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X Coloquio Internacional de Geocrítica

DIEZ AÑOS DE CAMBIOS EN EL MUNDO, EN LA GEOGRAFÍA Y EN LAS CIENCIAS SOCIALES, 1999-2008

Barcelona, 26 - 30 de mayo de 2008
Universidad de Barcelona

EL IMAGINARIO DEL MIEDO. TEMORES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Celeste I. Arella
Miembro del Observatori del Sistema Penal i els Drets Humans
celeste_arella@hotmail.com


El imaginario del miedo. Temores y medios de comunicación ( Resumen)

El imaginario del miedo es alimentado por diversos factores, uno de los cuales es el tratamiento que los medios de comunicación hacen de los sucesos. Mediante el análisis de las noticias de sucesos publicadas durante el año 2006 por la prensa local de la ciudad de Lleida (Segre y La Mañana), hemos visto cómo varía la forma de tratar las noticias en función del tema que refieren (robos, homicidios, drogas, etc.) y qué incidencia tienen sobre el espacio urbano al que se circunscriben los medios. Destacan en este artículo, el gran número de noticias sobre delitos vinculadas al centro histórico de la ciudad y sus inmediaciones, así como la presencia del robo como noticia preferente.


The imaginary of the fear. Fears and mass media (Abstract)

The imaginary of the fear is fed by diverse factors, one of them is the treatment that the mass media do of the events. By the analysis of the news of events published during year 2006 by both the local press of the city of Lleida (Segre and La Mañana), we have seen how it varies the form to treat the news based on the subject that refer (robberies, homicides, drugs, etc.) and what incidence has on the urban space to which are confined. In this article, remarks the great number of news on tie crimes to the historical center of the city and their environs, as well as the outstanding presence of the robbery like the preferred news.


Esta comunicación se realiza en base a los datos obtenidos en el marco de la investigación Espacio urbano, delito y percepción ciudadana. El caso de Lleida, que luego fue ampliado con el análisis de los conflictos sociales en el espacio urbano.

El estudio marco se está realizando sobre los datos policiales referentes a las intervenciones en la ciudad de Lleida, las noticias sobre sucesos publicadas en la prensa local de la ciudad (periódicos El Segre y La Mañana), entrevistas a representantes sociales y la realización de una encuesta de victimización, todo lo cual nos proporcionaría una información bastante acabada de cuáles son los temores sociales que existen sobre el espacio urbano y sus posibles orígenes.

Concretamente, el análisis de las noticias sobre delitos publicadas por la prensa escrita de la ciudad de Lleida, nos permite conocer cuáles son las percepciones que los propios mass media tienen de la ciudad, y cómo y en qué términos la trasmiten al lector.

En este sentido, debemos recordar que los sucesos delictivos han sido desde siempre instrumentos de atracción social, desde las narraciones de historias de dramas del siglo XVI hasta nuestros días.

La relación entre los medios de comunicación y la delincuencia es, desde hace muchos años, objeto de interés por parte de estudiosos de diferentes partes del mundo [1], lo que refuerza la idea de que realmente existe una relación directa entre percepción social y prensa de sucesos, y entre ésta y la actuación de los poderes públicos.

Indagar en el lenguaje utilizado por la prensa escrita, así como en las características de los sucesos que suelen repetirse de forma casi mecánica en este tipo de noticias, nos ayuda a comprender mejor las percepciones sociales y la actuación policial, incluso crear un vínculo entre ambos elementos a través de la prensa.

Los medios constituyen el gran escenario en el que se exponen aquellas personas, grupos o ideas que busquen algún tipo de repercusión social.  Son el gran escaparate público que otorga entidad y presencia, y a través del cual se da fe de su existencia. Los conflictos sociales, sean de la envergadura que sean, alcanzan visibilidad, es decir, existen más allá de la individualidad de sus protagonistas, cuando son captados por los medios de comunicación.

Sin embargo, los medios no son estáticos. No son sólo lugares comunes donde los acontecimientos son expuestos a la gente, sino que juegan un papel mucho más significativo y parcial en el complejo mundo de la información.  Son muchos los autores[2] que coinciden en que los medios informan, a la vez que son claros formadores de opinión.

Pero más allá de esta necesidad de control  sobre los formadores de opinión, los medios de comunicación son utilizados diariamente por el poder político, como termómetros sociales. Buscan en ellos elementos que les indiquen hacia dónde deben dirigir sus políticas diarias en los asuntos que sean de su competencia. 

Un claro ejemplo de esta utilización la encontramos al realizar el vaciado de las noticias sobre conflictos en la ciudad de Lleida, en la que se aprecia una doble instrumentalización de la prensa escrita. Por un lado, los colectivos sociales afectados en el ejercicio de sus derechos sobre los usos del espacio público por la actuación municipal, o por otro grupo social, exponen en la prensa sus demandas y sus problemas. Por el otro, vemos cómo en un alto porcentaje (24,21%) estas quejas son inmediatamente contestadas por los poderes públicos con competencias concretas en el asunto. En otras palabras, la prensa escrita refiere la queja de la sociedad y la respuesta de la administración, dando por terminada la noticia con esta última intervención, en la mayoría de los casos.

Temores mediáticos y noticias de sucesos

Saber cuál es el lugar que los medios gráficos le otorgan a las noticias de sucesos es determinante, máxime si afirmamos, junto con Barata (1996), que “el alarmismo de que hace gala la prensa inflama los miedos y las inseguridades presentes en el imaginario colectivo”, a la vez que “alertan, señalan y estigmatizan a los elementos conflictivos de la sociedad sin aportar los más mínimos elementos para el debate y la reflexión”[3].

A pesar de que nuestra investigación se ha realizado sobre las noticias de delitos y de conflictos, aquí nos centraremos en el tratamiento del delito: las conductas con mayor presencia mediática en términos de número de noticias y superficie; pero también, y sobre todo, en la trascendencia geográfica que este tipo de noticias puede tener en cuanto a la construcción del imaginario del miedo en la ciudad de Lleida.

El análisis se basa en la información obtenida del vaciado de los dos periódicos locales: “Segre” y “La Mañana”, durante todo el año 2006. Hemos trabajado sobre datos formales de la noticia (día de publicación, número de página, superficie, etc.) y sobre datos sustanciales o de contenido (tipo de delito, características del autor y/o víctima, fuentes de la noticia, entre otros.), aunque centraré la atención en los aspectos más generales a fin de proporcionar algunas nociones sobre la instrumentalización mediática de determinados hechos delictivos.

Durante el 2006 se han publicado un total de 387 noticias sobre delitos en la ciudad. En el Cuadro 1 podemos apreciar una presencia notable de los robos (22,2%), seguidos de los delitos contra la seguridad en el tránsito (15,25%) y los delitos contra la salud pública (10,59%). Cabe destacar que de las categorías de delitos inicialmente seleccionadas para la realización del vaciado, nos encontramos con que una de ellas, la recaptación, no apareció ni una sola vez a lo largo del período analizado. Por el contrario, la venta de CDs y DVDs piratas (delitos contra la propiedad intelectual), que no había sido tenido en consideración a la hora de elaborar el listado de conductas relevantes, tuvo una presencia considerable (5,17%) si lo comparamos con muchas otras conductas contempladas, situándose en séptimo lugar en número de apariciones.

Cuadro 1


Elaboración propia

Esta apreciación inicial, limitada sólo al aspecto numérico del delito, debe complementarse con otros elementos de importancia como la superficie que se le destina a cada uno de los delitos, o su presencia en la portada de los periódicos.

Para eso establecimos diversas categorías en función del tamaño de la noticia y su aparición en portada. Éstas son: breve, columna, ¼ de página, ½ página (superior e inferior), página entera, y portada.

Esta subcategoría nos revela que el número de noticias no va necesariamente unido a su importancia mediática. Así ocurre, por ejemplo, con las noticias sobre homicidios dolosos o asesinatos que, a pesar de situarse en octavo lugar en cuanto a presencia en los medios estudiados con un 4,65 %, es el delito que aparece con mayor frecuencia (21,66 %) en la portada de los periódicos, seguido muy de cerca por los delitos contra la seguridad en el tránsito (20%).

Cuadro 2

 
Fuente: Elaboración propia

La misma tendencia se refleja en el cuadro 3, en cuanto a la superficie que ocupa el desarrollo de la noticia. De las 18 noticias relacionadas con el delito de homicidio doloso o asesinato, 15 tienen una extensión que oscila entre la ½ página y la página entera, lo que la sitúa en el primer lugar con un 17,65%, dos punto por encima de las noticias de robos que, a pesar de ser la conducta con mayor presencia mediática sólo ocupa el 8% de las portadas, en tanto que el 15,29% tiene una extensión igual o superior a la ½ página.

Cuadro 3

 
Fuente: Elaboración propia

En sentido inverso, los robos (categoría delictiva con mayor presencia mediática) tienen una mayor representación en la categoría de noticias breves (el 45.35% de las noticias que refieren robos tienen esta extensión), mientras que el 39,53 % se desarrolla entre una columna y ¼ de página, en tanto que sólo el 8,33 % tiene presencia en la portada de los diarios. Ver cuadro 4.

Por su parte, los delitos contra la seguridad del tránsito y contra la salud pública tienen un tratamiento más homogéneo: si bien se sitúan en segundo y tercer lugar en cuanto a presencia mediática (con un 16% y un 11% respectivamente), tienen una aparición moderada en las tres categorías que estamos analizando. En portada tienen una presencia del 20 y 10 por ciento, de un 11 y 14 por ciento en las noticias de página entera y media página, y de un 15 y 10 por ciento en las noticias breves.

Cuadro 4

 
Fuente: Elaboración propia

La geografía del delito en los medios de comunicación

Para entender los miedos y mitos creados en la sociedad sobre la categorización de espacios como más o menos peligrosos, es necesario conocer el discurso que los medios de comunicación elaboran a la hora de seleccionar y trasmitir las noticias de sucesos.

Concretamente, para el análisis del aspecto espacial del delito elaboramos tres  tipos de zonificación. Por un lado, tenemos una localización más concreta mediante la cual se precisa la calle y, a ser posible, el número de portal donde haya ocurrido el delito.

En segundo lugar, la indicación del barrio referido en la noticia, que nos proporciona una ubicación más genérica pero a la vez importante a la hora de facilitar la asociación de determinados delitos con zonas concretas de la ciudad que presentan sus propias características poblacionales y sociales.

Por último, utilizamos las categorías de vía pública, espacio público, espacio semipúblico y espacio privado. Esto nos permite detectar cuáles son los tipos de espacios que generan o alimentan mayor grado de actividad delictiva, así como conocer cuáles son los delitos vinculados a cada uno de estos espacios.

Analizaremos brevemente cada una de estas categorías espaciales. En primer término nos detendremos en la ubicación geográfica de la noticia, que nos permite elaborar un mapa del delito en la ciudad a fin de poder contrastarlo con el imaginario del delito que se crea en torno a determinados barrios o zonas de la capital lleidatana.

Del total de noticias publicadas por la prensa escrita local, encontramos que una cuarta parte de éstas no proporcionan ningún tipo de identificación geográfica en términos de barrio o calle en la que tuvieron lugar los hechos[4].

Las calles

En cuanto a la determinación de la ubicación concreta de la conducta delictiva, cabe indicar que más de las dos terceras partes de las noticias (concretamente el 68,99%) permite efectuar una localización a través de la indicación de la calle.

Esta cifra se reduce al 19,12 % cuando intentamos efectuar una localización más precisa que nos permita ubicar geográficamente, sin margen de error, los hechos referidos en la prensa escrita. Esto es así por cuanto sólo una fracción reducida de noticias ofrece el número de portal o bien la intersección, que posibilite hacer una aproximación más exacta de la zona afectada. Si, por el contrario, sumamos a la cantidad de calles sin numeración aquellas en las que, además, se especifica el barrio, podemos aplicar la percepción del imaginario del miedo a zonas que, aunque no tan precisas, constituyen unidades geográficas bien definidas y con características sociológicas determinadas.

A pesar de esta relativa identificación de la calle en la que tienen lugar los sucesos mediatizados, nos encontramos con que ciertas categorías delictivas tienen una identificación espacial en la totalidad de las noticias que la refieren. Estos son: el homicidio imprudente, los delitos contra la inviolabilidad del domicilio, los delitos contra las relaciones familiares y los daños.

En el extremo opuesto, encontramos a los delitos de maltrato en el ámbito familiar (o violencia de género), los delitos contra la propiedad intelectual (venta de CDs y DVDs piratas) y los delitos contra la salud pública.

Cuadro 5


* Referencia de delitos:
1. Homicidio doloso y asesinato          2. Homicidio imprudente                3. Lesiones 4. Violencia de género       5. Contra la libertad                 
6. Contra la libertad sexual 7. Contra la inviolab. del domicilio     8. Contra las relac. familiares           9. Hurtos 10. Robos           11. Usurpación    12. Daños 13. Recaptación       
 14. Robos/hurtos de vehículos     15. Robos en interior de vehículos 16. Contra la salud pública    17. Contra la seg. del tránsito        18. Contra ciudadanos extranjeros
19. Contra el orden público        20. Otras         21. Contra la propiedad intelectual

Fuente: Elaboración propia

Los barrios

La ciudad de Lleida ha sufrido una importante proliferación de barrios en los últimos 10 años, lo que ha provocado una complejización del entramado social de la ciudad. A comienzos de este siglo la ciudad estaba dividida en 13 barrios: Magraners, La Bordeta, Cap·pont, Centre Históric (identificado también como Casc Antic o Ciutat Vella), Pardinyes, La Mariola, Gardeny, Ciutat Jardí, Balàfia, Secà de Sant Pere, Barri Nord, Primer Eixample y Segon Eixample. Actualmente se han incorporado al tejido barrial cuatro más: Universitat, Clot, L’Escorxador y Noguerola.

La estructura social de cada barrio puede tener una incidencia determinada en la configuración de ciertos imaginarios, en este caso relacionados con la mayor o menor proliferación de hechos delictivos que pueden preocupar a la sociedad.

En términos mediáticos tenemos que sólo un 20 % de las noticias de sucesos hacen referencia expresa al barrio en el que han sucedido los hechos[5].

La Imagen 1 nos permite apreciar cómo, en concreto, son tres los barrios que tienen mayor presencia en la prensa roja: el barrio de Cap·pont (con 22 noticias), el Casc Antic (con 21 noticias) y La Bordeta (14).

Al igual que en el caso de las noticias de conflictos, son los barrios de Cap·pont y el Casco Antiguo los que presentan mayores índices de delincuencia, según la prensa. Ambos barrios están enfrentados geográficamente y separados por el cauce del Rio Segre y, aunque son dos barrios tradicionales de la ciudad, presentan características sociales bien diferenciadas.

El barrio de Ciutat Vella tiene una escasa ocupación habitacional debido a que las características edilicias presentan un alto nivel de degradación, causada principalmente por la falta de mantenimiento que se ha ido acumulando con el paso del tiempo. La escasa población que aún persiste es, en gran medida, de avanzada edad. La mayor parte de las viviendas están destinadas a uso comercial[6].

Los delitos más reiterados en esta zona de la ciudad son contra la seguridad en el tránsito (con cinco noticias relacionadas), seguidos por los robos (4 noticias) y por robo en interior de vehículos, delitos contra la salud pública y delitos contra el orden público (con 2 noticias cada uno). Esta aproximación es un sesgada ya que, como se dijo antes, sólo el 20% de las noticias tienen una referencia directa al barrio.

El barrio de Cap·pont tiene una población mucho más joven [7] y ha sido testigo en los últimos años de nuevos planes de reforma urbanística que la han renovado con la construcción del Campus Universitari, a la vez que ha sufrido una mejora habitacional importante. Las conductas penales identificadas con este barrio son varias, aunque destacan los robos (7 noticias), y contra la seguridad en el tránsito (3). Un apunte importante es que encontramos 4 noticias de homicidios dolosos o asesinatos. Sin embargo preferimos no incluirlo como uno de los delitos especialmente asociado a esta zona, ya que (y a pesar de su importancia en cuanto al tratamiento mediático – ver datos referenciados más arriba-) todas las noticias tienen su origen en un único hecho delictivo[8].


Figura 1. Delitos aparecidos en prensa, 2006
Fuente: Elaboración propia

El barrio de >La Bordeta> es el tercer barrio con mayor incidencia mediático-delictiva. Ubicado en la zona periférica, al sureste de la ciudad, conecta únicamente con el barrio de Cap·pont, siendo ésta su única conexión geográfica con la capital lleidatana. El parque habitacional es de autoconstrucción, característico de la época de post-guerra y con una baja densidad de población debido, justamente, a las características habitacionales (viviendas de propiedad vertical)[9]. El delito especialmente asociado a esta zona de la ciudad es el de seguridad del tránsito (con 5 noticias), seguido por las lesiones (3 noticias).

Los espacios

Por último, hemos efectuado una última diferenciación espacial en función del tipo de espacio en el que tienen lugar los hechos que originan la noticia. Distinguimos entre espacio privado, espacio público, espacio semipúblico y vía pública.

La vía pública es la zona con mayor concentración de delitos  (53,49%), entre los que destacan los delitos contra la seguridad del tránsito, los robos, los robos en interior de vehículos, los delitos contra la salud pública y las lesiones.

Casi la mitad de los delitos sufridos en el espacio privado (un 7.75% de las noticias refieren que los hechos ocurrieron en este tipo de espacio) son robos, seguidos únicamente por los delitos de violencia de género y contra la salud pública[10].

Por su parte, el espacio semipúblico se sitúa en un 14,73% de las noticias, en tanto que el 21,19% de las noticias no refieren el tipo de espacio en concreto. Los actos delictivos que más repercusión tienen en el espacio semipúblico son los robos con el 50,88%, seguido por los delitos contra la salud pública con una representación del 15,79%.

Por el contrario, y rompiendo la tendencia hasta ahora indicada, el espacio público es el ha sufrido en menor medida los actos delictivos, con una representación de tan sólo el 2,84 %.

Conclusiones

Para obtener unas conclusiones acabadas debemos contrastar estos datos con aquellos obtenidos a través de los otros elementos de estudio que, como se indicó al inicio de esta comunicación, versan sobre la actuación policial y el imaginario social (este último obtenido mediante entrevistas a representantes sociales y la encuesta de victimización).

Sin embargo, de forma sesgada, y tomando en consideración algunos de los datos presentados por otras comunicaciones derivadas del mismo estudio, podemos afirmar que hay cierta coincidencia entre los temores sociales y las noticias de sucesos analizadas. El barrio de Ciutat Vella, con un alto nivel de degradación y desocupación habitacional, es uno de los lugares que se vive con mayor temeridad por la ciudadanía, sobre todo durante las horas nocturnas en las que la presencia de actividad es escasa, si no nula.

Otro elemento a tener en cuenta es que la mayor fuente mediática en cuanto a noticias de sucesos, es obtenida por la propia policía, que informa diariamente a la prensa sobre sus propias intervenciones en la ciudad. Sin embargo, entendemos que este dato no es del todo determinante en cuanto a la influencia social de la noticias, puesto que los responsables de los medios de comunicación realizan su propia selección de noticias, a la vez que determinan cuál será el trato mediático que finalmente se le dará.

Así lo hemos intentado graficar con los datos proporcionados en esta comunicación. Una noticia puede ser tratada de múltiples formas y, a final de cuentas, será esta instrumentalización la que influirá sobre determinados aspectos de la percepción social.

Notas

[1] Para una mirada más exhaustiva sobre las diferentes teorías que se gestaron sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad, se puede consultar la tesis doctoral de Francesc Barata (2002), La mirada periodística sobre el delito, Barcelona: URL.

[2] Castells. 2003; Sartori, 2003; Molina, 2002.

[3] Barata, 1996

[4]Este dato es notablemente más alto que en las noticias sobre conflictos que hemos analizado para el mismo período en el marco de una investigación subvencionada por >la Fundación Bofill.> En esta categoría de conflictos, sólo el 8,42 % de las noticias eran de imposible localización.

[5]En el periódico Segre, de las 225 noticias seleccionadas durante el año 2006, 194 (es decir, el 86,22%) hacían expresa referencia al barrio; en tanto que en el periódico La Manyana esta relación alcanza el 71,60 % (116 noticias con referencias barriales sobre un total de 162)

[6] Vilagrasa y Ballet. 2001, p. 13-42

[7] En 1996, más del 20% de la población del barrio de Cap·pont era menor de 18 años, mientras que el Casco Antiguo concentraba un alto porcentaje de población mayor de 65 años. Idem.

[8] Nos referimos concretamente al asesinato de un joven en el barrio de Cap·pont ocurrido el 9 de noviembre de 2006. El suceso causó una gran conmoción por la forma en la que fue ejecutado, con cinco balazos en la cabeza cuando salía de su domicilio camino al trabajo.

[9] Vilagrasa Ibarz, J. y Ballet Sanfeliu,, C. Op.cit.

[10] En este último supuesto las noticias suelen referir redadas anti-drogas que se realizan como consecuencia de investigaciones policiales de larga duración.


Bibliografía

CASTELLS, MANUEL. La era de la información. Vol.2, El poder de la Identidad. Madrid: Alianza Editorial, 2003, 2ª ed.

SARTORI, GIOVANNI. Homo videns. La sociedad teledirigida. Madrid: Taurus, 2003, 6ª ed.

MOLINA, LUÍS ISLA. Desarrollo de la comunicación política. Revista electrónica Razón y Palabra 27, 2002.

BARATA, FRANCESC.El drama del delito en los mass media [en línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, junio 1996. <www.ub.es/penal/barata1.htm> [20 de mayo de 2008]

VILAGRASA IBARZ, J. y BALLET SANFELIU, C. Diferenciació socioespacial de la ciutat de Lleida, en Revista Catalana de Sociología, 14 (2001), p. 13-42.


Referencia bibliográfica:

ARELLA, Celeste I. El imaginario del miedo. Temores y medios de comunicación. Diez años de cambios en el Mundo, en la Geografía y en las Ciencias Sociales, 1999-2008. Actas del X Coloquio Internacional de Geocrítica, Universidad de Barcelona, 26-30 de mayo de 2008. <http://www.ub.es/geocrit/-xcol/410.htm>


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