Hacia la transparencia y la apertura total de la actividad científica

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Jordi Ardanuy
Facultat de Biblioteconomia i Documentació
Universitat de Barcelona


Prem, E.; Sanz, F. S.; Lindorfer, M.; Lampert, D.; Irran, J. (2016). ODS. Open Digital Science. (SMART 2014/0007). Final Study Report. Vienna: Eutema. Disponible en: http://ec.europa.eu/newsroom/dae/document.cfm?doc_id=16018. [Consulta: 17/09/2016].


Bajo la denominación de Open Science (OS, ciencia abierta) se suele identificar el conjunto de prácticas de la ciencia, la investigación y la innovación que se deriva que hacen un uso intenso de la tecnología digital para facilitar el acceso y la transparencia por lo que a los actores, a la financiación, a los datos, a los métodos, a los resultados, a las publicaciones y a la evaluación se refiere.

A día de hoy, las prácticas de ciencia abierta sólo son claramente evidentes en la publicación en abierto (Open Access). Es por ello que, con el fin de explorar la emergencia de prácticas radicalmente diferentes, conocer en qué consisten y cómo están cambiando la relación entre la ciencia y la sociedad, la Comisión Europea encargó un estudio sobre la ciencia abierta (OS) digital identificado como SMART 2014/0007 y del que se publicó el informe final el pasado mes de mayo. El estudio identifica a los protagonistas, analiza el impacto de la aparición de las nuevas prácticas –tanto para la ciencia específicamente como para la sociedad en general–, y ofrece sugerencias sobre la manera de orientar y supervisar esta realidad. Se identifican indicadores cuantitativos y cualitativos para evaluar el consumo y el impacto de la OS y para orientar el establecimiento de un observatorio permanente.

La metodología del estudio parte de una revisión sobre el concepto de OS y los aspectos implicados. A partir de este punto se realizó un primer análisis de tendencias basada en la opinión de 26 entrevistas a expertos. Los resultados intermedios se presentaron en el sitio web www.opendigitalscience.eu, donde el propio fórum de discusión se utilizó también para obtener una visión más amplia del punto de vista de la comunidad científica. Asimismo, tuvieron lugar diversas discusiones en congresos científicos y con el Consejo Asesor, lo que provocó un significativo flujo de ideas. Además, se creó un cuestionario en línea para evaluar los aspectos métricos. Finalmente, los resultados y conclusiones preliminares también fueron publicados en línea para buscar nuevamente la retroalimentación de la comunidad científica.

Uno de los aspectos que llama la atención, ya desde el principio, es el nombre del estudio, Open Digital Science. El propio informe indica que, a pesar del rol de las tecnologías digitales en la transformación actual de los procesos científicos, no es una expresión ni ampliamente aceptada ni extensamente utilizada, y que incluso introduce confusión, dado que la emergencia de la OS sólo se explica, en términos tecnológicos, a partir de la revolución digital.

De hecho, bajo el paraguas de “ciencia abierta” aparecen diversos términos, a veces casi sinónimos y otros muy relacionados, y que se revisan en el documento: e-Science, open source research (investigación abierta, las metodologías se ofrecen en acceso abierto), citizen science (ciencia ciudadana), Science 2.0, open data, open reproducible research (libre acceso a los elementos de experimentación para reproducir la investigación), etc. Se evidencia claramente una falta de estandarización en el uso de la terminología.

La comunidad científica identifica dos aspectos esenciales en el concepto de OS que ayudan a delimitar mejor el concepto más allá de la terminología:

  • un proceso de transformación (apertura, democratización) de la ciencia gracias a las tecnologías digitales,
     
  • un contexto con un intenso proceso de transmisión transparente de conocimiento a todo el mundo con la participación al mismo tiempo y en tiempo real de ordenadores y el ingenio humano.

Uno de los objetivos del estudio es mejorar el conocimiento sobre la situación actual que juega la OS en Europa y en el resto del mundo y establecer las bases para un observatorio. Como primer paso se creó el sitio web mencionado anteriormente con el objetivo añadido de convertirse en un depósito de proyectos en curso y permitir a terceros añadir los suyos. Las dos herramientas más importantes que se han desarrollado han sido un mapa de colaboraciones y un observatorio de Twitter.

El estudio revisa brevemente las tendencias actuales que pueden afectar a los fenómenos de la OS, tanto por lo que a las TIC como a las sociales se refiere, sin que aparezca ningún dato desconocido, señalando el crecimiento del mundo urbano, la movilidad, los nuevos sistemas energéticos y las nuevas formas económicas como las tendencias globales determinantes.

Por otra parte, para obtener una mejor comprensión de lo que puede implicar la OS y las herramientas digitales implicadas, se ofrecen un conjunto de seis supuestos que no funcionan como predicciones del futuro, sino como escenarios con protagonistas ficticios que permiten visualizar mejor –a partir de situaciones concretas fácilmente factibles en un futuro no muy lejano–, lo que acontecerá y las características deseables de este futuro. Por ejemplo, en el supuesto titulado “Estudios digitales”, María es una mujer embarazada que ha trabajado durante unos años como bibliotecaria y decide sumergirse más en las tecnologías como una forma de acercarse a sus futuros hijos. El guión sirve para ilustrar los considerables cambios que se producirán en la estructura del sistema universitario y el fenomenal impacto de las TIC en esta revolución.

El estudio muestra igualmente la necesidad de reconsiderar profundamente la evaluación del proceso de investigación, dado que la mera consideración de la medida a partir del impacto derivado del número de citaciones está quedando desfasado y necesita ser complementado y amplificado, teniendo en consideración también la OS. La nueva era de métricas multidimensionales ha de permitir valorar, además del rendimiento, la calidad, la relevancia, la transparencia y la efectividad. En este sentido, se ofrecen 26 indicadores que obtuvieron una valoración suficiente (7,5 sobre 10), así como otros sugeridos por los agentes que han intervenido en el estudio. La mayor parte de los datos necesarios para su cálculo todavía no se recogen sistemáticamente, lo que dificulta el desarrollo de un observatorio de OS. Sin embargo, una aproximación mixta realista para el momento actual puede permitir observar aquéllas que son más fáciles de controlar desde un punto de vista técnico, estableciendo nuevas vías con las partes implicadas y realizando entrevistas periódicas para calibrar los cambios de actitud y desarrollo producidos allá donde el control sistemático resulta más complejo.

Entre los indicadores señalados citamos, meramente como muestra, el porcentaje de datos y metadatos legibles automáticamente; la calidad de los metadatos; los tipos de servicios de datos abiertos ofrecidos; el porcentaje de publicaciones en acceso abierto; el porcentaje de revisiones por pares que incluyen reproductibilidad y transparencia como criterio; el reconocimiento de la publicación de datos como criterio de promoción profesional; el porcentaje de personal de investigación implicado en OS y el de ciudadanos no profesionales; o la convocatoria de financiación de proyectos transparente (que naturalmente implica también la transparencia informativa, facilidad del proceso de peticiones, transparencia del proceso de asignación de recursos y un adecuado y previsible calendario).

El informe recoge, finalmente, una serie de recomendaciones generales dirigidas a los responsables de las políticas científicas y a las agencias responsables de la financiación que, aunque no son nuevas, se recogen estructuradamente y coligen perfectamente del discurso general del informe.