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X Coloquio Internacional de Geocrítica

DIEZ AÑOS DE CAMBIOS EN EL MUNDO, EN LA GEOGRAFÍA Y EN LAS CIENCIAS SOCIALES, 1999-2008

Barcelona, 26 - 30 de mayo de 2008
Universidad de Barcelona

CAMBIOS EN EL TURISMO DEL CIRCUITO SUR PERUANO EN RELACIÓN CON EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL: PROPUESTAS[1]

Vicente Bielza de Ory
Universidad de Zaragoza
vbielza@unizar.es

Ricardo Enrique Bohl Pazos
Pontificia Universidad Católica del Perú
Rbohl@pucp.edu.pe

Cambios en el turismo del circuito sur peruano en relación con el ordenamiento territorial: propuestas (Resumen)

Partiendo de una concepción sistémica del circuito turístico y del territorio y de que la actividad turística puede ser un poderoso factor de transformación territorial, se considera que los dos sistemas deben ser ordenados con planes que combinen los procesos de ambos. Para ello se aborda la estructura del circuito turístico meridional constituido por sus tres principales destinos: Cuzco-Arequipa-Puno y así mismo el sistema territorial en que se desenvuelve el circuito a partir del subsistema de ciudades, conectado por una red de transportes que relaciona espacios residenciales, productivos y de protección (recursos turísticos). La evaluación de los cambios habidos en el último decenio es esencial para la elaboración de futuros planes y proyectos de carácter turístico o de ordenación territorial que conlleven desarrollo, equilibrio territorial, desenclave y sostenibilidad. El diagnóstico de la situación actual nos conduce a establecer propuestas para un mejor desarrollo turístico y territorial.

Palabras clave: ordenación territorial, turismo, Perú

Regional planning and recent changes in the southern touristic circuit in Peru (Abstract)

This is a systemic aproach of the tourist circuit and the territory and that tourism can be a powerful tranformation factor. Therefore, we consider that both systems should be carefully designed through plans that combine both prosesses. To do so, the southern tourist circuit, composed by three main destinations (Cusco, Arequipa and Puno), and the territorial system in which the systems develops that is based in an urban system linked by a transport network and connetcs urban, productive and conservation areas (tourist resources). Its is essential for future tourist, territorial or regional plans and projects to asses changes occurred during the last decade in search of development, territorial equilibrium and sutainability avoiding closed isolated areas. The actual diagnosis guides to proposals for a better tourist and territorial.

Key words: Regional planning, tourism, Peru

Descripción general del Circuito turístico Sur

El espacio turístico más importante del Perú es el conocido como “Circuito Sur” y es el único que por infraestructura de transportes permite establecer un circuito como tal. Se encuentra estrechamente vinculado a Lima debido a que su principal acceso para el turismo extranjero depende de su aeropuerto internacional. También está conectado por el sur con Chile y Bolivia, lo que conforma otro circuito superior internacional, que puede llegar a incluir el norte de Argentina.

El principal destino de este circuito es la ciudad de Cusco, asociado al principal atractivo turístico del país: la ciudadela de Machu Picchu. La dinámica turística actual del circuito incorpora hasta cinco de las 25 regiones administrativas, aunque el espacio denominado por el Ministerio de Comercio y Turismo del Perú (Mincetur), Macro Región Sur, se compone de diez regiones.

El Circuito Sur es el que mayor número de turistas internacionales recibe y, por lo tanto, el que centra la atención de operadores y del Estado con el fin de mejorar y diversificar la oferta. Este fenómeno ha generado, tanto en autoridades locales como en la población en general, expectativas relacionadas con el impacto que el desarrollo de la actividad turística podría tener en el desarrollo económico, territorial y en la calidad de vida de sus habitantes.

Los principales destinos del circuito turístico del sur del Perú

Los principales destinos del circuito (Figura 1) son Cusco, Arequipa y Puno, conformando un triángulo básico que cuenta con destinos anexos, que son incorporados a rutas más complejas, dependiendo del número de días que el turista esté dispuesto a invertir en su viaje por el país. Los diferentes destinos cuentan con atractivos naturales y culturales de especial interés. Otros destinos secundarios, pero en proceso de consolidación son la región de Ica con ciudades como Pisco, Ica y Nasca; así como la región de Madre de Díos, donde se ubican algunos de los parques nacionales más interesantes, debido a que tienen algunos de los récords en biodiversidad del planeta.

 


Figura 1. Circuito turístico sur peruano.
Fuente: elaborado por Ricardo Bohl, Zaragoza, 2008.

 

Cada una de las ciudades centrales posee recursos que corresponden a diferentes paisajes naturales y momentos históricos.

Arequipa es una ciudad colonial, cuya arquitectura está dominada por fachadas blancas hechas de sillar tallado (Figura 2). El paisaje dominante en el entorno es el de una campiña fértil, cercada por los nevados y volcanes, entre los que destaca el Misti, de cono bien proporcionado. Este destino cuenta con dos atractivos cercanos de gran interés: los cañones del Colca y de Cotahuasi, que pugnan por el título de ser el más profundo del mundo. El primero, más frecuentado por los turistas, dispone de atractivos naturales, como la observación del vuelo majestuoso de cóndores; y culturales, en forma de tradiciones ancestrales (vestido, fiestas...) conservadas por algunas poblaciones y de prácticas agrícolas en terrazas y/o andenes, así como iglesias coloniales de importante valor artístico.

La ciudad de Puno incardinado en un paisaje predominante de puna, se encuentra a orillas del lago Titicaca, donde es posible visitar restos arqueológicos preincas y diferentes grupos culturales, ubicados tanto en las islas como en las orillas del lago (Figura 2). Puno es considerada la capital folklórica del Perú por la variedad de danzas y diversidad de trajes típicos que se usan en la gran cantidad de fiestas realizadas a lo largo del año.

El principal destino, Cusco, fue la capital del imperio incaico (Figura 2). Cuenta con múltiples sitios arqueológicos pre-incas e incas. El centro histórico de Cusco es básicamente colonial, pero está construido sobre las bases de palacios y templos incas que aún se pueden observar, tanto en el interior como en el exterior de los edificios. El paisaje urbano está dominado por la piedra usada en calzadas y paredes, y las muchas iglesias coloniales son de gran calidad arquitectónica y disponen de importantes piezas de arte en su interior. En el entorno de la ciudad se pueden visitar múltiples sitios arqueológicos y en especial el valle sagrado, formado por el río Urubamba, valle interandino típico, en cuyas orillas se encuentran pueblos de arquitectura colonial e importantes sitios arqueológicos. Al otro extremo de este eje y ya en un paisaje de selva, se ubica la ciudadela de Machu Picchu, joya de la arquitectura y urbanismo incas.

 


a. Ciudad de Arequipa

 


b. Ciudad de Cusco

 


c. Islas flotantes del Lago Titicaca

Figura 2. Principales destinos del circuito sur peruano

 

Tanto el alojamiento como los servicios de alimentación son abundantes y de variada calidad. Existen cadenas nacionales con hospedajes de gran nivel como la cadena Libertador o Casa Andina. Algunas de estas han optado por recuperar edificios antiguos o construir establecimientos acordes con el medio natural y cultural, pero en otros casos los volúmenes y estilos de las nuevas edificaciones rompen con la armonía paisajística. Los restaurantes por su parte, se esfuerzan en ofrecer platos basados en ingredientes autóctonos como la carne de alpaca y variedades de papas y cereales locales, sin dejar de lado platos internacionales.

Las principales ciudades cuentan con oficinas de información turística dependientes del Ministerio de Comercio exterior y Turismo y es común encontrar pequeños museos de sitio a lo largo de toda la ruta.

Regiones administrativas, provincias y circuitos secundarios

Los tres destinos principales del sur del Perú corresponden a las capitales de las tres regiones administrativas del mismo nombre: Arequipa, Cusco y Puno, de las que salen circuitos secundarios sobre parte de sus regiones y provincias. La Ciudad de Arequipa y su atractivo turístico más importante, el Colca, se encuentran en las provincias de Arequipa y Caylloma respectivamente. Chivay es la capital de la provincia y el centro de servicios más importante en el valle del Colca (Figura 3).

 


a. Arequipa


b. Cusco


c. Puno

Figura 3. Circuitos turísticos secundarios.
Fuente: elaborado por Ricardo Bohl, Zaragoza, 2008

 

La ciudad de Cusco posee un pequeño circuito aledaño que comprende las provincias de Cusco, Calca y Urubamba. Los pueblos de Pisac y Chincheros son los más atractivos, debido a sus mercados de artesanías (Figura 3).

La ciudad de Puno es la capital de región y las rutas turísticas incluyen las provincias de Puno, San Román (con capital Juliaca) y Lampa (Figura 3).

Regiones naturales y ecorregiones

De las tres regiones naturales en que tradicionalmente se ha dividido el Perú -costa, sierra y selva-, estos tres destinos turísticos se encuentran asociados principalmente a la sierra, aunque el principal enclave turístico del país, Machu Picchu, se localiza en la zona conocida como “ceja de selva”; una región de transición con un relieve muy accidentado, característico de la sierra, pero de clima y vegetación propios de las selvas amazónicas.

Dentro de una clasificación más compleja, como la planteada por el geógrafo peruano Javier Pulgar Vidal que divide el país en ocho regiones naturales, las tres ciudades se encuentran en la llamada región “quechua”. Esta región se ubica entre los 2.300 y los 3.500 m.s.n.m. (aunque puede variar en el norte y en el sur) y se caracteriza por sus fértiles valles interandinos, clima templado, lluvias moderadas de verano, colinas onduladas y bosques ribereños.

Lo interesante de este circuito es que el desplazamiento por tierra entre estas ciudades permite, en un tiempo promedio de cinco horas, que el turista descubra nuevos paisajes que corresponden a otras regiones naturales más elevadas: la “jalca” (entre los 3.500 y los 4.100 m.s.n.m.), región de cañones, acantilados y valles estrechos; la “puna” (entre los 4.100 y los 5.000 msnm), correspondiente a la meseta alto andina con pajonales en las que se pueden contemplar camélidos sudamericanos salvajes, y lagunas con una avifauna variada que incluye flamencos; y la “janca o cordillera” (por encima de los 5.000 msnm) con volcanes, picos nevados, glaciares, morrenas y valles glaciares.

Por otra parte, los minicircuitos asociados a cada destino facilitan profundizar en el conocimiento de un territorio lleno de sorpresas que incluyen paisajes sobrecogedores, una extraordinaria diversidad biológica, restos arqueológicos y la posibilidad de interactuar con culturas milenarias.

El medio antrópico-cultural

El medio humano al que el turista tiene acceso a lo largo de este circuito está dominado por una cultura andina, muy rural, pero con una larga tradición comercial, dada su posición estratégica en torno al Lago Titicaca y prolongada por los valles intra-andinos, que fue aprovechada por culturas muy anteriores a la incaica para intercambiar los productos del lago y de la altiplanicie andina (granos, carnes y lanas) con los amazónicos (plumas y pieles) y con los costeños (pescado y sal).

Las culturas preincas fueron civilizaciones del agua, como las preaztecas en el Norte o como las del Viejo Mundo[2], pero en el continente americano las dos grandes civilizaciones se conformaron sobre espacios lacustres rodeados de grandes montañas[3]. El mito Inca narra como los hijos del sol salen de las espumas del lago Titicaca a fundar el Imperio. La mitificada génesis cultural y económica se manifiesta en su hábitat, producción agrícola e intercambio comercial, que fueron posibles gracias a las oportunidades que ofrecía el lago. Los restos arqueológicos, paisajísticos y etnológicos de los pueblos aymara, uro e inca son testimonios diversos, en la que se debe apoyar equilibradamente un turismo cultural, hoy excesivamente polarizado en la arqueología.

El pueblo aymara sigue practicando agricultura en andenes escalonados en las laderas andinas, como en tiempos anteriores a los Incas y donde cerca de los 4.000 msnm cultivan maíz, cebada, quinua y papa. Los uros todavía viven sobre las aguas del lago Titicaca en islas flotantes de totora, planta que fresca es usada como alimento y que seca se emplea en la construcción de cabañas y embarcaciones similares a los de los antiguos egipcios.

El grano de maíz, el pescado, la carne y la lana de llamas y alpacas fueron objeto de intercambios comerciales tempranos por los lagos y valles, y luego por las calzadas intra-andinas. Ello exigió una división del trabajo y una estructura socio-territorial cuya más espléndida manifestación son los conjuntos ceremoniales y urbanos, hoy en ruinas y convertidos en el mejor recurso turístico que debe seguir vinculado a otros restos como calzadas, islas flotantes, cultivos en andenes, tradiciones artesanales, etc. (Figura 4).

A pesar de una aparente unidad cultural, no es difícil para el turista identificar elementos que evidencian diferencias culturales como las que se manifiestan en las diversidades de coloridos en los trajes tradicionales, que aún son utilizados cotidianamente, aunque cada vez menos entre las nuevas generaciones (Figura 4). También son fácilmente apreciables las diferencias locales en la rica y variada cocina regional que hace alarde de la multiplicidad de productos oriundos entre los que destacan la papa y el maíz en sus innumerables variedades, y que incluye carne de cobaya, de camélidos sudamericanos y frutas como la papaya de olor.

 


a. Los andenes permitían cultivar en laderas


b. Textiles con motivos tradicionales

Figura 4. Elementos culturales convertibles en recursos turísticos.
Fotofrafías: R. Bohl.

 

Los productos elaborados artesanalmente merecen una atención especial, dado que mientras mantienen técnicas ancestrales y formas tradicionales como las mantas, tallas o cerámicas, se adecuan rápidamente a un mercado cambiante, produciendo nuevos bienes que mantienen su esencia. Tal es el caso de los forros para móviles con los finos bordados del valle del Colca, monederos hechos a partir de las mantas tejidas a mano en Cusco o prendas de vestir confeccionadas con lana de alpaca. Cabe hacer notar que es cada vez más común encontrar artesanías provenientes de otras regiones que se ofrecen junto a las locales.

También existen otras manifestaciones culturales que sin la adecuada información, podrían pasar desapercibidas como el lenguaje. Aunque el “quechua” es la segunda lengua después del español, existen diferencias entre los “quechuas” que se hablan en cada región. Por otra parte, en el lago Titicaca cohabitan el “quechua” y el “aymara”. Mientras que el quechua se habla sobre todo en la tierra firme, el aymara se habla fundamentalmente en el Lago.

Las prácticas agrícolas, herencia del pasado, también deben considerarse como patrimonio visible en el paisaje en forma de antiguos “andenes” o terrazas escalonados, acompañados de canales descendentes de irrigación y que cubren empinadas laderas, como en el caso del valle del Colca o del valle sagrado del Urubamba en Cusco, o de los camellones o waru waru en las inmediaciones del lago Titicaca.

Población y actividades económicas

Según el censo del 2005, las regiones de Arequipa, Cusco y Puno se encuentran entre las seis más pobladas después de Lima, con más de un millón de habitantes cada una.

Las tres regiones administrativas del circuito básico suman 3.557.821 habitantes, lo que representa un 13,6%, de un total de 26.152.752 habitantes censados en el conjunto del país. Pero si consideramos solo aquellas provincias directamente involucradas en la actividad turística solo significan el 7,7%.

La región de Arequipa, mucho más urbana que otras, concentra a su población en la provincia en la que se encuentra la capital, mientras que Cusco y Puno tienen un hábitat bastante más disperso.

Aunque la agricultura es una actividad muy importante, por la tradición que tiene en el país y por la población que se dedica a esta actividad, la minería es la que juega un papel preponderante en la economía nacional. No es extraño encontrarse empresas dedicadas a la extracción y concentración de minerales en desolados paisajes de gran impacto visual lo que habría que tener en cuenta en la planificación territorial de zonas turísticas próximas, así como la posible utilización de áreas mineras recuperadas con fines turísticos.

En el lago Titicaca la pesca tradicional sigue siendo una actividad esencial para los pobladores, pero empieza a ser cada vez más frecuente encontrar criaderos de peces.

Los cambios económicos en el Perú del último decenio y su repercusión turística

El país ha visto casi con asombro un crecimiento económico continuado durante un decenio de 5% en su PIB, debido al alto precio de los metales en el mercado internacional y una política de equilibrio fiscal. La tasa de inflación anual ha sido inferior al 3%.

El fin de la violencia interna causada por grupos terroristas ha impulsado un crecimiento turístico interno y receptivo sin precedentes. En el último decenio transcurrido el número de turistas extranjeros que llega al Perú se ha triplicado (de 659.567 turistas en el año 1997 a 1.812.384 en 2007).

El circuito turístico meridional se ha beneficiado de este incremento en todas sus formas. Los aeropuertos se han privatizado, ampliado y modernizado ofreciendo varias frecuencias diarias que unen casi todas las capitales regionales con la capital nacional, los establecimientos de hospedaje se han multiplicado, las empresas de transporte ofrecen servicios de calidad ejecutiva, los operadores locales contratan guías de turismo, preparan nuevas rutas acordes con nuevas demandas de un mercado exigente y con intereses específicos mientras que cierran tratos con operadores internacionales especializados. Del mismo modo hoy es posible estudiar carreras técnicas y profesionales relacionadas con turismo en universidades e institutos de educación superior.

El sistema de ciudades

A pesar de que son diez las capitales definidas como regionales por la Administración y comprendidas en la macro región meridional, solo tres son las dominantes del subsistema sur, pero dependientes a su vez de la capital estatal, Lima.

A diferencia del norte peruano, las principales ciudades del sur del Perú se encuentran en la sierra. Ya desde los años 80 Arequipa fue la ciudad demográficamente más importante del circuito meridional, seguida por Cusco, mientras que Puno repartía su población y liderazgo entre la capital regional y la ciudad mercantil de Juliaca, favorecida por su posición de encrucijada dentro de la red de caminos, su contrabando con Bolivia y su proximidad al aeropuerto. Para los años 90, Juliaca había crecido mucho más que la ciudad de Puno, situación que aún se mantiene.

Clasificación administrativa

La región de Arequipa está dividida en ocho provincias, Cusco y Puno en trece cada una. Los tres principales destinos de este circuito son además capitales regionales y en sus proximidades se encuentran capitales provinciales, que se podrían considerar como centros de servicios y podrían liderar un proceso de redistribución de turistas al interior de la región.

A pesar de que en principio todas las capitales regionales cuentan con las mismas atribuciones y que por lo tanto deberían estar en igualdad de condiciones, en la práctica no es así. Algunas regiones cuentan con presupuestos sensiblemente mayores, debido a los ingresos que. generan las regalías producidas por las actividades mineras.

Por otro lado, el Instituto Nacional de Estadística clasifica a todas las capitales de provincia como ciudades, a pesar de que en muchos casos estos centros poblados no cuentan con servicios básicos como electricidad, agua y saneamiento y que su población pueda ser muy baja y dedicarse a actividades rurales.

Jerarquía poblacional

Para el censo del 2005, la única ciudad del sur del Perú que superaba el medio millón de habitantes era Arequipa como resultado de un largo proceso de inmigración procedente de la región de Puno. Cusco, por su parte, se encuentra en segundo lugar y en el rango de los 250.000-500.000. Y finalmente, aunque Puno, capital regional, ha incrementado su población en la última década, Juliaca, ciudad eminentemente comercial, sigue siendo la más poblada, ambas con una población cercana a los 200.000 (Figura 5).

 

Figura 5. Población de las 30 principales ciudades del Perú: 1881, 1993, 2005
Fuente: elaborado por Ricardo Bohl a partir de los datos Instituto Nacional de Estadística e Informática.

Clasificación económica: turismo

Aunque en las ciudades las actividades industriales, comerciales y de servicios predominen, es importante resaltar que las actividades primarias agropecuarias siguen siendo actividades de peso incluso en las provincias en las que se encuentra la capital. En las otras provincias las actividades primarias emplean a más del 60% de la población en edad de trabajar.

Aunque en las tres ciudades principales de este circuito el turismo es una actividad que emplea población directamente; es decir, en hospedaje, restaurantes, agencias y operadores turísticos; los porcentajes están lejos de las cifras de las zonas turísticas europeas. Cusco alcanza un 5% de población ocupada en turismo; Arequipa y Puno emplean entre el 2 y 3%.

Las tres capitales regionales cuentan con universidades públicas y privadas. Es posible estudiar turismo en universidades e institutos, aunque, en la mayoría de casos la formación está más orientada al sector de los servicios turísticos

Los cambios en el sistema de ciudades

El crecimiento poblacional, el desarrollo terciario y del turismo y las mejoras de las comunicaciones están generando un incipiente sistema de ciudades polinuclear, con ciudades de diferentes jerarquías y dinamismo. Se hace necesario consolidar el papel de las metrópolis regionales en el sistema buscando cohesionar a través de mejores comunicaciones y redes empresariales, sociales y administrativas que permitan que la interacción entre ellas sea mayor. Asimismo, es necesario apoyar el desarrollo de ciudades menores que sirvan de soporte y descarga a las ciudades mayores.

Las ciudades como sistema: Problemas urbanos

La situación de violencia terrorista vivida hasta los 90 desplazó a los pobladores de zonas rurales a las ciudades, en las que encontraban algún alivio y servicios a los que no podían aspirar en sus aislados pueblos. De esta manera las ciudades crecieron orgánicamente con viviendas ilegales en zonas marginales sin servicios básicos ni transporte urbano. Como consecuencia de la falta de recursos por parte del Estado para afrontar esta avalancha inmigracional muchos de los planes urbanísticos no se ejecutaron o se aplicaron solo parcialmente.

Nivel de desarrollo humano

El principal problema en las ciudades del Perú, como en muchas ciudades latinoamericanas, es la pobreza. El índice de desarrollo humano (IDH) en la sierra es muy inferior al de la costa y aunque en las capitales los números mejoran, en algunas provincias de la región el IDH está entre menos del 0,5 y el 0,7. Éste importante indicador es resultado del cruce de la esperanza de vida al nacer, el índice de alfabetización, el porcentaje de jóvenes con educación secundaria completa, el logro educativo y el ingreso per cápita, por lo que es un claro indicador de lo compleja que pueden resultar las soluciones a la pobreza.

Los crecimientos de las capitales departamentales y el paisaje urbano deteriorado

Durante los años 80 las capitales departamentales fueron las receptoras de los intensos flujos migratorios y vieron como los nuevos pobladores se asentaban en las abruptas laderas donde es más difícil y costoso proveer de servicios a la población. La actual situación económica permite que las familias puedan avanzar en un proceso de autoconstrucción por lo que es común encontrar viviendas de varios pisos sin terminar, dentro de un largo proceso que parece no terminar. Este paisaje urbano es repetitivo y se debe a diferentes factores. En primer, la pareja de propietarios y, al mismo tiempo, constructores depende de pequeños excedentes que invierten en materiales a lo largo de un tiempo indeterminado. Por otro lado, existe una visión en la que el crecimiento físico de la vivienda corresponde al crecimiento de la necesidades familiares (número de hijos) y a las posibilidades económicas, lo que lleva a la pareja a preparar la vivienda para lo que será el nivel superior, dejando a la vista las escaleras y las bases de lo que será el futuro piso elevado y por lo tanto hacer público el deseo de crecer y prosperar. Medidas tomadas por los ayuntamientos eximen del pago de tributos a aquellas edificaciones que no estén terminadas, lo que alienta la permanencia de un paisaje urbano en el que nada está acabado y castiga con mayores impuestos al que termina su vivienda.

Los cascos históricos de las tres ciudades se encuentran en buen estado aunque resaltan algunas actuaciones estatales, en las que la ubicación de bancos del Estado, estaciones de policía, escuelas, casas para los maestros o de los consistorios lejos de utilizar la rehabilitación de edificios patrimoniales se hace en edificios funcionales que rompen con el entorno.

Las ciudades cuentan con servicios adecuados como agua, saneamiento, electricidad, salud, seguridad y educación en el centro del continuum urbano, pero se van perdiendo en los barrios periféricos.

Aunque el transporte público deja mucho que desear, existen servicios turísticos que transportan a los turistas en varias modalidades. Para el transporte en la ciudad y sus alrededores, es común el uso de taxi-coche, pero también taxi-moto o taxi-bici debido a su bajo costo.

En los últimos años, la actuación de la empresa privada en los hoteles ha sido en muchas ocasiones positiva rescatando edificios antiguos de gran valor. Pero también es común encontrar locales de cierto valor patrimonial en los que viven humildes familias en precarias condiciones y en las se hace necesaria una inversión que mejore la calidad de vida de sus ocupantes y el patrimonio monumental. En este sentido algunas actuaciones han sido muy adecuadas de cara al urbanismo y a la actividad turística. Tal es el caso de los “tambos” de la ciudad de Arequipa, antiguos mesones en los que los arrieros descargaban y que servían de depósito para los productos que luego serían comercializados. Estos espacios, hasta hace poco tugurizados, han sido objeto de una renovación urbana que hoy permite que las mismas familias que antes vivían en la precariedad, hoy cuenten con viviendas dignas y la ciudad ponga en valor edificios de interés histórico y arquitectónico.

Las capitales provinciales y distritales mantienen muchas veces una arquitectura de pueblo colonial andino con el trazado en cuadrícula de la fundación, casas bajas a dos aguas, pequeños balcones de madera y algunos edificios de interés en la plaza o calles colindantes. Un elemento negativo dentro del paisaje urbano es la frecuente sustitución de la teja por la calamina, proceso que está muchas veces impulsado por las autoridades que regalan las calaminas con el afán de apoyar a los campesinos, sin evaluar las consecuencias nocivas para el paisaje y que la casa queda más expuesta a ciertas inclemencias del tiempo.

Muchas de las iglesias de los pequeños poblados guardan importantes altares, tallas y pinturas coloniales que por falta de presupuesto se deterioran o son robadas.

Recientemente, y producto de otro programa estatal, se pueden ver esparcidas por el medio rural y a unos metros de las casas aisladas, unas cajas azules que no son más que letrinas construidas con asistencia de programa sanitarios, cuyo color busca hacer conocer los beneficios del programa. Una vez más, las buenas intenciones no consideran posibles impactos visuales para el turismo, fácilmente eludibles.

En conjunto los cascos urbanos, cuyo centro histórico responde a un trazado cuadricular en torno a la plaza de Armas, están dotados de un paisaje en el que se sucede la huella inca, la colonial y la republicana...con gran atractivo turístico, aunque con espacios abandonados, segregados y hasta criminalizados, pero como consecuencia del rápido crecimiento suburbano quedan bordeados por una periferia no urbanizada de difícil asimilación turística.

Los transportes y la conectividad del sistema

La conectividad del sistema de ciudades está servida por una incompleta red de transportes, muy condicionada por el relieve andino en el que hay que salvar desniveles desde la costa hasta las sierras de cinco mil metros.

El circuito sur se apoya en los tres modos de transporte, aunque principalmente en el aéreo y en el carretero. El punto de partida más frecuente para el turismo internacional es el aeropuerto de Lima y en mucha menor medida el de Cusco, cuyo problemático emplazamiento está provocando su próximo traslado. La continuación en el primer caso tiene dos alternativas el vuelo Lima-Arequipa o el traslado por automóvil alquilado o bus por la panamericana a lo largo de mil km y más de una decena de horas.

El transporte aéreo

Cada modo de transporte ofrece unas ventajas frente a otros. El aéreo es imprescindible para el turismo internacional y en general para la conexión exterior e interior del sistema territorial peruano. Los retrasos en los vuelos son comunes debido a las brumas costeras, las lluvias andinas y las tormentas amazónicas. Importantes empresas de transporte aéreo latinoamericanas, como LAN o TACA, sirven los principales destinos. Algunas jóvenes compañías nacionales buscan hacerse un lugar, pero actualmente parecen relegadas a espacios en los que no hay tanta competencia.

El transporte ferroviario

Las pocas vías férreas existentes unen costa y sierra con rutas intrincadas, de trazado generalmente decimonónico y locomotoras antiguas buscando el mineral de la sierra y transportándolo hasta los puertos costeros. A pesar de que recorren pocos kilómetros ascienden desde el nivel del mar a más de 4.500 msnm., atravesando paisajes y ecosistemas diversos, lo que aunado a todo lo anterior hace que el viaje sea interesante, pero largo en extremo. Algunas rutas no están habilitadas para pasajeros y solo transportan minerales.

La línea férrea que une las ciudades de Arequipa, Puno y Cusco se toma hasta el doble del tiempo que el bus y tiene un costo muy superior, por lo que es común que los operadores promuevan el uso del transporte aéreo.

El transporte carretero

Las carreteras asfaltadas son casi siempre de dos carriles y pocas veces cuentan con equipamiento y señalización adecuada. Es común que algunas partes se encuentren deterioradas debido a las inclemencias del tiempo, lo abrupto del terreno que provoca deslizamientos o al insuficiente mantenimiento. Casi como en el caso de los trenes, el trazado de las vías debe adecuarse a un terreno abrupto que obliga a constantes curvas, ascensos y descensos obligando a bajas velocidades.

Solo las carreteras de pago, producto de un proceso de privatización y concesión de las mismas, cuentan con una mejor señalización, vallas y servicio de auxilio. Las empresas de transporte ofrecen servicios de diferentes calidades y precios. Aquellos buses denominados turísticos son de muy buena calidad y cuentan con cómodos asientos reclinables, servicios higiénicos y atención a bordo.

 

Figura 6. Sistema de ciudades y sistema relacional del Perú, 2001.
Fuente: elaborado por Ricardo Bohl, Zaragoza, 2007.

 

Es posible realizar casi la totalidad del circuito en cualquiera de las tres formas, aunque es muy común el uso combinado de medios con el fin de aprovechar las ventajas de cada uno.

La mejora conectiva mediante los “móviles” e Internet.

La conectividad general del sistema territorial y del circuito turístico en particular, tan limitado por el abrupto relieve andino, ha quedado sensiblemente mejorada en los últimos años por la multiplicación de los móviles, “los celulares”, y el uso de los medios informáticos de comunicación mediante la cobertura, proporcionada en ambos casos por la Compañía Telefónica española. Los desenclaves en las sierras andinas, tan caros y difíciles de conseguir mediante los medios convencionales, se han logrado en los últimos años, facilitando el desarrollo y la ordenación del territorio. Los operadores turísticos y principales hoteles y clientes han agilizado sus relaciones gracias al sistema informático e Internet

Espacios de protección

Para el desarrollo y la ordenación territorial de la macrorregión sur peruana, una vez analizados el sistema de ciudades y su conectividad, resulta necesario destacar los espacios de protección, que además constituyen el recurso esencial para el turismo del circuito meridional. La riqueza de paisajes, la biodiversidad existente, la calidad de los restos culturales y la variedad de manifestaciones culturales obliga a hacer un esfuerzo y preservar este patrimonio natural y cultural. Son dos las instituciones encargadas del patrimonio en el Perú: El Instituto Nacional de Cultura (INC) se encarga del patrimonio cultural y el Instituto de Recursos Naturales (INRENA) se ocupa del patrimonio natural.

Espacios naturales protegidos

De un total de las sesenta áreas protegidas en el Perú, son tres las áreas naturales protegidas asociadas a los tres principales destinos del circuito sur. Al desplazarse hacia el Cañón del Colca, a medio camino, entre la ciudad de Arequipa y Chivay, se atraviesa la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. En ella y al lado de la carretera se pueden observar vizcachas, camélidos sudamericanos que pastan libremente, aves que viven o se alimentan en las lagunas de este paisaje de puna y los nevados ubicados por encima de los 5000 msnm. Gran parte de este territorio pertenece a comunidades campesinas de pastores que viven en caserío aislado y disperso.

Parte del lago Titicaca es también una Reserva Nacional que busca proteger la diversidad biológica y el uso sostenible de sus recursos. En ella se encuentran comunidades campesinas que viven en islas artificiales construidas a partir del junco o totora.

Finalmente el Santuario Nacional de Machu Picchu ubicado en Cusco es uno de los más visitados del país y en el se conjugan restos arqueológicos y un entorno natural excepcionales.

Parques arqueológicos, sitios y museos

Cusco cuenta con más de una decena de parques arqueológicos, figura no bien conceptualizada en los documentos oficiales. Algunos de ellos se definen vagamente como un parque cultural y natural. Tal es el caso del parque arqueológico de Ollantaytambo, creado mediante ley, organizado por el INC y cuyo plan maestro es aprobado por una resolución de alcaldía. A pesar de que entre sus objetivos está el promover el uso sostenible del suelo y el territorio, así como mejorar las condiciones de los que habitan en el parque, en la realidad se advierte la preferencia por un espacio preservado e inerte en torno a los restos arqueológicos, antes que un espacio vivo en el que la población pueda incorporarse de manera cotidiana. Este es el caso de el trabajo que se realiza buscando conservar los andenes usados para la agricultura en laderas de alta pendiente en las que se puede observar trabajadores reconstruyendo los taludes que se han derrumbado por el abandono. Este trabajo sería innecesario si los campesinos pudiesen cultivarlos y encargarse de su mantenimiento y ser parte de una visita guiada en la que se expliquen los objetivos y técnicas utilizadas para la agricultura tradicional. Al mismo tiempo, el visitante podría observar un paisaje que lejos del jardín que se expone, representaría una realidad más cercana al paisaje de la época.

A pesar de la diferente naturaleza es inevitable observar la diferencia existente entre museos privados y públicos (manejados por municipios y el Instituto Nacional de Cultura). En los primeros la calidad de las instalaciones y servicios suele ser superior, en los segundos las múltiples deficiencias económicas y técnicas saltan a la vista. Por ejemplo, el museo de sitio de Pucará expone a la intemperie esculturas de gran valor talladas en piedra pertenecientes a una cultura pre-inca, cuando un toldo o una ramada disminuiría sensiblemente los deterioros.

La falta de coordinación y la protección del recurso aislado

A pesar de las constantes peticiones de empresarios, turistas y población la coordinación entre las dos instituciones encargadas del patrimonio natural (INRENA) y cultural (INC) son inusuales, lo que no favorece un uso integrado y sostenible de ambos recursos en función de la ordenación territorial y su explotación turística. A esto hay que añadir que se hace patente en ambos organismos la visión unidisciplinaria en torno a lo ecológico o a lo arqueológico a la hora de tomar decisiones, de manera que se dejan de lado aspectos culturales o etnológicos fácilmente incorporables.

Recursos turísticos

A pesar de los varios intentos, aún no existe un inventario completo y oficial de los recursos turísticos y menos aún una tipología única.

El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo se encuentra en la actualidad, una vez más, realizando un inventario de recursos turísticos. Se propone identificar y jerarquizar los atractivos turísticos en cinco categorías: sitios naturales; manifestaciones culturales; folclore; realizaciones técnicas, científicas y contemporáneas; y acontecimientos programados. Ya en el pasado se trató infructuosamente de terminar una base de datos de atractivos turísticos apoyado por la Agencia de Cooperación Española que quedó inconclusa.

Por su parte, PromPerú, la agencia de promoción del turismo, prefiere la siguiente clasificación de atractivos turísticos: arqueológico, de naturaleza, culturas vivas, deporte de aventura, observación de aves y salud y misticismo. Por lo general decide promocionar destinos y productos en función de sondeos realizados con empresarios del sector turístico.

Turismo Urbano

El Perú se considera a sí mismo como un destino de turismo de naturaleza y cultura y así se manifiesta en diversos documentos oficiales pero ninguna clasificación hace referencia explicita a las ciudades como atractivos turísticos, refiriéndose sólo a algunas de sus edificaciones. A pesar de poseer una gran variedad de ciudades como las pre-incas, incas, coloniales y republicanas, la ciudad histórica es ignorada como recurso turístico cultural. Tampoco la actual es contemplada en las guías como lugar de compras y ocio, por lo que podemos decir que son probablemente el recurso más descuidado en el Perú.

Arequipa es una ciudad con una fuerte impronta de la conquista española que se manifiesta en su trazado ortogonal, en sus palacios y casonas, en sus iglesias y monasterios, colmados de piezas de arte. La plaza de armas conserva su arquería y es tradicional el empleo del sillar blanco en la construcción de sus casas, cuyas fachadas suelen tener elaboradas tallas. El ambiente del centro por cuyas rectilíneas e históricas calles apetece pasear, se completa con los miradores de los barrios altos desde los que se visualiza la ciudad, el volcán Misti, nevados y una campiña en la que se pueden practicar caminatas o recorridos en bicicleta.

El casco histórico de Puno conserva en torno a su plaza de armas casonas del siglo XVIII y XIX. Las calles peatonales registran una intensa vida, relacionada con tiendas y restaurantes y conducen desde la plaza de la Catedral a las plazas aledañas, que conservan la unidad arquitectónica. Las laderas ofrecen un reto para el turista entusiasta y estupendas vistas del lago Titicaca.

Cusco, alrededor de su histórica plaza de armas, que ha ganado en iluminación nocturna en los últimos decenios, cuenta con otras plazas también rodeadas de iglesias barrocas, fuentes de agua, y arquerías. Los tradicionales barrios continúan siendo habitados por artesanos especializados en pintura, tallas y orfebres. Las abundantes iglesias se intercalan con casonas en las se que puede apreciar el fino trabajo en piedra de las paredes de los antiguos palacios incas.

Turismo Rural

Tanto la campiña arequipeña, el entorno del lago Titicaca, como el valle sagrado en Cusco ofrecen excelentes oportunidades para proponer rutas de diferentes niveles de dificultad y empleo de tiempo a caminantes y ciclistas. En las ciudades es posible alquilar equipo y guías, aunque existe poca información acerca de rutas y actividades. Los pequeños y a veces pintorescos hospedajes en capitales provinciales y distritales, así como a veces hospedajes de lujo de localización privilegiada alientan desplazamientos hasta el medio rural. Al mismo tiempo, son muchas veces estos hospedajes los que se convierten en promotores del turismo en su territorio, promocionando el destino y sus atractivos en páginas web.

Especialmente interesante es el turismo vivencial, como prolongación del cultural y rural, que toma diferentes formas en cada lugar. En el lago Titicaca tiene dos variantes. El turismo más famoso estuvo siempre relacionado con las islas flotantes y el manejo que los uros hacen de la totora para su alimentación, trenzado y construcción de embarcaciones, material de construcción y sustrato de las propias islas. La experiencia permite al turista conocer el lago, su fauna y la forma de vida de los uros. Un nuevo tipo de turismo nació hace unos años cuando en la península de Llanchón un lider comunal, Valentín Quispe, decidió buscar la forma de beneficiarse del paso de los turistas que iban camino de las islas. Así con miembros de su comunidad decidió construir habitaciones y servicios higiénicos y buscar operadores nacionales con los que asociarse (Figura 7). Hoy los miembros de la comunidad reciben turistas que participan de sus actividades agrícolas, escuchan leyendas y conviven con los campesinos mientras que aprenden tradiciones y técnicas agrícolas.

 

Figura 7. Turismo vivencial en la cabaña de Valentín Quispe en Llanchón.

 

Una experiencia similar se viene gestando entre Puno y el sitio arqueológico de Sillustani. La población de Atuncolla, asentada en casas a lo largo del camino ha decidido incorporarse al circuito turístico local y ha transformado sus casas en pequeños complejos de cuatro o seís habitaciones con servicios básicos y una arquitectura muy original. Los pobladores esperan en sus casas la visita de los turistas de paso para ofrecerles alimento, artesanías y al mismo tiempo se promocionan como albergues, en los que el turista puede combinar programas de dos días, donde se combinan labores agrícolas tradicionales, apoyadas en la biodiversidad, arqueología, artesanía de tejidos, manifestaciones culturales, gastronomía y paseos en bicicleta o en barca.

Este tipo de turismo fomenta un verdadero encuentro de culturas. Los pobladores asumen un rol de empresario y anfitrión de su territorio y la actividad turística se complementa con las actividades cotidianas, de manera que no abandona sus actividades tradicionales y al mismo tiempo crece como micro empresario. Tanto las Ongs como la oficina nacional de turismo vienen apoyando estas iniciativas con capacitaciones y promoción.

Natural

El Sistema Nacional de Áreas Protegidas maneja una compleja tipología de espacios que contempla reservas paisajísticas, parques nacionales, santuarios históricos, reservas comunales, etc. Pero son pocas las áreas preparadas para recibir visitantes, a pesar de que varias cuentan con planes de manejo. Muchas resultan inaccesibles y cuando es posible llegar, la visita resulta casi imposible debido a la ausencia de información, servicios e infraestructura adecuados para recibir visitantes. Esto a veces provoca que los pocos turistas y visitantes que lleguen tengan un impacto mucho mayor que el que deberían.

El ingreso a las áreas naturales protegidas suele requerir de un previo pago, por el que usualmente no se recibe ninguna información y pocos servicios. La ausencia de personal que vigile, explique o preste asistencia se hace notar.

Entre los nuevos desarrollos específicos en turismo están los de observación de aves y orquídeas que atraen turistas internacionales acostumbrados a observar y minimizar su impacto en los espacios naturales. Se han hecho esfuerzos conjuntos con operadores y especialistas locales para identificar espacios de especial interés, establecer rutas y producir información que contribuya a promocionar este tipo de turismo. Sería interesante continuar promoviendo este tipo de turismo y relacionarlo con turismo educativo así como promoverlo dentro del turismo interno. También habría que preparar a las poblaciones de manera que sean ellas las directamente beneficiadas así como las promotoras de sus propios territorios.

Situación actual: diagnóstico

A pesar de las múltiples experiencias con éxito y los importantes pasos que se han dado en el sector turístico en el último decenio, aún falta articular el sistema y ofrecer una visión de conjunto que permita mejorar la oferta turística y estar preparados para recibir más turistas, ofrecerles una experiencia de mayor calidad y repartirlos mejor en el territorio, de manera que se distribuyan los beneficios económicos del turismo a más población peruana.

Con este fin, se hace indispensable la coordinación interinstitucional que no es posible sin antes haber reflexionado a partir de un diagnóstico nacional y un plan sectorial que contemple las dinámicas naturales, económicas y sociales del territorio.

Los procesos de regionalización y descentralización empezados hacen propicio que administraciones regionales y locales compartan una visión común a diferentes escalas, de manera que puedan elaborar propuestas viables que les permita competir y aprovechar las oportunidades que tienen para desarrollarse.

Planes y proyectos de ordenación y desarrollo territorial y turístico

A la vista de la situación cambiante y dinámica tanto del circuito turístico sur del Perú como del territorio de la macrorregión meridional es necesario revisar los planes y proyectos turísticos y de ordenamiento territorial en cuanto a su existencia e implementación.

Planes turísticos nacionales

El plan maestro de desarrollo turístico diseñado por la cooperación japonesa para el Perú en 1999 no fue ejecutado y quedó olvidado. Actualmente, el Plan Estratégico Nacional de Turismo (Pentur) se viene ejecutando de manera concertada con los diferentes agentes del sector desde el año 2005 y aunque ha publicado sus bases estratégicas, aún no tiene un documento definitivo.

Nacionales de ordenamiento territorial

En los años 60 y 70 se produjeron planes nacionales quinquenales de desarrollo con políticas, estrategias y actividades para cada sector de la economía que incluían un capítulo especial dedicado al acondicionamiento territorial. Sin embargo se dejaron de lado y finalmente en los años 90 se cerró el Instituto Nacional de Planificación. Desde hace unos años nuevamente se elaboran planes nacionales de desarrollo sectoriales, aunque adoptan el nombre de planes estratégicos.

En la actualidad, no existe ningún plan nacional de ordenación. Aunque la Ley de Bases de Descentralización establece que los planes regionales de acondicionamiento territorial deberán someterse al Plan Nacional de Desarrollo, este no se ha elaborado.

El proyecto que actualmente tiene más posibilidades de repercutir en el territorio es la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA) ya que cuatro de los 10 ejes propuestos involucran territorio peruano y dos de ellos coinciden con el proyecto de corredores interoceánicos que permitirán unir la costa pacífica y la atlántica.

Planes regionales de ordenamiento territorial

A pesar del proceso de regionalización y descentralización que vive actualmente Perú, hasta el momento ninguna región, provincia o municipio cuenta con planes de ordenación o acondicionamiento territorial, aunque algunas regiones han elaborado planes estratégicos de desarrollo. Con la Ley de Bases para la Descentralización del año 2001 se establece la creación de regiones y en la misma se regula la estructura y organización de las mismas. Es así como todas las regiones tienen una dirección de planeamiento, presupuesto y acondicionamiento territorial.

La Ley de Municipalidades ordena que los municipios elaboren sus planes de acondicionamiento territorial, pero en la práctica hay que clarificar responsabilidades, procesos e instrumentación.

Proyectos en espacios de interés turístico

El Plan Copesco, creado en los 60 con el fin de desarrollar el turismo en Cusco, fue convertido en un programa nacional de desarrollo turístico en el año 1999. El Fondo para la Promoción y Desarrollo Turístico que se sostiene mediante un impuesto especial destina un 30% de los ingresos al Plan Copesco y un 70% a PromPerú. Mientras que PromPerú tiene como objetivo promocionar los destinos peruanos, Copesco está dedicado a desarrollar una oferta turística competitiva y sostenible, lo que incluye desarrollar y consolidar productos turísticos, fortalecer gobiernos locales y regionales e impulsar alianzas estratégicas.

Actualmente Copesco desarrolla 45 proyectos que prioriza de acuerdo con los ejes y corredores turísticos establecidos en el Pentur. Desde su formulación hasta su ejecución coordina oficinas de diferentes sectores. Gracias a este fondo se han ejecutado proyectos concretos de mejora de infraestructura y del paisaje urbano, como por ejemplo obras de mantenimiento en sitios arqueológicos, proyectos de ordenamiento urbano, puestas en valor de sitios arqueológicos, mejoramiento de carreteras, acondicionamiento turístico de las orillas del lago Titicaca, restauraciones de iglesias, planes maestros, miradores turísticos, etc.

Un interesante proyecto que está en ejecución es el proyecto de rehabilitación y ordenamiento del valle del Vicanota en el Cusco, también conocido como el Valle Sagrado de los incas. Este es un proyecto de cuatro años y que involucra aspectos como manejo de residuos, servicios urbanos básicos, puesta en valor de recursos arqueológicos, mejoramiento de los accesos, etc.

Locales: urbanísticos

Arequipa, Puno y Cusco cuentan con planes de desarrollo urbano desarrollados en años recientes y con un horizonte que varía entre el año 2011 y el 2015.

Sectoriales

Los sectores que influyen en la ordenación territorial son múltiples, pero por su envergadura mencionaremos el de Camisea que es uno de los proyectos mineros más importantes del país para la construcción del gaseoducto que nace en la selva de Cusco y llega a la costa, coincidiendo con el corredor interoceánico del sur.

El ministerio de Transportes hizo público su plan vial intermodal 2004-2002023 y existe un programa de rehabilitación de vías a nivel nacional en marcha. El ministerio de vivienda ha creado programas de mejoramiento de pueblos y calles, lo que elevará la calidad de vida de sus pobladores. Algunos sitios arqueológicos y áreas protegidas cuentan con planes de manejo que no son difundidos entre los visitantes y que muchas veces han dejado de lado a los que habitan esos espacios.

Recientemente, también se ha anunciado retomar la política nacional de trenes, abandonada por más de cincuenta años, que construirá una vía férrea de Norte a Sur por los valles longitudinales interandinos que uniría quince de las veinticinco capitales regionales (vid Figura 6).

Propuestas turísticas y de ordenación del territorio a partir de una concepción sistémica

Dado que el destino turístico es una unidad conceptual, sugerimos el empleo de una visión sistémica que conlleve una concepción múltiple y jerarquizada de un solo espacio (bajo una determinada marca y símbolo (Machu Pichu o Cusco) y que parta de las ciudades con servicios de calidad y una concentración interesante de atractivos, de manera que se puedan proponer diversos circuitos organizados a partir de estos centros de servicios y que a su vez deleguen en cada uno de los circuitos menores a otros centros de servicios. De igual manera, se debe considerar que el sistema meridional se inserta en otros superiores, como subsistema dependiente del nacional, liderado por Lima y del circuito regional latinoamericano y que se debe fortalecer su conectividad con ambos, multiplicando las sinergias (Figura 8).

 

Figura 8. El circuito sur peruano como parte de un circuito regional mayor.

 

Aunque los tres principales destinos del circuito comprenden una población importante, sería necesario esforzarse por establecer rutas y circuitos que incorporen nuevos destinos, para que la actividad turística se reparta en el territorio dando la oportunidad de participar a empresarios y poblaciones locales con las consiguientes ventajas. Esto es posible sobre todo con destinos como Ica y Madre de Dios que ya tienen alguna actividad.

 

Cuadro 1. Población de las regiones turísticas

Población 2005

Región

Característica

Población 2005

1,140,810

Arequipa

Destinos principales

3,557,821

1,171,503

Cusco

1,245,508

Puno

665,592

Ica

Destinos a fortalecer dentro del circuito

757,616

92,024

Madre de Dios

619,338

Ayacucho

Destino aislado pero fácilmente incorporable

619,338

159,306

Moquegua

Sub circuito aislado asociado al norte de Chile

433,802

274,496

Tacna

447,054

Huancavelica

Destino perteneciente al circuito central

447,054

418,882

Apurímac

Circuitos aislados

418,882

19,917,752

Resto

 

19,917,752

26,152,265

Total Nacional

   

 

Todo parece indicar que las planificaciones nacional y turística se encuentran cada vez más cerca. El proceso de aproximación debe ser fortalecido e impulsado incorporando elementos territoriales en los planes turísticos y procurando terminar lo más pronto posible los diagnósticos y planes territoriales a escala nacional, de manera que a través del efecto cascada se traspase una visión de conjunto y una metodología a las administraciones regionales y locales.

Se deben crear espacios de reflexión periódicos y constantes con el fin de recordar y actualizar información que lleve a una visión común. Los casos existentes demuestran que es imprescindible crear mecanismos de participación ciudadana que permitan identificar y alentar a líderes locales que dinamicen e innoven procesos dando fuerza al territorio.

Se deben plantear procesos administrativos que comprometan una coordinación efectiva de las instituciones involucradas en el manejo del patrimonio natural y cultural, pero también a aquellas relacionadas con el turismo y la ordenación territorial. Las poblaciones locales deberán ser las primeras beneficiadas y cualquier acción deberá considerar sus necesidades, evitando conflictos de doble uso de recursos y espacios por parte de turistas y residentes.

Si bien se espera que los niveles de accesibilidad terrestre mejoren sensiblemente en los próximos años, se debe reconocer también que el transporte terrestre de calidad dinamiza territorios y economías y que además permite que el turista tenga una visión más cercana a la realidad del destino que aborda. Por otro lado el modo terrestre de transporte facilita repartir el flujo turístico evitando concentraciones y enclaves.

El incremento de la conectividad de los sistemas turístico y territorial para el desarrollo económico-territorial debe basarse en la intermodalidad de los modos convencionales de transporte y de comunicación, reforzada por los celulares e Internet que están resultado eficaces en el desenclave de muchos lugares a partir del momento que cuentan con cobertura

El Estado deberá respetar los principios que propone y empezar programas que corrijan errores que han llevado al deterioro del patrimonio natural y cultural, por falta de coordinación de las instituciones responsables, y paisajístico, por actuaciones como la de los tejados de calamina no combinados con la sobrecubierta de teja, paja, totora, etc.

El papel de la empresa privada debe ser incentivado de manera que siga colaborando con la administración en labores como la conservación del patrimonio urbano y continúe estableciendo alianzas estratégicas con comunidades y asociaciones locales.

 

Notas

[1] Este trabajo ha sido posible gracias al proyecto de investigación financiado por la AECI, A/9973/07 – “Aportaciones de la ordenación territorial europea al desarrollo del turismo y del territorio en el Perú” y cuyo responsable es V. Bielza. En el se recogen las primeras investigaciones “in situ” llevadas a cabo por los firmantes

[2] Nilótica, mesopotámica, indogangética y china

[3] La preazteca y la azteca en los lagos de Texcoco y Xochimilco de la altiplanicie mexicana.

 

Bibliografía

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Referencia bibliográfica

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