Original

Se denomina original el documento donde se consigna por primera vez y de forma definitiva la voluntad del autor y que da fe de esta voluntad. Es, pues, un documento perfecto, con todas las correspondientes marcas de validación y dotado de todas las condiciones de autenticidad.

En el proceso de elaboración documental puede haber un primer documento original, la minuta. Esta, pero, es imperfecta, puesto que no es más que un texto preparatorio del definitivo, es decir, del original.

Otra idea que conviene tener en cuenta es que original no quiere decir único. Por esta razón, podemos encontrar, en algunos casos, varios ejemplares de documentos originales, lo cual nos permite establecer la siguiente clasificación:

Originales diversos: aquellos de contenido idéntico, elaborados y validados simultáneamente. Un ejemplo de estos tipos de originales son aquellos en los que intervienen dos o más partes contractuales, las cuales necesitan una prueba jurídica del contrato. Es habitual que se presenten en forma de carta partida.

 

Originales múltiples: aquellos que, procediendo de la voluntad de un solo autor, tienen varios destinatarios y pueden ser confeccionados y validados en diferentes momentos. Es el caso de algunos documentos de gobierno en los que el monarca se dirige a diferentes personas o instituciones para, entre otras cosas, comunicar algún asunto, solicitar ayudas o convocar Cortes. A veces la multiplicación de ejemplares puede estar hecha por una oficina de expedición documental con el fin de enviar por diferentes vías un documento y así asegurar su recepción o su conservación.

Renovaciones: se trata de categorías intermedias entre los documentos originales y las copias, pero sus características los acercan a los originales. La pérdida, el robo, la destrucción del original o el simple interés de tener otro ejemplar están en el origen de estas categorías. Hay cuatro tipos de renovaciones: Ampliación o reenvío, Restauración, Inserción y Confirmación.

EJEMPLOS