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REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie  documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98
Vol. IX, nº 518, 25 de junio de 2004

LA EVOLUCIÓN URBANA DE PALMA, UNA VISIÓN ICONOGRÁFICA

Juan Tous Meliá


Palabras clave: Mallorca, historia urbana, evolución urbana, murallas

Key words: Mallorca, urban history, urban evolution, fortifications


Hasta hace pocas décadas, a pesar de que Palma era una ciudad con una gran historia, su evolución urbana era casi desconocida. Sólo se conocían algunos aspectos parciales de la Palma romana y de la Madîna Mayûrqa de los árabes. Gracias al estudio de las fuentes documentales y a la arqueología se han realizado grandes avances. Para los citados trabajos se había tenido en cuenta, principalmente, el plano levantado de la Ciutat de Mallorca, en 1644, por el presbítero Antonio Garau,. Sin embargo, para profundizar en el conocimiento de la ciudad, no se había aprovechado el fabuloso legado de la cartografía histórica de Palma que, aunque sólo abarca alrededor de 400 años, contiene un caudal de información enorme.

Preámbulo

En 1882 Pedro Alcántara Peña sacó a la luz la interesante obra Antiguos recintos fortificados de la Ciudad de Palma. En ella defendía la teoría de que Palma había sido custodiada a lo largo de su historia por cinco recintos amurallados.

De forma sucinta los describía así:

El primer recinto, al que denominó la Zuda, lo formaba el muro que actualmente cierra todo el Real Palacio, con sus dependencias, sala de Armas y Audiencia territorial.

El segundo recinto, la Almudayna o romano, que describiremos más adelante.

El tercer recinto o de la ciudad vieja, es el que pudieron ver en pie los pisanos y catalanes conquistadores de esta ciudad a principios del siglo xii. Separaba la que llamaban ciudad vieja (urbs vetus) de la nueva, apellidada por los moros Arabath-al-Gedit. Su perímetro aproximado era: Plaza de la Reina, Can Puigdorfila, Sant Nicolau, Costa den Berga, Bosseria, puerta deBebalbelet, Pes de la Farina, Hostal d'en Bauló, Bosc, Pes de la Palla y Temple.

Al cuarto recinto que tuvo Palma lo llamó de la Conquista. (figura 3, recinto amarillo)

El quinto recinto, que no describe, pues estaba en pie cuando escribió el opúsculo, ha recibido el nombre de renacentista (figura 3, recinto verde).

Durante muchos años su teoría fue seguida por los historiadores sin discusión.

A la luz de las nuevas investigaciones sobre los orígenes de la ciudad, Magdalena Riera, en su tesis doctoral Evolució Urbana i Topografia de Madîna Mayûrqa, publicada en 1993, propuso una nueva lectura del Liber Maiolichinus (figura 1a). Hace pocos meses, el arquitecto Carlos García-Delgado en su trabajo las Raíces de Palma, editado en mayo de 2000, aporta nuevos datos y lanza una nueva teoría sobre los recintos amurallados de la Ciudad. El poco tiempo transcurrido desde la publicación de esta última obra impide conocer la opinión de los eruditos (figura 1b).

Figura 1a
Los recintos amurallados de la ciudad según
Magdalena Riera

Figura1b
Los recintos amurallados de la ciudad según Carlos García-Delgado

No obstante, el estado actual de la investigación permite afirmar que:

Hubo un primer recinto, limitado por la antigua muralla romana, aunque seguramente modificada en las épocas emiral o califal, siguiendo a Magdalena Riera y a Guillermo Rosselló. Aunque Carlos García-Delgado le da un nuevo enfoque al considerar que existía una muralla que separaba el recinto de la Almudaina y el Call judío (espacio ocupado posteriormente por el convento de Sant Domingo) en el que sitúa Bebelgidit, esa muralla seguiría la fachada del lado noroeste de la calle Palau aprovechando el cambio de pendiente que se produce en el terreno; el otro lado mayor de Bebelgidit sería la muralla ya conocida, que estaba situada en la calle de las Torretas. Además, junto al Call judío, había un recinto que coincide con el palacio de la Almudaina.

El tercer recinto de Peña, a la luz de la arqueología y de las fuentes documentales, actualmente es indefendible, por lo que debe desecharse.

Un segundo recinto (el cuarto de Peña) o medieval, del que se conserva su trazado completo en el plano de 1596 (figura 3). Sobre ese recinto, del que existen algunos planos con detalles, se han hecho numerosos estudios, aunque ninguno utilizando esos planos.

Un tercer recinto o renacentista (el quinto de Peña), que se ha estudiado con minuciosidad a la luz de la cartografía histórica (véase nuestro libro Palma a través de la cartografía [1596-1902], enero de 2003).

Palma romana (recinto romano, fue el primero)

Palma fue fundada en el año 123 a. c. por el cónsul romano Quinto Cecilio Metelo, en un altozano situado en la margen izquierda de la cala que formaba la desembocadura del torrente de la Riera, en el solar que años más tarde recibió el nombre de Almudaina Real, lugar idóneo para defenderse.

En ese espacio se levantó el primer recinto fortificado. Estaba limitado por la antigua muralla romana, aunque seguramente modificado. Formado por: El muro del Mirador, visible todavía en el jardín del palacio episcopal. La mediana, que separa los edificios de las calles Zanglada y de Morey. El arco de la Almudaina, milagrosamente conservado; aunque, debido a sus numerosas intervenciones, su estilo es más medieval que romano. La manzana del Ayuntamiento, con el muro actualmente visible en el interior de Can Bordils. El límite trasero de las casas de la calle Victoria hasta la Torre de les Hores, derribada en 1848, situada junto a la escalinata que baja a la calle de Sant Domingo, conocida durante siglos como carrer de les Torretas. La actual calle Conquistador. Y, la costa de la Seu.

En el interior de ese recinto estaba la ciudad romana, de la que Guillermo Rosselló levantó su teórica trama urbana(«Palma romana, nuevos enfoques a su problemática» en Symposium de Arqueología: Pollentia i la romanización de las Baleares. Palma, 1983). Su recinto (figura 2) tenía forma cuadrangular, cruzado por dos ejes principales perpendiculares: las calles del Estudi General y de Sant Roc, que originaban una plaza o forum que definía el centro de la ciudad. Es posible que la parte del recinto situado entre las calles de Sant Sebastià y de Almudaina sea un espacio exterior de la muralla. También es posible la existencia de una Palma romana extramuros entre las actualesDen Brossa y de Sant Jaume. Además, se ha especulado sobre la existencia de un anfiteatro romano entre las calle de Can Brondo y Jovellanos. Cuando estoy escribiendo estas líneas se discute la existencia de restos arqueológicos romanos en el barrio de la Calatrava.

Figura 2
Red viaria de la Palma romana según Guillermo Rosselló Bordoy

Los antiguos caminos de salida de la ciudad romana pasaron a ser calles en la ciudad árabe y serán analizados más adelante.

En 395 se produce la escisión del Imperio Romano, Palma queda sumida en un letargo o, al menos, es muy poca la información que se tiene de la ciudad. Se sabe que los vándalos conquistaron las islas Baleares en el 459, que la cristianización se produjo poco después, ya que en el 484 los obispos de las Baleares asisten al sínodo de Cartago. Hay indicios de que en 534 Bizancio incorpora las islas a su imperio.

La Palma romana permanece sumergida y guarda celosamente sus secretos. Los restos arqueológicos localizados indican que estuvo habitada hasta el siglo VI. No existe información sobre los siglos VII a IX. Las futuras prospecciones arqueológicas permitirán desentrañar los numerosos enigmas históricos.

Madîna Mayûrqa(recinto árabe, fue el segundo)

En 902 se establecieron los árabes y la ciudad, a la que llamaron Madîna Mayûrqa, se expansionó extramuros de la antigua muralla romana. La necesidad de protegerse obligó a que, a finales del siglo XI, Nâsir al-Dawla, último soberano taifa de Mayûrqa (980-1114), levantara un nuevo recinto que es el que defendía la ciudad cuando fue saqueada por los catalanes y pisanos en 1115 y es el que asaltó el rey Jaume I cuando la conquistó en 1229. A pesar del gran avance que ha sufrido la investigación sobre la construcción de esa muralla, no hay acuerdo entre los autores. Mientras, Mª Magdalena Riera defiende la idea de que La murada que envolte "Madîna Mayûrqa" en el moment de la conquesta feudal de la ciutat (1229) és la mateixa on es desenvoluparen els combats durant la ratzia pisano-catalana de 1114-1115; Carlos García-Delgado sostiene la tesis de que después del asalto de 1115, se produjeron cuatro ampliaciones: dos en el frente marítimo (barrio de la Lonja; la primera, en torno al 1300 y, la segunda, alrededor de 1500), una en el extremo de levante (zona del Temple, en torno a 1200) y otra, posiblemente, en el extremo de poniente (barrio de Sant Pere, en torno a 1200). Aunque es posible que el recinto árabe de 1114 sufriera ampliaciones, éstas fueron mínimas: la de 1500, de la Lonja, no existió; ya que, el 9 de enero de 1451, el Gran i General Consell discutía el derribo de las dos torres situadas delante de la Lonja para embellir la dita lotge que en aquel entonces estaba en proceso de construcción (Palma..., pág 229, tomado de M. Barceló, EB 70-71, pág 10); la del Temple, tampoco, según veremos; y, la del barrio de Sant Pere, es poco probable, ya que existen documentadas tres puertas en esa zona de las que se hablará más adelante. En todo caso hay que tomar los cambios de trazado con precaución, mientras las confusas fuentes documentales no se contrasten con la arqueología, para no caer en el error del tercer recinto de Peña que se sustentaba sólo con la existencia de la puerta de Bebalbelet surgida de la traducción errónea de un texto árabe( Palma..., pág 20).

Esta nueva muralla encerró en su interior el recinto romano, los arrabales que habían surgido extramuros y los huertos, que ocupaban alrededor del 20 por ciento del espacio interior. En conjunto, 110 hectáreas. Con esa extensión se convertía en una de las diez ciudades más populosas y mejor fortificadas de occidente, cuando la superficie de Barcelona en esa época era de 42 hectáreas; es decir, dos veces y media inferior a la de Palma.

Mª Magdalena Riera (Opus cit.) descubre de forma magistral cómo era la ciudad entre 903 y 1229 y la convierte en una de las ciudades mejor descritas de Al-Andalus.

No obstante, según la citada autora, difícilmente, podrá demostrarse influencia alguna de los edificios islámicos en la arquitectura posterior de la ciudad de Palma.

Según la citada historiadora sólo se conservan (Ibid, pág. 19): el Alcázar de la Almudaina, los baños árabes de la calle de Can Serra y parte del Temple (Ben Gumara). Sin embargo, si profundizamos en el conocimiento de la ciudad, podemos comprobar que es mucho más lo que se ha descubierto.

Todavía, André Grasset de Saint-Sauver, en 1807 (véase Voyage dans les iles Baléares et Pithiuses..., 2002, p. 61) decía que la construcción de las casas recuerda el tiempo en que los moros dominaban la isla. A pesar de que no queda ninguna fachada árabe, en los derribos y reformas han ido apareciendo restos, como el arco del forn de ses Llebres de la calle de Sant Miquel, del que nos da noticia el coronel Ysasi (derribado poco después, lo dibujó el 9 de marzo de 1931, en Palma de antaño. A través de un cristal, 1998, pág 194) o los restos de la sinagoga, de estilo románico, y los capiteles y ornamentaciones árabes, descubiertos al derribar el convento de la Misericordia de la calle de Sant Bartolomeu que cita Zaforteza ( La ciudad de Mallorca. Ensayo histórico-toponímico, T-I, pág 170). ¿Cuantos restos han aparecido y pueden aparecer en los derribos o reformas de Palma?

Ciutat de Mallorca (recinto renacentista o tercero)

En 1229, el rey Jaume I conquistó la ciudad, que conservó su nombre, aunque traducido al catalán: Ciutat de Mallorca. Desde ese año, la ciudad siguió encerrada en los muros medievales y fue de nuevo la necesidad de defenderse la que obligó a levantar el recinto abaluartado renacentista en 1575, según traza de El Fratín. El recinto se terminó en fecha cercana a 1623. A lo largo del siglo xvii se completó el sistema defensivo con el revellín de Camp Pelat (c1650), el Hornabeque (1670) y el revellín de la puerta del Campo (1690).

En 1596 se levantó un plano, el más antiguo conocido de la muralla medieval que hemos catalogado así (figuras 3a y 3b):

Figura 3a
Verdadera planta de Mallorca y siti, axi la planta vella, com encara la Fortificatio fabricada y senyalada per lo Capita Fertin... por mi Antoni Verger sculptor, 1596

 

Figura 3b
La Figura 3a con la numeración de las distintas partes de la muralla que se citan en el texto

Fuente:Archivo de la Corona de Aragón.  Autor: Antoni Verger. - Escala gráfica de 170 canas [=6,6 cm], [escala numérica 1: 4.000]. [Mallorca, 15 de septiembre de 1596].
(N.E. Para mejorar la visualización de las imágenes, apoyar el cursor sobre las mismas)



1 plano : manuscrito, coloreado a la acuarela ; 36 x 51cm.

(1-Archivo Corona de Aragón, MP-289/2; procede del Archivo de Simancas, Consejo de Aragón, leg. 985. Existe copia realizada por Aparici [G-27-68], efectuada en Simancas, 29 de noviembre de 1850).
Orientado al Norte con una flor de lis, marcada con la letra T (tramontana), con una bella rosa de los vientos que está inscrita en una circunferencia de 8 cm de diámetro, el Este está representado por la cruz de Malta y figuran también los siguientes vientos G (Gregal), S (Saloque), O (Orto), L(Lebeche), P (Poniente) y M (Mistral).
La escala se encuentra en la parte superior derecha, donde está dibujado un compás y, debajo del mismo, aparece escrito: Schala de la present planta y va de deu en deu canas y cada cana son vuyt palms mallorquins, lo qual palm sta asanyalat de baix ab la lletra A. En el plano figura trazada la longitud real de un palmo mallorquín que equivale a 19 cm (la medida exacta es 19'55 cm, véase Palma... p. 375), lo que nos permite extraer las siguientes equivalencias: 1 cana = 8 palmos mallorquines = 8 x 19 = 152 cm o con más exactitud, 8 x 19'55 = 156'4 cm.

Los colores que en él figuran permiten describir el recinto medieval (amarillo) y parte del recinto renacentista levantado por los hermanos Fratín (verde).

Recinto medieval (amarillo). Iniciando el recorrido del frente de tierra por el Oeste -se han numerado las torres-, con el pequeño baluarte de Santa Catalina, le sigue la cortina con una puerta por la que se atravesaba la muralla medieval. Esta puerta ya no aparece en el plano nº 2 (Palma... pág 36), lo quepermite aventurar la hipótesis de que se trata de la puerta medieval que recibía el nombre de Portopí y que, antes de la conquista, se llamó de Bâd al-Djadîdo Porta Nova, está situada muy cerca del mar (entre las torres 1ª y 86ª). Le siguen 21 torres cuadradas, separadas entre sí veinte canas (30,43 metros) entre las torres 2ª y 3ª se abre, aunque sólo en la cortina renacentista, la Porta de Santa Catalina y, entre las torres 3ª y 8ª, un terraplén (Tera.plla). El tramo termina en la Porta del Sitjar, donde está situado el Bastión vell del Sitjar representado con la letra i.La muralla medieval efectuaba un amplio recodo hacia el interior de la ciudad que se rectificó en el nuevo proyecto, naciendo un amplio espacio intramuros conocido durante siglos como s´Hort d´en Moranta.

Continuando el recorrido desde la Porta del Sitjar hasta la Porta Plegadissa, figura otro terraplén situado detrás de las torres 22ª a 34ª. Este tramo conforma una amplia concavidad para salvar el curso de La Riera con un puente, entre las torres 27ª y 28ª, conocido como de la Porta Plegadissa. El tramo que va desde la Porta Plegadissa a la Porta Pintada (la vieja) está protegido por las torres 28ª a 38ª y, justo después de la puerta vieja, figura el baluarte Vell de la Pintada, construido en forma de bastión circular que fue habilitado como polvorín antes de construir la nueva muralla donde, según el archiduque Luis Salvador, había una lápida con una inscripción gótica que decía: A xxvj de octubre ây 1543 se comença la presêt obra e sa acaba a XXXI de maig de l´ây 1544. Añade, asimismo, que debajo de la lápida había un escudo rómbico de Mallorca.

El recinto continúa con las torres 39ª a 52ª, esta última situada junto al baluarte semicircular vell de Sant Antoni, que está señalado con el número 3 y laPorta de Sant Antoni (la vieja).

Desde este punto hasta el baluarte del Socorredor, la muralla tiene un terraplén protegido por las torres 53ª a 57ª. En el baluarte del Socorredor se encuentra dibujada una puerta sin nombre. El pequeño baluarte era hueco, con bóveda de traza poligonal, y está marcado con el número 4. Desde este baluarte hasta el de la Porta del Camp se encuentran las torres 58ª a 65ª y un recinto rectangular sin rotular situado en el interior de la medina de Gumara, después Casa del Temple. Habíamos dicho que podría tratarse de la planta del oratorio; no es así, se trata de una torre rectangular con dos puertas, según se verá más adelante. Le siguen las dos últimas torres del frente de tierra, 66ª y 67ª, que flanquean la Porta del Camp (vieja).

3 - Verdadera planta de Mallorca y siti, axi la planta vella, com encara la Fortificatio fabricada y senyalada per lo Capita Fertin...per mi Antoni Verger sculptor. 1596 (Archivo Corona de Aragón)

El frente de tierra se cierra conel baluarte vell de la Porta del Camp, que está rotulado con el número 5. Junto a él, un orejón y una casamata medio derruidos rotulados con el número 6 forman un medio baluarte. La muralla formada entre las torres 58ª y 67ª está toda terraplenada. Junto al mar, el Bastionet dels Capallans con el número 7, que era imperfecto y muy bajo (actualmente embutido dentro del baluarte del Príncipe).

El frente que daba al mar se inicia con el Bastionet dels Capallans, ya citado, y la cortina situada en lo alto del escarpado, con la Porte de la Calatrava. La cortina sigue el contorno de la costa, figurando en un pequeño saliente una torre (68ª, es la d'En Rossell). Cinco canas más al oeste, el bastión de Berard, de forma circular, al que sigue, a cana y media, otra torre (69ª); y, más a poniente, la pequeña puerta de la Portella. A continuación, un tramo, con un posible bastión (70ª) y una torre adosada a la muralla (71ª) y, un lienzo quebrado, con dos pequeñas torres (72ª y 73ª). Cerca de éstas, la fachada del Palau del Bisba, que da al mar.Le sigue un tramo irregular donde está la Seo y el Castell Reyal hont esta el Virey, con dos torres (75ª y 76ª). Al costado, l´hort del Rei, con un tramo irregular, en el que figuran las plantas de otras tres torres (77ª a 79ª). Finaliza con el lecho de la Riera, que la muralla salva con un gran arco.

Al otro margen de la Riera, el baluarte del moll, de donde arranca, a través de la Porta del Moll, el muelle con la Torre del Moll en su extremo. Tras un pequeño tramo, donde están situadas dos torres (80ª y 81ª) y protegido por un terraplén, se levantanla Llonge yel Dresenal, que figura como un recinto cerrado al que se accede por una puerta desde la playa, flanqueada por dos torres (82ª y 83ª). Les siguen una torre cuadrada (84ª) y, cinco canas más al oeste, otra circular (85ª) y el tramo final, casi recto, con que se cerraba el recinto, con un pequeño bastión (nº 86).

Esta línea de mar se puede observar en perspectiva en el plano de Antonio Garau de 1644, teniendo en cuenta que la Porta del Moll fue erigida en 1620 y que los baluartes de Berard y del Muelle pasaron de circular el primero y romboidal el segundo, a poligonales, entre 1618 y 1623.

Recinto renacentista (verde). Siguiendo el mismo recorrido que el descrito en la muralla medieval, se inicia con el baluarte de Santa Catalina. Fue el primer baluarte que se construyó del recinto renacentista. La obra, iniciada en 1575, se terminó en 1578, siendo virrey don Antonio de Homs (1578-1582), que ordenó poner su escudo heráldico sobre la puerta de Santa Catalina, lo que dio lugar a la protesta de los Jurados, quienes pidieron al rey que no lo permitiera pues, sobre las puertas, sólo debían estar las armas reales y las del reino. En la cortina ya figura el hueco para la puerta de acceso a la ciudad, pero no en la muralla medieval que, como ya dijimos, tiene el hueco más cerca del mar. Es interesante comparar este detalle con el mismo del plano nº 2 (Palma a través, p. 36). Esa puerta, que podemos llamar vieja, se encontraba en un lateral de la cortina y la nueva que se terminó en 1644 se encontraba algo desplazado del centro de la cortina. Todavía en el plano de Garau, de 1644, puede verse la puerta tapiada, que tenía salida al carrer dels Bous, y la nueva, unos metros más al norte. En ese año se derribó el lienzo de muralla medieval y se construyó el cuerpo de guardia, según puede verse en el óleo del Ayuntamiento de 1647.

A continuación está el baluarte de Vrries (Urríes) y, a medio hacer, el Baluarte Nou del Sitjar, que aprovecha parte de la obra del bastión proyectado por el ingeniero Hugo de Cesano (1550-1552). Es importante comparar este baluarte y ver la solución adoptada en el plano nº 2 ( Ibid). Siguiendo el recinto, queda un espacio abierto por donde entra la Riera. Pasada ésta, figuran los baluartes de las Paralladas, y Nou de la Pintada, con lo que termina la muralla construida hasta 1596.

Este interesante plano, junto con el plano nº 2 (Ibid), es la más antigua representación cartográfica de la Ciudad de Mallorca que se ha conservado, pues las trazas que realizó el ingeniero militar Hugo de Cesano fueron enviadas a la corte en 1552 y no han sido localizadas, ni tampoco las que debió realizar Juan Bautista Calvi en 1561. Desgraciadamente no figura la trama urbana, aunque sí están dibujadas las plantas de los edificios importantes y el cauce del torrent de sa Riera antes de su desvío. A lo largo del cauce figuran los arcos que salvaban la muralla medieval, tanto a la entrada como a la salida, y siete puentes que han sido estudiados por Zaforteza y Musoles (T-I, pág. 96-101). Este plano y el del desvío de la Riera de 1613 (Palma a través..., nº 5), según García-Delgado (Las raíces ..., pág 191) no están dibujados con rigor geométrico; sin embargo, hemos realizado una copia en papel vegetal a la escala en que fue levantado y prácticamente coincide con el de Garau de 1644, lo que permite afirmar que utilizaron una fuente común, posiblemente un plano levantado por Joan Binimelis, según le informaba el virrey Hernando Zanogueraa Felipe ii (Palma a través..., p. 30).

La ciudad gótica

Después de la conquista y a lo largo de la baja Edad Media, la ciudad conservó la red viaria y el sistema de abastecimiento de agua; pero cambió su aspecto externo; es decir, su "fisonomía". La evolución fue pausada pero firme. Cuando el emperador Carlos v visitó la ciudad en octubre de 1541 el cambio se había producido, la impresión que tuvo la manifestó diciendo:

¡O que buenas calles y paredes como parecen bien!
¿Son tan buenas dentro como defuera?

Las imágenes del "primer gótico" son los frescos sobre el asedioy asalto a la Ciutat de Mallorca de la segunda mitad del siglo XIII (c1280), (Museo de Arte de Cataluña, procedentes del Palacio Aguilar de Barcelona), en ellos se reproduce con bastante fidelidad el castillo de la Almudaina; sin embargo, la arquitectura urbana es más gótica que árabe, tejados a dos vertientes, ventanas coronellas y ya no figuran azoteas tan comunes en las ciudades árabes (García-Delgado, Las Raíces..., pág 166), ¿es posible que el cambio se realizara en menos de 50 años? Otra imagen de la ciudad gótica, mucho más interesante desde nuestro punto de vista es la que nos legó Pere Niçard en su óleo Sant Jordi realizado entre 1468 y 1470. Prescindiendo de la valoración estilística ya suficientemente tratada (El Cavaller i la Princesa. El sant Jordi de Pere Niçard i la Ciutat de Mallorca). Siguiendo, aunque replicando en parte al P. Gabriel Llompart, nos atrevemos a decir que, además de que «es una población imaginaria e ideal a diferencia del entorno urbano que es real», desde nuestro punto de vista, es más real que imaginaria: la arquitectura de las casas, el muelle, los huertos y jardines, el molino (ubicado en la Punta Nigra, donde se construyó el bastión y después el baluarte de Berard), Portopí y los barcos anclados en la bahía; y sólo está idealizado Sant Jordii la Princesa y las torres cilíndricas del Alcázar y los campanarios de las iglesias.

En los citados óleos del asedio y asalto y de Pere Niçard, en el plano de Garau de 1644 y en óleo del Ayuntamiento de 1647c, son numerosas las casas de una sola planta, Sin embargo, las azoteas, de tradición árabe, ya han sido sustituidas por los tejados con voladizo. El proceso pudo ser el siguiente: a finales del siglo XIII y de forma paulatina, la fachada se abre con portal de arco ojival o de medio punto, ventanas coronelles y la azotea se cubre con un tejado con voladizo sostenido por columnas, que da lugar a la típica porxada, y su línea de fachada está formada por un vano con columnas hexagonales o salomónicas. Con la influencia renacentista, el portal pasa a ser de arco rebajado, las ventanas coronellas son sustituidas por las rectangulares en cruz; primero, lisas, y, después, de estilo plateresco, y el tejado es sostenido por ventanas de arco conopial.

La falta de espacio debido al cinturón defensivo hará que la ciudad crezca en vertical y que nazcan los envants o voladizos que sobresalen sobre la fachada, según ya puede verse en el cuadro de Niçard y, en todo su esplendor, en el plano-vista de la calle Argenteria de 1779 (Palma..., nº XX, pág 295).

Siguiendo al arquitecto Carlos García-Delgado (La casa popular mallorquina, 1998, pág. 111) la arquitectura señorial recibe no sólo el influjo de la andalusí y de la catalana sino que, debido a las intensas relaciones políticas y comerciales con Sicilia y Nápoles, también recibe el del renacimiento italiano. Más lenta fue la evolución de la arquitectura popular; pues, la de tipo andalusí, heredera de la romana, sigue viva, y tuvo una marcada influencia sobre la catalana que, según García-Delgado (Ibid, pág 136), no tuvo un gran arraigo popular y sólo sobrevivió cuatro siglos, del siglo XIV al XVII. (Ibid, pág 163).

Palma (modificaciones del frente de mar)

Con la llegada de los Borbones, la ciudad recuperó el nombre romano. Sin embargo, fue con el último de los Austrias cuando se inició el nuevo frente de mar, en 1697, según proyecto del ingeniero Gil de Gaínza -copia del ideado por el ingeniero José Castellón en 1682-, (véase Palma a través..., p. 55-59). Paralizado en varias ocasiones sufrió numerosas reformas, y finalmente, en 1773, el ingeniero Ramón Santander realizó un ambicioso proyecto con una plataforma con bóvedas a prueba de bombas de la que carecía la plaza. La obra, de elevado costo, se terminó en 1801.

Es cierto que, con el derribo de las murallas renacentistas, también sucumbió el recinto árabe. No obstante, la información que figura en la cartografía histórica de la Ciudad y la memoria gráfica que nos ha dejado el coronel Rafael de Ysasi (Palma de antaño. A través de un cristal, 1998), nos permitirían reproducir el sistema defensivo de la ciudad con todo su esplendor.

La trama urbana

Las vistas generales y particulares de Palma durante el siglo XVIII son más escasas que las que se realizaron en el siglo anterior. Sin embargo, se tiene un conocimiento de la ciudad más completo, debido a los numerosos planos manuscritos que se levantaron a lo largo del siglo. La información que aportan los más de 30 planos censados y estudiados (véase Palma a través de la cartografía), permite conocer numerosos aspectos de la Madîna Mayûrqa y de la Ciutat de Mallorca entre ellos los cambios de la trama urbana de la ciudad. Tras un minucioso cotejos citamos algunos:

Callejones sin salida de Cáceres al que se entra por la calle General Barceló y de Boneo o Carreró qui no passa al que se entra por Gloria(manzana nº 199 a y b. Los números de las manzanas están tomados del plano XXVII de Palma a través...).

Callejón frente al horno que daba a la Maestranza de Artillería, del que queda un resto en los planos del siglo XVIII (manzana 220 a y b)

Can Escursach que no passa, permaneció sin salida hasta el último tercio del siglo XIX, ya figura en el plano de 1895 uniendo las calles de Vicente Mut y de las Monjas. Compárese la manzana del convento de las religiosas de Nuestra Señora de la Misericordia en los planos anteriores y posteriores a su derribo en 1854 (manzana 123 a y b)

La manzana de la casa de la Inquisición y del Coliseo o Casa de las Comedias (construido en el cauce de la antigua Riera) estaba separada del resto por el callejón de Mossen Roig que, por una quebrada escalinata, llegaba hasta la Riera. Con la ampliación del Coliseo, antes de 1830, se convirtió en un callejón sin salida, llamado: Mossen Costa, beato Ramón Llull, o del celler d'en Amat (manzana 125 y 126). El derribo de la casa de la Inquisición, iniciado el 9 de junio de 1823, propició la reforma de la plaza Mayor que se inició con la construcción de la Pescadería, en 1834, y duró el resto del siglo, aunque la urbanización definitiva se prolongó durante gran parte del siglo XX.

El convento de la Concepción que, en 1703, absorbió parte de la calle de Bonaire (manzana 147), con la finalidad de unir el monasterio y el huerto, el ayuntamiento lo autorizó con la obligación de cantar todos los sábados una salve por Su Majestad y un nocturno de muertos el sábado de Reyes de cada año.

La manzana de Mossen Jolit (nº 151) estaba formada por dos, separadas por el callejón de la Volta d'en Jolit, que desapareció a principios del siglo XIX.

El callejón de Fransech Tornamira separaba dos manzanas (153 a y b) desapareció hacia 1753.

La calle Marquesa de Ariany separaba dos manzanas (160 a y b) desapareció antesde 1831.

Con la Desamortización, numerosos conventos fueron pasto de la piqueta, que dio origen a una trama urbana que puede seguirse comparando el plano de Lorenzo Mª Muntaner de 1831 con los del resto del siglo XIX.

El agua.

El abastecimiento para uso público y doméstico, así como la red de regadío para el cultivo de los jardines y de las huertas, tanto del interior de la ciudad como de las situadas extramuros, se realizaba por medio de las acequias de Ayn Al Emir y de Canet (derivado de qanat, conducto) o d'en Baster. La primera ha sido estudiada de forma detallada por Reis Fontanals (véase Un plànol de la Sequia de la Vila del sigle XIV, c1344, publicado en 1984); y, sobre la segunda, hay varios trabajos (entre los que destaca el de Reis Fontanals, El Còdex Sagarriga per les aiües de la Sèquia [ciutat de Mallorca] [1381.1384], tesis doctoral no publicada) que comenta y discute Carlos García-Delgado (Las Raíces de Palma, p.189-203, 2000). Las fuentes documentales, la bibliografía citada y el estudio de la cartografía histórica de la ciudad, nos autorizan a aclarar algunas ideas. El estudio del terreno donde estaba ubicada la ciudad permite asegurar que el punto más alto era la puerta Pintada (25 metros sobre el nivel del mar), único lugar por donde podía entrar el agua para distribuirse por gravedad. Por el plano de la Sequia de la Vila se sabe que, un poco antes de la muralla medieval, había dos tomas: lo canó de la vila d'avall y lo canó dels Tintorés. En 1575, al iniciarse la construcción de la muralla renacentista, se produjeron cambios sustanciales.

El Fratín, al respecto, decía lo siguiente: Mas que no se dixe de quitar las casas de los Tintes y pilares del agua que están junto de la puerta del Sitjar, entiéndese aquella quantidad de casas y pilares que quitan la bista y el abrir del fosso que se ha de hazer desde el baluarte de la puerta Plegadiça al del Sijar, porque de otra manera se podrían ayudar el uno al otro, en particular el del Sijar no sería defendido ni ayudado de aquella parte que mira a la dicha Plegadiça, advirtiendo también que la mayor causa porque no se traçan ni comiençan las casas matas del baluarte de la puerta Pintada, es por causa de la Sequia del agua que entra en la ciudad que passa por el dicho baluarte, y hasta agora los señores Jurados no han dado en esto el remedio que es menester, y ansi los encomiendo y encargo que lo remedien pues creo que esto ha de ser a costa de la Universidad y no de la fortificación (20 de octubre de 1575, Palma.. p. 26).

El proyecto de El Fratín obligó a un nuevo diseño, pues los dos "canós" quedaron intramuros de la nueva muralla y la acequia tenía que salvar el foso. La zona que disponían los Pelaires quedó dividida en dos por la muralla. Una dio lugar al baluarte de las Parelladas (para el origen del topónimo, véase Palma...,nº XI, pág. 261) y, la otra, situada extramuros dispuso de un ramal que llegaba hasta Tirador (síncopa de Estirador, lugar donde se lavaban y "estiraban" los paños) en las afueras de la puerta de Jesús, donde, en 1726, se edificó la casa del Gremio de Pelaires junto al hornabeque (véase Palma.. nº 31, casa nº 47). Algunos años después de lo proyectado por El Fratín, se construyó el acueducto que salvaba el citado foso según se puede observar en la cartografía histórica (plano nº 5, de 1613, véase Palma... p. 46). Sin embargo, no figura en el de Garau, ni en el óleo de 1647c. El Fratín adaptó el canal que recibía el nombre de arcs dels tints o acueducto(documentados en 1345: Raíces, p. 198 y en 1395: Zaforteza, T-V, p. 34). Puede seguirse ese acueducto en los planos de Garau de 1644 y óleo de 1647c.

Éste salvaba el baluarte de Jesús, suministraba agua a la parte baja de la ciudad y terminaba en el Baluarte de la Cruz(véase Palma.. nº IV y VI), de Gil de Gainza de 1728 (véase Palma..nº 25 y 29), de Carlos Giraud de 1768 (véase Palma.. nº 59) y del archiduque Luis Salvador de 1882 (véase Palma.. nº XXXVIII). De esa acequia, a la que el ingeniero Giraud (1768) da el nombre de Zequia Real, salía un ramal a la altura del baluarte del Sitjar hacia la callede la Concepció, y tenía tres aljibes reguladores, en los baluartes del Sitjar, de Moranta y de la Cruzpara la distribución intramuros y la aguada del muelle. Con esta información creemos contestar a Reis Fontanals, que no sabía por donde entraba el conducto de la Vila d'Avall (Opus cit, p. 72) y contradecir a García-Delgado en el sentido de que la acequia no entraba por la puerta del Sitjar (Opus cit, p. 200).

En relación a cuál de las dos acequias suministraba agua a la ciudad, aunque el tema sigue en fase de debate, podemos afirmar que, según Joan Binimelis, en 1595, entraba en la ciudad el agua de las dos acequias; que, en 1628 los jurados proponían que la fuente d'en Baster, de agua dulce y clara fuese de uso exclusivo y perpetuo para la ciudad y que la fuente de la Vila, de agua sucia y maloliente, se utilizase por completo para la huerta; que el 25 de diciembre de 1700 "empezó a entrar en la presente ciudad la agua den Baster por uso de sus moradores por el nuevo conducto que se fabricó desde la cruz del camino viejo de Jesús hasta entrar en la ciudad" (inscripción que figuraba en una lápida de mármol junto a la puerta de Bâd al Kahl). Este nuevo conducto es el que cita y reproduce Fontanals, aunque lo considera renacentista y añade que ";muy probablemente es de la época del levantamiento de la muralla, es decir, del siglo XV" (Un plànol de la Sequia...p. 85-93).

No se conserva ningún plano completo de la red extramuros; no obstante, con el Planol de la Sequia... ya citado, los de Esteban de Panón de 1736 (véase Palma.. nº 31) y de Josef de Font de 1801 (véase Palma.. nº XXIII), la Planta de la Siquia de la Siutat conposta en tots los canons y doblas y fiiblas del modo que esta la present (490 x 65 cm, c1750, Arxiu del Regne de Mallorca, reproducido por M. Oliver Moragues, en Derechos sobre el agua de la fuente de la vila en la huerta de Palma, 2000), que también reproduce en facsímil el manuscrito: Registro de la propiedad y demás derechos sobre el agua de la acequia y fuente del Príncipe, vulgarmente llamada de la villa..., y por último, el Plano general de Palma, sus alrededores entre 5 y 10 kilómetros de 1896 (véase Palma.. nº XL) es posible conocer el reparto del agua y la situación física de sus beneficiarios. Como avance, podemos anunciar que en los planos citados figura la unión de las acequias citadas un poco antes de llegar al foso; también hemos localizado con precisión los tres molinos de agua más cercanos a la Ciudad: el primero, llamado del Hospital o de Capuchinos (figura como tretsa moli en la Planta de la Siquia); el segundo, de Ne Carlina o de Parot (figura como dotsé moli en la citada Planta) y, el tercero, d'en Rivas o del Garrover (figura como onzé moli en la citada planta) (véase ubicación en:Palma.. nº 68 y XXIII), para la red extramuros.

Los caminos

Con las fuentes documentales y la cartografía histórica podemos situar los antiguos caminos de salida desde las puertas de la muralla de la ciudad romana, su prolongación a partir de las puertas de la muralla de la ciudad árabe y los problemas urbanísticos que provocó el cambio de ubicación de las puertas más importantes de Palma al construirse la muralla renacentista.

· El camino a Portopí y Andraitx: Costa de la Seu, Porta Ferrisa, Pontem Jusanum (salvaba la Riera), Apuntadors, Sant Pere,puerta de Bâd al-Djadîd o Porta Nova,después de Portopí, hasta el año 1575, en que, al construirse el nuevo baluartede la Cruz y cerrarse esta puerta, se accedía a la plaza de Santa Catalina por las calles de la Pólvora, dels Bous y de la Creu; y, desde esa plaza, se salía por la puerta de Santa Caterina vella (entre 1578 y 1645) y la nueva, desde 1645, con el puente para salvar el foso y salida a Sant Magí.

· El camino a Esporlas, Puigpunyent y Banyalbufar: Sant Nicolau, Can Brondo, pontem Sobiranum (salvaba la Riera) , Concepció, Puerta de Sitjar (con la reforma de 1575 quedó cerrada, formándose una rinconada), se desvío el paso por la calle de las Rafas, para acceder a la plaza de Jesús a la que confluían también la calle dels Oms y desde 1618 el Pla del Carme (que ocupaba el cauce de la antigua Riera). De la citada plaza, por la puerta de Jesús, se salía al nuevo paseo de las Campanas y a los caminos de los citados pueblos.

· El camino a Valldemossa y Bunyola: Porta del Almudin o Pintada, Argentaría, San Miquel, Porta Pintada (con la reforma de 1575 quedó cerrada, formándose una rinconada). Al construirse los baluartes de la Puerta Pintada y de Zanoguera se formó la plaza de la Puerta Pintada que canalizaba los accesos de las calles circundantes. Desde la plaza se salía por la puerta del mismo nombre y, tras salvar el foso, a los citados pueblos (el puente se inauguró en 1628).

· El camino a Inca: Puerta de Almudaina, Argentaría, Sindicat. En la confluencia de esas dos calles es donde creía Pedro Alcántara Peña que estaba ubicada la puerta de Bebalbelet, del hipotético tercer recinto. En el extremo del Sindicat estaba la Porta de Sant Antoni (con la reforma de 1575 quedó cerrada y sirvió para acceder al baluarte de Sant Antoni). En ese lugar estaba la plaza de Sant Antoni a la que confluían también las calles del Matadero, de la Ferrería y del Socors. Por un lateral de la citada plaza se construyó la nueva Porta de Sant Antoni y su puente para salvar el foso.

· El camino a Santanyi: Porta de la Almudaina, Sant Francesc, Llull, Porta de Bâb al-Gumâra, al cerrarse ésta hacia 1321, la salida fue por la actual calle de Antoni Planas i Franch que, en 1606, se convirtió en una rinconada debido a la reforma iniciada 1575.

· El camino hacia el fossar de levante y el huerto Al Carzuci: Porta Vinagrella de Aulesa, Pureza y Sant Alonso. Es posible que el camino terminara en esa zona y que, una vez urbanizado el barrio de la Calatrava, continuara por la calle de Montsserrat y de Sant Jeroni. A partir de 1606 se convierte en la salida natural del barrio con la construcción de la Porta del Camp (este itinerario adolece de algunas lagunas que analizaremos más adelante)

Las iglesias

Es curioso constatar que a pesar de que la gran mayoría ha conservado el estilo gótico, principalmente el interior y las fachadas laterales; sin embargo, las fachadas principales han sufrido numerosas vicisitudes: la fachada de la Seo sufrió graves desperfectos debido al terremoto de Lisboa (1755) y el de 1850. No obstante, las numerosas vista marítimas del siglo xvii y las litografías de Furió y Laurens, nos permiten conocer cómo era antes de la reforma neogótica realizada por Peyronnet y Pavía (1851-1887). La de San Jaime fue modificada en 1776. La de Santa Eulalia la inició el obispo Bauzá en 1621 (se fabricó entre 1230 y 1414), aunque sólo se hizo el portal mayor; el campanario -tras un segundo intento en 1707-, se inició en 1894, aunque no se terminó hasta 1902. La de Santa Creu es lisa interrumpida por dos cordones y, el lado derecho, por el campanario; el portal está formado por un arco de descarga que apenas está decorado. La de Sant Miquel, conserva su portada gótica (1391), el resto son intervenciones del siglo xvii. La de Sant Nicolau conserva la fachada gótica con el añadido de una hornacina (1681), ¿es posibleidentificar esta fachada en el cuadro de Niçart? (El Cavaller i la Princesa. El sant Jordi de Pere Nisart i la Ciutat de Mallorca, 2001, p.84). Peor desventura sufrieron las iglesias de los dos grandes conventos, el de Sant Domingo sucumbió en 1837, del que sólo nos ha quedado un dibujo de J. Alsina de su bella portada gótica; y la fachada de Sant Francesc, que fue abatida por un rayo en 1580.

Se sabe que la Seo fue construida sobre la mezquita aljama, dándole una orientación distinta; que, sin embargo, conserva el campanario, con dos lados paralelos al eje de la primitiva mezquita, orientados en dirección a la Meca; es decir, hacia el Este (véase Joan Domenge i Mesquida, L'obra de la seu... 1997, p. 132). Es posible que los dos primeros cuerpos del campanario sean de origen árabe (en la litografía de Montaner, incluida por Furió (véase Panorama... 1840, ps. 40-41, la ventana del segundo cuerpo es rectangular, aunque actualmente es gótica; sin embargo, los ventanales del último cuerpo son también góticos). Un dato a tener en cuenta es el desvío que presenta el campanario con respecto al Este. Medido in situ, dio un valor aproximado de 10º E, equivalente al valor de la declinación magnética medieval (la variación entre los siglos xi y xiv fue entre 5ºE y 10ºE, datos extraídos del paleomagnetismo y de las cartas potulanas de la época).

Recorrido por las calles de Palma

Hace algún tiempo, provistos de una cámara fotográfica y de reproducciones de los óleos y grabados de los siglos XVII, XVIII y XIX (véase Príamo Villalonga de Cantos, en «Los libros de viaje y las ilustraciones litográficas como medio difusor del romanticismo en Mallorca», p. 343-356, BSAL nº 45, 1989; Joan Fiol Guiscafré, Descobrint la Mediterrània. Viatges anglesos per les illes Balears i Pitiüses él segle XIX, 1991; y Andreu Muntaner Darder, Memoria gráfica de Mallorca, Diario de Mallorca, 1995), efectuamos un recorrido por las calles de Palma. Nuestra intención era identificar las imágenes retrospectivas, localizar el punto de vista y desde él, efectuar una reproducción fotográfica. El resultado fue apasionante. En ocasiones parecía que el tiempo se había detenido. Sin embargo, en otras, la ciudad se había ido y no fue posible el cotejo. Veamos una pequeña selección:

· Plaza del Cap del Born (Figura 4a). Representada en el óleo del Enterro del cos del venerable Dor y martir Ramon Llull apres aportat de Bogia pintado por Miquel Bestard, hacia 1620 por encargo del Ayuntamiento que lo conserva en la antesala del salón de plenos. Para localizar la plaza, se utilizó el plano de Garau y se realizó un minucioso cotejo de todas las plazas y espacios abiertos de la ciudad y se identificó con la actual Plaça del Rei Joan Carles i, el edificio que más ayudó a la identificación fue Can Puig des Rellotge. El punto de vista se situó en el inicio de la calle de Jovellanos.

Figura 4a
Enterro del cos del venerable doctor y mártir Ramon Llull apres aportat de Bogia. 
Fuente: Miquel Bestard. c.1620. (Ajuntament de Palma)
 

Figura 4b
Panorámica de dos tomas superpuestas realizadas desde el mismo punto de vista que el "enterro"

Fuente: el autor

El primer edificio de la izquierda es el de la Can Cifre, queda fuera el de la familia Garau Pont, ambos fueron sustituidos hacia 1763 por Can Solleric, conocido más tarde por Can Morell. La calle que le sigue conserva el nombre de Can Cifre, al lado derecho de esa calle está la casa de Bellpuig. Las siguiente calles son Concepció y Can Granada separadas por una pequeña manzana triangular (la nº 194) conocida como de Mossen Guillem Fuster y del Cap del Born (desapareció con la reforma Alomar de Jaime iii, iniciada en 1950). A la derecha la casa de Can Puig des Rellotge flanqueada por las calles de Sant Jaume y de la Unió. Para la descripción de la escena central véase Palma a través de la cartografía... (p. 254).
 
· Una vista desde la muralla (figura 5a). Es una litografía de Melchor Umbert en la obra de Antonio Furió (Panorama óptico-histórico-artístico de las Islas Baleares, 1840, p. 22-23). Al fondo, a la izquierda, la cúpula de la iglesia de Santa Teresa; en el centro, la Seo y la torre de San Nicolás, la situación de los tres nos ayudó a localizar la zona donde se había tomado la vista, en la actual plaza del Bisbe Berenguer de Palou. La plaza estáubicada en el solar que ocupó el baluarte de Jesús (es el que en el momento de la construcción del Baluarte recibió el nombre de las Parelladas). De esa vista todavía se conservan dos arcos embutidos en la fachada Sur de la citada plaza (figura 5b),se trata del arcs dels tints o acueducto, del que ya hemos hablado.De ese acueducto, el Archiduque Luis Salvador reprodujo uno de los arcos, el de la calle de la Plaza de Toros (véase La ciudad de Palma, p. 106) por la que se accedía a la citada plaza.

Gran parte de la vista está ocupada por el desaparecido convento de Nuestra Señora del Carmen, conocido como El Carme, de religiosos carmelitas calzados, del que se ordenó su derribo con motivo de la Desamortización, en 1837. Pero no se llevó a efecto hasta que se decidió convertirlo en cuartel en 1852, año en que se inició el derribo de la iglesia, afortunadamente no corrieron la misma suerte otros conventos como Santa Margarita (Hospital Militar) o Nuestra Señora del Socorro (Intendencia). No ha sido posible localizar con exactitud el punto de vista debido al desescombro del baluarte que rebajó el nivel de la actual calzada, y a los edificios que impiden observar la Seo y demás edificios monumentales ya citados. Las litografías de Antonio Furió son las primeras imágenes públicas realizadas en Palma con la máquina de Daguerre en diciembre de 1839.

Figura 5a
Una vista desde la muralla

Fuente: Dibujo de Melchor Umbert y litografía de F. Muntaner. 1839
 

Figura 5b
Vista de la muralla realizada a un nivel inferior

Fuente: el autor
Nota: por falta de espacio y de referencias no se pudo conseguir la misma apertura de campo.

· Antic carrer de la Mare de Deu de la Mamella (figura 6a). En la actualidad es la calle de Troncoso, el punto de vista está en la esquina con la calle Samaritana, hubo que localizar el chaflán de la derecha y el campanario de San Francisco, la vieja imagen desvela que, años después, se levantó un muro en la iglesia. Sin embargo, lo importante de la imagen primitiva es el viejo edificio gótico que nos traslada a la Edad Media. ¿habrá desaparecido o estará escondido el bello edificio detrás de la nueva fachada? (figura 6b). El grabado está tomado de P. Piferrer y F.J. Parcerisa, en Recuerdos y Bellezas de España. Mallorca, editado en Barcelona en 1842. Hubo dificultades para obtener la fotografía, era mediodía y el contraluz impedía una buena imagen, se esperó a lacaída de la tarde.
 
 

Figura 6a 
Antic carrer de la Mare de Deu de la Mamella.

Fuente: Grabado por F.J. Parcerisa. 1842
Figura 6b
Toma realizada 160 años después, desde el mismo punto de vista.

Fuente: el autor

· Palma vista desde la puerta de la Portella (figura 7a). Una vez situado junto a la Portella se buscó el punto de vista. Primero, en el actual Parc de Mar, sin resultado, optamos por subir Dalt murada, donde se localizó el punto exacto en el baluarte de Berard, a cinco metros del inicio del muro que mira al ábside de la Seo. La fotografía se realizó con una cámara Nikon de 35 mm, con zoom de 35/80, el ajuste de campo se consiguió con una distancia focal de 50 mm (figura 7b).

La comparación de las dos imágenes permite afirmar que el tiempo se ha detenido, sólo difieren: las torres de la fachada reformadas por Peyronnet, que estaban en restauración cuando se realizó la fotografía, y lavegetación que esconde la puerta del ferrocarril del muelle abierta en 1929.
 
 

Figura 7a
Palma vista desde la puerta de la Portella 

Fuente: Dibujo de Pedro Peña y litografía de F. Muntaner. 1839
Figura 7b
Toma realizada desde el mismo punto de vista, 160 años después

Fuente: el autor

· El Temple. Se ha producido un amplio debate sobre si, en principio, nació como puerta o como almudaina. Tras una detenida lectura del trabajo publicado por Margalida Bernat et alters (Homenatge a Guillem Rosselló Bordoy, págs 193-218) y de los datos aportados por Magdalena Riera y Carlos García-Delgado, es posible afirmar que se trata de una puerta fortificada de la muralla, la de Bâb al-Gumâra, formada por un recinto con una puerta interior para acceder a la ciudad y otra exterior hacia las tierras de levante de la isla.

Del minucioso estudio de los planos históricos en los que figura el Temple (véase Palma.. nº 59) se pueden extraer las siguientes conclusiones: el recinto interior hasta finales del siglo xix fue una gran huerta o jardín; los lados, norte, oeste y sur del cuadrado están adosados a la muralla medieval; de las 11 torres que se contabilizan, nueve tenían una estructura análoga y, las otras dos, formaban parte de la muralla medieval; entre esas dos torres existe una gran torre rectangular, es la que está representada en el plano de 1596 (figura 3), aunque la puerta exterior sólo está representada en el plano de 1871 (véase Palma a través..., nº XXXV), puerta que acertó a dibujar el archiduque Luis Salvador (La ciudad de Palma, pág. 92, 1981) y el coronel Ysasi (Opus cit, pág 77) (figura 8a), actualmente está oculta por la casa nº 38 de la calle Mateu Enric Lladó (figura 8b). La puerta interior de esa torre, prácticamente adosada al ábside del oratorio, también fue dibujada por el coronel Ysasi. El oratorio, de fuerte resonancia bizantina, seguramente es la edificación más antigua de Palma, según al archiduque. Aunque al arquitecto García-Delgado considera que fue un oratorio musulmán y que el recinto del Temple fue en origen una sâría o xarea, sin considerar que ese lugar de oración debe ubicarse en una explanada extramuros delante de una de las puertas de la ciudad.

Nos inclinamos a considerar que el oratorio fue construido en fecha cercana a 1321, año en que se solicitó la apertura de una puerta al rey Sancho, que debió abrirse en 1329 (García-Delgado, pág 181), ¿donde se abrió esa puerta? Antes de contestar a la pregunta es necesario hacer un poco de historia.
 
 

Figura 8a
Torre rectangular con la puerta exterior del Temple semienterrada por el terraplén del baluarte de San Jerónimo

Fuente: Rafael de Ysasi.
Por la parte superior se asoma el abside del oratorio 

Figura 8b
Idéntica vista tomada 90 años después

Obsérvese la posición relativa del abside del oratorio y el campanario de Nª Sª del Socorro

Después de la conquista, en 1229, en el zona sureste de la ciudad había un amplio huerto llamado Alxarzutin o Al Carzuci, según Magdalena Riera (Opus cit, p. 127). La zona cercana al mar fue urbanizada a principios del siglo xiv estableciéndose el Call. Es poco lo que se sabe sobre la urbanización de la zona situada entre la Almudaina de Gumara y el mar; según Campaner (Cronicón,p. 4) «Dedicaron también en dicho año de 1230 una iglesia los cristianos, bajo invocación de Santa Fe, porque peleando con los moros, al entrar los cristianos en la ciudad por la parte de levante, dijeron éstos, válganos la Santa Fe; y, por ser su capitán el Maestre de la religión de Calatrava, de ahí vino llamarse aquel barrio la Calatrava»;más adelante, añade (Cronicón, p. 41) que, en 1314, dos cristianos alemanes fueron admitidos en una sinagoga con el ánimo de hacerse judíos, pero fueron condenados a pagar 150 mil florines de los que se dedicaron 50 mil «para la reedificación del Oratorio de Santa Fe, junto a la Puerta del Campo». A espaldas de ese oratorio el señor Antich Vich tenía unas casas que, en 1330, donó para fundar un beaterio conocido con el nombre de beguinas. Tras una serie de vicisitudes que nos relata el archiduque Luis Salvador (Opus cit, p. 209-210), entre las que destaca que, en 1337, se le añadió una casa, un callejón y un jardín que estaba al otro lado del callejón, finalmente,el 4 de septiembre de 1485, se fundó el convento de San Jerónimo.

Según Zaforteza (Opus cit, T-I, pág. 36), el 5 de julio de 1321, «se concedió permiso para abrir una puerta hacia el mar, en el lugar que se dice Calatrava y ante el muro de la ciudad», el mismo documento dice que junto a ella, entre la muralla y el mar, había un cementerio árabe: «...quoaddam spatium terre quod designatum est (diu) pro fossari seu ciminterio sarracenorum». Durante siglosla salida de la puerta del Mar daba sobre las rocas del mar, y era considerada como un portillo, por lo que es posible que la puerta que se abrió después de 1329 no sea esa, sino que lo fuera en la muralla de levante.

Figura 8c
Planta de la fortificación de Mallorca

Fuente: Antonio Saura. [1606]. (Archivo General de Simancas)

En losplanos nº 1 y nº 4 dePalma... (p. 33-34, figuras3 y 8c)están representadas tres puertas en esa zona:

· Porta de la Calatrava. que según Zaforteza (T-I, pág. 36), el 5 de julio de 1321, se concedió permiso para abrirla.

· Puerta sin nombre. En ese plano figura que por ella se accede al B(astió) de la Porte del Camp, que debió construirse según proyecto de Hugo de Cesano (1550-1552) y se reformó antes de 1596 (véase Palma.. nº 1 y 2), pero fue derribado antes de 1606 y, en ese lugar, se ubicó la nueva Puerta del Campo cuyo proyecto definitivo es el plano nº 4 de Palma... (p. 43, figura 8c). La primitiva puerta, caso de existir, estaba situada junto al oratorio de Santa Fe, por lo que recibió el nombre de Porta de Santa Fe, la cita Zaforteza así (T-I, pag 37, lo toma del Cabreo de P. de Manresa, año 1395): ...e afronta de una part ab lo cami qui partint del portal, va vers lo fossar dels jueus, también la cita Maria Barceló (IEB, Les Murades de Palma, 2002, p. 7-16), el 16 de marzo de 1464, En lo trast del mur que es del speró qué.s diu de n'Abillà, blanquer, fins el portal de Santa Fe en què ha menester y el 24 de noviembre de 1488 els Jurats concediren a Gabriel Domenech, blanquer, l'us del porxo y cases que stan sobre lo portal de Sancta Fe. Sin embargo, en todos los casos dice "portal", ¿podría tratarse del portal del oratorio?

· Porta del Camp. Situada entre el Temple y el convento de San Jerónimo, también figura en el plano del año 1606 (véase Palma.. nº 4), en la actual calle Antoni Planas i Franch que, en ese año, se convirtió en una rinconada y es posible que fuera conocida como el carreró qui no passa de Sant Geroni(Zaforteza, T-V, pág 212). Furió añade (Opus cit, p. 72) que el Temple está apartado del monasterio de San Jerónimo «por sólo un portillo muy concurrido que da ingreso desde el muro a la ciudad».

García-Delgado sitúa la puerta en el interior del convento de San Jerónimo, prolongación de la calle Monti-sion, con posible reminiscencia de un trozo de calle en el interior del convento. Pero en 1337, el primitivo convento absorbió el callejón, según hemos dicho, con lo que pudo quedar tapiada. En todo caso, esa puerta se cerró al erigirse el convento hacia 1485.

En conclusión, antes de 1229 sólo había una puerta en esa zona, la de Bâb al-Gumâra, que fue cerrada hacia 1321, al construirse el oratorio del Temple. En 1321, se autorizó la apertura de una puerta hacia el mar, en el lado de levante, se llamó Porta del Camp. Su ubicación es la que figura en los planos ya citados (figuras 3 y 8c). En ese lugar estuvo entre 1329 y 1606, aunque existe la posibilidad de que, entre 1329 y 1337, fuera la que estaba al final del callejón del convento. Esa puerta, al erigirse el recinto renacentista, se trasladó junto al oratorio de Santa Fe, donde estuvo entre 1606 y 1917. Si las citas sobre «El portal de Santa Fe» se refieren a la puerta de la muralla y no al portal del oratorio, entonces se debe admitir la existencia de la puerta de la muralla de Santa Fe desde el siglo XIV hasta la construcción del B(astió) de la Porte del Camp (1550-1552).
 

Bibliografía citada

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[GOMIS, Joanot] Llibre de la benaventurada vinguda d´l Emperador y Rey do Carlos en la sua ciutat d´Mallorques...Palma, 1542.

GRASSET de SANT SAUVEUR, M. André (1809). Voyage dans les Îles Baléares et Pithiuses, fait dans les annés 1801, 1802, 1803, 1804 y 1805. Imprimerie de L. Haussman; Léopold Collin, libraire, Rue Gût-Le-Coeur nº 4. Paris. Existe edición en castellano de 1952, Ed. Roda. Palma de Mallorca y edición en catalán de 2002.

[HABSBURGO-LORENA, Luis Salvador] Die Stadt Palma. IV tomo de Die Balearen.  Leipzig, 1882. En 1954 se realizó una edición de homenaje al autor en castellano, traducida por José Sureda Blanes, de la que en 1981, Luis Ripoll,  preparó una edición facsímil de la castellana cuyos derechos pertenecen al Ayuntamiento de Palma.

LLOMPART MORAGUES, Gabriel. País, paisatge i paisanatge a la taula de Sant Jordi de Pere Niçard. El Cavaller y la Princesa. Exposición. Consell de Mallorca y Sa Nostra. Caixa de Balears. Palma de Mallorca, 2001.

OLIVER MORAGUES, Manuel. Derechos sobre el agua de la fuente de la vila en la huerta de Palma, Año MDCCCLXVIII. Palma: Serveis d’arxius i bibliotecas, Ajuntament de Palma, 2000.

PEÑA y NICOLAU, Pedro Alcántara. Antiguos recintos fortificados de la Ciudad de Palma. Editorial Mallorquina de Francisco Pons, 1882. Este trabajo fue publicado en  el Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana, tomo II, 1956.

PIFERRER, Pablo. Recuerdos y Bellezas de España. Obra destinada a dar a conocer sus monumentos, antigüedades y vistas pintorescas en láminas dibujadas del natural y litografiadas  por F. J. Parcerisa y acompañadas de texto por. Tomo correspondiente a Mallorca, 1842.

RIERA FRAU, Mª Magdalena. Evolució Urbana i Topografia de Madîna Mayûrqa. Quaderns de la Gerència d´Urbanisme. Palma: Ajuntament de Palma, nº1, 1993.

ROSSELLÓ BORDOY, Guillermo. La evolución urbana de Palma en la antigüedad: I Palma roman. Boletín de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, nº 631, p. 121-139. Palma de Mallorca, 1983.

ROSSELLÓ BORDOY, Guillermo. Palma romana, nuevos enfoques a su problemática. Symposium de Arqueología: Pollentia y la romanización de las Baleares, p. 141-155. Alcudia (Mallorca), 1961.
 

TOUS MELIÁ, J. Palma a través de la cartografía (1596-1902).  Palma de Mallorca: Ajuntament de Palma, 2002.  398 p.


VILLALONGA DE CANTOS, Príamo. Los libros de viaje y la ilustración litográfica como medio difusor del romanticismo en Mallorca, p. 343-356, BASAL nº 45.

YSASI RANSOME, Rafael. Palma de Antaño. A través de un cristal, 1906-7-8. Olañeta, colección “La Foradada” nº 60. Palma de Mallorca, 1989.

ZAFORTEZA y MUSOLES, Diego (1953-1988). La Ciudad de Mallorca. Ensayo histórico toponímico. Obra en cinco tomos, editados los cuatro primeros en la Antigua Imprenta Soler en 1953, 1954, 1957 y 1960, el 5º tomo a pesar de que el autor lo terminó el 12 de abril de 1958 no vio la luz hasta el 19 de enero de 1988, 26 años después de su muerte. En 1987 el Ajuntament de Palma decidió efectuar una edición facsímil del primer tomo, que continuó en 1989 con los tres siguientes quedando completa la magna obra.
 
 

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Ficha bibliográfica
 
TOUS MELIÀ, J. La evolución urbana de Palma.  Una visión iconográfica. Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. IX, nº 518, 25 de junio de 2004. [http://www.ub.es/geocrit/b3w-518.htm]. [ISSN 1138-9796].

 
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