Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9796] 
Nº 177, 3 de noviembre de 1999 

FERRÁS SEXTO, Carlos: La Contraurbanización. Fundamentos teóricos y estudio de casos en Irlanda, España y México. Guadalajara (México). Universidad de Guadalajara-México y Xunta de Galicia, 171 p. (ISBN 968-895-826-3).

Carlos Ferrás Sexto
Dpto. Xeografía. Universidade de Santiago de Compostela. Carlosf@usc.es



Las sociedades industriales han conocido cambios transcendentales durante las últimas tres décadas. Aparecieron nuevas formas de urbanización opuestas a las tradicionales; frente a la concentración de la población y recursos en las grandes ciudades surgieron con fuerza tendencias hacia la desconcentración. Las ciudades medias, pequeños pueblos y determinadas aldeas fueron capaces de crecer demográficamente a mayor ritmo que las ciudades mayores. En el siglo XVIII la Revolución Industrial trajo consigo los procesos de concentración de la población y de urbanización y, según los teóricos de la Sociedad Postindustrial, la reciente innovación tecnológica y el declive de la industria tradicional trae consigo procesos contrarios de desconcentración, aunque no exista acuerdo en la forma en cómo se produce esta y su grado de generalización a escala planetaria.

La Europa Atlántica es una amplia región del continente europeo que se extiende desde Trömso en Noruega al norte hasta Algeciras en España al sur (O´Flanagan, 1992). Presenta una gran diversidad ecológica y cultural. En ella se engloban regiones muy desarrolladas, en pleno corazón industrial europeo, como la región suroriental de Inglaterra, las cuencas occidentales del Rihn y del Sena o las regiones urbanas de Burdeos (Francia) o Bilbao (España), y también regiones periféricas de tradición rural localizadas geográficamente en el extremo occidental del continente, en los finisterres atlánticos, que durante siglos estuvieron aisladas y mal comunicadas, entre otras: la Bretaña Francesa, Escocia, Irlanda, Gales, Cornualles (SO-Inglaterra) o Galicia (NO-España). Esta amplia región del occidente europeo se opone geográficamente a la región mediterránea pero a diferencia de esta su reconocimiento institucional todavía no es una realidad plena.

Las regiones periféricas de la Europa Atlántica bien individualmente o en su conjunto se caracterizaron históricamente como rurales (Otero, 1926; Flatres, 1957; Evans; 1958; Beiras, 1970; García, 1979; Perry et all., 1986; Torres, 1992), donde el hábitat disperso, la humedad de sus climas oceánicos, el predominio de una economía agrícola-ganadera, el paisaje de "bocage" de campos cercados y tonalidades verdes la mayor parte del año,..., junto con su escaso desarrollo urbano-industrial conformaron la imagen que de ellas trascendía hacia el exterior. Las comunidades y áreas rurales de las regiones periféricas de Europa experimentaron importantes cambios sociales, económicos y culturales durante las últimas tres décadas del presente siglo, y en la actualidad dichos cambios continúan produciéndose; ello, en cierta medida, se debe al hecho de que surgieron en el contexto de la Unión Europea nuevas formas de urbanización y nuevas políticas de desarrollo rural-regional; es decir, frente a la concentración de la población y recursos en las grandes ciudades y regiones más desarrolladas surgieron con fuerza tendencias hacia la desconcentración; y, además, estas regiones periféricas no se mantuvieron ajenas al desarrollo de los sistemas agrarios intensivos y a la Revolución Verde; sin embargo, su futuro ya no pasa solamente por el desarrollo agrario tecnológico sino que, necesariamente, en ellas se deberán aplicar nuevos modelos de desarrollo rural que impulsen la diversificación socioeconómica en el campo, respeten el medio ambiente y logren fijar la población incrementando su nivel de bienestar social. Es necesario tomar conciencia de que las ciudades industriales ya no ofrecen posibilidades de vida como en el pasado, por lo cual el clásico modelo de desarrollo industrial que provocaba la tecnificación de las labores del campo y generaba flujos migratorios hacia las grandes ciudades y áreas metropolitanas es poco viable al generar una presión demográfica que frecuentemente se traduce en un incremento de la marginación social urbana.

México posee una realidad sociocultural, política, económica y geográfica distinta de la europea. Es muy frecuente la afirmación de que es un país, al igual que toda Latinoamérica, en plena transición hacia una sociedad urbano-industrial madura, en la cual actualmente tiene lugar la racionalización de la agricultura, el crecimiento urbano y el desarrollo del sistema de ciudades. La oposición centro-periferia en términos de desigualdad social, entre comunidades rurales y urbanas, o de desequilibrios territoriales, entre regiones desarrolladas y atrasadas, adquiere en México un carácter superlativo. En cuanto a desequilibrios territoriales muestra cierta afinidad con España y con la Europa Atlántica, sin embargo, México no se beneficia de políticas de desarrollo regional equiparables a las de la UE. El TLC de México con los Estados Unidos y Canadá parece estar fundamentado en vínculos comerciales, de simple y llano mercadeo entre socios desiguales, por lo que se encuentra muy lejos de los fines sociales, culturales y territoriales de la carta europea.

En mi opinión, en el caso mexicano las nuevas formas de urbanización desconcentrada podrían llegar a adquirir desde un punto de vista social y territorial un valor añadido que no tienen en otras latitudes. En México la urbanización clásica industrial engendró la mayor aglomeración urbana del mundo, unos muy fuertes desequilibrios regionales y sociales y una profunda diferencia en cuanto a nivel de vida entre el campo y la ciudad, por todo lo cual la superación de los patrones territoriales concentrados podría llevar a un desarrollo territorial y social más armónico. El objetivo del presente libro es el de evidenciar las posibilidades de un desarrollo postindustrial territorialmente desconcentrado en México a partir de la exposición de los fundamentos teóricos y del estudio de casos en España, Irlanda y en el propio México.

Breves cuestiones metodológicas.

Este libro es producto del trabajo de investigación que he llevado a cabo en España, Irlanda y México durante los últimos 8 años. Mi universidad original es la de Santiago de Compostela (España) pero por motivos profesionales estuve vinculado al University College Cork de Irlanda y a la Universidad de Guadalajara de México, y ello me permitió residir en ambos países facilitándome la investigación doctoral y postdoctoral. En gran medida los capítulos elaborados son reflexiones e indagaciones a posteriori de mi tesis doctoral que trató sobre nuevos procesos de urbanización, tanto en los referido a los aspectos teóricos como a los empíricos basados en los estudios de caso en Galicia (NO-España) e Irlanda. Se puede decir que este libro es en cierta medida una maduración intelectual de la investigación doctoral, hecha en México en el curso 1995-1996 y que debe mucho a los debates e intercambio de ideas que tuve con las personas que asistieron al Diplomado que impartí sobre Urbanización Postindustrial y Planificación Territorial en el Centro Universitario de Ciencias Económicas y Administrativas-Universidad de Guadalajara (México).

Para su elaboración fue preciso combinar diferentes escalas de análisis espacial, que van de la regional a la local, en los tres países. A través de posicionamientos hipotéticos deductivos he tratado de ir de lo general a lo particular. Para ello utilicé indicadores estadísticos de orden demográfico, socioeconómico y urbanístico, estudiándolos por separado y a la vez interrelacionados en un proceso evolutivo, lo que me ha permitido obtener una visión de conjunto para cada casuística y de esta manera poder interpretar procesos de cambio en el tiempo y en el espacio a partir de un marco teórico previo.

A escala regional utilicé datos demográficos y socioeconómicos, especialmente del movimiento natural y migratorio, y de la distribución del empleo por sectores: en Irlanda a nivel de las "planning regions" y de los condados y en Galicia a nivel de subregiones, provincias, comarcas y municipios. En ambos casos traté de descubrir tendencias de desconcentración y descentralización de la población y del empleo no agrario. Para el caso Mexicano, utilicé datos demográficos y socioeconómicos de varios municipios del área metropolitana de Guadalajara y de su espacio rural adyacente.

A escala local utilicé la menor unidad de desagregación territorial que ofrecen los Census of Population irlandeses, la District Electoral Division o DED. en el Condado de Cork-Irlanda, el Municipio y la Parroquia en Galicia-España, y el Municipio en Jalisco-México. La DED. irlandesa es equivalente a la AGEB. mexicana (Área Geoestadística Básica) y son unidades territoriales con un perfil socioeconómico o cultural bien definido delimitadas con fines censales. En España lo más próximo sería la parroquia pero, lamentablemente, no permite estudios estadísticos profundos.

Se seleccionaron, en base a criterios discriminantes determinadas entidades de población de más o menos carácter rural tanto del Condado de Cork-Irlanda como de la Provincia de A Coruña-España, que pasaron del declive al crecimiento demográfico entre 1970 y 1990; con esto pretendí aproximarme a la localización de la Contraurbanización. Las entidades seleccionadas fueron las District Electoral Division de: Rahan y Clonakilty, y los municipios de Tordoia, Melide, en España. En todos ellos se pone en evidenciar el cambio rural en relación con los nuevos patrones demográfico y socioeconómicos; especialmente se detallan los perfiles de los nuevos residentes rurales que llegan procedentes de las áreas urbanas, los niveles de bienestar social y movilidad espacial de las familias locales, los cambios en las actividades económicas y distribución espacial de la nueva edificación. Para el caso mexicano, no fue posible el análisis local pormenorizado de la contraurbanización, que sin duda sería de gran interés, quedando pendiente para posteriores investigaciones, por lo que el análisis de casos a diferentes escalas se realizó a partir de la combinación de una laboriosa recopilación bibliográfica, internacional y autóctona, con la observación directa a través del trabajo de campo, y la discusión-debate con investigadores locales. En síntesis, combinando diferentes escalas espaciales fue mi intención encuadrar las nuevas formas de urbanización postindustrial en el contexto de los cambios demográficos y socioeconómicos generales en tres países distintos, para posteriormente estudiar y reflexionar acerca del impacto de la contraurbanización y los nuevos patrones territoriales en diversas entidades de población rurales.

Los análisis socioespaciales realizados han sido fundamentalmente dinámicos, es decir, se han basado en series evolutivas de datos relativos a comunidades residentes en ámbitos concretos, lo cual entronca directamente con un enfoque propio de la Geografía Histórica; además, el estudio de procesos conlleva necesariamente este tipo de análisis, pues los procesos son dinámicos, nunca estáticos. Lógicamente, el análisis comparativo también ha tenido un gran peso específico; aunque no siempre fue posible debido a las dificultades de equiparación de las fuentes de información y de los casos.

El diseño metodológico se presentó desde el principio muy complejo debido a la diversidad de fuentes que era necesario utilizar. Se trataba de estudiar procesos de cambio a un nivel comparativo internacional; siendo necesario manejar y conocer las fuentes irlandesas, españolas y mexicanas para poder equiparar la información que ofrecían. Estas fuentes han sido básicamente de orden estadístico, bien elaboradas por organismos oficiales o elaboradas personalmente a partir del manejo de archivos de instituciones concretas, fundamentalmente de Ayuntamientos españoles, del County Hall del Condado de Cork, y del Ineser de la Universidad de Guadalajara-México. Y de orden cartográfico y literario-bibliográfico complementado todo ello con un laborioso trabajo de campo y observación directa de la realidad en todos los casos.

En cuanto a las fuentes estadísticas, en Irlanda he manejado los datos disponibles en los Census of Population Tuve acceso a esta información en la Boole Library y Geography Department del University College Cork. También utilicé información en la Planning Office del Cork County Hall, que es el organismo estatal encargado de la planificación urbanística del Condado de Cork; en esta institución examiné las Licencias de Edificación.

En España utilicé los datos publicados de los Censos de Población, Movimiento Natural, Censos de Viviendas, Censos de Edificios y Locales y del Padrón Municipal de Habitantes, además de los Nomenclátores, todos ellos disponibles en las dependencias del IGE y de la Delegación Provincial del INE. De estos Censos y publicaciones oficiales se han sacado datos a nivel municipal y parroquial. Para el estudio de municipios concretos fue necesario consultar directamente en las oficinas de cada ayuntamiento el Padrón Municipal de Habitantes para examinar las Altas y Bajas, los archivos y registros de las Licencias de Edificación, las normativas y planes de ordenación urbanística y desarrollo socioeconómico, y el Registro Municipal del Impuesto de Circulación(1)

En México, los datos utilizados proceden de las estadísticas oficiales del INEGI: Censos de Población y de actividades industriales, e estadísticas migratorias elaboradas por el Ineser-Universidad de Guadalajara.

Por último, las fuentes estadísticas y cartográficas se complementaron con la información entresacada de entrevistas y sondeos a personal cualificado de instituciones; en Irlanda de la Planning Office del Cork County Hall y del Geography Department del University College Cork, en España a técnicos y autoridades políticas municipales; y en México a técnicos e investigadores del Ineser y Centro de Estudios Metropolitanos de la Universidad de Guadalajara. Además de largas conversaciones mantenidas con vecinos residentes en distintas localidades, y de la observación directa de la realidad. El trabajo de campo a través del contacto directo con la gente fue muy satisfactorio y positivo.

Por lo que respecta a la literatura-bibliografía, se utilizó de dos maneras: tanto como fuente para obtener datos como y, principalmente, para fundamentar las afirmaciones, las teorizaciones, reflexiones y análisis.

¿Cuál es el contenido del libro?

En los capítulos I y II de este libro se analizan críticamente los conceptos fundamentales que sostienen la tesis de la aparición de un Renacimiento Rural postindustrial; se exponen y se clasifican las diferentes interpretaciones existentes y se contextualiza una reflexión teórico-conceptual sobre el cambio urbano-rural en el marco de la literatura internacional que ha estudiado los procesos de Urbanización Difusa/Desconcentrada, directa o indirectamente. Se expone una argumentación que intenta demostrar que la investigación y planificación de la urbanización postindustrial podría llegar a significar, en el marco de políticas territoriales bien definidas, un desarrollo regional equilibrado y unas nuevas relaciones entre la ciudad y el campo

Expongo una reflexión teórica sobre las relaciones que se podrían establecer entre la contraurbanización planificada, el desarrollo rural integral y los objetivos de la reformada Política Agraria Común europea, que en su conjunto permiten pensar en la aparición de unas nuevas relaciones entre el campo y la ciudad más igualitarias. Se ponen en evidencia, en el contexto de las regiones periféricas de la Europa Atlántica, los cambios que la contraurbanización generó en cuatro localidades rurales de España e Irlanda, donde entre 1970 y 1990 tuvo lugar una diversificación socioeconómica, un nuevo crecimiento demográfico, la proliferación de nuevas edificaciones, un gran incremento de la movilidad espacial de las familias, la multiplicación de las economías familiares mixtas y del obrero-campesino, etc., poniendo énfasis en el carácter planificado que el fenómeno tuvo en Irlanda frente al carácter más espontáneo del caso español.

En los capítulos III y IV trato de evidenciar como los cambios socioeconómicos y demográficos inciden sobre el desarrollo regional y de analizar el papel desempeñado por la presencia o ausencia de políticas de planificación territorial. Para ello analizo datos a nivel regional y local en dos regiones europeas como son Galicia (España) e Irlanda. De los resultados del análisis realizada se desprende por una parte, que en el período 1970-90 hubo en ambas regiones tendencias de desarrollo territorialmente máis equilibrado debido a un cambio de sentido de los movimientos migratorios internos y externos y a una diversificación y modernización de su composición socioeconómica; y por otra parte, se desprende que son precisas investigaciones monográficas que evalúen las políticas de desarrollo regional a nivel local, estatal o internacional, que comparen casos con otras regiones, y que analicen el fenómeno de la emigración de retorno.

En el capítulo V, tras analizar y reflexionar sobre el desarrollo regional en Europa, es mi pretensión la de describir someramente los desequilibrios estructurales que inciden en el desarrollo regional mexicano, esbozar las características históricas de la planificación urbana regional del país e introducir un análisis sobre la naturaleza y los problemas del cambio urbano postindustrial en el Estado de Jalisco durante las últimas décadas. Finalizo con unas conclusiones a modo de reflexión sobre el significado de los nuevos patrones territoriales para México y su sistema de planificación urbano-regional. Hay que tener presente que este capítulo es producto del trabajo de investigación y observación directa llevado a cabo o por una persona foránea que vivió en México y trabajó en la Universidad de Guadalajara-Jalisco. Sería una osadía por mi parte el pretender interpretar y analizar profundamente la urbanización y el desarrollo regional en México.

En síntesis en este libro se presenta una breve exposición teórico-conceptual acerca de las relaciones que se pueden establecer entre la urbanización postindustrial y el desarrollo regional, una descripción sintética de los cambios experimentados en varias entidades de población rurales de la periferia atlántica europea en relación con las nuevas formas de urbanización y la contraurbanización. Y remata con un análisis crítico a modo de epílogo sobre su significado y sus posibles implicaciones para el desarrollo regional en México.

¿Qué es la urbanización postindustrial?

La urbanización postindustrial se puede definir genéricamente como un fenómeno de cambio social asociado a la difusión de la cultura urbana en el territorio. Frente a la urbanización industrial clásica que genera la concentración de población e industrias en grandes ciudades, los nuevos procesos de urbanización postindustrial generan movimientos centrífugos o desconcentradores desde las ciudades y regiones centrales hacia su periferia. Con estos flujos desconcentradores tiene lugar lo que se ha llamado urbanización del campo o urbanización difusa y la redistribución de actividades económicas y población en el espacio. Se encuentra asociada al cambio de sentido de los movimientos migratorios campo-ciudad que se transforman en ciudad-campo. Está vinculada al fenómeno conocido como declive urbano y renacimiento rural, que fue delatado en numerosos países occidentales a partir de los años sesenta; en los Estados Unidos (Berry, 1976; Fuguitt y Johansen, 1984; Beale, 1984) y en Europa (Fielding, 1982; Cloke, 1985; Champion, 1989). La urbanización postindustrial implica la transformación rural al incentivar la diversificación social y económica de aquellas comunidades rurales que reciben inmigrantes procedentes de la ciudad.

Este fenómeno de urbanización desconcentrada está íntimamente relacionado con el nuevo tipo de sociedad denominada Postindustrial y a la III Revolución Tecnológica; es decir al surgimiento de la era de las telecomunicaciones, computadoras y de la alta tecnología en general. Los avances técnicos traen consigo cambios radicales en las formas de asentamiento humano en el territorio; con ellos las economías de aglomeración pierden vitalidad debido a la mejora de las comunicaciones que reducen los costes de transporte. La universalización del automóvil particular, la mejora de las redes de comunicación o la nueva división internacional del trabajo contribuyen a corregir desequilibrios territoriales y permiten el desarrollo económico y social en áreas pobres y atrasadas (Burns, 1987). La Revolución Industrial trajo consigo los procesos de concentración de población e industrias y la urbanización y crecimiento de las ciudades. Según los teóricos de la Sociedad Postindustrial (Bell, 1974), también denominada de la información (Castells, 1989), la innovación tecnológica actual genera procesos contrarios de desconcentración y nuevas formas de urbanización.

El éxodo de los habitantes de los núcleos urbanos advierte de una nueva concepción de la ciudad; el abandono de las tendencias concentradoras demográficas y económicas llevan asociado una dispersión de las características propiamente urbanas en el campo, con lo cual se consigue la superación de la tradicional dicotomía social y espacial que distinguía lo urbano de lo rural (Clout, 1976). La dispersión de la ciudad es la principal característica definidora de la nueva urbanización presente actualmente en las sociedades occidentales (Bryant et all., 1982). Desde el punto de vista espacial, en el fenómeno de la urbanización desconcentrada se pueden distinguir dos procesos afines y diferentes a la vez (Cloke, 1985), pues en ambos casos conllevan flujos económicos y de población desde las áreas urbanas a las áreas rurales pero su naturaleza es distinta en función de la distancia que recorren. Por una parte, tenemos el proceso denominado de contraurbanización que contribuye al declive urbano a favor de un renacimiento de áreas rurales remotas, y por otra el de la suburbanización en áreas rurales próximas a las ciudades; estos procesos se encuentran muy relacionados con las nuevas formas de urbanización dispersa. La contraurbanización y suburbanización previstas u ordenadas impulsan un nuevo equilibrio territorial entre el campo y la ciudad y entre las regiones más desarrolladas y menos desarrolladas (Ferrás, 1995).

La urbanización desconcentrada y los procesos de contraurbanización y suburbanización comportan posibilidades de vida a aquellas comunidades residentes en áreas rurales, pero también impactos ambientales, sociales, económicos y culturales que deben ser previstos. Se debe tener presente que la desconcentración demográfica implica mayores gastos en dotación de infraestructuras, despilfarro energético con los desplazamientos masivos a la ciudad, procesos degenerativos de urbanización marginal o conflictos de intereses entre autóctonos y nuevos residentes en el campo con estilos de vida y aspiraciones diferentes. Los planificadores deben evitar que la regeneración rural sea algo coyuntural relacionado con períodos transitorios que no facilitan la emigración. Este tipo de urbanización si es planificada puede llegar a ser un proceso irreversible de cambio y transformación en el mundo rural. Permite un nuevo equilibrio territorial y la superación de las tradicionales diferencias en cuanto a bienestar y posibilidades de vida entre el campo y la ciudad.
 

NOTAS

1. Los datos pormenorizados con las metodologías utilizadas en su elaboración pueden ser consultados en Ferrás Sexto, C. (1995): Contraurbanización, Suburbanización y Cambio Rural en la Europa Atlántica: los casos de Galicia (NO-España) e Irlanda, c.1970-1990, Tesis Doctoral, Universidad de Santiago de Compostela. Lógicamente.

© Copyright Carlos Ferrás Sexto  1999
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