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REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98
Nº 314, 20 de septiembre de 2001

LA PLANTA TERMOELÉCTRICA DE CATADAU (VALENCIA).
UN PROBLEMA DE ESCALA

Francisco Escamilla Vera
Profesor Emérito de la Universidad Pedagógica Libertador (Caracas, Venezuela)
fescamilla@cantv.net


Palabras clave: Centrales termonucleares/ geografía y economía/ catadau, Valencia

Key words: thermonuclear plants/ Geography and Economics/ Catadau, Valencia


Gracias al correo electrónico y a la colaboración de varios amigos, he podido leer algunos informes, todos ellos negativos, acerca del Anteproyecto de InterGen de construir una planta termoeléctrica de ciclo combinado de 1125 Megavatios en Catadau, en la comarca de la Ribera Alta, en una zona bastante próxima al centro geográfico de la provincia de Valencia. Mi interés en dicho proyecto se basa en el hecho de que, aunque nací en la ciudad de Valencia (España) en 1939, viví los primeros años de mi vida (hasta 1954) en la Masía del Notari, también conocida como la Casa de Bosch, en un lugar casi adyacente al futuro emplazamiento de dicha planta, como se señala en varios de dichos informes.

Así pues, tengo una razón personal en contra de este emplazamiento, la cual deseo plantear porque coincide en gran parte con la que tiene la mayoría de residentes de la comarca y más específicamente, de la zona que abarca principalmente a las poblaciones del Marquesado (Llombay, Catadau y Alfarp) y a Carlet. El gran número de pancartas que se exhiben en las calles en contra de la Planta Térmica son indicio de que la mayoría adversa esa ubicación. Sin embargo, es obvio que también deben existir personas en la zona a favor del proyecto por increíble que ello pueda parecer, lo cual podría explicarse por los beneficios económicos e incluso políticos que pueden derivarse de esta posición.

Parece evidente que los proyectos de gran envergadura son, en cualquier lugar del mundo, el resultado de intereses económicos y políticos muy poderosos, que muchas veces suelen triunfar porque durante los últimos cincuenta años ha habido una enorme distorsión de valores: las personas ya no valen por lo que son sino por lo que tienen. El objetivo principal del individuo en la actualidad es la consecución de riqueza económica a cualquier precio y no la búsqueda del conocimiento ni el desempeño de un trabajo útil para la sociedad.

No cabe duda de que esta central termoeléctrica, si se llegara a construir, podría acarrear una serie de consecuencias muy graves para la zona, cuyos habitantes verían mermada sustancialmente su calidad de vida por los efectos contaminantes de una central de esa envergadura. En cambio, los beneficios de esa construcción se diluirían entre varios miles de personas, que podrían aumentar así sus índices de consumo gracias al sacrificio de esos habitantes. Como fácilmente se puede ver, la población que se sacrifica no es la misma que se va a beneficiar, como ocurriría en el caso de que los únicos accionistas de la Central Termoeléctrica (si fuera una sociedad por acciones) fueran los mismos habitantes de la zona.

En el mundo actual se despilfarra una enorme cantidad de recursos en un consumismo desenfrenado que no consigue sino acentuar las diferencias entre los individuos, entre los grupos sociales y, en otra escala, entre los países. En realidad, con el derrumbe del sistema político de la Unión Soviética y de los países de la Europa del Este y con los tratados comerciales que han surgido, por ejemplo, entre China y otras naciones asiáticas por un lado y los Estados Unidos y Europa por el otro, ha aparecido un nuevo ordenamiento mundial en el que no existen ya bloques políticos y económicos, sino una nueva distinción entre países productores y consumidores, con un poderío creciente por parte de estos últimos, que son los que dominan el comercio mundial en la actualidad.

Lo mismo que ocurre con los intermediarios entre la producción agrícola y el consumo, es decir, los comerciantes de productos agrícolas (los cuales se van enriqueciendo mucho más y a un ritmo más rápido que los productores agrícolas), sucede a escala global entre los países. Los países consumidores son los que han ido acumulando los beneficios del comercio mundial a costa de los países productores. La imagen que se tenía de estos últimos, como países que solamente producían materias primas, ha cambiado en los últimos tiempos, ya que también se han convertido en países productores, no de materias primas, sino de productos elaborados, como es el caso de la China, por ejemplo, gracias a la enorme cantidad de mano de obra que supone tener una población de más de 1200 millones de habitantes (Escamilla. En: Cárdenas, Carpio y Escamilla, 2000, p. 345).

Y tanto la tecnología como el poder (político y económico) tienden a acumularse mediante un proceso complejo e injusto en el que siempre termina trasladándose el costo de esa acumulación a los más débiles y menos poderosos. Pero España (y, por ende, la Comunidad Valenciana) no presenta desigualdades geográficas o sociales tan grandes como las que existen en los países subdesarrollados para que ese proceso de diferenciación que acarrearía la construcción de la central de Catadau se pudiera realizar impunemente y sin oposición.

La idea central del presente artículo es la de plantear la inconveniencia del emplazamiento de una central termoeléctrica de las dimensiones que contempla el proyecto de InterGen en la comarca de la Ribera Alta. Tampoco deseo ofrecer la posibilidad de alguna ubicación distinta para dicha planta porque ello también sería inconveniente desde el punto de vista ecológico y, sobre todo, porque la consideración de una localización alternativa entraría inmediatamente en contradicción con las más esenciales normas de la Ética. Si consideramos la construcción de una central termoeléctrica de grandes dimensiones como una agresión ecológica y un atentado en contra de los derechos de los habitantes de la zona donde se va a ubicar esa planta, ¿cómo podríamos tener esa consideración en un caso y no tenerla en otro?. Sería lo mismo que se indicaba en un cartel situado a la salida del Estado de Ohio, en los Estados Unidos, y que apareció en una fotografía de la Revista Life hace unos 35 años: "Keep Ohio clean. Dump your trash in Michigan" (Mantén Ohio limpio. Echa tu basura en Michigan), sólo que ese cartel expresaba un mensaje divertido y no era algo para justificar el estudio alternativo de la localización de un basurero.

Desde luego, los puntos de vista que se ofrecen a continuación constituyen opiniones personales, con todas las limitaciones que ello puede significar. Varias referencias a la Comunidad Valenciana se basan, por supuesto, en mi formación académica, pero también en mis recuerdos y experiencia por lo que ello podrá parecer trivial y anecdótico, sobre todo para las personas que no conozcan la región. Como se verá seguidamente, la concepción de la Geografía que se expone aquí es una que resalta el valor científico y explicativo de esta ciencia, por lo que dichas referencias se harán a manera de ejemplo y sólo formarán una parte secundaria y hasta casi irrelevante del problema.

¿Cuál es la mejor opción que tenemos para resolver el problema energético?. Hemos llegado a un punto en el que la solución al problema energético general de la sociedad no parece estar en el aumento de la producción sino en la disminución del consumo, sobre todo, por parte de los grupos humanos de mayor poder económico. Y cualquier otra solución en la que el beneficio económico de un grupo, aunque fuese numeroso, tenga que realizarse "a costillas" de la salud y bienestar social de otro grupo, aunque sea más reducido, chocaría inmediatamente, como ya se ha indicado, con los principios éticos más elementales.

PRIMERA PARTE: LOS INFORMES

Plataforma Cívica de Catadau
 

Uno de los informes críticos sobre el Anteproyecto de la Central Térmica de Catadau tiene fecha de marzo de 2001 y es el realizado para la Plataforma Cívica de Catadau por parte de Josep Ferrís i Tortajada, Júlia Garcia i Castell y Francisco García i Domínguez, de la Secció de Salut Mediambiental, con la colaboración de Josep Ferrís i García y Vicent Ferrís i García. Se titula Impacte Sanitari de la Central Térmica de Catadau. Es muy completo y hace énfasis en los aspectos generales de sanidad, con referencia a los problemas de contaminación ambiental que una planta termoeléctrica de grandes dimensiones puede generar en la zona y sus habitantes. Consta de Introducción, Método y Finalidad, Contaminantes atmosféricos (Físicos y Químicos), Conclusiones, Bibliografía (muy amplia) y Resumen. Es un estudio muy didáctico y bien documentado.

Sin embargo, y aunque no me considero un experto en los temas tratados en este informe, creo que se deberían matizar dos aspectos:

El primero se refiere a que dividir las enfermedades en dos tipos (hereditarias y medioambientales) no aclara el hecho de que también ciertas influencias ambientales negativas pueden transmitirse de padres a hijos si la madre, el padre o ambos, adquieren estas influencias antes de la concepción o incluso durante la gestación del hijo, si se trata de la madre. Por ello cuando se dice que "Exceptuant les poques malalties hereditàries, que es transmeten de pares a fills, la gran majoria són secundàries als factors externs o mediambientals. No obstant, els factors constitucionals sempre modularan el resultat dels factors mediambientals; per això es diu que no hi ha malalties sino malalts" (página 2), debería también decirse que los factores de contaminación ambiental pueden ocasionar enfermedades transmisibles por herencia, como se indica después en el desarrollo del Informe. Esta aclaratoria debe hacerse para contrarrestar la tendencia que existe actualmente en la sociedad tratando de librarnos de nuestras responsabilidades individuales de carácter ecológico y ético, pasándolas a una dimensión global en la que ya no existen responsables. Buscar un chivo expiatorio (o cabeza de turco, como se dice en otras partes) suele ser la salida más fácil para muchos problemas de carácter ambiental y ello es muy fácil de lograr cuando la responsabilidad personal o individual en este sentido se diluye entre la multitud ("los otros" tienen la culpa).

El segundo es que, aunque se dice que la lluvia ácida se produce por la cantidad de compuestos de nitrógeno que se produciría en el funcionamiento de la Planta, lo cierto es que también el anhídrido carbónico (o dióxido de carbono, cuya fórmula es CO2) puede producir lluvia ácida, sobre todo, por la enorme cantidad de este gas (unos 4 millones de toneladas anuales) que se produciría por dicho funcionamiento. En efecto, además de que el anhídrido carbónico es irrespirable, el agua de lluvia puede disolver grandes cantidades del mismo (la capacidad de dilución del CO2 en el agua es 35 veces mayor que la del oxígeno) y transformarlas en ácido carbónico, el cual puede atacar, entre otros minerales, el carbonato de calcio de las rocas calizas (que no es soluble en el agua) y transformarlo en bicarbonato de calcio (que sí lo es), por lo que la meteorización, la erosión y, sobre todo, la calidad de las aguas subterráneas, se verían también afectadas en una amplia zona.

Así pues, no basta con analizar las emisiones de dióxido de carbono desde el punto de vista global (sus consecuencias sobre el llamado efecto invernadero a escala mundial o sobre el proceso de cambio climático, por ejemplo), porque ello trae consigo algunos aspectos éticos que siempre se tratan de minimizar, como ya se ha señalado. También es necesario estudiar estas emisiones desde un punto de vista más local o zonal, que es una escala en la que estos efectos son más nocivos por la concentración de los mismos. Incluso podría decirse que el problema derivado del llamado efecto invernadero presenta a menudo dos dimensiones o perspectivas: una escala global, que se produce por la acumulación de contaminantes en las capas superiores de la atmósfera en todo el mundo y otra local, en la que este efecto invernadero se produce debido a un fenómeno de inversión térmica, y se desarrolla a escasa altura, a partir de la capa de aire que está en contacto con el suelo. Este efecto "invernadero" que se produce en áreas reducidas (generalmente urbanas) es sumamente peligroso, porque ocasiona un aumento de la mortalidad y de la morbilidad en la zona cuyos costes económicos y sociales siempre son muy elevados. Como se señala en el informe, los efectos nocivos de esta contaminación atmosférica a escala local son mucho más agudos entre los grupos demográficos de mayor y de menor edad, lo cual es una prueba que corrobora lo que se decía en la introducción con respecto a que los costes de la acumulación de capital en unos grupos o en algunas personas siempre terminan pagándolo los más débiles.

Inglaterra, por ser el país donde comenzó la Revolución Industrial, tiene mucha experiencia en torno a los problemas sumamente graves que se originan por la contaminación atmosférica. Hace medio siglo murieron en Londres 5000 personas en apenas una semana (esta cifra no tomaba en cuenta el número de personas que morían habitualmente en ese tiempo) debido a un problema de inversión térmica que "atrapó" a los contaminantes generados principalmente por la combustión de derivados del carbón y del petróleo. En aquella ocasión se trató de minimizar el problema, aludiendo al hecho de que la mayor parte de esas 5000 personas eran personas con problemas de salud que de todas formas iban a morir en poco tiempo. Desde luego, éste es un razonamiento inaceptable, porque si hubieran podido disponer de aire puro en vez de "smog" o "puré de guisantes", como se le denomina en otras partes, esas personas podrían haber vivido probablemente un año más cada una, en promedio. ¿Cuánto valen 5000 años de vida, aunque sea de personas muy viejas o muy jóvenes y con problemas de salud, para las grandes empresas industriales que ocasionan esos problemas de contaminación atmosférica?. Probablemente, no mucho. Desde luego, gran parte de la contaminación que se produce en una ciudad se debe al resultado de las propias actividades cotidianas de sus habitantes (automóviles, calefacción y otros usos domésticos, etc.) pero también se produce un gran volumen de contaminantes atmosféricos con el funcionamiento de las industrias, sobre todo las de gran tamaño y, entre ellas, las plantas termoeléctricas que usan combustibles sólidos, líquidos y gaseosos. Pero estas industrias son las que establecen la diferencia que puede existir en una ciudad entre unos niveles de contaminación relativamente seguros y las situaciones peligrosas que se producen cuando se sobrepasan esos niveles. Fue precisamente el problema señalado en Londres el que alertó a las autoridades inglesas para obligar a las industrias que producen contaminantes atmosféricos, a cerrarlas temporalmente durante las ocasiones en que un fenómeno meteorológico o de otro tipo, pudiera ocasionar que la concentración de esos contaminantes alcanzara unos niveles peligrosos.

Informe Gabaldón – Marzal

Este informe fue realizado por las Dras. Carmen Gabaldón García y Paula Marzal Domenech, Profesoras Titulares del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Valencia, a instancias de la Plataforma Cívica de Catadau. Se titula "Informe sobre la revisión del Anteproyecto y Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto de Central Térmica de Catadau". Está fechado el 2 de abril de 2001 y en él se enfatizan los aspectos referidos a las fallas metodológicas del Anteproyecto. Es un informe crítico muy amplio y de un nivel técnico excelente, que deja muy mal parado a dicho Anteproyecto en lo que se refiere tanto a su diseño como al Estudio del Impacto Ambiental.

Con respecto a este informe, yo creo que debería insistirse en los aspectos globales de carácter ecológico que se derivan de los acuerdos internacionales e incluso, en el hecho de que el Protocolo de Kioto contiene elementos cuestionables (en este sentido ecológico) a escala mundial: la Ecología se caracteriza por considerar que todos los elementos y factores que conforman el ambiente geográfico (natural y cultural), deben de estudiarse de una manera integral y en estrecha relación entre sí. No es una ciencia de análisis sino de síntesis.

Tal vez debía haberse matizado, en este Informe, la referencia que hizo el Ministerio de Medio Ambiente en julio de 1998, al señalar que "El compromiso de España es el de aumentar la emisión de gases de efecto invernadero un 15 % con respecto a los niveles de 1990" (Información de Medio Ambiente, Ministerio de Medio Ambiente, julio de 1998, citada en: Gabaldón y Marzal, 2001, p. 3). Evidentemente, esta cifra debería interpretarse como un límite máximo y no como un compromiso de España en llegar a esa cifra. En todo caso, el compromiso debería ser el mantener esa tasa de crecimiento lo más baja posible. Más aún, cuando consideramos los efectos globales de la producción de energía, nos damos cuenta de que una situación más justa y equitativa a escala mundial tendría que obligar a los países desarrollados a disminuir los niveles de contaminación atmosférica con el fin de que los países pobres pudieran aumentar estos niveles para garantizar un nivel de vida algo más elevado del que poseen y ello tan sólo para lograr que los niveles globales de contaminación atmosférica tan altos como los que tenemos hoy en día no siguieran creciendo.

La idea anterior nos lleva indefectiblemente a otra, que no se toma en cuenta en los países desarrollados: el aumento de los niveles de contaminación en estos países, así sea del 15 % en España y de menor proporción en otros, sólo es posible si en las relaciones mundiales, se sacrifican los países subdesarrollados con una limitación de su consumo energético ya que si este consumo pudiera aumentar a niveles más equitativos, los precios del petróleo y de la energía se dispararían enormemente. En suma, el aumento del consumo energético en los países desarrollados, aunque se trate de una tasa limitada de incremento, resulta insostenible en el mundo moderno. Y los Estados Unidos, que son los países que consumen mayor proporción de recursos energéticos (y de otro tipo), no sólo no firmaron el Protocolo de Kioto, sino que tienen la idea anterior mucho más clara: un curso actual a través de Internet, financiado por el Banco Mundial (en realidad, por los Estados Unidos) y dirigido a los países latinoamericanos, trata el tema de la calidad del aire en dichos países. ¿Cómo se puede creer en un supuesto altruismo "global" del Banco Mundial si los niveles de contaminación atmosférica en la América Latina son mucho más bajos que en los Estados Unidos?. Lo que sucede es que ha surgido una fuerte tendencia en los países desarrollados, sobre todo en los Estados Unidos, para lograr la preservación de las selvas ecuatoriales como "pulmón del planeta". La conclusión es evidente: los Estados Unidos no quieren limitaciones para el consumo de hidrocarburos en su territorio porque piensan seguir contando con un suministro de oxígeno procedente de la fotosíntesis que se produce en las áreas de selvas, que son las que mayor cantidad de biomasa tienen entre todas las formaciones vegetales del planeta. Pero algo que debemos tener muy en cuenta es que no se puede seguir con un deterioro ambiental en general y atmosférico en particular, como el que existe en los países europeos, en los Estados Unidos y Japón, confiando exclusivamente en la preservación del "pulmón" vegetal de la zona ecuatorial.

Hace más de treinta años se criticaba en España y en muchos otros países la actitud de los Estados Unidos de consumir una cuota de recursos naturales renovables mucho mayor que la que le correspondería atendiendo al número de sus habitantes. La posición del Club de Roma y la de Ramón Tamames se hacían eco de esta crítica (Meadows y otros, 1972; Tamames, 1974). Pero en la medida en que los niveles de consumo en España han venido aumentando a un ritmo mucho más rápido que en los Estados Unidos, esas críticas han venido desapareciendo. Como vemos, no es lo mismo realizar esas críticas desde fuera del mundo desarrollado que desde dentro del mismo.

Por último, aunque es válido indicar en el párrafo final del Informe que se debería "diseñar un modelo meteorológico predictivo, que teniendo en cuenta los datos facilitados por la red de vigilancia, permita predecir las situaciones atmosféricas en que pueden superarse los criterios de calidad del aire y reducir las emisiones de la central en la medida que le corresponda", sería preferible eliminar de plano el proyecto de la Central Térmica y buscar una mejor solución que tener que prever una situación tan grave para los habitantes de la zona. Recordemos el ejemplo ya citado de lo que ocurrió en Londres hace exactamente medio siglo y pensemos que algo similar podría suceder en torno a una central termoeléctrica de las dimensiones de la Planta Térmica de Catadau. ¿Por qué razón?. Porque un fenómeno de inversión térmica haría que los contaminantes atmosféricos producidos se acumularan cerca de la superficie al tener una especie de "techo" a escasa altura. Sería algo parecido a encerrarnos en un garaje con un automóvil (eso sí, de gas) en marcha. Vemos pues, como la muerte ("extra", podríamos decir) de esas 5000 personas en Londres sirvió para algo con el tiempo, aunque este comentario sea casi un chiste cruel. ¿Tenemos que esperar pasivamente en España hasta el punto de que tengamos que pedirle a una planta termoeléctrica que suspenda su operación en algunos casos de inversión térmica para evitar morirnos asfixiados? (claro, me refiero a las personas más vulnerables, como son los niños y las personas de la tercera edad). Yo creo que, si somos sensatos, debemos tomar en cuenta las experiencias positivas y negativas que tienen otros países en materia de contaminación atmosférica y actuar en consecuencia.

Informe Navarro Ferrer

El Informe realizado por el Ingeniero Industrial Ferrán Navarro Ferrer constituye también un estudio crítico de carácter general que enfatiza los aspectos que se refieren al Impacto Ambiental de la Planta en sus múltiples manifestaciones.

En el análisis de impacto por uso de agua, por ejemplo, se pone de manifiesto una falla de grandes proporciones del Anteproyecto de InterGen y que, por juzgarlo de interés, se trata de ampliar más adelante. En todo caso, parece evidente el interés de InterGen de "escamotear" a la opinión pública la verdadera dimensión de los efectos nocivos que se originarán por el funcionamiento de una Planta Termoeléctrica de gran tamaño.

En efecto, no podemos referirnos a la proporción de agua que puede sacarse del pozo de 300 metros de profundidad previsto en el Anteproyecto, con relación al Acuífero de la Sierra del Ave, que es muy extenso, porque el resultado (0,47 hectómetros cúbicos de un total de 30) es muy pequeño y no nos proporciona una información confiable que pudiera servirnos de base comparativa cuando lo referimos al uso de las aguas subterráneas en un área más reducida e inmediata a la localización del pozo. Sería algo semejante a indicar la proporción del consumo de agua de dicho pozo con relación al volumen de agua subterránea obtenido en toda la Comunidad Valenciana. Esta proporción sería insignificante, pero ¿qué utilidad práctica tendría conocerla?. Absolutamente ninguna. Por otra parte, y como veremos más adelante, un pozo de esta profundidad afectaría enormemente el volumen de agua subterránea que podría bombearse en los pozos ya existentes (por ejemplo el Pozo de San José, que surte de agua a la Masía del Notari) en un área bastante extensa en torno al pozo que InterGen perforaría, en un punto que al parecer estaría ubicado a unos dos kilómetros al sudoeste de la Planta, en el término municipal de Catadau, lo que significaría algún lugar situado en la Partida de Recóns o muy cerca de la misma, junto al Riu Sec. Desde el punto de vista geológico, esta localización tiene bastante lógica ya que estos Recóns (o rincones) constituyen un área próxima al centro de un sinclinal que recoge las aguas subterráneas de una amplia zona y, en especial, de una depresión estructural que se dispone paralela al río Magro, pero a unos cinco kilómetros al oeste del mismo (el citado Riu Sec o Río Seco drena una parte de esta depresión estructural). En todo caso, esta afirmación es especulativa, ya que no dispongo de una información de tipo geológico que me permita afinar o consolidar estas apreciaciones. En realidad, no está muy clara la ubicación de este pozo y tampoco se tiene claro (al menos en mi caso) por donde se iría a conducir el agua durante esos dos kilómetros. Si añadimos los dos kilómetros de una conducción de las aguas servidas hacia el norte para conectar con el punto donde se encuentra la planta de tratamiento de las aguas residuales de Alfarp tenemos que la escala del impacto por uso del espacio con fines industriales en la zona es mucho mayor de la que se plantea en el Anteproyecto.

En resumen, la forma como se elaboran los Anteproyectos similares al de la Planta de Catadau es muy sencilla: se ocultan o minimizan los datos relevantes que pudieran ir en contra de dichos proyectos y se ofrece en cambio una información que pudiera favorecerlos, aún en el caso de que fuera tendenciosa o manipulada. Analizar y desenmascarar (cuando corresponda) esos propósitos y presentar opciones válidas desde el punto de vista ecológico, económico y geográfico debería ser la responsabilidad de cualquier persona sensata. El problema se agrava cuando las personas que tienen cierto poder de decisión toman partido por soluciones opuestas a los principios ecológicos, por darle más importancia a los intereses particulares de carácter económico o político que al bien común.

Informe Navarro Camba

Por último, el informe presentado por el Dr. Enrique A. Navarro Camba, Profesor Titular del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Valencia, se centra en los aspectos relacionados con el ruido y con la contaminación electromagnética de baja frecuencia.

Mi experiencia en este sentido es bastante peculiar porque incluye una interrupción de más de 45 años con referencia a los niveles de contaminación sonora en España. Pero precisamente debido a esa interrupción puedo dar fe del enorme incremento del nivel de ruido que se ha venido produciendo en forma gradual, por lo que no solemos darnos cuenta de ello. Lo peor es que este incremento no se reduce a España sino que está presente en todo el mundo. Hasta la música se ha venido convirtiendo en ruido, sobre todo, gracias a los sonidos de baja frecuencia y gran intensidad que pueden obtenerse en un aparato de sonido de frecuencia modulada.

Hace 50 años se podía escuchar desde la Casa del Notari el paso del "Trenet" por el puente metálico sobre el río Júcar, a unos 17 km. de distancia, entre Alberic y Villanova de Castelló (también el paso por otros puentes a distintas distancias). Hoy en día sería imposible escucharlo porque los ruidos producidos por centenares de miles de vehículos con motores de explosión se acumulan como una especie de telón de fondo que "enmascara" cualquier otro tipo de ruido sin darnos cuenta de ello. Por eso es que, como se señala en este informe, el ruido producido por el funcionamiento de la Planta tendría que añadirse, necesariamente, al nivel de ruido preexistente, algo que en el Anteproyecto no se indica. En el Informe Navarro Camba también se hace referencia, como algo nocivo, a las radiaciones electromagnéticas de baja frecuencia producidas por el funcionamiento de las redes de conducción de la electricidad y cuyos efectos no suelen plantearse en los proyectos que producen ese tipo de problema. "Este tipo de contaminación no se ve ni se oye, y está presente alrededor de las líneas de alta tensión, los cableados y los transformadores. Los campos de baja frecuencia son capaces de atravesar cualquier estructura y son muy difíciles de apantallar. La contaminación de tipo electromagnético puede presentar sinergias con otro tipo de agentes contaminantes potenciando sus efectos" (Navarro Camba, comunicación personal).  En realidad, yo creo que los indudables efectos negativos de este tipo de contaminación todavía no se han estudiado en sus verdaderas dimensiones tal vez porque siempre se han considerado como un mal necesario.

Por otra parte, la contaminación visual de las redes de conducción eléctrica de alta tensión y de los gasoductos en el paisaje siempre se suele subestimar porque los seres humanos tienen un nivel muy elevado de adaptación a situaciones cada vez más nocivas. La experiencia venezolana en este sentido ilustra perfectamente el poder de destrucción de ecosistemas que tienen, por una parte, las compañías transnacionales, cuyo motor siempre suele ser la acumulación de dinero para sus inversores a cualquier costo; y por la otra, los propios gobiernos, empeñados en el diseño de "megaproyectos" sin ningún valor, salvo el de endeudar al país con el fin de enriquecerse mientras estén en el poder. Prácticamente todas las empresas transnacionales están fundadas sobre dinero mal habido, dinero lavado, aunque ello sea imposible de demostrar. Lo que sucede es que siempre se suele pensar que dinero "lavado" es sólo el que procede del narcotráfico y no es así. Gran parte del dinero de comisiones políticas, negocios entre gobiernos, devaluaciones de moneda, contratos comerciales de gran escala y corrupción en general, va a engrosar el capital de esas transnacionales a través de los bancos, que también suelen ser transnacionales.

Y no tendría importancia que, en el caso de InterGen, se demostrara hasta la saciedad que su capital procediera del dinero "bien habido" de sus accionistas o de las inversiones que hacen los bancos del dinero de sus ahorristas. En este caso, el mecanismo funcionaría al revés: InterGen sería un mecanismo que lograría "ensuciar" ese capital lícitamente adquirido, porque no sería justo que el dinero honestamente ganado por una persona con su trabajo se utilizara para perjudicar a los habitantes de una zona, los cuales pagarían con su salud y bienestar la falta de escrúpulos de las empresas transnacionales. Esta forma de actuar es muy frecuente en Venezuela, donde las transnacionales y el propio gobierno han venido construyendo oleoductos, gasoductos, centrales térmicas gigantescas, refinerías, petroquímicas, etc., casi impunemente y dando origen a verdaderos atentados ecológicos. Y de los "megaproyectos" del actual gobierno venezolano (Puente a la isla de Margarita; Canal Orinoco – Mar Caribe; Eje de Navegación Orinoco – Apure; Puerto de aguas profundas en el Golfo de Cariaco, Túnel de Caracas al Litoral Central, etc.) es mejor no hablar salvo decir que son los responsables del considerable aumento del nivel de pobreza crítica en el país durante los últimos tres años, a pesar de los precios elevados de las exportaciones petroleras en esos años ya que, aunque son proyectos irrealizables por ser demasiado costosos, impiden dedicarse a otras tareas mucho más urgentes, como son el desarrollo de la agricultura, de la educación, de la vivienda y de la salud.

SEGUNDA PARTE: GEOGRAFÍA Y ECONOMÍA

El enfoque geográfico

Ya se ha señalado que en la época actual prevalecen los objetivos económicos sobre los demás. Sin embargo, este planteamiento no se reduce sólo a los tiempos actuales. Por ejemplo, ya Cavanilles a fines del siglo XVIII, explicaba muy bien este dilema y la preeminencia de los económicos sobre todos los demás objetivos: "vuelva el arroz, aunque yo muera". Hacía referencia el ilustre valenciano a que el cultivo del arroz proporcionaba pingües beneficios económicos al agricultor aún a costa de su salud y de su vida. No sabía la razón causal que relacionaba al cultivo del arroz con la enfermedad y la muerte pero recomendaba, en cambio, una solución excelente: "confínese (el cultivo del arroz) en los sitios naturalmente pantanosos, cuidando que disten media legua de poblado, y muy presto se verán sus saludables efectos". Esta solución alejaba lo suficiente a los criaderos de mosquitos, el problema real que Cavanilles desconocía, de la población (Cavanilles, 1795, edición de 1995, T. I, p. 183).

La sugerencia de Cavanilles era una manifestación, entre otras muchas, de su excelente formación para la investigación científica. Su concepto minuciosamente explicativo y global de la Geografía contrasta favorablemente con el que unos años después le sirviera a Humboldt para ser considerado como "el padre de la Geografía Moderna" y con el que han tenido muchos geógrafos posteriores, más preocupados por detalles anecdóticos, exóticos, inconexos y raros, que por un tratamiento exhaustivo de las explicaciones de los problemas o temas de orden verdaderamente geográfico. La Geografía es una ciencia sumamente compleja y completa y no una caricatura de algunos paisajes de la superficie terrestre.

Mi formación profesional se desarrolló en el campo de la Geografía y he sido profesor de esta disciplina durante casi cuarenta años (seis en el nivel medio y treinta y dos en el universitario). Creo que esta experiencia me da la base suficiente para señalar que la Geografía constituye actualmente una ciencia subestimada y casi sin valor en el mundo académico. El concepto que muchos intelectuales tienen de ella es bastante pobre y de un carácter secundario. Camilo José Cela, por ejemplo, señala al comienzo de su estupenda obra Viaje a La Alcarria, que se trataba de una obra de geografía y no de literatura. Pero lo cierto es que, sin negar la excelente calidad narrativa de esta obra, como obra de geografía sólo podría aceptarse si consideramos a ésta no como una ciencia, sino como una simple descripción más o menos literaria. Y muchas personas la consideran, más que una ciencia, una colección casi desorganizada de datos de cultura general que sirve para hacer cuestionarios en programas de concursos o para rellenar crucigramas.

Sin embargo, la Geografía es una de las pocas ciencias con un propósito fundamental en el que verdaderamente se trata de investigar los problemas de acuerdo con lo que podríamos llamar la escala de los patrones de distribución espacial de los fenómenos naturales, humanos y económicos y de los procesos que, a través del tiempo, van introduciendo modificaciones en esos patrones. En resumen, la Geografía estudia "patrones" y "procesos" (Nostrand, 1968). Los primeros sirven para explicar una parte de la superficie terrestre (o toda) en un momento determinado. Sería equivalente a una fotografía, a un corte en el tiempo, al diagnóstico de la situación en un momento determinado. Los segundos tienen que ver con la dimensión temporal o histórica de la Geografía y equivalen a una especie de película, a una explicación del cómo y del porqué se producen cambios espaciales a través del tiempo, cambios que van modificando la vida de las personas en particular y de la sociedad en general.

El estudio de la Geografía conduce casi necesariamente a una actitud crítica en el mejor y más amplio sentido de la palabra. El conocimiento a fondo de un problema de índole geográfica va casi siempre acompañado de un juicio de valor acerca de ese mismo problema, aunque no se presente de manera explícita. Yo creo que ello es inevitable. Y de la misma forma que siempre he mantenido una actitud crítica en las tareas de investigación que he emprendido, deseo que ello sirva también para estimular esa misma actitud en los demás. En cualquier caso, sería preferible la crítica, aunque fuera destructiva, a la indiferencia.

Sin embargo, esta actitud crítica por parte de los autores de obras sobre temas diversos es cada vez más débil. En muchos casos, esta actitud crítica se ve minimizada por una especie de comodidad, desinterés o desconocimiento, como puede verse en la obra de Johnson "Quién se ha llevado mi queso" (Johnson, 1998). En esta obra de autoayuda se trata de mostrarnos que debemos adaptarnos a los cambios inevitables de la vida. Pero el mensaje que nos transmite es poco crítico y bastante conformista, además de que en la misma no se da ninguna respuesta a la pregunta expresada en el título. Si fuéramos a aplicar la enseñanza, moraleja o mensaje de dicha obra al problema de la Planta Térmica de Catadau, sería evidente que el aire sin tanta contaminación que se respira ahora en la zona sería equivalente al "queso" en la obra de Johnson. El consejo de la obra es que emigremos a otro lugar donde haya más "queso", es decir, aire (relativamente) más puro. No hace falta decir que no nos hacen falta los libros que nos dan consejos que no podemos y no debemos seguir sin cuestionarnos las preguntas y temas que son verdaderamente relevantes, y la pregunta del título (que no se responde en la obra) es muy relevante.

Pero vivimos en un mundo en el que las personas y grupos dominantes no aceptan la crítica sino que la combaten con todas las fuerzas que les concede el poder político y económico que detentan. Para esos intereses dominantes, es mejor que la sociedad sea una masa escasamente informada e ignorante, para así poder manipularla de acuerdo con esos mismos intereses. Esto es muy grave, porque si se pudiera llegar a manejar a la opinión pública por completo en el futuro, a través del afianzamiento en la población de una actitud poco crítica ante la vida, se podría ubicar una planta termoeléctrica, no sólo en el Camí de Xátiva, sino en el propio pueblo de Catadau. Bastaría para ello que los beneficios económicos fueran suficientemente altos para sus habitantes y que nada distinto les importara.

De estas tendencias manipuladoras con una finalidad económica podrían señalarse multitud de ejemplos, pero se trata de un simple artículo y no de una obra del tamaño de la Enciclopedia Espasa, con perdón por la ironía. No obstante, más adelante se hará referencia a algunos cambios que se han venido produciendo en España y en el resto del mundo, en torno a ciertas consideraciones de carácter ético, que han trastocado por completo nuestra interpretación del mundo y de las relaciones sociales e individuales en la sociedad.

Dentro de la Geografía, el concepto de escala resulta fundamental, mucho más amplio que en otras ciencias y se suele referir al mayor o menor detalle o alcances de la investigación que se realiza. Un trabajo geográfico a gran escala es el que investiga con mucho detalle una región pequeña o un tema específico en una región más grande. Por el contrario, un trabajo geográfico que se refiera a una región muy extensa, a un país o a un continente, o bien a un tema general referido a grandes áreas (Geografía de las Grandes Potencias, por ejemplo, tal como se titulaba un texto de hace medio siglo), tendrá menor cantidad de detalle y será, obviamente, mucho más superficial.

Asimismo, si estudiamos las características geográficas de la cuenca del Río Magro y obtenemos la información más completa posible acerca de dicha cuenca, estaremos haciendo un trabajo de investigación a gran escala, porque los resultados de este estudio serán bastante detallados. Pero si estamos estudiando la hidrografía de todo el país, la investigación será mucho más general y tendrá, evidentemente, menor riqueza de detalle.

Para la Geografía, este concepto resulta fundamental, ya que la escala de trabajo siempre determina las conclusiones o resultados del estudio. Tal idea, que casi resulta obvia, se comprende muy bien cuando se realiza un cambio de escala: las conclusiones del estudio geográfico de una localidad necesariamente serán distintas a las de otro estudio a escala nacional. Al cambiar de escala, no sólo se obtienen resultados diferentes sino que la metodología y, a veces, hasta las disciplinas de estudio, tienen que ser distintas. Por ejemplo, podríamos estudiar la Geografía de España con un enfoque regional, pero si reducimos el área de estudio a una ciudad, nos saldríamos del campo de estudio de la Geografía Regional para entrar en el de la Geografía Urbana y, como resultado de ello, también los problemas investigados, la metodología de trabajo y las conclusiones resultarán distintas. Por ello se hace necesario establecer cuidadosamente las dimensiones de los problemas que estamos estudiando con el fin de entender los cambios presentes en las diferencias de escala y en las disciplinas involucradas, aunque ello signifique que tengamos que invadir momentáneamente los campos de estudio de algunas ciencias que no son estrictamente geográficas, siempre con una idea de prudencia en mente al adentrarnos en terrenos no bien conocidos. A este problema se refiere el famoso físico Oppenheimer, cuando habla de la unidad de la ciencia: "Lo mismo ocurre con la unidad de la ciencia, que reside mucho más en el hecho de consagrarse a tareas semejantes que en una comprensión total. De esto resulta también que si el científico puede obtener provecho en documentarse sobre otra especialidad que no es la suya, no debe estudiarlas todas. Así, la unidad es virtual, es la de las cosas que, aproximadas, pueden aclararse una a otra. Ella no es global, ni total, ni jerárquica" (Oppenheimer, 1957, p. 97).

Para finalizar señalaremos el principio fundamental que vamos a seguir: en el campo de la Geografía, como en otros muchos, existen muchas más soluciones que problemas y que el verdadero problema se encuentra en la búsqueda de una solución inteligente (es decir, de la mejor posible) para cada uno de ellos. El problema energético, por ejemplo, es uno sólo, mientras que existen muchas soluciones para el mismo y la construcción de la Planta Térmica de Catadau no es, evidentemente, una de las más inteligentes.

El emplazamiento de la Planta Termoeléctrica de Catadau

Aunque en los informes que he leído no se indica con exactitud el emplazamiento exacto del proyecto de la Planta Termoeléctrica de InterGen, todo parece indicar que se trata en los alrededores del punto donde el mal llamado "Camí d’Alberic" atraviesa la carretera que va de Liria a Tabernes de Valldigna (CV 50).

No es la primera vez que en esta zona se pretenden destinar las tierras a usos no agrícolas. Durante la Guerra Civil se empleó la amplia partida de "El Pla", justo al oeste del "Camí de Xátiva", que es el nombre original del "Camí d’Alberic", para la construcción de un aeropuerto militar. Uno de los centros de operaciones de este aeropuerto se encontraba, precisamente, en la Masía del Notari, la cual fue camuflada con pinturas de motivos vegetales y donde se construyó un refugio antiaéreo. Un tanque desmantelado constituyó, durante varios años de la postguerra, un testigo mudo del uso militar de la zona. El segundo centro de operaciones del aeropuerto se encontraba en otra Masía de grandes dimensiones, "Villa Cristina", conocida en Catadau como la Casa Izquierdo (Bisbal, Espí, Gimeno, 1990) y en Carlet como la Casa Botet.

Los habitantes de la Ribera Alta no estaban muy de acuerdo con el emplazamiento de este aeropuerto militar e ironizaban acerca de su escasa utilidad: "-¿En qué se parecen los aviones del aeropuerto de Catadau a un arco iris?. –En que en los dos casos, salen después de la tormenta". Tampoco estuvieron todos de acuerdo en que el gobierno estableciera, después de la guerra civil, una limitación agrícola con la siembra de viña para poder destinar de nuevo el terreno (si fuera necesario), con mayor facilidad, para los mismos usos militares. Como es lógico, los agricultores siempre se muestran reacios a las limitaciones de uso de la tierra o, por lo menos, a aquellas limitaciones impuestas por el gobierno en cualquiera de sus instancias. La mayoría de los agricultores de la zona, ni siquiera deseaban entrar en un proceso de integración parcelaria similar al que se inició en Francia hace unos cuarenta años, al menos, en un primer momento. Al parecer, ello se debió a que, además de las limitaciones impuestas por el relieve, una de las potencialidades más importantes de la fragmentación de la tierra en pequeños minifundios, como la que existe en Valencia, es la optimización que se deriva del uso tanto de la tierra como del tiempo.

En primer lugar, los cultivos pueden diferenciarse de acuerdo con las características de los suelos y con la disponibilidad de agua: una primera distinción de los cultivos entre los de secano y los de regadío resulta fundamental en tierras valencianas. La división del término municipal en "partidas", como se verá seguidamente, facilitaba esta diferenciación espacial. Y en segundo lugar, el que muchos agricultores se manifestaran en el pasado en contra de la integración parcelaria y prefirieran tener pequeñas parcelas en partidas distintas del término municipal se debía a razones relacionadas con el mejor uso del tiempo, programando sus actividades de acuerdo con las distintas tareas derivadas de las características de los diferentes cultivos: las tareas relacionadas con el cultivo de melocotones no coinciden en el tiempo con las del cultivo de naranjas o de viña, por citar un ejemplo.

Las "partidas" y su dimensión geográfica

Entre las múltiples acepciones del término "partida", sólo una, la de parte o lugar, es la que se usa corrientemente en la Comunidad Valenciana para referirse a territorios de pequeñas dimensiones establecidos con un criterio de diferenciación relacionado básicamente con la calidad de los suelos. Es por ello que, en un estudio geográfico de la Comunidad Valenciana, lo podríamos incluir perfectamente dentro de los conceptos o contenidos de la Geografía Agraria. No es, como algunos suponen, un concepto surgido en el siglo XIX por motivos fiscales o impositivos, con objetivos relacionados con las contribuciones territoriales que se intentaban aplicar (más bien fue al revés, es decir, que el Estado utilizó la toponimia ya existente de las partidas para establecer una diferenciación de las tierras por esos motivos fiscales o impositivos), sino un término cuyo origen se remonta, probablemente, a los mismos tiempos de la Reconquista y cuyo significado era equivalente, guardando las distancias, a la institución de los Repartimientos en el continente americano.

En realidad, las tierras conquistadas, tanto en la Península como en América, se consideraban propiedad del conquistador, por lo que éste tenía la facultad de "partirlas" o "repartirlas", que serían términos equivalentes, aunque ello no deja de ser una especulación. Lo que no es una especulación es que el término "partidas" ya aparece en el título de la obra de Martín Fernández de Enciso Suma de geografía que trata de todas las partidas y provincias del mundo en especial de las Indias, escrita a comienzos del Siglo XVI (Fernández de Enciso, 1519, 1948). Sin embargo, esta palabra, con el significado de parte o lugar, tiene en este caso una "extensión" conceptual imprecisa, pues la obra hace referencia a todo el mundo conocido. De nuevo acudimos a Cavanilles para ver aplicado el concepto de "partida" con la misma acepción que tiene en Valencia hoy en día. Más aún, en varios casos, las partidas identificadas en dicha obra, siguen teniendo el mismo nombre y la misma localización, como sucede en el caso de las partidas "Fondo de Marañént y del Barranco" (Cavanilles, obra cit., T. I, p. 194), localizadas en el término de Guadassuar, como podemos ver en la hoja 770 (Alzira) del Mapa Geográfico Nacional a escala 1:50.000 (aunque en este caso, aparecen como partidas del Fondo y del Barranco).

Por su parte, la monumental Enciclopedia Espasa Calpe señala que "partida" es una "parte del término o territorio perteneciente a un pueblo", que sería la definición más aproximada a la que se usa en el medio agrario valenciano (ESPASA – CALPE, 1920, Tomo 42, p. 387). No es exactamente la misma, porque si observamos un mapa detallado de la zona podremos darnos cuenta de que las partidas sólo se encuentran ubicadas en las tierras cultivadas y que las áreas incultas nunca reciben este nombre. Por ejemplo, La Colaita, El Montón de Trigo o Matamón, que son cerros o lomas, no se consideran como partidas. Por ello, las definiciones que aparecen en los diccionarios no son suficientes para explicar el verdadero significado del término como es entendido en Valencia. En algunos casos, el trabajo de los agricultores puede transformar en tierras de labor un lugar que no se cultivaba originalmente, con lo que el nombre antiguo pasaba a tener la denominación de partida, como probablemente sucedió con la "Partida del Barranc Ample" y muchas otras.

¿Tiene validez el estudio geográfico de las partidas como una escala regional de menor extensión que las comarcas?. Yo creo que sí porque, aunque cada partida suele tener una superficie muy pequeña (por lo general, de unas 50 a 150 hectáreas), en conjunto presentan una extensión considerable. Debe observarse que no nos estamos refiriendo a su validez como tema de estudio de la Geografía Agraria, que no se pone en discusión, sino a su concepción como una nueva dimensión de la Geografía Regional que antes no había sido tomada en cuenta. Como un hecho curioso, aunque "Las Siete Partidas" hace referencia a la famosa compilación jurídica de Alfonso X El Sabio y, por lo tanto, no tiene un significado territorial, la expresión "andar uno las siete partidas" significa andar mucho y por todas partes, lo cual sí tiene este significado.

Resumiendo podríamos decir que, lo mismo que existe una Geografía de lo "grande" (los Grandes Espacios, los Países, las Regiones o Bloques "Supranacionales"), que es la dimensión o escala que se ha venido estudiando tradicionalmente, también existe una Geografía de lo pequeño, que no sería, sin embargo, una microgeografía, porque bastaría estudiar esos pequeños espacios en forma exhaustiva e integral (que es lo que hizo Cavanilles) para tener una Geografía Regional "completa" y muy detallada.

 Dos notas referidas a las ciencias geográficas

Hemos de tener en cuenta que la Geografía es una ciencia que presenta innumerables facetas relacionadas con muchas otras Ciencias de la Tierra y con las Ciencias Sociales. Por razones de espacio nos referiremos solamente a dos ejemplos que muestran las múltiples relaciones que la Geografía tiene con otras ciencias:

Los términos municipales de Llombay, Catadau, Alfarp y Carlet están ubicados en la cuenca del Río Magro, un afluente del Júcar que nace en las montañas de Utiel, en los límites con la provincia de Cuenca. Este río, antiguamente llamado Alcalá (de donde procede el nombre de la comarca Vall de Alcalans), también recibe los nombres de Río Juanes y Rambla de Algemesí, y presenta un curso escalonado debido a la composición litológica del terreno: a unas vegas con una pendiente bastante escasa, suceden tramos en los que el río se encajona formando desfiladeros y donde la pendiente es mucho mayor. Es decir, que este río presenta tramos en los que predomina la acumulación de sedimentos (esas vegas de vocación agrícola) y otros en los que la erosión ha dado origen a un encajonamiento al atravesar las rocas calcáreas que forman la mayor parte de las últimas estribaciones orientales de los relieves del Sistema Ibérico. Al entrar en el término de Llombay, el Río Magro estrecha su cauce al atravesar unas estribaciones de la Sierra del Ave o de Dos Aguas, aumentando su desnivel y abriéndose poco después, antes de llegar a esta población, para formar un valle mucho más ancho al alcanzar la cota de los 100 metros.

¿Cuáles son las características geológicas y litológicas de este valle en esta parte más amplia?. Es evidente que deberíamos tener ciertos conocimientos de Geología Estructural con el propósito de saber si es cierto lo que se dice en el Anteproyecto de la Planta Termoeléctrica de Catadau con respecto a la perforación de un pozo de 300 metros de profundidad para suministrar el volumen de agua que requieren los usos de funcionamiento de dicha planta. En este Anteproyecto se señala que "los potenciales impactos sobre los pozos existentes están limitados dado que los mismos están perforados a profundidades mucho más superficiales" lo cual es considerado en el Informe cuyo autor es el Ingeniero Industrial Ferrán Navarro Ferrer, como una afirmación sin ninguna argumentación ni rigor técnico (Navarro Ferrer, 2001).

A pesar de que no dispongo de la bibliografía que me permitiría conocer la Geología Estructural de la Ribera Alta, aunque fuese de manera resumida, considero que una profundidad de 300 metros es demasiado pequeña como para que no haya ninguna repercusión sobre la alimentación de los pozos más superficiales de la zona. El principio de los vasos comunicantes fue descubierto por el arquitecto romano Vitrubio hace casi 2000 años y aunque no tuvo muchas aplicaciones sino en épocas mucho más recientes, resulta obvio que, de acuerdo con dicho principio, las aguas que se extraigan a una profundidad de 300 metros harán que disminuya el volumen o caudal de las aguas que se encuentren a un nivel superior a la misma, excepto en el caso de que por encima de esa profundidad existiera una capa o estrato completamente impermeable que individualizara el manto acuífero superior. Esto último no parece probable porque en este caso, ¿cómo se explicaría la alimentación de las aguas que se encuentren por debajo de ese estrato impermeable si en el Anteproyecto se hace referencia al Acuífero de la Sierra del Ave como una unidad?.

La pregunta anterior sólo se podría responder afirmativamente en el caso de ser "agua fósil" es decir, agua acumulada en épocas geológicas anteriores a la actual en estratos que fueron cubiertos posteriormente por una capa impermeable (Furon, 1967). Pero en este caso, y teniendo en cuenta que la altitud del lugar de emplazamiento de la Planta es inferior a los 100 metros sobre el nivel del mar, tendríamos que concluir que la profundidad de esa capa impermeable debería estar por encima del nivel del mar, porque solamente así se explicaría el proceso de acumulación posterior de esa capa impermeable, o bien que toda la zona se hundió después de la formación de la misma. Ninguna de estas alternativas parece válida aunque, para dar una opinión mejor fundamentada, sería necesario un estudio mucho más amplio que el presente. Como hemos visto, el Anteproyecto de InterGen señala que el agua necesaria para el funcionamiento de la Planta se sacaría del Acuífero de la Sierra del Ave, pero no debemos olvidar que si se tratara de agua "fósil" correspondería, obviamente, a un acuífero diferente.

En cualquier caso, es conveniente señalar que entre las rocas más abundantes de la zona, como ya señaló Cavanilles hace más de 200 años, se encuentran las margas, que son rocas sedimentarias compuestas principalmente de caliza y arcilla. Estas margas han dado origen a la formación de amplias dolinas formadas por "terra rossa", que es arcilla de descalcificación de color rojizo con cierta proporción de arenas. ¿Cómo ocurre este proceso?. Es muy sencillo en realidad: como ya se ha indicado, el agua de lluvia puede absorber grandes cantidades de anhídrido carbónico de la atmósfera, con lo que se convierte en ácido carbónico, el cual ataca al carbonato de calcio de las margas (que no es soluble en el agua), convirtiéndolo en bicarbonato de calcio (que sí es soluble). Como consecuencia de ello, las margas sufren a través del tiempo, un proceso de lixiviación o lavado que va dejando libre a las arcillas, las cuales se depositan en las cubetas del relieve formando esas dolinas características de la zona. Este proceso ya fue descrito por Cavanilles, (T. I, p. 165) y antes por Bowles, según reseña el propio Cavanilles. Sólo las partes donde los estratos están formados por caliza más pura y resistente a la erosión, aparecen mesas y cerros de bordes abruptos formados por la erosión, como sucede en Matamón, con algo más de 500 metros de altura. A menudo estos cerros son ejemplos de relieve invertido, en el que las partes más elevadas están formadas por restos de los sinclinales, que son las partes de los plegamientos cuya resistencia a la erosión es mucho mayor que la que tienen los anticlinales.

En una de esas dolinas de "terra rossa" localizada a 1 km. al oeste de la Masía del Notari se encuentran ubicados dos pozos poco profundos de los que se sacaba el agua para abastecer las necesidades de riego y de agua potable de dicha masía. El pozo menos profundo disponía de una serie de poleas para reducir la velocidad de rotación y convertir el movimiento circular en lineal a través de un eje que elevaba el agua, seguramente, con una bomba impelente. En el segundo pozo, ubicado a unos 100 metros del primero, se construyó el Motor de San José, con una imagen en cerámica de este santo que fue dañada durante la guerra civil. Este pozo tiene un acceso hasta el nivel del agua a través de una escalera excavada enteramente en la arcilla. A menudo tenía que bajar por esa escalera para ayudar a mi padre a cebar la bomba y siempre me maravillaba lo bien que se conservaba esa excavación en un material tan deleznable como es la arcilla húmeda. Tal vez la explicación más plausible de ello se encuentra en el hecho de que las paredes internas impregnadas de agua se encontraban en contacto con el aire, lo que contribuía a formar una costra de barro algo más seco. Al final de esa escalera se ubicó el motor eléctrico que acciona la bomba centrífuga para extraer el agua.

También se construyeron unas galerías horizontales para recoger más agua y conducirla hacia el punto donde está ubicado el motor. Bastó la construcción de este nuevo pozo para que dejara de usarse el primero, ya que inmediatamente su caudal se redujo hasta casi desaparecer. Esta especie de "dolina" tiene una extensión reducida, tal vez unas 80 hectáreas, lo cual hace suponer que la alimentación subterránea de agua podría proceder, al menos en parte, del Riu Sec, que la bordea por el oeste. Aunque este río sólo lleva agua un par de veces durante el año con algunas lluvias intensas de invierno, es probable que parte de esa agua se infiltre hacia la "terra rossa" de esa dolina a través de las rocas generalmente calizas de su cauce.

Este ejemplo sirve para comprender claramente que los pozos excavados en una zona afectan el nivel del manto freático en una superficie proporcional a su profundidad: cuanto más profundos, mayor será su radio de acción sobre el caudal de los pozos más superficiales. Es probable que el pozo de 300 metros de profundidad que se piensa construir según el citado Anteproyecto, signifique la desaparición del caudal del Pozo de San José (que está situado a unos 1750 metros de distancia hacia el sudoeste) y afectaría considerablemente el de otros pozos de la zona, incluyendo al del pozo de La Barrina (no Gardina, como aparece en la hoja 746), una magnífica Masía cuyo uso agrícola cambió al industrial hace varias décadas, y al propio manantial de la acequia Sur de Carlet que se ubica en la Partida de Les Covatelles (no Escovatillas), que ya fue ampliamente estudiado por Cavanilles (Cavanilles, obra citada, Tomo I, p. 167). El que un pozo tan profundo pueda afectar una extensa zona de los términos municipales de Catadau y Carlet, se debe a la disposición casi horizontal de los estratos de rocas sedimentarias de la región. En efecto, el buzamiento de esos estratos es bastante débil, como puede verse en la mayor parte de las lomas cortadas por la erosión de toda la comarca. El profesor Antonio López Gómez señala al respecto: "Potentes depósitos mesozoicos, especialmente calizas cretáceas, determinan en primer término la estructura de la región (se refiere a la Comunidad Valenciana)... Donde las capas están más inclinadas aparecen sierras cortadas, como Peñagolosa (1831 metros); pero lo más frecuente son las capas casi horizontales tajadas por ríos y barrancos, con un relieve confuso de mesas o "muelas" (Muela de Ares, 1315 m y de la Garumba)" (López Gómez, Antonio. En: Terán, Solé, Vilá, 1988, p. 334).

Así pues, si se perfora un pozo de 300 metros para sacar agua en una zona donde los estratos son casi horizontales, es lógico que el nivel y caudal de las aguas subterráneas se vean afectados en un radio de varios kilómetros a la redonda. En una cuenca petrolera sucedería lo mismo: de dos pozos situados en la misma capa, podrá estar más tiempo en funcionamiento el que se perforó a mayor profundidad y ese funcionamiento afectará inmediatamente al rendimiento del pozo más superficial. De esta manera, las perforaciones petrolíferas deben espaciarse suficientemente cuando se hacen en un único yacimiento ubicado a una profundidad determinada. Y cuando observamos a menudo zonas donde los pozos petroleros se encuentran a muy poca distancia unos de otros, se debe a que están perforados en niveles distintos y cada uno de estos niveles se encuentra individualizado, es decir, a menudo separado de los demás por kilómetros de distancia vertical.

No sólo no dispongo de una información adecuada sobre la estructura geológica de la comarca, sino que ni siquiera he podido leer el Anteproyecto de InterGen. Sin embargo, y de acuerdo con mi experiencia, me ha bastado el análisis de algunas notas entresacadas de los informes que he leído (y desde luego, con los propios informes) para considerar a este Anteproyecto como un estudio deficiente y sin solidez, tanto desde el punto de vista técnico como desde el ecológico. Pero, en el caso de leerlo, mi opinión se vería casi con seguridad, confirmada y reforzada.

El segundo ejemplo se refiere a los aspectos meteorológicos de la Ribera Alta, no bien estudiados y analizados en el Anteproyecto elaborado por InterGen, como se desprende de los informes consultados en torno al mismo. También en Meteorología, lo mismo que en Geografía, existen diversas "escalas" o dimensiones de la investigación, que no se tomaron en cuenta a la hora de elaborar dicho Anteproyecto. Los datos de la zona fueron sustituidos por los de estaciones ubicadas bastante lejos de la misma. Tampoco se tomó en cuenta la escala sinóptica de la Meteorología con el fin de establecer unos cuantos "modelos de estados del tiempo" que se presentan en la zona.

Como en el resto de la Península Ibérica, Valencia también se encuentra en la trayectoria de los vientos del oeste, aunque no tan claramente definidos como en Portugal y la Meseta Central. Pero en el caso de la provincia de Valencia, la configuración y orientación del relieve y de la costa, así como la eventual situación de los centros de acción y la interacción de distintas masas de aire dan origen a fenómenos meteorológicos especiales, como es el caso de la ocurrencia cíclica de las "gotas frías". A fines de octubre de 2000, uno de estos fenómenos ocasionó que en Llombay se recogieran 600 litros por metro cuadrado en apenas unas horas (el lugar donde se alcanzaron los valores máximos de toda la región). Es evidente que un fenómeno atmosférico de esas proporciones podría acumular en el espacio y en el tiempo los efectos nocivos de una Planta Térmica ya que el funcionamiento de la misma sería permanente.

Los informes críticos acerca del Anteproyecto de la Central Termoeléctrica de Catadau señalan que su funcionamiento generaría lluvias ácidas por las emisiones de gases formados por compuestos de nitrógeno. Lo que sucede es que también el anhídrido carbónico produce lluvias ácidas por el fenómeno ya descrito de la conversión de este gas en ácido carbónico antes de que la lluvia llegue al suelo.

La Meteorología presenta, como ya se ha dicho, varias dimensiones o escalas, las cuales determinarán la mayor o menor extensión de los problemas. La circulación global de los vientos es una dimensión que debería tomarse en cuenta en los proyectos que tuvieran un efecto atmosférico contaminante porque, lo mismo que pueden difundir la contaminación producida en un lugar sobre una región muy amplia y alejada, también pueden producir la acumulación de los contaminantes producidos en diversas zonas, en un área pequeña. No olvidemos que los vientos del Este en la zona ecuatorial y los del Oeste en las zonas templadas (con la interacción que se produce entre estas dos bandas) se encargan de mezclar los gases atmosféricos en pocos días (o en tiempos bastante largos cuando nos referimos a áreas de gran extensión): el efecto meteorológico producido por las erupciones volcánicas es el ejemplo más conocido que se produce en la circulación de los vientos a esa escala global. Y un ejemplo a otra escala es la lluvia de barro producida en la costa mediterránea de España el 22 de diciembre de 1977, gracias al transporte de polvo fino procedente del Sahara de una zona situada a miles de kilómetros de distancia, y este es un fenómeno cada vez más frecuente a medida que pasan los años.

En resumen, es probable que se subestime a propósito la importancia de la Meteorología cuando se trata de un Anteproyecto elaborado por una empresa que va a producir en la Planta Termoeléctrica un volumen de contaminantes atmosféricos tan considerable. Pero los informes críticos sobre el Anteproyecto no son (y no deben ser), obviamente, tan condescendientes o permisivos.

Cartografía y Toponimia
Recuerdo que las parejas de la Guardia Civil venían a la Casa del Notari hace medio siglo, para preguntarme acerca de la ubicación de los distintos lugares en el mapa de la zona (Hoja 746 del Mapa Geográfico Militar, que era la denominación que tenía en aquel momento). Ello se debía a que dicho mapa presentaba errores de ubicación o de toponimia. La traducción del valenciano al castellano dejaba mucho que desear (por ejemplo, Lomas de Matamontes en lugar de Matamon; Les Escovatilles, en lugar de Les Covatelles, el Corral del Granolar en vez de Corral del Granotar, etc.). El Barranc Ample se identificaba como "Barranquet Ancho" lo que es un contrasentido, porque no se puede señalar un diminutivo si se refiere a un barranco ancho. Y así sucesivamente, con otros muchos casos.

Con las necesarias actualizaciones de las hojas del mapa geográfico que se han venido haciendo, la ubicación de los distintos lugares se suele desplazar hasta el punto de que no se sabe, de la lectura de esas hojas, la verdadera ubicación de esos lugares. Por ejemplo, la Masía del Notari está identificada más de un kilómetro (2 centímetros) al este de su verdadera ubicación. Además, como ya se ha visto, un mismo lugar o accidente geográfico puede tener varios nombres en las distintas poblaciones de la zona. Por último, existen ciertos lugares cuya ubicación era de gran interés para la Guardia Civil, como sucedía con algunas fuentes o depósitos de agua (por ejemplo, la "Clocha de Cursá", en las laderas septentrionales de Matamón) que no aparecían en dicho mapa. Fue también la Guardia Civil la que me prestó ese mapa, como una cortesía por mi ayuda, lo que sirvió para que uno de mis profesores en el Grupo Escolar de Carlet, Dn. José Trullenque, hiciera, con mi ayuda y de otros de sus alumnos, un excelente mapa en relieve del término municipal de Carlet y sus alrededores.

Mi vocación por los mapas y por la representación de los accidentes geográficos comenzó muy temprano, a raíz de una visita que hice al archivo municipal de Catadau en 1948, donde pude ver algunas hojas del catastro rural correspondientes al término municipal. De no ser por la circunstancia de conocer muy bien el terreno que mostraba algunas de esas hojas, esta visita no hubiera tenido, probablemente, ninguna consecuencia. Pero para alguien que recorría diariamente, en bicicleta o a pie, los términos municipales de Catadau y Carlet (y en menor grado, toda la comarca), el dibujo geométrico de las parcelas minuciosamente indicadas en planos de gran escala no podía tener dificultad de interpretación: a menudo recorría los márgenes que separaban unas parcelas de otras para recoger espárragos, caracoles ("vaquetes" o caracoles "moros"), setas (rovellones), "pa de moro" (especie de hongo de gran tamaño que crecía en los troncos de los algarrobos y que, según me han informado, ha desaparecido en épocas más recientes), amapolas tiernas ("roselles"), manzanilla, tomillo, retama, romero, poleo, palmitos y hasta tierra para fregar. Y no sólo podía identificar esos planos rurales sino hasta los urbanos de los pueblos y de las ciudades cuando, a partir de los nueve años de edad, comencé a viajar solo a Valencia, usando la bicicleta, el "trenet" y el tranvía. Como es lógico, no pretendo sugerir que todos los niños de esa edad deberían tener las mismas experiencias que yo tuve en esos años para poder adquirir esos conocimientos prácticos relacionados con la lectura de mapas. Por otra parte, los tiempos han cambiado mucho y la vida se ha hecho más compleja y difícil. Pero esas experiencias me sirvieron en Venezuela para poder diseñar programas didácticos de Geografía en la Educación Básica, en los que se introdujeron diversas técnicas dirigidas al aprendizaje de dichos conocimientos prácticos. El empleo de pequeños pedazos de tiza para representar las viviendas de un pueblo en una maqueta es un ejemplo de las técnicas que sugería en esos programas. En estos trozos de tiza se dibujaban las puertas y ventanas y se raspaban para pegar papel coloreado en lo que sería el techo. Con ello se usaban materiales de desecho (pueden emplearse los pedazos de tiza que son muy pequeños para escribir) que tanto abundan en las escuelas. La introducción de esta técnica inicial tan sencilla superó todas las expectativas que se tenían ya que niños menores de tres años podían interpretar de manera adecuada esas maquetas.

El empleo didáctico de mapas a una escala cartográfica relativamente amplia (1:50.000 o más grande), así como la toponimia que esos mapas tienen, son temas poco estudiados, por lo que constituyen una fuente de error en las tareas de actualización y mejoramiento de la cartografía a esa escala. Pero esta última tarea se hace necesaria y urgente, porque los errores no deberían irse acumulando con el tiempo.

Yo creo que el sistema educativo de España y del resto del mundo debería enfatizar el aprendizaje de los conocimientos geográficos y de las técnicas cartográficas. Este aprendizaje geográfico y la lectura e interpretación de mapas a diferentes escalas deberían ser objetivos prioritarios en la formación de los niños y adolescentes de cualquier parte del mundo. Y en el medio rural, esos conocimientos y técnicas resultan aún más importantes que en el medio urbano. Desafortunadamente, la inclusión de conocimientos útiles como el que se refiere a los mapas, tiene que competir con muchos otros conocimientos que se van añadiendo y que no son tan útiles, pero que se imponen por razones políticas, económicas y sociales y que le proporcionan una enorme frondosidad a los planes de estudio de todo el mundo. Y esta frondosidad significa, en términos cualitativos, una verdadera "devaluación" de esos planes de estudio: los estudiantes tienen cada vez más cosas que estudiar, pero los conocimientos inútiles constituyen una proporción creciente de esos planes de estudio. Esto sería muy fácil de demostrar pero requeriría un análisis aparte. Si se ha hecho referencia aquí a este problema se debe a que constituye un asunto en gran parte responsable de la falta de espíritu crítico que existe en España y en muchos otros países, tanto desarrollados como subdesarrollados.

Aspectos económicos

La "economía de escala"

Definiremos la "Economía de Escala" como un sistema en el que la producción está en manos de empresas muy grandes que tienden a crecer de manera indefinida, a pesar de que todas sin excepción llegan a desaparecer eventualmente, como señala el propio Bill Gates refiriéndose incluso a su empresa Microsoft. Por lo general se refiere al sector secundario de la producción (industria, construcción, producción de energía, etc.), aunque este proceso de formación de "megaempresas" también es algo muy frecuente en la agricultura, como veremos más adelante, y en el sector terciario o de los servicios. En este último caso, bastaría con señalar la tendencia de lo que se ha denominado "compras hostiles" en las actividades comerciales: una gran empresa compra a un precio elevado a otra más pequeña con el fin de sacarla de la competencia. A su vez, a esta empresa de menor tamaño no le queda otra salida que vender porque no podría resistir una competencia demasiado intensa por parte de la más poderosa. La promesa por parte de la empresa compradora de respetar la independencia y el personal administrativo de la empresa adquirida, y que a menudo se establece en un manifiesto a través de los medios de comunicación, no deja de ser un simple "saludo a la bandera" ya que, en realidad, la competencia por parte de la compañía de menor tamaño cesa automáticamente después de su adquisición por la otra. Lo peor es que el costo de esa adquisición y, por consiguiente, del sobreprecio de la misma, termina pagándolo el público consumidor que, además, resulta perjudicado por la nueva situación en la que disminuye el nivel de competencia. La falta de escrúpulos, que se escuda en el anonimato (recordemos la denominación de sociedades anónimas), se convierte así en la característica económica dominante en las relaciones comerciales de la actualidad, sobre todo al referirnos a esa "Economía de Escala".

La justificación de la economía de escala se encuentra en el abaratamiento de los costes como resultado de la producción masiva. Pero en cambio genera grandes cantidades de desechos, al menos en el sector secundario de la producción, por lo que suele producir niveles de contaminación cada vez más elevados y hasta intolerables: recordemos el caso del Japón, ejemplo típico de este tipo de economía, donde hay expendios de oxígeno para respirar, en las calles y otros sitios públicos. También requiere volúmenes considerables de materias primas y es muy exigente en el uso de medios económicos de transporte pesado (en el caso del gas, este transporte se realiza mediante buques metaneros y a través de gasoductos, lo cual se pretende usar como una razón del emplazamiento en Catadau, ya que se afirma que el impacto por el uso de medios de transporte será pequeño debido a que el gasoducto Barcelona – Valencia – Alicante pasa por el Marquesado, como puede verse en el Puntal de Alédua).

El problema más grave de la Economía de Escala es, precisamente, el gran tamaño de las empresas. De hecho, al aumentar el tamaño de las empresas, los efectos problemáticos derivados de la escala de las mismas se multiplican enormemente. En otras palabras, es mucho más fácil resolver los problemas económicos cuando se trata de una pequeña empresa (o una cooperativa en muchos casos) que cuando se trata de una grande por la mayor flexibilidad de aquélla y su menor envergadura (Toffler, 1990). La manifestación más clara de esta característica de la Economía de Escala es que, tan pronto bajan los beneficios bursátiles de una empresa hasta llegar a un nivel dado, la solución es la de despedir personal sin que se tomen en cuenta otras alternativas. Es el ejemplo de los dinosaurios que desaparecieron de la faz de la Tierra, precisamente, por haber crecido demasiado.

Una visión completamente deshumanizada presente en la Economía de Escala es la que está generando una reacción de enormes proporciones entre los activistas de un frente que se está formando rápidamente en contra del proceso de globalización, o mundialización, como se llama en Francia y en otros países. Con relación a estas dos denominaciones, resulta curioso que un proceso definido por su extensión o aplicación a todo el planeta, presente nombres distintos (aunque realmente tengan idéntico sentido) en países diferentes, por la negativa de varios de ellos en aceptar el nombre inicial debido a que surgió dentro de un área cultural diferente. En síntesis, resulta paradójico que el enfrentamiento al proceso de globalización mundial también tenga una dimensión mundial o global.

La escala de la Economía

Cuando escuchamos la palabra "escala" solemos pensar casi automáticamente en la escala cartográfica, que se define como la relación cuantitativa que existe entre un mapa y la superficie que representa dicho mapa en la realidad. Pero el significado de este término se ha ampliado a muchos conceptos fuera del campo de la Cartografía y de la Geografía, especialmente, a las disciplinas del conocimiento que tienen que ver con las dimensiones del espacio y del tiempo. Es lo que podríamos llamar "escala conceptual" del término en referencia y equivale a lo que se denomina en Lógica Deductiva "extensión" de los conceptos, tal como nos enseñaba Don Ricardo Marín Ibáñez hace casi medio siglo en la antigua Escuela Normal de Maestros de Valencia. Casi todas las disciplinas del conocimiento tienen que ver con este concepto de escala, la cual podríamos definir como una determinada dimensión o "tamaño" de los objetos de análisis. La Economía, como ciencia que integra numerosos conceptos y procesos con dimensiones diferentes entre sí, no podía estar fuera de la definición de este término y podríamos considerar la distinción que existe entre "microeconomía" y "macroeconomía" como un ejemplo claro de la aplicación del concepto de escala a las ciencias económicas.

Sin embargo, casi en ninguna ciencia, con la excepción de la Geografía, se considera a este concepto de escala como algo fundamental. Ello resulta desafortunado, porque podría resultar explicativo de muchos problemas sociales si se trasladara, con todas sus implicaciones y matices, de la Geografía a otras disciplinas, entre ellas, a la Economía. El mismo ejemplo de las dos dimensiones de la Economía (micro y macroeconomía) podría servir para explicar nuestro punto de vista. Veamos la diferenciación que establece Royall Brandis entre los dos términos: "Todos los modelos teóricos que construyen los economistas pueden dividirse, a efectos prácticos, en dos tipos: unos que describen una parte del sistema y los que describen el sistema en su conjunto. En los del primer tipo, que llamamos "microeconómicos", estudiamos modelos de, por ejemplo, una empresa, o el modelo de un producto o servicio determinado. En el segundo tipo de modelo, dedicado al sistema en conjunto, examinamos temas como el dinero, o qué es lo que determina la producción total del sistema. Este segundo tipo de modelo se llama "Macroeconómico". "Micro" y "Macro" significan pequeño y grande, por lo que podemos pensar en la microeconomía como la economía de lo pequeño y en la macroeconomía como la economía de lo grande o del sistema total. Hemos de advertir que habiendo llegado a una solución en un problema macroeconómico, puede ser que obtengamos resultados distintos para el mismo problema, u otro muy similar, a escala microeconómica" (Brandis, 1972, p. 35).

Pero, a pesar de estas definiciones, la diferencia entre los dos conceptos no está muy clara: una empresa transnacional, por ejemplo, podría tener una escala mayor, en cuanto a su producción y complejidad, que el propio sistema económico de un país de pequeño y hasta de mediano tamaño. Tal vez no deberíamos conformarnos con la simple diferenciación que establece Brandis entre las escalas de la Economía: la gama en las dimensiones, tanto de los problemas económicos como en sus soluciones, podría ser mucho mayor que la establecida por una simple dicotomía. Como hemos visto, en Geografía esta diferenciación entre las distintas escalas de los conceptos está mejor establecida.

El punto de vista de la Geografía Económica

Los estudios de factores de localización de una industria o de cualquier otra actividad económica forman parte, evidentemente, de la Geografía Económica. Suelen incluir estudios de factibilidad, análisis de impacto ambiental y geográfico (físico, social, demográfico, etc.) y de rentabilidad comparada entre distintas opciones de localización.

El problema más grave se presenta cuando averiguamos quienes son las personas o instituciones que financian esos estudios de localización y entonces llegamos a la conclusión de que la Geografía Económica es una disciplina que siempre se pone al servicio de los intereses económicos o políticos más poderosos. Esto resulta evidente: imaginemos que un profesional de la Geografía es contratado por una institución (por ejemplo InterGen) con el encargo de buscar una localización conveniente para la Planta Termoeléctrica de 1125 Megavatios y después de estudiar varias opciones indica que la mejor ubicación es la de Catadau. Si los habitantes de Catadau y los pueblos cercanos están completamente en desacuerdo con esa ubicación, ¿Qué podemos pensar sino que los únicos intereses que se toman en consideración son los de la propia empresa que está financiando el estudio de localización que termina recomendando esa ubicación?. Es el problema siempre presente que se plantea en términos éticos cuando un proyecto de grandes dimensiones que involucra un territorio determinado afecta a un gran número de personas por razones que se deben a esas mismas dimensiones. Lo peor es que el punto de vista del común de la población no tendría, en este caso, nadie que lo defendiera porque no podría financiar esos estudios a su favor. Afortunadamente siempre existen personas que están dispuestos a tomar partido desinteresadamente por el bien común. Y aunque los informes ya indicados presentan unas críticas muy bien fundamentadas en varias especialidades técnicas, deseo exponer mis opiniones personales con el fin de contribuir a un planteamiento crítico desde el punto de vista geográfico, el cual no se consideraba detalladamente en esos informes.

La formación de "estereotipos"

Lo peor es que, no sólo no se ha trasladado el concepto de escala como sistema explicativo de la Geografía a otras disciplinas, sino que en las propias disciplinas geográficas ha venido perdiendo relevancia, lo que convierte a nuestra ciencia en una serie de conocimientos distorsionados y sesgados que se emplean a menudo para justificar planteamientos inconvenientes para la sociedad. Cualquier hecho de sangre o suceso desagradable o violento es inmediatamente retransmitido por televisión a todo el mundo y el impacto de la noticia se encuentra en el propio tratamiento morboso de la información. Ello genera una especie de escalada de la morbosidad y de la violencia en la televisión porque el ser humano se va haciendo más resistente a ese impacto creado por las características y detalles de la información o de la trama de las películas. Lo demás, como sería el lugar o territorio donde ocurrió el suceso, poco importa, y ello va dando origen a la formación de estereotipos que no son sino el resultado de atribuir a un colectivo muy numeroso algunas características individuales o de un grupo mucho más pequeño, en otras palabras, pasar las conclusiones obtenidas en una escala determinada a otra distinta, sin tener en cuenta que ello no se debe hacer, como señala Royall Brandis al referirse a las escalas de la Economía. Por ejemplo, el mexicano recostado de una puerta durmiendo la siesta cubierto con un enorme sombrero se ha considerado como la imagen de la pereza latinoamericana y la realidad es muy diferente ya que son esos mismos mexicanos los que son explotados y realizan los trabajos más pesados en el territorio de los Estados Unidos, donde ingresan como braceros, legal o ilegalmente.

En los años de la postguerra surgió una referencia a los pueblos del Marquesado, probablemente ideada por forasteros de procedencia urbana, que dejaba mal parados a sus habitantes: "Catadau, Llombay y Alfarp son tres pobles de valor, que mengen coques de dacsa y gaches en tenedor" (Catadau, Llombay y Alfarp son tres pueblos de valor, que comen tortas de maíz y gachas con tenedor). Me he limitado a transcribir el refrán, aunque no está correctamente escrito, para resaltar lo que hay de engañoso en la creación de estereotipos. En realidad, y de acuerdo con mi propia experiencia, es cierto que en la postguerra se comían tortas de maíz en el Marquesado, lo cual era explicable por la escasez de harina de trigo, pero sus habitantes nunca fueron tan torpes como para comer gachas con tenedor. Por el contrario, en esta comarca, el tenedor siempre fue muy poco usado en las comidas incluso en aquellas en las que su uso tenía más lógica, como era en el caso de la paella. Pero el daño ya estaba hecho y el estereotipo era difícil de erradicar o combatir. Los habitantes de la zona no son en promedio ni más ni menos inteligentes que los de otras partes, y tienen la inteligencia suficiente como para reírse de sí mismos y de todas estas tonterías. Pero todo esto va creando un estereotipo global que permite pensar a ciertos burócratas y personas con mentalidad urbana, que trabajan en una oficina con aire acondicionado, que los campesinos son seres ignorantes e inferiores, porque ellos se consideran listos y superiores. Esto es crudo, pero verdadero y no sólo se reduce al medio rural valenciano sino a todo el mundo. Lo peor es que los campesinos de todo el mundo contribuyen muchas veces, con su actitud, a reforzar este estereotipo.

También hemos podido leer en España, en un texto de Geografía para la Educación Secundaria, una carta escrita por un inmigrante ilegal africano llena de quejas y dolor por su situación y que sólo sirve para mover a la compasión o a la lástima. Esta lectura es inconveniente porque en el sistema educativo no se deben plantear problemas cuya solución se encuentra fuera del mismo. Los problemas derivados de la inmigración ilegal en España deben ser resueltos por el propio Estado Español. Y si fuéramos a plantearlo como un estudio de casos para analizar el problema desde el punto de vista social o educativo, tendríamos que conocerlo más a fondo, con todas sus implicaciones aunque sean decididamente escabrosas (¿por qué no se dice también que un inmigrante en cualquier parte del mundo es capaz de cometer delitos sumamente graves antes de morirse de hambre?), y cotejarlo con otros muchos casos, porque sólo a través de un número suficiente de ejemplos podemos llegar a una conclusión más general y acertada acerca del problema de la inmigración. Sin especificar la dimensión de esos problemas, el carácter de la Geografía como disciplina científica puede llegar a desaparecer con el tiempo, que es lo que se está vislumbrando en la actualidad. En todo caso, este tema no puede ser tratado aquí con la amplitud debida, por evidentes razones de falta de espacio.

"Mulas mecánicas" y cooperativas

En la Comunidad Valenciana, la estructura de la propiedad se caracteriza por el minifundismo, con pequeñas parcelas formando terrazas para escalonar las pendientes del relieve y poder introducir eventualmente el regadío. En esta estructura minifundista del campo, la introducción de las motoazadas y de los motocultores o mototractores (las llamadas "mulas mecánicas"), maquinaria apropiada para la mecanización de dichas parcelas pequeñas, dio origen a una verdadera revolución cuyos resultados significaron el aumento de la producción y, sobre todo, el incremento de la productividad en numerosos cultivos intensivos cuyos precios en el mercado europeo quedaban fuera de toda competencia para otras regiones con una agricultura menos intensiva. En gran parte, esta revolución es la que explica los bloqueos anuales (con la destrucción de la carga), a los camiones españoles cargados de frutas que llegaban al sur de Francia porque los agricultores franceses no podían competir con los españoles en lo que se refiere a la fruticultura y a la horticultura. Paradójicamente, los geógrafos franceses de mediados del siglo pasado y épocas posteriores (Max Derruau, Max Sorre, Pierre George) pensaban en que la agricultura del Mediterráneo jamás podría competir con la francesa, precisamente, por la mayor facilidad del territorio francés para la integración parcelaria y para la mecanización de las grandes propiedades.

El culpable de esta situación de desventaja para los agricultores franceses era, paradójicamente, el propio Estado francés, que en los años 60 financió un enorme y costoso Plan de Integración Parcelaria que dio origen a la creación de grandes y medianas explotaciones agrícolas las cuales, en consecuencia, podían ser mecanizadas, con el fin de introducir técnicas de mecanización y modernización agrícolas a gran escala. El propio Estado francés señalaba que las explotaciones agropecuarias deberían tener 80 hectáreas como mínimo para ser rentables, lo que era una superficie mucho mayor de la que solía existir anteriormente en promedio. Esto trajo como resultado la concentración de la propiedad en manos de pocas personas y el abandono del campo por parte de los pequeños propietarios (financiado por el propio gobierno) los cuales, afortunadamente, eran agricultores en su mayoría pertenecientes a la tercera edad. Estos pequeños agricultores comenzaron a vivir de las "rentas" y de las pensiones y terminaron dedicándose a otras tareas no agrícolas. Las propiedades se convirtieron en grandes granjas ganaderas o de cultivos extensivos (remolacha azucarera, maíz y alfalfa para el ganado, por ejemplo), con lo que la productividad y el rendimiento bajaron en lugar de aumentar. Esta situación se convirtió en un desastre para la agricultura francesa, sobre todo porque la mano de obra que se tuvo que contratar como peones en esas grandes propiedades tuvo que venir del Norte de África, que era donde los emigrantes podían venir a Francia y aceptar salarios que los propios agricultores franceses jamás aceptarían.

En cambio, la solución que se fue aplicando en los minifundios en pendiente en el Mediterráneo español (así como en Italia y en otras partes), tenía como propósito fundamental, no la adaptación de las estructuras agrarias a las técnicas de mecanización agrícola como se hizo en Francia, sino justamente lo contrario: la creación de unas técnicas de mecanización apropiadas para las estructuras agrarias existentes. En consecuencia, la agricultura en el Mediterráneo español se hizo más intensiva y la francesa, más extensiva (Escamilla, 1998). Con ello, el tipo de cultivos también se fue modificando completamente (hortalizas, fresas y otras frutas en España contra maíz y remolacha azucarera en Francia, para citar los casos extremos). El proceso indicado se hubiera podido considerar como un ejemplo perfecto de que los planteamientos hechos por Ernest Schumacher eran coherentes, lógicos y estaban acertados (Schumacher, 1973).

Sin embargo, la economía de escala de la agricultura se ha venido incorporando al comercio mundial a medida que progresaba el proceso de "globalización" en la mayoría de los países del mundo y ha obligado a una serie de cambios en esa economía agrícola minifundista en Valencia, para mantenerse en un plano competitivo. La manera de solucionar la confrontación entre la economía de escala en la agricultura y esa producción minifundista comenzó a aplicarse hace unos cuarenta años en la Comunidad Valenciana. Bastaba la formación de una cooperativa de producción para que se integrara toda la cosecha de una manera que podríamos llamar "virtual", para emplear un término que está de moda. La "Economía de Escala" adquiere así rango propio en la fase de comercialización, manteniendo la fase productiva a pequeña escala, en la práctica, a escala individual y casi artesanal. Era una forma de producción que ya se venía desarrollando desde hacía varios siglos en la industria relojera y artesanal (juguetes, por ejemplo) en Suiza y Alemania, países donde las actividades agropecuarias le daban al campesino la posibilidad de dedicarle bastante tiempo en el invierno a estas actividades artesanales, y eran las empresas industriales las que se encargaban de centralizar la producción con los propósitos de comercialización de los productos acabados. La tecnología moderna permite lograr la organización económica de este tipo de producción con unos resultados extraordinarios, aspecto del que muy pocas personas parecen haberse dado cuenta. Y las que se han dado cuenta de ello no tienen interés en la divulgación de los nuevos métodos porque ello significaría la democratización de la economía la cual iría, evidentemente, en contra de los intereses especulativos más poderosos. Sólo un sistema de gobierno honesto e interesado en el progreso de la sociedad a la que sirve, estaría interesado en este tipo (integrador, más que integral) de desarrollo económico.

¿El futuro?

Desde luego, el planteamiento anterior ha venido siendo abandonado recientemente, en gran parte (como ya se ha dicho) por la sustitución de unos principios de carácter social por otros de tipo económico. La idea de lograr la mayor riqueza posible a través del trabajo honesto y creativo ha sido abandonada y sustituida por otra en la que el fin es obtener dinero y el poder que ello conlleva. Las noticias nacionales de Economía en Venezuela, por ejemplo, se ilustran en televisión con la imagen de un cajero de banco contando billetes de moneda nacional. Y si se trata de noticias económicas internacionales, en la misma escena se sustituyen los bolívares por dólares. Pero la Economía es (o más bien, debería ser) algo más que sólo dinero. De nuevo nos encontramos aquí con el principio maquiavélico de que el fin (acumulación de dinero) justifica los medios, con el agravante en este caso de que también el fin es cuestionable desde el punto de vista ético.

Actualmente, el agricultor valenciano está sustituyendo los motocultores por grandes tractores con cabina para tener aire acondicionado y, probablemente, para poder fumar sin que el humo del cigarrillo contamine el aire puro de la huerta, además de disponer de radio y teléfono móvil, con el fin de llamar a la casa para que le vayan preparando la comida. Pero a menudo surge un grave problema cuando a esos mismos tractores se les acopla unos dispersores constituidos por unos depósitos y unos enormes ventiladores para fumigar. Los propios agricultores valencianos se refieren a esta actividad como "echar medicina", lo cual es un eufemismo que distorsiona la realidad porque se trata siempre de veneno que contamina los suelos y las aguas subterráneas. Citando un ejemplo de la zona, el resultado de esta práctica tan irracional ha sido el cierre de muchos pozos y manantiales de agua, como el de la "Fontxela", un manantial excelente que se encontraba muy cerca de Catadau, aunque en este caso también parece deberse, al menos en parte, a la contaminación producida por las numerosas viviendas vacacionales (chalets) que se han construido más arriba de dicho manantial.

Pero vivimos en una época en que los agricultores de la comarca han aprendido en carne propia (que es el aprendizaje más efectivo) y están comenzando a aplicar unos principios ecológicos muy sencillos para que podamos pensar en un futuro mejor para nuestros hijos y nietos. Deseamos olvidar muy pronto algunos episodios terribles como el que sucedió con la adulteración del aceite comestible con aceite de colza y deseamos asimismo relegar pronto al olvido, los problemas generados por la enfermedad de las "vacas locas" o por la fiebre aftosa. Yo creo que es evidente que los ejemplos mencionados se debieron al deseo de enriquecimiento rápido de los individuos lo cual podría considerarse como un signo de nuestros tiempos. La situación planteada resulta bastante grave, ya que el futuro de cualquier persona podría quedar arruinado porque a algún desalmado se le ocurriera enriquecerse a costillas de los consumidores. La imagen transmitida por la televisión internacional de las ganaderas británicas llorando por la destrucción masiva del ganado fue terrible, pero no solo por ellas sino por las pobres vacas: no se debería llamar la enfermedad de las vacas locas sino de los ganaderos locos ya que darle de comer carne y huesos molidos a una vaca sería algo similar a hacerme tragar todo el humo de muchos fumadores en un lugar cerrado porque respirar un aire razonablemente puro es, en mi caso, requisito indispensable para sobrevivir.

En este sentido, resulta terrible comprobar, después de medio siglo de ausencia de mi tierra natal, que también las mujeres fuman como "carreteras". Y no pueden imaginarse si a esta calamidad tuviéramos que añadir cuatro millones de toneladas de anhídrido carbónico (la cantidad anual de contaminantes previstos por el funcionamiento de la planta termoeléctrica, considerando únicamente las emisiones de este gas irrespirable). ¿Cuántos metros cúbicos serían cuatro millones de toneladas de CO2?. Yo creo que demasiados, los suficientes para que, en el futuro, sólo fuera de paso por Catadau (muy brevemente) si la planta llegara a construirse. Esto sería lamentable para mí, porque la tecnología de nuestros tiempos le permite a cualquier persona que desee investigar y escribir, hacerlo en cualquier parte del mundo. Y ahora que estoy jubilado, no tendría tantos inconvenientes en realizar esta especie de proyecto que he tenido desde hace bastante tiempo, el de ir a pasar una temporada en Catadau y Carlet, con el fin de recoger información para escribir acerca de alguno de los muchos temas que me interesan y que están relacionados con la zona.

A decir verdad, y dejando de lado mi interés personal en el asunto, sería muy lamentable que se construyera la Central Termoeléctrica en Catadau porque sus efectos nocivos se irían acentuando a medida que pasara el tiempo y ello sería desastroso para las generaciones futuras las cuales serán, obviamente, las que pagarán por los errores que ahora se cometan. La alternativa de no tener hijos y transferir los cuidados y atenciones que se les deberían dar hacia los perros y gatos, abriendo las puertas de la inmigración para que gentes de otras partes vengan a realizar las tareas que no se quieran o no se puedan hacer, no es válida. La reciente decisión de aceptar un número elevado de inmigrantes africanos resulta cuestionable, no porque estemos en principio en desacuerdo con ella, sino porque, para ser coherente con el planteamiento del presente trabajo, ello correspondería a una decisión burocrática o política, tomada por personas que no van a enfrentar los problemas que se derivan de las enormes dimensiones de dicha decisión, sino que la toman por corresponder a lo que podría denominarse como "políticamente correcto". He aquí otro tema que no se puede plantear con suficiente atención por evidentes razones de espacio y en el que mi opinión personal, probablemente, chocaría con la de la mayoría de la sociedad española.

Y en el caso de la posible construcción de la Planta Térmica de Catadau, resultaría casi inevitable la aparición de un barrio de inmigrantes durante el tiempo de esa construcción, el cual continuaría existiendo posteriormente. El ejemplo de El Cortijo en Carlet podría considerarse como un caso similar. Aunque no tengo información al respecto, es probable que este caserío ubicado en la entrada norte de Carlet se fundara con inmigrantes procedentes del sur de España (de ahí el nombre) cuando, tras la construcción del ferrocarril comenzó el funcionamiento de algunas industrias en el área industrial próxima a la estación. No conozco bien este tema y cualquier persona podría rebatir mis opiniones, pero creo que un caserío prácticamente marginal, que sigue siendo marginal durante un siglo de existencia, podría tomarse como una manifestación de que cuando se trata de inmigrantes, no existen soluciones provisionales sino que los problemas se vuelven permanentes.
 

TERCERA PARTE: ECOLOGIA Y ÉTICA

La Ecología

"El biólogo alemán Ernst Haeckel (1834-1919) fue quien introdujo en 1869 el nombre de ecología, definiéndola como el estudio de la economía de la Naturaleza y la investigación de las relaciones de las plantas y de los animales con los ambientes orgánico e inorgánico en que viven. La ecología, tal como Haeckel la entendía, era ante todo una ciencia de observación cuyo objeto eran las especies animales y vegetales, no en tanto que objetos coleccionables y clasificables, sino como elementos en interacción. En este sentido, la ecología es heredera directa de los grandes naturalistas viajeros, desde Fernández de Oviedo y Acosta, hasta Humboldt y Darwin, de los botánicos que intuían relaciones entre el clima y la distribución de las plantas, como Linneo y Alfonso de Candolle, y de los fisiólogos que habían estudiado los intercambios materiales y energéticos de algunos organismos. Este carácter de ciencia de síntesis se acentúa cada vez con mayor fuerza en la ecología de hoy, que se plantea el estudio de los ecosistemas, no como unidades concretas, sino a nivel de organización". (Camarasa, José María, 1973, p. 24).

Sin embargo, no resulta fácil definir la Ecología en la actualidad y el lugar que ocupa entre las demás ciencias. Dentro de la Ecología se han presentado problemas de difícil solución por la creciente importancia que tienen las acciones humanas, cada vez más nocivas sobre el medio ambiente, en gran parte, por el crecimiento de la población de los últimos dos siglos. Esas acciones sobre el medio tienen una motivación fundamentalmente económica y también política y sus efectos pueden ser locales, regionales, nacionales o globales, dependiendo de su dimensión geográfica, es decir, de la escala de esas acciones de la intervención humana en el ambiente. En este sentido, resulta muy significativo el ejemplo dado por los países desarrollados, más preocupados por continuar con su crecimiento económico, aunque sea anti – ecológico, que por permitir que ese crecimiento se reparta también entre los países más pobres.

En efecto, los Estados Unidos y otros países desarrollados han venido haciendo caso omiso de las recomendaciones del Club de Roma que señalaban hace más de treinta años que el crecimiento económico tenía un límite y que ese límite ya había sido sobrepasado por dichos países. Este problema está relacionado con la concepción que tengamos de la Ética. ¿Cómo podemos creer en la sinceridad de los Estados Unidos, que se consideran garantes de la conservación de la Amazonia, una zona que no les pertenece, si está muy reciente la acción destructiva (con bombas incendiarias y sustancias defoliantes) en el sudeste asiático, en una región de clima similar?.

Lo que sucede es que los Estados Unidos tienen, desde hace bastante tiempo, un gran interés en lograr lo que ellos y otros países pedían formalmente: la "internacionalización" de la Amazonia. Ello significaría que una fuerza civil o militar de las Naciones Unidas (lo que significa decir, de los países más poderosos) intervendría la Amazonia para garantizar a su vez que no se explotara esta región, casi considerada como el único "pulmón" del planeta  que todavía queda. Este intento de los Estados Unidos fue el que dio origen, en contrapartida, a la creación del Pacto Amazónico, que es un acuerdo de todos los países de la cuenca amazónica dirigido a evitar, precisamente, que se "internacionalizara" la misma. Pero un intento mucho más efectivo por parte de los países desarrollados se está llevando a cabo actualmente, en el que no se trata de un plan político - territorial para intervenir la zona, sino en un plan más general que abarca varios frentes, sobre todo en el plano económico: los países ricos están dispuestos a, literalmente, "comprar" el oxígeno producido por la selva amazónica, pagando a los países del Pacto Amazónico para que no intervengan la zona, lo cual ha sido planteado a nivel mundial como un gesto altruista del mundo desarrollado.

Pero si analizamos con cuidado todo lo que pasa debemos preguntarnos sinceramente sobre los verdaderos intereses del mundo desarrollado para lograr que no se toque la selva amazónica. Los países subdesarrollados en general, ¿deben seguir siendo pobres y atrasados para que los países ricos sean cada vez más ricos?. ¿Deben los países de la cuenca del Amazonas seguir purificando la atmósfera para que en los países ricos puedan seguir fumando y contaminándola?. ¿Por qué no reducen cada año la emisión de contaminantes atmosféricos en los Estados Unidos, en el Japón y Europa para dar fe con el ejemplo de sus verdaderas intenciones?. Los Estados Unidos no firmaron el Protocolo de Kioto hace unos meses. En este Protocolo se establece un plan para reducir los contaminantes atmosféricos responsables del llamado efecto invernadero, en especial, el dióxido de carbono, que es el que mayor cantidad se produce de la combustión de hidrocarburos. Pero si los Estados Unidos no quiere firmar porque quieren seguir consumiendo más hidrocarburos para que siga aumentando su nivel de vida, el mundo no tiene solución, porque la solución de los problemas energéticos del mundo no está en el aumento de la producción, sino en la disminución del consumo, sobre todo, en los países desarrollados ya que, como hemos visto, ellos siguen consumiendo muchos más recursos de los que les correspondería y el crecimiento de ese consumo sólo se puede mantener gracias al sacrificio de los pueblos subdesarrollados, donde el aumento de esos recursos se hace muy pequeño e incluso disminuye con el tiempo.

En este orden de ideas, es bueno señalar que la iniciativa de InterGen de construir una Planta Termoeléctrica de Ciclo Combinado en Catadau no podrá triunfar a no ser que se logre una decisión muy rápida (es decir, a muy corto plazo) a ciertos niveles en los que no se tomen en cuenta las opiniones de los habitantes de la zona y que se establezcan como prioritarias unas necesidades no bien fundamentadas de aumento del consumo de energía. Pero InterGen no puede justificar un aumento en la producción de energía si lo que se debería hacer actualmente, tanto desde el punto de vista ecológico como del ético, es lograr una disminución de esa producción. Podríamos preguntarnos ¿más energía para qué?. ¿Por qué no se trata de ahorrar energía bombeando agua de nuevo a los embalses durante las horas de menor consumo de energía hidroeléctrica?. El que ello se haga en el Júcar aprovechando la central nuclear de Cofrentes es un disparate que sirvió como una especie de mecanismo para justificar parcialmente la construcción de dicha central. Si este mecanismo fuera válido ¿por qué no construir en cada central hidroeléctrica otra nuclear y con ello se solucionaría definitivamente el problema energético e incluso se podría exportar energía?. Pero el que se vea inmediatamente lo absurdo de este planteamiento no invalida la alternativa de que se puedan ubicar, en cada embalse con fines hidroeléctricos, varias bombas que utilicen la electricidad sobrante durante las horas de menor consumo para bombear agua y recuperar con ello el nivel de esos embalses. Si se hiciera eso, la construcción de la planta térmica de Catadau (y la de otras similares) se haría totalmente innecesaria.

Por último, el Banco Mundial está patrocinando actualmente un curso en Internet sobre "La calidad del aire en la América Latina". ¿Por qué no dictar un curso similar sobre la calidad del aire en los Estados Unidos, donde haría mucha más falta?. La calidad del aire es mucho mayor en la América Latina (incluyendo México) que en los Estados Unidos, a pesar de que muchas de las industrias más contaminantes del mundo desarrollado están migrando hacia la América Latina y los demás países pobres. Pareciera que en estos países estuvieran pidiendo que se les enviara basura (en forma de contaminantes de origen industrial) para que no lleguen a morirse de hambre.

El Oscar a la mejor película de 1941 correspondió al drama "Qué verde era mi valle" (How green was my valley), interpretada por Walter Pidgeon, Maureen O´Hara, Roddy McDowall, Donald Crisp, John Loder y Barry Fitgerald y dirigida por John Ford. Está basada en la novela del mismo nombre de Richard Llewellyn, ambientada en el siglo XIX y que constituye un tributo a las profundos lazos de amor en una familia de mineros en el País de Gales. El peligroso trabajo en las minas de carbón de varias generaciones de hombres de una misma familia (incluyendo la del niño interpretado por Roddy Mc Dowall) representaba una situación muy común en Gran Bretaña en la que los campesinos de las zonas carboníferas se veían forzados a convertirse en mineros, esclavizándose en aras del "progreso" generado por la Revolución Industrial. En esa película se ponen de manifiesto tres hechos que son relevantes para el tema de este artículo. El primero es que las grandes compañías transnacionales no suelen tomar mucho en cuenta el punto de vista de las personas afectadas directamente por esas compañías (y mucho menos las compañías industriales en aquel tiempo). El segundo es que, como ya se ha visto, los que se sacrifican en las actividades productivas, no son los mismos que se benefician de ellas. Y el tercero es que, con las reivindicaciones que se van logrando con el paso del tiempo, la opinión de las personas más afectadas por una situación injusta como la que se plantea en la película se va tomando más en cuenta: la oposición con que se pueden enfrentar a situaciones similares crece con el tiempo y se va haciendo más sólida y mejor justificada.

En resumen, yo creo que la única solución a escala individual que existe en el mundo en la mayoría de problemas ecológicos es mantenernos muy críticos y vigilantes y no aceptar de buenas a primeras lo que se nos trata de imponer desde arriba. La experiencia valenciana en este sentido crítico es sumamente larga, creativa y fecunda.

Las dimensiones de la Ética

Creo que no existen diversas escalas de la Ética. Ello significa que no puede plantearse la existencia de una perspectiva nacional, social, regional o de grupos de diversa naturaleza, de la Ética. Sin embargo, se presenta con mucha frecuencia, una visión acomodaticia de esta disciplina, a menudo contradictoria, que se traduce en algunos refranes de la sabiduría popular ("haz lo que digo y no lo que yo hago") y que se puede descubrir a poco que profundicemos en algún problema político o económico de la actualidad.

También en Derecho hay dos conceptos básicos, la ley y la justicia, cuya escala "conceptual" es bastante diferente ya que, mientras que las leyes se refieren a una escala muy amplia, la justicia tiene un carácter individual y representa la aplicación de la ley a los casos particulares. De allí que la escala de las leyes sea similar a la que tiene la Ética. Así pues, las leyes y los principios éticos deben ser generales y sobre ellos deberían basarse las relaciones sociales y personales de la sociedad.

Pero sabemos que las guerras y los golpes de Estado se han tratado de justificar, a lo largo de la historia, desde un punto de vista ético (recordemos el calificativo oficial de "Cruzada" que se le daba hace más de medio siglo al "Glorioso Alzamiento Nacional") que no es general, sino que responde a una visión particular de la Ética. La progresiva liberalización del bloqueo a las exportaciones petroleras de Irak también se ha justificado en la O.N.U. y en la prensa latinoamericana, "por motivos humanitarios", cuando la realidad es muy diferente y obedece, más que a consideraciones éticas de los países desarrollados, que son los mayores consumidores de petróleo, a la conveniencia de esos mismos países de hacer que bajen los precios internacionales del petróleo con el aumento controlado de la oferta que representa la producción petrolera de Irak.

Dicho en otros términos: en los últimos dos años se ha permitido, siempre "por razones humanitarias", que Irak aumentara su exportación hasta llegar a los tres millones de barriles diarios (en los países europeos se denomina "petróleo por alimentos" al programa que trata de justificar la compra de hidrocarburos a Irak). Pero, ¿cómo olvidar el hecho de que esas medidas de la O.N.U. (que, en realidad, se trata de los países más poderosos) coinciden con las épocas de aumento de los precios del petróleo?. Esas medidas se condicionan para que Irak, a cambio de su petróleo, pueda comprar alimentos y medicinas en el exterior y no pueda adquirir, en cambio, nuevas armas para su ejército. Y es en este punto donde se puede ver que los países ricos, es decir, los que tienen en sus manos la mayor parte del comercio internacional, salen ganando por partida triple: pueden obtener petróleo barato (en parte porque Irak ofrece su crudo a bajo precio y en gran parte porque la exportación de petróleo iraquí contribuye a mantener los precios más bajos en el mercado internacional), pueden deshacerse de los excedentes industriales y agrícolas que están en un nivel elevado actualmente y, por último, pueden seguir controlando la posibilidad de que el armamento iraquí siga siendo precario y anticuado si no le dan oportunidad a Irak para que acuda a los mercados internacionales de armas.

Los países más poderosos no solamente tienen bajo su poder el comercio internacional (con la carencia de escrúpulos éticos que ello puede significar), sino que también dominan en el campo de las comunicaciones y de la información. Las "razones humanitarias" que se han esgrimido para justificar el aumento de las exportaciones petroleras de Irak, constituyen una denominación recogida y difundida por la prensa internacional y un buen ejemplo de lo que se afirma.

El intento ya señalado de internacionalizar la región amazónica para garantizar que siga sirviendo de "pulmón del planeta" es otro ejemplo poco conocido y menos divulgado de ese tratamiento tendencioso y manipulado de los problemas ecológicos a escala global. Los Estados Unidos otorgan becas para el estudio de esta región a los ciudadanos de los países que la constituyen. La selección de los problemas que se plantean a nivel internacional (como es el caso del agujero de la capa de ozono y otros similares) es otra información tendenciosa y manipulada que esconde los problemas más importantes que deberían plantearse actualmente. Muchos países pobres solían comprar desechos tóxicos a los países ricos para hacerlos "desaparecer" sin que vayan a parar al fondo del mar que ha sido, hasta ahora, el destino final de ellos. La compra de industrias básicas obsoletas y contaminantes en los países subdesarrollados por parte de empresas de los países más poderosos (el caso de las industrias básicas venezolanas podría emplearse como ejemplo) no obedece a un interés altruista de estos países, sino a una forma de ir librándose de esas industrias en los propios países industrializados.

Los convenios comerciales de los Estados Unidos y de los países europeos con Taiwán, China y otras naciones del mundo subdesarrollado no obedecen a un interés altruista de los primeros, sino a su interés económico en la producción de bienes industriales empleando una mano de obra abundante, preparada y barata. Los beneficios de esos convenios industriales no van a los trabajadores del sudeste asiático sino que se administran como una forma de dominación que vuelve eterno el problema porque no lo resuelve en principio. Un convenio comercial más justo haría inmediatamente que las empresas industriales de los países ricos buscaran en otros países la mano de obra aún más barata que requieren para la elaboración de los productos que comercializan (por ejemplo, en la India) y, de esa forma, como sucede con el petróleo iraquí, seguirían manteniendo la dominación del comercio internacional. El resultado de todo ello es que la diferencia entre los países más ricos y más pobres, en lugar de disminuir, sigue creciendo con el tiempo, como señaló Mary Robinson (ex-presidenta de Irlanda) en un artículo que apareció en el periódico El Nacional de Caracas (Venezuela) en agosto de 1999 (Robinson, 1999).

En resumen, los problemas éticos que se derivan del carácter global de las relaciones internacionales no se pueden subestimar o pasar por alto en la época actual. Y tampoco se pueden dejar en manos de las informaciones de los medios transnacionales de comunicación, que generalmente son manipuladas y obedecen, por lo general, a intereses económicos y políticos muy poderosos.

La educación, lo mismo que el comercio, sigue estando dominada por los países más poderosos. Ellos son los que determinan cuáles son los problemas relevantes y los que se reservan un tipo de educación de calidad para ellos y financian una de menor calidad para los demás. Universidades reconocidas de los países ricos han otorgado títulos de Master o de Doctor a estudiantes de los países subdesarrollados que han hecho tesis verdaderamente lamentables desde el punto de vista académico. Así, el dinero de los países pobres se emplea para que algunos estudiantes realicen sus carreras universitarias en los países desarrollados y se conviertan así en las puntas de lanza de la dominación internacional económica y educativa por parte de estos últimos países.

Otro problema actual que pone de manifiesto los problemas éticos que encara la Humanidad en los momentos actuales, aunque no tiene mucha relación con el presente tema, es el que se refiere a la clonación humana como posibilidad y como peligro. Este problema se encuentra ya a la vuelta de la esquina, como señala Claude Couture de Montreal en el Scientific American Forum. Aunque parezca mentira, la clonación humana, a pesar de todos los problemas éticos que conlleva, tiene muchos partidarios, lo que hace más claras las ideas de Couture:

"Todo el mundo habla en torno a la ética de la clonación humana. Yo no veo ninguna evidencia de que los seres humanos hayan tenido ética acerca de nada. Basta con echar una ojeada retrospectiva a la historia para darnos cuenta de ello. Por supuesto, algunos individuos preparados pueden tener un comportamiento ético, pero cuando se trata de grandes grupos de personas, no se da ese comportamiento ético. La ética nunca impidió las muertes masivas de millones de personas en las guerras ni la destrucción de los sistemas. La ética debería comenzar con el respeto básico por todas las formas de vida, y no sólo de la vida humana. Se crearán clones humanos, para bien o para mal, porque está en la naturaleza humana no parar nunca hasta que es demasiado tarde" (Scientific American Website).
Todo lo que se ha indicado parece obedecer a una visión pesimista del mundo actual, pero podríamos interpretarlo de una manera diferente ya que la identificación de muchos de los problemas actuales podría servir de premisa para la selección de las mejores respuestas para esos problemas. Partimos de la base de que en los temas sociales, económicos o ecológicos que se nos presentan, existen muchas más soluciones que problemas, como ya se ha señalado. Nuestro deber es tratar de fundamentar los elementos de análisis que tenemos para determinar las mejores opciones en nuestro futuro.
 

CONCLUSIONES.  UNA VISIÓN PERSONAL DEL PROBLEMA

Ha pasado casi medio siglo desde que emigré de Catadau, primero a Valencia ciudad y unos dos años después a Venezuela. Yo creo que emigrar y viajar por distintos países le concede a una persona la posibilidad de conocer formas distintas de enfrentar los problemas y, sobre todo, de conocer puntos de vista diferentes a los que tradicionalmente se consideran como propios del país de origen. Pero cuando se vive mucho tiempo fuera de la patria chica surgen, de manera casi inevitable, las odiosas comparaciones entre lo que era y lo que es, entre lo que debería ser y lo que probablemente ocurrirá.

España, Valencia y, a otra escala, las poblaciones de la Ribera Alta, han cambiado y mejorado mucho en esos 50 años, sobre todo, si nos referimos a logros cuantitativos y materiales pero, desafortunadamente, estos logros tienen un precio cualitativo que en opinión de muchos, suele ser demasiado alto. Ello se debe a la imposición a escala global de un modelo de vida que podríamos llamar norteamericano, aunque sus raíces procedan de Europa. En este modelo dominado por la tecnología, el poder económico y político suelen concentrarse hasta alcanzar niveles intolerables para el ciudadano común. Muchos países pueden desencadenar guerras para, simplemente, que la población deje de prestarle atención a los problemas internos. Cuando este poder económico o político llega a niveles demasiado elevados, el ciudadano común de cualquier país del mundo se encuentra totalmente indefenso. El bombardeo de Irak ordenado por el presidente Bush pocos días después de haber posesión de su cargo (acto que fue señalado internacionalmente de una manera tímida o eufemística como "unilateral") es un buen ejemplo de la concentración excesiva e indeseable del poder político que se deriva de la acumulación de la tecnología y de la riqueza económica cada vez en un número más pequeño de personas o de países.

Conviene aclarar que las afirmaciones anteriores no son el resultado de una posición personal mía, ni a favor de la posición de Irak, ni en contra de los Estados Unidos. Conozco muy bien este último país y estoy muy consciente de que la "mayoría silenciosa" (denominación empleada por un presidente hace tiempo) está en contra del abuso del poder económico y político que cada vez es más frecuente y nocivo para la sociedad. La región central de Pennsylvania, por ejemplo, es uno de los parajes más encantadores que uno puede encontrar en el mundo. El nivel de vida es muy alto, las granjas son grandes y modernas, los museos y las bibliotecas se encuentran en todas partes, los pueblos son pequeños y acogedores y los puestos de periódicos en cualquier cruce de caminos suelen estar solos, de manera que uno toma su periódico, deja el dinero y se va. En esta región, en una isla del río Susquehanna, en un entorno con un paisaje espectacular, se encuentra la Central Nuclear de Three Miles Island, que tuvo un problema muy grave en 1979 el cual, afortunadamente, pudo controlarse a tiempo, aunque sus secuelas duraron hasta hace una década más o menos. Pero como es lógico, casi todos los habitantes de la zona se manifestaron en aquella ocasión en contra de los mecanismos de un sistema en los que la decisión de ubicar una instalación de este tipo, que puede afectar permanentemente su vida futura, pueda ser tomada por un grupo de burócratas desde una oficina que, a veces, se encuentra a grandes distancias de la zona.

Por su parte, la Comunidad Valenciana tiene, en su historia y economía, aspectos sumamente valiosos que conforman, en conjunto, un modelo social bastante diferente al que recientemente se nos quiere imponer a toda costa. También en Valencia, la palabra de una persona en las actividades comerciales y económicas en general tenía más valor que cualquier otro compromiso legal (las transacciones en la Lonja de la Seda o en cualquier mercado de pueblo, así como los pleitos en el Tribunal de las Aguas, podrían servir de ejemplos). La vida era más sencilla y honesta, y aunque con cierto atraso desde el punto de vista material, era mucho más sana. La gente no se enfermaba tanto y se podía escuchar un concierto sin tantas interrupciones por la tos del público. ¿Acaso la gente fumaba menos?. Evidentemente que sí, aunque sólo sea por el hecho de que las mujeres (más de la mitad de la población) casi no fumaban. Conocí la época de racionamiento del tabaco y fui testigo de un hecho significativo: la recogida de colillas por algunas personas para liar sus propios cigarrillos. Cuando este vicio llega a estos extremos, prácticamente no hay solución. Y lo mismo pasa en otros aspectos: cuando personas sensatas llegan a aceptar condiciones de vida cada vez más nocivas con ellas mismas desde el punto de vista ambiental, solamente para aumentar progresivamente sus niveles de consumo, la solución a ese problema ambiental se vuelve más difícil con el tiempo.

La Masía del Notari tenía un depósito de agua techado con una gran capacidad (probablemente, de unos 200 metros cúbicos). Los agricultores que trabajaban en una zona bastante grande venían a buscar agua y sólo tenían que abrir la puerta y llenar el botijo. La puerta trasera del patio tenía un agujero por el que se insertaba un cordel para abrirla desde afuera y solo se cerraba de noche (cuando nos acordábamos de hacerlo). Contrasta esta situación y la que existía en Venezuela hace cuarenta años, con la que hay ahora en la propia Venezuela y en muchos otros países: las alarmas, enrejados y dispositivos de seguridad convierten a cualquier ciudadano en una especie de San Pedro por la cantidad de llaves que tiene que cargar.

Por supuesto, no voy a plantear que regresemos a una etapa ya superada (¿?), aunque sólo fuera porque ello no es posible, pero sí desearía que pudiéramos diseñar un mundo mejor y más seguro para nuestros hijos y nietos y no dejarles a ellos la pesada carga de nuestros fracasos y errores.

Un uso distinto (que no fuese ni pecuario ni ruta de acceso a una Planta Térmica) de la antigua Vía Augusta, Camí de Xátiva o Camí d’Alberic (el nombre no tiene mucha importancia) sería un logro excelente en la Comunidad Valenciana, aunque sólo fuera para contrarrestar los efectos lamentables del surgimiento en los últimos tiempos, de la llamada "Ruta del Bacalao". Una ruta que podríamos llamar cultural tendría unos 11 ó 12 kilómetros entre los términos de Catadau y Guadassuar y a lo largo de este trayecto se podrían diseñar proyectos excelentes desde diversos puntos de vista. Con la experiencia anual de la Fireta de Guadassuar se podría ir realizando un Museo Valenciano de la Agricultura. También podrían diseñarse otros museos históricos o temáticos, bibliotecas, centros de estudios, instituciones de salud o de rehabilitación, paseos con árboles frutales y jardines, parcelas pequeñas de horticultura o fruticultura para personas de la tercera edad, casas de turismo rural y muchas otras iniciativas. Todo ello, antes de convertir a esta ruta en otro basurero ya que siempre debemos pensar en un futuro mejor. No es mi tarea decirles a todos cómo deberá ser ese futuro, pero sí lo es señalar que ese futuro existe y que lo podemos alcanzar si nos lo proponemos.

Es por todo ello que, desde Venezuela, saludo sinceramente la iniciativa de la Plataforma Cívica de Catadau (a la cual me sumo), deseándole un gran éxito y una larga permanencia en el tiempo para que siga dedicándose a propósitos útiles y provechosos para la sociedad, tanto local como regional, aunque llegara a pasar la amenaza de la Planta Térmica si se consiguiera vetar definitivamente su construcción. Los lectores del presente artículo (que es más bien un conjunto heterogéneo de reflexiones antes que un trabajo de investigación formal) pueden estar seguros de que nunca faltarán en el futuro problemas similares que tengan que enfrentarse a partir de iniciativas como las de la citada Plataforma Cívica.
 

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