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Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie  documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98
Vol. IX, nº 516, 15 de junio de 2004

GAVARA PRIOR, Joan (coord). El plano de Valencia de Tomás Vicente Tosca (1704). Generalitat Valenciana, 2003, 291 páginas. [ISBN: 84-482-2588-6]

Pablo Cisneros Álvarez

Becario de  Investigación de la  Universitat de València


Palabras clave: cartografía, Padre Vicente Tosca, novatores, Valencia

Key words: cartography, Vicente Tosca, novators, Valencia


La monografía que reseñamos tiene como objetivo el análisis de la obra de una de las figuras más influyentes en el medio valenciano del siglo XVIII: el Padre Tomás Vicente Tosca (1651-1723).  El Padre Tosca fue un referente cultural en el siglo XVIII, trabajó en biografías, en arquitectura, escribió tratados, asesoró en las obras de la fachada barroca de la catedral de Valencia, a cuya Universidad se mantuvo muy vinculado y donde llegó a impartir docencia y a ocupar el cargo de Vicerrector.  El Padre Tosca fue, también, una pieza muy destacada del movimiento novator valenciano.  Esta figura clave en el ámbito valenciano dejó para la posteridad un plano manuscrito, de 1704, de la ciudad de Valencia, plano de cuya importancia por su extraordinaria calidad, tanto artística como topográfica, se ha dado noticia.

Con gran calidad de formato, la Generalitat Valenciana ha editado este libro con la idea de ofrecer una visión de conjunto de la magna obra del presbítero y de las circunstancias que rodearon la ejecución de la misma.  Entre éstas, el entorno familiar, los referentes artísticos y el citado movimiento novator. para hacer una obra que abarque todos los aspectos que influyeron en la realización del plano más famoso que se conserva de la ciudad de Valencia y cuyo facsimil se incluye en el libro.

La división de este libro es la siguiente:

1.  Joan J. Gavara Prior: Introducción, p. 19-22.

En este breve texto se presenta a la figura del Padre Tomás Vicente Tosca y su contexto. Teniendo en cuenta la importancia de Tosca en el medio valenciano setecentista, quizás hubiese podido ser de mayor amplitud.

2. Miguel Ángel Catalá Gorgues. El plano de Valencia del Padre Tosca, imagen histórica de una gran ciudad. p. 23-34.  

No cabe la menor duda de que un estudio monográfico sobre un plano del siglo XVIII, y si se  tiene en cuenta las características del que comentamos, merece un artículo sobre los edificios y el entorno urbano que el presbítero conoció, estudió, midió y dibujo a comienzos del siglo XVIII. La topografía urbana de la ciudad levantina ha evolucionado mucho a lo largo de los trescientos años que han transcurrido desde la realización del mapa. Por lo  tanto, es de gran utilidad efectuar un rastreo de los cambios urbanísticos y topográficos acaecidos en Valencia, como el que aquí nos presenta Miguel Ángel Catalá.[1]  En este sentido, el plano de Tomás Vicente Tosca rescata la memoria de edificios y entornos urbanísticos ya desaparecidos.  El tiempo y la historia han borrado el convento de San Francesc, el palacio Real, la muralla medieval, derrumbada en 1865 y de la que solo quedan en pie las puertas de Quart y de los Serranos.

Todo esto muestra la valía del plano como elemento de estudio dentro de la topografía urbana de la ciudad de Valencia, de manera que podemos conocer algunas circunstancias de la ciudad a principios del siglo XVIII y nos abre el camino para estudiar la manera de captar corográficamente la urbe barroca.

Este es un artículo imprescindible en una obra que pretende acercarnos a la realidad que representó en su tiempo el plano de Tomás Vicente Tosca, que hoy es, sin ningún tipo de discusión, junto a la magnífica vista de Valencia del flamenco Antón Van den Wijngaerde, de 1563[2], uno de los mayores hitos de empirismo y de experiencia topográfica del pasado valenciano.

3. Francesc Fuster Pellicer. Tomás Vicente Tosca y el plano de la ciudad de Valencia, p. 35-130.

Este artículo es el más extenso del libro. En él, el autor efectúa al principio un estudio cartográfico; después de ello, Fuster presenta los orígenes familiares del presbítero, miembro del Oratorio de San Felipe Neri de Valencia. En este aspecto, de carácter eminentemente histórico apoyado por un trabajo de archivo y de bibliografía, se analizan facetas del trabajo del padre de Tosca que era  médico; la familia Mascó; el ambiente social y económico de la familia, la carrera universitaria de Calixto Tosca, algunos aspectos de la vida de la madre del Padre  Tosca; el notario Marcos Sebastián Fernández, y otros aspectos de los vínculos de los padres del novator entre otras muchas cuestiones.

Posteriormente, el autor investiga el entorno familiar en el que creció Tomás Vicente Tosca, y desde esa perspectiva realiza una aproximación a la biografía del propio Tosca.  Esta aproximación se divide en una serie de apartados que analizan su carrera eclesiástica, sus estudios universitarios, el Oratorio, su vinculación con la ciencia, con escuelas de matemáticas.  También se realizan estudios sobre personas destacadas de su entorno, como Juan Bautista Corachán o su actividad en la Universidad.

Sin duda, el epígrafe titulado Realización del plano de la ciudad es muy  valioso para el estudio del plano de Valencia.

Dicho epígrafe se inicia con una introducción sobre el análisis de la cartografía de la época hasta llegar al proceso de construcción del plano de 1704. Respecto a este proceso sirvan las palabras de  Marcos Antonio de Orellana, en las que señala que «con igual bisarría despreció los Dictorios y burla del ignorante vulgo el Padre Doctor Thomas Vizente Tosca, quando efectuó su mapa de Valencia, al qual como los muchachos le vehían por las calles muy solícito (ó en su opinión maniático) tomando medidas y apuntando, se le vurlaban, llamándole el capellá de les ralletes»[3] A pesar de este comentario de Orellana, no debemos de olvidar que Tosca fue un hombre de ciencia muy vinculado a la matemática y que dedicó tiempo al estudio y ejecución de los levantamientos de planos, como se puede ver claramente en su obra Compendio Matemático, estampa 7 y 8 del volumen I.

Al final del artículo de Fuster Pellicer, se encuentra un apartado que estudia los últimos años de la vida de Tosca, recurriendo al análisis de su famoso Compendio Matemático, La vida de la beata Inés de Benigànim -no debemos olvidar que Tosca era presbítero y que no dejó de lado los aspectos religiosos mientras emprendía sus obras científicas-, el Compendium Philosophicum, hasta llegar a su actividad de Vicerrector de la Universidad y otros acontecimientos como la muerte de esta figura tan importante en el medio valenciano.

4. Vicenc Mª Rosselló. La toponimia urbana de la Valencia de 1704 según el plano de Tomás Vicente Tosca, p. 131-158.

Lo que determina muchas veces la valía de un estudio en un libro determinado es la multidisciplinariedad del tema tratado y los distintos enfoques que se le puedan dar. Esta cuestión esta claramente representada en estudios urbanísticos, geográficos, históricos, de restauración y, como es el caso del presente artículo, de este catedrático de la Universitat de València, en la toponímia.

El estudio de la toponímia es muy importante en una obra, que el propio Padre Tosca, creyó imprescindible conocer e interpretar con la inclusión de cartelas indicativas de los edificios más representativos de la ciudad a principios del siglo XVIII. El paso de los años ha hecho que muchos de estos nombres identificativos hayan cambiado radicalmente y claro está, también nos permiten hacer una investigación de la evolución del lenguaje empleado entonces y su progreso hasta nuestros días.

5. Francisco Taberner Pastor. Los grabados del Plano de Tosca: su difusión y permanencia en las cartografías de la ciudad de Valencia (1738-1761), p. 159-170.

Una obra tan importante como la de Tosca no podía quedarse sin influir en otras posteriores.[4] La obra manuscrita de 1704, que es la que estudia esta monografía, se graba en 1738 según investigaciones realizadas, pero se ha de tener en cuenta, que este grabado, firmado por José Fortea, se publicó con fecha apócrifa en 1705.[5] Después de esta edición de 1738, se sucedieron las variantes sobre el plano de Tosca.

Sin duda, una obra tan bien trazada como lo es la del padre Tosca dejó huella en obras posteriores y muy buena prueba de ello es este capítulo que analiza la serie de influencias que se pueden rastrear de la obra del presbítero.[6]

6. José Vicente Vergara Peris. La restauración del Plano de Valencia del Padre Tomás Vicente Tosca (1704), p. 171-182.

El plano de Tosca estaba muy deteriorado, por este motivo se emprendió una exhaustiva restauración del mismo en el Centro Técnico de Restauración en el Museo de Bellas Artes de Valencia, donde entró en abril de 1999, permaneciendo allí cinco meses.

El estado previo a la intervención era muy lamentable, presentaba suciedad ambiental, roturas y pérdidas mecánicas y biológicas, desperfectos todos ellos subsanados por la restauración. A pesar de esta magnífica restauración, a lo largo del libro, se hace mención a la mala ubicación y exposición al público que hoy en día tiene esta genial obra.

Respecto a este capítulo se ha de decir que se hace un listado detallado de todos los desperfectos que tenía el plano manuscrito y, posteriormente, se relata el proceso de intervención paso por paso y con un soporte gráfico muy suculento.

El libro concluye con un gran apéndice fotográfico de la obra manuscrita, titulada Valentia Edetanorum aliis Contestanorum, vulgo del CID Ichonographice delineata a D.re Thoma Vicentio Tosca Congreg. Oratorii Presbytero. Anno 1704, en el que se incluye todo el plano manuscrito de Tosca, de dimensiones 2.100 x 2.850 mm., fotografiado cuadrícula a cuadrícula hasta formar un total de 49 divisiones perfectamente estudiadas y que, sin lugar a dudas, fue utilizada por el propio Tosca para componer su mapa de forma matemática y objetiva tras haber tomado todas las medidas ad vivum en la propia calle.

Es probablemente en este último apéndice fotográfico donde podemos comprobar la calidad representativa y la intención topográfica de esta gran obra, en la que se reproducen, con el máximo detalle e incluso minucioso, todos los rasgos de la huerta de Valencia, el trazado urbano, las plazas, las fuentes o los parques. El gusto y el interés por el detalle es extraordinario con una intención cientificista y objetiva: captar la realidad topográfica de la ciudad de Valencia.

El dibujo axonométrico del presbítero es, verdaderamente, la mejor manera de poder captar la fisonomía de los edificios tanto por la distribución del trazado urbano como por inclinación mínima que permite insinuar el perfil de los edificios sin que por ello desvirtúe la percepción de las calles.

Como conclusión, y respecto a esta obra, hay que decir que estamos ante el trabajo más ambiciosos que se ha publicado hasta la fecha sobre el plano manuscrito de la ciudad de Valencia de Tosca, contribuyendo con ello a un mayor conocimiento de una de las personas más influyentes en el medio valenciano de finales del XVII y primer cuarto del XVIII, del que se ha emprendido aquí un minucioso estudio de todo lo que le rodeó en vida y le llevó a la concepción y realización de esta magnífica obra como es el plano de Valencia de 1704.
 

Notas

 
[1] Miguel Ángel Catalá es un autor que, entre muchos temas de investigación, ha tratado la imagen urbana de la ciudad de Valencia, sirva como referencia de sus estudios el Museo històric de la Ciutat. El Plànol del P. Tosca. Boletín de Información Municipal del Excmo. Ayuntamiento de Valencia, núm. 38, Valencia, 15 de marzo de 1983, y sobre todo, su magnífica monografía titulada Valencia en el grabado 1499-1899, Ajuntament de València, col. Images núm. 2, Valencia, 1999.
 
[2] Vid. ROSSELLÓ, Vicenc Mª, (dir.): Les vistes valencianes d´Anthoine Van den Wijngaerde [1653], Valencia, Conselleria de Cultura, Educació i Ciència de la Generalitat Valenciana, 1990 y sobre su obra completa cf. KAGAN, Richard L.: Ciudades del siglo de oro. Las vistas españolas de Anton Van Den Wyngaerde, Madrid, El Viso, 1986.
 
[3] DE ORELLANA, Marcos Antonio: Biografía pictórica valentina o vida de los pintores, arquitectos, escultores y grabadores valencianos, Madrid, 1930 [Valencia, París-Valencia, 1995], p. 316.

 
[4] El plano de Tosca dejó un legado muy destacado. Respecto a las influencias ejercidas sobre él, hay que remitir al plano de Manceli de Valencia, de 1608, que casi con toda probabilidad lo tuvo en cuenta. Para ello, véase BENITO, Fernando: “Un plano axonométrico de Valencia diseñado por Manceli en 1608”,  Ars Longa. Cuadernos de arte. Revista del Departamento de Historia del arte de la Universitat de València, 3, 1992,  pp. 27-37.
 
[5] Cf. TABERNER, Francisco. El plano del Padre Tosca grabado por José Fortea. Consideraciones en torno a la fecha de su impresión. Revista del Colegio de Aparejadores y arquitectos técnicos de Valencia, núm. 3, Valencia, 1984.
 
[6] Respecto a los planos derivados del manuscrito de Tosca, remitimos a la obra, con un importante apartado gráfico, HERRERA, José María/ LLOPIS, Amando/ MARTÍNEZ, Rafael/ PERDIGON, Luis/ TABERNER, Francisco: Historical maps of the town of Valencia. 1704-1910, Ayuntamiento de Valencia, 1985.

© Copyright: Pablo Cisneros Álvarez, 2004

 
© Copyright: Biblio 3W, 2004.
 

Ficha bibliográfica
 

CISNEROS ÁLVAREZ, P. Gavara Prior,  Joan (coord). El plano de Valencia de Tomás Vicente Tosca (1704) Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. IX, nº 516, 15 de junio de 2004. [http://www.ub.es/geocrit/b3w-516.htm]. [ISSN 1138-9796].



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