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Uso de e-books en bibliotecas universitarias de Estados Unidos: datos para salir del “Big Mess”

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Cristóbal Urbano
Facultat de Biblioteconomia i Documentació
Universitat de Barcelona
 

2012 survey of ebook usage in U.S. academic libraries: third annual survey. LJ/SLJ Library Research Syndicate (LRS). [New York, N.Y.]: Library Journal, 2012. 93 p. Disponible en línea en: <http://www.thedigitalshift.com/research/ebook-usage-reports/academic/> [consulta: 14 nov. 2012].
 
Nota: Se trata monográficamente primero el caso de las bibliotecas universitarias y en reseñas posteriores se tratarán los informes referidos a las bibliotecas públicas y las escolares:
 
2012 survey of ebook usage in U.S. public libraries: third annual survey. LJ/SLJ Library Research Syndicate (LRS). [New York, N.Y.]: Library Journal, 2012. 108 p. Disponible en línea en: <http://www.thedigitalshift.com/research/ebook-usage-reports/public/> [consulta: 14 nov. 2012].
 
2012 survey of ebook usage in U.S. school (K-12) libraries: third annual survey. LJ/SLJ Library Research Syndicate (LRS). [New York, N.Y.]: School Library Journal, 2012. 102 p. Disponible en línea en: <http://www.thedigitalshift.com/research/ebook-usage-reports/k12/> [consulta: 14 nov. 2012].

Collective Strings 2

Hace unas semanas le comenté a un bibliotecario norteamericano mi interés en conocer su opinión sobre el proceso de incorporación de ebooks en las bibliotecas universitarias de su país. En concreto le pregunté si esa incorporación había llevado a una revisión a fondo de los textos en los que las bibliotecas fijan su política de desarrollo de colecciones. Él se llevó la mano a la cabeza, y antes de contestarme con rigor y profundidad, no pudo evitar exclamar con la amable familiaridad que rápidamente te manifiestan muchos colegas de aquél país: "What a big mess... a bloody mess!"

Comprendí mejor su reacción unos días más tarde. Pude consultar el resultado 2012 de la tercera encuesta anual que las revistas Library Journal y School Library Journal realizan para estudiar la penetración y el uso del ebook en bibliotecas universitarias, públicas y escolares de los Estados Unidos. Como ya se informó en un post anterior1 del Blok de Bid, desde 2010 contamos con una fotografía en la que se pueden observar las tendencias respecto a este tema en dicho país. Nos centraremos en el informe de bibliotecas universitarias para entender mejor la exclamación de desconcierto de nuestro colega norteamericano.

Los estudios LJ/SLJ se hacen partiendo de encuestas web sobre la base de muestras autogeneradas, en la que participan todos aquellos bibliotecarios que responden a la llamada que hacen desde LJ/SLJ. Esto es, ni se parte de un directorio de bibliotecas, ni se establece una prioridad para el cargo que ha de responder en cada centro, ni se trabaja con una muestra representativa del total del país. En el caso de las bibliotecas universitarias, los datos se recogieron entre el 4 de mayo y el 29 de junio de 2012, la invitación a participar se envió directamente al mailing de las dos revistas promotoras y a las listas de distribución collib-1 de la ALA (http://lists.ala.org/wws/arc/collib-l) y Web4Lib (http://web4lib.org/). En total se obtuvo respuesta de 339 bibliotecas, un número elevado pero muy distante del total, pero al que los autores atribuyen representatividad.

La encuesta recoge lo que responden bibliotecarios en dos direcciones: primero describiendo sus colecciones y sus políticas de adquisición de ebooks; segundo manifestando su opinión o su previsión sobre otras preguntas como las relacionadas con el volumen de uso y su percepción de la experiencia del usuario. El informe aporta entre otros datos tendencias relativas al uso pasado y futuro, la dimensión de las colecciones, la evolución de los presupuestos, o las barreras que limitan un mejor y mayor uso. Especialmente útil desde el punto de vista cualitativo es el análisis y la reproducción literal que los informes realizan de las respuestas abiertas que los bibliotecarios pueden añadir en alguno de los apartados: el comentario que se hace de lo que dicen "con verso libre" los profesionales es fundamental para comprender la percepción de "Big Mess", de confusión y lío, que me manifestó nuestro colega.

La lectura conjunta de las respuestas abiertas y los datos tabulados invita a pensar que los bibliotecarios apuestan por los ebooks pero con menos "fervor" que el año anterior y que no tienen la absoluta seguridad que todos sus usuarios vayan en la misma dirección –especialmente en cuanto a lectura profunda se refiere. De todas formas, constatan que el auge de programas de formación híbridos y online en sus universidades son una razón de peso para la potenciación de los contenidos digitales, al tiempo que la disponibilidad 24x7 de los libros de la biblioteca es una condición para la adaptación a un usuario cada vez más ubicuo geográfica y temporalmente. Se muestran también muy críticos con el modelo de precios –especialmente con unos precios muy elevados para compras consorciadas o para títulos en acceso multiusuario–, así como con la dispersión y falta de consistencia que ocasionan las diferencias entre las interfícies de las diversas plataformas de agregadores y editores. Observan como una limitación importante los problemas de adaptación de los ebooks académicos a los múltiples dispositivos de lectura móvil (e-readers y tablets especialmente) con los que los usuarios están cada vez más familiarizados. En síntesis, manifiestan su dificultad para tomar decisiones de compra o subscripción (una primera disyuntiva) a la luz de una oferta editorial que al mismo tiempo presenta muchos vacíos y que no siempre es puntual respecto a las novedades de los títulos en papel.

Si bien hablaremos del informe sobre bibliotecas públicas en otra reseña, cabe destacar que la experiencia cada vez más intensa de préstamo con descarga temporal de ebooks desde bibliotecas públicas por parte de los estudiantes, añade confusión cuando acceden a la universidad. Allí se encuentran con un aspecto y unas funcionalidades del ebook bien diferentes de las que hayan podido experimentar en plataformas para bibliotecas públicas como OverDrive (http://www.overdrive.com/), o en su cuenta particular de iTunes . Así pues, nos encontramos con un problema de definición de lo que es un ebook, como reconoce el propio informe, y que abona la sensación de "lío": "Almost one-fifth (19%) say they have carried ebooks for more than eight years; this likely refers to ebooks as PDFs and other types of electronic formats that differ from the current perception of an ebook". De todas formas, como bien documenta Marie Lebert2 en una publicación conmemorativa del 40 aniversario del Proyecto Gutenberg, el libro electrónico tiene una larga trayectoria y las bibliotecas universitarias hace decenas de años que ofrecen contenidos digitales. La diferencia de concepto quizás se explica por la percepción popular de "irrupción del ebook" a partir de 2007 de la mano del Kindle, y especialmente desde el año 2010 con la entrada en escena del Ipad, ambos con sus potentes vínculos a plataformas de comercio electrónico.

Si atendemos a los datos tabulados de la encuesta, el resumen ejecutivo hace una síntesis magnífica que reproduce a grandes rasgos los apartados del informe. En el cuerpo del mismo se puede obtener con detalle los resultados para los 33 ítems de la encuesta desagregados por años, tipos de centros y capacidad de compra de los mismos. A modo de ejemplo destacamos alguno de los datos más significativos:

- Volumen y perfiles de la colección. Casi la totalidad de las bibliotecas disponen de ebooks (95%) y las colecciones en el último año han crecido a un ritmo regular para satisfacer el incremento de la demanda (69% observan un incremento de la demanda).

Uso. Dos tercios de las bibliotecas responden que esperan que el uso se incremente en el próximo año, aunque el ritmo de crecimiento (15%) se espera menor que en años anteriores. Se observa una gran insatisfacción con respecto al nivel de detalle, y consistencia de las estadísticas que se obtienen de proveedores: una gran cantidad de bibliotecas (51%) afirma que no siempre tienen la capacidad de acceder a las estadísticas de uso, lo cual siembra dudas sobre algunas de las respuestas en este apartado.

Experiencia de usuario y barreras al consumo. Este es uno de los epígrafes más interesantes y donde la evolución de año en año muestra con claridad tanto el dinamismo del mercado como la persistencia de algunos problemas. Así en el último año sigue en primera posición "el desconocimiento de la disponibilidad de los ebook" (52% en 2012, 62% en 2010), en segunda posición figura un sorprendente incremento de los usuarios que "prefieren el libro impreso" (50% en 2012, 40% en 2010), seguido por la "limitación de títulos" que también crece (49% en 2012, 41% en 2010).

Dispositivos de lectura. El ordenador portátil o el PC particular continúan siendo a los ojos de los bibliotecarios el equipo más utilizado (75% en 2012, 84% en 2010), pero se observa un gran demanda –que no siempre se puede satisfacer– de acceso desde iPad y tablets (40%) u otros e-readers (25%), al tiempo que cae sensiblemente la consulta desde los PC públicos de las bibliotecas (58% en 2012, 70% en 2010).

Formas de adquisición. La adquisición a perpetuidad tiene una mayor presencia (83%) que la suscripción (71%). A lo largo del último año ha crecido significativamente la adquisición iniciada a partir de la interacción de los usuarios bajo la fórmula "Patron Driven Acquisition" (PDA), que ha pasado del 16% en 2010 al 31% en 2012. Se diría que en este modelo de adquisición bibliotecas y proveedores han encontrado un punto de encuentro.

Pese a algunas de las objeciones metodológicas que he mencionado, el valor del informe es importante y permite hacer frente a un panorama confuso aportando claridad a base de datos. El alto número de bibliotecas que han participado, la fortaleza del análisis de unos mismos datos a lo largo de tres años y la lectura de los mismos a la luz cualitativa de un gran número de respuestas abiertas de los bibliotecarios justifican la audiencia que estos informes tienen entre los bibliotecarios, distribuidores y editores. Sin duda son un aporte que ha de facilitar una reflexión estratégica al colectivo bibliotecario para "salir del lío" en el que algunos manifiestan estar.

Para acceder al pdf con el informe se han de solicitar desde un formulario disponible en el blog The DigitalShift on libraries and new media (http://www.thedigitalshift.com/), lugar web en el que las dos revistas promotoras del estudio han decidido dinamizar sus contenidos relacionados con la ola digital en las bibliotecas. Dicho sea de paso: DigitalShift utiliza la fórmula de blog y apuesta por dar vida a contenidos de la revista, fuera de la propia revista. Toda una manifestación del cambio de cultura y hábitos lectores, así como de la evolución de las formas de comunicación científica que también afectarán a la naturaleza misma del libro académico3, que entiendo pueden impactar más el desarrollo de colecciones que los "meros" cambios de soporte del libro.


1. Véase: Julio Alonso Arévalo, "Uso y penetración de los libros electrónicos en los Estados Unidos: resultados de una encuesta," Blok de Bid, 29/06/2011, (http://www.ub.edu/blokdebid/es/category/etiquetes/libro-electronico).
2. Marie Lebert, The ebooks is 40 (1971-2011), Project Gutemberg, 2011, (http://www.gutenberg.org/ebooks/36985).
3. Véase: Roy Tenant "Coming soon to a library near you: the short-form monograph," Roy Tennant: Digital Libraries, Oct.20, 2012, (http://www.thedigitalshift.com/2012/10/roy-tennant-digital-libraries/coming-soon-to-a-library-near-you-the-short-form-monograph/).