Número 19 - Mayo 2010

Versión PDFEditorial: Vivisección y Tradición

Parece ser que los animales llamados humanos no somos capaces de innovar nuestras formas de razonar sobre la vida y la muerte en relación con la violencia y el dolor ajeno. Ante esta incapacidad cognitiva, nos guiamos por ideas que remiten a los sistemas de creencias y las prácticas rituales tradicionales, en las que se entremezclan la salvación con el sacrificio, la tortura y la muerte. La evolución cultural ha supuesto desplazar simbólicamente esas proyecciones del poder y de los conflictos intrapsíquicos en toda suerte de versiones estéticas, iconográficas, literarias, pictóricas, entre otras. Sin embargo, aún quedan residuos rituales en fiestas y festejos donde predomina la crueldad y la barbarie y que se defienden públicamente en nombre de la tradición. Recientemente, diversos acontecimientos han puesto en evidencia el flagrante y sistemático maltrato que se prodiga a los animales tanto en las prácticas existentes en 72 granjas de cerdos de toda España (de crianza industrial como ecológica), denunciada ante la prensa por la asociación Igualdad Animal, como el brutal tratamiento y muerte de una vaquilla en manos de alegres y joviales gentes celebrando las fiestas de Alhaurín el Grande (Andalucía).

El único respiro es el debate que se esta realizando en el Parlamento de Cataluña por Iniciativa Legislativa Popular en busca de la ampliación de la Ley de Protección Animal para proteger a los toros bravos, aunque es de lamentar la tensión social, especialmente transmitida en los medios de comunicación, que esto suscita por poner fin a las corridas de toros en Cataluña.

Sin duda la Bioética lleva años tratando de superar la maleficencia en las relaciones humano-animal en el plano experimental, ya sea regulando la experimentación para aumentar el bienestar de los animales o para conseguir reemplazarlos definitivamente en el futuro de las prácticas experimentales. Lo que sí está claro es que la maleficencia con el resto de los animales no se puede seguir perpetuando en nombre de la tradición, la fiesta y la diversión.

En la dirección de pensar y practicar una Bioética Animal Integral, este numero presenta varios artículos para enriquecer el debate y reflexionar sobre los beneficios de la biodiversidad cuando el ser humano se incluye en su cuidado y responsabilidad.