porte, con cierto valor comercial), áreas donde se había retirado el ramaje quemado y áreas con una baja cobertura vegetal antes del incendio. Los resultados obtenidos demostraron que en las áreas incendiadas el conejo fue más abundante que en las áreas que no habían sufrido el fuego. Por otra parte, en las parcelas incendiadas donde se había retirado el ramaje quemado, el conejo aumentó más rápidamente y llegó a ser más abundante que en las áreas donde el ramaje se había dejado en el suelo. Por último, se descubrió que, cuanta más cobertura de vegetación y de leña quemada había en el suelo, menos abundancia había de conejos, y viceversa: en suelos más descubiertos y extensiones cubiertas de pastos la población de conejos era más abundante.

Las razones de estos resultados radican, en primer lugar, en que los incendios producen una apertura del paisaje y en los primeros estadios tras el incendio se favorece la presencia de hierbas y pastos de alta riqueza alimentaria para el conejo, de modo que esta especie se puede reproducir de forma adecuada. En segundo lugar, el ramaje quemado abandonado en el suelo, además de impedir el movimiento y el tránsito del conejo, dificulta la presencia de plantas de alto valor nutritivo para él. Por lo tanto, este tratamiento postincendio no es nada favorable para el conejo de monte.

Los incendios forestales en areas mediterráneas originan habitats obiertos que benefician a las poblaciones de conejo.

Así pues, retirar la madera y las ramas quemadas de los bosques incendiados podría contribuir a la recuperación de las poblaciones de conejo, aspecto esencial para la conservación de muchas especies amenazadas. Además, la técnica abre la puerta a aplicar los incendios controlados y las quemas prescritas como un método para mejorar y recuperar las poblaciones de conejo. Finalmente, la aplicación de estas prácticas forestales permitiría una gestión cinegética, siempre i cuando se realice de manera sostenible, que podría erigirse como una alternativa económica en fincas mediterráneas donde el valor de la madera es escaso, su explotación forestal se acaba abandonando y a menudo precisamente se acaban incendiando.

Este estudio se ha realizado con el apoyo del Àrea d’Espais Naturals de la Diputació de Barcelona y del Cercle d’Amics dels Parcs Naturals.

Para más información:

• ROLLAN, À. & REAL, J. 2010. Effect of wildfires and post-fire forest treatments on rabbit abundance. European Journal of Wildlife Management, 57, number 2: 201-209. doi: 10.1007/s10344-010-0412-y