Familia, trabajo no remunerado y bienestar social.


Hasta muy recientemente el desarrollo de los estados del bienestar se veía en relación directa al incremento de la inversión estatal. Hoy se pone el énfasis en el destacado papel desempeñado por la familia, el mercado y el voluntariado. Los análisis feministas sobre el Estado del Bienestar han enfatizado especialmente el hecho de que las familias, a través del trabajo de cuidados no remunerado realizado por las mujeres en el cuidado de los hijos, la atención a los enfermos y a los ancianos, han sido históricamente el mayor proveedor de bienestar cuestionando así la clásica triple división de la provisión del bienestar (estatal, fiscal y ocupacional).

Desde esta perspectiva, la familia no puede ser vista sólo como receptora de las prestaciones sociales sino como proveedora principal de bienestar. El papel jugado por la familia no es, sin duda, homogéneo en todos los países. En Alemania se asume que es la familia quien cubre los cuidados y las necesidades materiales y que el Estado interviene sólo subsidiariamente. En Francia, las ayudas del Estado a la familia y a las madres han constituido uno de los ejes de las políticas sociales, como en los países escandinavos. En la Europa mediterránea, las familias juegan un papel decisivo en la atención a los individuos y la corrección de las crisis económicas y sociales, pero en la actualidad las políticas familiares son menos decisivas, en algunos casos como España e Italia por reacción a lo sucedido durante los pasados regímenes totalitarios.


Políticas Familiares comparadas

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