Diversidad cultural: oportunidades y amenazas en el entorno digital

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Anna Villarroya
Profesora de la Facultat de Biblioteconomia i Documentació
Universitat de Barcelona


Kulesz, Octavio (2017). La cultura en el entorno digital: evaluar el impacto en América Latina y en España. París: UNESCO, 2017. 63 p. Disponible en:  <https://es.unesco.org/creativity/sites/creativity/files/dce-policyresear.... [Consulta: 01/04/2018].


Este estudio realizado por Octavio Kulesz, fundador y director de la editorial Teseo e investigador en temas relacionados con la cultura digital en economías emergentes, tiene como principal objetivo examinar el impacto del nuevo entorno digital en la diversidad de las expresiones culturales en España y a cuatro países de habla hispana de América Latina: Argentina, Colombia, Ecuador y México. Esta diversidad cultural, recogida en la Convención sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales el año 2005, se ha visto, sin ninguna duda, impactada por diferentes factores: las nuevas tecnologías, que han facilitado la aparición de nuevos modelos de negocio y de nuevos actores, la expansión global de los mercados, la interactividad entre los diferentes agentes de la cadena de valor, la aparición de nuevas fuentes de financiación (micromecenazgo), la pérdida de valor de los canales de distribución tradicionales y la aparición de nuevos modelos de negocio en red social, entre otros.

Todos estos cambios, que pueden ser ventajosos y desafiantes al mismo tiempo, requieren políticas públicas decididas que aseguren la diversidad de las expresiones culturales. Con el objetivo de ofrecer herramientas para facilitar este objetivo, esta publicación se estructura en cuatro grandes capítulos, además del capítulo introductorio y las conclusiones. Cada uno de estos capítulos gira entorno a cuatro grandes ejes, que se corresponden con artículos clave de la Convención de 2005. Estos ejes son: el acceso a la cultura, la creatividad, las industrias culturales, y la participación de la sociedad civil y la sensibilización del público. Además de incidir en cómo las nuevas tecnologías impactan en la diversidad de las expresiones culturales para cada uno de estos ejes, se pone el énfasis en las oportunidades, los retos y las medidas implementadas en los últimos años. El estudio presenta una selección de iniciativas llevadas a cabo en los cinco países considerados, con el objetivo de servir de inspiración para otras regiones y países. La mayoría de estas iniciativas hacen referencia a los sectores del libro, la música y el cine.

Desde la perspectiva del acceso a la cultura, el sector público en España y en América Latina ha hecho importantes esfuerzos para reducir la fractura digital, aun así muchos de los planes implantados no acostumbran a contar con la participación de las autoridades culturales, hecho que impacta negativamente en términos de diversidad de las expresiones culturales. Se produce, pues, un déficit de expresiones culturales (locales) disponibles en línea. Por otra parte, en un contexto en el que las grandes plataformas internacionales presionan para ofrecer soluciones de infraestructura, la intervención de las autoridades públicas es indispensable para garantizar el acceso equitativo y la neutralidad en la red. En el ámbito de las iniciativas concretas destinadas a facilitar el acceso de la ciudadanía a las expresiones culturales en línea, en particular desde bibliotecas, museos y archivos virtuales, el texto destaca la Biblioteca digital hispánica o la Biblioteca digital de patrimonio iberoamericano (BDPI), entre mucha otras.

La tecnología digital también impacta en la creatividad y en la situación de los artistas. En este ámbito son numerosas las iniciativas que contribuyen a la visibilidad de los artistas locales, mediante plataformas y aplicaciones que ayudan a experimentar y crear con tecnologías digitales, mediante actividades de formación, y que protegen también los derechos de autor. No obstante, a menudo las políticas culturales siguen ancladas en el modelo analógico, perdiendo de vista los rasgos característicos del nuevo modelo digital (interacción y colaboración). Entre las iniciativas que se ponen en relieve en el texto destaca una red de laboratorios de innovación que promueven la colaboración creativa y el desarrollo de contenidos digitales (programa ViveLabs de Colombia) o el espacio de formación Laboratorio de ciudadanía digital (México y España) destinado a promover la aplicación de nuevas tecnologías en el arte y la cultura.

En cuanto a las industrias culturales, con el objetivo de consolidar las industrias del libro, de la música y del cine, muchos países han implantado ayudas a la formación y la modernización o han facilitado la creación de plataformas digitales. Aun así, las barreras todavía son considerables: las pequeñas y medianas empresas (que son la mayoría) carecen de las competencias digitales necesarias; la migración del analógico al digital es onerosa y los índices de piratería o descargas no autorizadas continúan siendo elevados. Entre las iniciativas que favorecen la capacitación y la modernización, merece ser destacado Emprendelibro (España), un programa de ayuda a iniciativas emprendedoras de edición digital, o C3+D (Colombia), un laboratorio de emprendimiento de contenidos digitales.

Por último, hay numerosas iniciativas que promueven la difusión cultural y la participación social mediante plataformas de divulgación, comunicación en redes sociales, consultas ciudadanas y conferencias y publicaciones sobre la cultura en la era digital. De todas maneras, aquí todavía queda pendiente el reto de sensibilizar a la población en general sobre los objetivos y los principios de la Convención de 2005. Entre las iniciativas que recoge el texto en este ámbito destaca Hipermédula (Argentina y España), una plataforma digital de difusión cultural que impulsa la relación entre los diferentes actores, creadores y públicos de la cultura iberoamericana. La publicación finaliza con cincuenta recomendaciones organizadas entorno a siete temáticas: las cuatro áreas específicas en las que se estructuran los contenidos de la publicación (acceso, creatividad, industrias culturales, sensibilización y participación de la sociedad civil) y tres áreas transversales (cooperación, intercambio de informaciones y recogida de datos, y temas estratégicos).

A pesar de la cantidad de informes y estudios publicados en los últimos años sobre cómo la tecnología impacta (económicamente y socialmente) en el panorama cultural, el estudio reseñado tiene el valor añadido de centrar su foco de interés en el entorno digital y su impacto en la cultura local y, por lo tanto, en la diversidad de las expresiones culturales. El texto apuesta por un espacio digital de habla hispana que proteja y promueva la diversidad cultural y que al mismo tiempo sea capaz, por una parte, de fortalecer las redes de intercambio en la región (de datos, de experiencias, de contenidos, de expresiones artísticas, etc.) y, por otra, de dar respuesta a las necesidades locales más concretas. Este nuevo espacio es el que puede permitir hacer frente a los retos relacionados con las grandes plataformas globales que impactan considerablemente en la cadena creativa local. En este sentido, la aparición, relativamente reciente, de nuevos agentes tecnológicos (como Google, Youtube, Facebook, Spotify) en el panorama cultural y su alianza con los tradicionales conglomerados de la comunicación a escala global ponen en peligro la diversidad en el entorno digital.

Nota. Esta reseña se publica simultáneamente con el Blog de la Escola de Llibreria.