Los bibliobuses no paran: un informe con reflexiones ¡muy próximas!

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Maite Comalat
Facultat d’Informació i Mitjans Audiovisuals
Universitat de Barcelona (UB)


Tyler, Ayson (2019). Libraries on the move: the impact of mobile library services in Scotland. Glasgow: Scottish Library and Information Council. 46 p. Disponible en: <https://scottishlibraries.org/media/2343/slic-libraries-on-the-move-report.pdf>. [Consulta: 05/12/2019].


El informe Libraries on the move fue encargado por el Scottish Library and Information Council (SLIC) en octubre de 2018 con el objetivo de recoger evidencias sobre el uso y el impacto de las bibliotecas móviles y analizar su contribución en el cumplimiento de los objetivos del plan estratégico Ambition & Opportunity, la estrategia nacional de las bibliotecas públicas de Escocia para el período 2015-2020 y, también, en las líneas establecidas en Vibrant Libraries, Thriving Schools, la estrategia nacional para las bibliotecas escolares en Escocia 2018-2023.

El estudio analiza la situación actual de los bibliobuses en Escocia y los usos y hábitos de los usuarios con la finalidad de mostrar la repercusión que tienen las bibliotecas móviles en la vida de las personas y de las comunidades, especialmente en términos de soledad y aislamiento social, de salud y bienestar pero, también, de aprendizaje y desarrollo, de cultura y de alfabetización infantil. Los comentarios que hacen los usuarios, que se recogen a lo largo del texto, son testimonio de cómo el uso de las bibliotecas móviles ayuda a las personas en todas estas áreas. 

El informe se estructura en 10 apartados y se inicia con el sumario ejecutivo y la introducción, donde se detalla la metodología utilizada en la investigación que, más allá de la recogida de bibliografía (exclusivamente en inglés), ha recogido la opinión y la experiencia de los responsables de servicios, a través de una primera encuesta que se completó con una entrevista telefónica y personal posterior a cuatro de estos responsables. Esta visión se completa con la opinión de 340 usuarios de 21 municipios recogida a través de una encuesta.

El tercer capítulo es un estado de la cuestión en el país: número y características de los vehículos, paradas y horarios, servicios, usuarios y usos, datos que se resumen en una interesante infografía. En este capítulo es especialmente interesante una de las dificultades que se destacan y que limitan el papel activo de los bibliobuses: la falta de oferta de servicios digitales a causa de la mala conectividad y de la periodicidad y duración de las paradas. Aunque en algunas zonas los bibliobuses disponen de tabletas para los usuarios, la falta de cobertura no permite generalizar el préstamo y la formación en el uso de estos dispositivos, un ámbito en el que las bibliotecas móviles podrían ser un agente activo que favorecería la participación digital, una iniciativa clave del Gobierno de Escocia.

El capítulo 4 profundiza en el impacto y las diferencias que identifican las bibliotecas móviles. Un capítulo de interés especial dado que recoge el punto de vista de los responsables del servicio y los testimonios de usuarios para poner en evidencia el valor del servicio que prestan estas bibliotecas. Por una parte, los jefes del servicio afirman que los bibliobuses garantizan la igualdad de acceso para personas y comunidades rurales, remotas y aisladas; para niños y escuelas y para personas con movilidad restringida o acceso limitado a transporte. Además, apoyan a las personas para que puedan llevar una vida autónoma y contribuyen a la reducción del aislamiento social. Y, finalmente, proporcionan un servicio flexible que puede hacerlo presente en acontecimientos especiales, le permite cubrir temporalmente el servicio de una biblioteca fija y ofrece muchas oportunidades para trabajar con socios externos.

En este capítulo también pueden encontrarse interesantes reflexiones sobre la alineación del bibliobús en diferentes estrategias globales desarrolladas por el Gobierno y dirigidas a la mejora de la salud mental y física de las personas ya que contribuyen a reducir el aislamiento social (entendido como el contacto entre las personas) y la soledad (entendida como un estado subjetivo), a través de las relaciones que se establecen entre los usuarios y el personal pero, también, a través de la lectura como experiencia placentera, que les ha permitido mantenerse mentalmente equilibradas y como proceso de empoderamiento. El capítulo recoge, además, otros beneficios que aportan los bibliobuses: en el aprendizaje, promoviendo la creación de conocimiento y mejorando las habilidades; promoviendo la lectura y la alfabetización y la actividad cultural y el ocio para colectivos de usuarios diversos y, a menudo, vulnerables. 

El capítulo 5 se centra en las características del entorno rural en Escocia (algunas áreas muy alejadas, con más población adulta que otras zonas pero con un índice de participación comunitaria más elevado que en zonas más pobladas y con una mayor probabilidad de calificar positivamente su vida) y en los retos que plantea la necesidad de mantener un servicio que es muy utilizado y calificado como un servicio vital pero que ha sido víctima de los recortes en inversión, con la reducción de vehículos o la reconversión a vehículos más pequeños. Aun así, el estudio detecta algunas zonas donde el servicio se mantiene y se mejora con nuevos vehículos o más presupuesto.

El siguiente capítulo analiza algunas de las innovaciones, con éxito o no, que se han incorporado en los servicios. La promoción de la lectura en digital se pone como ejemplo de un proyecto sin éxito que contrasta con los buenos resultados obtenidos por la especialización de los bibliobuses en algunas paradas. En este caso, algunos vehículos se han centrado, durante una semana, en visitas a guarderías haciendo una selección especial de los fondos, equipando el vehículo con mobiliario específico, adecuando y ambientando el interior y ampliando el tiempo de parada. El capítulo también presenta algunas propuestas de mejora. Por una parte, la ampliación de horarios para poder realizar actividades de promoción lectora o de alfabetización digital dentro del vehículo o, por otra, la creación de alianzas con colaboradores locales que han permitido la coorganización de actividades fuera del bibliobús. En este capítulo, de lectura recomendada, se destacan, no obstante, aspectos a mejorar: la comunicación del servicio, por ejemplo, con elementos como la información pública, la comunicación de incidencias, el uso de las redes sociales o el uso del exterior del vehículo; la colaboración con socios externos para la prestación de servicios complementarios o adicionales, no vinculados a bibliotecas pero necesarios para la comunidad (información sobre incendios, reciclaje, vivienda...) y especialmente recomendables en aquellos vehículos que disponen de tres asientos y que, por lo tanto, pueden incorporar puntualmente otros profesionales. Este capítulo se cierra con el análisis de las condiciones de trabajo del personal donde se vuelven a poner en evidencia algunas de las carencias ya destacadas, y recurrentes, en otros trabajos y, también, la altísima valoración que hacen los usuarios del servicio y del trato recibido por parte del personal.

El capítulo 7 recoge el impacto de los cambios que se han llevado a cabo en el servicio de las bibliotecas móviles, principalmente, por la reducción de vehículos o de frecuencia de parada, y que han afectado especialmente a la población más envejecida, las familias jóvenes y los niños que muestran su desacuerdo con unas decisiones que afectan directamente a su autonomía, su bienestar y su vida social y de la que no se sienten suficientemente bien informados.

Los libros electrónicos, la prestación por correo postal, el servicio a domicilio o la prestación de servicio en lugares alternativos, como escuelas, tiendas o residencias, se analizan, en el capítulo 8, como alternativas al servicio de las bibliotecas móviles aunque se valoran y hacen evidentes las desventajas respecto al servicio de bibliobús: estas alternativas ni proporcionan las relaciones sociales que genera el bibliobús ni, a menudo, pueden ubicarse en lugares tan adecuados como la parada del bibliobús. También la incorporación de vehículos más pequeños, más fáciles de maniobrar y equipados digitalmente se presentan como un complemento del servicio que prestan vehículos más grandes. 

El informe se cierra con un apartado de recomendaciones entre las que destacamos la falta de alternativas que respondan con la misma eficacia que las bibliotecas móviles pero, a su vez, las posibilidades que ofrecen para generar actividades culturales y formativas. El capítulo aporta otras recomendaciones organizadas en tres grandes bloques (marketing, gestión local y planificación estratégica) y que resumimos a continuación. Por lo que respecta al marketing, se destaca el interés de trabajar para proporcionar más información a través de las páginas web, la necesidad de hacer más difusión del servicio entre los habitantes de los municipios que visita el bibliobús o la posibilidad de hacer un vídeo de difusión o de organizar un día de las bibliotecas móviles para aumentar la visibilidad. Por lo que se refiere a la gestión local, las propuestas también inciden en la necesidad de recoger datos para revisar las rutas, analizar usos y necesidades de los usuarios, y analizar indicadores y el impacto a través de estudios de casos. Finalmente, en relación a la planificación estratégica, incide en la importancia del papel del Gobierno en la mejora de los vehículos que les permita actuar como agente de capacitación digital.

El punto final del informe es una pregunta que a menudo aparece en los documentos que analizan el servicio de bibliobuses: ¿Nos estamos empeñando, con una cierta añoranza, en los bibliobuses cuando pueden existir formas más eficientes o efectivas de proporcionar lo que los usuarios necesitan? Y quizás no tan habitual pero igualmente interesante: ¿Los usuarios socialmente aislados están mejor atendidos por una biblioteca móvil que se presenta cada tres semanas durante 20 minutos o deberían explorarse otros servicios de atención social como llevar a las personas a otro lugar con más frecuencia para una actividad más larga?

El mismo informe asegura que estas preguntas deben ser discutidas a nivel local y nacional con responsables políticos. El servicio que prestan los bibliobuses, tal y como demuestra el estudio, es muy valorado y tiene muchos efectos beneficiosos en ámbitos muy diversos de la vida y el bienestar que se alinean con las estrategias gubernamentales, pero es poco conocido y utilizado. Como resultado, es vulnerable cuando se recortan los presupuestos pero, como demuestran las afirmaciones de sus usuarios, es un servicio increíble, con un personal increíble y que consigue resultados significativos.

A pesar de las diferencias, tanto por lo que se refiere a la realidad bibliotecaria como la demográfica, muchas de las conclusiones de este informe evidencian las similitudes de la situación de las bibliotecas móviles en países diversos y coinciden con los resultados de estudios elaborados en nuestro entorno más próximo. El análisis y las reflexiones de este informe y las propuestas de mejora que se realizan deberían permitirnos revisar el servicio bibliotecario en las áreas rurales, analizar la situación actual y poner en valor la capacidad que los bibliobuses tienen para contribuir al desarrollo cultural y social y al bienestar y la salud de las personas y las comunidades.