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El chocolate y los estados mentales, tema de la segunda sesión de "Científicos y cocineros, cara a cara" en el Campus de la Alimentación de Torribera.

El ciclo "Científicos y cocineros, cara a cara" ha vuelto este lunes 19 de mayo en el espacio de Les Voltes de La Masía para acoger en sus sofás al psiquiatra Antoni Bulbena, director de Docencia e Investigación del Instituto de Neuropsiquiatría y adicciones del Parc Salut Mar, y el chocolatero Enric Rovira, reconocido en el mundo gastronómico por sus creaciones que exporta a todo el mundo. El objetivo de este encuentro ha sido hablar del chocolate y los diferentes estados mentales que pueden experimentar las personas que lo comen, estableciendo una relación directa entre las propiedades de los alimentos y los procesos que se desencadenan en el cerebro humano.

 

Antoni Bulbena y Enric Rovira en el Cara a Cara.

Tras la bienvenida del coordinador de la Unidad UB-Bullipedia Pere Castells, como organizador del encuentro, y las palabras que explicaban el vínculo de Salud mental y alimentación dentro del Recinto de Torribera y la fuerza de Santa Coloma Ciudad Universiaria formuladas por el director del Campus de la Alimentación, Màrius Rubiralta, los dos invitados comenzaron a hablar sobre el origen del chocolate y de su materia prima, el cacao. Desde las civilizaciones precolombinas hasta nuestros días, de su consumo como infusión con agua hasta principios del siglo XX en el que ya se trabajaba el chocolate como la conocemos ahora, en cuanto a textura, aromas y dulzura. Enric Rovira explicó como el mejor conocimiento del producto y los avances tecnológicos en el siglo XIX, como la concha de Rodolphe Lindt, permitieron trabajar el chocolate y obtener productos como los de hoy en día.

 

Por su parte, el Dr. Bulbena comentó que como la teobromina, sustancia alcaloide que se encuentra en el cacao y que estimula el sistema nervioso central, es una de las causas de que el chocolate pueda proporcionar sensación de bienestar y placer. "Pero no la única", añadió, "el azúcar que lleva, por ejemplo, también está comprobado que tiene un efecto saciador cuando lo comemos".

 

Y fue así como los dos invitados comenzaron a relacionar el consumo de chocolate con el placer, la satisfacción o las emociones. Rovira hablaba de su experiencia como creador de piezas únicas de chocolate. "Tenemos un producto, una tableta de chocolate, que tiene la forma de las que hay en el paseo de Gracia, que cuando la gente la gira y ve los frutos secos, exclaman un" uou "que no deja de sorprender". Bulbena añadió que el efecto de la novedad, la expectativa que creas ante el producto, o los propios recuerdos o experiencias previas que se puedan tener, influyen. "No es sólo un efecto de las propiedades químicas de sus componentes", explicó.

 

Un momento de la sesión con la Susana Herraiz como moderadora.

La sesión, que continuaba en un ambiente distendido, creado entre los invitados y el público, y con aroma de chocolate, se adentró en tratar el tema de la adicción relacionado con este alimento. Bulbena explicó que "no se puede hablar de que el chocolate cree adicción, entendida como el estado de depenència que crean otras sustancias. En todo caso, su consumo sí se relaciona con la fruición y, incluso, con la sensación de alivio, que puede provocar ". Según el invitado, tampoco se podría constatar un efecto terapéutico en el comsumo de chocolate, aunque se ha estudiado que, por ejemplo, hay un aumento del consumo durante el síndrome premenstrual de la mujer o que puede tener efectos contra la depresión.

 

Bulbena y Rovira repasaron temas como la preferencia actual por el consumo de chocolate negro, que al tener más cacao se ha estudiado que tiene efectos también relacionados con el nivel superior de grasa corporal o el riesgo de cardiopatías; la asociación con el sexo o el consumo, preferiblemente, por las mujeres. También se habló de cuál era el mejor momento para tomar chocolate - "Hay que evitarlo a partir de las siete de la tarde, comentó Bulbena, porque no tiene la misma absorción dentro de nuestro organismo" - o la diferencia de consumo con países de clima más frío donde consumen más kilos por persona (más de 11 en Suiza) y tienen hábitos de consumo más arraigados, como el consumo de helado, por ejemplo. Dentro del mundo gastronómico, Rovira apuntó que se debería revisar las cartas de los restaurantes para no ofrecer el chocolate al final de la comida, "momento en que normalmente ya estás harto".


La participación del público en esta sesión se concretó de diferentes maneras. Al principio, se entregó una pequeña encuesta, diseñada por el doctor Bulbena sobre cuál es la sensación que se tiene después de comer chocolate, qué tipo prefiere o cuál es el efecto que produce; junto con la cata de tabletas de chocolate hechas por Enric Rovira. Y al final se dio una recopilación de los datos extraídos de las enquestes. La participación del público con preguntas y comentarios enriquecieron la sesión.

 

Este "Científicos y cocineros, cara a cara" terminó con las palabras de la moderadora Susana Herráiz emplazando a todos los asistentes a la próxima sesión, que se llevará a cabo a principios del curso académico 2014 a 2015.

 

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