Ciencia Abierta, de las buenas intenciones a los hechos

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Lluís Anglada
Director de l'Àrea de Ciència Oberta
Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC)


Mendez, Eva; Lawrence, Rebecca; MacCallum, Catriona J.; Moar, Eva (2020). Progress on Open Science: towards a shared research knowledge system: final report of the Open Science Policy Platform. European Commission. Directorate-General for Research and Innovation. Directorate G-Research & Innovation Outreach. Unit G.4-Open Science. Luxembourg: Publications Office of the European Union. 61 p. ISBN 978-92-76-18882-7. Disponible en: <https://ec.europa.eu/research/openscience/pdf/ec_rtd_ospp-final-report.pdf>. [Consulta: 19/09/2020]. 


Si nos miramos los términos que lo precedieron, el de «Ciencia Abierta»1 no es el más descriptivo de lo que designa, y quizás tampoco el mejor, pero ha tenido el acierto (o la suerte) de llegar en el momento que tocaba e, indudablemente, se ha consolidado como el que expresa este conjunto de cambios en la manera de hacer ciencia que se están viviendo actualmente. 

La Ciencia Abierta pasó por una fase inicial en la que quedaron más claras sus intenciones que sus componentes. Mientras que las ideas de apertura, colaboración e incidencia social son constantes en todos los papeles iniciales, los pilares o elementos constitutivos oscilan y, a veces, incluyen los recursos educativos en abierto o el software de código libre, y a veces no.2 

En 2018, no obstante, la Open Science Policy Platform (OSPP) ordena los temas de los que se ocupa la Ciencia Abierta bajo ocho prioridades, o áreas clave de resultados.3 Esta clasificación ha tenido una acogida importante porque es la que ha servido también a la LERU (League of European Research Universities) o a la LIBER (Ligue des Bibliothèques Européennes de Recherche) para establecer hoja de ruta o agendas para avanzar hacia la Ciencia Abierta. Con esta canonización de sus componentes quedan ya bien establecidos los terrenos de batalla y los objetivos por conseguir. 

La Ciencia Abierta ha conseguido, pues, instalarse como un paradigma conceptual en la mente de casi todos los agentes que intervienen en el ciclo de investigación. Pero si comparamos lo que esta persigue con la realidad, veremos cómo las dos están muy lejos. ¿Cómo podemos pasar de los buenos deseos y buenas intenciones a unos hechos que nos conduzcan a la realización efectiva de los cambios que reclama este movimiento? Esto es lo que plantea el informe que reseñamos.

A mi juicio, lo más innovador de este documento es el énfasis que hace en que debemos cerrar el período de discusiones teóricas y debemos iniciar otro de acción en el que cada uno de los agentes del sistema de investigación (todas las entidades financiadoras, todas las universidades, todas las sociedades científicas...) debe fijar a qué se compromete para hacer avanzar de forma inmediata los objetivos de la Ciencia Abierta. Lo explicaremos con más detalle, pero antes, hablemos un poco de la OSPP. 

La Open Science Policy Platform es un grupo asesor de alto nivel que la Dirección General para la Investigación y la Innovación de la Comisión Europea estableció, en 2016, para asesorar a la Comisión sobre cómo desarrollar la política de la Ciencia Abierta. Está formada por un grupo de 25 expertos europeos que, en estos momentos, tiene por chair la española Eva Méndez. Los miembros han sido nombrados por los diferentes agentes del sistema de investigación: universidades (5 representantes), centros de investigación (4), sociedades científicas (3), entidades financiadoras (1), organizaciones de ciencia ciudadana (1), editores (2), plataformas e intermediarios de Ciencia Abierta (7) y bibliotecas (1).

El informe que reseñamos tiene tres partes: 

  • Actividades de los dos mandatos de la OSPP (2016-2018 y 2019-2020) (5 páginas).
     
  • Avances realizados con relación a las recomendaciones de la propia OSPP4 (10 páginas más 27 del apéndice A).
     
  • Una llamada a la acción para tener, en 2030, un sistema de investigación basado en el conocimiento compartido (7 páginas).

En esta breve primera parte, se explica la composición, creación y funciones de la OSPP; entre estas últimas, destacar la principal que es la de asesorar a la Comisión sobre cómo desarrollar e implementar en la práctica la Ciencia Abierta. El enfoque práctico es seguramente el que caracteriza la aportación de la OSPP y de ahí que las principales aportaciones hechas durante el período 2016-18 fueran las OSPP recommendations, que han tenido mucha influencia en fijar los ámbitos o retos de la Ciencia Abierta, y también los diferentes informes que han ido propiciando sobre cada uno de estos retos y que recomiendo repasar en el informe. 

La OSPP quiso caracterizar su segundo mandato por un giro que quería cambiar el «modo recomendación» por el «modo implementación». Destacamos, de nuevo, el enfoque práctico de esta entidad que viene a decir que ya no hace falta debatir más sobre qué es o deja de ser la Ciencia Abierta y que lo que hace falta son Compromisos Prácticos de Implementación (PCI, es decir, Practical Commitments for Implementation) tomados a todos los niveles y agentes implicados en la ciencia). El polémico Plan S sería un ejemplo de PCI, en este caso como acción emprendida por organismos financiadores de la investigación. 

La parte que no sabría decir si más substancial pero sí más extensa del informe es la segunda (a la que hay que adjuntar el extenso Apéndice A). Aquí se hace una evaluación del grado de consecución de las veintiocho recomendaciones que la OSPP hizo en 2018. La evaluación de logros se hace para cada uno de los tipos de entidades que se reconocían como agentes (que, más o menos, son los que determinan la composición de la OSPP). Así, para cada agente se examina el estadio en que está cada recomendación. Esta puede estar en fase de debate (los agentes hablan de ello pero se implican), de planificación de medidas, de implementación, de adopción de las medidas implementadas por parte de los afectados y de práctica común, que sería cuando la medida se ha puesto en funcionamiento y ya se tienen los beneficios.

Lo más interesante de esta segunda parte es la relación que se hace de las barreras que se han observado que existen para poner en funcionamiento las recomendaciones. En el anexo A, lo anterior se complementa con un análisis de la situación para cada grupo de recomendaciones y cada tipo de agente, análisis del que se desprenden medidas a llevar a cabo, es decir, «compromisos prácticos a implementar» en opinión de la OSPP.

La tercera parte es una breve pero interesante y sugerente descripción de cómo puede y debe ser la ciencia hoy. De esta derivan una llamada a todas las partes implicadas a ayudar en la creación, desarrollo y mantenimiento de un «Sistema de investigación basado en el conocimiento» para el 2030. Este debería tener los cinco atributos siguientes:

  • Una carrera académica hecha partiendo de una amplia gama de resultados y teniendo en cuenta las contribuciones al sistema de conocimiento compartido.
     
  • Un sistema de investigación fiable, transparente y de confianza.
     
  • Un sistema de investigación que potencie la innovación.
     
  • Una cultura de investigación que posibilite la diversidad y la igualdad de oportunidades.
     
  • Un sistema de investigación hecho con políticas y prácticas basadas en la evidencia.

Como comentario final de esta reseña, un elogio i una crítica. El elogio: con sus recomendaciones la OSPP tuvo el enorme acierto de fijar los ámbitos de que se componía la ciencia abierta y los objetivos a conseguir, y continúa teniendo el acierto de empujar para hacer que la balanza se incline hacia la implementación práctica de las acciones que hay que hacer para conseguir lo que la Ciencia Abierta promete y a pedir a todas las partes implicaciones efectivas para esta consecución. La crítica: si antes hemos dicho que ya íbamos bien con los ámbitos y recomendaciones ya establecidos, debemos decir, consecuentemente, que el establecimiento de unos cinco atributos a perseguir para el 2030 –en mi opinión– añaden teoría donde habíamos dicho que ya había suficiente, y confunden.


1 Ciencia en red, e-ciencia, ciencia digital, ciencia 2.0 …, vid. Abadal Falgueras, Ernest; Anglada Ferrer, Lluís (2020) «Ciencia abierta: cómo han evolucionado la denominación y el concepto». Anales de documentación, vol. 23, nº 1, 11 p. 

2 Anglada, Lluís; Abadal, Ernest (2018). «¿Qué es la ciencia abierta?». Anuario ThinkEPI, vol. 12, p. 292-298. 

3 Véase la reseña de este informe que hizo, en este mismo Blok, Reme Melero el 26.09.2018 en «Reflexiones y recomendaciones para una ciencia abierta». 

4 Open Science Policy Platform recommendations (2018). European Commission, Directorate-General for Research and Innovation. Directorate A-Policy Development and Coordination. Unit A.2-Open Data Policy and Science Cloud. Luxembourg: Publications Office of the European Union. 14 p.