La confianza de los ciudadanos españoles en las instituciones democráticas se desploma con la crisis económica (tabla 1). El porcentaje de personas que no confían en el Parlamento se dobla entre 2004 y 2012, pasando casi del 30% a más del 60%. También se pierde confianza en el sistema legal. Antes de la crisis el 40% de las personas no confían en el sistema legal. Esa cifra aumenta a casi el 60% durante la crisis. La confianza en los partidos

políticos ya es baja en 2004 (más de un 57% de las personas desconfían de ellos). Pero, durante la crisis, se desploma a límites mínimos: casi un 85% dice desconfiar de ellos y solamente un 7% de las personas afirman que aún les tienen confianza. La única institución cuyo prestigio no merma debido a la crisis es la Policía, cuya confianza se mantiene casi en las mismas cifras que antes de ella. Esos cambios coinciden con los duros ajustes

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