"Acabamos de indicar el tema central de esta parte: describir cómo la conciencia se comprende a sí misma, a fin de precisar las relaciones de la experiencia vivida Y la significación, del resurgimiento y la reconstrucción, de la participación y del saber. Al mismo tiempo trataremos de situar el conocimiento histórico entre los diversos aspectos del conocimiento del hombre por sí mismo.

No será ni imposible ni artificioso alcanzar simultáneamente este doble objetivo. En efecto, para medir la diferencia de lo vivido en el pensamiento resulta normal analizar de manera sucesiva la reflexión de la conciencia solitaria sobre sí misma y la captación de un estado Psicológico por un observador externo. Además para separar tanto la intención del historiador como la estructura del objeto es necesario considerar el conocimiento histórico en la prolongación del conocimiento de sí y del prójimo. El historiador participa a la vez del espectador y del actor; busca en el pasado ya a sí mismo ya al otro que difiere de él. En suma, el espíritu objetivo, presente en mí, crea la comunidad que me permite comunicarme con los demás y determina la realidad colectiva cuyo devenir interesa al historiador. En conclusión, de esos tres estudios orientados hacia ese término y limitados por él, surgirán el alcance y el carácter del conocimiento histórico."

• Aron, Raymond: Introducción a la filosofía de la historia. Siglo XXI, Buenos Aires, 1984. P. 65.