Muerte Digna.



Es a partir de los años sesenta cuando el concepto de "muerte digna" se empieza a transformar. Tradicionalmente se la había identificado con la muerte natural, en contraposición con la muerte traumática, pero con el desarrollo de la tecnología que posibilita alargar la vida de forma artificial, empezó a valorarse la autogestión de la propia muerte, es decir la muerte controlada.

El principal derecho de todo ser humano es el de la vida, pero cuando ésta se ve afectada por unas condiciones de salud lamentables y cuya existencia depende de unos medios extraordinarios, cabe preguntarse si se está cuidando la vida o prolongando la agonía. En ese momento, es cuando aparecen diferentes grupos que reivindican el derecho de todo ser humano a tener a una muerte digna, basada en el alivio del dolor, la información, y en el respeto a la voluntad personal. El derecho a morir con dignidad fue adquiriendo cada vez más fuerza en la sensibilidad de nuestra sociedad, y desde entonces son cada vez más quienes lo defienden como un derecho insoslayable de todo ser humano.

En 1967 la Sociedad de la Eutanasia de los EE.UU reaparece con fuerza, cambiando de denominación, Sociedad para el Derecho a Morir (S.M.D.), e inicia una campaña a favor del "Living Will" (Testamento en Vida), documento legal, en el cual un adulto competente ordena que, si concurren determinadas circunstancias, y en ese momento no está en condiciones de decidir, no le sea aplicado determinado tipo de tratamiento médico.

A finales de los años sesenta se producen nuevos intentos de legalización de la eutanasia, al presentado en 1999, en el Parlamento inglés denominado "Voluntary Euthanasia Bill", le siguen otros, presentados en cuatro estados americanos, todos fueron rechazados, aunque el proyecto de ley presentado en Montana fracasó por un solo voto.

A partir de los años setenta, el debate en torno a la eutanasia se intensifica, como consecuencia de distintos acontecimientos que se produjeron y su difusión por los medios de comunicación social.

. La Asociación Americana de Hospitales aprobó, en 1973, la carta de los derechos del enfermo, en la que figura el derecho a morir con dignidad. El derecho a morir con dignidad significa, no solo evitar sufrimientos innecesarios y en mantener la calidad de vida del enfermo terminal, sino que es fundamental la dignidad con que se asume la propia muerte, y esta dignidad, el enfermo terminal la puede encontrar tanto en la forma como en las razones de y para morir. La dignidad que es una cualidad inherente de vida, con mayor razón ha de serlo en el último momento de la misma, en el entorno de la muerte, ya que será la última imagen nuestra que dejamos a nuestros seres queridos.

. En 1975 se presenta un nuevo Proyecto de ley en la Cámara de los Lores británica.

. "The Humanist" publica en 1975, un Manifiesto a favor de la Eutanasia, suscrito por varios premios Nobel y otras personalidades relevantes, en el que todos se declarann, por razones éticas, a favor de la eutanasia. En el manifiesto afirman que el individuo "tiene la libertad para decidir razonablemente su propia muerte"; "es cruel y bárbaro exigir que una persona sea mantenida viva contra su voluntad, rehusándole la liberación que desea". Finalmente, afirman con solemnidad que, "puesto que todo individuo tiene el derecho a vivir con dignidad..., también tiene el derecho a morir con dignidad".

. El caso de Karen Ann Quinlan, fue también muy difundido por los medios de comunicación, en los Estados Unidos y en gran parte del mundo, lo que incentivó el debate, alrededor de la eutanasia o del derecho a morir. La Corte Suprema de Nueva Jersey permitió a la familia de Karen Ann Quinlan, retirarle un respirador artificial al cual se encontraba conectada desde hacía 7 años, en estado vegetativo, en base a que "la inmensa mayoría de americanos" estaba de acuerdo en que el aparato respirador de Karen debía ser retirado.

. La Comisión de Asuntos Sociales y de la Salud del Consejo de Europa, en 1976, reconoció el derecho que tienen los enfermos a que se les evite cualquier sufrimiento.

. El estado de California aprobó, en 1976, la primera ley del "Bill of Rights" o Carta de los derechos de los enfermos de los hospitales. En este documento, se cita el derecho "a rechazar el tratamiento en la extensión permitida por la ley y a ser informados de las consecuencias médicas de su decisión", en virtud de la cual todo adulto tiene derecho a rechazar todo tratamiento que no tenga otro resultado que retrasar una muerte inminente e inevitable. Esta ley fue imitada por otros estados americanos, y diferentes Naciones. La Ley no supuso la legalización de la eutanasia, pero si la afirmación del derecho del enfermo a poner límites a los tratamientos extraordinarios, y fuera de lugar.

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