Aquí están los textos de esta sección

Textos de la Era de la Perla

Presentación de la Revista DUODA

Texto en formato PDF

Mª ELISA VARELA RODRÍGUEZ

Mi experiencia con la escritura femenina en la revista DUODA. Estudios de la diferencia sexual

Presentación del número 40 y Celebración de los 40 números de la Revista (1991-2011). 16 de septiembre de 2011. Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison

Quiero explicar un poco mi vinculación con la revista DUODA y mi experiencia como curadora de su publicación desde el número 21 de 2001con Remei Arnaus y Milagros Rivera. Y aprovechando la presentación de los números 39 de 2010 y 40 de 2011 en el Club “Entredós” de Madrid y del número 40 en el Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison, también, la de curadora con Núria Jornet y Milagros Rivera.

Inicié mi vinculación con la revista corrigiendo pruebas cuando estábamos en la vieja sede de la calle Brusi y aún nos llamábamos CIHD (Centre de Investigació d’Històrica de la Dona) y continué haciéndolo en nuestro primer espacio en la calle Baldiri Reixac, compagínándolo con la lectura de textos de mujeres que llegaban a través de las mujeres que formábamos parte de la Comisión Permanente del Centro de investigación Duoda y, también, con la lectura de textos que llegaban y llegan a Duoda a través del correo electrónico –hace unos años llegaban por correo postal-. Textos de mujeres (de diversos lugares de Cataluña, de España, de diversos países europeos, de distintos países de América Latina y también de universidades de EE.UU.) que deseaban y desean que los publiquemos en la revista.

Cuando llegan los textos a la Comisión de redacción de la revista y al Centro Duoda para ser publicados, me encargo de enviárselos a las mujeres de la Comisión Permanente de Duoda para que puedan y podamos entre todas dar nuestra opinión fundada sobre el texto leído, es decir, si consideramos que es un texto que podemos publicar en la revista o si estimamos que no reúne las condiciones de originalidad y de calidad para aportar algo a la revista y a nosotras las primeras lectoras de DUODA.

El leer los textos de autoras que desean publicar en DUODA me ha permitido y me permite conocer distintas formas de escritura femenina y distintas formas de entenderla y aproximarse a ella. Formas de escritura y formas de entenderla de mujeres que conozco en carne y hueso y de otras con las que solo me he relacionado a través de la escritura de correos electrónicos al aceptar un texto suyo o al decirle que habíamos visto que podía desarrollar o ampliar o reducir algunas ideas de su artículo o, en otros casos, comunicarle que su texto no podía ser publicado en DUODA.

Y leer los textos de mujeres como Luisa Muraro, Lia Cigarini, Diana Sartori, Clara Jourdan, Marirì Martinengo, Ida Dominijanni, Antonia De Vita, Annamaria Piussi y otras autoras italianas y, los de Milagros Rivera, Remei Arnaus, Nuria Jornet, Lourdes Albi, Asunción López, Assumpta Bassas, Laura Mercadé, Elina Norandi, Elizabeth Uribe, Patricia Martínez, Caroline Wilson, Gloria Luis, Milagros Montoya, Ana Mañeru, Gemma del Olmo, Nieves Blanco, Tania R. Manglano, Laura Mora, y de otras muchas que no olvido, pero que no nombraré ahora para no alargar excesivamente este repaso por las autoras que han publicado textos en la revista DUODA, y, también, de algunos hombres como Víctor Seidler, Christian Marazzi, Sergio Bologna, Toni Negri, Marco Deriu, Juan Cantonero, Carlos Requena, me ha permitido conocer su manera de aproximarse a la escritura. Pero, aunque no quiero alargar el repaso por las autoras que han publicado en DUODA, porque los índices públicados constituyen una guía estupenda –por eso aprovecho la ocasión para agradecerles a Laura Cisneros Larrea, María Domingo del Valle, Grelda Ortiz Amaya y Marina Salse Rovira su elaboración-, no quisiera olvidarme de las algunas de las magistrae de Duoda que publicaban en la Sección Artículos alguno de sus trabajos de final de Máster y que, ahora, a partir del número 40 podéis descargar sus textos del Depósito Digital de la UB.

El cuidar la publicación de los sucesivos números de DUODA me ha ofrecido, también, la posibilidad de conocer obras de artistas plásticas de las que hemos publicado imágenes, en algunos casos bellísimas, y que me han conmovido o emocionado profundamente (Elena del Rivero, Mar Arza, Pilar Beltrán, Alicia Vela, Isabel Banal, Elisa Caro, Cori Mercader, Pat Carra, Donatella Franchi y muchas otras). Y disfrutar en la sección Creación literaria de los poemas de muchas grandes y buenas poetas de ayer y de hoy. Poetas de lengua materna catalana (Maria Mercè Marçal, Montserrat Abelló, Sònia Moll…), castellana (Juana Castro, Ana Mañeru) o traducidas a esta lengua por mujeres que conocen muy bien y aman el castellano y también la lengua materna de la autora (buenos ejemplos son la traducción de los poemas de Emily Dickinson traducidos por Ana Mañeru, los traducidos por Ana y Milagros Rivera, y los poemas de las trovadoras o trobairitz recogidos por Marirì Martinengo traducidos por ambas).

El preparar cada número de DUODA me ofrece la oportunidad de aprender, de aprender mucho. Aprender sobre la diferencia sexual y la política de las mujeres, y aprender y entender el “manejo” -en el buen sentido de este término- de los textos. Y me permite también disfrutar literariamente de textos muy bien escritos y de textos muy originales.

La publicación de cada número de DUODA hace posible la práctica, a cuatro o más bien a seis manos, de la escritura de un texto siempre breve que es el EDITORIAL de la revista, en catalán y en castellano. Lo hicimos con Remei Arnaus durante los años en que fue directora de Duoda y me eligió para ser vicedirectora, y lo hago ahora con Núria Jornet. He dicho que me permite escribir más bien a seis manos porque siempre nos acompaña y nos aconseja Milagros Rivera.

Algunos números de la revista me han dado la posibilidad de traducir a algunas autoras y valorar en primera persona la importancia de la traducción y la necesidad de ser cuidadosa y respetuosa con los textos de otras.

Y quiero insistir un poco en el tema del cuidado y del respeto a los textos de otras autoras. A lo largo de estos años que he me ocupado de la publicación de la revista: el cuidado y el respeto a las autoras en su decir han sido los que han orientado mi trabajo de cura. Siguiendo el ejemplo de otras mujeres que editan y publican los textos de otras y otros: Milagros Rivera, Josefina Mutge, medievalista, también, que cuida los textos que se publican en una revista de historia bastante erudita “Anuario de Estudios Medievales” en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Barcelona, o las editoras de horas y HORAS y Sabina editorial que cuidan mucho los textos que publican. El respeto y cuidado de los textos de otra es una forma de reconocerle autoridad, y pensando este texto que recoge un poco mi experiencia de editora de los textos que se publican en la revista DUODA me he dado cuenta que yo percibía en algunas editoriales dirigidas por mujeres o en aquellas en las que ellas se ocupan muy directamente del trabajo de edición, un mayor respeto a la autoría femenina, pero también masculina, del que hay en algunas editoriales comerciales y también en algunas revistas dirigidas con frecuencia por hombres, pero, también, por alguna mujer, en las que intervienen mucho en los textos, lo que puede provocar o favorecer la ajenidad de la autora o autor con su propio texto.

Como me comentó Milagros Rivera en una de las reuniones de investigación en Duoda y, también, conoce bien Ana Mañeru esto fue, probablemente, lo que le sucedía a Emily Dickinson al intentar, en repetidas ocasiones, publicar sus poemas. La ajenidad ante los textos corregidos, que no reconocía como suyos, la hizo desistir de dar a conocer su creación poética. Con el ejemplo de Emily Dickinson, no quiero decir, que irremediablemente la intervención en un texto de otra u otro provoque la cancelación del deseo de publicar de muchas autoras, pero puede hacer aumentar el ansía y el miedo a la escritura de las que empiezan a publicar o de otras que tienen dificultades con la escritura y, en todo caso, pienso que la sobreintervención en un texto lo que hace es anular la originalidad y la singularidad de cada mujer en su decir.

Intento siempre en cada número de la revista intervenir lo mínimo posible en los textos, corregir los errores u olvidos evidentes de la autora y procuro señalarle lo que puede mejorar o aclarar una parte de su texto, y que sea ella, que es la responsable primera y última de su texto y por eso lo firma, la que realice los cambios que considere oportunos.

Y, ya, por último, quiero explicaros otra experiencia en esta labor de cuidado de la publicación de cada número de DUODA, hace ya unos años con Milagros Rivera y otras mujeres del Centro Duoda comentamos que el diseño del logo de la revista y del Centro se iba quedando viejo, yo decía que me parecía un logo “kistch”, o si me permitís y espero no enfadar a nadie con el término, “almodovariano”. Poco a poco, esta conciencia de que realmente había envejecido mal nuestro logotipo se fue extiendo en la Comisión Permanente
-para decir toda la verdad, debo comentaros que yo lo repetía con bastante insistiencia- y se fue abriendo paso el deseo de encargar un nuevo diseño. Mi deseo, para diseñar el nuevo logo de la revista y de Duoda, era que lo hiciese Elena del Rivero, pero, a raíz del diseño del Catálogo de la “Colección La Relación”, Milagros comentó que podíamos proponérselo a Kiki Bauer la diseñadora que trabaja con esta artista. Pero, casi sin querer, conseguí mi deseo, ya que aprovechando una reunión que tuvimos Milagros y yo con Elena del Rivero para otro proyecto con Duoda, le comentamos la idea, y le pedimos si ella podía ayudar a Kiki en el diseño del Logo, y Elena –como hace ella siempre, pensó el proyecto a lo grande- y nos dijo: “¿por qué no aprovecháis para rediseñar la revista?” Ambas después de un segundo de sorpresa, le dijimos que sí, pero que hacer la propuesta a las mujeres de la Comisión de Permanente de Duoda, y claro como veís la respuesta fue sí. Os invitó a coger el número 39 de la revista para poder ver el anterior diseño de la revista, el de siempre, pero, hoy mejor, os invito a coger el número 40 de DUODA en el que os presentamos la nueva imagen, el nuevo diseño, pensados por Elena del Rivero y Kiki Bauer y elaborados por Kiki. Las dos han partido del logo anterior, pero, lo han “desmontado”, es decir, han fraccionado sus elementos, para utilizar solo los perfiles simplificados y sin detalles.

El nuevo logo está pensado para utilizarlo con dos color como máximo, el oro (el primero que pensó Elena en aquella reunión) y el azul, o para utilizarlo solo con un perfil monocolor, azul u oro, en función del color que quede mejor en el soporte elegido (papel de distinto gramaje y textura, cartón, cartulina…). El azul y el oro son dos colores muy apreciados por la miniatura y la pintura medievales y por tanto muy presentes en los mejores manuscritos de la Edad Media. El azul es también el del tapiz de la instalación Heloïse perfundet omnia luce, de Elena del Rivero, producida por Duoda y expuesta, primero, en la escalera de honor del edificio histórico de la Universidad de Barcelona desde el 17 de diciembre de 2010 hasta finales de febrero de 2011; y unos meses después instalada e inaugurada en el vestíbulo de la Facultad de Biología también de la UB. Heloïse perfundet omnia luce es el símbolo de la presencia femenina en las universidades del siglo XX y XXI. El azul evoca también el color del manto de la Inmaculada, escogida como patrona de las universidades desde comienzos del siglo XIII y que lo sigue siendo de la Universidad de Barcelona, -y aparece también en el escudo de otras universidades como, creo recordar, en la de Valencia- El azul de la Inmaculada evoca, a la vez, el horizonte infinito del conocimiento libre.

Kiki Bauer, la diseñadora, pensó que quería para DUODA un tipo de letra inventado por una mujer y entre las diferentes posibilidades existentes escogió Odile, una letra que invita a la lectura, diseñada pro Sibylle Hagmann; porque como dice la propia Kiki “el diseño de un libro o una revista tiene que trasladar o presentar su contenido”, más que adaptarlo a una forma o a un diseño predeterminado.

El nuevo diseño de DUODA es claro, nítido y bello y da cabida a lo que es la esencia de una revista de pensamiento acoger mucho texto, para dejar espacio suficiente y cuidado para que las imágenes publicadas puedan destacar.

Y para acabar, quiero comentaros que como véis las imágenes se publican a página entera equiparándose así al texto tanto visualmente como en términos de contenido. Los márgenes más amplios permiten que las páginas respiren y permiten al primer vistazo ver el nombre de la autora o del autor del texto.

Gracias.

Universidad de Barcelona
Arriba ^