FUNCIONAMIENTO DE LAS INSTITUCIONES

La calidad de funcionamiento de las instituciones afecta a los niveles de confianza. Para las teorías institucionalistas, la confianza institucional tiene que ver directamente con el efecto de éstas en el bienestar socio-económico de las personas. Bajo esa visión, un Estado eficaz crea un contexto que favorece también la confianza interpersonal. Países que tienen una estructura legal sólida, una protección efectiva de los derechos de propiedad, y un marco de predictibilidad consiguen transacciones económicas más fáciles porque los mecanismos que generan confianza social son más fluidos.

Un reciente estudio del caso español y portugués sostiene que el incremento en la desconfianza hacia las instituciones durante la crisis económica se debe principalmente a la percepción de que éstas no responden a las necesidades y expectativas de la población. La imposición de medidas de ajuste desde la Unión Europea y la existencia de corrupción política refuerza esa creencia. Bajo esa perspectiva, la confianza depende principalmente de factores políticos endógenos (respuesta de las instituciones a los problemas) más que exógenos (económicos), aunque éstos últimos actúan indirectamente deteriorando el funcionamiento eficaz de las instituciones. La presente investigación sostiene que también existe un  deterioro de la confianza social atribuible directamente a incremento súbito de la desigualdad.

COHESIÓN SOCIAL

El grado de cohesión y de diversidad de las comunidades es también otro factor que afecta a la confianza. Una convivencia social buena, con pocos conflictos sociales, y una seguridad ciudadana adecuada favorecen la confianza mutua. Se confía más si existen expectativas de un marco social estable y justo, y al revés. Los niveles más altos de confianza en los demás los tienen los países más homogéneos étnicamente, con tradiciones protestantes, buenos gobiernos, buena salud de la población, y mayor igualdad económica. Por el contrario, países con tasas altas de desorganización social y desigualdad suelen registrar niveles de confianza social bajos debido a la fractura social asociada. Existen estudios que muestran cómo construyendo confianza social se crean mejores condiciones para la recepción e integración de los emigrantes Otros estudios demuestran la importancia de la cohesión social y el buen funcionamiento del control social informal (eficacia colectiva) en la creación de seguridad en las comunidades.

SOCIEDAD CIVIL

La existencia de sociedades civiles maduras es un reflejo, pero también una condición, para el florecimiento de la confianza mutua. Las personas que tienen una red social de relaciones más rica tienden a tener más confianza en los demás que las personas que viven más aisladas. Por otra parte, la posición en esa red social cuenta. Los individuos que ocupan posición de mayor centralidad en ella, son los que expresan una mayor confianza. Por todo ello, existe una relación importante entre confianza interpersonal y participación cívica. Sin embargo, el compromiso cívico de las personas incide más en la confianza interpersonal que a la inversa. Se trata, pues, de una relación asimétrica. La confianza puede mejorar si se fomenta la participación en la sociedad civil. Sin embargo, la misma depende también de otros factores.

VALORES SOCIALES

Las teorías culturales sostienen que los valores sociales influyen en el grado en que las personas confían unas en las otras, aunque su efecto es a medio y largo plazo. El auge de los valores materialistas, la falta de tiempo, la incorporación de la mujer al trabajo, el creciente tamaño y anonimato de las ciudades, la influencia de la tecnología y los medios de comunicación son los factores que merman la confianza interpersonal. También la confianza en las instituciones se fundamenta en un sistema de valores compartido y en un marco de confianza interpersonal. Bajo esta visión, a más confianza interpersonal más confianza en las instituciones, y a la inversa, ya que la relación es simétrica. Si un gobierno es confiable, es más probable que los ciudadanos confíen más entre sí, y al revés. Por otra parte, esa vinculación positiva sería relativamente independiente del contexto económico.