Catedrático de Biología Celular (UAB)

Los raëlianos - reconocidos como denominación religiosa en Canadá - son una secta, dirigida por un líder llamado Raël (el=elohim=dios, que trae la ra=luz, o sea, dios que nos ilumina), antes periodista deportivo, a quien los dioses extraterrestres (elohim) ordenaron que confiriera a sus seguidores el don de la eternidad. Como que los dioses eran muy siglo XXI, decidieron que este paso a la eternidad se hiciese por clonación. Con esto se solucionaba la eternidad física. Pero, además, los raëlitas aseguran que pronto podrán transferir la memoria del donante a su clon. Dejando aparte que nadie sabe cómo se configura físicamente la memoria, el planteamiento parece perfecto: corporeidad+memoria=eternidad global. 

En un mes, habrán nacido tres clones raëlianos. No es mucho. Para ser eterno, también hay listas de espera. Y, por ahora, aún son clones sin memoria. Pero todo se andará. Entretanto, parece lícito plantearse algunas cuestiones: ¿Es el clon una fotocopia de su modelo?. Evidentemente no. Igual que dos gemelos "idénticos" no son idénticos, un clon no es igual a su modelo. Por lo tanto, el planteamiento de eternización falla por su base. Si los raëlianos consiguieran clonar eternamente, obtendrían individuos distintos y sucesivos, pero con una única memoria. O ninguna, si uno de ellos padeciese un Alzheimer precoz. 

¿Es fácil clonar?. Los mejores especialistas mundiales en clonación tienen éxito en tan sólo un 0.2 % de sus intentos. La clonación animal, que parecía ser un gran negocio, ha sido un fracaso económico. El Instituto Roslin, creador de la oveja Dolly, cerró su laboratorio de clonación a mediados del año 2002, cuando sus acciones cayeron en la bolsa. Clonar no es fácil. 

¿Se han clonado seres humanos?. Teóricamente, es posible clonar un ser humano. Pero en animales, donde no importa quién es la donante y quién es la madre, el porcentaje de éxitos es del 0.2 %. En humanos, donde se pretende clonar a una persona con nombre y apellidos, la donante tiene que ser siempre la misma, pero no puede producir centenares de óvulos, ni gestar centenares de embriones. Por lo tanto, para clonar seres humanos se precisan varias docenas de donantes y un número mayor de gestantes. Ahora bien, según los raëlianos, la gestante ha sido la mujer clonada. Y, según dicen, su porcentaje de éxitos ha sido del 50 %. La pregunta es ¿tienen tanto éxito porque les ayudan sus dioses?. Y, si les ayudan sus dioses ¿porqué sólo tienen un 50 % de éxitos?. 

¿Es cierto que los raëlitas han clonado seres humanos?. La gran baza de las religiones es ofrecer y prometer cosas que no se pueden demostrar. Ante esta situación, la única salida es la fe. Los raëlianos se han equivocado, porque han prometido y anunciado que habían conseguido algo que se puede comprobar científicamente, con un simple análisis de polimorfismos del DNA. Ahora, el mundo (políticos, medios de comunicación y contribuyentes) les exige esta prueba, que obviamente no pueden dar. La negativa de los raëlianos a someter a sus clones a un estudio de DNA con excusas poco convincentes (ya que el análisis se podría realizar con garantías en algún lugar no sometido a las leyes de los USA) indica que nos hallamos ante una impostura. Una enorme impostura, que ha obtenido el equivalente de millones de euros en publicidad gratuita. Pero todos hemos caído en su trampa. Incluso yo, cuando acepté escribir este artículo.