Jóvenes investigadores: ¿precursores del cambio?

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Marina Losada
Biblioteca
Universitat Pompeu Fabra (UPF)


Early career researchers: the harbingers of change : final report from CIBER : year one (2016). Publishing Research Consortium. 70 p. Disponible a: http://ciber-research.eu/download/20161120-ECR_Year_1_final_report_07111.... [Consulta: 14/02/2018].


Este es un informe elaborado por el CIBER (grupo de investigación interdisciplinario e independiente, con base en el Reino Unido) y financiado por el Publishing Research Consortium. Comentaremos aquí el informe correspondiente al primero de los tres años del estudio, publicado en 2016. También se encuentran disponibles los resultados preliminares del segundo año (2017).

A diferencia de otros estudios, este se centra, únicamente, en los investigadores jóvenes, definidos como aquellos menores de 35 años sin posición fija en sus centros, y quiere conocer sus actitudes hacia la publicación científica, y hasta qué punto sus comportamientos son nuevos.

Se trata de un estudio cualitativo realizado por medio de entrevistas personales a 116 jóvenes investigadores de siete países (España, Estados Unidos, Francia, Indonesia, Polonia, Reino Unido y China) pertenecientes a 86 universidades. Se comentan catorce aspectos diferentes: la carrera, el comportamiento alrededor de la comunicación científica, la revisión por pares, el acceso abierto, las redes sociales y académicas, la búsqueda de información, los teléfonos inteligentes, la ciencia abierta, la colaboración, la evaluación, las métricas, el impacto, el papel de las bibliotecas y los editores.
 
En general, muchos jóvenes investigadores continúan siendo conservadores en sus actitudes y prácticas académicas. Ven oportunidades de cambio pero se sienten encadenados a un sistema de reputación que promueve, por encima de todo, las citaciones recibidas y la revista donde se publica. Se encuentran muy marcados por la necesidad de seguir las prácticas mayoritarias para conseguir progresar en su carrera académica. Se ven motivados a publicar más y lo más rápido posible y en revistas con buen factor de impacto. No tienen muchas opciones más que seguir las normas establecidas, así es que intentan publicar su investigación en revistas indizadas en Web of science y Scopus.

Ven arriesgada la revisión por pares abierta y prefieren las revisiones doble ciego para asegurar que sean anónimas. No consideran prioritario depositar sus publicaciones en los repositorios y muestran poco interés en la ciencia abierta o las altmétricas.  

Por lo que respecta a las redes sociales, ResearchGate, LinkedIn y Twitter son las más utilizadas, principalmente para encontrar y compartir información, tener un perfil y contactar con otros investigadores.

Prefieren los portátiles y los ordenadores de sobremesa para los temas académicos aunque el uso de tabletas aumenta rápidamente. Usan sus teléfonos inteligentes para las redes sociales académicas y para comunicarse cuando están fuera de la oficina.
 
Si hablamos de acceso abierto, consideran que las revistas en esta modalidad son buenas aunque muestran preocupación por el pago de los costes de publicación (article processing charges, APC), que consideran altos y por ello injustos, porque no todos los investigadores los pueden pagar. Que la revista sea o no de acceso abierto, no es un criterio que tenga peso a la hora de decidir dónde publicar, aunque están interesados en conseguir la máxima visibilidad (así aumentan las citaciones) y una mayor velocidad en la publicación de sus trabajos.

No consideran prioritario depositar sus publicaciones en repositorios (piensan que es más un tema para bibliotecarios o administrativos). Lo hacen cuando es obligatorio pero no hay conocimiento ni interés por los repositorios, hasta el punto que muchos desconocen si sus instituciones los poseen.

El término ciencia abierta les resulta prácticamente desconocido, no están interesados en compartir los datos porque su interés principal es explotar al máximo los datos recogidos en diversas publicaciones. No les parece interesante la publicación en blogs como alternativa a las publicaciones.

Tampoco hay mucho interés en las altmétricas dado que no se tienen en cuenta en los procesos evaluativos. De todas maneras, consideran que tienen potencial como  nuevo método evaluativo para medir el impacto. También piensan que la mejor manera de conseguir este impacto es por medio de artículos publicados en revistas prestigiosas.
 
Por lo que se refiere a las bibliotecas, parecen haber perdido toda visibilidad. Muchos jóvenes investigadores no han ido a una biblioteca en años, y las consideran lugares donde los estudiantes de grado van a sentarse y trabajar. Las herramientas de descubrimiento se obvian totalmente a favor de Google. Desconocen que las revistas y otros recursos que utilizan de manera habitual son accesibles gracias a las suscripciones y servicios de las bibliotecas de sus instituciones.
 
Las opiniones y actitudes hacia las bibliotecas no pueden ser una sorpresa. Este y otros informes nos dicen que su papel se desdibuja... su uso físico disminuye y las herramientas que se ofrecen (catálogos y herramientas de descubrimiento) van en segundo lugar después de herramientas como Google. El uso de la colección digital es alto y creciente pero muchas veces no se identifica con la biblioteca.

Otros estudios, como los bien conocidos Ithaka S+R US library survey o los de SCONUL, coinciden en líneas generales: invisibilidad de las bibliotecas y sus servicios. Para cambiar esta tendencia, las bibliotecas ya están desarrollando nuevos servicios tanto de apoyo a la investigación como de la docencia pero también es importante el marketing, «vender» nuestros servicios a los usuarios y darlos a conocer.