A menudo hablar de redes sociales evoca a comunicación o a organizaciones. Sin embargo, también son una forma de ver y entender la acción colectiva y política.

El 11S y 11M supusieron un gran shock tanto por su magnitud destructiva como de lo imprevisto e inesperado de los mismos. Fueron atentados perpetrados por redes organizativas y de acción de difícil detección.

En su momento se escribió mucho acerca de la red del 11M. y su impacto. José Antonio Rodríguez va un paso más allá y plasma, visualiza y analiza la red terrorista del 11M en este artículo publicado en REIS. En él encontrareis cómo se recogieron los datos y un análisis profundo de la estructura, características y dinámicas de la red.

11m

Uno de los elementos más destacados de las nuevas redes terroristas no es su cohesión, sino más bien el dominio de relaciones débiles (poco intensas o distantes).Tanto la red del 11S como la red del 11M son redes débiles, con actores distantes (y en algunos casos desconectados) y con pocas relaciones intensas. Lo que se configura es un nuevo modelo organizativo no basado ya en la alta cohesión o estructura jerárquica y/o de células.

Como conclusión podemos apuntar que este caso es un buen ejemplo para ver cómo la función determina la forma de una red. Esto implica que siempre debemos interrogarnos sobre el significado sociológico de nuestros datos.

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