EL PERIÓDICO - EL PUNTO DE VISTA - 09/01/04

Óvulos de Bricolaje

 

La fijación por la clonación lleva a los científicos a ensayar técnicas inseguras que conducirían a una catástrofe si se utilizasen para satisfacer el absurdo deseo de las parejas de transmitir su genoma

DR. JOSEP EGOZCUE

Catedrático de Biología Celular (UAB).

El domingo diversos medios anunciaban que dos científicas españolas habían logrado crear óvulos a partir de células sanguíneas. En realidad, lo que estas científicas, personas serias, competentes y de prestigio internacional habían logrado no era crear un óvulo, sino clonar la mitad del genoma de una célula sanguínea, y construir un óvulo artificialmente, y no por transformación de una célula madre embrionaria en un óvulo maduro. La técnica utilizada es compleja, difícil y puro bricolaje. Por esta razón se presta a multitud de errores. Primero hay que extraerle el núcleo a un óvulo. Luego se inyecta al óvulo el núcleo de una célula sanguínea, y se trata al seudoóvulo para que expulse la mitad de sus cromosomas. Y. si todo va bien, se fecunda el óvulo artificial con un espermatozoide.

Las posibilidades de error son múltiples. En primer lugar se trata de un proceso de clonación, y es bien sabido que la clonación tiene éxito en sólo un uno por mil de los intentos. Además, provoca muy a menudo malformaciones, abortos y muertes prematuras. Por si fuera poco, en el proceso descrito se induce a unos cromosomas, que han sido programados para partirse en dos mitades, a que no sólo no lo hagan, sino que después de este comportamiento que para ellos es anormal se repartan correctamente en dos grupos de 23 cromosomas enteros. Y, por supuesto, en este genoma no habrá mezcla de los genomas de los abuelos maternos, como ocurre normalmente. Es decir, se trata de una clarísima apuesta al caballo perdedor. ¿Por qué, pues se pretende utilizar este método?

Por parte del científico, probablemente se trate de un problema, muy común en ciencia, de fijación obsesiva. Cuando un investigador cree en algo, y además encuentra alguna prueba de que lo que cree es posible, tiende a seguir esta línea de investigación hasta su muerte. El grupo que fabricó estos óvulos de bricolaje cree en la posibilidad de utilizar con éxito para la fecundación células muy inmaduras precursoras de los espermatozoides (sin resultados), cree en la posibilidad de utilizar ovocitos madurados en el laboratorio (con resultados más que deficientes), y cree que el óvulo es capaz de expulsar correctamente 23 cromosomas sin fallos de distribución y de regulación (cuando en mujeres normales y en condiciones normales, los óvulos normales tienen porcentajes de error cercanos al 30%, cifra que aumenta espectacularmente con la edad de la mujer).

Por ésta y otras razones, los laboratorios que siguen esta línea de investigación no se han atrevido nunca a fecundar óvulos de bricolaje, a pesar de que no existan impedimentos legales, ya que, afortunadamente, les asustan las posibles consecuencias. El Código Penal español y la Convención de Oviedo prohíben la producción de seres humanos idénticos, pero la semiclonación que hemos descrito no tiene otras consecuencias que combinar los caracteres de medio genoma de la madre (en el que no se mezclan los caracteres de los abuelos maternos) con medio genoma del padre (en el que se mezclan genes de los abuelos paternos).

Por parte de la pareja, el problema es la obsesión enfermiza de transmitir su propio genoma (en lugar de recurrir a la donación de óvulos, tan sencilla). Esta obsesión no puede sino basarse en la creencia de que su genoma es único, sin pensar que su genoma, aun siendo único, es tan vulgar, y su importancia tan ínfima como la de mi genoma, y sin saber que su genoma, aun siendo único, es tan parecido al mío como mi genoma lo es al de cualquier persona elegida al azar. En mi opinión, estas parejas (al igual que las que solicitan una clonación) lo que necesitan es ayuda psicológica, y no el recurso a técnicas de reproducción asistida.

Porque, si combinamos el arriesgado y amenazante problema de producir óvulos de bricolaje con el absurdo deseo de transmitir nuestro vulgar genoma, el resultado no será otro que la crónica de una catástrofe anunciada.
 


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Última actualización: 14/01/04