Un entorno en transformación para las bibliotecas universitarias

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Llarina González Solar
Biblioteca da Universidade da Coruña


ACRL Research Planning and Review Committee (2015). Environmental Scan 2015. Chicago, IL: Association of College and Research Libraries. American Library Association. 32 p. Disponible en: http://www.ala.org/acrl/sites/ala.org.acrl/files/content/publications/wh... . [Consulta: 15/09/16].


Cada dos años, el ACRL Research Planning and Review Committee analiza, con una mirada amplia más que detallada, el escenario de las bibliotecas académicas estadounidenses. Cada Environmental Scan completa y expande el análisis a los temas más destacados que otra publicación del mismo comité, Top trends in academic libraries, identifica el año anterior.

El Environmental Scan 2015 considera dos motores de cambio para las bibliotecas académicas estadounidenses: el ambiente competitivo y la intervención de las nuevas tecnologías en la enseñanza superior. La creciente dificultad para acceder a las fuentes de financiación motiva una clara competitividad, que en Estados Unidos se traduce en nuevos criterios de reparto económico, buscando mitigar la desigualdad social y potenciar la investigación a través del mejor aprovechamiento de los datos.

La tecnología ha facilitado la aparición de nuevos modelos educativos orientados al mercado, como los cursos abiertos masivos en línea (MOOC) y la educación basada en competencias (CBE), con los estudiantes adultos entre los grupos demográficos de interés. Esto tiene consecuencias en los objetivos de la biblioteca, sus colecciones y servicios así como en la medición de sus resultados.

El Environmental Scan analiza los efectos de este contexto cambiante, sumariamente descrito, destacando sus implicaciones a un nivel práctico sobre la acción bibliotecaria. Si todo el informe contiene notas de interés, la lectura de estas implicaciones es la parte más reveladora.

Dedica varias páginas a las tendencias en colecciones y adquisiciones, centrándose en el impacto del libro electrónico. Recuerda que las bibliotecas seguirán trabajando cierto tiempo en un entorno híbrido pero las anima a irse posicionando respecto de aspectos concretos: a trabajar con los agentes involucrados en el libro electrónico para mejorar la gestión de la distribución y preservación de su contenido; a profundizar en los desafíos propios de los servicios de difusión de audiovisuales; a la implantación cautelosa de programas de adquisición basados en datos y en patrones de uso (Data Driven Acquisition, DDA y Patron Driven Acquisition, PDA); a ser agentes de cambio en el ecosistema de los libros de texto; y a evaluar las colecciones en base a su contribución a la visión/misión/objetivos de la institución, teniendo en cuenta los nuevos modelos de enseñanza.

Los servicios de datos de investigación son otro de los temas destacados del Environmental Scan, que insta a potenciar el acceso a los datos tanto con la creación de plataformas interinstitucionales como facilitando la disponibilidad de los producidos por agencias gubernamentales. Las relaciones con los investigadores y el conocimiento de sus procesos de trabajo se evidencian clave en la mejora y difusión de estos servicios y en el avance de los programas de formación.

En este punto el informe amplía sus reflexiones a los servicios de apoyo a la investigación, que aparecen como una oportunidad para reposicionar las prioridades y las estructuras bibliotecarias en torno a áreas de innovación. Estos servicios exigen y propician una nueva dimensión tanto en las competencias como en la colaboración entre bibliotecarios.

Las bibliotecas pueden empoderar a sus usuarios en la creación de nuevo conocimiento, facilitándoles el descubrimiento y el análisis de la información. Por ello, recomienda avanzar en los sistemas de descubrimiento, manteniendo al usuario en el eje de su desarrollo y potenciando la colaboración, que tan exitosa se muestra en proyectos como Europeana o Digital Project Library of America. Sobre las bases de datos apunta al interés de explorar sus funcionalidades en minería de datos.

Las instalaciones deben adaptarse con creatividad a las nuevas necesidades, facilitando espacios para la colaboración de los estudiantes y respondiendo a los cambios tecnológicos. Aunque hoy son novedosos los servicios de impresión 3D o los makerspaces, subyace una situación de continuo cambio, de beta permanente, que sólo se puede afrontar desde la planificación y la formación de los bibliotecarios.

Las bibliotecas académicas tienen un importante papel en el acceso abierto a la información científica. El informe plantea el interés de asumir nuevas posiciones, como la de editoras, y nuevas funciones, como colaborar tanto en la indexación de revistas de acceso abierto como en la construcción de políticas y códigos de buenas prácticas sobre la gestión de derechos de propiedad intelectual. Advierte que todo ello tendrá consecuencias en las adquisiciones, que son necesarios cambios en los flujos de trabajo y un mayor esfuerzo en la formación de los usuarios y que los medios sociales tendrán cada día más importancia, entre otras cosas, por el interés de las altmétricas.

El documento insta a que se reivindique el valor de la biblioteca, aprovechando la mayor colaboración con los docentes y en la elaboración de currículos; evaluando y documentando su impacto en el éxito estudiantil y comunicando su importancia en la captación y conservación de talento para la universidad.

Este Environmental Scan muestra un momento de cambio continuo, más que de transición, en el que el entorno de las bibliotecas evoluciona en múltiples frentes: la rendición de cuentas y la competitividad por la financiación; la necesidad de comunicar el valor de la biblioteca y de los bibliotecarios o el impacto de la tecnología y de los nuevos modelos de enseñanza y de comunicación científica. No deben ser vistos únicamente como retos, sino como oportunidades para que la biblioteca juegue un papel más relevante y más visible en el éxito de estudiantes e investigadores.

El elemento central del sistema es, cada vez más, el personal bibliotecario. En el informe se repite constantemente la necesidad de su valorización pero también de su capacitación. Ésta no puede continuar construyéndose con formación puntual, que no es suficiente para adquirir las nuevas competencias necesarias. Plantea, creo que acertadamente, que es preciso que sea la biblioteca la que dé soporte para el acceso a especializaciones y certificaciones en programas de educación permanente.

La cuestión inevitable es preguntarse hasta qué punto este análisis de la situación de las bibliotecas académicas estadounidenses es relevante para las españolas. Lo es y mucho, nos enfrentamos a retos globales que pueden adquirir matices diferenciales pero que, a la postre, nos afectan igualmente. Las soluciones que allí se encuentren y los errores en los que caigan pueden ayudarnos a no errar el tiro sobre las prioridades de nuestras bibliotecas.