Las bibliotecas públicas y crisis económica

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Antoni Feliu Oller
Jefe de la Unitat d'Estadístiques i Qualitat
Gerència de Serveis de Biblioteques
Àrea de Cultura. Diputació de Barcelona


Arroyo Vázquez, Natalia; Hernández Sánchez, Hilario; Gómez Hernández, José Antonio (2019). Las bibliotecas públicas en España: diagnóstico tras la crisis económica. Madrid: Fesabid. 70 p. Disponible en: <http://www.fesabid.org/sites/default/files/images/fesabid/Informe-fesabid-v12-digital.pdf>. [Consulta: 25/11/2019].


A finales del verano de 2019, Fesabid publicó el informe Las bibliotecas públicas en España: diagnóstico tras la crisis económica, un avance del cual se presentó a las XVI Jornades Espanyoles d’Informació i Documentació celebradas el mes de mayo en Barcelona por parte de los propios autores. El informe hace un análisis de datos de las bibliotecas públicas españolas del período comprendido entre los años 2010 y 2016, para establecer y dejar constancia de cuál ha sido la realidad y de cómo han evolucionado estos servicios públicos durante el período analizado, que se corresponde a años de políticas de contención y de restricciones presupuestarias por parte de las diferentes administraciones públicas derivadas de la crisis económica. Par acabar, el informe formula algunas recomendaciones a modo de conclusiones. Por todo ello, hay que poner en valor la oportunidad y el interés del informe.

Este tipo de informe de situación general sobre el conjunto de los servicios de lectura pública españoles no es extraño en el sector. En efecto, este informe ha sido precedido por otros que comprendían períodos anteriores, el primer de los cuales se publicó en el año 2001 bajo el título Las bibliotecas públicas en España: una realidad abierta1 que cubría el período 1990-1998, seguido por Las bibliotecas públicas en España: dinámicas 2001-2005,2 publicado en 2008. Además de estos informes de panorámica general, se han publicado otros dedicados a aspectos concretos de los servicios de las bibliotecas públicas españolas o territorialmente más limitados.

Los datos analizados en el informe proceden, principalmente, de Bibliotecas públicas españolas en cifras3 aunque esta fuente ha sido complementada con datos procedentes de otras fuentes de información, como por ejemplo Estadística de bibliotecas,4 y el informe Hábitos de lectura y compra de libros en España 2017.5

Tras los preliminares, el informe se adentra en el análisis de los datos siguiendo una estructura clásica de análisis de servicios. En primer lugar, se analizan las infraestructuras y los recursos materiales y humanos con los que cuentan los servicios de lectura pública españoles. Después, la mirada se desplaza sobre los servicios y los usuarios, sigue un capítulo dedicado al gasto y financiación y, finalmente, el análisis aporta algunos datos sobre la valoración social de las bibliotecas públicas. El apartado de conclusiones cierra el cuerpo del informe.

Una de las virtudes del informe es que muchos de los apartados están presentados y encabezados por una pregunta clara y simple que se contesta en el contenido del apartado. Así, el primer apartado –dentro del capítulo de infraestructura y recursos– es ¿Cuántas bibliotecas y puntos de servicio hay? y, en el capítulo dedicado a los servicios, ¿Quiénes usan las bibliotecas? La estructura de cada apartado también es bastante homogénea entre todos ellos. Primero se presentan unos datos generales a nivel español para después presentar algunos de desagregados a nivel de las comunidades autónomas. Este es el mínimo ámbito territorial de análisis aunque, en algún momento, el informe hace referencia a ámbitos territoriales más pequeños para justificar algunas desviaciones observadas en los datos cuando la realidad de estos territorios se aleja de la tónica general. Es por ello que la demarcación de Barcelona y la Diputació de Barcelona salen citados en numerosas ocasiones. Es importante señalar –tal y como hace el informe– que tanto en el punto de partida como en la evolución de recursos y servicios hay unas enormes diferencias entre comunidades autónomas y que, lejos de convergir, en este período han aumentado. En este contexto, los servicios de lectura pública catalanes están relativamente bien situados y han resistido mejor los embates de la crisis.

Por lo que se refiere a infraestructuras y recursos, el informe registra un descenso en el número de bibliotecas y en paralelo en el número de personas que trabajan en ellas, aunque el promedio de trabajadores por biblioteca ha aumentado ligeramente. En cambio, con datos absolutos, el número de documentos que integran los fondos de las bibliotecas públicas españolas ha aumentado tanto en libros como en otros materiales. El informe anticipa ya en este capítulo que esto ha tenido lugar al mismo tiempo que caían los presupuestos destinados a adquisiciones de documentos por lo que los autores infieren que lo que ha sucedido ha sido un envejecimiento de las colecciones. El informe se refiere a la tecnología presente en las bibliotecas tanto por lo que respecta al hardware y software de apoyo a la gestión de servicios presenciales como para la difusión y a la provisión de servicios en línea, y constata la falta de información completa y fiable como para hacer un diagnóstico detallado de la situación.

En el capítulo dedicado a los usuarios y a los servicios, el informe establece una correlación entre el nivel de formación y el uso de los servicios de biblioteca pública, y también un descenso en el uso a medida que crece la edad de los usuarios, y constata las dificultades de establecer el número de personas que hacen uso de los servicios de lectura pública más allá de los que están inscritos. Según el informe, la frecuencia media por habitante está estable, aunque el número absoluto de visitas ha disminuido durante el período analizado, y todavía lo ha hecho más el préstamo. Los problemas de compleción y de fiabilidad de los datos por lo que respecta a otros servicios que ofrecen las bibliotecas públicas hace que la referencia a estos otros servicios (actividades, acceso a Internet...) sea muy breve.

En el análisis del gasto y financiación, el informe registra el descenso del gasto que se da en los primeros años del período analizado y que se empieza a recuperar hacia el final, pero constata cómo la pérdida de recursos financieros se ha concentrado sobre todo en los destinados a colección y, en menor medida, a otros gastos (actividades y mantenimiento) de manera que la importancia de los gastos de personal en la distribución del gasto ha aumentado. El informe también señala que son las administraciones autonómicas y la central quienes han reducido drásticamente la financiación de los servicios de lectura pública y que estos han quedado financiados casi íntegramente por la administración local.

En el apartado de conclusiones, el informe señala la necesidad de una política bibliotecaria que establezca responsabilidades y obligaciones para cada nivel de la administración y que los recursos presupuestarios estén en sintonía. De otro modo, según el informe, hay que aprovechar los modelos de éxito y las buenas prácticas desarrolladas por diferentes administraciones para hacerlos extensibles a otros territorios y/o administraciones de una manera planificada. Por lo que se refiere al servicio de préstamo, el informe concluye que a pesar de que hay otros factores que pueden explicar su descenso, este también puede estar vinculado al envejecimiento de las colecciones y que hay que revertir esta tendencia. El informe también constata que el descenso en el uso de servicios presenciales no parece suficientemente compensado por el uso de los servicios en línea.

El informe Las bibliotecas públicas en España: diagnóstico tras la crisis económica es menos extenso que los que le han precedido. Quizás a medida que los servicios tradicionales de las bibliotecas públicas –especialmente los basados en la colección como el préstamo– pierden centralidad en su oferta de servicios, el análisis sobre dichos servicios también se debilita dado que habría que ampliar la mirada sobre otros servicios tanto presenciales como en línea, pero como se constata, los datos disponibles no permiten hacer un análisis riguroso y detallado. En este sentido, los autores insisten en la necesidad de mejorar los sistemas de información de datos estadísticos oficiales de las bibliotecas públicas por lo que se refiere a la extensión de los servicios que cubren, a los plazos de publicación de los datos, y a la usabilidad y funcionalidades de los propios sistemas; al mismo tiempo, se señala la necesidad de complementar los datos que puedan proporcionar estos sistemas con estudios cualitativos que permitan medir, establecer y hacer visible el valor social de las bibliotecas públicas.


1 Hernández, Hilario (dir. téc.) (2001) Las bibliotecas públicas en España: una realidad abierta. [Madrid]: Plan de Fomento de la Lectura : Fundación Germán Sánchez Ruipérez. 319 p.
2 Hernández, Hilario (dir. téc.) (2008). Las bibliotecas públicas en España: dinámicas 2001-2005. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez. 391 p.
3 Bibliotecas públicas españolas en cifras (2019). Madrid: Ministerio de Cultura y Deporte.
4 Estadística de bibliotecas (2018). Madrid: Instituto Nacional de Estadística.
5 Hábitos de lectura y compra de libros en España 2017 (2018). Madrid: Federación de Gremios de Editores de España.