La lectura digital: una progresión constante

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José Antonio Cordón-García
Universidad de Salamanca. Grupo E-Lectra
 

Département Recherche, Etudes et Veille (DREV) (2014). Etude des perceptions et usages du livre numérique. Disponible a: http://www.hadopi.fr/actualites/actualites/etude-des-perceptions-et-usages-du-livre-numerique [Consulta: 20/07/2015]


El desarrollo de la lectura digital viene experimentando un crecimiento considerable en todos los países del mundo durante los últimos años. La ampliación de la oferta digital, la aparición de dispositivos con prestaciones cada vez mejor adaptadas a las particularidades de los usuarios, el desarrollo de sistemas de préstamo de libros electrónicos en bibliotecas públicas y de investigación, el incremento de las aplicaciones de lectura interoperables y sincronizables en todo tipo de dispositivos, facilitando la movilidad y accesibilidad permanente, y la aparición de modelos de negocio nuevos como los sistemas de suscripción, han dado lugar a un fenómeno que se va asentando de una manera sólida y con vocación de perdurabilidad: la consolidación del lector digital.

Su comportamiento y prácticas de consumo han sido objeto de numerosos estudios en todos los países del mundo. Francia ha sido uno de los más prolíficos en el desarrollo de este tipo de análisis, con la producción de informes de todo tipo sobre el complejo ecosistema que articula el universo digital. Un buen elenco de ellos se puede consultar en la sección “Etudes” (http://www.idboox.com/category/etudes/).

Uno de los más exhaustivos y rigurosos de estos estudios es el que viene realizando HADOPI (Haute Autorité pour la Diffusion des Oeuvres et la Protection des droits sur Internet), una autoridad pública independiente, creada en 2009, dedicada a la protección de los derechos de autor en la red, y a la vez al desarrollo de estudios sobre la prácticas de lectura digital de los franceses.

El último de los informes publicados se lanzó en octubre de 2014 con el título de: Etude des perceptions et usages du libre numérique. El estudio se elaboró en colaboración con el Groupement pour le développement de la Lecture Numérique (GLN), el IFOP (Institut Français d’Opinion Publique)

El estudio analiza varios aspectos en relación con los hábitos de los lectores:

  • Los dispositivos utilizados para leer
  • Las circunstancias de la lectura
  • Los medios para obtener y compartir los libros electrónicos
  • Las percepciones y expectativas generadas por la oferta de libros electrónicos
  • Los impulsos y frenos en el desarrollo de la lectura digital
  • Las prácticas licitas e ilícitas en la misma

El estudio tiene un componente cuantitativo, plasmado en 3000 entrevistas telefónicas a mayores de 15 años, y otro cualitativo, representado por entrevistas en profundidad a 4 grupos de 32 personas distribuidos según tramos de edad, niveles de estudios, soportes utilizados, y las prácticas de lectura declaradas.

Resultados más significativos

Según el estudio el 11 % de los encuestados se declara lector de libros electrónicos, cuya lectura ha venido propiciada por la posesión de algún tipo de dispositivo como Smartphone, Tableta o e-reader. Las razones aducidas para la práctica de la lectura digital insisten en las ventajas económicas, las facilidades de adquisición, y las prestaciones de carácter práctico inherentes a la misma. La experiencia de lectura depende en gran medida del dispositivo de lectura empleado, de tal manera que se puede apreciar una cierta oposición entre la lectura de placer (e-reader, Tablet) y la lectura profesional (ordenador)

Un 34 % de los encuestados reconocen que sus libros los obtienen de manera ilegal o mediante el intercambio de ficheros con amigos (43 %). La existencia de DRM constituye un elemento determinante en la motivación de compra para un cuarto de los encuestados, constituyendo sin duda una de las causas del recurso a las descargas ilegales. El precio es otra de las razones para esta opción, estableciendo el límite psicológico del mismo en torno a los 10 euros. En relación con esto no deja de resultar interesante la aceptación entre los encuestados de los sistemas de suscripción (69 %), como alternativa a la compra directa de las obras, lo que redunda en uno de los aspectos que vienen apareciendo en diversos estudios: el debilitamiento del concepto de propiedad entre los lectores digitales, para quienes el acceso cobra mayor importancia. A pesar de todo, dos tercios de los lectores afirman haber comprado al menos un libro electrónico en el curso del último año.

Al hilo del informe se pueden percibir varias tendencias de fondo observables en otros estudios desarrollados tanto en Francia como en otros países.

La primera es que las obras digitales se perciben simbólicamente inferiores a las impresas, no susceptibles de generar un valor de cambio reembolsable por su consumo. De ahí el recurso generalizado a la gratuidad que manifiestan la mayoría de los encuestados. Esta desvalorización es extensible igualmente a otros productos digitales como la música o el cine.

Otra tendencia importante es que la valoración de la oferta digital pasa por la mejora de los sistemas de prescripción y de recomendación que permitan a los lectores acceder a una oferta adaptada a sus necesidades, con mayor precisión y adaptabilidad que la existente en los entornos impresos. Se trata de una tendencia a la que la industria editorial presta cada vez mayor atención desarrollando algoritmos de búsqueda que propician una personalización de las recomendaciones más eficiente y gratificante que los rastros de compra.

Se percibe el desarrollo de un perfil de lector comprometido con la práctica digital, habituado al uso de diferentes tipos de dispositivos, que extrapola sus hábitos de manera indistinta en cualquier de ellos. Se trata de un sector de población todavía pequeño, pero que ira ganando en número e intensidad en los próximos  años.

Estas impresiones se han visto confirmadas con la publicación del 5º barómetro sobre el libro digital publicado en marzo de 2015 por SOFIA/SNE/SGDL (http://aldus2006.typepad.fr/files/barometre-usages-livres-numeriques-2015_sne-sgdl-sofia.pdf).

Según este lo lectores de libros electrónicos habrían crecido 3 puntos con respecto al barómetro anterior, alcanzando el 18 % de la población.

El dispositivo que ha experimentado un mayor crecimiento  es el Smartphone, cuya progresión ha sido de 5 puntos en el último año. El 27 % de los lectores lo utilizan con este fin. Aunque hay que hablar de un lector multisoporte, como se había establecido en el informe HADOPI. Finalmente los lectores de libros electrónicos compran cada vez más en este soporte, con una media de compra de 4 libros por año.

Un último estudio elaborado con motivo del Salon del libro, celebrado en marzo de 2015, aparecido con el título de “Les Français et la lecture” (http://www.calameo.com/read/0018287151bf454f21996)  bajo el auspicio del Centre National du libre (CNL), avala las anteriores afirmaciones.

En definitiva, en Francia, como en el resto de los países europeos la lectura digital progresa, de una manera moderada pero constante. Una progresión que se irá incrementando en la medida en que la oferta se vaya enriqueciendo, los libros electrónicos vayan penetrando en los diferentes niveles del sistema educativo y la formación en competencias digitales constituya una parte indisoluble de la enseñanza.