Número 26 - Septiembre 2012

Versión PDFBioética Animal

Una aproximación bibliográfica al problema del mal en la naturaleza

A bibliographic approach to the problem of evil in nature

Daniel Dorado Alfaro
Licenciado en Derecho (Universidad Rey Juan Carlos). Master en Investigación en Documentación (Universidad Carlos III de Madrid). abogadodorado@gmail.com

Fecha de recepción: 25 de septiembre 2012
Fecha de aceptación: 30 de septiembre 2012


Resumen

A lo largo de los últimos años, toda una serie de autores ha comenzado a dar cuenta del denominado “problema del mal en la naturaleza” o “nuevo problema del mal”, el problema del sufrimiento y los otros daños padecidos por los animales en sus ecosistemas. La existencia de desvalor sufrido por los animales en sus hábitats naturales abre diversos interrogantes de carácter axiológico y normativo. En relación con este tema, se ha publicado recientemente un número especial de la revista Ágora: papeles de filosofía que aborda esta cuestión.

Palabras clave: bibliografía, consideración moral, especismo, ética ambiental.


Abstract

Over the past few years, a large number of academics have begun to address the “problem of evil in nature”, or the “new problem of evil”; that is, the problem of the suffering and other damages that animals in ecosystems endure. The disvalue that animals suffer in their natural habitats opens the door to axiological and normative questions. A special issue of the magazine Ágora: papeles de filosofía is devoted to this topic.

Key words: bibliography, moral consideration, speciesism, environmental ethics.


Introducción

Diversos autores han cuestionado a lo largo de las últimas décadas de manera crítica el hecho de que los animales no humanos no sean tenidos en consideración moral. El análisis sobre las consecuencias morales del desvalor que los animales sufren en la naturaleza (también denominado “problema del mal en la naturaleza” o “nuevo problema del mal”), es particularmente relevante cuando se acepta que los animales no humanos deben ser moralmente considerados, lo cual ha sido motivo de una creciente atención a lo largo de los últimos años.

En función de las conclusiones a las que se llegue en lo relativo a estas cuestiones, deberá adoptarse una u otra postura en cuanto a la manera en que debemos ver la naturaleza y las consecuencias prácticas al respecto. Si el desvalor sufrido por los animales en sus hábitats naturales no resultase anecdótico en comparación con el valor experimentado, habría motivos para considerar la posibilidad de intervenir en los ecosistemas si de esta manera se pudieran reducir los daños existentes en los mismos. De hecho, estas intervenciones podrían ser defendidas con el objetivo de beneficiar a toda una serie de animales incluso en el caso de que existiera más valor que desvalor en la naturaleza.

Recientemente se publicó un número especial de la revista Ágora: papeles de filosofía[1] que contiene diversos artículos sobre estas cuestiones. El primero de los trabajos es “God, Animals and Zombies”,[2] donde Joseph Lynch analiza el problema que el sufrimiento de los animales ha supuesto de manera tradicional para la teodicea. Expone una respuesta neocartesiana según la cual los animales no humanos no padecen en realidad sufrimiento, al no poseer consciencia fenomenal, y explica las razones por las que tal posición debe ser rechazada. El argumento empleado por Lynch es que las razones a favor de la teoría de alto orden de los estados mentales no son plausibles.

En “Sobre o bem de tudo e de todos: a conjunção impossível entre o ambientalismo e libertação animal”,[3] Cátia Faria expone que es insostenible la idea de que podemos asumir a la vez de forma consistente y armónica la defensa de una ética ambiental y una plena consideración moral de los animales no humanos. Según la autora, existe una oposición irreconciliable tanto en la teoría del valor como en las posiciones éticas defendidas por ambas posiciones. Expone también que la aceptación de las posiciones de la ética ambiental tendría consecuencias dramáticas para las vidas de los humanos si las aceptáramos de manera consistente, lo cual lleva a rechazarlas en el caso de los humanos, pese a que los éticos ambientales las aceptan en el caso de los animales no humanos. Como apunta Faria, cabe señalar que los autores defensores de una ética ambiental que sí son consistentes en sus planteamientos (una minoría) defienden las mismas medidas tanto si suponen un perjuicio para animales no humanos como si suponen un perjuicio para humanos. Es el caso de, entre otros, Pentti Linkola, quien apoya el exterminio de humanos con fines ambientales.[4]

En “El sufrimiento animal y la extinción”,[5] Ángel Longueira Monelos defiende una concepción del valor centrada en deseos según la cual el valor presente en el mundo arroja un saldo negativo, y una posición normativa de carácter antifrustracionista: la adquisición y satisfacción de intereses no difiere en términos globales de valor de la no adquisición, en primer lugar, de estos; pero la adquisición y frustración de intereses constituye un desvalor con respecto a la no adquisición de estos. Por lo tanto, la existencia con intereses frustrados en un desvalor a evitar, peor que la inexistencia de los seres con intereses frustrados. En consecuencia, el valor de la naturaleza no puede llevar a compensar el desvalor, y debe evitarse el nacimiento de seres cuyos intereses sean frustrados. La posición de Longueira Monelos recuerda a la adoptada por David Benatar, si bien este último considera que un individuo, al no existir, se puede ver privado de cosas valiosas para él, y defiende una axiología de los estados mentales; lo cual contrasta con el antifrustracionismo preferencialista de Longueira Monelos. Asimismo, Benatar centra sus análisis y las consecuencias de los mismos en los seres humanos.[6]

En “El problema del mal natural: bases evolutivas de la prevalencia del desvalor”,[7] Oscar Horta expone que en el mundo natural existe una cantidad de sufrimiento y muerte prematura de animales extraordinariamente mayor que la de bienestar. La gran mayoría de los animales sigue una estrategia reproductiva consistente en el nacimiento de un número ingente de animales, del cual sobrevive un porcentaje ínfimo, mientras que el resto sufre una muerte dolorosa sin disfrutar apenas de experiencias positivas. Por lo tanto, está justificado intervenir en los ecosistemas naturales para reducir el desvalor sufrido por los animales. Horta ha analizado estas cuestiones en otros trabajos.[8] [9] [10] [11]

En “De lobos y ovejas. ¿Les debemos algo a los animales salvajes?”,[12] Mikel Torres Aldave analiza la cuestión del desvalor presente en los ecosistemas basándose en el enfoque de las capacidades defendido por Martha Nussbaum,[13] y compara las consecuencias de la asunción de esta perspectiva con los planteamientos al respecto de Peter Singer,[14] Aaron Simmons[15] y Tom Regan.[16] Torres Aldave considera que estos autores no aportan una solución satisfactoria al problema, y que la posición a favor de la realización de intervenciones tiene varios puntos a su favor.

En “O princípio da beneficência e os animais não-humanos: uma discussão sobre o problema da predação e outros danos naturais”,[17] Luciano Carlos Cunha examina diversas razones por las que podríamos oponernos a intervenir en la naturaleza, especialmente en lo relativo a la depredación. Cunha parte de un rechazo del especismo para rechazar también los argumentos planteados contra la legitimidad o la obligatoriedad de intervenir en la naturaleza. Asimismo, Cunha defiende la equivalencia de los daños sufridos por los animales no humanos a manos humanas o por motivos naturales, argumenta a favor de la paridad de las acciones y las omisiones, y rechaza la visión sagrada de la naturaleza según la cual es censurable actuar en ella.

Por último, se incluye una traducción al castellano del texto “El argumento de la depredación”,[18] en que Charles K. Fink examina un argumento contra el no consumo de animales por motivos éticos, según el cual la aceptación del vegetarianismo ético supondría la conclusión de que deberíamos intervenir en la naturaleza cuando ello fuese posible, interfiriendo en las relaciones tróficas cuando ello disminuyese los daños sufridos por los animales. Fink considera que, si bien esta no es una razón concluyente, el examen pormenorizado de las razones implicadas lleva a considerar que deberíamos intervenir a favor de los animales de una manera que no cause mayor daño, en el caso de que podamos hacerlo.

En definitiva, este número especial de la revista Ágora: papeles de filosofía es excelente a modo de introducción en las cuestiones axiológicas y normativas relacionadas con el sufrimiento existente en la naturaleza, tanto por el texto de los artículos contenidos en el mismo como por la bibliografía citada en estos, la cual da cuenta de la práctica totalidad de trabajos publicados sobre el tema a lo largo de los últimos años.


Notas

[1] Ágora: papeles de filosofía, 30 (2), 2011.

[2] LYNCH, JOSEPH J., “God, Animals and Zombies”, Ágora: papeles de filosofía, 30 (2), 2011, 13-25.

[3] FARIA, CÁTIA, “Sobre o bem de tudo e de todos: a conjunção impossível entre o ambientalismo e libertação animal”, Ágora: papeles de filosofía, 30 (2), 2011, 27-41.

[4] LINKOLA, PENTTI, Can Life Prevail?: A Radical Approach to the Environmental Crisis, Integral Tradition, London, 2009. Tít. orig.: Voisiko Elämä Voittaa, Tammi, Helsinki, 2004.

[5] LONGUEIRA MONELOS, ÁNGEL, “El sufrimiento animal y la extinción”, Ágora: papeles de filosofía, 30 (2), 2011, 43-56.

[6] BENATAR, DAVID, Better Never to Have Been: The Harm of Coming Into Existence, Oxford University Press, Oxford, 2006.

[7] HORTA, OSCAR, “El problema del mal natural: bases evolutivas de la prevalencia del desvalor”, Ágora: papeles de filosofía, 30 (2), 2011, 57-75.

[8] HORTA, OSCAR, “The Ethics of the Ecology of Fear against the Nonspeciesist Paradigm: A Shift in the Aims of Intervention in Nature”, Between the Species, 13 (10), 2010,

http://digitalcommons.calpoly.edu/bts/vol13/iss10/10/ [ref. de 17 de septiembre de 2012].

[9] HORTA, OSCAR, “Debunking the Idyllic View of Natural Processes: Population Dynamics and Suffering in the Wild”, Télos: revista iberoamericana de estudios utilitaristas, 17, 2010, 73-88. Disponible en: http://masalladelaespecie.files.wordpress.com/2012/05/debunkingidyllicviewhorta.pdf [ref. de 17 de septiembre de 2012].

[10] HORTA, OSCAR, “Disvalue in Nature and Intervention: The Fox, the Rabbit and the Vegan Food Rations”, Pensata Animal, 34, 2010,

http://www.pensataanimal.net/index.php?option=com_content&view=article&id=350 [ref. de 17 de septiembre de 2012].

[11] HORTA, OSCAR, “Tomándonos en serio la consideración moral de los animales: más allá del especismo y el ecologismo”, en RODRÍGUEZ CARREÑO, JIMENA (ed.), Animales no humanos entre animales humanos, Plaza y Valdés, Madrid, 2012, 191-226. Disponible en:

http://masalladelaespecie.files.wordpress.com/2012/05/tomando-serio-animales.pdf [ref. de 24 de septiembre de 2012].

[12] TORRES ALDAVE, MIKEL, “De lobos y ovejas. ¿Les debemos algo a los animales salvajes?”, Ágora: papeles de filosofía, 30 (2), 2011, 77-98.

[13] NUSSBAUM, MARTHA C., Las fronteras de la justicia, Paidós, Barcelona, 2006.

[14] SINGER, PETER, Liberación Animal, Trotta, Madrid, 1990, 274-275.

[15] SIMMONS, AARON, “Animals, Predators, the Right to Life and the Duty to Save Lives”, Ethics & the Environment, 14 (1), 2009, 15-27, 18.

[16] REGAN, TOM, The Case for Animal Rights, University of California Press, Berkeley, 1983, 355-357.

[17] CUNHA, LUCIANO CARLOS, “O princípio da beneficência e os animais não-humanos: uma discussão sobre o problema da predação e outros danos naturais”, Ágora: papeles de filosofía, 30 (2), 2011, 99-131.

[18] FINK, CHARLES K., “El argumento de la depredación”, Ágora: papeles de filosofía, 30 (2), 2011, 135-146.