Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9796]
Nº 82, 20 de abril de 1998

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PASTERNAK TASCHNER, Suzana. Squatter Settlements and Slums in Brazil: twenty years of Research and Policy. En Brian C. ALDRICH and Ranvinders SANDHU. Housing the Urban Poor. Policy and Practice in Developing Countries. London and New Jersey: Zed Books,1995.

Santiago Quesada


La autora del texto es profesora de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de São Paulo (USP). Fue asesora de la Secretaría de Desenvolvimento Habitacional e Urbano do Estado de São Paulo, y en la actualidad es miembro de la Housing and Built Environment, de la International Sociologycal Association y coordinadora del Planejamento Urbano e Demografia del CAPES .

El texto forma parte de un libro en que se recopilan estudios sobre los problemas de la vivienda en diceiseis países del Tercer Mundo, desde China a Brasil, y de Cuba a Tanzania, por poner sólo algunos ejemplos que se incluyen. El objetivo del volumen es el de contrastar, sistematizar y normalizar datos, con el fin de establecer algunas bases para la observación de la transformación y perspectivas de la vivienda pobre.

En síntesis, el texto de Suzana Pasternak dedicado al Brasil trata de la evolución de los problemas de la vivienda y de los proyectos habidos para combatirlos desde los primeros años de la década de los sesenta hasta 1992, fecha de los últimos datos con los que se cuenta(1). Resumimos aquí algunas ideas básicas de este capítulo.

A partir de 1970 asistimos a una reducción del crecimiento de la población, que había alcanzado en los últimos veinte años cifras cercanas al 4% anual. El proceso de urbanización no se detiene, sigue creciendo y presenta una perspectiva para el año 2000 de un 80% de la población como registrada como urbana, aunque el ritmo de crecimiento haya caído fuertemente, como era de esperar. Este crecimiento estuvo concentrado primero en las nuevas grandes áreas metropolitanas, en las ciudades de más de 500.000 habitantes, y se extendió despúes a ciudades con una menor población.

De todas formas, a pesar de que la vivienda precaria aparece también en poblaciones menores, es en las grandes ciudades donde el fenómeno ha cobrado una fuerte dimensión y donde se ha producido la proliferación de los dos tipos básicos de este tipo de vivienda: la favela y el cortiço o vivienda degradada, que en uno y otro caso, con frecuencia es el resultado de una ocupacion ilegal por la población residente o población squatter. Con los datos de 1980, el 80% de la población squatter se concentra en las regiones metropolitanas y a lo largo de esta década dicha población tiende a crecer. La crisis económica, la concentración de la riqueza y la inflación se señalan como causas de este crecimiento, que parece continuar en los primeros años de la década del 90.

De hecho, la inflación por sí sola no hubiese lanzado a sectores de clase media a la favela. Es la subida de las rentas de alquiler y de venta posteriores lo que provoca el fenómeno. Por otra parte, y concretamente en São Paulo, como nos indica S. Pasternak, los últimos datos apuntan a un crecimiento del 6,2 % de las favelas, que puede compararse al 1% de crecimiento para el total de la población durante el mismo período

En ésta misma ciudad, y en 1930, comenzó el Avenus Plan, con Prestes Maia como alcalde, prefecto de la ciudad, adoptándose un sistema que privilegiaba el transporte por autobús, lo que, junto al proceso de liberalización de rentas y la inexistencia de una política de vivienda, fijó las pautas del crecimiento futuro de la red urbana y de sus infraestructuras, promoviendo un nuevo tipo de autoconstrucción o vivienda popular.

Sin embargo, en São Paulo, a diferencia de Rio de Janeiro, el fuerte crecimiento de la población squatter solo se ha producido tardíamente, a mediados de los años setenta.

A pesar de las diferencias establecidas en el proceso de creación de la población squatter, el fenómeno de segregación de la vivienda es constante, como resultado de un efecto combinado de la intervención del gobierno y del mercado de la tierra, lo cual afecta, especialmente, a la vivienda precaria, por ejemplo con la creación de ciudades satélite o con el proceso de periferización de la población squatter.

Otro aspecto que desarrolla Suzana Pasternak es el de la sucesión de proyectos para amortiguar la importancia de la vivienda precaria. Esta renovación es producto tanto de los cambios de mentalidad de los responsables locales, estatales y federales -producidos por las implicaciones ideológicas y por los datos de que disponen-, como de las iniciativas privadas y personales. El artículo viene acompañado de un expresivo cuadro donde, por períodos, podemos ver el análisis aplicado, las soluciones propuestas como consecuencia de ese análisis y los problemas derivados de la puesta en práctica de las soluciones ideadas, o los problemas que impiden una aplicación efectiva de tales soluciones.

Así en la década de los setenta, se tenía la impresión de que la favela era un trampolín para la integración real en la ciudad, un fenómeno derivado de la emigración, y, por tanto, provisional. En relación con ello se establecieron planes de capacitación, alfabetización y formación profesional para mejorar y acelerar este proceso de integración.

Sin embargo, la constatación, durante la década de los ochenta de que entre un 30 y un 40 por ciento de los "favelados" provienen de la ciudad legal, cambia el rumbo de las ideas. Se produce un cambio de mentalidad significativo, tanto en los moradores de este tipo de vivienda como en los responsables gubernamentales, y se pasa de la idea de vivienda precaria como vivienda provisional a otra en la que el asentamiento será para un largo tiempo. En relación con ello se encuentran todas las actuaciones que se producen alrededor del fenomeno de favelización: la reforma de la vivienda con obras de albañileria, utilizando ladrillo o bloque, las políticas encaminadas a legalizar asentamientos, a dotarlos de algunos servicios y a difundir métodos para mejorar la autoconstrucción.(2)

Finalmente, siguiendo la tendencia actual de observar el impacto ambiental de las áreas degradadas, el artículo nos señala el peligro real y creciente de contaminación de las aguas que abastecen a la ciudad, peligro derivado de las instalaciones incontroladas (3).

Hasta aquí podemos seguir el resumen de la aportación de Suzana Pasternak al amplio e interesante libro coordinado por Brian C. Aldrich and Ranvinders Sandhu. Como breve comentario, puedo añadir algunos aspectos a tener en cuenta alrededor de esta aportación.

Aunque, efectivamente, los datos no son actuales, la exposición es, probablemente, una de las mejores publicadas en cuanto a la presentación de informaciones concretas que permitan ver la evolución y las tendencias seguidas hasta épocas muy próximas. La evolución de los problemas y hechos que aquí se narran no parece haber experimentado grandes cambios de tendencia. En estos últimos cinco años, no ha habido ningún proyecto significativo que señale una real novedad respecto a las aquí mencionadas.

Solo ha habido dos acontecimientos relevantes que permiten presagiar algún impacto en las tendencias, y estos acontecimientos son de sentido contrario. El primero se refiere a una cierta estabilización monetaria junto a una contención de la inflación -derivados de la aplicación del Plan Real-, lo que permite pensar que algunos sectores de clases medias bajas con ingresos regulares pueden haber intentado un plan para dotarse de vivienda no precaria. El segundo acontecimiento, más reciente, es el impacto del crecimiento desmesurado de los tipos de interés para contener la fuga de dólares al exterior, lo cual puede haber influido negativamente en los planteamientos económicos de los posibles compradores de pisos, quienes necesitan creditos para obtener su vivienda.

Las transformaciones de las condiciones de vivienda en la segunda ciudad más populosa del mundo tienen mucho interés, por cuanto pueden indicarnos lo que va a acontecer en la mayor parte de las ciudades del Tercer Mundo, es decir en la mayor parte de la población urbana del planeta. Y esto es preciso decirlo por cuanto la evolución de los hechos, tal y como vemos en el artículo de S.Pasternak, no deja de ser inquietante, ya que marca tendencias que pueden ser dificiles de aceptar para una mentalidad enclavada en el mundo desarrollado.

Bajo esta perspectiva, la de las ciudades del mundo desarrollado, la historia urbana marca una trayectoria claramente cambiante. Simplificando, podemos decir que a una dilatada época de inmigraciones campo-ciudad, con un desfase de los recursos y de las inversiones necesarias para paliar este proceso, sucede otra de recomposición, en la que los proyectos, tanto de viviendas como de infraestructuras, comienzan a ser definitivamente eficaces y se extienden a la mejora de la mayor parte de la ciudad, del área metroplitana correspondiente y de la población residente.

Esta no es la evolución que se desprende y que se pueda esperar de la lectura atenta de los datos aportados Suzana Pasternak. La persistencia de la vivienda precaria, incluso su incremento en fechas no demasiado lejanas, cuando el ritmo de crecimiento de las grandes metropolis tendía ya a disminuir, puede tener que ver con un crecimiento de la desigualdad social y económica, la precarización efectiva de algunos servicios importantes, el lento crecimiento de las infraestructuras y el mantenimiento de las desigualdades territoriales.



NOTAS

1-En breve, tendremos una actualización con datos de 1994, realizada por la misma autora, sobre la base de investigaciones llevadas a cabo en favelas de Sao Paulo.


2- El impacto de este cambio de mentalidad, al considerar el establecimiento como de larga duración -y, por tanto más seguro- ha tenido un impacto realmente espectacular. En 1973 y 1980, las casas faveladas con paredes externas de albañilería representaban un 1,3% y un 2,4% del total, respectivamente. En 1987 este pordentaje progresó al 50,5%, y, en 1993 / 1994 (como señala S. Pasternak, utilizando datos recientes elaborados por FIPE) llegó al 74,2%.


3-Este es el caso de la ocupación creciente del gran embalse de Billings -que aprovecha el gran salto de la Serra do Mar- que abastece a un 6,5% del Gran São Paulo. En el articulo de Sergio de Azevedo A crisie da política habitacional: dilemas e perspectivas para finales o final dos anos 90, en A Crise da Moradia nas grandes cidades, Coord. Luiz Cesar de Queiroz Riberio y Sergio de Azevedo (1996) nos dice que "se em 1980 os 40% mais pobres da Populaçao Economicamente Ativa detinhanm 8,8% da renda nacional, en 1990, esta percentagem cai para 7,2%. Em contraposição, no mesmo período, os 5% mais ricos aumentam sua participação de 34, 9% para 35,8% (Cita a Fonelle & Ramos, 1992). También indica la desproporción territorial. Señala que el incremento de renta familiar en niveles absolutos se debe a la incorporación al trabajo de otros miembros de la unidad familiar (menores de edad escolar y mujeres) y que si es verdad que las cifras de crecimiento de servicion e infraestructura crecen no lo hacen sin tener luces y sombras, pág. 74 y 75).


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