El pragmatismo rortiano


El principio fundamental del pragmatismo rortyano consiste en considerar que un sistema político es válido no por su "racionalidad" o "verdad" sino por las consecuencias beneficiosas que pueden derivarse de su aplicación.

Para Rorty, vale la pena luchar por los principios de la democracia a pesar de no poderse demostrar la superioridad racional o la universalidad de sus valores. Aun a sabiendas de que los principios democráticos son contingentes, podemos establecer un compromiso porque consideramos que su aplicación nos permite llevar una vida mejor y disminuir las desigualdades sociales. El pragmatismo, en el terreno político, significa juzgar según las consecuencias de las acciones.