¿La primera vez que entras? Accede a un breve tutorial.
La búsqueda matanzas retornó 13 resultados.
Mostrando 1 - 13 de 13 resultados (0.79 segundos)
1. Seccion 6 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edición crítica. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 14 |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
2. Seccion 5 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edición crítica. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 14 |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
3. Seccion 7 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edición crítica. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 14 |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
4. Seccion 8 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edición crítica. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 14 |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
5. Seccion 9 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edición crítica. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 14 |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
6. Seccion 4 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edición crítica. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 14 |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
7. Seccion 3 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edición crítica. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 14 |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
8. - Lourdes Albi Fernández. Carme Vidal Estruel. María José Clement López. Sara Alcina Zayas. Renzo Imbeni. Josep Sanahuja. Juan Cantonero Falero. Carlos Requena Amadas. Eustaquio Ma |
... de Europa después de la matanza masiva de judíos en la Torre de Clifford. Todas estas historias han sido olvidadas, y de algún modo, no han encontrado un lugar en los libros de historia de los que aprendíamos. Esto acaecía en 1950 , cuando en nuestras lecciones de geografía, trazábamos y pintábamos, orgullosos, las vastas extensiones del globo que habían formado parte del Imperio Británico. Así es como aprendí, probablemente, acerca de Canadá ; por nuestras lecciones de geografía, que asumían el poder británico de nombrar y por lo tanto, de crear fronteras y límites que reflejaran su poder imperial. Como judíos pertenecientes a la segunda generación que llegó tras el holocausto, también tuvimos que lidiar con las historias que explicaban que nuestras familias habían seguido a los alemanes 'como ovejas al matadero', expresando con ello un fuerte contraste con las masculinidades imperantes que estábamos aprendiendo en las escuela .... |
9. - Leonor López de Córdoba. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 1404. |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
10. Seccion 1 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edición crítica. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 14 |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
11. Seccion 10 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edición crítica. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 1 |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
12. Seccion 2 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edición crítica. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 14 |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |
13. - Leonor López de Córdoba. Vida y traxedias de Leonor López de Córdoua. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 1404. |
... Córdoba después de las matanzas de 1392. Alonso entró en Aguilar la misma noche de la llegada de Leonor con su hija e hijos y su tía , y llegó “con dos landres en la garganta y tres carboncos en el rostro, con mui grande calentura”. 50 La familia de Leonor rechazó al enfermo, en especial sus primas, “y el dolor que a mi corazón llegó, bien lo podéis entender quien esta historia oiere; y que yo venía corrida y amarga.” Demandó ella a un antiguo criado de su padre que cuidara al enfermo, “y, por mis pecados, treze personas que de noche lo velavan, todos murieron”. 51 Leonor, entretanto, se concentraba en rezar a Cristo crucificado oraciones por miles, “rogando a Dios me quisiese librar a mí y a mis fijos; o, si alguno hobiese de llevar, llevase el mayor porque era mui doliente”. Efectivamente, una noche en que nadie estaba disponible para velar al converso Alonso, ese hijo débil y enfermizo, que tenía doce años de... |