La dieta del águila-azor perdicera

Conejo (Orictolagus cuniculus) (Foto: Joan Real)

Lagarto (Lacerta viridis) (Foto: Joan Real)

Gaviota patiamarilla (Larus cachinnans (Foto: Albert Tintó)

 

El águila-azor perdicera, si bien puede capturar un amplio abanico de presas, en la práctica se alimenta de un grupo restringido de vertebrados, como mamíferos, aves y algunos reptiles.

Sus presas principales son el conejo, la ardilla, ratas, perdices, palomas torcaces, palomas domésticas, córvidos, lagartos, etc. aunque su dieta varía mucho según las áreas geográficas, los hábitats y la presencia de unas presas u otras. Se ha mencionado también en su dieta desde ratones y pájaros pequeños hasta rapaces como azores, ratoneros, buhos reales o zorros jóvenes.

Se puede considerar que las presas óptimas de las águilas son el conejo y, en menor grado, la perdiz, ya que son las que pueden aportar un mayor rendimiento energético: mayor cantidad de alimento con un esfuerzo de captura menor.

Cuando estas presas óptimas son poco abundantes, las águilas suelen capturar palomas domésticas, palomas torcaces o presas más pequeñas como córvidos, ardillas o lagartos. Ello les supone menor rendimiento energético ya que deben realizar un mayor número de desplazamientos y acciones de caza para capturar más presas que les permitan obtener la misma cantidad de alimento que una presa óptima.

La dieta de la población catalana

En Catalunya, como en el resto de Europa donde vive el águila-azor perdicera, el conejo es generalmente la presa más capturada ya que cumple todos los requisitos para ser una presa óptima: vive en áreas abiertas donde es fácil capturarlo, aporta mucho alimento y puede ser abundante si los hábitats son adecuados.

En un estudio realizado en parejas de Catalunya a principios de los años 90, el conejo sólo representaba un 25% de la dieta del águila, ya que sus poblaciones han disminuido de manera alarmante en los últimos años. Otras presas importantes eran la paloma doméstica (20%), la ardilla (12%), la perdiz común (11%), la paloma torcaz (9%) y el lagarto (9%).

El tipo de presas capturado varía también en función de la época del año y del tipo de hábitat presente en diferentes áreas de Catalunya. Por ejemplo, las parejas cercanas a vertederos, donde acostumbran a acumularse gaviotas patiamarillas, llegan a capturar un buen número de estas aves.

La dieta como parámetro indicador del estado de los ecosistemas

De la misma manera que el medio condiciona el tipo y la abundancia de presas disponibles para las águilas, su dieta es un buen indicador del estado de conservación de este medio.

En los últimos años, la disminución de las poblaciones de conejo y perdiz común ha hecho que la dieta del águila-azor perdicera se haya modificado, incorporando presas de menor rentabilidad como la paloma doméstica, la ardilla o córvidos.

Este cambio responde a las modificaciones que han sufrido sus territorios, generalmente reforestados como consecuencia del abandono de los cultivos, lo que contribuye a la desaparición de las presas óptimas, conjuntamente con la sobreexplotación cinegética o las epidemias (en muchos casos debidas a repoblaciones con ejemplares portadores de enfermedades).

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