Maria de Echarri nació en San Lorenzo del Escorial el año 1878 en el seno de una familia acomodada. Educada en ambientes católicos, realizó estudios de Magisterios.

A inicio del S.XX, comenzó a escribir para publicaciones de carácter católico. Participó, entre otros, en el Diario Montañes de Santander, El Pilar de Zaragoza o el Noticiero Universal de Barcelona. Junto a cuentos infantil, publicó obras acerca de la situación de la mujer en España. En 1907, participó en las Semanas Sociales de Madrid con la ponencia El trabajo de la mujer. Dos años después, en 1909, publicó El trabajo de la mujer a domicilio, publicación en la que denunciaba el poco interés de las instituciones públicas por la situación laboral femenina.

Durante mismo año 1909, fundó la Federación de Sindicatos de la Inmaculada Concepción, organización del sindicalismo católico femenino. Esta organización se preocupó de las condiciones laborales y morales del trabajo femenino desde una postura paternalista, alejada de cualquier planteamiento emancipacionista.

En 1918 ingresó como inspectora en el Instituto de Reformas Sociales, dedicándose al estudio de las condiciones de vida de las mujeres de clase trabajadora. Un año más tarde, en 1919, ingresó en la vocalía del Consejo Superior de Emigraciones. Ese mismo año, participó en el congreso constitutivo de la Confederación Nacional de Sindicatos Católicos.

En octubre de 1927, en plena dictadura de Primo de Rivera, ocupó uno de los trece puestos reservados para las mujeres en la Asamblea Nacional. En 1929, año de disolución de la Asamblea Nacional, ingresó en las comisiones de Acción Social, Sanidad y Beneficencia.

Con el advenimiento de la República, su actividad pública disminuyó, dedicándose únicamente al Secretariado Benéfico- Social de Acción Católica. Publicó su último libro en el año 1941 bajo el título de Los enemigos del pueblo. Ese mismo año, desapareció definitivamente de la vida pública y política y murió en San Sebastián en el año 1955.