La necesaria confluencia de las competencias informacionales y la comunicación científica

Versión para impresiónVersión para impresión

Nieves González Fernández-Villavicencio
Biblioteca Universidad de Sevilla
Área de Biblioteconomía y Documentación. Universidad P. de Olavide (Sevilla)


Association of College and Research Libraries. Working Group on Intersections of Scholarly Communication and Information Literacy (2013). Intersections of Scholarly Communication and Information Literacy: Creating Strategic Collaborations for a Changing Academic Environment. Chicago, IL: Association of College and Research Libraries. Disponible en: <http://acrl.ala.org/intersections>. [Consulta: 29 abril 2013].

IKBLC Group Study43

Las bibliotecas universitarias y de investigación llevan varios años ofreciendo servicios de apoyo a la investigación y la comunicación científica. El Scholarly Communications Committee de la ACRL, considerando que este ámbito entraba de lleno dentro de las competencias de este tipo de bibliotecas, desarrolló un plan formativo para que los bibliotecarios, en gran medida bibliotecarios temáticos, pudieran estar mejor preparados para asumir esta nueva responsabilidad en el entorno universitario. Al mismo tiempo, el Information Literacy Coordinating Committee de la ACRL, desarrollaba su programa formativo y ampliaba el concepto de competencias informacionales, para incluir las otras alfabetizaciones (digital, media y visual) y el papel del estudiante como creador de contenidos.

Con el desarrollo en paralelo de ambos programas, se dieron cuenta de que existía solapamiento y de que, por diversos motivos, no debían ser ajenos entre si. Para mostrar las intersecciones existentes entre ambos y hacer una serie de recomendaciones, el grupo de trabajo de la ACRL dirigido por DeFelice (Dartmouth), acaba de publicar el Libro Blanco, "Intersections of Scholarly Communication and Information Literacy. Creating Strategic Collaborations for a Changing Academic Environment". En este documento se aportan una serie de estrategias para que los bibliotecarios de ambas áreas, colaboren dentro de sus propios campus universitarios.

Entre los miembros del grupo de trabajo, encontramos a las editoras de un libro que acaba de publicar tambien la ACRL, sobre este mismo tema, "Common Ground at the Nexus of Information Literacy and Scholarly Communication" edited by Stephanie Davis-Kahl and Merinda Kaye Hensley en 2013.

Este documento que reseñamos, está accesible en pdf y tambien en formato interactivo al que los autores animan a enviar sus comentarios http://acrl.ala.org/intersections

Tras un resumen ejecutivo, el libro blanco desarrolla las tres intersecciones y la respuesta que las bibliotecas deben dar, y termina con cuatro recomendaciones, así como la justificación del trabajo y la bibliografía.

Partiendo de la base de que todo bibliotecario universitario tiene un papel docente, formal o informal, en el documento se comparan las actividades que, en cada una de las intersecciones, realizan los bibliotecarios que se ocupan de las competencias informacionales (CI), y los que se ocupan de la comunicación científica (CC), y se proponen recomendaciones para la colaboración.

La primera de las áreas en las que se produce esa intersección entre CI y CC, es la Economía de la distribución del trabajo científico, donde se aborda la naturaleza cambiante de la publicación científica o de distribución del conocimiento y del arte, bajo distintas formas y modelos de negocio, temas de acceso y uso legal de la información, el ciclo social de la información y la formación de los estudiantes para que sean consumidores de información y creadores de contenidos. Los estudiantes están creando contenidos, digitales, en medios sociales, que comparten, reúsan, y publican, por lo que se considera tambien una forma de comunicación científica.

La segunda de las intersecciones entre CI y CC es la Alfabetización digital, que incluye los nuevos formatos y tipos de contenido a los que estudiantes y profesores se enfrentan cada día y representa una oportunidad para enseñarles temas de propiedad, autoría y copyright. El pensamiento crítico y el aprendizaje colaborativo, en medios como wikis, blogs o videos, se consideran temas estratégicos en este nuevo entorno y se convierten en los pilares de la alfabetización digital. Otros puntos de intersección son el desarrollo, curación e interpretación de los datos o la asignación de metadatos para aumentar la visibilidad de la investigación en todas las disciplinas, así como el concepto de transliteracy, que viene a unir las distintas alfabetizaciones, (visual, textual, media y digital). Todos estos temas se consideran clave para la confluencia entre CI y CC y requieren una mayor colaboración entre los bibliotecarios de ambas áreas.

La tercera de las intersecciones hace referencia a los nuevos roles y a la necesidad de contribuir a la construcción de nuevas infraestructuras para la comunicación científica así como estar profundamente involucrados con la evolución de la enseñanza. Para responder a los cambios de la organización universitaria, el bibliotecario formador colabora con los docentes en la enseñanza de CI, en los cursos online y utiliza las nuevas técnicas docentes y modelos pedagógicos. Por su parte los bibliotecarios de CC, forman y difunden las políticas de acceso abierto y temas de derechos de autor, dan soporte a los repositorios institucionales y plataformas de edición. Ambos perfiles confluyen en el bibliotecario temático, que debe estar continuamente actualizando sus conocimientos.

Para dar respuesta a todo esto, los bibliotecarios tienen que mostrar temple ante tanto cambio, y progresar en la organización, explorando vías que integren ambos roles. Los dos programas deben converger en muchos niveles de la organización. Una de las formas propuestas para esa convergencia es la Informacion Fluency, (Fluidez en la gestión y difusión de la información, pero tambien de los resultados de los trabajos académicos), para todos los miembros de la comunidad universitaria, con la integración de CC dentro de los programas formativos, y formando parte de los curricula. Una segunda forma de convergencia es integrando un modelo de enseñanza (la pedagogía), efectivo, en la enseñanza de la CC y para ello se ofrecen algunas técnicas para incorporar la formación en comunicación científica en las clases, de forma creativa, usando técnicas y tecnologías innovadoras.

Por último, estos programas de CI y de CC, han surgido gracias a la participación activa de los bibliotecarios en los centros. Pero el siguiente reto es la integración de ambos programas, de los temas de comunicación científica en las aulas. El servicio de biblioteca universitaria necesita moverse hacia la interconectividad y en este libro blanco se afirma que el papel del bibliotecario universitario será más fuerte y eficaz si la formación en CI y en CC convergen en un nuevo servicio dentro de nuestra práctica profesional.

En el apartado de las Recomendaciones, se propone el debate de estos temas y estrategias para conseguir la colaboración entre ambas áreas. Una primera recomendación afecta a la formación del bibliotecario, para que integre técnicas pedagógicas y temas de CC. Tambien los modelos de CI deben revisarse para incorporar la pedagogía y la CC (revisión de la norma 5 de Information Literacy Competency Standards for Higher Education, de la ACRL). Otra de las recomendaciones incide en el cambio en la organización de la biblioteca, para que se rompan las barreras entre CI y CC. De esta forma, la biblioteca será más fuerte ante las necesidades cambiantes de alumnos y profesores. Por último, es importante la defensa y el compromiso con esta idea, promoviendo debates sobre la difusión de los trabajos científicos, y el beneficio que aporta a la comunidad universitaria, la colaboración profunda entre estas dos áreas.

Las bibliotecas universitarias tienen que demostrar el valor que aportan a su institución, y la literatura profesional está demostrando que tanto la formación en CI como en CC contribuyen al éxito de la comunidad universitaria. Los temas de comunicación científica son en este contexto, una parte significativa de la alfabetización digital, que en distinta medida, afectan tanto a estudiantes como profesores. Consideramos que en momentos de crisis, y para que la biblioteca tenga respuestas para este entorno cambiante, no debe producirse solapamiento entre las áreas y deben trabajar de forma conjunta e integrando programas, para que estudiantes, profesores, investigadores y gestores, obtengan todas las ventajas del dinámico entorno digital, de la enseñanza y la investigación.