El riesgo de abusar de los somníferos

La Sociedad Española del Sueño critica el «abuso» de pastillas para dormir recetadas en Atención Primaria.

 

somniferos

 

Lejos de ser uno de los momentos más placenteros del día, meterse en la cama y tener que conciliar el sueño es una verdadera agonía para muchas personas que pasan largas horas en vela durante la noche.

Pero el problema, al margen del propio insomnio, es que los hipnóticos y sedantes se han erigido erróneamente como la solución rápida y sencilla a un problema que tiene un fondo mucho mayor. Y si algo preocupa a los expertos, tanto o más que la incidencia que pueda tener el propio trastorno, es el «abuso» a la hora de recetar estos fármacos que no hacen sino enmascarar el problema de base y generar otros como la adicción derivada de un consumo prolongado y desmedido.

Es por ello que consideran que este desorden del sueño precisa mayor atención, estudios y estadísticas que muestren una radiografía fiable para combatirlo, y una definición correcta del paciente para reducir los falsos diagnósticos que se producen.

 

«Se recetan pastillas para dormir pero esa no es la solución al insomnio», indica el doctor Poza

Determinar cuántas personas padecen esta alteración es complicado, aunque se estima que la prevalencia del insomnio se ha duplicado en las dos últimas décadas. No existen estadísticas actualizadas, pero la afección a un 6% de la población que indicaba un informe elaborado a nivel estatal en los años 90 ha pasado a representar el 12-15%, según otro estudio más reciente realizado en países europeos. «Y la dinámica -en Gipuzkoa- es similar», indica Juan José Poza, médico adjunto de Neurología del Hospital Universitario Donostia y Onkologikoa Logic.

Este doctor donostiarra es miembro de la Sociedad Española del Sueño y participa en grupos de estudio sobre el insomnio, en los cuales se refieren a este trastorno como un problema que «a menudo se aborda rápido y no siempre de la forma más adecuada». «Queremos transmitir que la solución no es dar una pastilla para dormir», remarca. Y apunta directamente hacia la Atención Primaria de los ambulatorios como el espacio en el que debe surgir un cambio en el procedimiento, tanto al evaluar a los pacientes como en el tratamiento que se les proporciona.

 

La Sociedad Española del Sueño está elaborando una guía para evaluar y tratar este trastorno

Así, propone a los centros de salud incluir una valoración sobre si hay alguna causa específica que provoque el trastorno del sueño, insistir en las medidas de higiene de sueño del paciente, reeducarle para que vuelva a aprender a dormir «y, cuando sea necesario, complementar el tratamiento con una medicación específica y adecuada a cada persona, intentando definir un horizonte temporal», expone.

Los expertos estiman que en torno a un 30% de la población -unas 215.000 personas en Gipuzkoa- recurre a este tipo de medicación para conciliar el sueño, y según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, el consumo de somníferos ha crecido un 57% desde 2006.

Los datos que tiene registrados el Departamento de Salud del Gobierno Vasco relativos al último lustro, en cambio, muestran que en Gipuzkoa el volumen de recetas se mantiene similar con una media de 22.547 dosis administradas al día, una cifra proporcionalmente inferior a la media vasca.

Más info y artículo original :   Diario Vasco   via @lasdrogasinfo

Guía para la asistencia urgente en intoxicaciones agudas por droga

Se presenta una nueva guía actualizada que permite consultas rápidas sobre la clínica de cada sustancia y su tratamiento.

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En la sociedad actual, el consumo de drogas de abuso es una de las problemáticas más prevalentes en el campo de la Salud Pública. Por ello, es de vital importancia para los profesionales sanitarios de los servicios de urgencias, disponer de una herramienta práctica y útil, que les sirva de guía para el tratamiento inicial de las intoxicaciones agudas por drogas.

Entre los puntos fuertes de esta obra destacan: nueva edición, revisada y actualizada, que permite consultar rápidamente las características esenciales de cada droga, así como la clínica que puede provocar y su tratamiento; cuenta con algoritmos fácilmente comprensibles para actuar con la máxima eficiencia y rapidez.

Torres, A.M., Aguilón, J.J. (dirs.), Intoxicaciones agudas por drogas de abuso. Guía para la asistencia urgente (2ª edición). Madrid, Editorial Médica Panamericana, 2017, 156 p. 

Via @drogomedia

La OMS ha incluido el “trastorno por videojuegos” en el CIE-11

El “trastorno por videojuegos” se encuentra presente en el borrador de la próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) publicado en su web. A pesar de las críticas recibidas todo apunta que la OMS incluirá dicho trastorno en la nueva clasificación.

adiccion videojuegos

Fue a principios de 2017 cuando se supo que la Organización Mundial de la Salud(OMS) valoraba incluir el trastorno por videojuegos como enfermedad mental. A pesar de las críticas recibidas por muchos expertos, en los primeros días de este año 2018, la OMS ha publicado en su página Web el borrador de la próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), en el que finalmente ha decidido incluir el “trastorno por videojuegos” (“Gaming disorder”), que se refiere al uso de juegos digitales o videojuegos, ya sea mediante conexión a Internet o sin ella.

Dentro del epígrafe de “trastornos debidos a comportamientos adictivos”, la OMS ha incluido esta categoría diagnóstica que se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego “continuo o recurrente” vinculado a tres condiciones negativas provocadas por el mal uso de los juegos digitales:

1) La falta de control de la conducta de juego en cuanto al inicio, frecuencia, intensidad, duración, finalización y contexto en que se juega.

2) El aumento de la prioridad que se otorga a los juegos frente a otros intereses vitales y actividades diarias.

3) El mantenimiento o escalada de la conducta a pesar de tener conciencia de las consecuencias negativas.

Según esta organización, aunque la mayoría de personas que juegan videojuegos no sufre ningún trastorno, se considera que se da un trastorno por videojuegos cuando el patrón de comportamiento es tan grave como para causar un deterioro significativo en las áreas de funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional u otras áreas importantes.

Este borrador afirma que la sintomatología debe darse al menos durante 12 meses para que se asigne el diagnóstico, aunque si se cumplen todos los requisitos y los síntomas son graves, puede acortarse la duración requerida.

Aunque no cabe duda de que, en ocasiones, se dan comportamientos problemáticos en torno al juego, algunas voces dudan de que podamos hablar de un nuevo trastorno. Según argumentan algunos expertos, la base científica en la que se basa esta categoría diagnóstica es de baja calidad; no hay consenso en cuanto a la sintomatología y la definición se basa demasiado en el uso de sustancias y los criterios del juego.

En un artículo sobre este tema, firmado por profesionales de todo el mundo, Scholars’ open debate paper on the World Health Organization, ICD-11 Gaming Disorder proposal , se considera que es prematuro hablar de un diagnóstico formal, y que su uso puede tener algunas consecuencias nocivas a nivel médico, científico, social, de salud pública y de los derechos humanos. Por ejemplo, afirman que se pueden dar muchos falsos positivos, o que puede afectar a la objetividad de las futuras investigaciones, provocando un carácter confirmatorio en las mismas.

En 2013 ya se generó un debate semejante, cuando salió a la luz la última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), por la polémica en torno a la escasa validez de las categorías diagnósticas, el excesivo protagonismo de la medicalización de los trastornos mentales o la escasa utilidad del sistema clasificatorio. Será en mayo de este año, cuando podamos ver la versión definitiva del CIE-11 y se verá la decisión final del equipo de expertos de la OMS.

Se puede consultar el borrador completo del CIE-11 en el siguiente enlace:

ICD-11 Beta Draft

Fuente original: http://www.infocop.es

 

Patología dual y Enfermería: Revisión bibiliográfica

En este articulo la DUE Mar Torrijos (y alumna actual del Máster) publicado en la Revista de Patología Dual se aborda las características y abordaje del paciente con PD y las funciones específicas desde Enfermería.

 

patologia dual

 

El concepto de patología dual, no está definido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM V) ni en la Clasificación Internacional de Enfermedades y lesiones (CIE).

Los profesionales la definen como la concurrencia en un mismo individuo de algún trastorno psiquiátrico y un trastorno por uso de sustancias. No existe un criterio diagnóstico definido que conlleva que un número elevado de pacientes no puedan ser diagnosticados de forma temprana.

Existe una probabilidad del 25-50% de que las personas diagnosticadas de enfermedad mental acaben desarrollando patología dual. La mayoría de estos pacientes presentan rasgos similares además de características de personalidad específicas que precisan de habilidades para la negociación.

Se ha demostrado que el tratamiento integrado es el más eficaz en esta patología, ya que se trata la enfermedad mental y la adicción en el mismo centro por un mismo equipo interdisciplinar. Las Unidades de Patología Dual (UPD) deben estar formadas por un equipo multidisciplinar de diversas especialidades para ofrecer un atención integral al paciente que facilite la rehabilitación de éste.

El rol del profesional de enfermería en la patología dual comporta una aproximación holística, la aplicación del proceso enfermero y la relación terapéutica que favorezca la comunicación con el paciente.

Enlace al artículo 

Informe del Observatorio Europeo sobre tratamiento de trastornos por cannabis: la terapia conductual cognitiva, la terapia familiar multidimensional y la estimulación motivacional parecen funcionar

Un grupo de investigadores ha producido, por encargo del Observatorio Europeo sobre Drogas y Toxicomanías (OEDT, EMCDDA en inglés) un interesantísimo informe sobre el tratamiento de los trastornos relacionados con el cannabis en Europa.

cannabis tractament

El informe incluye un análisis de las modalidades de tratamiento, una extensa presentación de estudios, meta análisis y revisiones de diversos enfoques psicosociales de tratamiento en diversas condiciones, y estudia también la disponibilidad de tratamientos en los diferentes países en función de las necesidades existentes.

Desde la óptica de los profesionales de lengua española que intervienen en drogodependencias y que probablemente no tendrán mayoritariamente acceso al informe, disponible actualmente sólo en inglés, así como la de todos aquellos que habitualmente no disponen de tiempo para su lectura o encontrarían probablemente muy compleja parte de la exposición metodológico-científica utilizada, nos ha parecido muy importante difundir sus hallazgos e intentar comprometernos en la mejora de nuestra práctica mediante la siempre difícil apuesta de formular recomendaciones. El estudio completo tiene 71 páginas y puede descargarse de la página web del OEDT, o también siguiendo este vínculo:

http://www.emcdda.europa.eu/publications/insights/2015/treatment-of-cannabis-related-disorders

Tras nuestro análisis y recomendaciones, nos ha parecido importante facilitar en la medida de lo posible el acceso al documento original, para lo que hemos traducido también su resumen ejecutivo y sus conclusiones finales o discusión, accesibles aquí. El capítulo que trata sobre la efectividad de las intervenciones nos ha parecido que, más que traducirlo, se prestaba más a un resumen informativo que intentaremos acometer más abajo.

Vayamos pues a lo más difícil: la transferencia del conocimiento a la práctica clínica. ¿Qué parece más importante retener de este estudio? ¿Qué cambios o mejoras debemos introducir a partir de las reflexiones de este informe?

Transferir los conocimientos derivados de la investigación para mejorar la práctica clínica es siempre complejo, y en este caso lo resulta aún más, puesto que no estamos hablando del abordaje de un problema preciso, sino de una variedad de condiciones definidas como problemáticas en poblaciones muy diversas. Básicamente, podríamos diferenciar el uso conflictivo del cannabis por parte de adolescentes o jóvenes, en el que parte del conflicto puede en muchas ocasiones atribuirse a la reacción familiar o social, deltrastorno consolidado por dependencia del cannabis que puede observarse más frecuentemente entre jóvenes y adultos, ya sea como trastorno primario o concomitante con otras dependencias de drogas de relevancia aún mayor (alcohol, cocaína, heroína). Finalmente, encontramos la presentación de casos de patología dual y, como dificultad añadida, la gran dificultad de definir de forma precisa y aplicable los procedimientos terapéuticos utilizados, especialmente los de tipo psicosocial.

En el informe mencionado del Observatorio Europeo, Los enfoques psicosociales utilizados para tratar problemas relacionados con el cannabis que han sido identificados son:

  • La atención asertiva continuada
  • La terapia familiar conductual
  • La terapia familiar estratégica breve
  • La terapia cognitivo conductual
  • El manejo de contingencias
  • El counseling sobre drogas
  • La terapia familiar funcional
  • La terapia familiar multidimensional
  • La entrevista motivacional y la terapia de estimulación motivacional
  • El feedback educativo
  • La atención al proceso familiar
  • La terapia multisistémica
  • La terapia estructural de ecosistemas

El nivel de precisión en la definición de estos enfoques terapéuticos psicosociales es variable, y la lista probablemente no sería completa, ya que echaríamos en falta enfoques particulares o residuales utilizados en algunos países. Adicionalmente, dentro de cada uno de estos enfoques la intensidad de los tratamientos puede también variar enormemente, y así, por ejemplo, algunas intervenciones evaluadas de entrevista motivacional (EM) se limitan a una o dos entrevistas por cliente, mientras que en otros casos se producen procesos mucho más largos.

Sorprendentemente, si se tiene en cuenta su popularidad, los estudios que examinan la eficacia de las intervenciones basadas en la familia sobre el uso del cannabis son bastante escasas. No obstante, los pocos estudios existentes sugieren que estas intervenciones son efectivas para tratar los trastornos relacionados con el cannabis entre los adolescentes. Los resultados comparativos son por el momento poco concluyentes, ya que en algunos casos la terapia familiar multidimensional (TFMD) parece igualmente efectiva que la terapia conductual cognitiva (TCC) combinada con la terapia de estimulación motivacional (TEM); en otros casos la terapia familiar multidimensional parece superior, y en otros casos inferior en sus resultados a la combinación antes citada.

Por lo tanto, un enfoque prudente a falta de un análisis de mayor profundidad de los elementos diferenciales de los estudios existentes parecería intentar combinar los tres enfoques citados.

Algunos datos sugieren que la terapia familiar sería más eficaz para aumentar la retención y para los casos de uso problemático sin dependencia, generalmente entre adolescentes, mientras que la combinación de TCC y EM/TEM y con manejo de contingencias sería más eficaz para obtener objetivos duraderos de cambio en los comportamientos de riesgo, especialmente entre quienes presentan un trastorno por uso de cannabis bien establecido y entre los adultos. Tanto los resultados obtenidos en este estudio respecto de las intervenciones individuales, como la revisión Cochrane existente sobre el tratamiento de los problemas vinculados al consumo de cannabis apoyan esta visión. Los estudios sobre la intervención en casos de patología dual muestran que resulta más largo y costoso obtener efectos en estos casos, pareciendo del mismo modo la combinación de TCC con EM/TEM la mejor opción posible.

Por lo tanto y, repetimos, a falta de un análisis más profundo y pormenorizado de los estudios existentes, en especial de aquellos con mayor calidad metodológica y más aplicables a nuestro medio, así como de una investigación futura que arroje mayor luz sobre las dudas que persisten, proponemos como recomendaciones de transferencia del conocimiento a la práctica las siguientes:

1) Las intervenciones dirigidas a enfrentar los problemas vinculados al consumo de cannabis, ya sea de forma específica o en el contexto de programas de tratamiento más amplios, deberían incluir en todos los casos los elementos de las terapias que han mostrado la mayor eficacia hasta el momento, a saber la terapia familiar multidimensional, la terapia conductual cognitiva, y la entrevista motivacional – terapia de estimulación motivacional. Otros enfoques que muestran resultados mixtos y deberían utilizarse con prudencia serían la terapia familiar estratégica breve y el manejo de contingencias. Sobre la base de la evidencia disponible, parece profesionalmente inapropiado utilizar otros enfoques terapéuticos, salvo en todo caso de forma coadyuvante e intentando verificar sus efectos.

2) Probablemente sea lo más adecuado disponer al menos de tres modalidades de intervención diferenciadas:

  • una dirigida a adolescentes o jóvenes con consumo conflictivo pero sin criterios de dependencia, que debería basarse en la terapia familiar multidimensional e incorporar elementos de TCCC y EM/TEM.
  • otra dirigida a jóvenes o adultos con dependencia del cannabis, y más raramente a adolescentes, basada en la combinación de TCC y EM/TEM con manejo de contingencias, y que incorpore cuando sea posible elementos de terapia familiar multidimensional (TFMD).
  • Y una tercera dirigida a jóvenes o adultos que presenten dependencia a otras drogas como patología primaria, o bien patología dual, que debería incluir los mismos componentes que en el caso anterior, añadiendo los específicos del abordaje de otras sustancias o de la patología mental de la que se trate, así como una mayor intensidad y perseverancia.

Obviamente, pueden generarse otras modalidades o categorías, pero éstas nos han parecido las más relevantes.

Autores :

  • Laura Sangüesa, Psicóloga, máster en drogodependencias, Directora del Servicio de Atención Psicosocial de la Fundación Salud y Comunidad. Barcelona
  • Xavier Ferrer, Doctor en psicología, Director Técnico de la Fundación Salud y Comunidad. Director del Máster de especialización en Drogodependencias. Universitat de Barcelona.