Menú principal de Geo Crítica

Índice de Ar@cne

 

Ar@cne
REVISTA ELECTRÓNICA DE RECURSOS EN INTERNET
SOBRE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona
Nº 126, 1 de noviembre de 2009
ISSN 1578-0007
Depósito Legal: B. 21.743-98

 

RECURSOS EN INTERNET SOBRE LA HISTORIA AMBIENTAL DE ESTADOS UNIDOS Y CANADÁ


Gerard Jori
Universidad de Barcelona
<gerardjori@gmail.com>



Recursos en internet sobre la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá (Resumen).

La historia ambiental estudia las interrelaciones que se producen entre los sistemas humanos y los sistemas naturales. Se trata de un campo de investigación multidisciplinar entre cuyos objetivos básicos se encuentra la aprehensión de las raíces históricas de la actual crisis ecológica. En este trabajo presentamos los rasgos esenciales de la historiografía del medio ambiente y damos a conocer algunas fuentes digitales para el estudio de la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá.

Palabras clave: historia ambiental, crisis ecológica, recursos digitales, Canadá, Estados Unidos.


Resources on internet about American and Canadian environmental history (Abstract).

The environmental history studies the interrelationships that occur between human systems and natural systems. This is a multidisciplinary research field whose basic objective is the apprehension of the historical roots of our current ecological crisis. This paper presents the essential features of the environmental historiography and reports some digital sources for the study of American and Canadian environmental history.

Key words: environmental history, ecological crisis, digital resources, Canada, United States.



En el número 125 de esta misma revista, el profesor Horacio Capel (2009b) ha examinado las potencialidades y limitaciones de internet para el estudio del conocimiento geográfico[1]. Siguiendo esta línea de trabajo, en este artículo queremos dar a conocer algunos recursos electrónicos para la investigación y docencia de la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá. La reciente publicación de una extraordinaria monografía sobre el tema, que en nuestro país todavía no ha alcanzado la difusión que merece, nos da la ocasión para centrar el artículo en esos dos países de Norteamérica. Nos estamos refiriendo al libro de Carolyn Merchant American Environmental History. An Introduction (2007), donde la autora, considerada una de las más brillantes historiadoras del medio ambiente[2], analiza en profundidad las principales transformaciones del territorio estadounidense producidas en el transcurso del último milenio, proporcionando, al mismo tiempo, claves interpretativas muy sugerentes de la actual crisis ecológica.

De hecho, el libro de Merchant constituye una muestra muy clara de la importancia que posee la reflexión histórica para afrontar uno de los mayores retos que la humanidad tiene planteados. Aunque los problemas ambientales actuales son cualitativa y cuantitativamente distintos a los del pasado, es necesario echar la mirada hacia atrás para tomar conciencia de las estrategias seguidas por cada sociedad para controlar, modificar y conservar su respectivo medio natural. La historia ambiental se presenta, en consecuencia, como un inagotable campo del saber que, lejos de constituir una huida de la realidad, se conecta de manera unívoca y directa con uno de los principales desafíos de la sociedad contemporánea. En este trabajo queremos contribuir a ello seleccionando y clasificando algunas fuentes digitales que juzgamos relevantes para el estudio de la historia ambiental norteamericana. La amplitud y diversidad de materias que engloba esta disciplina, así como el gran número de investigadores que posee en Estados Unidos y Canadá, determinan la existencia de numerosos sitios web con contenidos que son de gran utilidad. Con todo, esta riqueza informativa puede dar lugar a una cierta saturación y repetición de datos, razón por la que consideramos de interés publicar este artículo de discriminación de las fuentes electrónicas.

Pero antes de presentar los principales recursos existentes en la red, veamos, someramente, qué es la historia ambiental y de qué forma se cultiva.


Un conocimiento de vocación multidisciplinaria y próximo a la geografía

No es nuestra intención discutir los fundamentos teóricos de la historia ambiental –cuestión que ya posee una amplia bibliografía[3]– por lo que adoptaremos la definición que más consenso parece suscitar entre los estudiosos que se dedican a esta rama del conocimiento. Según dicha definición, apuntada, entre otros muchos, por Donald Worster, la historia ambiental se ocupa del entendimiento de las influencias recíprocas entre el hombre y el medio ambiente a lo largo del tiempo[4]. A la vista de ello, podemos realizar diversas consideraciones, unas de carácter general y otras sobre las relaciones existentes entre la historia ambiental y el conocimiento geográfico.

La primera es que un objeto de estudio tan amplio como el indicado puede abordarse desde múltiples escalas, tanto espaciales como temporales. Así, se han publicado varias “historias ambientales” del conjunto del planeta. Unas analizan la interacción entre las sociedades humanas y la naturaleza con una perspectiva histórica muy amplia, que a veces se remonta a varios miles de años[5]; otras, en cambio, se ciñen a periodos de tiempo mucho más breves, medidos en cientos o decenas de años[6]. También existen trabajos que proponen acercamientos a la historia ambiental de ámbitos continentales y sub-continentales. El de Jim McCann (1999), centrado en la historia ambiental de África entre 1800 y 1900, constituye un buen ejemplo del primer tipo de aproximaciones, mientras que el libro de Guillermo Castro Herrera (1994) sobre América Latina  lo es del segundo tipo. Asimismo, la bibliografía histórico-ambiental cuenta con numerosos estudios basados en países concretos. De Asia, por ejemplo, se pueden mencionar valiosos trabajos sobre India[7], Indonesia[8] y China[9]. Tampoco puede dejar de señalarse la abundante producción bibliográfica que analiza la historia ecológica de ámbitos regionales determinados. Entre los que han recibido una mayor atención se encuentran la Amazonia y los Andes, dos regiones naturales de América del Sur cuya historia ambiental no sólo ha despertado el interés de científicos[10], sino también el de cineastas[11].

Por otro lado, la amplitud del objetivo que persigue la historia ambiental determina que se aborden una gran pluralidad de temas y que se propongan enfoques muy diversos. A grandes rasgos, podemos distinguir entre una historia ambiental general, cuyo cometido reside en estudiar analíticamente los procesos globales de interacción entre el hombre y el medio en un periodo y un lugar dados, y una historia ambiental más particular, centrada en problemas específicos de investigación. Por ejemplo, diversos autores han recurrido a la historia del medio ambiente para explicar el espectacular avance del imperialismo europeo. Para estos investigadores, entre los que no puede dejar de mencionarse a Alfred W. Crosby (1986; 1991), Jared Diamond (1997) y Sheldon Watts (1997), la imparable expansión geográfica de los pueblos del Viejo Continente no puede interpretarse, únicamente, a partir de su pretendida supremacía técnica y militar, sino que también es preciso atender a la superioridad de los sistemas ecológicos europeos. Otro asunto que ha sido objeto de preocupación es el de la dimensión histórica y social de las catástrofes naturales. El ya citado Diamond (2005) ha dedicado una extensa y erudita monografía a la desaparición de sociedades del pasado que no supieron adaptarse a sus condiciones ambientales. Según el autor, la humanidad debe extraer lecciones de estos casos dramáticos y adoptar medidas urgentes para afrontar la actual crisis ecológica si no quiere correr la misma suerte que esos pueblos extinguidos. En cualquier caso, ya sea con un enfoque general, ya sea con un enfoque particular, la historia ambiental siempre persigue la finalidad de integrar los factores naturales en la explicación histórica, o, dicho de otro modo, pretende hacer de la naturaleza un agente activo de la historia.

Ello, no obstante, no quiere decir que la historia ambiental sea una especialidad de la historia, ni de ninguna otra disciplina científica, sino que, por el contrario, constituye un saber de carácter multidisciplinar, a caballo entre las ciencias naturales y las ciencias sociales, que debe nutrirse de aportaciones provenientes de distintas ramas del conocimiento. Obviamente, mantiene grandes relaciones con la historia y la ecología. De una y otra toma prestadas metodologías, técnicas, argumentaciones y conocimientos, aunque Rolf P. Sieferle advierte del peligro de caer en reduccionismos cuando no se sigue un enfoque que, al mismo tiempo, atienda a las dimensiones social y natural[12]. Por otro lado, no deben soslayarse los fuertes lazos que vinculan a la historia ambiental con otras disciplinas, tales como la antropología, la sociología, la climatología o la edafología. La reflexión histórico-ambiental ha de recurrir a todas ellas para explicar satisfactoriamente la interacción entre los sistemas naturales y los sistemas socioculturales, lo que la convierte en un apasionante campo de investigación no exento, empero, de una gran complejidad.

En particular, queremos poner de relieve algunas afinidades existentes entre la historia ambiental y lo que creemos que es, o debería ser, la geografía.

Ante todo, cabe decir que desde el siglo XIX diversos geógrafos vienen insistiendo en el carácter de “ciencia de encrucijada” o “disciplina puente” que posee la geografía[13], lo que la aproxima, indefectiblemente, a los planteamientos heurísticos y de base de la historia ambiental. En un texto de 1887, Halford J. Mackinder resaltó la utilidad de la geografía y trató de deslindarla de otras disciplinas vecinas subrayando, precisamente, la vocación integradora y universal del conocimiento geográfico. En efecto, tras constatar la creciente separación entre las ciencias que estaba ocasionando el avance de la especialización del saber, Mackinder señaló que es “tarea del geógrafo tender un puente sobre un abismos que, en opinión de muchos, está rompiendo el equilibrio de nuestra cultura”[14]. Desgraciadamente, el desarrollo autónomo de las distintas ramas de la geografía ha determinado una excesiva compartimentación del conocimiento geográfico, lo que en los años setenta del siglo pasado ya llevó a Pierre George a vislumbrar la amenaza de la desintegración de la disciplina[15]. La división, en 1977, de la revista Progress in Geography en dos publicaciones independientes –Progress in Physical Geography y Progress in Human Geography– constituye una muestra fehaciente de la falta de diálogo en el seno de la comunidad de geógrafos. Pensamos, con el profesor Joan Tort (2004; 2009), que la geografía debería cumplir el papel que le otorgaba Mackinder, máxime en los tiempos que corren, cuando la sobreabundancia de información desconexa exige, más que nunca, un esfuerzo de síntesis y organización de los datos para abordar los grandes problemas del mundo. Tanto la geografía como la historia ambiental, dos conocimientos de proyección multidisciplinar a medio camino entre las ciencias sociales y las ciencias naturales, pueden muy bien contribuir a establecer complejos de relaciones entre unas y otras[16].

Por otro lado, es indiscutible que ambas disciplinas se conectan a través del objeto de estudio, pues es sabido que entre las tareas básicas del geógrafo se encuentra el análisis de las relaciones entre el hombre y el medio natural[17]. Leamos, por ejemplo, la concepción de la ciencia geográfica que defendía Albert Demangeon, y que bien podría haber sido suscrita por un historiador del medio ambiente:

"Les phénomènes géographiques peuvent être envisagés à un double point de vue, selon que les conditions naturelles qu’ils créent s’imposent nécessairement à l’homme et déterminent les conditions mêmes de son existence, ou bien que l’homme, réagissent contre elles, les transforme, les supprime, les utilise. Il y a donc, d’une part, adaptation de l’homme à la nature, d’autre part, domestication de la nature par l’homme"[18]

A partir de 1933 Pierre Deffontaines puso en marcha la ambiciosa colección editorial Géographie Humaine, de la que llegarían a publicarse treintaiséis títulos. En el prefacio del primer libro, escrito por Georges Hardy (1933), el mismo Deffontaines subrayó que el objetivo de la colección era presentar los paisajes y las actividades humanas, identificando los rasgos que los unifican[19].  Mas sería un error interpretar las visiones de Demangeon o Deffontaines desde la óptica de la escuela de geografía francesa, ya que por las mismas fechas geógrafos anglo-sajones como William M. Davis también afirmaban que el contenido de la geografía residía en las relaciones hombre-medio[20].

Sin embargo, debemos lamentar, de nuevo, que la evolución posterior de la ciencia geográfica haya seguido unos derroteros bien distintos y mucho menos fascinantes. La entrada en escena de la geografía neopositivista llevó a la concepción de nuestra disciplina como la ciencia que se ocupa de “la formulación de leyes que rigen la distribución espacial de ciertas características en la superficie de la tierra”[21], tal como la definió Fred K. Schaefer en su artículo canónico de 1953. La revolución cuantitativa no sólo hizo de la geografía una ciencia de las relaciones espaciales y de la distribución espacial, visión que creemos se ha visto reforzada con la irrupción de los SIG, sino que también relegó a la historia a un papel marginal en la explicación geográfica, hasta el extremo que el mismo Schaefer llegó a afirmar que “las leyes estrictamente geográficas no contienen referencias al tiempo y al cambio”[22]. La autonomía de la geografía respecto a la historia, o respecto a cualquier otra disciplina, queda fuera de cualquier duda. Pero estamos convencidos que el conocimiento geográfico sólo podrá contribuir a resolver los problemas del mundo contemporáneo si se relaciona de manera intensa con otras ciencias y, en especial, con la historia, que es la ciencia social por excelencia[23]. Aunque sea un poco largo, vale la pena reproducir el siguiente pasaje de The Nature of Geography, donde Richard Hartshorne, imbuido del pensamiento kantiano, argumentó, con suma lucidez, la confraternidad epistemológica entre la geografía y la historia:

"Geography and history are alike in that they are integrating sciences concerned with studying the world. There is, therefore, a universal and mutual relation between them, even though their bases of integration are in a sense opposite--geography in terms of earth spaces, history in terms of periods of time. The interpretation of present geographic features requires some knowledge of their historical development; in this case history is the means to a geographic end. Likewise the interpretation of historical events requires some knowledge of their geographic background; in this case geography is the means to an historical end"[24]

Concretamente, si la geografía desea abordar el acelerado proceso de degradación ambiental al que asistimos, tendrá que alcanzar un conocimiento profundo de los factores que, históricamente, han provocado dicha degradación. Asunto éste del que también se ocupa la historia ambiental y que, como hemos visto, ya fue reclamado como una de las principales tareas a las que debe consagrarse el geógrafo.

Lo cierto es que la tradición geográfica puede perfectamente reivindicar la paternidad de determinados postulados básicos relativos a las consecuencias ambientales de la acción del hombre. Eliseo Reclus, por ejemplo, ya advirtió en la segunda mitad del Ochocientos que la modificación antrópica de la faz de la Tierra dependía de las actitudes y condiciones sociales de cada país, y unos años más tarde el también geógrafo Ernst Friedrich acuñó el término Raubwirtschaft, que podemos traducir como “economía del saqueo” o, simplemente, “rapiña”, para caracterizar el agotamiento de los recursos que estaba operando la civilización occidental[25]. Friedrich tuvo una influencia notable en autores como Jean Brunhes, que en La geógraphie humaine desarrolló el concepto de Raubwirtschaft[26] señalando que “parece extraño que la civilización sea acompañada de una típica devastación con todas sus graves consecuencias en tanto que los grupos primitivos conocen solamente expresiones suaves de devastación”[27]. Estas ideas no cristalizaron de inmediato en el desarrollo de una geografía ecológica que se interesara por los cambios que el hombre provocaba en la naturaleza, ya que los geógrafos del siglo XIX y principios del XX, muy condicionados por las enseñanzas de Ratzel, tendieron a centrar sus investigaciones en la influencia contraria, es decir, el papel del medio físico en el funcionamiento de las sociedades[28]. Con todo, a medida que los problemas ecológicos se iban agravando, volvieron a hacerse familiares las reflexiones sobre la incidencia de la especie humana en el entorno.

Siguiendo una línea de trabajo abierta en los albores del siglo XX por geógrafos alemanes, particularmente por Otto Schlüter, Carl O. Sauer propuso en 1925 que la geografía debía ocuparse de forma preferente por todos aquellos elementos del paisaje que tenían un origen cultural[29], y seis años después publicó su célebre artículo “Cultural Geography”, auténtica acta fundacional de la geografía cultural, donde estableció que la tarea de ésta consiste en estudiar las expresiones del aprovechamiento humano sobre la superficie terrestre con el objetivo de lograr un entendimiento de la diferenciación de la Tierra por áreas[30]. El autor norteamericano se comprometió específicamente con el gran tema de la domesticación de plantas y animales y su incidencia en la morfología de los paisajes[31], reconoció las virtudes ecológicas de determinadas culturas “primitivas” y se interesó por la degradación del planeta. Así, en 1938 ya dijo que “our modern expansion has been effected in large measure at the cost of an actual impoverishment of the world[32], y en 1955 los integrantes de la escuela de Berkeley, capitaneada por el mismo Sauer, animaron el simposio Man’s Role in Changing the Face of the Earth, donde se defendieron trabajos que analizaban la relación hombre-medio desde una perspectiva histórica amplia[33]. Sauer habló de la capacidad del hombre para alterar el medio natural, examinando los efectos históricamente acumulativos y diferenciando los comportamientos culturales de los distintos grupos humanos, mientras que Clarence J. Glacken se ciñó al terreno de la historia del pensamiento, estudiando la evolución de las ideas sobre el mundo habitable[34]. En 1987 se organizaría un segundo coloquio de características similares con el título The Earth as Transformed by Human Action. El simposio también fue auspiciado por geógrafos y tuvo un carácter decididamente multidisciplinario.

Así pues, la historia del medio ambiente encuentra brillantes precedentes en la tradición geográfica, por no decir que lo que han hecho muchos geógrafos es, a fin de cuentas, historia ambiental desde un enfoque geográfico. Llegados a este punto, conviene poner de manifiesto el parentesco existente entre la historia ambiental y la geografía histórica, que podemos definir como aquella especialidad de la geografía que se ocupa de la reconstrucción de paisajes culturales del pasado[35]. Para llevar a cabo dicho cometido la geografía histórica ha de abordar, ineludiblemente, las relaciones hombre-naturaleza características de cada momento y lugar, conectándose, por esta vía, con la historia del medio ambiente. Podemos ejemplificarlo haciendo referencia a una obra magistral de Norman J. G. Pounds (2000) sobre la geografía histórica de Europa. Según el autor, tres son los factores que, históricamente, han determinado el modelo espacial europeo: el medio físico, la tecnología y las actitudes y formas de organización social[36]. De ahí que uno de los temas centrales del libro lo constituyan las interacciones recíprocas entre el medio y las actividades humanas. Ello, en modo alguno, significa que deban asumirse las tesis convencionales del determinismo ambiental, por fortuna superadas, pues ya nadie se atreve a defender que la historia sea un producto del medio geográfico. Con todo, hay que reconocer que la acción humana es indisociable de dicho medio, ya que está condicionada o limitada por factores como la disponibilidad de recursos, la productividad del suelo o la capacidad de transporte y circulación. La concepción posibilista de las relaciones hombre-medio defendida por la geografía vidaliana a principios del siglo XX, y proyectada al terreno de la historia por la escuela de los Annales, se nos antoja, en consecuencia, como un enfoque de plena vigencia para analizar el objeto de estudio central de la historia del medio ambiente[37].


Un conocimiento antiguo, una disciplina joven

De la geografía se ha dicho que tiene un largo pasado y una breve historia[38]. El “largo pasado” hace referencia a los más de dos mil quinientos años de su existencia; la “breve historia” al periodo de aproximadamente ciento veinticinco años en que ha constituido un cuerpo de conocimientos y de métodos dotado de una cierta coherencia. Algo parecido se puede decir de la historia ambiental. Desde la Antigüedad, se ha reflexionado sobre el papel del hombre como agente transformador de la naturaleza o se ha recurrido a modelos explicativos basados en las condiciones ambientales para explicar fenómenos como las diferencias culturales observadas entre los pueblos. Sin embargo, sólo recientemente la historia ambiental ha sido reconocida como una disciplina socialmente cohesionada y con unos objetivos y límites bien determinados. Un buen indicador del grado de consolidación de las disciplinas científicas lo proporciona la existencia de asociaciones profesionales que, entre otras cosas, perseveren en el reconocimiento institucional y social de su disciplina[39]. Atendiendo a este parámetro, la historia ambiental puede ser considerada como una disciplina joven ya que la primera sociedad de historiadores del medio ambiente, la American Society for Environemental History, sólo se fundó en 1977, mientras que su homóloga europea, la European Society for Environmental History, nació en 1999.

En su extensa monografía sobre las nociones de naturaleza y cultura en la historia del pensamiento occidental, Glacken (1996) explicó el desarrollo de las ideas sobre la capacidad humana para controlar y modificar los entornos naturales. Por lo general, dichas ideas denotaban un gran optimismo, pero en ocasiones también se defendieron actitudes contrarias a la intervención del hombre. Así, por ejemplo, en el siglo XVII el naturalista inglés John Evelyn (1801 [1664]) criticó abiertamente la desproporcionada extensión de los cultivos en detrimento de las áreas boscosas.

Por otro lado, Glacken también mostró las distintas formas en que se ha presentado el modelo del determinismo ambiental para explicar los caracteres humanos y los patrones culturales. Desde la Antigüedad, muchos autores han interpretado los estilos de vida y las fases de la historia a partir de la influencia de factores naturales como el clima, el suelo o el relieve. Esta visión escasa o nulamente matizada del influjo ambiental puede perfectamente reseguirse, a través de continuas reformulaciones, hasta mediados del siglo XX[40], momento a partir del cual los modelos de explicación comenzaron a relegar a la naturaleza a un lugar secundario en beneficio de los procesos económicos, sociales o simbólico-espirituales[41]. Pese a ello, nunca han desaparecido del todo los intentos de reconstruir la relación entre la cultura y las condiciones naturales, hecho que podemos constatar a través de la tradición materialista de la antropología estadounidense. Dicha tradición concibe las culturas como sistemas de pautas de conducta que sirven para relacionar a las comunidades humanas con sus respectivos entornos ecológicos, por lo que el cambio cultural constituye un proceso de adaptación que se superpone a la selección natural[42]. Por ejemplo, Marvin Harris (2005) ha explicado hábitos alimentarios como el rechazo de la carne de cerdo entre los judíos y los musulmanes a partir de elecciones racionales vinculadas con la ecología. Y, en el terreno etnológico, Roy Rappaport (1987) ha estudiado el ciclo ritual de los tsembaga como un elemento regulador de las relaciones mantenidas por este pueblo de Nueva Guinea con el ecosistema que habita.

Con todo, los trabajos de historia ambiental han seguido cauces bien distintos y mucho más comprometidos con el desafío que supone abordar la crisis ecológica contemporánea. En efecto, pensamos que el origen de la actual disciplina histórico-ambiental se remonta a finales de los años setenta y tiene como telón de fondo la progresiva inquietud social y política por los problemas medioambientales, suscitada, fundamentalmente, a raíz de catástrofes como las de Seveso (1976), Love Canal (1978), Bhopal (1984) o Chernóbil (1986). Como ha subrayado Judith Rees, la comprensión de esos problemas exige el análisis de temas muy diversos –sistemas físicos, procesos económicos, organizaciones sociales, instituciones políticas y estructuras jurídico-administrativas[43]–, lo que ha convertido a la problemática ambiental en un objeto de preocupación creciente de varias disciplinas científicas. Obviamente, la ecología fue una de las primeras en responder al reto de abordar, científicamente, las nuevas y graves amenazas ambientales que se ciernen sobre el conjunto del planeta, tales como la reducción del ozono estratosférico o el empobrecimiento de la biodiversidad. Pero tampoco han faltado las aportaciones historiográficas que tratan de aprehender las raíces históricas de la actual crisis ecológica, lo que, desde nuestro punto de vista, constituye la principal razón de ser de la nueva historia ambiental y establece, al mismo tiempo, una separación nítida entre este conocimiento y las interpretaciones intelectuales de la historia y las culturas basadas en la influencia del medio natural.

Así entendida, la historia del medio ambiente se interroga sobre los problemas ambientales del pasado, las concepciones de la naturaleza mantenidas por sociedades pretéritas o la manera en que dichas concepciones se han transferido al terreno de las decisiones institucionales y legislativas. De este modo, la historia ambiental construye una visión de la crisis ecológica que encuentra sus orígenes en el pasado, lo que, en ocasiones, ha conducido a resultados muy apreciables. Así, son abundantes los trabajos que identifican y analizan los factores humanos que, históricamente, han determinado la contaminación del aire y el agua en las ciudades[44], y que permiten concluir que una de las principales claves explicativas de estos problemas reside en la emergencia de un modelo de civilización técnico-industrial que concibe la naturaleza al servicio exclusivo del hombre. Desde un enfoque más positivista, también se han realizado numerosos intentos de aplicar conceptos y teorías de la biología o la física a la caracterización del cambio ambiental desde una perspectiva histórica. En este sentido, podemos aludir a las investigaciones que analizan los impactos ecológicos de las actividades humanas mediante la contabilidad del llamado “metabolismo social”, y que, por ejemplo, han permitido colegir que el proceso de degradación de los paisajes se halla íntimamente relacionado con el aumento de la energía externa utilizada por los sistemas agrarios a partir de la Revolución Verde[45]. Aunque este tipo de aproximaciones ha cosechado algunos resultados dignos de atención, no faltan quienes critican abiertamente esta forma de proceder, que muchas veces se limita al mero empleo de metáforas –más o menos afortunadas– como la del “organismo social”[46].

Como se ha dicho, la historia del medio ambiente aborda una gran cantidad de temas y adopta diversas direcciones. La reconstrucción de las condiciones climáticas del pasado constituye uno de los asuntos que viene polarizando una mayor atención en los últimos años, lo cual, en buena medida, puede explicarse por la irrupción del cambio climático entre los principales motivos de preocupación social y política. Las aportaciones de la historia ambiental han sido fundamentales para constatar el proceso de calentamiento del planeta de origen antrópico, proceso éste que el Cuarto Informe del Intergovernmental Panel on Climate Change(IPCC 2007) ya califica de inequívoco, dado que sus principales evidencias científicas son el aumento de la temperatura media planetaria registrado desde la Revolución Industrial, así como la alteración de la composición química de la atmósfera detectada a partir del momento en que el hombre comenzó a quemar ingentes cantidades de combustibles fósiles. Por otro lado, la historia ambiental ha aportado estudios de gran interés sobre otras mutaciones climáticas producidas en el pasado, demostrando que el elemento más distintivo del actual cambio climático reside en su agente causante, el hombre. Recurriendo a técnicas de investigación muy diversas, que incluyen desde la búsqueda de proxy-data en archivos históricos hasta el análisis de los anillos de crecimiento anual de los árboles, se ha podido constatar que el clima, lejos de ser constante, es un fenómeno cambiante a lo largo del tiempo, y que sus fluctuaciones pueden haber desempeñado un papel determinante en la evolución histórica de la agricultura y de la población[47]. Pero al mismo tiempo las sociedades humanas también han ofrecido respuestas a la variabilidad climática, que, por ello, puede muy bien haber constituido uno de los agentes que han favorecido el desarrollo de la cultura y la expansión geográfica de nuestra especie. En este sentido, son conocidas las tesis que vinculan el surgimiento de la agricultura con un cambio de las condiciones climáticas producido en Palestina hace unos doce mil años[48].

En España también se han publicado algunos trabajos de climatología histórica que constituyen valiosas aportaciones a este campo de investigación[49]. De todos modos, en nuestro país la difusión de la historia ambiental ha sido muy tardía. El primer intento para dar a conocer esta disciplina data de 1988, fecha de la celebración de un curso de verano en la Universidad de Córdoba cuyos principales contenidos se divulgaron, cinco años después, a través del libro Ecología, campesinado e historia[50]. A este simposio le siguieron otros dos organizados, respectivamente, en las universidades de Girona (1991) y de Santiago de Compostela (1992). Algunas de las aportaciones presentadas a ambos cursos se publicaron en 1993 en el número 11 de la revista Ayer, editada por la Asociación de Historia Contemporánea. El objetivo de este número monográfico sobre Historia y Ecología era “ofrecer una gama variada de visiones sobre el objeto, los supuestos teóricos y los métodos de la Historia Ecológica o Ambiental”[51], razón por la que la mayor parte de los artículos tenía por objetivo caracterizar el debate teórico entre las distintas corrientes de la historia del medio ambiente. Asimismo, en la introducción se subrayaba que la historia no podía permanecer impasible ante las grandes manifestaciones de una crisis que no sólo era ambiental, sino también civilizadora, y que para ello resultaba imprescindible abandonar los enfoques basados en “la idea hegeliana del progreso material […]; normalmente ciega ante los enormes costes sociales del progreso e ignorante de los daños ambientales que ha producido”[52].

A partir de la publicación del número monográfico de Ayer fue creciendo el interés por la historia del medio ambiente y, aunque los temas abordados por los investigadores españoles han sido muy variados, se advierte un sesgo bastante acentuado hacia las cuestiones agrarias, lo que no deja de ser lógico dada la enorme tradición que posee la historia agraria en nuestro país. La gestión de los montes es otro asunto que ha suscitado un vivo interés, y diversos autores españoles han realizado valiosas contribuciones al debate sobre la llamada “tragedia de los bienes comunes”, iniciado en 1968 por el biólogo Garrett Hardin[53]. Entre las publicaciones españolas más recientes deben destacarse los libros Naturaleza transformada[54] y La incidencia de la especie humana sobre la faz de la Tierra (1955-2005)[55]. El primero recoge una selección de las cuarenta comunicaciones presentadas al I Encuentro Estatal de Historia Ambiental, celebrado en Andújar en 1999. Una buena parte de los textos hace referencia a la agricultura y los montes, aunque también se incluyen trabajos que versan sobre temas más novedosos, tales como la lluvia ácida, la minería o la justicia ambiental. El segundo libro retoma y actualiza las reflexiones realizadas durante el simposio de 1955 Man’s Role in Changing the Face of the Earth, al que ya nos hemos referido anteriorment. En esta obra colectiva encontramos un primer bloque de trabajos que identifican y analizan el contexto ideológico e institucional en el que se ha desarrollado la reflexión teórica sobre el papel del hombre como agente transformador de la naturaleza. A continuación, sigue un segundo bloque de capítulos con enfoques más aplicados que da cuenta del rápido crecimiento y consolidación que ha tenido la historiografía ambiental en España.


Algunas fuentes digitales para el estudio de la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá

A continuación, presentamos algunos recursos electrónicos que consideramos de interés para el estudio y docencia de la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá. Hemos agrupado dichos recursos en nueve categorías: 1) introducción a la historia ambiental; 2) asociaciones de historiadores del medio ambiente; 3) revistas y bibliografías; 4) repositorios digitales; 5) estudios locales y regionales; 6) recursos didácticos y planes de estudio; 7) agencias y servicios gubernamentales; 8) filosofía y ética ambiental; y 9) animales. La lista no pretender ser exhaustiva, sino que recoge una pequeña parte de las fuentes digitales disponibles en internet. Todos los vínculos han sido consultados durante el mes de octubre de 2009 y son de acceso abierto.


Introducción a la historia ambiental

Existen numerosas webs que presentan una panorámica general de los principales contenidos de la historia ambiental. Por lo que sabemos, la siguiente página, dirigida por Carolyn Merchant, es la que lo hace de un modo más exhaustivo. De ella cabe sobre todo destacar las numerosas referencias bibliográficas organizadas temáticamente:

Environmental History. Explore the Field. Berkeley: University of California, s/f. <http://www.cnr.berkeley.edu/departments/espm/env-hist/>.

También puede encontrarse abundante información sobre los grandes temas que aborda la historia ambiental en este enlace:

EcoHistory. Siesta Key: EcoHistory, s/f. <http://www.ecohistory.net/>.

Desde una óptica más aplicada, las siguientes webs analizan la historia ambiental de América del Norte con una perspectiva temporal muy amplia, por lo que pueden resultar útiles para realizar una primera aproximación a este campo del saber:

North America during the Last 150,000 Years. Oak Ridge: Oak Ridge National Laboratory, s/f. <http://www.esd.ornl.gov/projects/qen/nercNORTHAMERICA.html>.

Pleistocene Extinctions. The Death of an Ecosystem. San Francisco: The Well, s/f. <http://www.well.com/user/elin/extinct.htm>.

Las dos páginas que siguen albergan diversos contenidos generales sobre la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá respectivamente:

Nature Transformed. The Environment in American History. Research Triangle Park: National Humanities Center, s/f. <http://nationalhumanitiescenter.org/tserve/nattrans/nattrans.htm>.

The Green Pages. s/l.: The Green Pages, s/f. <http://www.thegreenpages.ca/portal/ca/>.

Finalmente, señalamos dos recursos que abordan las concepciones de la naturaleza entre las poblaciones nativas de Norteamérica, tema recurrente en la historiografía ambiental estadounidense y canadiense:

Native Americans and the Environment. Washington, D. C.: National Council for Science and the Environment, 2002. <http://www.cnie.org/NAE/index.html>.

The Use of Land. Perspectives on Stewardship. Research Triangle Park: National Humanities Center, 2003. <http://nationalhumanitiescenter.org/tserve/nattrans/ntecoindian.htm>.


Asociaciones de historiadores del medio ambiente

Tanto Estados Unidos como Canadá cuentan con asociaciones de historiadores del medio ambiente dedicadas a la difusión de este conocimiento. Sus respectivos sitios web son:

American Society for Environmental History. Tacoma: American Society for Environmental History, 2005. <http://www.aseh.net/>.

Network in Canadian History & Environment. s/l.: Network in Canadian History & Environment, 2005. <http://niche-canada.org/>.

En ambos países existen otras organizaciones de profesionales de la historia ambiental centradas en temas más específicos:

North American Association for Environmental Education. Washington, D. C.: North American Association for Environmental Education, s/f. <http://www.naaee.org/>.

Forest History Society. Durham: Forest History Society, s/f. <http://www.foresthistory.org/>.

Chaire de Recherche du Canada en Histoire Environnementale du Québec. Trois-Rivières: Université du Québec, 2005. <http://www.cieq.uqtr.ca/crc_hec/index.php>.

Por ultimo, pueden consultarse las páginas de dos asociaciones internacionales, que también alojan recursos de interés sobre la historia ambiental norteamericana:

History of Earth Sciences Society. Mahwah: History of Earth Sciences Society, 2007. <http://shop.historyearthscience.org/>.

International Commission on History of Meteorology. s/l.: International Union of History and Philosophy of Science, s/f. <http://www.meteohistory.org/>.


Revistas y bibliografías

Existen varias revistas científicas dedicadas a la historia del medio ambiente. Consignamos los vínculos de dos editadas en Estados Unidos y una en Europa. Desgraciadamente, ninguna de ellas permite el acceso gratuito a los artículos:

Environmental History. Tacoma: American Society for Environmental History & University of Washington, 2005. <http://www.aseh.net/publications/environmental-history>.

Earth Sciences History. The Journal of the History of Earth Sciences Society. Mahwah: History of Earth Sciences Society, s/f. <http://www.historyearthscience.org/journal.html>.

Environment and History. Cambridge: The White Horse Press, s/f. <http://www.erica.demon.co.uk/EH.html>.

La revista Magazine of History, editada por la Organization of American Historians, dedicó en 1996 un número monográfico a la historia ambiental:

Magazine of History. Environmental History. Volume 10, no 3, Spring 1996. Bloomington: Organization of American Historians, 1996. <http://www.oah.org/pubs/magazine/environment/>.

Véase también la siguiente publicación periódica especializada en la filosofía ambiental:

Environmental Philosophy. Journal of the International Association for Environmental Philosophy. Eugene: University of Oregon, 2007. <http://ephilosophy.uoregon.edu/index.html>.

En la extraordinaria web de la Library of Congress estadounidense pueden encontrarse bibliografías sobre diversas temáticas relacionadas con la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá. En particular, conviene destacar las tres siguientes:

The Nature Essay, c. 1850-1920. Washington, D. C.: Library of Congress, 2002. <http://lcweb2.loc.gov/ammem/amrvhtml/consbib2.html>.

Resource Management. Local and Historical Perspectives. Washington, D. C.: Library of Congress, 2003. <http://memory.loc.gov/learn/lessons/98/environ/long.html>.

The Evolution of the Conservation Movement, 1850-1920. Washington, D. C.: Library of Congress, 2002. <http://lcweb2.loc.gov/ammem/amrvhtml/conshome.html>.

También pueden consultarse estas tres bibliografías:

United States. General Environmental History. Berkeley: University of California, s/f. <http://www.cnr.berkeley.edu/departments/espm/env-hist/>.

Directory to the Subjects Bibliographies in Environmental Ethics. Cambridge: Center for the Study of Values in Public Life, 1998. <http://ecoethics.net/bib/>.

A Bibliography of the Grand Canyon and Lower Colorado River. Grand Canyon: Grand Canyon Association, 2000. <http://www.grandcanyonbiblio.org/>.


Repositorios digitales

Las siguientes páginas albergan numerosos recursos sobre la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá:

Internet Archive. San Francisco: Internet Archive, 2001. <http://www.archive.org/search.php?query=environmental%20history>.

Internet Resources for History of Science and Technology. Delaware: University of Delaware Library, 2009. <http://indigo.lib.lsu.edu/sci/chem/internet/history.html>.

Repositories of Primary Sources. Western United States and Canada. Moscow: University of Idaho, 1995. <http://www.uiweb.uidaho.edu/special-collections/west.html>.

American Environmental Photographs, 1891-1936. Chicago: University of Chicago Library, s/f. <http://memory.loc.gov/ammem/award97/icuhtml/aephome.html>.


Estudios locales y regionales

Sigue una pequeña muestra de las numerosas webs que examinan la historia ambiental de localidades o regiones norteamericanas:

The Midwestern U.S. 16,000 Years Ago. Springfield: Illinois State Museum, s/f. <http://www.museum.state.il.us/exhibits/larson/>.

The American Experience. Surviving the Dust Bowl. s/l.: Public Broadcasting Service, 2009. <http://www.pbs.org/wgbh/pages/amex/dustbowl/readmore.html>.

A Trip through the Grand Canyon. s/l.: Multiworld, 1996. <http://sunsite.nus.edu.sg/mw/iss06/canyon.html>.

Maps of the Southwest.  San Francisco: California Academy of Sciences, s/f. <http://www.calacademy.org/research/library/elkus/stories/maps.htm>.

Alaska Volcano Observatory. s/l.: United States Geological Survey & University of Alaska Fairbanks, s/f. <http://www.avo.alaska.edu/>. 

Albuquerque's Environmental Story. Alburquerque: City Council, 2008. <http://www.cabq.gov/aes/s1geol.html>.

Environmental History of Georgia. Overview. Athens: University of Georgia, 2004. <http://www.georgiaencyclopedia.org/nge/Article.jsp?id=h-2198>.

Pennsylvania’s Environmental Heritage. Harrisburg: Department of Environmental Protection, s/f. <http://www.depweb.state.pa.us/heritage/site/default.asp>.

A Collective Voice for our Environment. Lansing: Michigan Environmental Council, 2002. <http://www.mecprotects.org/HISTORY.html>.


Recursos didácticos y planes de estudio

El docente tiene a su disposición diversos recursos digitales para preparar sus clases sobre historia ambiental de Norteamérica:

Educational Resources and Subject Guides since 1998. Environmental history. Palm Coast: AcademicInfo, 1998. <http://academicinfo.net/ehist.html>. 

Environmental Education on the Internet. Pittsburgh: The EnviroLink Network, s/f. <http://www.envirolink.org/topics.html?topicsku=2002109191054&topic=Environmental%20Education&topictype=topic>.

Figures in Environmental History and Ethics. Bellingham: Western Washington University, s/f. <http://www.ac.wwu.edu/~gmyers/eheassign1.html>.

National Environmental Education Foundation. Washington, D. C.: National Environmental Education Foundation, 2008. <http://www.neefusa.org/>.

Asimismo, puede ser interesante conocer los programas de algunas asignaturas de historia ambiental ofertadas por universidades norteamericanas:

Environmental History Syllabi. The United States and Canada. East Lansing: Humanities & Social Sciences Online, 2006. <http://www.h-net.org/~environ/syllabi/syllabuslibrary.html#Americas>.

On Teaching Western History: Syllabi and other Teaching Resources. Staten Island: College of Staten Island Library, 2001. <http://scholar.library.csi.cuny.edu/westweb/pages/teach.html>.

Surveys of Environmental History Programs. East Lansing: Humanities & Social Sciences Online, 2006. <http://www.h-net.org/~environ/surveys.html>.

En particular, conviene destacar el curso sobre historia ambiental que se imparte en Berkeley. Su sitio web alberga numerosos recursos de interés:

American Environmental and Cultural History. Berkeley: University of California, s/f. <http://www.cnr.berkeley.edu/departments/espm/env-hist/espm160/index.html>.


Agencias y servicios gubernamentales

En estos enlaces puede encontrarse información institucional relacionada con la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá:

Environnement Canada. Ottawa: Gouvernement du Canada, s/f. <http://www.ec.gc.ca/default.asp?lang=Fr&n=FD9B0E51-1>.

Environmental Protection Agency. Washington, D. C.: U.S. Government, s/f. <http://www.epa.gov/epahome/epa.html>.

U.S. Geological Survey. Washington, D. C.: U.S. Government, s/f. <http://www.usgs.gov/>.

National Park Service. Washington, D. C.: U.S. Department of the Interior, s/f. <http://www.nps.gov/index.htm>.

National Museum of Forest Service History. Missoula: National Museum of Forest Service History, 2009. <http://www.nmfs-history.net/>.


Filosofía y ética ambiental

La filosofía y la ética ambiental son campos de investigación próximos a la historia del medio ambiente. Estas páginas albergan documentación de todo tipo sobre estas disciplinas:

International Association for Environmental Philosophy. Rochester: International Association for Environmental Philosophy, s/f. <http://www.environmentalphilosophy.org/>.

Environmental Philosophy. Denton: University of North Texas, 2009. <http://www.cep.unt.edu/>.

Web Sites devoted to Environmental Philosophy. Claremont: Harvey Mudd College, s/f. <http://www2.hmc.edu/~tbeckman/environment/environment.html>.

Brief History of Environmental Justice in the United States. Baltimore: Department of the Environment, s/f. <http://www.mde.state.md.us/Programs/MultimediaPrograms/Environmental_Justice/ej_intro/ej_history_us.asp>.

Forest Ethics. San Francisco: Forest Ethics, 2000. <http://www.forestethics.org/>.


Animales

Numerosas webs abordan temas relacionados con la historia de los animales. La lista que sigue es una pequeña muestra:

Texas Natural History Collections. Austin: University of Texas, 1997. <http://www.utexas.edu/tmm/tnhc/>.

A Bibliography Concerning the Geographical Distribution of Mammals. Bowling Green: Western Kentucky University, 2001. <http://www.wku.edu/~smithch/mamm/MAMMFAUN.htm>.

U.S. Fish and Wildlife Service. Washington, D. C.: Department of the Interior, s/f. <http://www.fws.gov/>.

Endangered Species of Hawaii. s/l.: Lena Kanemori and Scott Yoshinaga, 1997. <http://hisurf.com/~enchanted/>.


Conclusión

Hemos citado algunos de los principales recursos electrónicos sobre la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá. Obviamente, podríamos haber incluido otros muchos sitios web, pero hemos optado por seleccionar, únicamente, aquéllos que, desde nuestro punto de vista, revisten un mayor interés.

Para concluir, queremos volver sobre algunas ideas apuntadas más arriba. La historia ambiental tiene por finalidad básica analizar las interacciones recíprocas entre el hombre y la naturaleza, lo que la convierte en un ámbito de investigación de carácter multidisciplinar y cercano a la geografía. Atendiendo al objeto de estudio, la historia del medio ambiente no puede ser considerada como un conocimiento novedoso ya que, desde la Antigüedad, muchos autores vienen reflexionando sobre el influjo ambiental en el carácter de los individuos y de los pueblos, o se han interesado por el papel del hombre como agente transformador de la naturaleza. A pesar de ello, hemos distinguido entre esta tradición de estudios y una nueva historiografía ambiental, que surge en la década de los años setenta y que se dedica, preferentemente, a abordar la crisis ecológica contemporánea desde una perspectiva histórica. En consecuencia, los actuales estudios histórico-ambientales tienden a concebirse desde la preocupación por un presente caracterizado por la acelerada degradación de los ecosistemas y un futuro sobre el que se ciernen todo tipo de amenazas de carácter medioambiental.

Sin lugar a dudas, uno de los mayores retos que debe afrontar la sociedad contemporánea es ofrecer respuestas al progresivo deterioro ecológico del planeta. La reflexión histórica no puede permanecer al margen de este y otros desafíos, sino que, por el contrario, tiene que aportar elementos que permitan comprender el presente y construir un futuro mejor. De ahí que la historia ambiental constituya un apasionante y necesario campo de investigación.


Notas

[1] El autor del presente artículo goza de una beca del Programa de Formación del Profesorado Universitario del Ministerio de Educación.

[2] Merchant es autora de varias publicaciones sobre historia ambiental que han tenido una influencia considerable. Entre las más conocidas pueden citarse Merchant 1980, Merchant 1989, Merchant 2002 y Merchant 2003. Véase, asimismo, Merchant 1993, artículo escrito en lengua castellana donde la autora explora las relaciones entre género e historia ambiental.

[3] Pueden encontrarse elementos interesantes sobre los límites y objetivos de la historia ambiental en Leibhardt 1988, Cronon 1993, Crosby 1995, O'Connor 1997, Russell 1997, Hays 1998 y Stewart 1998.

[4] Worster 1990, p. 1.089.

[5] Por ejemplo, Roberts 1989, que reconstruye la historia ambiental del Holoceno.

[6] Por ejemplo, McNeil 2000, que estudia las transformaciones ambientales operadas por la humanidad a lo largo del siglo XX.

[7] Gadgil y Guha 1993.

[8] Boomgaard et al. 1997.

[9] Elvin y Liu 1998.

[10] Entre la abundante bibliografía sobre la Amazonia, pueden citarse los trabajos de Roosvelt 1989, Pádua 1997 y Cleary 2001. Sobre la historia ambiental de los Andes, véase, por ejemplo, Dollfus y Lavellée 1973, Brush 1977 y Dollfus 1978.

[11] Sobre la Amazonia, son muy recomendables las producciones dirigidas por Cowell 1990a, Cowell 1990b, Hailing y Holland 1991 y Aguirre y Switkes 1991. Sobre los Andes, véase, por ejemplo, Lavin 1991.

[12] Sieferle 2001, p. 37-38.

[13] Capel 1977, p. 29.

[14] Mackinder 1982 [1887], p. 208.

[15] George 1970, p. 8.

[16] El filósofo y sociólogo Edgar Morin ya ha llamado la atención sobre las potencialidades de la geografía para construir perspectivas multidimensionales, complejas y globalizantes. En bella expresión del francés, “la geografía se amplifica hasta convertirse en ciencia de la Tierra de los hombres” (Morin 2000, p. 35).

[17] Sobre este debate véase, por ejemplo, Capel 1981.

[18] Demangeon 1970 [1905], p. 14. Una traducción del pasaje: “Los fenómenos geográficos pueden ser considerados desde dos puntos de vista según: 1) que las condiciones naturales se impongan al hombre y determinen su existencia; y 2) que el hombre, reaccionando contra ellas, las transforme, las suprima, las utilice. Por tanto, hay, de un lado, adaptación del hombre a la naturaleza y, del otro, domesticación de la naturaleza por el hombre”.

[19] Sobre esta colección y la figura de Deffontaines véase Capel 2009a.

[20] Véase, por ejemplo, Davis 1906.

[21] Schaefer 1977 [1953], p. 33.

[22] Schaefer 1977 [1953], p. 73.

[23] En la conferencia inaugural del IV Congreso Internacional Hispano-Mexicano (Bilbao, 10 y 11 de septiembre de 2009), Horacio Capel habló de la importancia de la reflexión histórica para afrontar los problemas del mundo contemporáneo. Véase Capel, en prensa.

[24] Hartshorne 1939, cap. XII. Citamos la versión on-line del libro, sin paginación. Una traducción del pasaje: “La geografía y la historia son similares en la medida en que una y otra son ciencias integradas que estudian el mundo. Existe, por tanto, una relación universal entre ellas, a pesar de que las bases de su integración tengan un sentido opuesto: en la geografía se plantean en términos espaciales, mientras que en la historia lo hacen en términos temporales. Es preciso conocer el desarrollo histórico de las condiciones geográficas para interpretarlas adecuadamente; en este caso, la historia se presenta como un medio para alcanzar un fin geográfico. Asimismo, es preciso conocer el contexto geográfico de los acontecimientos históricos para interpretarlos adecuadamente; en este caso, la geografía es un medio para lograr un fin histórico”.

[25] Sobre las ideas de Reclus y Friedrich véase Goudie 2000, p. 5-6.

[26] Brunhes 1964 [1920], cap. V.

[27] Cit. en Martínez Alier 1993, p. 36.

[28] Unwin 1995, p. 136-137.

[29] Sauer 1925. Unas breves notas sobre este artículo en Nadal 1997.

[30] Sauer 1982 [1931]. Un trabajo sobre la evolución, conceptos y temas de la geografía cultural en Norton 2000.

[31] Véase, por ejemplo, Sauer 1952.

[32] Cit. en Goudie 2000, p. 7-8. Una traducción del pasaje: “nuestra expansión moderna se ha llevado a cabo a costa de la degradación del mundo”.

[33] Las ponencias del simposio en Thomas (Ed.) 1956. Un trabajo sobre este coloquio en Capel 2003b.

[34] Trad. cast. de las ponencias de Sauer y Glacken en Naredo y Gutiérrez (Eds.) 2005.

[35] Un trabajo sobre los desarrollos teóricos y metodológicos de la geografía histórica en Butlin 1987.

[36] Pounds 2000, p. 15.

[37] Un trabajo sobre la evolución de las ideas posibilistas en Berdoulay 1983. Véase también James 1972, p. 244-255.

[38] Vilà Valentí 1982, p. 131.

[39] Gallini 2005, s/p.

[40] La obra de Elisworth Huntington Civilization and climate (2001 [1915]) es un buen ejemplo de la pervivencia, hasta bien entrado el siglo XX, de un descarado determinismo.

[41] Sieferle 2001, p. 33.

[42] Keesing 1993, p. 46.

[43] Rees 1989, p. 365.

[44] Véase, por ejemplo, Trapp 1996.

[45] Véase, por ejemplo, Tello et al. 2008.

[46] Argumentos en contra de la utilización de modelos biológicos y físicos para el estudio de la sociedad en Capel 2005, p. 104-110.

[47] Véase, por ejemplo, Pfister 1989.

[48] Véase, por ejemplo, Weiss et al. 1993.

[49] Véase, por ejemplo, Martín-Vide y Barriendos 1995 y Rodríguez et al. 2001.

[50] Sevilla Guzmán y González de Molina (Eds.) 1993.

[51] González de Molina y Martínez Alier (Eds.) 1993, p. 18.

[52] González de Molina y Martínez Alier (Eds.) 1993, p. 12.

[53] Véase, por ejemplo, Capel 2003a.

[54] González de Molina y Martínez Alier (Eds.) 2001.

[55] Naredo y Gutiérrez (Eds.) 2005.


Bibliografía

BERDOULAY, Vincent. Perspectivas actuales del posibilismo: de Vidal de la Blache a la ciencia contemporánea. Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana, Universidad de Barcelona, 1983, nº 47, p. 5-26. Reproducido en línea. <http://www.ub.es/geocrit/geo47.htm>. [Octubre de 2009].

BOOMGAARD, Peter; Freek COLOMBIJN & David HENLEY (Eds). Paper Landscapes. Explorations in the Environmental History of Indonesia. Leiden: KITLV Press, 1997.

BRUNHES, Jean. Geografía humana. Ed. abreviada realizada por M. Jean-Brunhes Delamarre y Pierre Deffontaines. 3ª ed. Barcelona: Juventud, 1964.

BRUSH, Steven. Mountain, Field and Family. The Economy and Human Ecology of an Andean Valley. Philadelphia: University of Pennsylvania Press, 1977.

BUTLIN, R. A. Theory and methodology of historical geography. In PACIONE, Michael (Ed.). Historical Geography. Progress and Prospect. London: Croom Helm, 1987, p. 16-45.

CAPEL, Horacio. Institucionalización de la geografía y estrategias de la comunidad científica de los geógrafos (I). Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana, Universidad de Barcelona, 1977, nº 8, p. 5-30. Reproducido en línea. <http://www.ub.es/geocrit/geo8.htm>. [Octubre de 2009].

CAPEL, Horacio. Filosofía y Ciencia en la Geografía contemporánea. Barcelona: Barcanova, 1981.

CAPEL, H. El drama de los bienes comunes. La necesidad de un programa de investigación. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 2003a, vol. VIII, nº 458. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-458.htm>. [Octubre de 2009].

CAPEL, Horacio. La geografía y los dos coloquios sobre la incidencia del hombre en la faz de la tierra. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 2003b, vol. VIII, nº 459. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-459.htm>. [Octubre de 2009].

CAPEL, Horacio. La incidencia del hombre en la faz de la Tierra. De la ecología a la ecología política o, simplemente, a la política. In NAREDO, José M. y Luis GUTIÉRREZ (Eds.). La incidencia de la especie humana sobre la faz de la Tierra (1955-2005). Granada: Universidad de Granada, 2005, p. 91-136.

CAPEL, Horacio. Pierre Deffontaines y el desarrollo de la Geografía Humana. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 2009a, vol. XIII, nº 810. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-810.htm>. [Octubre de 2009].

CAPEL, Horacio. La enseñanza digital, los campus virtuales y la geografía. Ar@cne. Revista electrónica de recursos en Internet sobre Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 2009b, nº 125. <http://www.ub.es/geocrit/aracne/aracne-125.htm>. [Octubre de 2009].

CAPEL, Horacio. La historia, la ciudad y el futuro. En prensa.

CASTRO HERRERA, Guillermo. Los trabajos de ajuste y combate. Naturaleza y sociedad en la historia de América Latina. La Habana y Bogotá: Casa de las Américas y Colcultura, 1994.

CLEARY, David. Towards and environmental history of the Amazon. From prehistory to the nineteenth century. Latin American Research Review, Latin America Studies Association, 2001, vol. XXXVI, nº 2, p. 65-96.

CRONON, William. The uses of environmental history. Environmental History Review, 1993, vol. XVII, nº 3, p. 1-22.

CROSBY, Alfred W. Ecological Imperialism. The Biological Expansion of Europe, 900-1900. Cambridge: Cambridge University Press, 1986. Trad. cast. de Montserrat Iniesta. Imperialismo ecológico. La expansión biológica de Europa, 900-1900. Barcelona: Crítica, 1988.

CROSBY, Alfred W. El intercambio transoceánico. Consecuencias biológicas y culturales a partir de 1492. México, D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México, 1991.

CROSBY, Alfred W. The past and present of environmental history. American Historical Review, American Historical Association, 1995, vol. C, nº 4, p. 1.177-1.190.

DAVIS, William M. An intuitive study of the content of geography. Bulletin of the American Geographical Society, 1906, vol. XXXVIII, p. 67-84.

DEMANGEON, Albert. Les sources de la géographie de la France aux archives nationales. New York: Lenox Hill 1970 [1905].

DIAMOND, Jared. Guns, Germs and Steel. The Fates of Human Society. New York: Norton, 1997. Trad. cast. de Fabián Chueca. Armas, gérmenes y acero. Breve historia de la humanidad en los últimos trece mil años. Barcelona: Debate, 2004.

DIAMOND, Jared. Collapse. How Societies Choose to Fail or Succeed. New York: Viking, 2005. Trad. cast. de Ricardo García Pérez. Colapso. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen. Barcelona: Debate, 2005.

DOLLFUS, Olivier y Daniéle LAVELLÉE. Ecología y ocupación del espacio en los Andes tropicales durante los últimos veinte milenios. Bulletin de l'Institut Français d'Études Andines, 1973, vol. II, nº 3, p. 75-92.

DOLLFUS, Olivier. Les Andes intertropicales. Une mosaïque changeante. Annales. Economies, Societes, Civilizations, 1978, vol. XXXIII, nº 5-6, p. 895-905.

ELVIN, Mark & Ts'ui-jung LIU (Eds.). The Sediments of Time. Society and Environment in Chinese History. New York: Cambridge University Press, 1998.

EVELYN, John. Silva, or, a Discourse of Forest-trees, and the Propagation of Timber in his Majesty's Dominions… [1665]. York: T. Wilson and R. Spence, 1801.

GADGIL, Madhav & Ramachandra GUHA. This Fissured Land. An Ecological History of India. Berkeley: University of California Press, 1993.

GALLINI, Stefania. Invitación a la historia ambiental. Tareas. [En línea]. Panamá: Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena, 2005, nº 120. <http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/panama/cela/tareas/tar120/gallini.rtf>. [Octubre de 2009].

GEORGE, Pierre. Les méthodes de la géographie. Paris: Presses Universitaires de France, 1970. Trad. cast. Los métodos de la geografía. 2ª ed. Barcelona: Oikos-tau, 1979.

GLACKEN, Clarence J. Huellas en la playa de Rodas. Naturaleza y cultura en el pensamiento occidental desde la Antigüedad hasta finales del siglo XVIII. Trad. cast. de Juan Carlos García Borrón. Barcelona: Serbal, 1996.

GONZÁLEZ DE MOLINA, Manuel y Juan MARTÍNEZ ALIER (Eds). Ayer nº 11. Número monográfico dedicado a “Historia y Ecología”. Madrid: Asociación de Historia Contemporánea, 1993.

GONZÁLEZ DE MOLINA, Manuel y Joan MARTÍNEZ ALIER (Eds.). Naturaleza transformada. Estudios de historia ambiental en España. Barcelona: Icaria, 2001.

GOUDIE, Andrew. The Human Impact on the Natural Environment. 5ª ed. Cambridge: MIT Press, 2000.

HARDY, Georges. Géographie et colonisation. Paris: Gallimard, 1933.

HARRIS, Marvin. Bueno para comer. Trad. cast. de Joaquín Calvo Basarán y Gonzalo Gil Catalina. Madrid: Alianza, 2005.

HARTSHORNE, Richard. The Nature of Geography. A Critical Survey of Current Thought in the Light of the Past. Lancaster: Association of American Geographers, 1939. Reproducido en línea. <http://www.colorado.edu/geography/giw/hartshorne-r/1939_ng/1939_ng_toc.html>. [Octubre de 2009].

HAYS, Samuel P. Explorations in Environmental History. Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 1998.

HUNTINGTON, Elisworth. Civilization and Climate. Honolulu: University Press of the Pacific, 2001 [1915].

IPCC. Cambio climático 2007: Informe de síntesis. Contribución de los Grupos de trabajo I, II y III al Cuarto informe de evaluación del Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático. Ginebra: OMM y PNUMA, 2007.

JAMES, Preston E. All Possible Worlds. A History of Geographical Ideas. Indianapolis: Odyssey, 1972.

KEESING, Roger M. Teorías de la cultura. In VELASCO, Honorio M. (Comp.). Lecturas de antropología social y cultural. La cultura y las culturas. Madrid: Universidad Nacional de Eucación a Distancia, 1993, p. 43-74.

LEIBHARDT, Barbara. Interpretation and causal analysis. Theories in environmental history. Environmental Review, 1988, vol. XII, nº 1, p. 23-36.

MACKINDER, Halford J. El objeto y los métodos de la geografía [1887]. In GÓMEZ MENDOZA, Josefina; Julio MUÑOZ JIMÉNEZ y Nicolás ORTEGA CANTERO (Comps.). El Pensamiento geográfico. Estudio interpretativo y antología de textos. (De Humboldt a las tendencias radicales). Madrid: Alianza, 1982, p. 204-216.

MARTÍN-VIDE, J. y M. BARRIENDOS. The use of rogation ceremony records in climatic reconstruction: a case study from Catalonia (Spain). Climatic Change, 1995, nº 30, p. 201-221.

MARTÍNEZ ALIER, Joan. Valoración económica y valoración ecológica. In NAREDO, José M. y Fernando PARRA (Comps.). Hacia una ciencia de los recursos naturales. Madrid: Siglo XXI, 1993, p. 29-56.

McCANN, Jim. Green Land, Brown Land, Black Land. African Environmental History, 1800-1990. Portsmouth: Heinemann, 1999.

McNEIL, John R. Something new Under the Sun. An Environmental History of the Twentieth-Century World. New York: Norton, 2000. Trad. cast. José Luis Gil Aristu. Algo nuevo bajo el Sol. Historia medioambiental del mundo en el siglo XX. Madrid: Alianza, 2003).

MERCHANT, Carolyn. The Death of Nature. Women, Ecology and the Scientific Revolution. New York: HarperCollins, 1980.

MERCHANT, Carolyn. Ecological Revolutions. Nature, Gender, and Science in New England. Chapel Hill: The University of North Carolina Press, 1989.

MERCHANT, Carolyn. Género e historia ambiental. Ayer, Asociación de Historia Contemporánea, 1993, nº 11, p. 11-118.

MERCHANT, Carolyn. The Columbia Guide to American Environmental History. New York: Columbia University Press, 2002.

MERCHANT, Carolyn. Reinventing Eden. The Fate of Nature in Western Culture. New York: Routledge, 2003.

MERCHANT, Carolyn. American Environmental History. An Introduction. New York: Columbia University Press, 2007.

MORIN, Edgar. La mente bien ordenada. Repensar la reforma, reformar el pensamiento. Trad. cast. de Mª José Buxó-Dulce Montesinos. Barcelona: Seix Barral, 2000.

NADAL I PIQUÉ, Francesc. Breus notes sobre The Morphology of Landscape de Carl Ortwin Sauer. Treballs de la Societat Catalana de Geografia, 1997, nº 43, p. 151-154.

NAREDO, José M. y Luis GUTIÉRREZ (Eds.). La incidencia de la especie humana sobre la faz de la Tierra (1955-2005). Granada: Universidad de Granada, 2005.

NORTON, William. Cultural Geography. Themes, Concepts, Analyses. Don Mills: Oxford University Press, 2000.

O'CONNOR, James. What is environmental history? Why environmental history? Capitalism, Nature, Socialism, Routledge, 1997, vol. VIII, nº 2, p. 3-29.

PÁDUA, José A. Biosphere, history and conjuncture in the analysis of the Amazon problem. In REDCLIFT, Michael R. & Graham WOODGATE (Eds.). The International Handbook of Environmental Sociology. Northampton: Edward Elgar. 1997, p. 403-417.

PFISTER, Christian. Fluctuaciones climáticas y cambio histórico. El clima en Europa central desde el siglo XVI y su significado para el desarrollo de la población y la agricultura. Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana, Universidad de Barcelona, 1989, nº 82, p. 5-43. Reproducido en línea. <http://www.ub.es/geocrit/geo82.htm>. [Octubre de 2009].

POUNDS, Norman J. G. Geografía histórica de Europa. Trad. cast. de Juan Faci. Barcelona: Crítica, 2000.

RAPPAPORT, Roy A. Cerdos para los antepasados. El ritual en la ecología de un pueblo en Nueva Guinea. Trad. cast. de de Carlos Caranci. México, D.F.: Siglo XXI, 1987.

REES, Judith. Natural resources, economy and society. In GREGORY, Derek & Rex WALFORD (Eds.). Horizonns in Human Geography. Basingstoke: MacMillan, 1989, p. 364-393.

ROBERTS, Neil. The Holocene. An Environmental History. Oxford: Basil Blackwell, 1989.

RODRÍGUEZ, R.; M. BARRIENDOS; P. D. JONES; J. MARTÍN-VIDE y J. C. PEÑA. Long pressure series for Barcelona (Spain). Daily reconstruction and monthly homogeneization. International Journal of Climatology, 2001, nº 21, p. 1.693-1.704.

ROOSEVELT, Anna. Resource management in Amazonia before the conquest. Beyond ethnographic projection. Advances in Economic Botany, 1989, vol. VII, p. 30-62.

RUSSELL, Emily W. B. People and the Land through Time. Linking Ecology and History. New Haven: Yale University Press, 1997.

SAUER, Carl O. The morphology of landscape. University of California Publications in Geography, 1925, vol. II, nº 2, p. 19-54. Trad. cast. La morfología del paisaje. Polis. Revista de la Universidad Bolivariana. [En línea]. Santiago de Chile: Universidad Bolivariana de Chile, 2006, nº 15. <http://www.revistapolis.cl/polis%20final/15/sau.htm>. [Octubre de 2009].

SAUER, Carl O. Agricultural Origins and Dispersals. New York: The American Geographical Society, 1952.

SAUER, Carl O. La geografía cultural [1931]. In GÓMEZ MENDOZA, Josefina; Julio MUÑOZ JIMÉNEZ y Nicolás ORTEGA CANTERO (Comps.). El Pensamiento geográfico. Estudio interpretativo y antología de textos. (De Humboldt a las tendencias radicales). Madrid: Alianza, 1982, p. 349-354.

SCHAEFER, Fred K. Excepcionalismo en geografía. Un análisis metodológico. Ed. de Horacio Capel. 3ª ed. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1977 [1953]. Reproducido en línea. <http://www.ub.es/geocrit/schaefer1.htm>. [Octubre de 2009].

SEVILLA GUZMÁN, Eduardo y Manuel L. GONZÁLEZ DE MOLINA NAVARRO (Eds). Ecología, campesinado e historia. Madrid: Piqueta, 1993, p. 219-256.

SIEFERLE, Rolf P. Qué es la historia ecológica. In GONZÁLEZ DE MOLINA, Manuel y Joan MARTÍNEZ ALIER (Eds.). Naturaleza transformada. Estudios de historia ambiental en España. Barcelona: Icaria, 2001, p. 31-54.

STEWART, Mart A. Environmental history. Profile of a developing field. History Teacher, Society for History Education, 1998, vol. XXXI, nº 3, p. 351-368.

TELLO ARAGAY, Enric; Ramón GARRABOU SEGURA; Xavier CUSSÓ SEGURA y José Ramón OLARIETA. Una interpretación de los cambios de uso del suelo desde el punto de vista del metabolismo social agrario. La comarca catalana del Vallès, 1853-2004. Revista Iberoamericana de Economía Ecológica, Red Iberoamericana de Economía Ecológica, 2008, vol. VII, p. 97-115.

THOMAS, William L. (Ed.). Man's Role in Changing the Face of the Earth. Chicago: University Of Chicago Press, 1956.

TORT, Joan. Hacia la geografía. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 2004, vol. IX, nº 538. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-538.htm>. [Octubre de 2009].

TORT, Joan. Conocimiento integrado versus conocimiento yuxtapuesto. El paradigma geográfico. In FERIA TORIBIO, José Mª; Antonio GARCÍA GARCÍA y OJEDA RIVERA, Juan Francisco (Eds.). Territorios, sociedades y políticas. Sevilla: Universidad Pablo de Olavide, 2009, p. 11-26.

TRAPP, Joel A. The Search for the Ultimate Sink. Urban Pollution in Historical Perspective. Akron: University of Akron Press, 1996.

UNWIN, Tim. El lugar de la geografía. Trad. cast. de Jerónima García Bonafé. Madrid: Cátedra, 1995.

VILÀ VALENTÍ, Joan. Veinticinco siglos de Geografía. Revista de Geografía Norte Grande, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1982, nº 9, p. 3-10.

WATTS, Sheldon. Epidemics and History. Disease, Power and Imperialism. New Haven: Yale University Press, 1997.

WEISS, H.; M. A. COURTY; W. WETTERSTROM; F. GUICHARD; L. SENIOR; R. MEADOW & A. CURNOW. The genesis and collapse of the third millennium in north Mesopotamian civilization. Science, 1993, nº 261, p. 995-1.004.

WORSTER, Donald. Transformations of the Earth. Toward and agroecological perspective in history. Journal of American History, Organization of American Historians, 1990, vol. LXXVII, p. 1.087-1.106.


Filmografía

AGUIRRE, Monti y Glen SWITKES (Dir.). Amazonia, vozes da floresta. San Francisco: Amazonia, 1991. 70 min.

COWELL, Adrian (Dir.). The Killing of Chico Mendes. Oley: Bullfrog Films, 1990a. 55 min.

COWELL, Adrian (Dir.). In the Ashes of the Forest. Oley: Bullfrog Films. 1990b. 57 min.

HAILING, Alan & Luke HOLLAND (Dir.). Flames in the Forest. Princeton: Films for the Humanities & Sciences, Inc., 1991. 52 min.

LAVIN, Pablo (Dir.). Del Microchip al Chip. New York: First Run & Icarus Films, 1991. 18 min.

 


© Copyright Gerard Jori, 2009.
© Copyright Ar@cne, 2009.


Ficha bibliográfica: 

JORI, Gerard. Recursos en internet sobre la historia ambiental de Estados Unidos y Canadá. Ar@cne. Revista Electrónica de Recursos en Internet sobre Geografía y Ciencias Sociales. [En línea. Acceso libre]. Barcelona: Universidad de Barcelona, nº 126, 1 de noviembre de 2009. <http://www.ub.es/geocrit/aracne/aracne-126.htm>.



Geocritica