INASP: la hora del protagonismo local en la cooperación al desarrollo científico y bibliotecario

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Cristóbal Urbano
Facultat de Biblioteconomia i Documentació
Universitat de Barcelona


INASP: putting research knowledge at the heart of development. Oxford: INASP. <http://www.inasp.info>. [Consulta: 15 julio 2013].

La International Network for the Availability of Scientific Publications (INASP) es una ONG de cooperación al desarrollo, que persigue la mejora del acceso, producción y uso de la información científica, de forma que cada país cuente con recursos en este ámbito para afrontar sus propios retos de desarrollo. Surgió en 1992 por iniciativa del ICSU (International Council of Scientific Unions, actualmente International Council for Science) y contó con el apoyo de UNESCO, TWAS-The Academy of Sciences for the Developing World y AAAS (American Association for the Advancement of Science).

En 2012 la organización cumplió 20 años de trayectoria y durante este último año ha sometido a evaluación externa1 su programa de actuación 2008-2013 conocido como PERii (Programme for the Enhancement of Research Information). La reflexión en torno a dicha evaluación ha sido un importante punto de partida para los próximos cinco años en los que se trabajará a partir de abril de 2013 bajo un enfoque más sistémico de creación de capacidades y estructuras locales, algo que se manifiesta ya en el cambio de nombre de su programa: Strengthening Research and Knowledge Systems (SRKS).

Cooperación internacional, desarrollo sostenible y universalidad de la ciencia

Al enfocar la planificación de actividades de cooperación al desarrollo surgen muchas cuestiones en torno a la necesidad de alcanzar un equilibrio entre la cobertura de las urgencias y el apoyo a propuestas de progreso integral que alcancen también la educación superior y la cultura científica. En relación al tema que nos ocupa, el tradicional debate entre "dar pescado o enseñar a pescar" se podría ampliar en torno a qué tipo de peces se enseñan a pescar, esto es si la investigación científica y la educación superior ha de ser objeto de apoyo desde la cooperación cuando las dificultades en niveles básicos de la educación siguen siendo importantes. La necesidad de una respuesta dual y complementaria parece clara si observamos las prioridades de desarrollo más esenciales para 2015 en los Objetivos del Milenio junto al hecho de que para la sostenibilidad de ese desarrollo en el escenario post-2015, entre otros muchos aspectos, Naciones Unidas abogue por el fortalecimiento de los sistemas de información, el apoyo a la educación superior y la superación de la brecha científico-técnica con los países desarrollados.

Así lo dibuja el documento El futuro que queremos2 aprobado como Resolución A/RES/66/288 de la Asamblea de las Naciones Unidas el 27 de julio de 2012 y que trata de ser la hoja de ruta de los Objetivos del Milenio más allá de 2015. Como no podía ser de otra forma, el documento adopta una postura holística sobre la sostenibilidad del desarrollo y entre otros muchos aspectos presta atención al ámbito de la educación superior como un espacio clave en la creación de capacidades endógenas para pilotar dicha sostenibilidad desde los países en desarrollo: "Reafirmamos también que el acceso pleno a una educación de calidad de todos los niveles es una condición esencial para alcanzar el desarrollo sostenible…" (Punto 229) o "Subrayamos la importancia de prestar apoyo a las instituciones educativas, en particular a las de enseñanza superior de los países en desarrollo, para que realicen investigaciones y logren innovaciones en favor del desarrollo sostenible,…" (Punto 235).

Esto es, en el terreno de la generación y transmisión de conocimiento, todos los países tienen el derecho a ofrecer una visión científica de su propia realidad, sin depender totalmente del conocimiento externo. Pensar el futuro y trabajar el desarrollo mediante fuerzas endógenas precisa de la existencia en cada país de una base de pensamiento, de evidencias científicas, de información y de un relato cultural propio que no margine el conocimiento tradicional, que no se puede alimentar sin universidades e institutos de investigación que cuenten con servicios bibliotecarios y de información adecuados.

Fortalecer la investigación y la transmisión del conocimiento en los países en desarrollo es un imperativo de una visión universal de la ciencia y de la educación. El uso del término "universal" en este enfoque de la cooperación al desarrollo no es casual y tiene un valor importante como contrapunto de los efectos negativos que se asocian a ciertas concepciones de la "globalización". No es casual pues que ICSU, que impulsó la creación de INASP en 1992, contemple la universalidad de la ciencia como un concepto clave en el punto 5 de sus estatutos3: "La universalidad de la ciencia en su sentido más amplio, trata de desarrollar una comunidad científica verdaderamente global sobre la base de la equidad y la no discriminación. También se trata de asegurar que la ciencia cuente con la confianza y valoración de las sociedades de todo el mundo. Como tal, incorpora aspectos relacionados con la conducta de la ciencia, la creación de capacidades, la educación y alfabetización en ciencia, el acceso a datos e información y la relación entre ciencia y sociedad. [...] Bajo este concepto más amplio de la universalidad se encuentra el principio de la universalidad de la ciencia".

Cómo funciona INASP

INASP cuenta con un equipo central que trabaja en coordinación con colaboradores externos y con las organizaciones locales que en más de 90 países4 actúan como interlocutores o como "partners" de programas más estables. Está gobernada por un consejo internacional formado por figuras de primer nivel del campo editorial, las bibliotecas o la política científica en el que se manifiestan los estrechos vínculos de dichos representantes con organizaciones como IFLA, Association of Commonwealth Universities (ACU), Association of Learned and Professional Society Publishers o International Council for Science-ICSU.

En la actualidad la financiación descansa principalmente en los fondos aportados por el UK Department for International Development (DFID) y por la Swedish International Development Cooperation Agency (SIDA), aunque la cooperación danesa y noruega junto a organizaciones diversas también han prestado su apoyo a lo largo de los últimos 20 años. Sin embargo, una parte importante de la financiación podría decirse que se obtiene "en especie" mediante acuerdos con los editores comerciales, que facilitan unas generosas licencias nacionales de uso de recursos de electrónicos de información de forma gratuita, o a precios especialmente adaptados a las posibilidades de los países beneficiarios.

El trabajo de INASP se fundamenta en una aproximación sistemática al ciclo de la comunicación científica, con la puesta a disposición de recursos y la organización de programas de capacitación que implican a diversos agentes como investigadores, autores, editores, bibliotecarios y gestores de políticas científicas. La manifestación de este enfoque se observa en las principales líneas de que centrarán la atención los próximos años:

  • • Negociación de licencias nacionales gratuitas o muy asequibles para el acceso a recursos de información de un abanico muy amplio de editores y disciplinas. La lista de editoriales es muy completa y muestra la potencia de esta línea de actuación.
  • • Asesoramiento y capacitación del personal bibliotecario y de tecnologías de la información para asegurar que los estudiantes, investigadores y profesores pueden acceder y hacer un uso adecuado de la bibliografía científica.
  • • Mejora de la accesibilidad y la visibilidad de las revistas de dichos países mediante el proyecto Journals OnLine (JOL).
  • • Programas de capacitación y mentoría para autores mediante la plataforma AuthorAID.
  • • Impulso del movimiento Open Access: promoción de los principios, los recursos y la filosofía de comunicación científica abierta.
  • • Consolidación institucional de los consorcios de bibliotecas en aquellos "partner countries" de INASP más avanzados para que tomen el control de las negociaciones con los editores comerciales, la gestión del día a día de dichas suscripciones, así como de los planes de formación de bibliotecarios y usuarios.
  • • Actualización de los planes de estudios de las escuelas de biblioteconomía y documentación para capacitar los futuros profesionales que tendrán que liderar la gestión de las colecciones digitales y el trabajo consorciado.
  • • Integración de la alfabetización informacional en los planes de estudio de las universidades, para que la capacitación en habilidades de escritura y publicación científica sea habitual entre el profesorado joven que se incorpore en el futuro.

Pluralidad de iniciativas y necesidad de coordinación entre ellas

Las iniciativas de cooperación internacional al desarrollo en el campo de las bibliotecas son numerosas y de su vitalidad dan buena cuenta el programa de IFLA Action for Development through Libraries Programme (ALP) o la International Relations Office (IRO) de la ALA. En el campo específico del acceso a la bibliografía científica y universitaria las iniciativas son muchas y variadas como se pone de manifiesto en páginas como LIBLICENSE. Developing Nations Initiatives. En la actualidad se están realizando esfuerzos de coordinación entre estas diversas iniciativas ya que las ofertas de recursos que se ofrecen si bien son complementarias, tienen elementos de solapamiento que dificultan la toma de decisiones a la hora de decidir el desarrollo de colecciones consorciadas en los países en desarrollo. Por su alcance mundial y su larga trayectoria cabe destacar especialmente la labor de dos proyectos: Research4Life y EiFL.

Research4Life desarrollado bajo el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud (WHO) es el producto de la colaboración con otros organismos del sistema de las Naciones Unidas (FAO y UNEP); la World Intellectual Property Organization (WIPO); la International Association of Scientific, Technical and Medical Publishers y las universidades de Cornell y Yale. Se ofrece el acceso gratuito (o a un precio muy asequible), a portales que agregan recursos de información para la investigación bajo cuatro ámbitos temáticos: Salud (HINARI), Agricultura (AGORA), Medio Ambiente (OARE) y Patentes e innovación (ARDI). Cada uno de los portales facilita la localización de la información mediante un enlace transparente al texto completo de los artículos desde bases de datos clave como Medline o CABI Abstracts. Permite pues el acceso y el control bibliográfico de recursos arbitrados, para un total de 13.000 revistas y 22.000 e-books, tanto de acceso abierto como de grandes grupos editoriales como Elsevier, Willey o Springer que colaboran con el proyecto. Los países elegibles se determinan por su posición por debajo de determinados umbrales en el Índice de Desarrollo Humano (HDI) o en los ránkings de producto interior bruto. Actualmente se encuentran registradas 6.000 instituciones de más de 100 países en vías de desarrollo.

EiFL-Electronic Information For Libraries, un proyecto con unas características muy parecidas a INASP, especialmente en la intermediación que realiza para la negociación de licencias de recursos-e por cuenta de los consorcios que ha ayudado a nacer. Su ámbito geográfico alcanza todos los continentes, aunque inicialmente se centró en Europa Central y del Este: se pretendía el apoyo a la ciencia y la universidad de los países en la órbita de la URSS en su transición al post-comunismo. Hay tres campos en los que realiza un trabajo diferenciado o más intenso respecto INASP: asesoramiento y capacitación en temas de copyright y bibliotecas, software bibliotecario gratuito y open source y, por último, un programa de innovación para bibliotecas públicas.

Más allá de la disponibilidad: uso y transformación de la información

Las iniciativas que hemos mencionado han hecho posible que prácticamente cualquier investigador o docente universitario de un país en desarrollo cuente con acceso a un stock de información científica en línea de primer nivel, equivalente en lo fundamental a la que pudiera tener un colega del primer mundo. Sin embargo se observan otras barreras al uso sobre las que los diversos proyectos tendrán que trabajar a fondo los próximos años: dispositivos de lectura insuficientes para ampliar la base de usuarios con los alumnos, anchos de banda y equipos ineficientes, fallos en la organización y catalogación de los e-recursos por parte de las bibliotecas, bajo dominio del inglés en algunos países, necesidad de más formación en uso de recursos de información, modelo docente poco centrado en el alumno, bajo nivel de investigación y falta de una cultura científica que impregne la docencia universitaria.

En síntesis, llegamos a la conclusión que la movilización real del conocimiento depende del factor humano y de su determinación por protagonizar su propio desarrollo. En esa línea el nuevo programa SRKS de INASP enfatiza la necesidad de promover que se asuman liderazgos locales en el apoyo a la creación y uso de información científica. Se trata de una estrategia basada en el fortalecimiento de consorcios de bibliotecas universitarias y de investigación, pero siempre mediante la implicación de los diversos agentes de los sistemas de investigación científica, de los responsables de políticas docentes de las universidades y de las autoridades políticas de cada país.


1. Los materiales de la evaluación externa de PERii están disponibles en: http://www.inasp.info/en/publications/details/6/
2. Naciones Unidas. Asamblea General. El futuro que queremos: resolución A/RES/66/288. [Nueva York]: Naciones Unidas, 2012. 60p. Disponible en pdf en: <http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/RES/66/288&Lang=S> [consulta: 12 julio 2013].
3. ICSU. Statutes and rules of procedure. Paris: ICSU, 2011. <http://www.icsu.org/publications/statutes-policies/statutes-procedure/Statutes%20in%20English> [consulta: 12 julio 2013]
4. El trabajo más intenso se desarrolla en 22 países denominados "partner countries" (http://www.inasp.info/en/network/country/partner-countries/) aunque algunos servicios y programas de INASP se extienden también a unos 70 "network countries" (http://www.inasp.info/en/network/country/network-countries/)