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REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98
Nº 310, 7 de septiembre de 2001

LOS PROYECTOS DEL INGENIERO MILITAR SEBASTIÁN FERINGAN (1741) Y DE
FRANCISCO BOIZOT (1774) PARA EL TRASVASE DE LOS RÍOS CASTRIL Y GUARDAL
CON LA CONSTRUCCIÓN DE UN CANAL NAVEGABLE Y PARA EL RIEGO DE LOS
CAMPOS DE LORCA, TOTANA, CARTAGENA Y MURCIA.

Horacio Capel
Universidad de Barcelona


Palabras clave: ingenieros militares/ Feringan, Sebastián/ Boizot, Francisco/trasvase del Guadalquivir al Segura/ Lorca/ Murcia/ Cartagena

Key words: militar engineers/ Feringan, Sebastian/ Boizot, Francisco/ transfer from Guadalquivir to Segura/ Lorca/ Murcia/ Cartagena


La aprobación del nuevo Plan Hidrológico Nacional en 2001 supone la previsión de un trasvase desde la cuenca del Ebro a las de los ríos Júcar, Turia y Segura. Con ello prosigue una política hidráulica que tiene ya un importante realización con el trasvase desde el Tajo al Segura a través de una conexión de 286 km, para travasar, según el proyecto inicial, 1.000 Hm3 al año, cifra que ha quedado reducida posteriormete a 700 (1). Esa política de trasvases de unas cuencas fluviales a otras tiene paralelos en otros países (Estados Unidos, Rusia, Israel, México, Unión Sudafricana). Especialmente en Estados Unidos, donde destacan sobre todo los realizados desde el río Sacramento al Central Valley y a Los Angeles, y desde el Colorado a Los Angeles y a Arizona (2).

Pero en el caso español la idea del trasvase no es reciente, sino que tiene precedentes que se remontan al siglo XVI. En efecto, en ese siglo en que con la conquista del reino nazarí de Granada se había acabado la empresa de la llamada "Reconquista" del territorio peninsular, en que con el descubrimiento y la conquista de América se habían empezado a construir nuevas Españas ultramarinas, y en que la Monarquía hispana había consolidado una posición dominante en Europa, se idearon y proyectaron también importantes obras hidráulicas a ambos lados del Atlántico. Construcción de embalses, como el de Tibi (3) o el de Ontígola, construcción de canales, como el de la Acequia Imperial de Aragón o el del Jarama, desecación de lagos, como el proyecto del desagüe del lago de Tenochtitlan en México (4), y otros muchos. Entre los proyectos que se imaginaron se encuentra el del trasvase de las aguas de varios ríos afluentes del Guadalquivir (principalmente el Castril y el Guardal) hasta la cuenca del Segura, para el riego de los campos de Lorca, Totana, Murcia y Cartagena.

Se trata de un ambicioso proyecto que dio lugar a numerosos trabajos durante los tres siglos siguientes, y a la realización de importantes obras en el setecientos y el ochocientos. A ello se refiere el documento que publicamos en este artículo, y que tiene el interés de presentar dos alternativas que se discutieron en el siglo XVIII y que están en la base del inicio de la construcción del llamado canal de Murcia en la comarca granadina de Huéscar.

En esta nota introductoria presentaremos la historia de dicho trasvase para contextualizar el documento que se publica.
 

Los precedentes

Tras la conquista de Granada las tierras de Lorca, que habían constituido durante dos siglos y medio la frontera con el reino musulmán de Granada, empiezan a conocer un importante desarrollo agrícola, que se ve limitado por la escasez de las lluvias, ya que la comarca recibe unos 300 mm de lluvia o menos, con una fuerte irregularidad interanual. El río Guadalentín o Sangonera, que pasa por Lorca, había permitido organizar un sector de regadío, pero su caudal es también escaso e irregular (1 m3/seg. en Puentes) (5).

Desde mediados del siglo XVI existen proyectos para aumentar los caudales disponibles. Es muy probable que la idea de llevar a Lorca aguas de otras procedencias apareciera en esta ciudad a fines de la edad media, pues José Musso y Fontes en su Historia de los riegos de Lorca, publicada en 1847, afirma que varios proyectos se habían concebido ya desde el reinado del rey Enrique II (6).

Ante todo, se puso la atención en una serie de fuentes que había en el término de Caravaca (Archivel, Venablón, Singla, Baranda, Caneja, Naviales y los dos ojos de Archivel), cuyas aguas se proyectó llevar hasta Lorca para regar los extensos campos de esa ciudad. Especialmente intensos fueron los debates en 1566 (7), aunque el proyecto quedaría paralizado por la sublevación de los moriscos y la guerra que tuvo a las tierras de Huéscar como un escenario importante (8).

Pero la aspiración de Lorca para aumentar las dotaciones de agua para el riego le impulsó a encabezar varias iniciativas para el trasvase de aguas procedentes de los ríos Castril y Guardal, intentando al mismo tiempo asociar en esa empresa a otras ciudades del reino, como Murcia y, sobre todo, Cartagena, una importante base naval en el Mediterráneo y bastión fundamental en la defensa frente a Berbería, y que tenía graves problemas de abastecimiento de agua (9). Desconocemos el momento exacto en que se propuso por primera vez esta idea del trasvase (10). El historiador lorquino Joaquín Espín Rael, buen conocedor del archivo municipal y a quien la Cámara Agrícola de la ciudad encargaría en 1927 un estudio histórico sobre los proyectos de trasvase de agua de los ríos Castril y Guardal, afirmó que "el 14 de abril de 1568 se trató en el concejo que este día celebró el de Lorca, que a diez y seis leguas de aquí en el término municipal de Huéscar pasa un río muy caudaloso que se dice Guadahardal, cuyas aguas no se aprovechaban, las que se podrían traer con una obra de cuatro o cinco leguas de recorrido, dejándolas caer al río Vélez, con gran beneficio de esta república" (11); el concejo acordó escribir a Antonio de Quintela, procurador de Lorca en la Corte para que se encargara de la defensa de este proyecto, y Espín afirma explícitamente que "ésta fue la primera vez que se trató de desviar el río Guardal en beneficio de nuestros riegos", aunque debido a la sublevación de los moriscos el proyecto quedó por entonces abandonado.

Terminada la guerra, en 1575 se vuelve a plantear nuevamente el citado proyecto. Aunque los estudios realizados en Lorca por historiadores locales dan a esta ciudad todo el protagonismo, es seguro que ya desde el comienzo o muy prontamente estuvieron asociadas también otras ciudades. Espín Rael afirma que en esa fecha envió Lorca a la Corte al arquitecto y tallista Gabriel Ruiz Tauste, dando comisión a un regidor de la ciudad para que presentara a Juan de Ovando, presidente del Consejo de Indias y de Hacienda, el proyecto y memoria de la traza y nivelación para la conducción del agua; el proyecto pareció bien a Ovando y el Consejo de Hacienda aceptó el interés del mismo. Otras fuentes señalan que en 1576 las tres ciudades acudieron a Felipe II para solicitar permiso para la realización del proyecto a su costa, acompañándolo de un diseño que por su encargo había formado Gabriel Ruiz.

En todo caso, y sin duda en relación con dichas gestiones, el 20 de julio de 1576 se dio orden de que pasara a Lorca Jerónimo Gil, arquitecto de Felipe II, para realizar las investigaciones necesarias (12). Gil viajó a Huéscar efectivamente y efectuó los estudios del caudal y del terreno, aunque se plantearon diferencias entre la nivelación que realizaba y la que defendía Lorca; Gil se negó a proseguir y fue preso en Huéscar por la Inquisición "por ciertas palabras malsonantes que se supuso había dicho", al tiempo que se presentaba otra opinión favorable de Pedro Martínez de la Isla, maestro mayor del obispado de Cartagena, con sede en Murcia (13).

El proyecto contaba con la oposición del duque de Alba que desde 1513 había recibido el señorío de Huéscar y deseaba utilizar las aguas de los dos ríos para el riego de sus tierras, para los lavaderos de lana (14) y, eventualmente, para el transporte de las maderas de las sierras hacia Sevilla (15).

Ante las diferencias existentes, el Consejo pidió a las partes que presentaran sus alegaciones; y ahí quedó todo. Diez años más tarde, en 1587, parece que Alvaro Rodríguez de Moreruela, regidor de Coria, presentó un memorial al rey, a petición de Lorca, defendiendo nuevamente las ventajas del trasvase para esa ciudad y para la Corona (16). Lorca envió luego un regidor para realizar las gestiones y, a pesar de la oposición del duque de Alba, obtuvo que Felipe II firmara en Segovia el 15 de octubre de 1587 una orden dando comisión al licenciado Juan de Tejada, del consejo real, para que examinara el proyecto sobre el terreno y recibiera las informaciones y alegaciones pertinentes, asesorado por maestros de geometría (17). Éstos serían Gerónimo Muñoz, Lucas Montalbán, el ingeniero Tomás Tauste, el agrimensor Pedro Casquer y el nivelador Esteban Invernón (18). Gerónimo Muñoz, que desde 1563 era catedrático de Hebreo y luego de Matemáticas de la Universidad de Valencia, ocuparía en 1578 la cátedra de Astronomía de la de Salamanca y era en aquel momento uno de los astrónomos más prestigiosos del reino. Su elección para esta comisión muestra la importancia concedida al proyecto de trasvase de los ríos Castril y Guardal y al examen que debía realizar la comisión, durante la cual Muñoz determinaría con precisión la latitud de diversas localidades (19).

La relación que hace Espín Rael de los trabajos de dicha comisión es la siguiente:

"En noviembre estaban en Huéscar, desde donde, a 30 de este mes, escribió a Lorca el doctor Felices diciendo en su carta que luego que el oidor Tejada llegó a Huescar, donde el maestro Muñoz 'examinó sus matemáticos y el nivel de tranco que tenía hecho Luis de Montalván', se pasaron a ver el nacimiento del río Guardal, que a simple vista traía más de cuatrocientas hilas de agua, y de allí pasaron a Castril y vieron el río ser 'tan hondable' y la tierra muy quebrada y montañosa, por lo que todos estuvieron conformes con el parecer que declaró Jerónimo Gil, que sería imposible juntar este río con el Guardal; pero que él (Felices) se informó de los naturales del país, y acompañado del oidor, se reconocieron los montes en que gastaron tres días, por estar cubiertos de nieve que no se podía ir a caballo, llegando a la cima de Sierra Seca, al tercer día, desde donde descubrieron el nacimiento de los dos ríos desde aquella elevación, que pueden estar entre sí ambos nacimientos poco más de una legua por línea recta, tomando allí la altura, y se halló estar el de Castril más alto que el Guardal sobre doscientos pies, volviéndose a Castril a ver el nacimiento de este río, el que por junto a la villa traía el doble que el Guardal y lo mismo en su nacimiento.

Después se ocuparon en nivelar desde el nacimiento del Castril hasta el pie de Sierra Seca, donde se había de hacer una mina, que había de salir cerca del origen del Guardal, cuyo coste calcularon en 30.000 ducados, prosiguiendo la nivelación hasta las vertientes al campo de Lorca"

Ese sería el comienzo de un proyecto que daría lugar a nuevas iniciativas impulsadas por Lorca y Cartagena durante todo el siglo XVII, y del que aparecen referencias en la citada obra de José Musso y Fontes (1847), en la Historia de Lorca de Francisco Cánovas Cobeño (1898), en el estudio de Espín Rael realizado para la Cámara Agrícola, en Las aguas de la Región Murciana en relación con los antecedentes históricos de los abastecimientos de la ciudad y campos de Cartagena, Base Naval y Puerto, y otros aprovechamientos de las mismas (1927-29) de José Mediavilla (1927-29) y, más recientemente en el estudio realizado por Antonio José Mula Gómez, Juan Hernández Franco y Joaquín Gris Martínez (1986), el cual, sin embargo, no utiliza la importante obra del concejal cartagenero, que usó ampliamente la documentación del archivo municipal de esa ciudad.

En 1612 y 1613 las ciudades de Lorca y Cartagena actuaron simultáneamente para la realización del proyecto de trasvase.

Lorca, por medio del comisario Juan del Castillo, defendió el proyecto, en el que incorporó también la conducción de las aguas de las fuentes de Caravaca. Con el apoyo de Diego de Velasco, maestro mayor de la Alhambra, de Jerónimo de Soto, ingeniero mayor del rey, de Juan Bautista Monegro, maestro mayor de obras de la catedral primada de Toledo, y del arquitecto Juan Gómez de Mora, Castillo presentó un memorial al rey ponderndo el beneficio para Lorca, Murcia y Cartagena, y obtuvo incluso una audiencia privada con Felipe III el 10 de enero de 1613, en la que se examinaron cuatro planos firmados por Gómez de Mora, y el rey aprobó el proyecto entregándolo al presidente del Consejo de Castilla, que también estaba presente (20).

Por su parte en 1612 y 1613 el ayuntamiento de Cartagena dirigió varias cartas a Diego de Bracamonte a propósito de gestiones que debían hacerse ante Felipe III sobre la conducción de las aguas del Castril y Guardal a esa ciudad, a lo que siguió un informe en 1617 del capitan Pedro Ruiz Abarca, del Consejo de Su Majestad, sobre los beneficios que se seguirían de la conducción de los ríos, señalando que si no se había tomado ninguna resolución era por los problemas de la provisión de dinero. Tras de lo cual, y oido el técnico murciano Pedro Casquer, el 15 de junio de 1618 se dio comisión por el Consejo de Castilla al Licenciado Gregorio López Madera, Alcalde de Corte, del Consejo de Su Magestad y del Supremo de Castilla, para que fuese al nacimiento de los ríos con maestros y niveladores y elaborara un dictamen sobre el tema y sobre las fuentes de Archivel. En particular se le encargaba que investigara

"las partes por donde se pretende guiar y encaminar (las aguas) y se informe si las tierras y sitios donde nacen son públicas o realengas o de algún particular, y qué título tienen de ellas y si son manantiales y perennes y qué cantidad de agua tendrán y quién se aprovecha de ellas y en qué, y si se podrán juntar y llevar sin violencia a la vega de Lorca y qué distancia hay de las fuentes hasta donde se ha de hacer el riego y si se consumía agua y qué cantidad llegará y si las avenidas y crecencias dañarán el edificio de la conducción y si los edificios serán firmes y perpetuos y cuanto podrán costar hasta quedar en perfección y qué se gastará de ordinario en el reparo y si se podrá repartir entre las ciudades e interesados o qué medio podrá haber para sacar el dinero y qué cantidad de tierra hay en el campo de Murcia, Lorca y Catagena, y cuánta se podrá regar y qué aprovechamiento tendrá la Real Hacienda, y que haga de todo una pintura y la lleve al Consejo" (21).

Según el informe del capitán Juan González de Sepúlveda, comisionado en 1619 por el Ayuntamiento de Cartagena para asistir a López Madera en Huéscar, los maestros, ingenieros y geómetras que midieron las aguas y realizaron las nivelaciones fueron el portugués Francisco de Acuña, "que éste viene por particular orden y mandato de S.M. por la satisfacción que él tiene de su persona", Francisco de Potes, maestro mayor de las obras de Alcántara, Luis de Monuela, Pedro Casquer, agrimensor de Murcia, y Melchor Ruiz de Callejón, maestro de obras de Granada.

El proyecto tal como estaba configurado en 1619, consideraba que en la Sierra Seca, situada a tres leguas de Huéscar,

"hay una fuente en la parte que mira al poniente que viene a estar entre ella y otra en un barranco; de ésta procede el río que llaman Castril y desde su nacimiento se deja caer hasta la villa de Castril y antes de llegar a ella se le juntan tres fuentes de las cuales no se trata porque no hacen a nuestro intento, porque caen muy bajas e imposibilitadas de poderse conducir. A la parte de levante de la dicha sierra, a media ladera de ella, dos fuentes, que distan quinientos pasos la una de la otra y de su nacimiento, hasta donde se juntan habrá otros quinientos; ésto es el río que llaman Guadahardal. Tiene su primer curso hacia la parte de levante, riega la villa de Castilleja (...) por la una banda, que es lugar del duque de Alba, y de ella pasa y riega a Benamaurel (...)

Encima de estas dos fuentes en la misma Sierra Seca hay una cueva estrecha de entrada y que tiene la boca a la parte de levante y a los cincuenta pasos adentro nace un golpe de agua dulce que corre por dentro hacia la parte de mediodía y se consume allí y aunque se ha echado en ella almagra y hecho otras diligencias no se le halla correspondencia; a ésta llamaremos de aquí en adelante la Fuente de la Cueva. La fuente que llaman de las Arraigadas, nace cerca de la Sagra de Huéscar, dos leguas y media de ella viene a juntarse con Guadahardal por un cuarto de legua de su nacimiento y no se pone ésto al principio de dicho río porque en la parte que se midió y pesó el dicho río y a las aguas de él no se le había juntado ésta y así se le añade (...)

El Sr. Alcalde López Madera trató de averiguar los crecimientos de éstos ríos y habiendo yo entendido que se recibía información de que crecían con el aire sin llover, me quise informar, unánimes viejos y mozos me dijeron que desde primero de diciembre hasta fin de mayo todos los años, en corriendo poniente salía por el nacimiento de los ríos gran golpe de agua y que ésta era continua todos los años y en tanta abundancia que ambos ríos traían más de 800 hilas de agua, que, como queda dicho, duran desde primero de diciembre a fin de mayo"

A ello se le añadían las aguas de las dos fuentes de los Ojos de Archivel, que nacían en tèrmino de Caravaca, respecto a las cuales tenían pleito ésta ciudad y Lorca "porque Caravaca los dio a Lorca en trueque de cierto término y se tomó el término y se quedó con ellos", y la fuente de Benablón, en el mismo término de Caravaca.

El trayecto considerado para realizar el trasvase planteaba problemas, pero empezaba a definirse:

"Ahora se advierte que el nacimiento del Castril, que cae a la parte de poniente de la Sierra Seca, tiene 158 varas de altura más que el Guadahardal, de manera que la mina que ha de juntar estos dos ríos podrá traer muy gran corriente. Es la sierra de piedra fuerte y aunque podría haber algo blando no se juzga por ninguna demostración.

Hechas las medidas parece que la mina ha de tener de largo 5.890 varas, lo cual para ser en buena proporción y tener un pozo ha de tener de ancho cuatro varas y de alto tres y una tercia, que todo multiplicado viene a ser 78.640 varas.

Ofrécese Francisco de Silva a hacerla por un tanto y que la dará acabada dentro de dos años.

Luego que los dos ríos estén juntos por medio de esta mina se encaminan por cordilleras de la sierra hasta el río de las Arraigadas, donde recibe la Fuente Montilla, que es la que llamamos de las Arraigadas, y de allí va a dar a Campo Fique, término de Huéscar, y por la sierra y llano y de allí a la Olla de Jaime y sierra de Cubrena, y de allí baja al molino de Carrasco en la viñas de Huéscar y pasa atravesando la sierra de Jubrena y va a dar a la sierra que sale al campo de Bucejas, que es el que queda dicho que pretende el duque que le rieguen, y de allí va a Lóbrega, cortijo de don Pedro Serrano, y de allí a las vertientes de Vélez el Blanco, que van a entrar en el término de Lorca. Ésto es lo que hasta ahora está hecho y lo restante que es de Lorca acá es negocio fácil.

Dicen los maestros que meterán el agua por el puerto de Nogalte y que desde allí se irán partiendo las aguas dando a cada ciudad de por sí las aguas que hubiera de haber"(22).

La situación de guerra en Europa y los problemas de la Real Hacienda y de las ciudades interesadas detuvieron los trabajos, que se reanudaron en 1632, tras un ofrecimiento de la ciudad de Cartagena de pagar 100.000 ducados, tomados de los propios de la ciudad, y asistir con cien peones así como con carros y bestias durante un año (23). El 5 de octubre se pidieron a Cartagena 2000 ducados para construir en la Corte "los instrumentos matemáticos necesarios para la segunda nivelación, que ha de ser con la misma agua, de manera que acabada ella, llegará el agua a la mar habiendo pasado por todos los campos, aunque en pequeña cantidad, con que en breve tiempo la evidencia asegurará los ánimos de los que han dudado la posibilidad de esta conducción" (24).

En octubre de 1633, tras haber obtenido un adelanto de 20.000 ducados, López Madera fijó su residencia en Huéscar donde inició sus trabajos para abrir las acequias que habían de unir las fuentes a una corriente principal de la zanja real que conduciría las aguas hasta Cartagena; en enero de 1634 estaban trabajando enn la obra más de 500 personas, que con sus jornales y los gastos de cinco fraguas que trabajaban construyendo herramientas, suponía un gasto de cerca de mil ducados semanales, lo que llevó a pedir nuevos recursos (25); el 12 de octubre de 1634 López Madera escribía de nuevo a Cartagena solicitando el envío de otros 25.000 ducados para continuar una obra en la que "lo hecho hasta hoy es asombro del mundo" (26). El 30 de septiembre había comunicado también que la obra de la conducción estaba muy adelantada y que "con la venida de Juan de Remesdrique, flamenco, en quien se ha remitido la acequia Real hasta Cartagena, se aumenta su gasto, por la brevedad con que camina y gente que ha metido y va metiendo cada día, pues en doce días se ha obligado a hacer media legua y lo va poniendo en ejecución, por lo cual, son menester, con toda brevedad, cincuenta mil ducados" (27). Poco después, en 1635 trabajaba también en la obra el canónigo Bartolomé Pety que es designado como "Ingeniero de S.M." y del que se dice que con orden de López Madera había asistido a la fábrica y se había gastado mucho en ella, aunque se había adelantado poco, a la vez que se alude al interés que tiene en dicha obra el Conde-Duque de Olivares, que era primer ministro de la monarquía en aquel momento (28). Nuevamente la guerra en ese año, y la grave situación económica de Cartagena (que se dice había perdido más de cuatrocientos vecinos por la continuada esterilidad de los tiempos) y otras ciudades de la región, hizo relegar la cuestión de los ríos. En marzo de 1637 estaba encargado de "la administración y gobierno de la real fábrica para la conducción de los ríos Castril y Guadahardal, para regar los campos de Murcia, Lorca y Cartagena" Lorenzo López del Castillo, del Consejo de S. M. y regidor perpetuo de la Villa de Madrid (29), el cual en agosto batallaba por obtener nuevos recursos de Cartagena.

En marzo de 1639 la ciudad de Cartagena había tomado a censo y entregado a López madera 90.000 ducados, sin que la conducción del agua se hubiera llevado a efecto. La guera con Francia se intensificaba, y la situación económica era cada vez más grave, por lo que en diciembre se habían abandonado ya por completo las obras para la conducción de las aguas de los ríos Castril y Guardal, por considerar que no era factible dicha obra (30). Según señaló Musso y Fontes en 1847, al llegar los trabajos a la sierra de Almorox "conocieron lo errado de la nivelación" (31).

El proyecto de trasvase quedó olvidado y en la segunda mitad del XVII los esfuerzos se orientarían hacia la construcción de un embalse en Lorca, con el modelo del pantano de Tibi, que había sido construido a partir de 1580 para aumentar el riego de las tierras de Alicante.
 

Nuevos estudios en el siglo XVIII

A comienzos del siglo XVIII se retomó nuevamente el proyecto de trasvase en el marco de la política de fomento que había iniciado la nueva dinastía. Una política que daría lugar a importantes obras hidráulicas a todo lo largo del Setecientos (32)

Según lo establecido en la ordenanza de Ingenieros de 1718, el ingeniero general marqués de Verboom recibió el encargo de realizar un amplio viaje de reconocimiento de las plazas, fronteras, puertos de mar y costas, así como de todo lo "tocante a lo interior de las provincias, para el bien común de mis vasallos al tiempo de transitar por ellas". En ese viaje, que emprendió en 1721 y durante cinco años le llevaría por Levante, Murcia, Andalucía y Ceuta, realizó también un estudio del proyecto para conducir a Lorca las aguas del Castril y el Guardal (33). Su hijo Isidro Próspero, elaboró un plano del terreno y preparó una relación sobre el citado proyecto.

El resultado fue el Mapa de la jurisdicción de los Reynos de Granada y Murcia en que se encuentran los rios de Castril y Guardal que en varios tiempos y ocasiones se han propuesto traher desde sus nacimiento por azequia real, a regar los campos de las ciudades de Lorca, Murcia, Vera y Cartagena, conduciendo sus aguas por los parages que mas conbenga en la forma que por extenso se expressa en la Relación que sobre ello ha formado el difunto Ingeniero Director Dn. Isidro Próspero de Verboom en año de 1721, en cuyo tiempo se hizo también levantar el mapa interino sobre escala pequeña de leguas del país para dar una idea del terreno mientras se parctique en otra forma para la execución de la obra (34). Las figuras 1 y 2 presentan dos porciones de dicho mapa, que está construido a la escala aproximada de 1:105.000.

Figura 1
Parte occidental del Mapa de la jurisdicción de los Reynos de Granada y Murcia, 1721

Parte occidental del Mapa de la jurisdicción de los Reynos de Granada y Murcia en que se encuentran los rios de Castril y Guardal,
realizado en 1721 por Isidro Próspero de Verboom. Se incluye aquí los nacimientos del Castril y Guardal.

Figura 2
Parte oriental del Mapa de la jurisdicción de los Reynos de Granada y Murcia, 1721

Parte oriental del  Mapa de la jurisdicción de los Reynos de Granada y Murcia, realizado en 1721 por Isidro Próspero de Verboom,
que corresponde al sector comprendido entre la Sierra de María y Lorca

El informe señalaba lo costoso de la obra, que el ingeniero presupuestó en un millón de pesos para la sola construcción del canal. En ese momento no solo la ciudad de Lorca sino también la de Cartagena, convertida en una de los más importantes arsenales y capitales de la Armada española, pasó a estar muy interesada en el proyecto. Alonso Gutiérrez de Rubalcava, Ministro principal de Marina de Cartagena, insistió ante el Ministro José Patiño para que se realizase el proyecto, al tiempo que la ciudad de Lorca realizaba gestiones ante el Gobernador en el Real y Supremo Consejo de Castilla, el Cardenal Gaspar de Molina y Oviedo (35). Poco después, el rey nombró como Juez Comisionado al Corregidor José de Castro y al Vicario de Caravaca y como ingeniero al Teniento Coronel Sebastián Feringan y Cortés, por cédula de 15 de enero de 1742.

El Ingeniero Jefe y Teniente Coronel Sebastián Feringán Cortés era en aquel momento uno de los más prestigiosos ingenieros militares de la Monarquía. Nacido en 1700, era ingeniero militar desde 1721, trabajando en Barcelona con el Ingeniero General Jorge Próspero de Verboom, y luego en Cartagena, a donde fue destinado en 1728 y donde, excepto algunas comisiones que desarrolló fuera de la región, permanecería hasta su muerte, que se produciría en 1762. Tras sustituir a Alejandro Deretz en la dirección de las obras del arsenal de Cartagena, desplegó una actividad incansable en el diseño y construcción de los edificios navales y militares de la ciudad que había sido elegida como uno de los puntos clave de la nueva organización de la marina española. Pero durante ese tiempo realizó también gran número de obras civiles, tanto en Cartagena (la urbanización de la alameda de San Antón, la Fuente Vieja y otras obras) como en Murcia (donde trabajó en la nueva fachada de la catedral) y en Aguilas (donde intervino activamente en el diseño de las nuevas fortificaciones que habían de construirse) (36).

El prestigio de Feringán fue lo que determinó su elección para realizar el estudio del posible trasvase de los ríos Castril y Guardal. Tras estudiar toda la documentación existente en loa archivos de Cartagena, Feringán inició sus operaciones que se prolongaron durante todo el año 1742 y parte de 1743, elaborando una memoria sobre el tema (37).

Según señala Espín Feringán realizó la nivelación de sesenta leguas y elaboró planos parciales y generales, y perfiles, "en más de una arroba de papel", con las correspondientes memorias, en la que afirmaba que esa obra era "de las más importantes que en España se pueda emprender, por siete millones de reales que anualmente retribuirá al erario, dejando con grande número de vasallos ricos, y por otras conveniencias que se siguen a la monarquía" (38). El resultado de su trabajo fue un proyecto que aparece resumido en el documento que publicamos (figura 3).

Figura 3
Primera página del documento que se transcribe


Una vez finalizado el trabajo y examinado en Madrid, el gobierno quiso conocer la opinión de otros técnicos sobre el proyecto. En 1750 el marqués de Ensenada encargó a Jorge Juan dicha evaluación. El informe de éste fue decididamente favorable, ya que asegura haber examinado el proyecto y los mapas, hablado con Feringán, recorrido el territorio y realizado por sí mismo observaciones y nivelaciones cuando tenía dudas sobre las que había efectuado el ingeniero. Jorge Juan, que desde su vuelta de América y la publicación de las Observaciones Astronómicas y Physicas hechas de Orden de S. M. en los Reinos del Perú (1748) se había convertido -al igual que Antonio de Ulloa- en un asesor científico privilegiado del primer ministro marqués de la Ensenada, alaba el proyecto y los beneficios que podía reportar a la región, y en especial considera de gran importancia el abastecimiento de Cartagena, un puerto esencial en los designios de reconstrucción naval que Ensenada impulsaba (39).

Vale la pena conocer por extenso su opinión, expresada en la carta que escribió al Marqués de la Ensenada el 15 de enero de 1751 (40).

Excmo. Señor: En virtud del orden de V.E. de 19 de Agosto del año próximo pasado, en que me manda reconozca los Autos, Planes, Perfiles y Elevaciones que se trabajaron por el Ingeniero Dn. Sebastián Feringán para el Proyecto de reversión de los Rios Castril, Guadardahal, y aguas del Campo de Carabaca, para el riego de los de Lorca, Totana, y otras, y que confiera, reconocido el todo, con el mismo Ingeniero: no solo he practicado estas diligencias, examinando por menor todos los dibujos, y cálculos, sino que me he transferido a los nacimientos de los dhos Rios, Fuentes de Caravaca, y Ojos de Luchena en las Caveceras, o bertientes de Lorca, para examinar yo mismo sus Aguas, y las tierras, por donde se proyecta conducirlas, llevando conmigo Instrumento para verificar las nivelaciones que me parecieran dudosas: y a vista de todo devo decir a V.E. que la conducción de las Aguas es llana, respecto a que se tiene mucha más pendiente que la necesaria para darle el curso, y que por este motivo se podrán hacer en su carrera muchos molinos que el mismo Ingeniero tiene proyectados.

A las Aguas de Castril, y Guadardahal se les podrá agregar las de la Fuente de Ruiz, y del Río de Raigadas; pero de ellas será necesario substraher alguna para que se rieguen los cortos Campos que están más abaxo en sus Riveras, si acaso no fuesen suficientes las fuentes que se unen más abaxo de los nacimientos, lo que no ocasionará gran pérdida, respecto a ser muy poca la que será necesaria.

En quanto a las aguas del Campo de Caravaca, parece que pueden dar muy poca utilidad, pues en Verano la necesitan toda sus habitantes para regar sus Cáñamos, y hortalizas; y en los meses de Marzo, y Abril también riegan trigos, y cevadas, quedando muy poca agua para que la aprovechen en las tierras por donde toman su curso; De tal suerte, que solo pudieran aprovecharse en los meses de Diciembre, Enero y Febrero.

No obstante ésto, los Ríos de Castril y Guadardahal con la Fuente de Ruiz, y el Río Raigadas pueden dar un provecho considerable al Rey, y enriquecer sus Vasallos de los Campos de Lorca, Cartagena, y otros, pues según mi concepto hallo que dan más de 560.000 pies cúbicos de agua por hora, y aunque en el Verano no den lo mismo según consta por las medidas de Dn. Sebastián Feringán, estoy persuadido a que en Marzo, y Abril, que es el tiempo en que más urge el riego de los trigos, darán en caso de duda más.

En esta inteligencia, y suponiendo dividir las tierras que se han de regar en una quinta parte de hortalizas, y lo demás en trigos, cevadas, viñas, y otras cosas, dexando los barbechos correspondientes de un año para otro, se puede creer que regarán dichas Aguas 60.000 fanegas de tierra, o 360.000 taullas; pero dado caso que las tierras no sean tan firmes: como se discurre; y que por ser más porosas no se dilate a tanto el riego, no avrá duda en que regarán 40.000 fanegas, o 240.000 taullas; que no tiene tanto regable, según los prácticos, todo el Campo de Cartagena: con que desde luego avrá Agua,no solo para éste sino para el de Lorca, a quien se le agregan los Ojos de Luchena, de quien son propios, con lo qual podrá regar, si no el todo del Campo, la mayor parte. De estos riegos, y después de averse en algunos años sazonado y compuesto la tierra, se tiene por experiencia que dexará de renta, una con otra cada taulla de tierra, annualmente un doblón: con que redundarán 360.000, o 240.000 doblones annuales de renta, cuya décima parte, que es lo que los Pueblos se allanan a dar al Rey, 36.000 o 240.000 doblones será la renta que su Mg. tendrá annual por esta obra; a que se ha de agregar el provecho que dieren los Molinos que se hicieren, y lo que las rentas Reales aumentaren con el aumento de los frutos.

Según la cuenta del Ingeniero Dn. Sebastián Feringán el costo de las Azequias podrá montar a 25 millones de reales, otros prácticos le hacen a 30 millones; pero desse caso que lleguen a 45 millones, por motivo de que se fortifiquen muy bien, y se revistan Minas, y todos los parages donde la terra parece porosa, como desde el nacimiento del Guadardahal hasta el Río Raigadas, como también lo notó el mismo Ingeniero, y siempre se verá que le queda al Rey un cinco, o a lo menos un tres por ciento annual del principal sin contar el rédito de los Molinos, el aumento de las Rentas Reales, y el beneficio incomparable de sus Vasallos.

De esto enterado V.E. y de que son factibles como bien dispuestas todas las Obras del proyecto, podrá resolver lo que tuviere por más conveniente; pues aunque el costo sea grande, y necesario: mucho tiempo, y fatiga para el logro de las dilatadas Minas, siempre se llegarán a perfeccionar, y no solo conseguirá V.E. las utilidades arriba dichas, sino que le dará el ser a este Puerto, proveyéndole de todo comestible necesario a una Armada como la que V.E. está construyendo. Ntro Sor. Guarde a V.E.
 

La caída de Ensenada en 1754 afectaría tal vez a este proyecto, que quedó momentáneamente paralizado.
 

El proyecto de Francisco Boizot para la Compañía de Pradez

La idea del trasvase recibió nuevo impulso en 1770 cuando el francés Pierre Pradez presentó el proyecto para la construcción del canal de Murcia. Obtenida la autorización de Carlos III, el ingeniero Cornelio Juan Krayenhoff recibió todos los planos e informes realizados por Verboom y por Feringán, con los que realizó un reconocimiento del terreno y estudios que, por ausencia de Krayenhoff, terminaría Francisco Boizot (41), elaborando un proyecto que utilizaba en buena medida los trabajos anteriores, pero se apartaba en algunos aspectos del de Feringán. La propuesta de Boizot y su comparación con la del ingeniero militar es el objeto del documento que publicamos (42).

La Compañía de Pradez obtuvo autorización por real cédula el 1 de septiembre de 1774, modificada el 4 de junio de 1775. Pero ante los problemas de financiación, y al no haber depositado los 60 millones de reales al cabo de un año, el 4 de septiembre de 1776 se anuló la concesión a Pedro Pradez y se creó una nueva compañía, con participación del príncipe de Asturias, el duque de Híjar, el teniente general Manuel de Azlor, del miembro del Consejo y Cámara de S.M. Juan de Acedo y Rico y con la garantía del Estado. Se mantuvo en el cargo de ingeniero principal a Francisco Boyzot aunque se nombró superintendente de las obras al capitán de ingenieros Domingo Aguirre y segundo al ingeniero Lorenzo Filpó.

Mientras tanto, se habían emprendido los trabajos de construcción del canal. Según la real cédula de 4 de junio de 1775 se preveía que los presidiarios penados por las Justicias podrían aplicarse a las obras del canal (43). Y efectivamente, parece que éstos constituyeron una parte importante de los que trabajaron en ella, según se conoce por la documentación municipal de Huéscar (44).

Además de los datos reunidos por José Musso y Fontes y por Espín Rael, el trabajo citado de Mula, Hernández y Gris ha estudiado las incidencias de ese "proyecto utópico" del canal de Murcia, que contó también con informes diversos de otros técnicos, entre los cuales (en abril de 1776) el ingeniero director del Canal de Castilla, Coronel Fernando de Ulloa, luego, como hemos dicho Domingo de Aguirre, nombrado superintendente; finalmente por real orden de 8 de octubre de 1781 se mandó que las obras fueran examinadas por los ingenieros militares Carlos Le Maur, Juan Escofet, Fernando Ulloa y Juan Homar, todos ellos con experiencia en obras hidráulicas, junto con los arquitectos Manuel Bernardo Mateos y Jerónimo Martínez de Lara, el diseñador del pantano de Puentes, todos los cuales dieron un informe individualizado y señalaron en general la dificultad técnica del proyecto (45).

Finalmente, los cálculos sobre los caudales que efectivamente podrían trasvasarse, menores de los primitivamente estimados, y las enormes dificultades técnicas del proyecto, condujeron en noviembre de 1785 a la disolución de la compañía y a la anulación del proyecto, cuando ya se habían realizado importantes trabajos de construcción del canal en las tierras de Huéscar y se habían gastado 19 millones de reales (46).

La real cédula de 11 de febrero de 1785 decía:

"Por varios reconocimientos del proyecto y obradas executadas en el canal llamado de Murcia, practicadas de mi orden en estos últimos años en varias estaciones por diferentes Ingenieros de graduación y Arquitectos de acreditada inteligencia, se han demostrado las dificultades poco menos que invencibles y los gastos inmensos que ocasionaría el continuarlas en la forma que se habían proyectado sin que en ningún caso se lograse dar riego a los campos de Lorca, que fue el fin principal de la empresa", por lo que se decidía disolver la compañía del Canal de Murcia.

Ese mismo año de 1785 se decidió que en lugar del proyecto anterior para la construcción de un canal de 43 leguas (287 km) para el trasvase de las aguas del Castril y Guardal y su conducción a Lorca, Cartagena y Murcia, se construirían dos embalses en la cabecera del Guadalentín, para el riego de los campos de Lorca. El 1 de marzo de 1785 se iniciarían efectivamente esas obras, bajo la dirección política de Antonio Robles Vives, nombrado por el ministro Floridablanca como Juez Subdelegado y Comisionado de las Reales Obras a realizar en Lorca, y la dirección técnica de Jerónimo Martínez de Lara (47).
 

La continuidad de los proyectos en el siglo XIX.

Durante el siglo XIX todavía se mantuvo el sueño del canal, aunque cada vez más el proyecto se fue limitando al riego de las tierras de Huéscar, prescindiendo del trasvase hacia Lorca y Cartagena.

El 2 de mayo de 1815 el ayuntamiento de Murcia propuso que se continuara el canal de Huéscar, para lo cual era preciso practicar un reconocimiento de los trabajos que se habían realizado durante el siglo XVIII, pagando los gastos las ciudades murcianas interesadas; dicho reconocimiento, que estuvo a cargo del ingeniero naval y teniente de navío Francisco Meléndez, permite saber que se habían construido un total de 29 km de canal en diversos trozos separados desde las Fuentes del Guardal hasta la entrada del Campo de Bujégar. Estaba sin abrir 11 km y medio hasta Topares, los cuales -y la finalización de las obras pendientes- permitirían regar 50.000 fanegas de tierra en dicho campo, 3.500 en Huéscar y otras en Orce, Castillejar y Galera (48).

A éste siguió otro reconocimiento realizado en 1819 por el Teniente Coronel de Ingenieros Juan Carmona, para comprobar la posibilidad de extender el riego hasta Lorca y Murcia. En él se calculó que el Guardal podía suministrar 0,852 litros por segundo, el Castril 1,349 litros por segundo y el caudal de Juan Ruiz 0,244 litros por segundo (49).

A partir de 1846, finalizada la guerra carlista, volvieron a realizarse nuevas solicitudes, y en 1878 Francisco García Dueñas obtuvo la concesión de Canal de Bujejar, para el aprovechamiento en la comarca de las aguas de los ríos Castril Guardal, Fuente de Juan Ruiz y Arroyo Raigadas. En el proyecto intervinieron los ingenieros hermanos Bergnes de las Casas (50). El proyecto del Canal de Bugéjar, que se llamaría según los períodos políticos de D. Amadeo I y de la Infanta Mercedes, se incluyó en el plan Gasset de 1900 (51) y se proponía de nuevo en 1928 por Basilio Penalva, con la propuesta de que se denominara Canal de Primo de Rivera -por el Presidente del Directorio Militar-, al mismo tiempo que en Lorca y Cartagena se examinaban nuevamente los viejos proyectos del trasvase (52).

Efectivamente, la real orden de 22 de diciembre de 1926 ordenaba el estudio para la llevada de las aguas de Castril y Guardal a los campos de la provincia de Almería, lo cual, se dijo inmediatamente en Lorca, "de efectuarse mataría nuestras aspiraciones seculares y toda esperanza de vida, de esperanza y de redención para Lorca, colmando la medida de sus temores y dejándola empobrecida para siempre", según escribía la Cámara Agrícola de la ciudad en 1927 (53).

Eso provocó una reacción y la publicación de una Memoria en la que se presentaba el proyecto y los derechos históricos sobre el agua de dichos ríos, la cual se encargó, como ya hemos dicho, al historiador local Joaquín Espín Rael (54). De esa publicación se repartieron centenares de copias a personalidades diversas de la nación, en una campaña defensiva.

Los argumentos que se esgrimieron en la Memoria en favor del proyecto eran éstos: Lorca solo pedía las aguas sobrantes de los ríos Castril y Guardal, por lo que no se lesionaban ni mermaban los derechos adquiridos en los regadíos que ya utilizaban esas aguas; en Lorca todo estaba hecho en lo que se refiere a la distribución de las aguas, y existían incluso los pantanos para almacenar el agua; también se alegaba que era más justo llevar esas aguas "a los regadíos ya hechos que a los regadíos por hacer", en donde además existía una numerosa población agrícola diseminada de agricultores muy competentes en materia de riegos y cultivos; que era una lástima que se perdieran las muchas obras ya hechas con vistas al trasvase, que solo faltaban veinte kilómetros para llegar a la divisoria de Topares, y que la ciudad estaba dispuesta a colaborar en la obra a través del Sindicato de Riegos existente.

La real orden del Ministerio de Fomento de 6 de julio de 1928 mandaba estudiar la regularización de los ríos Castril y Gardal, y partiendo de la base de un caudal aforado de 5 m3 por segundo, se destinaban 2 m3 para utilización y mejora de los regadíos existentes y aquellas cuencas, otros 2 m3 a las vegas del Almanzora, y el metro cúbico restante para la vega del Guadalentín.

Ante las protestas de Lorca, el 27 de octubre de 1930 otra real orden mandó estudiar una posible distribución más equitativa de los caudales del Castril y Guardal entre las cuencas del Almanzora y del Guadalentín, "en consideración a la mayor riqueza y al mayor beneficio que pueda obtenerse" (55). Se encargó al ingeniero de la División Sur Enrique Gómez López el proyecto de conducción de gua de los ríos Catril y Guardal a Lorca y al Almanzora, como un "proyecto general de regularización y travase". Al mismo tiempo la Mancomunidad Hidrográfica del Segura encargaba otro proyecto al ingeniero lorquino Camilo Mazzuchelli Muñoz. Ambos estaban terminados y en poder del Ministerio de Obras Públicas en septiembre de 1931,siendo el de Mazzuchelli especialmente favorable para Lorca, ya que preveía 63 millones de m3 al año para el trasvasar al Guadalentín y 31 millones para el Almanzora, con una pérdida estimada en ambos casos de un 20 por ciento debido a la conducción.

En esos mismos años la política hidráulica se dirigía a resolver el problema del abastecimiento de agua potable en las ciudades murcianas con el agua del Taibilla, afluente del Segura; en 1927 se constituyó la Comunidad de Municipios para el aprovechamiento de las aguas de dicho río y en 1930 se aprobó el proyecto. La ciudad de Lorca, que se incorporó a dicha Mancomunidad, trató al mismo tiempo por todos los medios de mantener sus "derechos históricos" al agua de los ríos Castril y Guardal, que deseaba destinar al riego de sus campos.

En los años 1970 se realizarían nuevos proyectos, que han llevado a la construcción del pantano del Portillo en el río Castril (de 30 Hm3 de capacidad) y el pantano de San Clemente en el río Guardal (de 120 Hm×), ambos interconectados por un túnel, con los cuales se prevé garantizar el riego de 17.000 has en la comarca de Huéscar y un posible trasvase a la cuenca del río Almanzora en Almería y a la cuenca alta del Guadalentín (56).
 

Las obras en la actualidad

Tras el abandono de las obras de canal, sus restos quedaron en el paisaje, y aparecen en las descripciones de algunos viajeros que atravesaron aquellos parajes. Entre ellos, en la del naturalista Simón de Rojas Clemente que en 1803 fue comisionado para estudiar los productos y riqueza naturales del reino de Granada, y que en junio de 1805 atravesó la comarca de Huéscar. El 20 de junio de este año, bajando desde la Sagra a Huéscar, se encontró "con las viejas piedras que debían servir para el puente por el qual había de darse curso al canal por sobre el río"; y añade que "este puente quedó empezado; pero veíamos el pedazo de canal que corre como legua y 1/2 por el lado izquierdo del valle o campo (así lo llaman) de Jurena y por la falda de la sierra que limita al campo por el mismo lado; cuya Sierra que es continuación del calar de la Puebla [de Don Fadrique] corre con varios nombres hasta enfrente de Huéscar; así como el canal".

Rojas Clemente estima que las aguas que habían de tomarse de las fuentes del Guardal eran "demasiado escasas para tanto objeto y tanta obra, pues dicen que a temporadas solo bastan para moler un molino", añadiendo:

"Mucho se gastó ya para la obra del Canal, que excepto por cerca del Nacimiento, donde parece se concluyó, aunque ahora esté en parte obstruida, en todo lo demás está embastado, es decir abierto solo el cauce sacando tierra y cortando alguna vez la roca. El Canal debía cruzar el valle de Raygas por su lado SE, dar la buelta por todo el de Fique y despues por todo el de Jurena haciendo en estos dos todo el arco que ellos hacen para dar luego la buelta a Bugejar, de donde parece debía pasar a Lorca. En Campofique parece que hay gran pedazo de canal hecho y otro pedazo mirando ya al de Bugejar" (57).

En la actualidad pueden verse todavía en la cartografía como en el paisaje de la comarca de Huéscar huellas sensibles de aquella vasta empresa.

Ante todo en la cartografía. El examen del Mapa Topográfico Nacional a escala 1:50.000 indica en las hojas correspondientes el trazado del canal (hojas 929, 930 y 951). Puede verse un ejemplo en la figura 4, correspondiente a la hojas 930, Puebla de don Fadrique.

Figura 4
Sector suroeste de la hoja 930 (Puebla de Don Fadrique) del Mapa Topográfico
Nacional en la que aparecen las dos ramas del canal

En este fragmento del sector suroriental de la hoja 930 del Mapa Topográfico Nacional a escala 1:50.000 se ven las dos ramas del canal faldeando la sierra del Muerto, a la izquierda, y la de la Encantada o Jubrena, a la derecha. La travesía del río Bravatas se hacía cerca del cortijo del Doctor.
 

En el paisaje se encuentran todavía restos impresionantes de dicha obra.

Pueden verse todavía la presa en el nacimiento del Guardal, totalmente aterrada (figura 5) así como la toma de derivación del canal (figura 6). Próximo a ella se observa la obra de fábrica de la cimentación del canal desde la carretera que se dirige al pantano de San Clemente (figura 7). Desde allí tuerce hacia el este para cruzar el barranco de Raigadas cerca del cortijo de las Ánimas, hacia Campofique. El Puente de las Animas, sobre el que transcurre hoy la carretera (figura 8) es tradición que fue construido para el canal, aunque esto no he podido documentarlo. Cerca de él se localizan las Cuevas del Canal.

Figura 5
La presa sobre el río Guardal y la toma de derivación

 

Figura 6
Detalle de la toma de derivación, con dos bocas, y del cauce aterrado del Castril

 

Figura 7
Obras para la construcción del canal, que sigue la margen izquierda del Castril,
vista desde la carretera que va hacia el pantano de San Clemente

 

Figura 8
El puente de las Ánimas

El río Raigadas debería ser atravesado también por el otro ramal del canal procedente del nacimiento del Castril, y seguramente a él corresponden los restos que se conservan todavía y han sido recogidos en alguna obra local, de donde los reproducimos (figura 9).
 


Figura 9
Restos del acueducto del canal, en el río Raigadas
(según Martínez Punzano, 1992, pág. 18), con la Sagra al fondo



Posteriormente, el canal cruza la carretera local de Huéscar a Santiago de la Espada. en el km 10. Al llegar al cerro Trompeta se dirige al sur, paralelo a la carretera, y faldeando la Sierra de Perico Ruiz y del Muerto. En ese punto hay solamente una explanación del canal, sinninguna construcción, y a veces se conservan cercos de piedras que, según la tradición, corresponden a los hogares para la comida de los obreros de la obra (58). En el ángulo SE de la hoja de San Clemente se indica claramente el trazado del canal en ese sector.

El canal continúa faldeando este monte hacia el sur, y para seguir la curva de nivel, tuerce luego hacia el este y al noreste, a pocos kilómetros de Huescar. Seguramente seguía el trazado que fue luego aprovechado por la acequia alta de Montilla, señalada en el ángulo sureste de la citada hoja de San Clemente. Esa dirección hacia el noreste la continúa hasta cruzar el río Brabata cerca del cortijo del Doctor, torciendo luego hacia el sur para bordear la sierra de la Encantada o de Jubrena. En el ángulo SO de la hoja 930 correspondiente a la Puebla de Don Fadrique están claramente marcados esas dos ramas del canal, tal como mostramos en la figura 4. La vista desde Fuencaliente muestra claramente la hendidura del canal en la falda de la sierra de la Encantada (figura 10).
 


Figura 10
La huella del canal en la falda de la sierra de la Encantada, visto desde Fuencaliente

Con el fin de mantener la curva de nivel bordeando la sierra de la Encantada, el canal tuerce luego nuevamente al este y cruza la carretera de Huéscar a la Puebla de Don Fadrique en el kilómetro 6, dirigiendose luego al NE cruzando nuevamente la citada carretera. En el ángulo SO de la hoja 951 (Orce) del Mapa Topográfico Nacional se indica claramente esta sección del canal con la doble torcedura. En ese sector es donde se hizo la mayor excavación, cuyos restos, convertidos a veces en un muladar, son todavía visibles cerca de la carretera y están bien señalizados con un cartel que indica "Canal de Carlos III".

Más adelante el canal debería dirigirse hacia el este hacia Topares, y su trazado fue aprovechado seguramente por la acequia de Bugéjar, que está claramente señalada en el mapa y en el terreno. Ese sector es muy llano y no planteaba ningún problema al trazado. Pero más adelante los desniveles que hay en Topares, y que debían ser salvados por una mina para mantener la misma cota, aunque no son muy grandes, supusieron un obstáculo insalvable para el canal.

Sería importante que los restos de esta gran obra hidráulica de la Ilustración se mantuvieran y señalizaran adecuadamente y se convirtieran en un itinerario de arqueología industrial. Mucho me alegraría que esta nota pueda contribuir a ello.


Resumen del Proyecto de Sebastián Feringán, para el riego de los campos de Lorca, Totana, Cartagena, Murcia y otros y de las ventajas del nuevo Proyecto del Canal de Navegación y riego de dichos campos hecho por Dn. Francisco Boizot, Ingeniero Director de dicha obra por la Compañía de Pradez, 21 de noviembre de 1774.
 

Proyecto de Feringán

1º Dn Sebastián Feringán Theniente Coronel de Ingenieros de S. M. encargado por Cédula Real de 15 de enero de 1742 de trabajar el Proyecto de un canal de riego para el Reyno de Murcia arreglándose a los proyectos y tanteos hechos desde más de 200 años, propone.

Primero, La rebersión de las aguas de los Ríos Castril (I), Guardal (3.4.) y de algunas otras Fuentes que vajan de los Montes del Reyno de Granada, y que tienen su curso natural a las Andalucías, uniéndose con el Gadalquivir que desemboca en el Mar Occéano.

Segundo, La rebersión de las fuentes (31.32) del campo de Carabaca, cuyas aguas detenidas en dichas llanuras por el poco pendiente que tienen, forman unos barrizales en quasi toda la superficie.

Mudando así como lo propone el curso de esas aguas las dirije de modo que vienen a juntarse con los Ríos de Vélez, Turrillas ( ) y Ojos de Luchena (h) rehunidas así pueden todas naturalmente correr por la parte más Meridional del Reyno de Murcia, y pasando por los Campos de Murcia y Cartagena desembocar en el Mar Mediterráneo.

2º. Para la execución de estas rebersiones propone Feringán de tomar las aguas del Río Castril (I) cerca de su nacimiento y pasar por una mina (I.2.) de 2199 toesas o 5133 varas de largo por debajo de Sierra-Seca (I.2.) y juntándolas con la fuente alta de Guardal (3.) conducirlas a la fuente vaja (4.) de dicho Guardal, adonde se debe colocar la presa maior (4.) por la entrada del canal.

3º. De esta entrada (4.) del canal en siguiendo, se encuentra un peñón (7) o taxo de piedra viba que sera menester recortar de 400 toesas o 933 varas de largo faldeando después a canal abierto hasta cruzar el Río Raigadas (5.) cuyas aguas se toman también por una azequia correspondiente (5.6.).

4º. Se debe cruzar el canal por un Puente aqueducto (5.) por encima del Río Raigadas pra introducirle en dos minas de 1504 toesas o 3509 varas de largo juntas una bajo la toma del Sabinar (10) la otra para salir a Compofique (II).

5º. Para pasar el Campofique (H.12.) se encuentra un terreno bueno hasta la rambla (12.) de Nuestra Señora de la Cabeza que será menester cruzar por un puente aqueducto (12.) y después entrar por debajo de la Sierra Bermeja y del Muerto por dentro de una mina de 2167 toesas o 5066 varas de largo para salir a Campo Jubrena (13.14.) y faldear al Lebante hasta el cortijo del Doctor (15.) adonde se hará un aqueducto (15.) para pasar por encima del Río Seco y Brabata (15.) y seguir a poniente de dicho campo hasta la mina (16.17.) vajo la sierra Jubrena (16.17.) de 2120 toesas o 4946 varas de largo que sale a campo Ujejar (17.) y faldeando toda la parte superior (18.20.22.) de dho campo se encuentran otras dos minas (18.19.20.21.) de 1687 toesas o 3936 varas de largo antes de llegar a la mina (R.S.) de Topares bajo la cañada del Teatino cerca de las casas de Ujejar (R.). Desde el punto de rehunión (H.) del Castril y Guardal en Campofique hasta dha mina de Topares (R.S.) hay de largo en todo 26047 toesas o 60776 varas o cerca de diez leguas y media, en cuya distancia hay de minas 5874 toesas o 13706 varas de largo, o cerca dos leguas y media con perfil de 441 pies o 67 varas de superficie, y en escabación de piedra viba, y construcción de aqueductos 2165 toesas o 5051 varas de largo, o cerca de una legua.

6º. La mina de Topares (R.23.S.) por debajo la cañada del Teatino tendrá de largo 5500 toesas o 12833 varas o cerca de dos leguas y quarta, y saldrá a la rambla mayor (S.) dejando correr las aguas por ella naturalmente hasta (24.) cerca de la ciudad de Lorca a donde se esblecerá una presa (24.) para la distribución de las aguas.

7º. Por la presa (K.) cerca de Lorca se hara el reparto para el riego en dos ramos; el principal de 20 Leguas y media de largo para el campo de Lorca, y más allá ha de pasar por una mina (25.26.) de 3125 toesas o 7291 varas de largo bajo la Sierra Rubia (25.) y de los Enamorados (26.) y saliendo por la rambla de la Torrecilla (26.) circundar todo el campo de Lorca (26.26.) la derecha (27.27) del Territorio de Fuente Alamo hasta el pie y más allá (34.) del Puerto del Saladillo. El otro ramo se dirijirá por la Izquierda del Río (24.28.) faldeando hasta Totana y un poco más allá (29.).

8º. Desde el Puerto del Saladilo (34.) corre el canal hasta cerca de Cartagena (35.) y de aquí hasta el cabo de Palos (30.) donde desemboca en el Mar Mediterráneo.
 

Proyecto de Boizot

1º El Proyecto de Dn. Sebastián Feringán no haviéndose puesto en práctica, S. M. se dignó conceder en 1771 a Dn. Pedro Pradez la lizencia de reconocer de nuevo el dho proyecto del Canal de Riego. Este nuevo examen hizo descubrir mayores ventajas, y Dn. Pedro Pradez y su Ingeniero llevando sus ideas más lejos tantearon de hazer nabegable en la mayor extensión posible al dicho Canal, asegurando y facilitando por este medio la comunicación del comercio de las Andalucías con el de Murcia, y toda la costa del Mediterráneo.

La rebersión de las aguas del Castril (I) Guardal (3.A) Fuentes (31.32) de Carabaca y otras, hazen igualmente la basa principal del proyecto de Pradez, pero la aumentación de los riegos, y la seguridad que pide la nabegación le precisa a reformar algunas disposiciones primeras de Feringan, como se podrá ver por la comparación siguiente de los capítulos del antiguo y nuevo proyecto.

2º En colocando la presa (A.) de Castril mucho más vajo se logra la ventaja de rehunir otros tres arroyos (B.C.D.) que todos juntos en el tiempo de la mayor sequedad darán lo menos 20000. pies cubicos de agua por ora, y esta presa (A.) aunque más baxa que la de Feringán (I) dexa todavía bastante altura para conducir las aguas de Castril por otro camino (A.F.G.H.) juntándolas con las del Guardal en otro punto, como se verá después, ebitando por este medio aquella tremenda mina (I.2.) bajo de Siera Seca.

3º. Con esta disposición las aguas de Guardal correrán solas hasta el punto (H.) adonde se unirán al ramo del canal que deve traer el Castril. No será menester entonces de recortarlas de 400 toesas o 933 varas de largo de aquel peñón (7) por que la anchura de las obras antiguas en reparándolas bastará, y la pared que se ha de construir en dha largura no tendrá un grueso tan considerable, pues no deberá sotener más que solo las aguas del Guardal, así se aorrará el gasto de una mayor escabación hasta el punto de Reunión (H). Antes de cruzar el Río Raigadas (5.) en lugar de faldear unas 760 toesas o 1773 varas de un terreno bastante quebrado, y expuesto a filtraciones se prefiere abrir una trinchera para el canal (8.5.) dentro de un terreno bueno y seguro cuyos escombros servirán a formar los Diques de rehunión al aqueducto (5.) de Raigadas.

4º. Los Diques así como el aqueducto (5.) que cruza el Río Raigadas y principalmente la mina (I.K.) que no se puede ebitar, serán mucho más angostos, no debiendo servir sino a Guardal (A) solo, y las pocas aguas del Río Raigadas (5.). Esa mina también será más corta, no teniendo más de 1550 toesas o 2683 varas de largo, lo que es una ventaja grande para la nabegación.

Se aorrará primero una mina (I.2.) de 2199 toesas o 5133 varas debajo de Sierra Seca (I.2.) en un terreno impracticable por su mala calidad y aspereza. Segundo, de una maior escabación de 5778 toesas o 13442 varas de largo desde la salida (2.) de dha. mina hasta el punto de rehunión (H) del Castril en Campofique. Terzero, de una maior mampostería a las dos presas (3.4.) de las fuentes alta, y baja de Guardal; y a la pared, o calzada (7.) de 400 toesas o 933 varas de largo enfrente del peñón, como también el refuerzo y altura de las paredes laderas, y Diques del aqueducto (5.) de Raigadas. Quarto, de una maior escabación dentro de la mina (I.K.) bajo la loma del Sabinar que sale a Campofique. Estos aorros se puede considerar tener el valor de un canal regular de 16026 toesas o 37394 varas de largo y de 66 pies o 10 varas de superficie o perfil, semejante a el que se hará, desde la presa de Castril (A.) faldeando la Sierra Seca (A.E.) y Sierra de Duda (E.G.) hasta el punto de rehunión (H) en Campofique; pero dicho canal de rehunión (A.F.G.H.) no debiendo tener más de 12800 toesas o 29866 varas de largo con el perfil arriba expresado, se aorra 3226 toesas o 7494 varas de largo o cerca de una legua y tercia que es ganancia bastante considerable para valanzear las dificultades del mal terreno. A estas ventajas jutando la certeza de la construcción, y el aumento de 20000 Pies cúbicos de agua por ora, es indispensable tomar el camino (A.F.G.H.) expresado en el nuevo proyecto, además de ésto que el canal de rehunión del Castril, pasando al pie mismo (E.) del Almacén Real de la Pez se logrará la facilidad del transporte de este genero hasta el punto de rehunión (H.) al canal principal en Campofique.

5º. El largo de las quatro minas (13.14.16.17.18.19.20.21.) de dos leguas y media juntas, que se encuentran en esta parte, la dificultad de conducir la navegación por un terreno (13.16.20) tortuoso, y por minas (13.14.16.17.18.19.20.21) de tanta extención, y quasi impracticables por la altura inmensa de las sierras sin esperanzas de poder cabar los Pozos y lumbreras que son menester han determinado buscar otro camino, y es desde el punto (H.) de rehunión de Castril, el canal correrá hasta el punto (L.) por donde debería entrar en la mina (13.14.) y debajo la Sierra Bermeja (13.) y del Muerto (14.), pero faldeando a Poniente (L.M.) de dha sierra para entrar en Campo Cubrena que se atrabiesa más arriba de Huéscar por un gran puente aqueducto (N.O.) que remata al pie de la Sierra Cubrena que se faldeará también todo a descubierto hasta entrar en Campo Ujejar (Q.) y antes de dicha entrada se construirá un embarcadero general (P.) que asegura la comunicación de las Andalucias con Murcia, Valencia y Cataluña, pues la ciudad de Baza por donde pasan aora todos los géneros de dichas Provincias, no distante de la de Huéscar más que seis leguas de buen camino se preferirá siempre traer estos géneros a el embarcadero que de hazer por tierra las 32 Leguas que hay desde dho Baza al Puerto de Cartagena, de donde se podrá conducir por toda la costa hasta Cataluña, et vice versa desde ésta a Cartagena por el canal subir a Huéscar, y de aquí a Baza, saliendo el canal de dho embarcadero (P.) baxará por la derecha (Q.Q.) de Campo Ujejar, y regando en dicho campo una tercera parte más que el antiguo Proyecto, se llegará al mismo punto de la entrada (R.) de la mina de Topares por un camino (H.N.Q.R.) más corto de dos leguas, y por un terreno llano y de buena calidad, y aunque el rodeo (L.M.N.O.P.) de las sierras del Muerto, y Cubrena, y el puente aqueducto (N.O.) del Campo Cubrena, lleven consigo un gasto considerable se halla compensado y mucho más por las dos leguas de camino (H.N.Q.R.) más corto por la excabación más fácil en dho campo, por el aumento del riego en un terreno nuevo, y principalmente por el aorro de las minas (13.14.16.17.18.19.20.21.) y seguridad de la Navegación.

6º. Esta mina (R.S.) no se puede evitar, pero su situación será más ventajosa en quitando el ángulo (23.) que haze en el antiguo proyecto. Su salida (S.) dando igualmente a la Rambla mayor se aprovecharán los pendientes de dicha Rambla para establezer los Pantanos (A.B.C.D.E.F.G.H.K.) o depósitos de aguas que suplirían en el verano a la escasez, o minoración. Los vertientes de esta rambla lleban naturalmente sus aguas al Campo de Lorca (26.26.28.); por consiguiente llegando las obras a dicha Rambla sin esperar que los Pantanos, y las partes de Canal que deberán sostener el Nivel de la navegacion, estén acabadas, se dejarán provisionalmente correr las aguas del Guardal (A.) y se podrán regar por anticipación en el campo de Lorca (26.26.28.) y más allá lo menos 100000 fanegas de tierra, componiendo las Azequias que sirven aora quando hay abundancia de aguas; lo que se puede lograr de aquí a tres Imbiernos; a fin que estas aguas corrientes en dicha rambla no estorben el acabar las paredes de los pantanos (A.B.C.D.E.F.G.H.K.) interin que se hagan las escabaciones de la parte superior del canal desde Guardal (4.) hasta dha rambla (S.) se principarán estas paredes (A.B.) hasta la mayor altura de las aguas, dexandoles el paso libre, lo que facilitará de acabar a seco lo demás de dichas paredes sin estorbar el riego.

7º. El camino más derecho, y el mejor terreno, siendo lo que se debe principalmente buscar para la ventaja, y seguridad de la navegación se dirijirá el canal principal desde la pared del último Pantano (L.), que servirá de presa por la Izquierda del Río, por los Campos de Lerna (m.m.) y Serrata (n.) regando con ellos cerca de 5600 fanegas de tierra, y se prefiere de abrir una mina pequeña (O.P.) más arriva del barrio de Sn. Chistoval, más bien que de pasar por dicho Barrio, adonde sería menester derribar muchas casas; al salir de esta mina se establecerá otro embarcadero (P) para el comercio de la ciudad de Lorca, y se seguirá hasta Totana y más allá (29.) cruzando el campo de Lorca para llegar a la izquierda (T.q.q.) del territorio de Fuente Alamo y entrar en los Campos (V.) de Murcia y Cartagena; este camino (I. m.n.o.p.28.29.T.q.V.) será más corto que el otro (24.25.26.27.34.) de cinco leguas, además se aorra de pasar la nabegación por dentro de la mina (25.26.) bajo Sierra Rubia de 3125 toesas o 7291 varas no teniendo más que 900 toesas o 2100 varas de largo la pequeña mina (o.p.) del Barrio de Sn. Chistoval. Esta disposicion del canal de navegación, no impide de circundar por un canal que no tendrá que las dimenciones que requiere para su riego toda la parte superior (26.26.) del campo de Lorca y seguirá a la derecha (26.27.) del territorio de Fuente Alamo hasta el pie del puerto del Saladillo (27.) adonde se acabará dicho canal aorrándose el paso de dicho Puerto (7.34.) de 1900 o 4437 varas de largo en mal terreno.

8º. Desde la entrada (V.) en los campos de Murcia y Cartagena se divide en canal en dos ramos. El de la nabegación correrá al Lebante del Puerto del Saladillo (V.S.T.34.35.) hasta Cartagena (X.) dando el riego correspondiente a lo demás de su campo (35.80.) hasta el cabo de Palos. El otro seguirá al Medio día (V.X.X.Y.) del Monte Carrascoy regando la mayor parte del campo de Murcia hasta el Mar menor.
 

Resumen de las ventajas de nuebo Proyecto

1º. En haciendo el canal nabegable se asegura la comunicación del comercio de las Andalucías con el Reyno de Murcia y toda la costa del Mediterráneo

2º. Se ebita una mina (I.2.) de 2199 toesas o 5133 varas de largo en un terreno impracticable y se logra el aumento de 20000 pies cúbicos de agua por ora.

3º 4º. La mapostería de las dos presas (3.4.), paredes (7.) aqueductos (5.) y mina (I.K.) de la parte del Guardal hasta el punto de rehunión (H.) serán mucho menores, lo qual compensará el gasto del ramo superior del Canal (A.E.F.G.H.) que deve traer el Castril.

5º. Se ebitan quatro minas (13.14.16.17.18.19.20.21.) de 5871 toesas o 13700 varas de largo juntas, o cerca de tres leguas. En el Campo de Ujejar (Q.Q.21.R.) se riegan 900 fanegas más, y se llega a la mina (R.) de Topares por un terreno (Q.Q.R.) llano y dos leguas más corto.

6º. Se endereza la mina (R.S.) de Topares y se aprovecha el pendiente de la Rambla mayor para el establecimiento de los Pantanos (A.B.C.D.E.F.G.H.K.)

7º Se regarán cerca de 5600 fanegas en los campos de Lerna (m.M.) y Serrata; se aorra una mina (25.26.) de 3125 toesas o 7242 varas de largo; se regarán 1900 fanegas en la parte del Medio día (q.q.V.) del territorio de Fuente Alamo, y la nabegación llegará al campo de Murcia por un camino (L.m.n.o.p.28.29.T.q.V.) de cinco leguas más corto.

8º. Ademas de esto se regará quasi la parte del Medio día (V.X.X.Y.) del Campo de Murcia que producirá 70200 fanegas de riego; todas estas ventajas incluyen lo siguiente.

Un canal nabegable más corto de siete leguas que el antiguo que no era más que de riego; Un aumento de 20000 Pies cúbicos de agua por ora. El aorro de quatro Leguas y tres quartos de minas; y en fin sera el riego de 450000 fanegas cuyo numero supera a 290000 fanegas. de las propuestas en el Proyecto de Dn. Sebastián Feringán.

Nota. Por considerar tener suficientes aguas para el riego ofrecido, no hablo aquí del Río Gualantín (39.), pero haviéndome asegurado en el último reconocimiento que acabo de hazer para lebantar el plan de orden del Consejo, de la certeza de poder juntar con el canal principal (F.H.) la parte superior (37.38.39.R.) de dicho Río queda 80000 Pies cúbicos de agua por ora; y de la posibilidad de aumentar y conducir el Ramo (T.40.) hasta los campos de Murcia, Orihuela, y Elche, que en el día no gozan de riego, podrá la compañia hazer propuesta separada a S.M. concluido que sea este proyecto, para dar el riego a los campos de dichos tres Pueblos con la parte citada (37.) del Gualantín, y de las que con la experiencia en las distribuciones se noten sobrantes.


Notas

1.López Palomero 1969, Trasvase 1978; López Bermúdez 1974 y 1975; Calvo García Tornel 1984 y 1999.

2.En California el Central Valley Project supuso el trasvase desde el Sacramento de un cudal de 7.500 Hm3 en una longitud de 500 km; el State Water Project Nº 1 del Sacramento a Los Angeles con 5.000 Hm3 y 1.100 km, realizado en 1975; el State Water Project Nº 2 desde el Colorado a Los Angeles, 1.500 Hm3 y 480 km; y el Arizona Water Project desde el Colorado a Arizona, de 1.500 Hm3, con una longitud de 700 km.

3.López Gómez 1951 y 1971.

4.Sala Catalá 1994.

5.Gil Olcina 1968.

6.Musso y Fontes, 1847, pág. 202.

7.Musso y Fontes 1847, págs. 216 y ss.

8.Sánchez Ramos 2000.

9.Zamora 1997.

10. J. Mediavilla da la fecha de 1537: "Ya hacia el año 1537, cuando se agitaban con calor en España las empresas del canal de Aragón, que en aquella época se le denominaba Acequia Imperial, la navegación del Guadalquivir y el Tajo y la apertura de los canales de Jarama y Manzanares, entre otros, se concibió la idea que hubo de llevarse a la práctica, de hacer un proyecto de canal llamado de Huéscar para reunir en él las aguas de los ríos Castril y Guardal, en la provincia de Granada, con objeto de regar con ellas los campos de Lorca, Totana, Librilla, Murcia y Cartagena", (1927-29, ed. 1989, pág. 23; no se indica ninguna fuente de ese dato). Según refiere el historiador Francisco Cánovas Cobeño en su Historia de Lorca (1898) el primero que ideó llevar a Lorca las aguas de los ríos Castril y Guardal hasta Lorca fue el regidor de Coria Alvaro Rodríguez Moreruela (Cánovas, pág. 419), pero es cuestionable esa fecha, por lo que decimos luego en la nota 16. J. Musso y Fontes (1847, pág. 204) sitúa las primeras gestiones en 1566, pero la fecha es seguramente un error (por 1576), ya que Mediavilla (1927-29, ed. 1989, pág. 24 y ss) señala que la comisión dada por el rey a Jerónimo Gil es de 20 de junio de 1576

11. Memoria 1927, págs. 23-24.

12. El dato de Espín Rael en Memoria 1927, pág. 24; el de Cartagena en Mediavilla 1927-29, ed. 1989, págs. 25-27. Información similar en Musso y Fontes, 1847, pág. 203, aunque atribuyéndola a 1566.

13. Espín Rael en Memoria 1927, pág. 25; lo mismo en Cánovas Cobeño 1898, pág. 419.

14. En Huéscar existieron importantes lavaderos de lana, que utilizaban las aguas y las maderas de las sierras y eran controlados por negociantes genoveses, Carayol Gor 2000 y Andújar Castillo 2000.

15. La oposición del duque de Alba aparece señalada desde Lorca por Cánovas Cobeño (1898, pág. 419), y por Espín Rael (Memoria, 1927, pág. 26), y en la documentación cartagenera reunida por Mediavilla 1927-29 (por ejemplo, en ed. 1989 págs. 26-27 y 36). Al parecer el duque alegaba que los ríos deberían correr por donde siempre lo habían hecho y que sus pueblos recibirían pérdidas de más de diez mil ducados para él, porque sus ríos le llevaban mucha madera de los montes.

16. Espín Rael en Memoria 1927, pág. 26; como hemos visto en la nota 10, Cánovas Cobeño (1898) da para esta intervención de Rodríguez Moreruela la fecha de 1577, pero parece más lógico el dato de Espín.

17. Espín Rael en Memoria 1927, pág. 26. Mediavilla y Musso Valiente dan la fecha de 1577 para esta comisión.

18. Musso y Fontes 1847, pág. 204. Espín cita asimismo al doctor Antonio Felices Urueta, regidor de Lorca pág. 26.

19. La figura de Muñoz ha sido objeto de numerosos estudios, entre los que destacan los que le ha dedicado Víctor Navarro Brotons en la Universidad de Valencia; de forma general, puede verse su biografía en López Piñero, Glick, Navarro Brotons y Portela 193, vol. II.

20. Todos los datos de Espín Rael, en Memoria 1927, pág. 29, que acaba diciendo que "se mandó llevar al relator el asunto y papeles por auto de 15 de febrero de 1613, pero el negocio quedó sin resolver".

21. Mediavilla, ed. 1989, págs. 27-33. Espín Rael señala también que en 1629 Felipe IV sometió el proyecto a la Junta de Población del Reino, y que ésta por orden de 8 de junio pidió informe a las tres ciudades y pueblos del reino de Murcia, ofreciendo éstos entregar un préstamo de 120.000 ducados a censo sobre sus propios, pág. 31.

22. Mediavilla, ed. 1989, págs. 36-38.

23. Mediavilla, 1989, págs. 45-55; poco después la cantidad se aumentó a 120.000 ducados. En conjunto la financiación sugerida en 1621 fue la siguiente: Murcia 100.000 ducados; Cartagena 100.000; Lorca 40.000, Vera 6.000; Aledo y Totana 30.000; el marqués de Hinojosa, comendador de Totana 30.000; según Mula, Hernández y Gris 1986, pág. 36., los cuales citan la siguiente fuente: A.S.R.L. Reseignement anciens et modernes par les rivieres Castril et Guardal compagne de Caravaca, nueve hojas, Cartagena 8 de marzo 1743, ante Vandepiche [seguramente el ingeniero Bodopich]; se trata sin duda de documentos reunidos con ocasión de la comisión dada a Feringan, de la que hablaremos luego.

24. Mediavilla, 1989, págs. 64-65.

25. Mediavilla, págs. 97-99; también Mula, Hernández y Gris 1986, pág. 36-37.

26. Mediavilla, 1989, pág. 11-112.

27. Mediavilla, 1989, pág. 118; Mula, Hernández y Gris 1986 hablan "del ingeniero flamenco Flemarie Duque", pág. 37.

28. Mediavilla, 1989, pág. 129.

29. Mediavilla, 1989, pág. 196.

30. Mediavilla, 1989, págs. 230-232.

31. Musso y Fontes, 1847, pág. 206; lo mismo se repite en Mula, Hernández y Gris 1986, pág. 37. Espín Rael (Memoria 1927, pág. 31) afirma que las obras se suspendieron en 1635 al llegar hasta las casas de Maz, por las dificultades de Murcia para contribuir a las obras y la oposición del duque de Alba, además de las guerras y la situación económica general.

32. López Gómez 1995; otras referencias bibliográficas en Capel 1997.

33. Capel, Sánchez y Moncada, 1988, págs. 36-38.

34. BNM, Ms. 45, 600 x 1090 mm, en Capel, Sánchez y Moncada 1988, pág. 36. El mapa ha sido reproducido en Cartografía 1989, nº XVIII.

35. En 1739 los hermanos Juan Antonio y Francisco García Serón, junto con José Balaguer administrador de rentas provinciales y factor de reales provisiones de víveres en Lorca dirigieron al Cardenal Gaspar de Molina y Oviedo un escrito titulado Tesoro manifiesto, Eliocratense, sacro real, público, antes inquirido, varias veces malogrado y al presente previsto bajo el feliz auspicio del Iltmo. Excmo. y Emmo. Sr. Dl Gaspar de Molina y Oviedo del Consejo y Cámara de S.M... (Cit. por Cánovas Cobeño, págs. 450-451), el cual muestra las esperanzas que se habían suscitado tras el viaje de Verboom.

36. Datos en Capel y otros 1983; un trabajo posterior a la publicación de ese libro es el de Piñera Rivas 1985, y también es útil el libro de Rubio Paredes y Piñera Rivas 1998.

37. Musso y Fontes, 1847, págs. 206-207.

38. Espín Rael en Memoria 1927, pág. 32. Cita que el proyecto y memoria de Feringán se conserva en el Archivo de Simancas, Guerra Moderna, Obras civiles, legajo 3.610, y que de él habla Berenguer en un trabajo que lleva por título Documentos y noticias de Feringán, Madrid 1896. Sobre los instrumentos y los estudios para el proyecto, puede ser interesante el estudio realizado por Teresa Sánchez Lázaro (1990 y 1995) acerca del proyecto del canal del Guadarrama, diseñado por Le Maur.

39. Capel 1982, caps. IV ("Náutica y geografía en la primera mitad del siglo XVIII") y V ("Cartografía y reformismo ilustrado"),

40. Copia de la respuesta dada por Dn. Jorge Juan al Sr. Marqués de la Ensenada en Cartagena a 13 de Enero de 1751 sobre aver reconocido el Proyecto de reversion de los rios Castril y Guadardahal & para riego de los Campos de Lorca, Totana, Murcia y Cartagena, Servicio Histórico Militar, Madrid, 4-4-5-10 (y 0-10-106), 5 folios, con dos copias de la misma carta. Se ha mantenido la ortografía, pero se moderniza la acentuación.

41. Así parece que se afirma en la real cédula dada en Aranjuez a 4 de junio de 1775 repitiendo y confirmando la anterior de 1 de septiembre de 1774, según afirma Espín Rael (en Memoria 1927, pág. 35).

42. Se ha utilizado el manuscrito anónimo existente en el Servicio Histórico Militar de Madrid y fechado el 24 de septiembre (o noviembre?) de 1774. Se trata, sin duda, de una explicación que acompaña a un mapa, al que se alude constantemente, mediante letras y números. Se ha hecho del mismo una transcripción literal, incluyendo las diferentes versiones de los topónimos (Cubrera y Jubrera, siendo el nombre correcto este último). Corresponde, pues, a un momento poco posterior a la real cédula que aprobaba la compañía de Pradez, y anterior a la publicación de la cédula de 4 de junio de 1775.

43. La Real Cédula fue publicada en Madrid, en la Imprenta de D. Antonio de Sancha en 1774, con el título Real Cédula de Su Magestad, a consulta del Consejo, aprobando la propuesta hecha por Don Pedro Pradez, para hacer a su costa, y la de su Compañía, un Canal de Riego, y Navegación, con las Aguas de los Rios Castril, Guardal, y otros, para que se puedan regar, y hacer fecundos los Campos de Lorca, Totana, y demás del Reyno de Murcia, en la forma que se expresa. Resumen de dicha cédula en Mula, Hernández y Gris, 1986, págs. 83, portada en pág. 69.

44. Por la solicitud de lugares para el resguardo de los presidiarios que trabajaban en el canal, y la afirmación de un autor de que "por lo visto morían los presos como ratas", Romero Díaz, 1982, pág. 109.

45. Musso y Fontes 1847, págs. 207-212; Espín en Memoria 1927, pág. 37.

46. Documentación en Archivo Histórico Nacional, Madrid, Estado, leg. 3182, Nº 304 y leg. 3215, Nº 234 (cit. por Guillén Gómez, 2000, nota 35).

47. Musso Fontes 1847, Espín Rael 1926, Gil Olcina 1972 y 1977, Hernández Franco 1986.

48. Los datos aparecen en la conferencia de D. Claudio Penalva de 1928 (en Penalva 2000, pág. 113); véase asimismo Memoria 1927, pág. 39, donde se indica que también intervino el ingeniero Juan Cayetano Morata, y qe se nombró una Junta en Murcia para gestionar la reanudación de las obras. También participaron Cartagena y Lorca, estando esta última representada por José Musso y Valiente (Cánovas Cobeño 1898, pág. 484). Pero en 1818 el director general de Rentas comunicaba al intendente de Murcia que la hacienda pública no podía destinar recursos ni a la obra ni a los reconocimientos.

49. Penalva 1928. Según Cánovas Cobeño (1898, pág. 484) y Memoria 1927, el ingeniero Carmona publicó su informe firmado el 20 de diciembre de 1820 en un folleto en folio de 26 páginas en Murcia

50. Romero Díaz 1982, págs. 216-17, Penalva 1928, ed. 2000, pág. 116.

51. Sobre el plan Gasset, Ortega Cantero en Gil Olcina y Morales Gil 1995; Planes 1987.

52. Cámara Agrícola Oficial de Lorca, 1927; en 1928 José Mediavilla, concejal y luego Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Cartegena, en su libro Las aguas de la Región Murciana en relación con los antecedentes históricos de los abastecimientos de la ciudad y campos de Cartagena, Base Naval y Puerto, y otros aprovechamientos de las mismas, después de transcribir una carta de 1630 sobre la necesidad del trasvase de los ríos Castril y Guardal, escribía que "los deseos y aspirciones que en la precedente carta expresaron sus autores (...) va a ser ahora, a los 298 años de aquella fecha, cuando e conde de Guadalhorce y el Gobierno que preside el General Primo de Rivera, van a convertirlos en realidad, en el sentido de dotar de aguas a Cartagena" ((ed. 1989, pág. 47).

53. Memoria 1927, pág. 1.

54. Memoria 1927; el texto de Espín ocupa las páginas 23-40.

55. Apuntes 1930, págs. 5-6.

56. Romero Díaz 1982, págs. 218-19.

57. En Guillen Gómez 2000, pág. 170. El manuscrito original se conserva en el Archivo del Jardín Botánico de Madrid "Fondos de S. de R. Clemente".

58. Tuve ocasión de ver esos restos en la visita que hice al paraje el día 24 de agosto de 2001 en compañía de Jaime Dengra Uclés, a quien agradezco la información.
 

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