María
de la O Lejárraga García "María Lejárreta" o "María Martínez Sierra" (San Millán
de Cogolla, 1874- Buenos Aires, 1974).
Maria Lejárraga aunque nació en San Millán de Cogolla en 1874, se trasladó de
niña a Madrid, ciudad en la que su padre, médico, había estado destinado. Inició
sus estudios reglamentarios en la Asociación de Enseñanza de la Mujer. En 1891
ingresó en la Escuela Normal de Primera Enseñanza y cuatro años más tarde, finalizados
ya sus estudios, obtuvo una plaza de maestra nacional en la Escuela Modelo de
Carabanchel.
Entre 1900 y 1905 combinó su trabajo como maestra con la
escritura, y publico ocho libros y obras de teatro, todos ellos firmados por su
marido, Gregorio Martínez Sierra. En 1907 abandonó definitivamente la docencia
para dedicarse exclusivamente a la escritura, en un momento en que sus obras teatrales
empezaban a obtener gran éxito.
Junto a la publicación de obras teatrales,
literarias, musicales, etc..., empezó a publicar escritos feministas, entre los
que destacaron Cartas a las mujeres de España (1916), Feminismo, feminidad, españolismo
(1917) y La Mujer Moderna (1920).
En el año 1920, se afilió a la Unión
de Mujeres Españolas (UME) y en 1926 participó en la fundación del Lyceum Club
Femenino de Madrid que abandonaría en 1930. Desde mediados de 1931 impulsó la
Asociación Femenina de Educación Cívica con el objetivo de promocionar la cultura
entre las mujeres de clase trabajadora. Durante estos años, publicó, por primera
vez firmados con su nombre, los libros La Mujer Española ante la República (1931)
y Nuevas cartas a las mujeres (1932).
Durante el período republicano participó
en la vida política española, ejerciendo el cargo de representante de las Asociaciones
Madrileñas de Defensa de las Mujeres en el Patronato de Protección de la Mujer.
En las elecciones de 1933 presentó su candidatura en las listas socialistas y
obtuvo el acta de diputada para la legislatura de 1933-1936. Durante el corto
año que estuvo en Parlamento llevó a cabo una extensa tarea parlamentaria: presentó
numerosas enmiendas y denunció varias irregularidades. Abandonó prematuramente
la Cámara en el año 1934, año en que fue forzada a dimitir debido al apoyo público
que mantuvo con los represaliados de la revolución asturiana de 1934.
En 1936 apoyó a las candidaturas del Frente Popular. Durante la contienda militar
se trasladó primero a Suiza y después a Bélgica, desde donde se dedicó a la evacuación
de niños y niñas españoles. Después de la Guerra Civil, permaneció en su casa
de Cagnes-sur-Mer, cerca de Niza, junto a su hermana, sus sobrinos y un hijo adoptado.
En 1952, después de haber pasado por Estados Unidos y México, se instaló definitivamente
en Buenos Aires.