Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES (Serie documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona

ISSN: 1138-9796.

Depósito Legal: B. 21.742-98

Vol. XI, nº 673, 5 de septiembre de 2006

BARCELONA: UN MODELO EN DISCUSIÓN Y UNA REALIDAD SIN DISCUTIR

Liliana Fracasso
Arquitecta
Dr. en Geografía Universidad de Barcelona



Barcelona: un modelo en discusión y una realidad sin discutir (Resumen)


El modelo Barcelona sigue siendo un tema de debate protagonizado por arquitectos y urbanistas empeñados en el proceso de regeneración urbana de esta ciudad. No obstante, la sostenibilidad, la participación ciudadana, los conflictos sociales, la calidad y la función de los espacios públicos constituyen unos temas que, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, se imponen en dicho debate y generan una diversificación de las miradas y de los contenidos. El seminario internacional realizado este año en la Casa Asia de Barcelona sobre el tema “El modelo Barcelona desde una perspectiva asiática, norteuropea y ciudadana” constituye un ejemplo de dicha tendencia.

Palabras clave: modelo Barcelona, participación, espacio público, perspectiva asiática.

Key words: Barcelona model, participation, public space, Asian perspective



En la Casa Asia de Barcelona, se desarrolló el 24 marzo de 2006 un seminario internacional sobre el tema “El modelo Barcelona desde una perspectiva asiática, norteuropea y ciudadana”. En el seminario participaron expertos y profesionales considerados representativos de estas distintas perspectivas.

La coordinación general del seminario fue responsabilidad del profesor Enric Tello, catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Barcelona quien, conjuntamente con Daniel Navas (Col·legi d'Arquitectes de Catalunya -COAC-), Amedeo Jensana y Naom Takasu respectivamente de Casa Asia y The Japan Foundation, presentaron el evento.

La participación asiática estuvo formada por Akiko Okabe, arquitecta y urbanista de la Universidad de Chiba, Hidefumi Kurasaka, economista ecólogo de la Universidad de Chiba, Yuji Miyanishi, urbanista de la ciudad de Mano y Yuji Kishi, ecólogo de la Universidad de Keio. La norteuropea estuvo representada por el geógrafo finlandés Jussi Jauhiainen de la Universidad de Oulu. La perspectiva ciudadana fue representada por Raül Lira Morell, del Pla Comunitari de Trinitat Nova y Maria Rieradevall de la Fundació Nova Cultura de l’Aigua, además de la denominada “fila cero”, desde la cual intervinieron representantes de aproximadamente diez entidades, en una participación limitada por “turnos de intervenciones”[1]. El profesor Joan Subirats, catedrático de Ciencias Políticas del Institut de Govern i Polítiques Públiques (IGOP) de la Universidad Autónoma de Barcelona presentó “el modelo” Barcelona desde una perspectiva académica, destacando formas de expresión de la ciudadanía en el espacio público, así como de participación ciudadana.

A continuación realizaremos un breve examen de los argumentos tratados en el seminario, respectivamente por los invitados extranjeros y los barceloneses, concluyendo el artículo con unas consideraciones críticas.

El modelo Barcelona: advertencias para los deseos de los japoneses

El seminario se inició a partir del concepto japonés de machi-zukuri, que podríamos definir de forma concisa como un mecanismo para generar un proceso de rennovación urbana basado en la participación de las personas, cuya dinámica resulte especialmente enriquecedor para ellas y sus ámbitos de vida. Dicho concepto, muy popular en Japon y que adquiere más de un significado, se propuso como el centro de interés del debate y de posible “contacto” entre las tres perspectivas objeto del encuentro.

En la presentación del seminario el arquitecto Daniel Navas definió el modelo Barcelona de forma inesperada ya que él lo equiparó a una “mirada” que agentes externos realizan sobre la ciudad. Navas explica que la puesta en marcha de múltiples iniciativas urbanísticas, acaba afianzando y dando cuerpo al modelo lo cual deja la duda acerca de la condición de alteridad de los agentes. Se deduce que dicha mirada externa deja un reflejo que adquiere consistencia concreta y vida propia. Para decirlo con las mismas palabras de Tello: “para nosotros [Barcelona] no es un modelo, es nuestra vida”. Lo anterior reclama una aproximación holística y participativa en la reconsideración del modelo Barcelona y un punto de vista parecido al machi-zukuri, argumento éste sostenido por Tello como un posible guión del debate, que resultó ser tan sutil que acabó perdiéndose en el desarrollo de las intervenciones de los ponentes.

Tello, en primer lugar, puso énfasis en las reacciones suscitadas por parte de los ciudadanos al modelo Barcelona. Dichas reacciones, que él denominó “despertar de conciencias”, se basarían en la visión crítica de la realidad y en los debates entre autores conocidos como, por ejemplo, David Harvey, Neil Smith, Jordi Borja, Manuel Castells, Oriol Bohigas, Joan Busquets y Horacio Capel, entre otros[2]. Tello planteó, por otra parte, considerar dicha visión crítica de la realidad como parte del mismo modelo. La cuestión, entre los asistentes al seminario, quedó en la mesa de debate como una disyuntiva y un elemento de reflexión retomado pocas veces por los ponentes y fácilmente reconocible como un aspecto inquietante: ¿quién ha conducido y gestionado verdaderamente el modelo Barcelona?

El interrogante sobrentendido, pasó claramente desapercibido para los asiáticos. En la representación que construyó la arquitecta urbanista Akiko Okabe, acerca de las voluntades de sus conterráneos con respecto al modelo Barcelona, sobresale un desmesurado interés en las plazas y los espacios públicos, considerados esencialmente desde una perspectiva arquitectónica y estética. Descuidando, por consiguiente, importantes aspectos sociales que dan ánima y fuerza a dichos espacios públicos en Barcelona. Por consiguiente, se descuida la dimensión socio cultural que da ánima y fuerza a dichos espacios públicos en Barcelona. La vitalidad mediterránea resultaría para los japoneses tan atractiva como para desear reproducirla en sus propios espacios públicos, concebidos generalmente como escaparates, es decir como lugares de exposición de mercancías.

Akiko Okabe destacó la exigencia de ahondar en la historia de los espacios públicos de Japón -considerados en la época pre-moderna y anterior a la incursión de la cultura occidental- con el fin de pensar en el rediseño de los actuales espacios públicos de ciudades como Tokio. Dicho argumento no parece una inquietud difusa sino la premisa de un llamamiento que realiza esta participante japonés a sus conterráneos: no podemos destruir el recuerdo y el concepto del espacio público tradicional japonés; no podemos olvidar que éstos eran considerados en el pasado como lugares de contemplación y oportunidad para romper las rígidas jerarquías sociales, pues en la contemplación de los cerezos en flor, o de los espectáculos pirotécnicos, los grupos sociales de diferentes rangos se mezclaban mágicamente.

La ponente Okabe, quien posee un muy buen dominio del idioma castellano y demuestra conocimiento acerca del contexto barcelonés, presentó en la mesa los proyectos sociales y arquitectónicos de ámbitos urbanos considerados emblemáticos para Barcelona, (Raval, MACBA, Forum); asimismo matizó los logros; destacando aspectos socio-culturales del proceso de transformación urbana, para suscitar en los asiáticos una consideración más critica, más atenta y profunda del significado de espacio público en Barcelona.

La moraleja apunta hacia los efectos producidos por una competitividad desarrollada sobre modelos exógenos. Akiko Okabe insistía en que la “fuerza” de un espacio público depende del diseño arquitectónico pero también de los movimientos sociales. La competitividad económica busca hacer del espacio público únicamente el pivote de sus intereses generando fenómenos de exclusión social, de marginación de aquellos segmentos de la sociedad que se muestran contrarios a la realización de determinados proyectos. El espacio público no puede ser utilizado para la competitividad económica. Hay otros medios para hacerlo; la resistencia cultural ha de frenar la exclusión social; hay que unir esfuerzos y promover el surgimiento de la imaginación para resolver los problemas sociales, defendió Okabe.

La aproximación holística y participativa del machi-zukuri

A pesar de la centralidad del concepto japonés de machi-zukuri en el espacio del seminario, sus acepciones en relación con el modelo Barcelona, no acabaron de entenderse. Por una parte, los ejemplos de los japoneses traídos a la mesa de debate, fueron diferentes por la escala de intervención, por los tipos de actores involucrados, o las problemáticas a las que se enfrentan con aproximaciones diferentes. Por otra, solamente Akiko Okabe nos habló directamente de Barcelona; los otros ponentes japoneses presentaron sus propios casos de estudio, sin atreverse a improbables comparaciones con el modelo Barcelona.

Veamos brevemente a continuación los argumentos tratados por los japoneses.

La fragilidad de esfera sociocultural del espacio público en el caso de la recuperación de los humedales de Sanbanza

El economista y ecólogo Kurasaka presentó el caso de los humedales de Sanbanza, una localidad a 30 kilómetros de Tokio. Las presiones urbanísticas demandan desecar los humedales para producir terreno edificable. Entre otras medidas de “protección”, para evitar la muerte de los humedales, protegidos por la administración municipal con grandes muros de contención, se impide el acceso a la población del lugar. Solamente pequeñas porciones de los humedales quedan abiertas para el disfrute de la gente que, como actividad lúdica, se dedica a la recolección de conchas de moluscos. La voluntad de la administración pública se dirige ahora hacia la regeneración participativa de Sanbanza y apunta hacia la restauración de los humedales para restituirlos a los ciudadanos tal como eran antes. Los ciudadanos, los jefes del distrito, junto con cuatro miembros encargados de la protección de la naturaleza, componen una mesa redonda en la cual se debate fatigosamente el problema de la regeneración de los humedales, las formas de edificación eco-compatibles y las estrategias para marginar las presiones económicas, que fuerzan para construir edificios muy altos. Para hacerle frente la administración pública se ve obligada a comprar terrenos para protegerlos, sin disponer de los recursos económicos necesarios para ello.

Las asambleas entre los participantes durante un plazo de dos años, sumaban ya 150 reuniones, en las que se había invertido mucha energía para generar el encuentro y debatir los argumentos. En opinión de Kurasaka, el debate llevado a la mesa redonda representa en realidad un pretexto cultural, para restablecer la relación de las personas con su entorno y volver a dar identidad al lugar. La reconstrucción del humedal de Sanbanza tal como era en el pasado parece evidentemente improbable.

El ejemplo de Kurasaka refuerza la idea según la cual un espacio público se conforma a partir de tres esferas, la económica, la política y la sociocultural, que a menudo entablan entre sí relaciones conflictivas. De las tres esferas, la sociocultural sería la más débil y la más frágil. En ella la participación ciudadana adquiere mucha importancia, pues tiene que ver con la formación de la conciencia individual y colectiva. En la intervención de Kurasaka, lo que queda claramente dicho es que un espacio público no puede construirse exclusivamente con el dinero privado, que la política necesita de espacios públicos para mantener los mecanismos democráticos para gobernar el pueblo y que el espacio público es el producto de la identidad y de las experiencias de cada persona. Quien procede del lugar tiene una relación fuerte con él y es fuente de identidad para el mismo. Los conocedores del lugar serían los verdaderos protagonistas del proceso participativo, de ellos sería necesario tomar en cuenta sus formas de relación con el lugar, tal como se daba en el pasado con el fin de prospectar el presente. Quien vive y conoce el lugar desde muchos años atrás, tiene más derecho a hablar de él y esto parece el principio adoptado para las mesas de debate para la recuperación de los humedales de Sanbanza.

La trascendencia del machi-zukuri en la historia del Distrito de Mano

El urbanista Yuji Miyanishi, un hombre simpático y experto en planificación machi-zukuri, ha venido a Europa por primera vez para presentar el caso de la ciudad de Mano. Relató, desbordando el tiempo establecido por el programa del seminario, aproximadamente cuarenta años de la vida de esta ciudad. Destacó con precisión los elementos que delimitan el distrito y la ciudad, marcó etapas significativas del desarrollo urbanístico, destacó hitos e infraestructuras buscando amablemente afinidades con la ciudad de Barcelona: su emplazamiento, su tamaño, su morfología, su estructura vial.

Las etapas significativas son las siguientes: 1868-1888, empieza a crearse el municipio de Mano; 1911, en el territorio agrícola se asume que la cuadricula de 1000 años atrás existía como parte de una fase previa a la urbanización; 1913-1926, la población aumenta, varios lotes vacíos se urbanizan impulsados por los astilleros de Mitsubishi y Kawasaki; 1946-1955, la ciudad es bombardeada completamente por los norteamericanos, lo cual da ocasión para reformar su trazado urbanístico (ampliación, mantenimiento y diseño de nuevas carreteras); 1966, los graves casos de contaminación suscitan la movilización general de los habitantes de Mano. Con ellas se logra la descontaminación y la limpieza de las calles hasta llegar a remover la pavimentación de las carreteras y lograr terreno de tan buena calidad como para plantar boniato. Por medio de los periódicos, organizan una campaña contra la contaminación y a favor de los niños y de las generaciones futuras: limpian, plantan árboles, inspeccionan la calidad del agua hasta llegar a criar peces, recuperan los espacios donde estaban instaladas las fábricas y construyen parques.

Las acciones se extienden y pasan de la calidad del entorno a la calidad de vida de sus mismos habitantes, es decir organizan fiestas, comidas conjuntas para recoger fondos y ayudar los habitantes de escasos recursos. Los logros animan tanto a los habitantes que piensan en potenciar la organización y aspiran a la realización de un plan “urbanístico” basado sobre esta forma de conocimiento. El plan se prepara justo cuando ocurre el sismo de Kobe, del 17 de enero de 1995, que causó graves daños e incendios también en el municipio de Mano. Los años de 1995 y 1996 representan un gran esfuerzo por parte de los habitantes para reconstruir lo que el terremoto destrozó, ayudados por los conocimientos organizativos de machi-zukuri.

La narración de Yuji Miyanishi estuvo cargada de emotividad, que se entiende a partir de los datos que presentó referidos al plan de reconstrucción de los edificios. En ellos se revela la magnitud de los destrozos que afectaron a casi todas las viviendas. La situación se describe trágica: callejones completamente llenos de escombros, de destrucción; la gente refugiada en los colegios donde permanecieron sin agua ni luz, y gente viviendo en tiendas. En esta situación y a partir de la exigencia de regular el acceso a los pozos de agua, se creó un comité, prácticamente el centro propulsor de las actividades machi-zukuri que encontró físicamente un lugar de referencia en un edificio en el cual sucesivamente se organizaron comidas, fiestas de cumpleaños, y actividades que se propagaron en las calles, por ejemplo la contemplación de las flores de cerezo, la fiesta de los enamorados o la fiesta de los antepasados.

Las interacciones se generan en la comunicación, pero también en la convivencia y en el compartir momentos como el comer, tomar el baño juntos, reunirse para ir al parque, realizar fiestas en los templos tanto shintoistas como budistas.

De los argumentos se desprende el significado complejo de machi-zukuri, unapráctica que se realiza con aproximación holistica y participativa y que tiene que ver con la calidad del entorno y la calidad de vida. Se trata evidentemente de una concepción más completa de bienestar social, que parece basarse sobre los principios de autosostenbilidad y del desarrollo humano, ya reconocidos en ámbito internacional, y que rescatan conceptos como empowerment, desarrollo endógeno, self-relience, capacity building.

Machi-zukuri tiene que ver con el espacio físico pero también con las personas; éstas son diversas y se enfrentan de formas diferentes a los muchos problemas que siempre se presentan en la vida (personas fuertes de ánimo o débiles). A los problemas hay que darles solución continuamente, y ésta puede ser diferente ya que diferentes son las interpretaciones de las personas.

Machi-zukuri, sin embargo, tiene algunas peculiaridades con respecto al concepto de autosostenbilidad y de desarrollo humano; éstas emergieron sobre todo de la emotiva narración de Yuji Miyanishi. Él reveló en su discurso unas cuestiones inusuales en el debate internacional sobre calidad de vida y bienestar social[3]: 1) la importancia de prestar servicio a los demás sin tener una ley escrita; 2) la superación del enfrentamiento, inventando estrategias de reconciliación entendidas como acrecimiento de la energía vital del machi-zukuri; 3) en los momentos “normales” (es decir sin graves acontecimientos como el terremoto o el incendio) las diferencias de ánimo de las personas son difíciles de percibir; 4) la planificación machi-zukuri ha sido posible gracias a una larga etapa sin guerras; 5) la búsqueda de machi-zukuri puede realizarse también a escalas muy pequeñas (dentro de una habitación). Finalmente, uno de los aspectos posiblemente más polémico y difícil de entender desde nuestra cultura, y que podría suscitar sospechas o desaprobación: 6) no ha de mezclarse en el machi-zukuri ni la política, ni la religión, ni los negocios. La pregunta surge espontánea ¿que es entonces lo que mueve el machi-zukuri?

La recuperación de la cuenca del rio Tsurumi

El ecólogo Yuji Kishi presentó el caso del río Tsurumi en proximidad del área metropolitana de Tokio. Se trata de un estudio ecológico para un plan regional elaborado por una asociación sin ánimo de lucro (denominada TR-net) con el objetivo de crear un modelo de conservación de la biodiversidad de la cuenca, asumiendo la imposibilidad de contener las inundaciones generadas por el rio Tsurumi, y controlar de forma comprensiva otros aspectos relacionados con este fenómeno. El proyecto adquiere relevancia con respecto a la regeneración de la ciudad de Tokio -relacionada con el estado de salud de las cuencas- considerando, además, que en toda la región queda solamente el 15 por ciento de suelo natural, siendo el restante 85 por ciento suelo urbano.

En este proyecto, la componente participativa se basa substancialmente en la circulación e intercambio de información, con el fin de generar una conciencia en los ciudadanos para convivir con el agua. A tal fin en 2004, coherentemente con las medidas de gestión previstas por los diversos programas de mantenimiento y recuperación de la cuenca, se crearon unos puntos de actuación, 36 unidades (sub-cuencas) gestionadas por organismos oficiales con la participación de los ciudadanos. Dicha participación se concretó en operaciones de limpieza, control, educación ambiental, desarrollo de fiestas populares y actividades de recreo, o conservación de la fauna.

El ponente Yuji Kishi afirmó que el río también constituye un espacio público que requiere de la participación de los ciudadanos para contribuir a conformar el juicio de ellos mismos pero también de la dirección administrativa. Él vive en este “pañuelo” de suelo natural y por esto está muy motivado en su defensa. Consideró que la concienciación impulsada por TR-net se está dando muy rápidamente gracias también a la creatividad y la elaboración de una componente mitológica en el proyecto que incide en el imaginario colectivo y que infunde respecto.

Encantamientos y desencantamientos de Barcelona

El punto de vista del finlandés Jussi S. Jauhiainen parece claramente determinado por un periodo de estancia en Barcelona, cuando siguió un curso de estudio en el Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona. Definió la relación con la ciudad, inicialmente como la de un novio enamorado, pasando sucesivamente a la de un ex novio. La analogía habla de por sí, dejando entender su perspectiva crítica.

Jauhiainen presentó el tema del espacio público de manera abstracta, cuestionándose si el modelo Barcelona lo es tal para todos. En su relación, articuló dos componentes (espacio y tiempo) y diferenció tres aspectos conceptuales a partir de los cuales planteó su mirada crítica. Dichos aspectos designan, en primer lugar, un espacio de las prácticas que pertenece a quien usa la ciudad, un “nosotros”, siempre y aquí, que anda, pasea, despacio. En segundo lugar, la representación-del-espacio, aquella realizada sobre “nosotros”, por ejemplo el plan urbanístico de la ciudad. Finalmente, un espacio-de-las-representaciones, compuesto por los signos que subsisten en la ciudad, las resistencias, respiración y corazón.

Reunió palabras clave para hablar en general de las características fundamentales de las ciudades y de sus componentes modernas y post-moderna; asimismo de la concepción del proyecto relativa a dichas componentes. Identificó el proyecto moderno con la destrucción del pasado y la ordenación del espacio basada en las funciones vitales de trabajar, dormir, recrearse, transportarse. Por otra parte, identificó el proyecto post-moderno con la festivalización de todo tipo de suelo para consumir en y la ciudad.

Jauhiainen mostró dos imágenes emblemáticas y dejó que éstas hablaran por si mismas: la voladura de las viviendas sociales de Pruitt-Igoe el 15 julio de 1972, que se elevó a símbolo del final del Movimiento Moderno; las torres gemelas del World Trade Center a Nueva York en el atentado del 11 septiembre de 2002, símbolo del inicio del siglo XX. Ambas obras arquitectónicas habían sido construidas por el mismo arquitecto norteamericano de origen japonés Minoru Yamasaki.

El ponente, en un esfuerzo de integración de las perspectivas moderna y post-moderna que coexisten en la ciudad, se colocó en el campo de la planificación urbana en una aproximación alternativa a las conocidas top-down (desde arriba) y bottom-up (desde abajo), defendiendo el punto de vista “con” los ciudadanos.

Con todo ello Jauhiainen definió el modelo Barcelona substancialmente como una representación oficial del espacio, que no puede ser considerada fuera del contexto social que la produjo. Pues en su opinión, la separación de los espacios de las prácticas del de la representación-del-espacio es segura causa de fuertes conflictos y podría ser éste el tiempo en el cual se encuentra ahora Barcelona.

La evolución del modelo Barcelona

En la Barcelona de principios de los años ochenta hasta 1992, año de los Juegos Olímpicos, tres factores condicionaron la relación con el espacio público. El liderazgo público aparecía en aquel entonces claro para todos, así como los proyectos para la ciudad y el qué hacer; a tal fin, claras eran también las competencias necesarias. Los programas eran compartidos y aceptados socialmente y gozaban de una buena interacción con el capital privado que aceptaba el liderazgo público.

Dichas condiciones descritas por Joan Subirat, parecen haber cambiado después de los Juegos Olímpicos: las características de los vencedores y perdedores, la diversidad de los proyectos, la globalización económica que superaron el gobierno transformado las decisiones en “estratosféricas”. Faltaron proyectos compartidos, y los cambios en lo global generaron impacto en lo local; la Torre Agbar constituye un ejemplo de arquitectura en ese lugar como llegada en paracaídas.

Muchos aspectos de la participación pre-juegos olímpicos (ciudad en las calles, ciudad siempre abierta, disfrutando) aparecen menos claros. Llegan muchos visitantes, se calculan 12.000.000 reservas/año y el sistema hotelero vive su plena “sostenibilidad”. Costes y beneficios no se reparten por igual, la precariedad del trabajo es un dato relevante así como la fractura social.

Según Subirat hoy en día la situación de los espacios públicos aparece sometida a un nivel de competencia desmesurado: entre personas, hábitos, usos, etc. Crece en intensidad y heterogeneidad, las negociaciones se hacen permanentes, implícitas y explicitas y difícil de gobernar, lo cual tiene rasgos comunes a otras realidades urbanas. En las ciudades, en general, se recogen y amplifican los cambios profundos que se han dado en el planeta. En Barcelona, cambia el mercado del trabajo, la complejidad de las ciudades que se compone substancialmente de bullicio y unos pocos guetos … para ricos (“el único gueto que hay en Barcelona es Pedralbes”), envejece la población con esperanza de vida muy alta, aumentan las personas solas, hay muchas opciones sexuales y muchas formas de vida familiar, la presencia del pobre se realiza en unos ámbitos de la ciudad donde antes no los había. La ciudad es representada en el discurso de Subirat como “un contenedor de una estructura social bastante compleja, con muchos grupos en el límite”, habló de la “crisis del recurso espacio”, “usuarios de todos tipos”, “muchos usos en el mismo espacio” y se cuestiona “cómo podríamos gobernar y gestionar”.

La respuesta parece colocarse en un espacio virtual que él delimitó a partir de cuatro vértices: el poder público, las entidades sociales, los vecinos y el mercado. Sugiere trabajar con conceptos como: espacio público, espacio de vida, espacio mercantil y espacio social. Retomando el planteamiento de otros autores, la tipología de ciudades la agrupa en: Ciudades “ni”, que expulsan gente, como por ejemplo Pedralbes; Ciudades “o”, que segmentan grupos y actividades; y Ciudades “y”, que mezclan gente y actividades, que incluyen generando puentes, convivencia (en el conflicto) y accesos sin restricciones.

Éste ultimo tipo de ciudad se reconoce en el discurso de Subirat como la meta principal para el futuro de Barcelona que, sin embargo, no toma en consideración el tipo de Ciudades “con” de las que había hablado Jauhiainen en su intervención. Lo que Joan Subirat identificó como un desafío es la autonomía del individuo y la igualdad, en oposición a la actual política de represión que se está propiciado en Barcelona (los argumentos parecen aludir implícitamente a las nuevas ordenanzas municipales en materia de civismo).

Discutiendo de sostenibilidad y participación en Barcelona

En la mesa del seminario, se pudo percibir un cambio en el tenor de las argumentaciones con las intervenciones de Raül Lira, vinculado al caso del Plan Comunitario de Trinidad Nova, y de Maria Rieradevall de la Fundación Nueva Cultura del Agua. Los contenidos se tornaron más concretos y cercanos a la realidad local, apareciendo la expresión de una doble aproximación al tema de la participación y de la sostenibilidad en el marco del “modelo” Barcelona.

En el primer caso, la participación adquirió la característica de un proceso social de carácter endógeno, según el cual lo que más vale es identificar las carencias de un lugar a través de sus propios actores sociales. Las necesidades de los actores tratan de cruzarse con las disponibilidades de los agentes y del encuentro nace una actitud social de tipo fáctico que va más allá de las reivindicaciones extremas e improductivas. Las declaraciones firmes y resueltas del representante del Plan Comunitario de Trinidad Nova con respecto a las características del proyecto participativo de este barrio (solamente enunciadas), referentes, por ejemplo, al aprovechamiento de las aguas grises, de la energía solar o a las innovaciones tecnológicas a favor de formas de energía renovable (denominadas “energía social”), resultan verdaderamente convincentes. No obstante, dejan un margen indefinido entre las aspiraciones y los hechos, especialmente por lo que se refiere a la gestión de aspectos técnicos por parte de la ciudadanía y la consecuente “auto-producción” de puestos de trabajo.

En el segundo caso, con la intervención de Maria Rieradevall, la participación y la sostenibilidad se relacionaron con el tema de la cultura del agua y por ello, en el caso de Barcelona y Cataluña, adquirieron un carácter peculiar determinado por impulsos exógenos y condiciones de excepcionalidad. Pues, la ponente trató el argumento de la declaración europea en favor de una nueva cultura del agua, así como las impugnaciones al Plan Hidrológico Nacional relacionadas con el transvase del Ebro. Con respecto a este proyecto la ponente destacó el tipo de relación que se estableció entre la sociedad civil, los científicos y la administración: la sociedad civil pidió argumentos y los científicos los proporcionaron en contra de la administración que apoyaba dicho plan (en concreto la del Partido Popular de derechas). El resultado fue la cancelación del Plan Hidrológico y el intento de invertir el dinero que había sido previsto, dirigido ahora hacia nuevos proyectos basados, por ejemplo, en investigaciones -para conocer los impactos de los residuos urbanos y las causas del mal estado de las rieras (María Rieradevall se refiere a la Riera de Valvidrera, San Cugat, Molín de Rei, Barcelona)-, así como promover campañas de educación ambiental dirigidas a los ciudadanos (“adopta un río”).

En las intervenciones procedentes de la fila cero, dicha diferencia de aproximación se radicalizó. Surgió, comprensiblemente, una cuádruple lectura de la participación ciudadana[4]: en primer lugar, la participación abstracta, idealizada o teorizada, como la sostenida en las intervenciones Jauhiainen o Subirat; en segundo lugar, la participación de tipo formal e institucional, como aquella profesada por el Consejo de Medioambiente o la Diputación de Barcelona; en tercer lugar la participación práctica o real, sostenida por la Asociación de Federación de Vecinos; finalmente, la especulación sobre la participación, como la del Observatorio Local de la Democracia Participativa en Barcelona.

En la opinión de la Federación de Asociaciones de Vecinos, la participación en Barcelona se representa oficialmente como algo único, sin embargo es vivida por parte de la administración como una sobrecarga. Para la ciudadanía la participación representa un mero formalismo ya que se enfrenta únicamente con temas irrelevantes. Con respecto a los temas importantes, la ciudadanía para obtener la atención merecida estaría todavía obligada a recurrir a la pancarta, como es el caso de Can Ricart[5].

No obstante, los representantes del Consejo de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona y de la Diputación de Barcelona parecieron coincidir en considerar los mecanismos formales de participación como una herramienta positiva para generar el diálogo y gestionar los conflictos, que funciona en algunos casos. En la opinión de algunos participantes en la “fila cero”, la formalización de la participación quita espontaneidad y agilidad a los procesos de interacción social, manteniendo una función puramente consultiva.

La poca consistencia de la participación formal lamentada por la Federación de Asociaciones de Vecinos, contrasta con el proyecto del Observatorio Local de la Democracia Participativa en Barcelona. Éste representa un espacio de consulta, información y análisis de la participación ciudadana. No impulsa, no forma, no activa mecanismos participativos, sino que analiza el estado de la situación y emite propuestas de mejoras. Su reciente constitución apareció en el espacio del seminario como una sobrestructura sin cimientos que, sin embargo, realiza promesas en el corto plazo (en el mes de junio, un mapa de la participación ciudadana en Barcelona).

Consideraciones conclusivas

Más allá del esfuerzo de interpretación y de abstracción que realizaron individualmente los ponentes para generar sus aportaciones al tema del seminario, se configura un claro desacuerdo acerca del “modelo Barcelona”, especialmente a partir de los problemas concretos presentes en la ciudad y que fueron puestos de manifiesto en el corto debate y, por otra parte, en el turno de palabra concedido, de forma muy mesurada, a la fila cero.

Todas las confrontaciones, bajo el título de “El Modelo Barcelona desde una perspectiva asiática, norteuropea y ciudadana” acaban alimentando la retórica del modelo, alargando la vida de este discurso hecho de “confrontaciones entre ficciones y de propaganda mezclada a contraprestaciones más materiales”.

“El modelo Barcelona -se ha escrito- se basa más en aquello que dicen y difunden -los interesados- que en lo que pasa realmente en la metrópoli que vivimos”[6]; sin embargo, cabe advertir, los discursos acaban construyendo realidades, materiales y significativas.

A favor o en contra del modelo Barcelona, con respecto al tema participación y sostenibilidad, se escuchan en el espacio del seminario diversas sugerencias: la ciudad “y” (Subirat), la ciudad “con” (Jauhiainen), la visión holistica del machi-zukuri, la aspiración a ganar más espacio público, además de gestionarlo, o la necesidad de trabajar con la pluralidad, en la transparencia de las informaciones. Asimismo, la previsión de los conflictos (Maria Rieradevall), o, por el contrario, la desconfianza en la previsión de los conflictos -ya que el conflicto representaría para algunos una energía transformadora-. En cualquier caso el conflicto se explicaría públicamente sobretodo en términos de mediación y no en términos de contenidos, lo cual hace entender la ausencia de determinados temas en el discurso sobre el modelo Barcelona.

En el debate, el “modelo” adquirió diferente acepciones, dependiendo de las aportaciones. Para algunos es una mirada realizada sobre Barcelona por parte de unos agentes externos, para otros una llamada de atención a los japoneses sobre lo que no se debe hacer, o también una representación oficial de la ciudad, asimismo una interpretación de un modelo superado, que parece plantear la exigencia de uno nuevo, más dinámico, que evolucione y se transforme en función de la realidad.

Desde el turno de palabras de la denominada “fila cero”, hubo también quien afirmó que Barcelona no es un modelo para nadie, debido al incremento del consumo de energía no renovable y los conflictos ecológicos que genera. Dicha situación en la opinión de otros, es causa también de formas de individualismo exagerado en la sociedad barcelonés, que representan un caldo de cultivo para las actitudes NIMBY (not in my back yard, es decir “no en mi patio trasero”).

La impresión general que deja el seminario es de unos serios problemas de gobernanza: con respecto al incremento de la vulnerabilidad social, la rápida transformación urbanística de la ciudad en ámbitos emblemáticos, determinada substancialmente por los empresarios que actúan sin obstáculos frente, por una parte, a la lentitud de los procesos de participación y, por otra, a la inhibición que generan entre las personas comunes los discursos “políticamente correctos”[7].

La situación en los espacios públicos de Barcelona, expresión más concreta del modelo Barcelona, se describe como de competencia desmesurada en el espacio, intensidad y heterogeneidad de usos. Frente a ello la opinión de los ciudadanos no suscita confianza, porque estaría condicionada por dichas actitudes NIMBY (Eva Fernández, Representante de la Asociación de Vecinos lamentó las actitudes de la población con respecto a las narcosalas) o porque se cree que puedan dar respuestas a formas aún más insostenibles de desarrollo urbano (Subirat).

Todas las sugerencias en el seminario mantuvieron un referente común, válido para todos los participantes barceloneses: la perspectiva ganar-perder que asume como ineludible la existencia de ganadores y perdedores en cualquier proyecto de regeneración urbana. Es ésta la verdadera perspectiva que influye en el modelo Barcelona. Se basa en formas de interrelaciones (sociales, económicas, culturales, etc.) que tienden a no considerar la posibilidad de beneficios mutuos, así como de un enfoque complementario entre las partes.

El discurso que se impuso en el seminario acabó dando finalmente la espalda a los dos puntos de vista exógenos acerca del modelo Barcelona (asiático y norteuropeo) y fue configurando el preludio de un debate sobre urbanismo participado, espacio público y sostenibilidad urbana todavía pendiente. Dicho debate merecería de una aproximación más reflexiva y de un cambio de perspectiva, que ojalá esté orientado esta vez hacia el ganar-ganar, perspectiva conocida en ámbito internacional como el “win-win situations” e inspirada precisamente por las sociedades de beneficios mutuos.

Notas

[1] Se consideran parte de la fila cero: Colegio de Arquitectos (intervención también en la mesa del seminario), Asociación de Urbanistas, Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, Centro Infantil del Raval, Fundación AGBAR, Consejo de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Red de Ciudades y Pueblos por la Sostenibilidad de la Diputación de Barcelona, Observatorio Local de Democracias Participativa de Barcelona, Campaña Cataluña Ahorra Agua de Ecologistas en Acción y la Agencia Catalana del Agua.

[2] Véase, por ejemplo, O. Borja y Z. Muxí (Eds.). Urbanismo en el siglo XXI: una visión crítica. Bilbao, Madrid, Valencia, Barcelona. Barcelona: Ediciones UPC, ETSAB (Arquitext), 2004; O. Bohígas, Contra la incontinencia urbana. Reconsideración moral de la arquitectura y la ciudad. Barcelona: Electa, 2004; J. Busquet, Barcelona. La construcción urbanística de una ciudad compacta. Barcelona: Ediciones del Serbal (Colección La Estrella Polar, vol. 43), 2004; H. Capel, El modelo Barcelona: un examen crítico. Barcelona: Ediciones del Serbal, 2005.

[3] L. Fracasso, 2005.

[4] Diversos trabajos sobre participación pueden verse e la sección “Ciudadanía y participación” en el sito web de Geocrítica http://www.ub.es/geocrit/menu.htm

[5] S. Clarós i Ferret, L. Estrada i Robles, M. Tatjer i Mir, J. Roca i Albert, A.Vilanova i Omedas, 2005a, 2005b. M. Tatjer, 2005.

[6] Unió Temporal d’Escribes (UTE). Barcelona marca registrada. Un model per desarmar. Barcelona: Virus Editoral, 2004. En línea < http://www.barcelonamarcaregistrada.com/> [7 junio 2006].

[7] Véase a titulo de ejemplo “El cuento de Caperucita Roja políticamente correcto” [En línea] http://www.lukor.com/humor/textos_caperucitacorrecto.htm [7 julio de 2006].

Bibliografía

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© Copyright: Liliana Fracasso, 2006

© Copyright: Biblio3W, 2006

Ficha bibliográfica

FRACASSO. L. Barcelona: un modelo en discusión y una realidad sin discutir. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XI, nº 673, 5 de septiembre de 2006. [http://www.ub.es/geocrit/b3w-673.htm]. [ISSN 1138-9796].


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