Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie  documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. X, nº 562, 30  de enero de 2005

LAS RUTAS CULTURALES COMO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
EL CASO DE LAS FORTIFICACIONES AMERICANAS DEL PACÍFICO

Horacio Capel
Universidad de Barcelona


Palabras clave: Patrimonio de la Humanidad, rutas culturales, políticas turísticas

Key words: World Heritage, cultural routes, politics of turism.
 


Desde hace algunos años la UNESCO está introduciendo un cambio de gran significación en la política de concesión del título de Patrimonio de la Humanidad. Si hasta ahora esa distinción se ha venido dando a bienes y lugares concretos, en estos momentos se pone énfasis asimismo en la valoración de rutas o itinerarios culturales de carácter transnacional.

En relación con esa política, durante los días 18 a 21 de enero de 2005 se ha celebrado en Valdivia una reunión sobre "Las fortificaciones americanas del Pacífico". En esta nota informativa aludiré a la puesta en marcha de la política de rutas culturales, y al significado de la reunión de Valdivia. Se incluye también el documento que preparé para el debate en dicha reunión, así como dos anexos sobre el registro y la ficha de identificación de un itinerario cultural.

Las rutas culturales transnacionales

La creación del título de Patrimonio de la Humanidad para bienes y lugares concretos de especial relevancia procede de los acuerdos adoptados por la UNESCO en 1972 (World Heritage Convention). En el momento actual la relación oficial de Bienes del Patrimonio de la Humanidad incluye 788 bienes culturales: de los cuales 611 culturales, 154 naturales y 23 bienes mixtos, pertenecientes a 134 Estados. La actualizada en julio de 2004 y el mapa de distribución mundial puede consultarse en
<http://whc.unesco.org/pg.cfm?cid=31> y en <http://whc.unesco.org/patrimonio.htm>.

Desde hace una década, sin embargo, sin abandonar esa línea, se ha empezado a considerar la oportunidad de declarar como Patrimonio de la Humanidad rutas o itinerarios culturales de carácter transnacional. Con ello se pone énfasis no solo en los valores culturales o históricos de determinados espacios y paisajes, sino también en "los movimientos de población, el encuentro, el diálogo, el cambio y la interfecundación de las culturas en el espacio y en el tiempo", a la vez que se insiste en la importancia que tienen esos itinerarios "para la comprensión mutua, la lectura plural de la historia y la cultura de la paz".

El proceso ha tenido algunos hitos significativos. Seguramente el punto de partida fue el reconocimiento que se hizo en 1993 del Camino de Santiago como Patrimonio de la Humanidad. Eso planteó la necesidad de discutir con cuidado el concepto de "ruta cultural", lo que fue aprobado por el comité internacional del patrimonio de la UNESCO en su reunión de París de julio de 1994, y ratificado por el Acuerdo del World Heritage Committee en su decimoctava sesión celebrada en Phuket, Tailandia, los días 12 a 17 de noviembre de 1994, y en la reunión de expertos celebrada en Madrid entre los días 24 y 25 de noviembre del mismo año. Esta última fue auspiciada por el Ministerio de Cultura de España, con la colaboración de ICOMOS, y dio lugar a un documento sobre "Los itinerarios como Patrimonio Cultural", que trata de la definición de las rutas culturales como rutas transnacionales.

Desde esa fecha se han ido organizando diversas reuniones internacionales auspiciadas por la UNESCO y por ICOMOS (Internacional Council on Monuments and Sites) -una organización no gubernamental de profesionales dedicados a la conservación de los monumentos y sitios históricos del mundo[1]-, para tratar de las propuestas sobre rutas concretas. En lo que se refiere al ámbito hispano e iberoamericano deben destacarse las I Jornadas Iberoamericanas celebradas en La Rioja, Alcalá de Henares y Madrid en 1997, y que  fueron seguidas de un seminario sobre "Las rutas culturales del Mediterráneo: comercio y civilizaciones en su proyección transcontinental", organizado por ICOMOS en Alicante el mismo año.

Al año siguiente, durante los días 5 al 8 de septiembre de 1998, se celebraron en La Laguna las II Jornadas Iberoamericanas y del Mediterráneo, que estuvieron dedicadas a "Canarias encrucijada cultural entre continentes". En ellas se destacó el papel de las islas y en particular de La Laguna como "punto crucial entre los itinerarios culturales mediterráneos e iberoamericanos, entre Oriente y Occidente, entre el Norte y el Sur; es decir, entre Asia, Africa, Europa y América".

Durante esta reunión se sentaron las bases para la declaración de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna como Patrimonio de la Humanidad. Un argumento esencial para este nombramiento fue el libro publicado por la profesora María Isabel Navarro sobre la refundación de San Cristóbal de La Laguna en 1504 con el modelo de La Leyes de Platón[2]

Desgraciadamente, las arbitrarias intervenciones que se están haciendo en esta ciudad, como resultado de la permisividad de las autoridades municipales ante la presión inmobiliaria, pueden llevar a que se le retire a la ciudad dicho título. El cambio de las tipologías arquitectónicas, la densificación, la ocupación de patios y huertos y el mal hacer de los arquitectos que intervienen están degradando de forma grave un patrimonio de la humanidad. Está aflorando ya una oposición creciente a esas intervenciones, y se está produciendo un amplio debate público que tal vez podrá contribuir a paralizarlas[3].

En las conclusiones del Coloquio de La Laguna se aprobó también una declaración sobre temas de estudio y problemas que podían ser abordados sobre una base de cooperación internacional, insistiendo siempre en la interrelación entre pueblos, culturas y áreas. En ella se destacó la conveniencia de considerar conjuntamente los elementos tangibles e intangibles y de "estudiar, proteger y dar a conocer ambos aspectos de forma combinada ya que los elementos de la cultura material forman parte sustancial del significado y valor de los de orden material". También se advierte de la necesidad de buscar y divulgar medidas legales para la calificación y protección.

Del 18 al 20 de mayo de 1999 se celebró en Ibiza el Seminario Internacional sobre "Fortificaciones abaluartadas hispano-portuguesas: una ruta cultural a través de los cinco continentes". El Seminario resaltó la importancia de las fortalezas como herencia global y universal y su valor para entender los cambios culturales  y la historia de la comunicación humana. Se consideró que las fortalezas y ciudades fortificadas constituyen "una vasta red de rutas culturales de gran complejidad técnica e interpretación cultural diversa a lo largo de su historia". De forma más concreta, se estimó que el sistema de fortificación abaluartada hispano-portugués posee una importancia excepcional, ya que fue "el primero en ser desarrollado durante la organización de amplios territorios fuera de Europa", y dio lugar al desarrollo de otras escuelas de fortificación. También se concluyó que "por primera vez en su historia, las fortalezas construidas para atacar, defender o intimidar violentamente son instrumentos válidos para superar conflictos; y por el reconocimiento histórico de identidad, pueden ser entendidos como símbolos de hermandad entre las  naciones y convertirse en rutas para la cultura de la paz". En el seminario se advirtió que aunque es cierto que las fortificaciones pueden ser objeto a veces "de interpretaciones contradictorias", también pueden ser percibidas hoy como "símbolos de superación de dificultades y reconciliación cultural". En particular, se destacó que las fortalezas y todo el arte de la ingeniería militar muestran los diferentes niveles de desarrollo científico y tecnológico, así como las relaciones entre ciencia y economía, y "representan un universo científico que ayudó a cambiar el mundo".

Con ocasión de este seminario, se reconoció igualmente la extraordinaria importancia de las fortificaciones de Ibiza en el conjunto del Mediterráneo "por la pureza de su diseño renacentista, su autenticidad como resultado de su estado arquitectónico no modificado, y su integración con la ciudad y su paisaje". También se consideró que el conjunto fortificado de esta ciudad es un paradigma de la aplicación de los principios debatidos en los tratados renacentistas y el mejor ejemplo conservado de una temprana edificación de lo que llegaría a ser el sistema de fortificación hispano. Todo ello condujo a que la UNESCO declarara el conjunto de las fortificaciones de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad.

En el estudio de este conjunto tuvo un papel importante la profesora Alicia Cámara, del Departamento de Historia del Arte de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, de Madrid, cuyas publicaciones sobre la fortificación del siglo XVI y XVII en el mundo hispano son de especial valor (entre las cuales Cámara 1989 y ss.); también es de destacar el papel del arquitecto Fernando Cobos (Cobos 2004). Ambos organizarían posteriormente el Congreso Internacional sobre "Fortificación y Frontera Marítima", que se reunió en Ibiza durante los días 24 al 26 de octubre de 2003 y cuyos trabajos se están difundiendo durante estos días (Cámara y Cobos 2005).
 

Las propuestas sobre rutas culturales se han ido multiplicando a partir de las primeras propuestas,y ha dadolugar a iniciativas variadas, sin duda bien intencionadas aunque no siempre oportunas. En el mes de mayo de 1999 se celebró en Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, España, una reunión sobre "La ruta cultura de la viña y del vino entre los pueblos del Mediterráneo". Se estimó que dicha ruta es "un marco ideal para realizar investigaciones sobre los intercambios que han tenido lugar y promover viajes de estudios y turismo cultural, junto con programas de concienciación pública y educación juvenil".

A pesar de las vacilaciones que han existido, se ha ido llegando también a un consenso sobre la definición de las rutas culturales. El cual tuvo una buena sistematización durante el Seminario Internacional sobre "Metodología, definiciones y aspectos operativos de los itinerarios culturales", organizado por el Comité Internacional de Itinerarios Culturales y que tuvo lugar en Ibiza los días 21 y 22 de mayo de 1999 con ocasión del Seminario antes citado sobre las fortificaciones abaluartadas hispanas. Vale la pena recoger los puntos fundamentales. Según dicha declaración, los itinerarios culturales:

"1. Constituyen, merced a los intercambios materiales, culturales o espirituales, generados por la movilidad de los hombres durante períodos largos y continuos, un hilo conductor que ha producido a lo largo de su recorrido espacial una interfecundación cultural entre países o regiones.
2. Han de apoyarse, necesariamente, en elementos tangibles que representan el testimonio y la confirmación física de su existencia. Los factores intangibles proporcionan sentido y significado a los diversos elementos que componen el conjunto.
3. Se inscriben en un contexto natural en el que inciden y que contribuyen a caracterizar y a enriquecer con nuevas dimensiones, dentro de un proceso interactivo.
4. Tienen un sentido global, y dentro de éste, el valor de sus partes reside en el interés conjunto y compartido. De esta forma, constituyen una vía para la cooperación, la solidaridas, el respeto y el aprecio mutuo, y una contribución fundamental para el diálogo y la paz. Poseen un valor simbólico abierto a la esperanza y a la comprensión entre los pueblos.
5. Son un instrumento idóneo para poner en evidencia que la realidad cultural presenta múltiples facetas, lo cual requiere una aproximación pluridisciplinar. También ayuda a lograr una asunción más completa y enriquecedora de la propia identidad, al tener en cuenta que ésta se inscribe en una dimensión más amplia, representada por la realidad cultural compartida, y todo ello, dentro de los lazos culturales universales.
6. Permiten una lectura plurar y, por tanto, más realista y más justa de la  historia
7. Resultado de encuentros pacíficos o controvertidos, en la actualidad presentan una pluralidad de dimensiones que transciende su primitiva función, y ofrecen la posibilidad de poner en marcha una nueva dinámica de cooperación cultural y económica entre los pueblos.
8. Renueva las hipótesis científicas y permiten acrecentar los conocimientos técnicos, artísticos y culturales"

Esas mismas ideas se reiteraron en el Seminario Internacional de Guanajuato, México, organizado por el CHC y el ICCR en octubre de 1999. En las conclusiones se insistió nuevamente en la naturaleza multidimensional y universal de las rutas culturales en cuanto que son testimonio de encuentros y confrontaciones entre pueblos, de transferencia de conocimientos y de intercambios y fertilización mutuas de culturas. Se puso asimismo de relieve que si es cierto que a través de esas rutas se afirma la identidad de los distintos pueblos, también lo es que, al mismo tiempo, se revela una dimensión que supera el marco local y afirma la conexión, la comunicación y el intercambio con otros, así como las influencias recíprocas. En ese sentido se valoran las configuraciones estructurales que adoptan formas lineales, de corredor o de redes.

La variedad de propuestas

Los estatutos del Comité Científico Internacional de Itinerarios Culturales de ICOMOS se aprobaron en la reunión de Canarias el 8 de septiembre de 1998 y establecen el procedimiento para

"promover la identificación, el estudio y la puesta en valor de las rutas o intinerarios culturales y el significado que entrañan como un conjunto en el que reside su principal valor, así como la protección, mantenimiento y conservación de sus monumentos, grupos de edificios, restos arqueológicos, paisajes culturales y sitios, conectados todos ellos entre sí a través de valores culturales y lazos históricos"

Al mismo tiempo, se ha puesto en marcha un programa de actividades que incluyen reuniones científicas, visitas y publicaciones, y se ha insistido en el tratamiento multidisciplinario de los temas, que ha de incluir a especialistas en "historia, geografía, arqueología, conservación arquitectectónica, derecho y administración, documentación, paisajes culturales, economía, ingeniería especializada y ciencias". Igualmente se ha insistido en que se ha de buscar "la apertura cultural, la relación interprofesional entre las llamadas ciencias técnicas y las ciencias sociales, promover la capacidad de diálogo y el deseo de comprender que ninguna orilla del saber, como ninguna orilla cultural, está alejada ni es ajena a la totalidad". Finalmente, conviene señalar que una y otra vez se ha insistido en la unión de elementos y objetos materiales junto con otros valores de tipo intangible, y en la necesidad de la protección de todos ellos y de evitar el uso equivocado o destructivo del mismo.

Existen ya diversas propuestas procedentes de diferentes países, en todas las cuales se destacan siempre conjuntos cuya integración se pone en valor, y que superan la simple suma de elementos individuales.  Entre las rutas o itinerarios culturales que se han ido proponiendo podemos señalar, además de la del Camino de Santiago, que fue la primera aprobada, otras como la Ruta de la Seda, la Ruta del Hierro en Africa y la Ruta de los Esclavos (bastante discutible, por cierto, ya que se trató de un intercambio muy desigual y profundamente destructivo).

El Congreso Internacional de Itinerarios Culturales celebrado en Santiago de Compostela del 14 al 17 de noviembre de 2000, y organizado por el Ministerio de Cultura de España, consideró la posibilidad de rutas culturales variadas (algunas de ellas organizadas ya en España, como las de "El legado andalusí" y "El camino de la lengua castellana")[4]. Aunque la UNESCO ha puesto siempre énfasis en las rutas de carácter transnacional para las que pueden aspirar al título de Patrimonio de la Humanidad, el concepto se ha ido también aplicando a nuevas rutas internas de un país, que permiten poner en valor aspectos e itinerarios poco atendidos hasta hoy. Entre las que ya se han considerado en reuniones internacionales se encuentran las de los canales, los caminos de intercambio comercial de los indios cherokis, las vías pecuarias en la Península ibérica. Y se pueden imaginar otras muchas, incluso de carácter literario, como por ejemplo, la ruta de la Odisea en el Mediterráneo o la del Quijote en España.

Los problemas que han ido surgiendo en relación con ello son numerosos. En la reunión sobre "La independencia conceptual y sustantiva de los itinerarios culturales respecto a los paisajes culturales" (Madrid, 4 de diciembre de 2002) se plantearon algunos de ellos (Comité IIC). Puede verse dicho los textos de dicha reunión en el sitio web de ICOMOS <http://www.esicomos.org>

Como resultado de todo esto existe un "Registro de Proyecto de Promoción de un Itinerario Cultural" y una  Ficha de Identificación de un Itinerario Cultural"[5].

Las rutas culturales en Iberoamérica

Los países iberoamericanos poseen un cierto número de bienes declarados patrimonio de la Humanidad. Teniendo en cuenta la riqueza cultural e histórica de esos países es evidente que existe una clara subvaloración de su rico patrimonio artístico y monumental. En muchos casos los lugares seleccionados son de carácter natural. Un bien ejemplo de ello puede ser Argentina, donde desde 1981 se han ido incorporando al catalogo Los Glaciares, el Parque Nacional Iguazú (1984), la Cueva de las Manos en Río Pinturas (1999), la Península Valdés (1999), la Manzana y estancias jesuíticas de Córdoba (2000), los parques naturales de Ischiagualsto y Talampaya (2000)y la Quebrada de Humahuaca (2003). Que no se hayan tenido en cuenta hasta ahora un gran número de conjuntos urbanos cuya historia puede remontarse al siglo XVII y han tenido luego una rica evolución es una muestra de esa desconsideración hacia el patrimonio extraeuropeo. Una de las constataciones de la UNESCO es precisamente la de que hay un desequilibrio, que beneficia claramente a Europa.

En esa situación, las rutas culturales pueden contribuir a llamar la atención sobre algunas de las riquezas todavía poco valoradas. En octubre de 1999 en un Seminario Internacional del CIIC realizado en Guanajuato, México, se discutieron una serie de posibles rutas culturales iberoamericanas. Concretamente se habló de los siguientes itinerarios potenciales: rutas culturales precolombinas ancestrales, rutas del período incaico, colonización española en general, rutas relevantes en los procesos urbanos coloniales, la ruta de los ferrocarriles, rutas culturales basadas en las migraciones, rutas basadas en la producción agrícola, procesos urbanos contemporáneos[6].

El debate sobre las posibilidades que abrían para los países iberoamericanos los nuevos criterios de la UNESCO para inscribir sitios culturales en la lista del patrimonio de la humanidad se realizó de forma amplia en un encuentro sobre "La representatividad en la Lista del Patrimonio Mundial", celebrado en Querétaro, México, los días 12 al 16 de diciembre de 2003. En dicho encuentro se presentaron numerosas iniciativas que están siendo estudiadas por diferentes instituciones municipales, regionales y estatales. Entre ellas la del paisaje del agua y del regadío, con énfasis en las transferencias de tecnologías desde España a América, y se mencionaron una serie de posibles rutas culturales: el sistema de fortificaciones del área del Caribe y el Golfo de México, el camino Real Tierra Adentro (México-Santa Fe), la red de caminos reales de Argentina hispánica, el itinerario cultural andino Qhapaq Ñan, la ruta del cacao, la ruta del azúcar, e incluso el Itinerario de la Peregrinación de la Virgen de Guadalupe a la Villa, una de las que reúne el mayor número de personas en el mundo.

Se presentó también una propuesta concreta sobre ruta transnacional cultural que afecta al conjunto de los países iberoamericanos. Se trata del "Camino Real e intercontinental", propuesta por ICOMOS, y aprobada en la reunión de Querétaro. La elaboración del proyecto de este camino que fue realizada por la profesora del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna María Isabel Navarro, es amplia, imaginativa y académicamente muy bien fundamentada[7].

También se ha recomendado (en la 12ª Asamblea de ICOMOS) la preservación y puesta en valor de la Ruta del Inca, así como el cuidado para evitar la degradación del santuario de Machu Pichu, un lugar calificado de Patrimonio de la Humanidad y que está siendo sometido hoy a presiones muy fuertes por la multitud de visitantes y los intereses hoteleros e inmobiliarios.

Pero hay, sin duda otras muchas posibilidades, tanto de bienes tangibles como intangibles. Entre los primeros la difusión y las características del urbanismo ortogonal, los reales de minas, la agricultura tropical y los ingenios azucareros, las obras hidráulicas y las transferencias de tecnología en relación con ellas, las rutas de difusión de la Revolución industrial en los países iberoamericanos y otras muchas. Entre las que tienen en cuenta los bienes intangibles, se pueden considerar las fiestas (como la de los muertos, en México), las ceremonias, los festivales y celebraciones religiosas, o la gastronomía (por ejemplo hay un comité para solicitar el reconocimiento de la mexicana).

En ese sentido el simposio sobre "La Mémoire del lieux: preserver le sens et les valeurs inmatérielles des monuments et des sites" celebrado en Victoria Falls, Zimbabwe, los días 27 al 31 de octubre de 2002, ofrece una amplia relación de propuestas sobre el patrimonio inmaterial, con atención celebraciones religiosas, e incluso al impacto de la liturgia del Vaticano II en la iglesia católica, y al patrimonio tradicional vivo, que considera las permanencias en el mundo rural, en la artesanía o en la vivienda popular, entre otros muchos[8].

Esta atención a dimensiones que podemos considerar etnográficas coincide con un movimiento intelectual que está reconsiderando el campo del patrimonio y llamando la atención sobre valores hasta ahora poco considerados y que empiezan hoy a atraer al turismo cultural. Entre los cuales la arqueología industrial, un campo que permite, además la conservación de restos de un pasado económico y técnico de gran valor para entender la génesis del mundo contemporáneo[9].

Chile y el Patrimonio de la Humanidad

Es en ese contexto de debate y de propuestas nuevas en el que se inscribe el Seminario Internacional que se ha celebrado en Santiago de Chile y Valdivia durante los días 19 a 21 de 2005.

Hasta este momento Chile cuenta solamente con tres designaciones. En 1995 se concedió el título al Parque Nacional de Rapa Nui, en 2000 a las Iglesias de Chiloé, y en 2003 al Centro Histórico de la Ciudad Puerto de Valparaíso.

El seminario citado trata precisamente de ampliar ese insuficiente reconocimiento, resaltando el valor de los conjuntos fortificados que se conservan en ese país, y que poseen, además, una clara vinculación con otros que existen en las orillas americanas del pacífico. La reuniónse ha dedicado a "Las fortificaciones americanas del Pacífico", concebido como proyecto transnacional a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. A la reunión fueron invitados los profesores Gabriel Guarda, Michel Antochiw, María Isabel Kanan, Horacio Capel y Carlos Sambricio.

La propuesta para declarar patrimonio de la Humanidad las fortificaciones de Valdivia y otras que se conservan en Chile tiene una buena base académica en las investigaciones que desde hace tres décadas realiza el arquitecto y profesor Gabriel Guarda sobre historia urbana del Reino de Chile. El padre Guarda ha venido llamando la atención sobre la importancia histórica del patrimonio arquitectónico de las fortificaciones chilenas, en una serie de excelentes trabajos, entre los que se pueden destacar sus libros sobre Historia urbana del Reino de Chile, sobre El Flandes Indiano y otros que citamos en la bibliografía de esta nota.

Aunque el Pacífico fue considerado durante el XVI un mar español, sin embargo la incursión de Drake en 1598 mostró la necesidad de poner a punto un sistema defensivo que se extendiera de norte a sur desde Nueva España al estrecho de Magallanes. En América meridional, existen planes de defensa generales desde la segunda mitad del siglo XVI, especialmente a partir de la acción del virrey del Perú Francisco de Toledo (1569-81), que elaboró un plan general para la defensa de la costa del virreinato hasta el sur de Chile. La defensa de Guayaquil, la de Lima y su puerto de El Callao, y en el sur la defensa del rico reino chileno y de la entrada meridional del Pacífico llevó a la construcción de un amplio sistema de fortificaciones En Chile meridional Gabriel Guarda ha identificado 250 unidades fortificadas: 10 castillos, 158 fuertes, 39 baterías, dos recintos murados, 11 torreones y tres vigías. De ellos 53 fueron considerados permanentes y 170 provisionales, aunque muchos adquirieron carácter permanente. Por periodos, 48 fueron construidos en el siglo XVI, 59 en el XVII, 68 durante el Setecientos y 5 en el XIX. Se trata de un sistema defensivo dirigido tanto hacia los  enemigos interiores, concretamente las amenazas de los araucanos, como contra los exteriores, principalmente los peligros de ingleses, holandeses y franceses[10].

El conjunto que existe en torno a Valdivia es uno de los más impresionantes que hay en America. Se trata del más  antiguo conjunto de fortificaciones abaluartadas en Chile, construido a partir de 1645, y que incluye a diversos fuertes para la defensa de la bahía, entre los cuales el fuerte de la isla de Mancera, el de San Sebastián del Corral, Amargos y Niebla. En ellos desplegó una gran actividad durante el siglo XVIII el ingeniero militar Juan Garland, y luego José Antonio Birt. Al sistema establecido en torno a Valdivia se unió más tarde el de Chiloé. Otros cojuntos existentes en Chile son los de la defensa del puerto de Valparaíso (fuertes de San Antonio, La Concepción, San José, La Cabritera y El Espaldón) , y los de Concepción y otras islas y costas del reino (Talcahuano, Coquimbo, Juan Fernández), todos ellos fortificaciones costeras dirigidas a los enemigos exteriores. A los cuales se debe unir los fuertes establecidos frente a los ataques araucanos en la raya del Biobio (San Felipe, y San Carlos de Austria, San Diego de Tucapel, San Carlos de Puren, San Ildefonso de Arauco y San Luis de Angol)  y en la raya de Valdivia, así como la protección del camino real[11].

A los estudios del padre Guarda sobre las fortificaciones chilenas y los ingenieros militares que actuaron en ese reino podemos añadir un amplio número de investigaciones que existen sobre otros conjuntos fortificados construidos en los diferentes reinos americanos de la Monarquía hispana durante los siglos XVI al XIX. Desde las primeras propuestas realizadas en época de Carlos V y de Felipe II (Hernando 2000, Cámara 1998) hasta los últimos momentos del período virreinal, y luego durante los primeros años de la independencia de los países hispanoamericanos, se concibió todo un sistema defensivo que constituye hoy sin duda el conjunto fortificado unitario más importante que existe a escala mundial. Numerosos investigadores han hecho aportaciones de gran valor al estudio de distintos elementos de dicho sistema. Entre ellos podemos señalar a Juan Manuel Zapatero, José Antonio Calderón Quijano, Guillermo Lohman y otros que citamos en la bibliografía. A ellos podemos añadir las investigaciones que se han ido realizando recientemente en diversos centros (entre ellos el Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona) sobre la actividad de los ingenieros militares y la difusión de ideas científicas a través de ella. En México, los trabajos de Omar Moncada y de otros investigadores están permitiendo avanzar en el conocimiento de la importante labor que realizaron estos técnicos militares en la organización territorial de la Nueva España.

La reunión de Valdivia, celebrada bajo los auspicios de la UNESCO ha servido para volver a ratificar el valor del importante conjunto defensivo chileno. El padre Guarda preparó un texto sobre los ingenieros que intervinieron en Chile durante el período virreinal ("Los ingenieros militares en Chile, parte de un itinerario transnacional"), en el que defendió que "junto con las corriente artísticas, los descubrimientos de la ciencia o de la técnica, las fortificaciones permanentes abaluartadas americanas constituyen un caso ilustrativo de itinerario universal". Michel Antochiw disertó acerca de "Un continente a la defensiva", insistiendo en que las fortificaciones, y especialmente las del XVIII, "responden a un estilo común y a especificaciones tecno-militares idénticas, integrnado ya no solo conjuntos defensivos aislados, sino vastos sistemas que buscan proteger el continente en su conjunto", y que las defensas continentales americanas "integran un solo supersistema que tiene en común un mismo hecho de la historia del mundo, una misma ubicación en el tiempo y constituye una misma respuesta de tecnología militar". Y Carlos Sambricio, puso de relieve la relación que existió durante el siglo XVIII entre defensa y política de fomento: "sería absurdo estudiar el sistema de defensas de la costa del Pacífico ignorando un hecho determinante: la política económica de la Corona en aquellos momentos buscó, proritariamente, desarrollar la industria y comercio en los distintos virreinatos". Desde esa perspectiva, entiende que

"el estudio sobre las fortificaciones en el Pacífico debiera planterase desde varias premisas: en primer lugar primando la visión pluridisciplar sobre la aproximación a la historia local (...) Interesa más comprender el carácter unitario de un proyecto que se quiso continental que no profundizar en cuestiones específicas de cualqueira de los saberes que deben participar en la propuesta"

Se trataría, según Sambricio, de poner en relación los análisis sobre el sistema de fortificación chileno y plantear la relación entre el sistema defensivo y el programa económico de los gobiernos ilustrados de la Monarquía hispana, y el papel disuasorio de los fuertes no solo frente a los enemigos sino también respecto al contrabando.

El texto que se publica como anexo 1 a esta nota constituye el guión de la propuesta que yo mismo elaboré para ese Seminario internacional, insistiendo en las diversas facetas que tiene el estudio del sistema de fortificación, aspecto al que se refieren algunas investigaciones ya realizadas en el Departamento de Geografía de la Universidad de Barcelona (citadas en la bibliografía). Por su parte la arquitecta María Isabel Kanan, bien conocida como experta en técnicas de rehabilitación de monumentos, extendió el análisis a las fortificaciones portuguesas americanas, en su intervención sobre "As defesas no contexto do Atlántico sul: imagens e experiencia do patrimonio brasileiro".

Conclusión

Los nuevos criterios que se están aplicando en la atribución del título de Patrimonio de la Humanidad están llevando a la identificación de conjuntos transnacionales integrados. Se ha de valorar muy positivamente esta política, por su énfasis en las relaciones y los intercambios y por sus implicaciones para la paz. También porque permiten identificar nuevas rutas y áreas turísticas, que son hoy apetecidas por un turismo cada vez más culto y exigente, y contribuyen a disminuir la presión sobre destinos tradicionales a veces ya excesivamente saturados. La política de la UNESCO enlaza así con las propuestas que hacen hoy los planificadores y estudiosos del turismo para que las ciudades potencien su papel como puertas de regiones culturales más amplias y diversas, implicando a un territorio regional más extenso, para equilibrar los costes y beneficios derivados del turismo, reducir la presión sobre las ciudades y dar mayor papel a localidades periféricas menos conocidas[12]. La voluntad de destacar rutas transnacionales de países no europeos es también una llamada de atención sobre los valores culturales e históricos de los mismos y un factor para el desarrollo turístico de ellos.

También ha de destacarse la exploración de bienes como las fiestas, las artesanías, las permanencias de formas de vida tradicionales. Todo ello unido a la exigencia de autenticidad y no mixtificación, que puede ser un factor importante de preservación del patrimonio.

No está de más insistir en la importancia de este último aspecto, la exigencia de autenticidad. La preocupación fundamental de la UNESCO y de toda la política que se ha ido desarrollando sobre el Patrimonio de la Humanidad trata de preservar lugares, monumentos y tradiciones que tienen un valor indudable y que están bien conservados. Aunque esos bienes puedan tener también un atractivo para el turismo, el objetivo no es promocionar los lugares y atraer a los visitantes. Por tanto, no debe confundirse esa política con las mixtificaciones, vulgarizaciones y simplificaciones en las que están cayendo muchos políticos y gestores del turismo, que parecen querer convertir todo el patrimonio en una especie de parques temáticos, incluyendo la mascarada de figurantes que representan a personajes de épocas pasadas.

Finalmente, conviene valorar la insistencia en  la participación de especialistas muy diversos y la aproximación interdisciplinaria, que rebasa los tradicionales enfoques históricos y de la historia del arte y exige la colaboración de expertos formados en diferentes disciplinas.

Un peligro grave que existe después de las designaciones de un bien o de un lugar como Patrimonio de la Humanidad es la presión de todo tipo a que se ven sometidos los espacios así calificados. Si los riesgos que suponen la llegada de un turismo masivo son importantes, más deletéreos son las que proceden del sector inmobiliario, que puede iniciar políticas desmesuradas de intervención, en busca de una rápida ganancia, y que conducen a la construcción de hoteles, de residencias y de equipamientos de ocio diversos, produciendo una densificación y, finalmente, un cambio irreversible del paisaje. Por ello la UNESCO y las instituciones gubernamentales deberían tener mecanismos para asegurar la protección y penalizar a aquellas comunidades que no cuidan debidamente del patrimonio que ha sido calificado y cuya salvaguardia les está encomendada. Lo que está sucediendo recientemente en la ciudad de La Laguna, después de su designación como Patrimonio de la Humanidad, debería ser una llamada de atención en ese sentido &ndash;además de dar lugar a las correcciones urgentes que se necesitan y las sanciones oportunas a técnicos y políticos tan poco sensibles a los valores históricos que habrían esforzarse en tutelar y conservar.

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ANEXO 1

EL SISTEMA DEFENSIVO DE LOS REINOS AMERICANOS DE LA MONARQUÍA HISPANA EN LOS SIGLOS XVI AL XIX.  PROPUESTA DE DEBATE REALIZADA POR H. CAPEL SOBRE UN ITINERARIO CULTURAL, CIENTÍFICO Y TERRITORIAL

PRIMERA PARTE: LA UNESCO Y EL PATRIMONIO

La nueva política de la UNESCO sobre el Patrimonio de la Humanidad

La creación de itinerarios culturales
Las propuestas existentes (Ruta de la seda, ruta de la esclavitud...)
Las candidaturas transnacionales
Implicaciones de las propuestas para la cooperación internacional
Implicaciones para los países afectados

Rutas del Patrimonio de la Humanidad en América

Las primeras propuestas: "El camino real e intercontinental"
Otras posibilidades
Rutas con una componente espacial (reales de minas, rutas de difusión de innovación e intercambio científico tecnológico, las variedades en el planeamiento ortogonal, la Revolución industrial en América hispana, las obras hidráulicas en América, la agroindustria tropical etc.)
Rutas en que la componente espacial es menos importante (el patrimonio festivo, gastronómico, etc.)

Problemas de gestión

Los requisitos para la colaboración internacional
La financiación de las propuestas
El cálculo de los beneficios
El control de las consecuencias negativas de las propuestas
 

SEGUNDA PARTE: EL ITINERARIO DE LAS FORTIFICACIONES AMERICANAS COMO ITINERARIO DEL PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

El itinerario de las fortificaciones en América hispana

Justificación de ese itinerario
Integración con otros itinerarios posibles
El inventario de la implantación espacial del sistema de fortificaciones
Las fuentes documentales existentes

Las nuevas Europas y la España ultramarina

El nacimiento del imperialismo europeo y la creación de las Nuevas Europas
El imperialismo militar y el imperialismo ecológico
La Nueva España y otras nuevas Españas
Las diversas nuevas Europas (Nueva Francia, Nueva Inglaterra...)
Los reinos americanos de la Monarquía hispana
La estructura de las relaciones entre los reinos americanos y la vieja España
Metrópolis y poderes locales en la creación del sistema defensivo

La necesidad de una reconsideración de la historia mundial

Una historiografía nacionalista
Los sesgos anglocéntricos, francocéntricos, etc.
La historiografía hispana e hispanoamericana
La necesidad de una nueva historia mundial: el ejemplo de la historia de la ciencia
Los programa transnacionales del patrimonio y la nueva historia mundial

Las etapas de la creación del sistema de fortificaciones en América hispana

La primera etapa
La concepción del sistema defensivo imperial en época de Carlos I y Felipe II
Las propuestas de Antonelli
Los cambios durante el siglo XVII
Las transformaciones de la guerra durante el siglo XVIII y sus efectos sobre el sistema defensivo

Los diseñadores del sistema defensivo

Políticas de alianzas y sistema defensivo
El diseño centralizado del sistema imperial
La actuación de los poderes locales
El papel de los políticos, de los militares y de los técnicos
Ingenieros y artilleros

Los constructores del sistema defensivo

Obras por administración y por contrato
Capataces, maestros de obras, alarifes y otro personal especializado
La mano de obra pagada
Sueldos y salarios
La mano de obra forzosa
Penalidades y beneficios para la población local

La financiación del sistema defensivo

La obtención de recursos para la fortificación
Recursos gubernamentales y recursos municipales
Los conflictos con la hacienda
El coste del sistema defensivo imperial

Los técnicos de la construcción del sistema

Castramentación y poliorcética
Del arte militar a la ciencia militar
Militares y técnicos
Ingenieros y artilleros
Saber técnico y saber popular

La creación del Cuerpo de Ingenieros Militares y sus consecuencias

Las Academias de Matemáticas en los siglos XVI y XVII (Madrid, Milán, Bruselas...)
La creación institucional del Real Cuerpo de Ingenieros de los Ejércitos y Plazas en 1711
Los debates sobre la estructura institucional y sus implicaciones
La Academia de Matemáticas de Barcelona
El Curso matemático
Teoría y práctica
Nunc Minerva postea Palas

La difusión de innovaciones: el caso de la transmisión de modelos defensivos

El papel de los tratados
Un análisis cuantitatativo y cualitativo de la difusión de ideas
Las bibliotecas americanas
La circulación de manuscritos
Los instrumentos científicos

La movilidad de los técnicos y su papel en la difusión de innovaciones

La movilidad de los ingenieros militares
Un cuerpo técnico al servicio de la Corona
Subordinación, jerarquía y lealtad institucional
Algunos ejemplos concretos
La movilidad de los ingenieros en Chile y América del Sur
La integración de los ingenieros en el medio local

Ciencia, experiencia y jerarquía

Ingenieros y arquitectos
Estructura jerárquica y trabajo técnico
La dimensión social de la corporación de ingenieros
Corporaciones profesionales y comunidades científicas
Estructura corporativa y saber técnico
La componente corporativa y el trabajo individual

Los frentes neurálgicos

Las funciones de la defensa
Defensa frente a los pueblos indígenas
El Flandes Indiano
Defensa frente a los enemigos exteriores
Defensa frente a los enemigos no institucionales (piratas)
La geografía política de la defensa en Indias

La cartografía como requisito para el sistema defensivo

Las exigencias cartográficas
La escala mundial
La escala continental
La escala regional
La escala local
Cartografía erudita y cartografía astronómica
Signos convencionales y colores

Las descripciones territoriales como requisito para el sistema defensivo

Necesidades militares y descripción territorial
La descripción corográfica o regional
La descripción topográfica
La movilidad
Los recursos
Estilos descriptivos

Defensa y desarrollo económico

Poblamiento y colonización tras la conquista
Los interrogatorios geográficos en Indias y el conocimiento de los recursos
La defensa de los reales de minas
La política de fomento en el siglo XVIII
La invención del territorio
Fortificaciones y desarrollo del territorio en las áreas fronteriza
Fortificaciones y defensa del territorio en las áreas interiores

Fortificaciones y urbanismo

La influencia de la organización militar en el desarrollo urbano
Las murallas
Cambios militares y sistema moderno de fortificación
Efectos sobre la estructura urbana de murallas y fortificaciones
Las puertas
Las zonas polémicas
Las ciudadelas y las murallas interiores
La destrucción de las murallas en el siglo XIX y sus consecuencias

La arquitectura militar

La continuidad de la arquitectura militar medieval
El desarrollo de la artillería y los cambios en los sistemas de fortificación
La fortificación abaluartada
Firmitas, venustas, utilitas
Los cuarteles

TERCERA PARTE: EL PATRIMONIO, LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO INTERNACIONAL

Los restos materiales del sistema de fortificación

El inventario y el catálogo del patrimonio histórico de las fortificaciones
El sistema legal de protección
Estado actual de las fortificaciones
Hacia un fondo documental fotográfico y archivístico

Los programas transnacionales como factor de defensa patrimonial

La concesión del título de Patrimonio mundial y sus efectos
Los aspectos positivos desde el punto de vista cultura
Las consecuencias turísticas
Las consecuencias inmobiliarias

Los programa transnacionales como factores de identidad y de colaboración

Patrimonio histórico e identidad nacional
Patrimonio histórico e identidad local
Las rutas transnacionales y la identidad supranacional: el caso de América Latina
Las guías del patrimonio

Los programa transnacionales del patrimonio como factores de desarrollo económico y social

Patrimonio y desarrollo económico
Turismo de masas y turismo minoritario
El problema de la masificación
La gestión de los flujos turísticos
Los efectos económicos del turismo
Los efectos negativos

La cooperación regional en América Latina. La colaboración para la definición de rutas transnacionales

El marco institucional para la gestión
Patrimonio y cooperación internacional
 

Notas
 

[1] Información sobre las actividades de esta institución en <http://www.icomos.org>
 
[2] Navarro Segura 1999, 2000 y 2001.
 
[3] En la pagina web de ICOMOS va a difundirse un informe sobre las destrucciones que se están realizando, con una colección de expresivas fotografías.
 
[4] Véase <http://www.mcu.es/cooperacion/itinerarios/programa.htm>
 
[5] Puede verse un ejemplo concreto en <http://www.icomos.org/

[6] ICOMOS-CIIC, < http://www.icomos.org/

 
[7] El proyecto elaborado por esta profesora puede verse en Navarro Segura 2002, versión electrónica <http://www.icomos.ciic.org/CIIC/pamplona/MariaIsabel_Navarro.htm>. Posteriormente se le han ido incorporando otras subrutas complementarias (ver por ejemplo http://www.esicomos.org/nueva_carpeta/TCSM/>
 
[8] Información en <http://www.unesco.org/
 
[9] Capel 1996, a y b.
 
[10] Guarda 1990, p. XVIII-XIX, y caps. I ("Situación geográfica") y II ("Agresiones").
 
[11] Sobre todo ello Guarda 1990 y 1978
 
[12] Russo 2004.


© Copyright: Horacio Capel, 2005
Copyright: Biblio 3W, 2005.
 

Ficha bibliográfica

CAPEL, H. Las rutas culturales como Patrimonio de la Humanidad.  El caso de las fortificaciones americanas del Pacífico. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, vol. X, nº 562, 30 de enero de 2005. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-562.htm>


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