Fantasmas que emergen en la ciudad desmemoriada: Monumentos en conflicto En un tiempo en el que la enfermedad y la muerte se ocultan a los ojos de la gente, no parece que los monumentos, que van señalando en el espacio público los hitos históricos que configuran la identidad de los pueblos, y cuyo origen parte de las estelas funerarias, tengan un buen futuro, pese a que la conciencia de lo que somos pasa por el recuerdo de hechos luctuosos que han ido marcando las pautas de nuestra historia. Por otro lado la ciudad es testigo de memorias antagónicas que entran en constante conflicto y si uno de los objetivos de los monumentos es conseguir la paz del que sufre, la atenuación del duelo, o la paz de los muertos, ese objetivo nunca se alcanza si la misma sociedad está en conflicto con su pasado. Los monumentos, si algún poder sanador tienen, desaparece si son manipulados.