Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona.
Nº 3. 1 de diciembre 1996.

DE LA FUENTE DE PABLO, P. Las fortificaciones reales del golfo de Rosas en época moderna, Tesis Doctoral dirigida por la Prof. Alicia Cámara Muñoz. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia, octubre 1996, 3 vols, 576 p.

Horacio Capel


Esta Tesis Doctoral, dirigida por la Dra. Alicia Cámara Muñoz, Profesora Titular de Historia del Arte de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), fue defendida en Madrid el 16 de octubre de 1996 ante un tribunal constituido por los siguientes miembros: Presidente; Dr. Víctor Nieto Alcaide, Catedrático de Historia del Arte, UNED; Vocales: Dr. Horacio Capel Sáez, Catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona, Dr. Carlos Martínez Shaw, Catedrático de Historia Moderna de la Universidad Nacional a Distancia, Madrid, Dr. Carlos Sambricio, Catedrático de Urbanismo, Escuela Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid, y Dra. Victoria Soto Caba, Profesora Titular de Historia del Arte, UNED, Madrid.

La Tesis se inserta en una línea de investigación impulsada por la Dra. Cámara sobre la evolución de la fortificación hispana durante la edad moderna y las consecuencias de la misma en la configuración del territorio, en general, y de las ciudades, en particular. Dicho programa ha dado ya lugar a destacadas aportaciones, algunas de ellas publicadas en la revista de la UNED, (I>Espacio, Tiempo y Forma. Revista de la Facultad de Geografía e Historia, Serie VII, Historia del Arte.

El autor, Pablo de la Fuente de Pablo, licenciado en Historia (especialidad Arqueología) por la Universidad de Girona había anticipado ya algunos resultados en diversos trabajos previos sobre las fortificaciones de la costa mediterránea y de la frontera catalana a un lado y otro de los Pirineos, publicadas en Annals de l'Institut d'Estudis Ampurdanesos (1993, 1994), Pedralbes. Revista d'Història Moderna (1993), Revista de Girona (1994), Annals de l'Institut d'Estudis Gironins (1994) o Espacio, Tiempo y Forma (1994).

La Tesis está dividida en cuatro partes dedicadas sucesivamente a: 1) el debate de cuestiones generales, 2) el estudio de la fortaleza de Rosas, 3) el estudio de otras fortificaciones costeras y su papel en el sistema defensivo del Golfo de Rosas y 4) una apreciación general de la evolución del sistema defensivo.

El trabajo comienza con el análisis del papel asignado al golfo de Rosas por la política imperial de Carlos V, especialmente tras la visita del emperador a la villa en 1543. Decidida la fortificación del núcleo de poblamiento existente desde la edad media (y con raíces griegas y romanas) se plantearon complejos problemas de jurisdicción entre la Corona y el duque de Segorbe, titular del condado de Ampurias, a cuyo dominio pertenecía el lugar. Las negociaciones entre la monarquía y la casa ducal de Segorbe dieron lugar a intentos de permuta que no desembocaron en ningún arreglo. La posición real quedó reforzada con la bula papal de 1592 por la que el monasterio de Santa María de Rosas pasaba a depender del abad del monasterio de Amer, es decir, de hecho al Real Patronato de Aragón al que pertenecía el citado monasterio; al mismo tiempo, se realizaron diversos intentos de sustituir la jurisdicción nobiliaria por la real, la mas significada de las cuales, en las Cortes de Barcelona de 1599.

La fortificación de Rosas es un ejemplo de las nuevas pautas de fortificación que se desarrollan en Europa y América a partir del siglo XVI con la creciente presencia de la artillería en los conflictos bélicos. Un grupo de profesionales, los ingenieros, adquirirán a partir de ese momento un papel relevante en el arte de la guerra, en lo que se refiere al ataque y defensa de plazas fuertes. En España los ingenieros reales estuvieron integrados en la capitanía general de la Artillería, hasta que en el siglo XVIII adquirieron una autonomía plena con la creación del Real Cuerpo de Ingenieros de los Ejércitos y Plazas.

La visita imperial de 1543, que había sido precedida de una arribada forzosa diez años antes, condujo a la decisión definitiva de fortificar el lugar como punto estratégico para la defensa del Golfo de Rosas y el norte de Cataluña, tarea que fue encomendada al ingeniero castellano Luis Pizaño, formado en Italia en el entorno del Gran Capitán y que era en aquel momento capitán general de la Artillería del Milanesado. Pizaño sería ayudado por ingenieros italianos y diseñó una fortificación "a la moderna" que incluía no solo el recinto de la villa existente, sino un espacio vacío de amplia extensión para asegurar el crecimiento del núcleo y situar las instalaciones militares necesarias. La traza original fue objeto de diversos estudios y modificaciones hasta la definitiva del ingeniero milanés Juan Bautista Calvi, discípulo de Antonio Sangallo "El Joven", el cual realizaría luego otras importantes fortificaciones en el Reino de Aragón (fortificaciones de Ibiza, Mahón, Alicante, Perpiñán y Barcelona). Calvi trabajó en Rosas a partir de 1552 e introdujo profundas modificaciones en los proyectos de Pizaño. El debate se veía afectado no solo por matices importantes en la concepción de la fortificación "a la moderna", de configuración esencialmente pentagonal, sino también por diferentes valoraciones del papel que habían de desempeñar algunas defensas medievales existentes, la relación con el entorno físico, la orientación de los baluartes y la situación de la villa dentro de la fortaleza.

Todos estos trabajos de ingeniería militar deben enmarcarse en el esfuerzo para reforzar la frontera con Francia realizados durante la segunda mitad del siglo XVI, en los que las plazas fuertes de Perpignan y Rosas, junto con la fortaleza de Salses, tuvieron un papel destacado. A partir de finales del quinientos las creciente dificultades financieras de las Corona afectaron a esa política constructiva. Aún así en los años finales de dicho siglo prosiguió la labor de reforzamiento de la fortaleza de Rosas, con la intervención del ingeniero Jorge Setara, que dirigió el reforzamiento de varios baluartes, y de Jacobo Fratin, que propondrá la construcción de cuarteles en el recinto, con el fin de alojar a la tropa y disminuir la carga que su alojamiento suponía para los habitantes. Se trata de una temprana iniciativa que merece ser valorada, ya que la generalización de los cuarteles solo llegaría a generalizarse en el siglo XVIII.

La Tesis que comentamos, dedica gran atención a la relación entre el diseño y la construcción efectiva y al análisis de esta última a partir del examen de los restos materiales existentes, lo que refleja la formación del autor, un historiador que, como hemos dicho, se formó como arqueólogo. También presta atención a los problemas de financiación y ejecución de las obras, y a cuestiones relativas al abastecimiento de cal, piedra y madera.

Durante el siglo XVII se produjo una redefinición de la estrategia defensiva, que afectó a las fortificaciones de Rosas. El eje esencial del sistema defensivo de la frontera catalana con Francia era la plaza fuerte de Perpiñán, objeto de importantes fortificaciones desde los enfrentamientos hispanofranceses de la época de Carlos V y de su hijo Felipe II. La guerra con Francia a partir de 1535 supuso una nueva reactivación de las defensas de esa parte del territorio español, pero la caída de Perpiñán en 1542 potenciará el papel de Rosas, que sin embargo caería también en manos francesas tras el sitio de 1645. El reforzamiento de la fortaleza de Rosas iniciada por los franceses bajo la dirección del ingeniero D'Argencourt llevó a la expulsión de la población de la villa al exterior de la fortaleza y a la formación de un arrabal extramuros, con un proceso de suburbialización.

La paz de los Pirineos, supuso la cesión del Rosellón con su capital Perpiñán y la devolución de Rosas a España. La fortaleza de Rosas se convierte así en un punto esencial en la defensa fronteriza frente a Francia y es objeto de nuevas mejoras, entre otras la construcción de un hospital, que servía las necesidades logísticas del ejército del Ampurdán. Las actuaciones, sin embargo, estuvieron limitadas por los problemas financieros del período.

En 1693, durante el desarrollo de la guerra de los Nueve Años, Rosas cayó de nuevo en manos francesas. El manejo de la documentación francesa, y esencialmente la del Archive de l'Inspection de Génie, ha permitido al autor analizar en detalle las importantes realizaciones de los ingenieros franceses de Luis XIV en los años siguientes, que finalizaron con la retrocesión a España de la plaza por la paz de Ryswick de 1697, en el contexto de las nuevas expectativas que se plantearon con la sucesión al trono de España. De todas maneras, a pesar de ese nuevo cambio de soberanía, significado en el hecho de que el gobernador de la plaza volvió a ser español, durante la guerra de Sucesión el control de la fortificación siguió estando en manos de los ingenieros franceses, dependiendo orgánicamente del ingeniero de Perpiñán.

Con el asentamiento de la dinastía borbónica tras la paz de Utrecht la frontera francesa pierde durante un tiempo el carácter conflictivo que había tenido durante los dos siglos anteriores. Además, el papel asignado a la fortaleza de San Fernando de Figueras en la defensa fronteriza hizo pasar a un segundo término las funciones de la plaza de Rosas, que aún así siguió teniendo una función importante en la defensa costera. Por ello se mantienen durante todo el siglo labores de conservación y restauración. Durante ese período los problemas esenciales se plantearon en relación con el crecimiento del arrabal y la necesidad de controlar su diseño y la altura de las construcciones, para que no afectaran a la defensa de la fortaleza.

La expansión del arrabal costero, en efecto, podía afectar a la zona polémica de protección de la muralla, lo que dio lugar a diferentes informes de los ingenieros militares acerca del trazado de las calles principales, para que estuvieran en enfilada respecto a los cañones de la fortaleza, y a los problemas de su defensa y eventual utilización por los enemigos en caso de caer en poder de éstos. Diferentes ingenieros militares de la Dirección de Ingenieros de Cataluña (José Fabre, Perdro Martín Cermeño,Juan Escofet, Ramón Anguiano, o Antonio López Sopeña) actuaron por ello en la plaza de Rosas durante el setecientos, emitiendo informes que son de gran interés desde el punto de vista de la teoría de la castramentación y del urbanismo.

Junto a ello, los temas de la defensa costera y defensa de las pesquerías siguieron siendo importantes durante el siglo XVIII. La Tesis estudia el sistema defensivo puesto a punto en aquel sector de la costa desde la edad media, y que fue fuertemente potenciado por la monarquía desde el siglo XVI. Además de la misma fortificación de Rosas, el castillo de la Trinidad , situado cerca de l plaza, en la misma punta que cierra a levante la bahía interior del golfo, tuvo un papel importante en esa función de defensa costera, junto con las torres de Norfeu, Montgó, y La Escala. La fortificación del castillo de la Trinidad planteaba, sin embargo, delicados problemas estratégicos, debido a la proximidad a la plaza fuerte de Rosas, que podía ser batida por la artillería desde él en caso de caída en manos enemigas, por lo que fue objeto de diferentes proyectos. Por otra parte, la desaparición del peligro pirata a partir de la década de 1770 y los nuevos sistemas defensivos con el desarrollo de las baterías costeras supusieron cambios importantes en el papel de estas fortificaciones, con procesos de destrucción, abandono y nueva reutilización de algunas para el emplazamiento de dichas nuevas piezas artilleras.

Los últimos episodios de protagonismo bélico de la fortificación de Rosas se dieron en la Guerra de la Convención (sitio de 1794-95) y en la Guerra de la Independencia (sitio de 1808), durante las cuales volvió de nuevo a caer en manos francesas. Todo lo cual dio lugar a nuevos episodios constructivos y destructivos, incluso a proyectos de destrucción total de la fortificación.

La Tesis Doctoral de Pablo de la Fuente constituye, en definitiva, una buena aportación a la historia de la fortificación moderna, y de los sistemas defensivos del norte del Principado de Cataluña, y puede facilitar, además, datos de interés para el conocimiento de la evolución urbanística de una plaza fuerte durante este período y sobre la incidencia del control militar sobre la evolución el desarrollo de la urbanización. Es seguro que cuando se publique en forma de libro, tras la oportuna remodelación con vistas a su difusión pública, constituirá una obra digna de atención.


© Copyright: Horacio Capel.

© Copyright: Biblio3W, 1996.


Volver al índice de Biblio3W
 

Menú principal