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UNIVERSIDAD DE BARCELONA ISSN:  0210-0754
Depósito Legal: B. 9.348-1976
Año VI.   Número: 32
Marzo de 1981

EL ACCESO AL PROFESORADO EN LA GEOGRAFIA ESPAÑOLA (1940-1979)

Francisca Sánchez Pérez

Nota sobre la Autora

Francisca Sánchez Pérez nació en 1955 en Chirivel (Almería). Estudió la especialidad de Geografía en la Universidad de Granada. finalizando sus estudios en 1978. Realizó la tesis de Licenciatura en la Universidad de Barcelona. presentándola en septiembre de 1980. En la actualidad realiza los estudios de Doctorado en esta última universidad.


EL ACCESO AL PROFESORADO EN LA GEOGRAFIA ESPAÑOLA (1940-1979)

Francisca Sánchez Pérez




  El problema que abordamos en este artículo debe situarse en la perspectiva de los análisis sobre institucionalización y profesionalización realizados en sociología de la ciencia. En la actualidad los estudios que analizan las comunidades científicas desde un punto de vista sociológico, están adquiriendo notable importancia. En opinión de Sklair (1) existen en este sentido dos enfoques principales: el marxista, seguido por J. D. Bernal (1939); y el «estructural-funcionalista» seguido por Merton (1938) según el cual la ciencia es tratada como un sistema social con sus propias normas y escalas de valores, al igual que cualquier otro sistema social. Es este segundo enfoque el que adoptamos en la investigación que hemos emprendido sobre el funcionamiento de la comunidad científica de los geógrafos.

En la actualidad se admite ya la importancia que para el desarrollo del conocimiento científico tiene la conformación de las comunidades científicas. Estas pueden definirse, desde un punto de vista teórico, como un conjunto de individuos constituidos en colectividad con miras a resolver las necesidades específicas del conocimiento científico; en la práctica, sin embargo, las comunidades científicas se constituyen a partir de factores sociales, con unos fines específicamente profesionales y no para resolver problemas derivados del conocimiento científico, los cuales con bastante frecuencia se colocan en un segundo término.

Cada comunidad científica una vez institucionalizada «segrega sus propias normas y sistemas de valores, que se convierten en el elemento cohesionador y estabilizador de la misma».(2) El proceso de integración de nuevos miembros en la comunidad científica pasa por un largo período de socialización, en el cual se adquieren los principios relacionados con la ciencia en cuestión: objetivos. problemas básicos de la misma, etc. Dicha período de socialización tiene por objetivo final, la «integración» de los aspirantes en la comunidad científica. entendida ésta como la plena conformidad hacia el sistema de valores de la comunidad. Dicha integración se llevará a cabo por parte de los alumnos a través de todo un conjunto de textos, clases didácticas, etc., que contribuyen a conseguir su «disciplinamiento».

Los miembros de la comunidad desarrollan diversas estrategias tendentes a la autoafirmación, reproducción y ampliación de la misma. Un ejemplo de estrategia desarrollada por todas las comunidades científicas es la elaboración de historias científicas a través de las cuales cada disciplina pretende demostrar su desarrollo evolutivo hasta nuestros días, con el fin de señalar una aparente continuidad y unidad de la disciplina. En realidad, una parte de la producción científica de los miembros de las comunidades científicas obedece más a la mentada estrategia de autoafirmación, reproducción y ampliación de la comunidad, que al deseo de contribuir al desarrollo del conocimiento científico. En palabras de H. Capel: «La evolución del 'conocimiento científico' no es sólo el resultado de la contrastación y verificación de teorías e hipótesis, de la crítica rigurosa de las concepciones científicas. que producen la desvalorización de unas y el triunfo de otras. de la pugna entre paradigmas alternativos. Es también el resultado de los intereses socioprofesionales de los miembros de la comunidad científica y de las estrategias que se despliegan para defender dichos intereses frente a los de otras comunidads rivales, así como de la lucha por el poder en el seno de la comunidad»(3).

La comunidad científica está constituida por un gran número de comunidades más reducidas formadas por las distintas disciplinas (Historia, Matemáticas, Geografía, etc.). Objeto de estudio en este artículo será una de esas comunidades más pequeñas que componen la gran comunidad científica, a saber: la comunidad de los geógrafos.

El tema de las comunidades científicas en geografía ha sido ya abordado por H. Capel, el cual sostiene que la institucionalización universitaria de la comunidad científica de los geógrafos está relacionada con la presencia de la disciplina geográfica en la enseñanza primaria y secundaria. siendo la necesidad de formar profesores de geografía, para la enseñanza de esta disciplina. la causa fundamental que condujo a la institucionalización de dicha ciencia en la universidad en la segunda mitad del siglo XIX y a la aparición de la comunidad científica de los geógrafos.

El desarrollo de esta comunidad en la segunda mitad del pasado siglo gozó de apoyo decidido de los gobiernos, como consecuencia del papel cultural e ideológico que la geografía podía cumplir en la enseñanza. Desde el punto de vista ideológico, la geografía. junto con la historia, podía contribuir a afirmar el sentimiento de nacionalidad; así, la geografía se convirtió de forma creciente durante todo el siglo XIX en «una instancia defensora de los intereses constituidos, al servicio de los intereses de la burguesía nacionalista europea».(4) En el proceso de institucionalización de la geografía en la universidad, influyó también la presión sobre los gobiernos por parte de las Sociedades de Geografía en favor del reconocimiento de un status universitario a la ciencia geográfica, y el apoyo de algunos científicos.

Para el acceso a la comunidad de los geógrafos, se exige a los aspirantes un período de «adiestramiento» a fin de aprehender las normas y valores acerca del objetivo de la ciencia geográfica, método a utilizar, los precedentes y autores consagrados, etc. Tales normas son adquiridas por los estudiantes a través de los cursos de licenciatura, y a través de los textos y clases teóricas que reciben. Como ha escrito P. J. Taylor, «el propósito de los cursos de licenciatura en geografía es producir 'geógrafos'».(5) Igualmente, el aspirante a dicha comunidad tendrá que aceptar en ese período de adiestramiento la ideología científica previamente impuesta por la comunidad.

El presente trabajo trata de profundizar en las circunstancias en que se produce el acceso a la comunidad científica de los geógrafos, analizando el caso español.

Apuntamos aquí una serie de hipótesis cuya validez podremos ir comprobando en esta y en otras investigaciones.

1. Los maestros de la geografía pueden determinarse, además de por el estudio de su producción científica, por su poder dentro de la comunidad científica. Este poder les permite decidir en el futuro profesional de sus «discípulos», y se ejerce de diversas formas, entre otras el control del acceso a la misma comunidad.

2 Este control en el acceso a la comunidad tiene efectos sobre la producción científica, ya que, en general, los aspirantes deberán aceptar el paradigma científico sostenido por los «maestros».

Es a partir de esta perspectiva que hemos abordado el estudio del acceso al profesorado en la comunidad de los geógrafos españoles después de la guerra civil. Creemos que existe un fuerte grado de control por parte de los «maestros» de la geografía española en el acceso a esta comunidad científica, que en España es esencialmente docente. Dicho control se ejerce de varias formas, como la concesión de becas, la selección de artículos para publicar en revistas científicas y otras más que habrá que establecer con precisión. Entre ellas debe destacarse la influencia que ejercen en la selección del profesorado a través de su repetida participación en los tribunales de oposiciones a cátedras de Universidad e Instituto de Enseñanza Media.

El problema que tratamos aquí es el de cómo se ha producido el control en el acceso al profesorado en la comunidad de los geógrafos españoles con posterioridad a la guerra civil, y en concreto en el período comprendido entre los años 1940 y 1979. Este trabajo constituye un resumen de la Tesis de Licenciatura (6) presentada en la Universidad de Barcelona a finales del año 1980, bajo la dirección del profesor Horacio Capelo Consta de tres partes: en primer lugar, se presenta un breve panorama del contexto cultural-ideológico y educativo español así como del desarrollo de la comunidad científica de los geógrafos. en el período posterior a la guerra civil; en segundo lugar. se realiza un análisis de las formas de acceso a la comunidad de los geógrafos en el período señalado, realizado a partir de la legislación vigente; y, por último. en lo que podríamos considerar la aportación más importante de este trabajo, se hace un resumen global de la composición de los distintos tribunales de acceso al profesorado en Universidad e Institutos de Enseñanza Media a la disciplina de geografía.
 

 LA ESPAÑA DE FRANCO Y EL DESARROLLO DE LA COMUNIDAD CIENTIFICA DE LOS GEOGRAFOS

La guerra civil supuso una interrupción en el desarrollo de la comunidad científica de los geógrafos en sus dos manifestaciones: investigación y enseñanza; así como en todas las demás comunidades científicas del país. Finalizada la contienda, dicha comunidad de geógrafos inicia nuevamente su desarrollo dentro del nuevo contexto político, social. económico. cultural y educativo implantado por la «Nueva España»: la España de Franco. De aquí la necesidad. por tanto, para una mayor comprensión de las dos últimas partes de este trabajo, de estudiar el contexto cultural y educativo posterior a 1939

Contexto cultural-ideologico posterior a 1939

El triunfo del General Franco en 1939 sobre el Gobierno Republicano. llevó al nuevo régimen fascista a la creación de un aparato de estado de acuerdo con sus intereses y necesidades. A nivel cultural se abre un largo paréntesis. se rompe toda comunicación con la cultura europea de raíz liberal. imponiéndose una cultura oficial basada en la defensa de la ortodoxia (religiosa y política), e imponiéndose. igualmente, la unidad y uniformidad ideológica de carácter «clerical-autoritaria»,(7) en la que no tiene cabida la libertad intelectual.

Desde principios de siglo dos fuerzas intelectuales opuestas habían actuado con particular fuerza en la sociedad española. Por una parte, la Institución Libre de Enseñanza, cuya base ideológica es el racionalismo, y que representa en el campo de la política un progresismo burgués, demócrata y republicano.(8) Y, por otra, la Iglesia católica, con una actitud esencialmente reaccionaria, antiliberal y antidemocrática, respaldadora de las clases dominantes y defensora a nivel político de la monarquía. La Institución Libre de Enseñanza influyó poderosamente en el último cuarto del siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX siendo impulsora de la renovación científica y pedagógica en España. Pero con el triunfo fascista en 1939 «se intentó aniquilar todas las organizaciones políticas e ideológicas de la clase obrera, así como de la burguesía liberal -por ejemplo la Institución Libre de Enseñanzaen España», adquiriendo cada vez más importancia la tendencia clerical-autoritaria.

De esta forma, junto al fuerte control y rígido dirigismo oficial (estatal y eclesiástico) que el nuevo régimen impone tras la guerra civil, se organizan fuertes acusaciones y persecuciones contra los intelectuales liberales, que eran considerados «cerebros nefandos y demoníacos de la antiespaña».(9) A los hombres de la Institución no les quedó más opción que «enmudecer» o marchar fuera de nuestras fronteras.

Uno de los factores que mayor repercusión ha tenido y sigue teniendo en nuestra cultura, fue la emigración en masa de una buena parte de nuestros principales intelectuales (filósofos, científicos, artistas, etc.) a consecuencia de la guerra civil y posterior consolidación del régimen de Franco. A ellos hay que unir los que no marcharon, pero quedaron en una situación que puede denominarse como de «exilio interior», ya que fueron totalmente marginados por la política cultural oficial, al no querer seguir las directrices que ella implantaba.

En resumen, la situación cultural en los años posteriores a la guerra civil es sumamente precaria. Hay que esperar, según J. L. Abellán,(l0) al año 1960, para que se inicie realmente un desenvolvimiento, «el despertar de nustra cultura». Desenvolvimiento cultural relacionado, a su vez, con el crecimiento económico en dicha década, provocado por las inversiones de capital extranjero, el turismo y las divisas de nuestros emigrantes. Todos estos factores van a tener una gran repercusión en todos los órdenes, y especialmente en el de la cultura. La ley de prensa e imprenta, es en este sentido, 1a medida liberalizadora más importante durante la década de los sesenta, y estimula un gran desarrollo de la industria editorial. Sin embargo, junto al aparente «aperturismo cultural» o superación del aislamiento cultural a que el régimen sometió al país, existe en contrapartida, la doble censura estatal y eclesiástica prohibiendo libros, prensa extranjera, cine, etc. Ello pone de manifiesto que, pese a estar alejados del modelo totalitario de los primeros años del régimen, subsistía no obstante el régimen dictatorial.

 La enseñanza en la España de Franco

Durante los años 1936-1939 se van formando muchos de los elementos ideológicos que, con más o menos nitidez, permanecerán luego durante cuarenta años. Entre ellos, se ha destacado, por sus inevitables influencias sobre la educación, «la aspiración inicial al totalitarismo político» que hasta 1945 no sería definitivamente descartado.(11)

Hasta 1945, el catolicismo jerárquico y la Falange será el basamento sobre el que se sustente el régimen. Ambas tendencias, en lo que respecta a la educación, van a coincidir en un «dirigismo educativo y cultural» que ha sido designado con el término de «nacional-catolicismo»; término éste que, en opinión de Ruiz Seco, representa «la versión ideológica de los intereses de la derecha vencedora»(12).

Como consecuencia de esta concepción política-religiosa, la educación va a ser sometida a un proceso de desmantelamiento de los valores ideológicos (liberales y socialistas) que defendía la II República. Era, pues, lógico que el primer objetivo del nuevo gobierno fuese el de la depuración ideológica de los distintos elementos del sistema educativo republicano. Este era el objetivo de la orden ministerial de 4 de septiembre de 1936, según la cual sólo deberían subsistir «aquellos libros que respondan a los principios de la religión y la moral cristiana y exalten el patriotismo»; de la «ley de represión de la masonería y el comunismo», promulgada en marzo de 1940; Y de otras numerosas disposiciones sobre depuración de funcionarios, que modificaron los cuerpos docentes en España a todos los niveles.

Sentadas las bases de la depuración de todos los elementos del sistema educativo republicano, las orientaciones académicas dadas fueron reafirmando más los valores ideológicos del nuevo Estado, como podremos comprobar a través de las distintas reformas introducidas en la enseñanza a todos sus niveles. Centramos la atención en los dos niveles que más nos interesan: la enseñanza media y la universitaria.

La ley de 1938 sobre la reforma de la segunda, enseñanza

Con Pedro Sáinz Rodríguez al frente del Ministerio de Educación, el nuevo Estado inicia en 1938, por orden 20 de septiembre, la reforma legislativa de la segunda enseñanza.

El Estado Nacional, contrariamente a la tradición liberal que ve en el bachillerato «una prolongación de la enseñanza primaria y un elemento fundamental para la formación del hombre como ciudadano responsable»,(13) impregna a esta enseñanza de un fuerte carácter elitista, «instrumento más eficaz para, rápidamente, influir en la transformación de la sociedad y en la formación intelectual y moral de sus futuras clases directoras».(14) El bachillerato es considerado sólo como un nivel preparatorio para la Universidad. El bachillerato que de esta reforma surge y que se mantiene hasta 1953, comprenderá un examen de ingreso, siete cursos y un examen de Estado organizado por la Universidad. La lengua latina, la lengua griega, la religión y el idioma recibirán un fuerte impulso.(15)

Una serie de factores, y entre ellos la escasez de recursos, produjo en la primera década de los años cuarenta un notable descenso de la enseñanza estatal y un progresivo desarrollo de la enseñanza privada, principalmente de la impartida por las órdenes religiosas. Así por ejemplo en 1931 el porcentaje de estudiantes de bachillerato en establecimientos privados era el 28,9 %, mientras que en 1943 asciende al 70,7 %; por otra parte, el número de institutos en 1939 era de 113, mientras que en 1959 el número asciende solamente a 119.(16)

 Ley de 1943 sobre la ordenación de la Universidad

La ley de 29 de julio de 1943 que regula la ordenación de la Universidad española es, con toda probabilidad, «el máximo exponente de la exaltación ideológica en materia educativa».(17) La Universidad se concibió como corporación de profesores y alumnos con una estructura vertical en la que el Sindicato Español Universitario (S.E:U.) era el único portavoz de los intereses estudiantiles. La Universidad franquista, surgida tras la ley de ordenación Universitaria, se va a caracterizar, entr~ otros, por dos rasgos fundamentales:

a) Su carácter confesional. La Universidad es coronada por una aureola mística, en ella impera un profundo sentimiento religioso; .en la presentación hecha por el ministro de Educación a esta ley, dice así:

«La Ley, además de reconocer los derechos docentes de la Iglesia en materia universitaria, quiere ante todo que la Universidad del Estado sea católica [...] La nueva Universidad surgida del nuevo régimen el Estado le confía una empresa espiritual [...], se pretende que el joven se haga más instruido y más perfecto en virtudes por medio de la sana doctrina.» (18).

b) El carácter político, que puede comprobarse leyendo los textos justificativos de la citada ley promulgada por Ibáñez Martín

«La caída de la monarquía precipitó aún más la catástrofe de nuestros centros de cultura, y la República lanzó a la Universidad por la pendiente del aniquilamiento y desespañolización, hasta el punto de que brotaron de su propia entraña las más monstruosas negaciones nacionales [...] La Ley, en todos sus preceptos y artículos, exige el fiel servicio de la Universidad a los ideales de la Falange, inspiradores del Estado, y vibra al compás del imperativo y del estilo de las generaciones heroicas que supieron morir por una Patria mejor [...] »AI acometer esta empresa de transformación cultural y educativa se realiza la más fecunda e imperiosa consigna de la Revolución Nacional exigida por la sangre de los que supieron morir en acto de servicio y por la noble pasión de los que quieren ahora servir también con su vida a los supremos destinos de España.» (19).

En resumen podemos decir que en el período comprendido entre los años 1939 y 1951, siendo ministro de Educación Ibáñez Martín, la enseñanza entró en una larga fase estacionaria, caracterizada por un fuerte dogmatísmo (político y religioso), un clasicismo muy acentuado y por sus caducos métodos pedagógicos.

La polítíca educativa del ministerio Ruiz Giménez (1951-56)

En el año 1951 Ibáñez Martín fue sustituido en el Ministerio de Educación por Ruiz Giménez, antiguo militante y presidente de las juventudes católicas en la preguerra. Ruiz Giménez frenará la acción del Opus Dei que tanta importancia tuviera en el ministerio anterior, e implantará una política de liberalización intelectual y universitaria; su ministerio fue, en palabras de José Luis Aranguren, «la única genuina esperanza de apertura brindada por el sistema»(20)

Bajo este ministerio se dicta la ley de 26 de febrero de 1953. referente a la ordenación de la enseñanza media, que establece la política educativa a seguir. En dicha ley el nacionalismo exaltado tiende a disminuir, no ocurriendo lo mismo con la confesionalidad de la enseñanza que se verá más reforzada con la firma del Concordato en este mismo año. La nueva ley, además de abolir la de 1938, introducía una división del bachillerato en elemental (cuatro cursos) y superior (dos cursos), seguido del curso preuniversitario, necesario para el acceso a la Universidad; esta división del bachillerato contribuyó a generalizar la enseñanza hasta los catorce años.(21)

Une serie de acontecimientos que se dieron cita en el año 1956, principalmente en el ámbito económico, unido a las agitaciones estudiantiles en pro de un congreso libre de estudiantes, abrió una profunda crisis en la educación y la cultura española. A raíz de estos acontecimientos Ruiz Giménez fue sustituido de su cargo por Jesús Rubio.

El ministerio de Rubio García-Mina (1956-1962)

Jesús Rubio, catedrático de Derecho Mercantil, que sustituyó en el Ministerio de Educación a Ruiz Giménez, volvió a la primera etapa cerrada y de «mano dura» que protagonizó Ibáñez Martín. Pese a su política de dureza, los incidentes universitarios se hicieron cada vez más frecuentes durante su período ministerial que duraría hasta el año 1962 en que fue sustituido por Manuel Lora Tamayo.

El ministerio Rubio centrará su atención en la reforma de las enseñanzas técnicas. En el ámbito de la enseñanza media, el número de alumnos matriculados en este nivel inicia un aumento progresivo, como muestra de la superación de la etapa de la autarquía y comienzo de la lenta recuperación económica, fenómeno éste puesto más claramente de manifiesto en el ministerio siguiente. Y, en el ámbito universitario, comienza a perfilarse ya lo que más tarde se llamará «problema universitario».

El ministerio de Lora Tamayo (1962-1968)

Básicamente los años sesenta coinciden con el ministerio de Lora Tamayo, catedrático de Química Orgánica y cuya afinidad y simpatía por el Opus Dei hizo aumentar notablemente, durante su ministerio, la penetración de éstos en la enseñanza. Bajo su ministerio y pese a su línea «opusdeísta» se inicia una segunda fase de intento de liberalización del sistema, una apertura en el campo de la cultura y de la prensa muy en particular.

Una serie de acontecimientos tales como inversiones de capital extranjero, turismo, remesas de emigrantes, etc., van a producir en esta década un espectacular crecimiento económico cuya repercusión en la educación se traduce en la «explosión escolar» particularmente significativa en la enseñanza media -como parcialmente puede verse en el cuadro 1-. El Ministerio hará frente a la expansión del alumnado, en opinión de Manuel de Puelles, mediante una política de construcciones escolares siempre insuficientes; y de otra. mediante una política de contratación masiva de profesorado principalmente en la enseñanza media y en la universitaria que produjo un grave problema de inestabilidad en el empleo de este personal. Estos problemas no serán resueltos con el ministerio Villar Palasí. sino que se agravarían aún más al tratar de implantarse la reforma educativa preconizada por la ley general de Educación.


 Fuente: Secretaría General Técnica del M.E.C. e Instituto Nacional de Estadística.

Ley general de Educación

La política educativa de Villar Palasí (1968-73) va a estar orientada, fundamentalmente, a la solución del problema universitario. Esta prioridad es lógica, pues como bien señala Manuel de Puelles, «la Universidad desde 1956 se había convertido en un problema político con graves y continuas alteraciones de orden público».

Convencido el equipo ministerial que encabezaba Villar Palasí, de que el problema universitario no era algo aislado. sino derivado de los graves defectos del sistema educativo español. elaboraron en 1969 el célebre Libro Blanco de la Educación, con la finalidad de informar a la opinión pública de los principales problemas del sistema educativo español, y que conduciría a la reforma educativa como solución a esos problemas.

Consideramos de interés, respecto a la ley general de Educación, y para simplificar, mencionar lo siguiente:

a) que la ley general de Educación, que condujo a la reforma educativa, introduce importantes modificaciones en la educación, pero dichas modificaciones esquivan los problemas fundamentales y mantienen la base del sistema intacto.

b) que muchas de las pretensiones u objetivos señalados por la ley general de Educación, no han sido llevados a la práctica ni resueltos hasta muy recientemente. Y, por último,

c) que pese a todas las justificaciones que de dicha ley quieran darse, el objetivo básico de la ley general de Educación fue conseguir la rentabilidad capitalista de la enseñanza. Rentabilidad entendida a tres niveles: financiera -en cuanto qué se limitaron las inversiones-; humana -a través de la gran especialización de los estudios-; y política -por el control ideológico-. No olvidemos que la práctica de esta reforma educativa dio lugar a múltiples problemas que condujeron a la gran huelga de la Universidad durante el curso 1974-75, huelga que en resumen vino a ser una negativa al régimen franquista y una lucha por conseguir la democracia en España.

Tras Villar Palasí se fueron dando cita en el Ministerio de Educación otros ministros: Julio Rodríguez, Martínez Esteruelas y Menéndez Menéndez, cuya incapacidad para hacer frente a la problemática estudiantil queda patente en sus cortos mandatos al frente del Ministerio.

En la actualidad -con el Ministerio desdoblado y al frente de ellos, Otero Novas en el de Educación y Luis González Seara en el de Universidad e Investigaciónexcepto pequeñas modificaciones introducidas por la actual débil democracia, la ley general de Educación sigue siendo, básicamente, la legislación vigente en la enseñanza, tanto a nivel de enseñanza media como universitaria.

La geografía española después de la Guerra Civil

La guerra civil y posterior triunfo franquista supuso en la ciencia geográfica, al igual que en las restantes disciplinas científicas españolas, un corte importante en su evolución;(22) así como el exilio de un gran número de intelectuales, entre los que se encontraban ilustres geógrafos que habían desempeñado una importante labor científica y pedagógica en los años anteriores a la guerra, y que continuaron su obra en el exilio; exilio de geógrafos no tan ilustres, algunos de ellos estudiantes de esta disciplina, pero que adquirirían, posteriormente, gran prestigio por la labor desarrollada en el país que los acogió; exilio de científicos que cultivaban disciplinas «afines» a la geografía (urbanistas, historiadores, etc.); y, por último, exilio de un gran número de educadores de la ciencia geográfica identificados con las ideas de la Institución Libre de Enseñanza. El país más beneficiado por la emigración de educadores y científicos republicanos fue México. A él acudieron, y en él desarrrollaron una extraordinaria labor pedagógica, un gran número de profesores de geografía, entre ellos: Luis Castillo Iglesias, Felipe Guerra Peña, Leonardo Martín Echevarría, Carlos Sáenz de la Calzada, por citar algunos. Entre los que se instalaron fuera de México destacamos a: Gloria Giner de los Ríos, Angel Rubio, César de Madariaga Rojo, Pablo Vila Dinarés, entre otros.(23)

Después de la guerra, el Estado emprende una labor de reconstrucción cultural del país fuertemente controlada y dirigida, asignando a la geografía -como a la historia-, un importante papel ideológico, siendo por ello por lo que esta ciencia recibirá, a partir de 1940, un fuerte apoyo y fomento desde el Gobierno, que no recibirán otras ciencias sociales.

El apoyo y fomento que la geografía recibirá del nuevo Estado va dirigido tanto a la enseñanza como a la investigación. Desde el punto de vista de la docencia, la geografía fue mantenida como asignatura en la Enseñanza Media, en las Escuelas de Grado Medio y Superior (Escuelas de Comercio, Escuelas Normales de Magisterio, etc.) (24) y en las Facultades Universitarias se crearon nuevas asignaturas y cátedras de Geografía en las Facultades de Filosofía y Letras y de Geografía Física en las Facultades de Ciencias. Y, dentro de lo que podríamos llamar vertiente investigadora, fue creado el Instituto «Juan Sebastián Elcano»,(25) dentro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, organismo que desempeñará un importante papel en el desarrollo de la geografía universitaria.

Entre las razones por las que el nuevo régimen ofrece apoyo a la geografía las hay de carácter cultural y científico, pero también puede interpretarse este apoyo en relación con «el papel ideológico asignado a esta ciencia por los programas de enseñanza elaborados en toda Europa por la clase dominante desde finales del siglo XIX».(26)

Las ciencias sociales y especialmente la geografía y la historia han desempeñado un importante papel como portadoras de «ideologías nacionalistas». y han contribuido, igualmente. a «exaltar el espíritu patriótico» a través de las descripciones orientadas sobre el propio país. De esta forma los programas de estudios geográficos fueron fuertemente controlados y censurados. desapareciendo de ellos los temas y enfoques que no coincidían con la política oficial vigente.

En 1939 fue creado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. surgiendo como heredero. pero al propio tiempo como contrarréplica ideológica. de la famosa «Junta para Ampliación de Estudios» de inspiración liberal-constitucional. Este organismo nace con la finalidad de fomentar. orientar y coordinar la investigación científica nacional; estando desde su primer momento condicionado y orientado desde una concepción política e ideológica de carácter predominantemente católico conservador. En 1945 la revista «Arbor» se convirtió en órgano oficial del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. y comandada por hombres del Opus Dei, va a emprender una gran lucha con los falangistas liberales de la revista «Escorial». El panorama político-intelectual, en estos años, es definido por Elías Díaz de la forma siguiente:

Frente a la línea política e intelectual abierta de "Escorial" y a la mayor influencia falangista-liberal en la Universidad, "Arbor" y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas congregan en torno a sí a algunos sectores de la vieja militancia católica que explícitamente se reclaman de las p;)siciones políticas y doctrinales de la filosofía de la contrarrevolución.» (27).

En el año 1940 fue creado el Instituto «Juan Sebastián Elcano». dentro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Sección o Instituto dedicado especialmente a la ciencia geográfica.(28) El Instituto Elcano cuenta con la revista «Estudios Geográficos» como órgano a efectos de proyección exterior. Su primer número apareció en 1940. siendo desde entonces la revista más importante de la geografía española. sustituyendo en prestigio a la que fuera su antecesora en importancia. el «Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid». «Estudios Geográficos» recoge un gran número de artículos de investigadores. tanto de geógrafos como de los que tienen cierta vinculación con alguna de las especialidades próximas a la geografía (geólogos, arqueólogos. historiadores, etc.); al principio abundaban los artículos vinculados a otras ciencias. pero poco a poco los artículos fueron más específica mente geográficos.(29)

Junto al Instituto «Juan Sebastián Elcano» y también dentro del C.S.I.C., se creó el Instituto de Estudios Pirenáicos, otro germen importante para la geografía española, con sede en Zaragoza y posteriormente en Jaca. Su órgano de expresión al exterior desde 1944 fue la revista «Pirineos», de carácter interdisciplinario pero con abundantes estudios geográficos.

En el decenio 1950-1959, surge una nueva revista: «Geographica», que comenzó su publicación en Zaragoza en 1954, editada por el Departamento de Geografía Aplicada del Instituto Elcano; nació con el propósito de ser una revista informativa y docente, ante todo. Con esta nueva revista las aportaciones a la ciencia geográfica se vieron acrecentadas. Su distribución temática y línea geográfica es similar a «Estudios Geográficos», aunque preocupándose por introducir nuevas perspectivas, como la geografía aplicada. En la década de 1960-1970 fueron apareciendo otras revistas universitarias «<Cuadernos de Geografía», de Valencia; «Revista de Geografía», de Barcelona; «Papeles del Departamento de Geografía», de Murcia; «Cuadernos de Geografía», de Granada, por citar algunas) que han dado a la geografía española una cierta diversidad y son prueba del desarrollo alcanzado por esta comunidad.
 

 EL ACCESO A LA COMUNIDAD DE GEOGRAFOS

Los geógrafos forman una comunidad científica distinta a la de los geólogos, oceanógrafos, historiadores, ingenieros, etc. Esta comunidad, al igual que todas las comunidades científicas, una vez institucionalizada «segrega sus propias normas y sistemas de valores, que se convierten en el elemento cohesionador y estabilizador de la misma».(30)

Para estudiar el acceso a la comunidad de geógrafos españoles durante el franquismo -concretamente en la Universidad y en los Institutos Nacionales de Enseñanza Media hemos de partir de un hecho evidente: el que los geógrafos desarrollan su actividad profesional, esencialmente, en la enseñanza; es decir, la «salida» profesional más importante, por no decir la única, del geógrafo en España es la docencia.

En este sentido se hace necesario conectar la enseñanza de la geografía con el planteamiento general del sistema educativo imperante en este momento histórico. En efecto, en la década de los sesenta se produce en España la gran expansión de las cifras de alumnos matriculados, producida en la gran mayoría de los países europeos en la década de los cincuenta, siendo particularmente significativa en la enseñanza media y, consecuentemente, también en la Universidad; así por ejemplo, en el bachillerato, de 564.111 alumnos matriculados en el curso 1961-62 se pasa a la cifra de 1.207.006 en el curso 1968-69; en la Universidad, el número de alumnos matriculados en el curso 1961-62 es de 81.721, mientras que el curso 1968-69 registra una matrícula de 176.428 alumnos.(31)

Dentro de la actividad docente hay que distinguir entre los profesores que acceden a la enseñanza a través de oposición, profesores numerarios (P.N.) y los que son nombrados «a dedo», conocidos hoy con el nombre de profesores no numerarios (P.N.N.). Nuestro estudio va referido a los primeros; de ahí la necesidad de hacer un planteamiento general en donde sean analizados los apartados siguientes:

-El acceso al profesorado

-Nombramiento y composición de los tribunales de Universidad e Instituto Nacional de Enseñanza Media.

-Condiciones para tomar parte de las oposiciones a cátedra, agregaduría y adjuntía en Universidad e Institutos N.E.M.

El acceso al profesorado durante la mayor parte del período que nos ocupa ha estado, fundamentalmente, controlado, de forma tal que se pudiera seleccionar ante todo aquellas personas que respondieran al «patrón ideológico» impuesto por el nuevo régimen.

La Ley Ministerial del 25 de Agosto de 1939 pone de manifiesto de qué forma y quiénes accedían a las vacantes; dice textualmente:

«Terminada la Guerra Civil, en marcha España hacia una vida normal de paz y de trabajo [...] no tiene ya razón de ser la suspensión de toda clase de oposiciones y concursos [...], en su virtud dispongo:

Artículo 1.° El 80 por ciento de las vacantes existentes el 18 le Julio o producidas desde esa fecha [...] se anunciarán a concurso-oposición con carácter restringido para:
Mutilados.

Ex combatientes.

Ex cautivos.

Personas de la familia de las víctimas de la guerra.

(...)

Artículo 3.° Dentro de cada cuerpo, la distribución de las vacantes se hará en las siguientes proporciones:

20 por ciento para mutilados. 20 por ciento para oficiales provisionales o de complemento que hayan alcanzado, por lo menos, la Medalla de la Campaña o reúnan las condiciones que para su obtención se precisa.

20 por ciento restante para ex combatientes que cumplan el mismo requisito que los anteriores.

10 por ciento para ex cautivos por la Causa Nacional que hayan luchado con las armas o que hayan sufrido prisión en las cárceles o campos rojos durante más de tres meses, siempre que acrediten su probada adhesión al movimiento desde su iniciación y su lealtad al mismo durante el cautiverio.

10 por ciento para los huérfanos y otras personas económicamente depen-dientes de las víctimas nacionales de la guerra y de los asesinados por los rojos.

El 20 por ciento restante quedará para la oposición o concurso no restringido. ..

Artículo 5.° Dentro de los cupos asignados en el Art. 3.° para resolver los empates que surjan en las calificaciones definitivas de los ejercicios y. determinar un orden de preferencia entre los concursantes, se tendrá presente las siguientes escalas:

a) Los Caballeros de la Cruz de San Fernando o Medalla Militar. b) Haber obtenido mayores recompensas militares.

c) La mayor permanencia en unidades de combate destinadas a primera línea.

d) En igualdad de condiciones, el que ostente mayor empleo o categoría militar, y, en su defecto, la mayor edad.

e) Entre .los ex cautivos, el mayor tiempo de prisión.

f) Entre los huérfanos y familia de muertos por la causa serán preferidos los que tengan a su cargo mayor número de personas (32).

Podemos deducir de esta ley quiénes accedían a las vacantes que dejaron los republicanos, a consecuencia del triunfo franquista. Ello no dejaría de tener consecuencias negativas también en la calidad de la enseñanza, ya que el Ministerio de Educación se vio igualmente afectado por la citada ley.

El acceso al profesorado en la Universidad

Cátedras. Por la ley de ordenación de la Universidad española (1943), el ingreso al Cuerpo de Catedráticos Numerarios de Universidad se realizaba por oposición directa y concurso de traslado, de forma alternativa, entre los catedráticos de la misma asignatura.(33) Esta normativa dictada bajo el primer ministerio franquista, Ibáñez Martín, permanecerá sin reformas durante tres ministerios más: Ruiz Giménez, Rubio y Lora Tamayo. En e) año 1970, a raíz de la reforma educativa llevada a cabo por Villar Palasí, el acceso a dicho Cuerpo se efectuaba mediante concurso de méritos entre profesores agregados de Universidad: las plazas que no pudieran ser provistas de la forma dicha, pasaron a cubrirse mediante concurso-oposición libre entre doctores que habían ejercido la docencia o la investigación y seguido los correspondientes cursos en los Institutos de Ciencia de la Educación.(34)

Agregadurías. El Cuerpo de Profesores Agregados de Universidad fue creado en el año 1965, debido al gran incremento del alumnado en las Universidades, que exigía un aumento del profesorado no sólo cuantitativamente, sino también cualitativamente. Es una categoría intermedia entre la de catedrático ordinario y profesor adjunto. Desempeña funciones docentes, examinadoras y de investigación, pudiendo formar parte de toda clase de tribunales de examen y estando sometidos a un régimen de completa dedicación.

El acceso al mismo se realizaba hasta la reforma educativa de Villar Palasí, mediante concurso-oposición.(35) A raíz de la ley general de Educación su ingreso pasó a realizarse de la forma siguiente: Un 50 por ciento mediante concursooposición entre profesores adjuntos; juntamente con éstos podían concursar, en materia, forma y condición que expresamente era determinada, los catedráticos de Bachillerato y de Escuelas Universitarias. Y el 50 por ciento restante, mediante concurso-oposición libre, entre doctores que habían seguido los correspondientes cursos en los Institutos de Ciencia de la Educación.(36)

Adjuntías. Pese a que la ley de ordenación de la Universidad española (1943) recogía en su Art. 62, la existencia del Cuerpo de Profesores Adjuntos de Universidad, este nivel docente no entrará en funcionamiento hasta el año 1946. Los profesores adjuntos podían sustituir en las explicaciones teóricas al titular de la cátedra durante sus ausencias y encargarse de una parte de la asignatura, bajo la dirección del mismo y previa comprobación del Decano.

El acceso a este Cuerpo tras la ley de ordenación de la Universidad española (1943) se realizaba mediante concurso-oposición entre doctores y propuesta rectoral al Ministerio de Educación Nacional que hacía el nombramiento por cuatro años.(37) En 1970 la ley general de Educación establecía su ingreso, igualmente, mediante concurso-oposición entre doctores, pero que hubiesen desempeñado, al menos durante un año, funciones como profesores ayudantes de Universidad o realizado tareas de investigación o docencia en las Escuelas Universitarias, Institutos Nacionales de Bachillerato y otros centros que eran determinados y que hubieran seguido cursos en los Institutos de Ciencia de la educación.(38) En el Cuerpo de Profesores Adjuntos de Universidad pudieron integrarse e~ un primer momento todos los profesores que poseían el título de Doctor y más de cinco años de antigüedad. Después de ese ingreso, todos los posteriores se realizaron mediante el concurso-oposición establecido.
 

El acceso al profesorado en los Institutos Nacionales de Enseñanza Media

Cátedras. En 1940 las plazas vacantes en los Institutos N.E.M, a este Cuerpo eran provistas en sucesivos concursos de traslado entre catedráticos numerarios no inhabilitados para ejercer este derecho. Tras los resultados de este concurso, las plazas eran provistas en un 50 por ciento mediante oposición restringida entre profesores de Instituto local, encargados de curso, profesores auxiliares y licenciados o doctores con premio extraordinario, y el otro 50 por ciento, mediante oposición libre.(39) El ingreso en el escalafón de catedráticos por la ley de ordenación de la Enseñanza Media, realizada en el año 1953, requería pruebas de aptitud y cursos o prácticas de perfeccionamiento, pruebas a las que sólo podían concurrir los doctores o licenciados en Filosofía y Letras; dichas pruebas eran teóricas y prácticas, realizándose la provisión de vacantes por oposición o concurso de traslado.(40) Con la reforma educativa (1970) el acceso al Cuerpo de Catedráticos de Bachillerato se efectúa, en un 50 por ciento. mediante concurso de méritos entre profesores agregados del mismo nivel ingresados por concurso-oposición y, en la mitad restante. mediante concursooposición entre licenciados universitarios que habían seguido los correspondientes cursos en los Institutos de Ciencias de la Educación. excepto aquéllos que hubiesen seguido la especialidad de Pedagogía en sus estudios universitarios.(41)

Adjuntías. El Cuerpo de Profesores Adjuntos Numerarios de Instituto. fue creado al amparo de lo dispuesto en la ley de ordenación de la Enseñanza Media,(42) encomendándoles la misión de sustituir a los catedráticos en los desdoblamientos de clases, en las ausencias y en las vacantes, y cooperar en los servicios docentes y pedagógicos que les eran encomendados.

El acceso al citado Cuerpo se verificaba, según lo dispuesto en la Ley del 26 de Febrero de 1953, por oposición o por concurso de traslado entre licenciados en Filosofía y Letras.(43) Con la reforma educativa y bajo la nueva denominación de profesores Agregados de Bachillerato, el acceso pasó a realizarse mediante concurso-oposición entre licenciados universitarios que habían seguido los correspondientes cursos en los Institutos de Ciencia de la Educación, excepto los que siguieron la especialidad de Pedagogía en la Universidad.(44)

Nombramiento de los tribunales de Universidad e Instituto Nacional de Enseñanza Media

Los aspirantes a los distintos Cuerpos de Universidad e Instituto Nacional I de Enseñanza Media debían probar su aptitud ante un tribunal mediante la realización de unas pruebas. De aquí que el estudio referido a los tribunales de Universidad e Instituto N.E.M. tenga una gran importancia, ya que, en definitiva, son los miembros de los tribunales examinadores quienes controlan el acceso a los distintos Cuerpos.

A continuación es nuestra pretensión hacer un análisis, a nivel general, del procedimiento seguido para la designación de los tribunales, así como su composición a lo largo del período franquista. No incluimos, al igual que en el apartado anterior, un estudio pormenorizado a cada uno de los Cuerpos por razones obvias de espacio.

Podemos distinguir tres etapas en el método empleado para nombrar los componentes de los tribunales que juzgarán las oposiciones de acceso a los distintos Cuerpos -Cátedra, Agregaduría y Adjuntíaen Universidad e Instituto N.E.M., en el período comprendido entre los años 1939-1979.

En la primera etapa (1939-1951), coincide con el ministerio Ibáñez Martín, los tribunales eran nombrados «a dedo». Es decir, los cinco miembros -un presidente (45) y cuatro vocales- eran nombrados directamente por el ministro de Educación Nacional, posteriormente denominado de Educación y Ciencia.(46) De esta forma el control ideológico del profesorado quedaba asegurado, y salvaguardados los «Sagrados Principios de la Patria» que tanto preocupaban al por entonces ministro de Educación, Ibáñez Martín, el cual llegaba a declarar lo que sigue:

«Ha de ser empeño del nuevo estado impedir que las actividades científicas puedan en ningún caso ser instrumento perverso contra los Sagrados Principios de la Patria.» (47).

En la segunda etapa, a partir de 1951, el nuevo ministro de Educación Nacional Ruiz Giménez pone en vigor el sistema de rotación para el nombramiento de los tribunales, procedimiento ya existente anteriormente y que el régimen franquista abolió. De esta forma, tres miembros (vocales) del tribunal eran designados automáticamente por turno de rotación en el orden de antigüedad en el escalafón. Este se consideraba, a dichos efectos, dividido en tres partes iguales, de cada una de las cuales era designado un vocal. Los otros dos miembros del tribunal eran nombrados: uno (el presidente), directamente o personalmente por el ministro de Educación Nacional; y otro (vocal), designado por el ministro, a propuesta, en terna, del Consejo Nacional de Educación. Simultáneamente, y de la misma forma, se designaban los tribunales suplentes.(48)

En el caso de que no hubiera número suficiente de catedráticos para la designación automática por los turnos de antigüedad, se designaban para completar el número de vocales titulares y suplentes que faltaban a catedráticos de asignaturas análogas, siguiendo el mismo turno de antigüedad. Si no había catedráticos de asignaturas análogas, el ministro designaba los jueces que faltasen de entre personas competentes en la materia a propuesta, en terna, del Consejo Nacional de Educación.(49)

Una tercera etapa se inicia con las medidas aprobadas en 1975. Esta tercera y última etapa introduce en el nombramiento de los tribunales el sistema de sorteo para el nombramiento de todos los miembros, exceptuando el presidente -que continúa siendo designado por el ministro de Educación y Ciencia. Este sistema introduce una serie de ventajas como es la de dar opción a todo el profesorado ya integrado en la Universidad, Instituto de Enseñanza Media u otros centros, para formar parte de los tribunales, asegurándose la necesaria rotación de personas, y, por otra parte, garantiza una mayor objetividad y rigor en el sistema de selección del profesorado. De todas formas no hay que olvidar que las oposiciones realizadas con los sistemas anteriores pudieron ser aprovechados por determinados grupos para formar tribunales que les beneficiaran y de esta forma introducir a sus miembros en la Universidad. Así estos grupos se encuentran también ahora estadística mente favorecidos, pues existe la probabilidad de que en el sorteo pueda salir el número suficiente de ese grupo para poseer mayoría e imponer a su candidato.

Según estas nuevas normas, en el sorteo para el nombramiento de los tribunales participan todos los profesores que se encuentran en situación de servicio activo, de supernumerario o en excedencia especial. La relación de posibles miembros de los tribunales se divide antes del sorteo por mitades, cuando son dos o cuatro vocales a designar; y por tercios, cuando el número de vocales es de tres o de seis, designándose a los componentes del tribunal en proporción a dichas divisiones. En caso de que no existan titulares de la misma disciplina en número suficiente para constituir el tribunal, los vocales que no hubieran sido designados lo serían por sorteo entre profesores de los mismos Cuerpos, pero de disciplina análoga a aquella que fuera objeto de la oposición o concurso-oposición. De idéntica forma son nombrados los presidentes y vocales suplentes.(50)

Composición de los tribunales de Universidad e Instituto Nacional de Enseñanza Media

Los tribunales para juzgar el acceso a los distintos Cuerpos de Universidad e Instituto N.E.M., presentan una composición poco uniforme a lo largo de todo el período objeto de nuestro estudio. Como ya hemos apuntado, los tribunales están constituidos, generalmente, por un presidente y cuatro vocales, en calidad de titulares, y por un presidente y cuatro vocales, en calidad de suplentes; si bien existen tribunales en que el número de vocales es reducido a dos, y tribunales -a partir del año 1975- en que dicho número es aumentado a seis. Este aumento del número de vocales a seis después de 1975, no se puede decir que se haya hecho de forma extensiva a todos los tribunales, sino que, por el contrario. se van intercalando la composición de tribunales con cuatro vocales, que incluso son mucho más frecuentes, y la composición de los mismos con seis vocales. Seguramente ello está en relación con la fecha de convocatoria del concurso-oposición.

El presidente es la persona clave y central del tribunal. A él se le encomienda no sólo la función de coordinar sino también la de cuidar de que se cumplan todos los requisitos exigidos para las oposiciones. Los vocales colaboran con el presidente y de entre ellos se elige el secretario, recayendo esta función sobre el más joven.

Según la orden ministerial de 27 de octubre de 1948, los cargos de presidente y vocales de tribunales eran obligatorios. La renuncia de los mismos tenía que ser justificada, expresándose por escrito sus motivos. El presidente que quería renunciar a ejercer su función lo debía comunicar al Ministerio, el cual, si el tribunal no se hubiese llegado a constituir, podía designar nuevo presidente y, en caso contrario, encomendaba al suplente que se hiciese cargo de la presidencia. Los vocales que, igualmente, renunciaban tenían que ponerlo en conocimiento del presidente del tribunal por escrito, y éste designaba al vocal suplente respectivo. Sólo en caso de que renunciase el suplente respectivo, se designaba al primero de los que se encontraban en la relación de vocales suplentes, o, en su defecto, al segundo, y así sucesivamente. Las sustituciones no podían hacerse nunca después de comenzados los ejercicios. Cuando la renuncia de un vocal se producía en fechas que por la proximidad del comienzo de los ejercicios no podía acudir el suplente designado, el presidente podía suspender hasta diez días el primer ejercicio de la oposición.(51)

Los opositores a partir del año 1944 podían interponer el recurso de agravio (establecido en la ley 18 de marzo de 1944), contra la orden ministerial de designación del tribunal; así como protestar de cualquier acto posterior a la constjtución del tribunal que falte a las disposiciones del reglamento existente referente a estas cuestiones.
 

Condiciones para tomar parte de las oposiciones a catedra, agregaduria y adjuntia en universidad e instituto nacional de enseñanza media

Para comprender la importancia de este apartado conviene tener presente lo ya señalado, referente al fuerte control y dirigismo oficial de la cultura por parte del estado franquista. No hay que olvidar sin embargo que ese control y dirigismo oficial de la cultura no fue igual ni tuvo la misma intensidad en todo el período 1939-1979, destacándose, globalmente, una progresiva suavización conforme se avanza en el tiempo.

Como hemos podido comprobar, la cultura oficial que el régimen franquista impuso -principalmente en las primeras etapa5-, no se caracterizaba, precisamente, por una enseñanza libre y racional. Muy al contrario, esta enseñanza fue supeditada a los intereses políticos del nuevo régimen, convirtiéndose en un instrumento más para conseguir sus propios fines políticos. De aquí que se tenga tanto interés en la selección de los futuros docentes.

Para poder tomar parte en cualquier oposición o concurso-oposición, que daría el acceso al Cuerpo de Docentes -Catedráticos, Agregados y Adjuntos de Universidad e Instituto N.E.M.-, en la España de Franco, se exigen unoS requisitos muy concretos. Estas condiciones hacen referencia -según hemos podido deducir de toda una serie de decretos, leyes y órdenes ministeriales dictadas entre 1939 Y 1979a tres puntos fundamentales:

A aspectos administrativos Y académicos, tales como: La presentación del título académico exigible -el de doctor en Filosofía y Letras para opositar a cualquiera de los Cuerpos en Universidad (52) Y el de licenciado en la misma Facultad para Institutos N.E.M.(53)

Experiencia docente e investigadora, de dos años,(54) rebajada a uno a partir de 1975,(55) para opositar a cátedra de Universidad; tres cursos completos (56), para agregaduría de Universidad; de un año (57) para adjuntía de Universidad; y un período de prácticas de catorce meses,(58) rebajado a doce en 1979,(59) o estar en posesión del C.A.P. (Certificado de Aptitud Pedagógica) (60) para opositar a cátedra y agregaduría de Instituto. Trabajos científicos realizados.(61) Licencia del Ordinario o la autorización diocesana, cuando se trata de eclesiásticos.(62) Abonar derechos de exámenes.(63)

Requisitos inherentes a la persona del opositor, tales como: la edad -en un principio la edad mínima exigible para opositar a cualquiera de los Cuerpos en Universidad e Instituto N.E.M. era la de 23 años cumplidos,(64) requisito que será rebajado a los 21 a finales de la década de los cincuenta,(65) durante el ministerio Ruiz Giménez, y a los 18 en 1975,(66) siendo ministro de Educación y Ciencia Martínez Esteruelas. Nacionalidad -el ser español, requisito primero y fundamental en todas las oposiciones del territorio nacional a lo largo de todo el período.(67) Las condiciones físicas y psíquicas -imprescindible el no padecer enfermedad infecto-contagiosa, ni defecto físico o psíquico que inhabilite para el servicio.(68)

3. Exigencias ideológicas y políticas, tales como: «Certificado del acuerdo referente a su depuración o del estado del expediente reglamentario si está en curso, o documentos que garanticen su adhesión al Glorioso Movimiento Nacional».(69) La firme adhesión a los Principios Fundamentales del Estado, acreditada mediante certificación de la Secretaría General del Movimiento».(70) «Estar depurado favorablemente, cuando se trate de solicitantes que en el 18 de julio del 36 ostentaran la condición de funcionarios públicos».(71) «La presentación de una declaración jurada de acatamiento y lealtad a los Principios Fundamentales del Movimiento Nacional»,(72) «No haber sido separado mediante expediente disciplinario del servicio del Estado o de la Administración Local ni hallarse inhabilitado para el ejercicio de funciones públicas».(73)
 

LOS TRIBUNALES PARA EL ACCESO AL PROFESORADO EN GEOGRAFIA (1940-1979)

Con este último apartado es nuestra pretensión poner de manifiesto quién o quiénes poseen el control en el acceso a los distintos Cuerpos de la Universidad y los Institutos Nacionales de Enseñanza Media, a las disciplinas de Geografía en la Universidad y de «Geografía e Historia» en los Institutos N.E.M. Para ello, analizamos la composición de los distintos tribunales que a lo largo del período 1940-1979 han sido nombrados para juzgar las oposiciones, concursos de traslado, y de acceso a cátedra, agregaduría y adjuntía en Universidad e Instituto N.E.M.

El material base para nuestro estudio procede del Boletín Oficial del Estado y responde a una pretensión muy ambiciosa en principio, pues deseábamos también incluir el análisis de la composición de los tribunales de acceso al profesorado en otros centros (Escuelas de Comercio, Escuelas de Magisterio, Institutos Técnicos, etc.), donde igualmente se imparte la disciplina geográfica. Pero, el esfuerzo exigido para localizar y elaborar la información nos ha obligado a reducir, por ahora, el ámbito del estudio.

Hemos centrado la atención en el análisis de unos pocos aspectos, tales como: el número total de profesores que han sido nombrados para formar parte en los tribunales que juzgarían el acceso a cátedra, agregaduría y adjuntía de Universidad e Instituto N.E.M.; la titulación que poseen dichos profesores que han formado parte en los tribunales calificadores en mayor número de ocasiones; el número de oposiciones celebradas y su distribución a lo largo del período. Cuestiones todas que nos permiten alcanzar una serie de conclusiones que, sin duda, serán matizadas por posteriores estudios.

Estimamos de interés hacer algunas consideraciones. Por razones de espacio solamente nos es factible presentar aquí un análisis global de todo el período histórico objeto a estudio, con la consiguiente pérdida de información. Las cifras aquí presentadas no son exhaustivas -admitimos la posibilidad de que falte algún tribunalpero las consideramos suficientemente representativas. Cuando hacemos referencia al total de nombramientos de los profesores en los distintos tribunales, incluimos las nominaciones de titularidad y suplencia, aunque cuando establecemos un orden de mayor a menor participación de los mismos, concedemos mayor importancia a las intervenciones como titulares que como suplentes. Y, por último, para señalar el número de oposiciones convocadas a los distintos Cuerpos de la Universidad e Instituto N.E.M., tomamos como punto de referencia el nombramiento del tribunal en el Boletín Oficial del Estado y no la convocatoria de la oposición.
 

 Tribunales de Universidad

Hemos de tener en cuenta que dentro de la estructura jerárquica de la Universidad, el Cuerpo de Catedráticos es la cúspide de esa estructura, generando un gran prestigio social y un gran poder profesional para los integrantes de dicho Cuerpo. Le siguen dentro de esa gran pirámide, como Cuerpo intermedio tanto en prestigio como en poder, los profesores agregados. Y en la escala más baja dentro de esa estructura jerárquica constituida por el Cuerpo de Numerarios de Universidad, los profesores adjuntos.

Esta estructura es digna de consideración en cuanto va a prestar una especial peculiaridad a tales tribunales, toda vez que confluyen en ellos muy diferentes intereses, no sólo en la formación de los mismos, sino también en los análisis objetivos y subjetivos llevados a cabo por los miembros de los tribunales a la hora de vetar o apoyar a un determinado aspirante a catedrático, agregado o adjunto.
 

Tribunales a cátedra de Universidad. 1940-1979

No existe uniformidad en las convocatorias de oposiciones al Cuerpo de Catedráticos de Universidad a lo largo de todo el período 1940-1979, sino que, por el contrario, existen períodos en que se convocan oposiciones anualmente, separados por uno, dos y hasta tres años seguidos en que no se convoca ninguna oposición. En total, entre 1940 y 1979 fueron convocadas aproximadamente unas 32 oposiciones, 25 en Facultades de Filosofía y Letras y 7 en Facultades de Ciencias; el mayor número de convocatorias lo presenta el año 1976 con 6 oposiciones, seguido de los años 1948, 1963, 1965, 1974 Y 1977 con dos cada uno (Cuadro 2). La concentración de oposiciones a partir de 1963 puede ponerse en relación con el aumento progresivo del alumnado a partir de la década de los sesenta, favorecido por el gran desarrollo económico que caracteriza a estos años en toda Europa y al que no es ajeno España.

El número total de profesores que han sido nombrados para formar parte en tribunales calificadores de acceso al Cuerpo de Catedráticos de Universidad del año 1940 a 1979, es !de 120, de los cuales 35 han intervenido en más de dos ocasiones y los 85 restantes en una o dos ocasiones.

La titulación de los profesores que han sido nombrados para formar parte en todos los tribunales calificadores de acceso al Cuerpo mencionado analizando tribunal por tribunal, es la siguiente: (74)

En Facultades de Filosofía y Letras:

231 profesores con título de Filosofía y Letras 20 profesores con título de Ciencias

1 profesor con título de otras Facultades (Derecho) 13 profesores con título sin identificar.

En Facultades de Ciencias (Cátedra de Geografía física): 69 profesores con título de Ciencias
2 profesores con título de Filosofía y Letras O profesores con título de otras Facultades. 3 profesores con título sin identificar.

 Los profesores que han sido nominados en más ocasiones a lo largo de todo el período en los tribunales a cátedra de Universidad son: Amando Melón, con quince nombramientos, cinco como presidente, nueve como vocal y una como vocal suplente; José Manuel Casas Torres, con veinte nominaciones, una como presidente, trece como vocal y seis como vocal suplente; Francisco Hernández-Pacheco de la Cuesta, con once, dos como presidente, cinco como vocal. tres como presidente suplente y una como vocal suplente; Manuel de Terán Alvarez, también con once, tres como presidente, tres como vocal, una como presidente suplente y cuatro como vocal suplente; Juan Vilá Valentí, once nombramientos, una como presidente, cuatro como vocal, tres como presidente suplente y tres como vocal suplente; Luis Salé Sabarís, diez nombramientos, uno como presidente, seis como vocal, dos como presidente suplente y uno como vocal suplente; y Eloy Bullón Fernández, seis nominaciones, cinco como presidente y una como vocal.
 

Tribunales a agregaduría de Universidad. 1966-1979

 El período comprendido entre los años 1966 a 1979, se caracteriza por presentar una gran uniformidad en las convocatorias de oposiciones al Cuerpo de Agregados de Universidad a lo largo de los 14 años; es decir, si exceptuamos los años 1976 y 1978 en los que no se celebró ninguna oposición, en los restantes años se convocaron siempre como mínimo una, destacándose el año 1977 con cinco convocatorias.

Teniendo en cuenta que el Cuerpo de profesores Agregados de Universidad fue creado en el año 1966 y que nuestro estudio incluye hasta abril de 1979, el número total de profesores que han sido nombrados para formar parte en los tribunales calificadores de acceso al Cuerpo de Agregados de Universidad es de 45, de los cuales 29 han sido nombrados en más de dos ocasiones y los 16 restantes en una o dos ocasiones. Esta proporción en nuestro estudio de nominaciones para tribunales es destacable, pues en ninguno de los otros casos -tribunales a cátedra y adjuntía de Universidad y tribunales a cátedra, agregaduría y adjuntía de Instituto E.M.-, el número de profesores nombrados en más de dos ocasiones supera al número de profesores con una o dos nominaciones.

Analizando globalmente el período, la mayor participación en los tribunales a este Cuerpo, al igual que para los tribunales al Cuerpo de Catedráticos de Universidad, la presentan los profesores siguientes: José Manuel Casas Torres, con veinte nombramientos, cinco como presidente, diez como vocal y cinco como vocal suplente; Juan Vilá Valentí, con diecisiete, tres como presidente, ocho como vocal, dos como presidente suplente y cuatro como vocal suplente; Manuel de Terán Alvarez. con dieciséis nombramientos, siete como vocal, tres como presidente suplente y cuatro como vocal suplente; Antonio López Gómez, con dieciséis, nueve como vocal, una como presidente suplente I y seis como vocal suplente; Jesús García Hernández, con once nombramientos, uno como presidente, seis como vocal y cuatro como vocal suplente; y Amando Melón, con nueve, seis como presidente y tres como presidente suplente.
 

Tribunales a adjuntía de Universidad. 1951-1979

Pese a que el Cuerpo de Profesores Adjuntos de Universidad fue creado en el año 1946 (75) hay que esperar al año 1958 para que se convoque la primera oposición a este Cuerpo (76) Conviene recordar que hasta la reforma de 1970 la plaza de profesor adjunto se adjudicaba para un período de cuatro años, prorrogable por otros cuatro; desde esa fecha, se ingresa al Cuerpo de Profesores Adjuntos de Universidad, y la plaza es vitalicia.

El período 1958-1979 presenta escasa uniformidad en la., distribución de las convocatorias de oposiciones, de forma tal que hay años en que se convocan un gran número de ellas, como en los años 1968, 1969 Y 1978 con seis convocatorias cada uno, mientras que en otros años no se convoca ninguna oposición, tal es el caso de los años 1962, 1964, 1967, 1972, 1973, 1975, 1976 y 1977.

Haciendo un breve resumen podemos decir, que durante todo el período el número total de profesores que han sido nombrados para formar parte de tribunales que juzgarían el acceso al Cuerpo de Profesores Adjuntos de Universidad es de 141, de éstos, 13 lo fueron en más de dos ocasiones y los restantes 128 en una o dos ocasiones.

Los profesores que han sido nombrados con mayor frecuencia son: José Manuel Casas Torres, con nueve nominaciones, tres como presidente, tres como vocal y tres como presidente suplente; Manuel de Terán Alvarez, con siete nombramientos, uno como presidente y seis como vocal; Salvador Mensua Fernández, en siete ocasiones, seis como vocal y una como vocal suplente; Jesús García Fernández, en seis ocasiones, dos como presidente, dos como vocal y dos como vocal suplente; Antonio López Gómez, con seis intervenciones como vocal; Alfredo Floristán Samanes, cinco nombramientos, cuatro como vocal y uno como vocal suplente; Juan Vilá Valentí, cuatro nominaciones, una como presidente, dos como vocal y una como vocal suplente; y Antonio Higueras Arnal, cinco nominaciones, cuatro como vocal y una como vocal suplente.

Resumen de los tribunales a cátedra, agregaduría y adjuntía de Universidad, 1940-1979

El período objeto de nuestro estudio (1940-1979) presenta escasa regularidad en la distribución de las convocatorias de oposiciones. Hay que esperar al año 1958 para que se convoquen las primeras oposiciones de Adjuntos y al año 1966 para que se cree y convoque la primera oposición al Cuerpo de Agregados. Hay años en que se convocan hasta seis oposiciones a un mismo Cuerpo, como es el caso del año 1976 a cátedra y 1968, 1969 Y 1978 a adjuntía, así como cinco en 1977 a agregaduría; otros en que solamente se convoca una oposición e incluso intervalos de hasta tres o cuatro años en que no se convocan oposiciones a ningún Cuerpo. El período de mayor actividad hay que situarlo a finales de la década de los sesenta y durante toda la década de los setenta, por el fenómeno ya señalado del aumento progresivo del alumnado y las nuevas dotaciones de plazas docentes.

Según nuestros cálculos, y teniendo en cuenta el posible margen de error, el número total de profesores que han sido nombrados para formar parte en los tribunales que juzgarían el acceso a los distintos Cuerpos de la Universidad, en los últimos casi cuarenta años, es de 306, de los cuales: 77 profesores fueron nombrados en más de dos ocasiones; y 229 profesores fueron nombrados en una o dos ocasiones.

Igualmente fueron convocadas uno total de 95 oposiciones, con la siguiente proporción: 32 al Cuerpo de Catedráticos. 22 al Cuerpo de Agregados 41 al Cuerpo de Adjuntos.

Los profesores que más han sido nombrados, de forma global, en los tribunales de Universidad están recogidos en el cuadro 3, en el cual presentamos una lista de los 27 profesores que, según nuestros cálculos, han formado parte en los citados tribunales en más ocasiones, siguiendo un orden preciso de mayor a menor participación; para ello hemos asignado valores diferentes -escogidos de forma arbitrariaa cada una de las series: presidente titular (1), vocal titular (0,75), presidente suplente (0,50) y vocal suplente (0,25). Los valores resultantes es lo que denominamos nombramientos ponderados. El cuadro también recoge el año del nombramiento, como numerario de Universidad, de cada uno de los profesores, permitiéndonos establecer -con muchos maticesuna relación entre el número de nombramientos de cada profesor con sus posibilidades reales, según la antigüedad en la cátedra.

Tribunales de Instituto Nacional de Enseñanza Media

No existe una gran diferencia cualitativa entre el proceso de formación y de actuación de los tribunales calificadores para el acceso a cátedra o agregaduría de Instituto Nacional de Enseñanza Media a la disciplina de «Geografía  e Historia» y los tribunales para el acceso a cátedra, agregaduría o adjuntía de Universidad a la disciplina de Geografía, analizados anteriormente. En ambos casos se tratará de tribunales calificadores insertos en una mecánica de actuación influida por las circunstancias imperantes en el momento del desempeño de sus funciones selectivas; circunstancias selectivas que en algunos casos tendrán como principio inspirador la «filosofía educativa franquista» con toda su carga de alienación, vetos e intereses creados. En otras ocasiones, las condiciones políticas, o el carácter más liberal de los miembros del tribunal, permitirá una indudable independencia en la selección de los candidatos.

Las diferencias con la universidad vendrán motivadas por las distintas estructuras de la enseñanza universitaria y la enseñanza media. En este último nivel aparecen unidas las disciplinas de geografía e historia en una sola asignatura mientras que en la enseñanza universitaria ambas ostentan autonomía propia. Esto motivará, obviamente, una sola convocatoria a efectos de acceso a las diferentes plazas de «Geografía e Historia» en Institutos N.E.M., con un solo tribunal calificador.

De otra parte, en la enseñanza media existe una reducción de las escalas jerárquicas del profesorado numerario de «Geografía e Historia» plasmada en la existencia de sólo dos Cuerpos, Catedráticos y Agregados. En 1967 se produjo la primera convocatoria de oposiciones a efectos de formación del Cuerpo de Profesores Agregados de Instituto N.E.M., comenzando a realizar su función docente, como tal Cuerpo, en el curso 1967-68. Estos Agregados venían a sustituir al antiguo cuerpo de Adjuntos.

No deja de ser importante la consideración del papel sociológico, en cuanto salida profesional, que desempeña el acceso a los Cuerpos de Catedráticos o Agregados de Instituto N.E.M. para la asignatura de «Geografía e Historia». En realidad, «in mente», es uno de los principales objetivos profesionales de aquellos que realizan estudios universitarios de geografía e historia.

Tribunales a cátedra de Instituto N.E.M. 1940-1979

De 1940 a abril de 1979 se convocaron un total de 45 oposiciones al Cuerpo de Catedráticos de Instituto N.E.M., siendo los años 1941, 1960 Y 1962 los que presentan el mayor número de convocatorias con cuatro, cuatro y tres oposiciones respectivamente. La regularidad en las convocatorias es grande si exceptuamos el período que va del año 1946 a 1957 en el que sólo se convocaron cuatro oposiciones en los años 1948, 1949, 1951 Y 1953, no convocándose ninguna en los restantes años.

El número total de profesores que han sido nombrados para formar parte de los tribunales que juzgarían el acceso al Cuerpo de Catedráticos de Instituto N.E.M., a la disciplina de «Geografía e Historia», es de 178, de los cuales 42 intervinieron en más de dos ocasiones y los restantes 136 en una o dos ocasiones.

Los profesores que presentan mayor participación son: José María Igual Merino, con 20 nombramientos, dos como presidente, doce como vocal, cuatro como presidente suplente y dos como vocal suplente; J. Manuel Casas Torres, nueve nombramientos, seis como presidente, una como vocal y dos como presidente suplente; Manuel de Terán Alvarez, con once nominaciones, cuatro como presidente, cuatro como vocal, dos como presidente suplente y una como vocal suplente; José Pastor Gómez, con trece nominaciones, una como presidente, siete como vocal, tres como presidente suplente y dos como vocal suplente; Enrique Montenegro López, con once nominaciones, dos como presidente, cuatro como vocal, cuatro como presidente suplente y una como vocal suplente; y Vicente R. Ezquerra Abadía, con dieciocho nombramientos, once como vocal y siete como vocal suplente.

Tribunales a adjuntía y agregaduría de Instituto N.E.M. 1940-1979

El período a estudio se caracteriza por la escasez de convocatorias de oposiciones a este Cuerpo, principalmente en las dos primeras décadas, existiendo amplios intervalos de tiempo en que no se convoca ninguna oposición; del año 1940 a 1960 se convocan siete oposiciones, cuatro en 1955 y una en los años 1943, 1944 y 1946, en los restantes años no se convocan oposiciones. Las dos últimas décadas presentan una mayor frecuencia en las convocatorias de oposiciones, en todos los años se convocan como mínimo una, excepto en ros años 1961, 1962 y 1969 que se convocan dos y 1972, 1974, 1975 y 1978 que no se convoca ninguna.

El número total de profesores que han sido nombrados para formar parte en los tribunales calificadores de acceso al Cuerpo de Profesores Adjuntos, en un principio, y Agregados, con posterioridad a 1966, de Instituto N.E.M. a la disciplina de «Geografía e Historia», es de 157, de los cuales, 6 han sido nominados en tres ocasiones, 28 en dos ocasiones y 123 en una ocasión.

Los Profesores que presentan una mayor participación en los tribunales a este Cuerpo son: José María Igual Merino, con cuatro nombramientos, dos como presidente y dos como vocal; Enrique Montenegro López, con tres nombramientos como vocal; José Tortajada Pérez, con tres nombramientos, uno como presidente, uno como vocal y uno como vocal suplente; Carmen Piernavieja del Pozo, con tres nombramientos, dos como vocal y uno como vocal suplente; Demetrio Ramos Pérez, con cuatro nombramientos, uno como vocal, uno como presidente suplente y dos como vocal suplente; y Ana Cantón Salazar, con tres nombramientos, uno como vocal y dos como vocal suplente.

Resumen de los tribunales a cátedra, adiuntía y agregaduría de Instituto N.E.M 1940-1979

A modo de resumen final, el período comprendido entre los años 1940-1979 presenta una cifra total de 71 convocatorias de oposiciones a los Cuerpos de Catedráticos, Adjuntos y Agregados de Instituto N.E.M., de las cuales, 45 corresponden a cátedra y 26 a adjuntía y agregaduría. Asimismo también presenta escasa regularidad en la distribución de las convocatorias de oposiciones, siendo los años 1941, 1955, 1960 Y 1962 con cuatro oposiciones -los tres primerosy seis -el último-, los de mayor número de convocatorias de oposiciones.
 


El número total de Profesores que han formado parte en los distintos tribunales, nombrados para juzgar el acceso a los distintos Cuerpos -Cátedra, Adjuntía y Agregaduríade Instituto N.E.M., es de 335, de los cuales: 231 fueron nombrados en una ocasión; 56 en dos ocasiones; y 48 en tres o más ocasiones.

Los profesores que a lo largo de todo el período han intervenido en más ocasiones en los tribunales de Instituto N.E.M. están recogidos en el cuadro 6.

CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS

Como ya hemos apuntado al comienzo de este trabajo, el problema que estudiamos, es decir el acceso al profesorado en la geografía española (1940-1979), debe situarse en la perspectiva de los análisis sobre institucionalización y profesionalización de la comunidad científica de los geógrafos. Conectando dicho análisis con el tema concreto de este estudio, podemos deducir las siguientes conclusiones:

1. Un elevado número de profesores han formado parte de los tribunales nombrados para juzgar el acceso al Cuerpo de Catedráticos, Agregados y Adjuntos de Universidad en la disciplina de Geografía, y al Cuerpo de Catedráticos y Adjuntos de Instituto N.E.M. en la disciplina de «Geografía e Historia»; pero muchos de ellos lo han hecho de una forma absolutamente esporádica, siendo muy reducido el número de profesores con participaciones repetidas en los tribunales calificadores. En los tribunales calificadores para el acceso a la Universidad, el 80 por ciento de sus miembros, respecto al total que participan, reflejan unas nominaciones esporáricas -en una o dos ocasiones-, y por el contrario el 20 por ciento restante figuran con nominaciones superiores a las dos ocasiones, existiendo un grupo de, más o menos, una veintena de profesores que han sido nombrados miembros de tribunales en un gran número de ocasiones. En los tribunales calificadores para el acceso a Institutos N.E.M., constatamos un 90 por ciento de profesores, respecto al total, con nominaciones esporádicas y sólo un 10 por ciento con tres nominaciones o superiores.

Puede formularse la hipótesis de que los profesores que más influencia han tenido en el acceso a la comunidad de los geógrafos en Universidades e Institutos N.E.M., son aquellos que mayor número de nominaciones ostentan para formar parte de los tribunales calificadores del acceso a dicha comunidad. En ese caso, como en el acceso a los distintos Cuerpos de la Universidad y de Institutos N.E.M. en el período 1940-1979 han intervenido repetidamente un reducido número de profesores, controlando en particular el cargo de presidente, debería investigarse la influencia que dichos profesores han tenido en la configuración de la comunidad de los geógrafos españoles.

2. Los profesores con mayor número de nominaciones como miembros de los tribunales calificadores de acceso a nuestra disciplina en la Universidad, son: José Manuel Casas Torres, Manuel de Terán Alvarez, Juan Vilá Valentí y Amando Melón y Ruiz de Gordejuela. El total de nominaciones de estos cuatro y de otros profesores como miembros más destacados de los tribunales calificadores de acceso a la Universidad, en el período 1940-1979, puede observarse en los cuadros 3 y 4. Por lo que respecta a los Institutos N.E.M., los profesores con mayor número de nominaciones como miembros de los tribunales calificadores de acceso a la disciplina de «Geografía e Historia», en el período señalado, son: José M.a Igual Merino, Vicente Ezquerra Abadía, Manuel de Terán Alvarez, Enrique Montenegro López y José Manuel Casas Torres, que pese a estar colocado en 7.° lugar -véase cuadro 6-, es el profesor que en mayor número de ocasiones ha intervenido como presidente, concretamente en seis ocasiones.

3. La investigación realizada sobre la titulación que ostentan los profesores que han sido nombrados para formar parte en los tribunales calificadores del acceso a Cátedra de Geografía en Facultades de Filosofía y Letras y de Geografía Física en Facultades de Ciencias, nos han permitido comprobar que la proporción de profesores con titulación en Facultades de Ciencias que han formado parte de tribunales para juzgar el acceso a Cátedra de Geografía en Facultades de Filosofía y Letras es mayor que el supuesto inverso. De hecho, la participación de profesores con titulación en Filosofía y Letras es prácticamente nula en los tribunales para juzgar el acceso a Cátedra de Geografía Física en Facultades de Ciencias. Y son, en base a nuestra investigación, los profesores Francisco Hernández-Pacheco de la Cuesta y Luis Solé Sabarís, con titulación de Ciencias, los que han tenido mayor nominación en los tribunales a Cátedra en las Facultades de Filosofía y Letras.

4. No existe regularidad en la distribución de las convocatorias de oposiciones a los distintos Cuerpos de la Universidad e Instituto N.E.M. en las disciplinas de Geografía y «Geografía e Historia» respectivamente. En efecto, se constatan períodos de hasta tres años -como por ejemplo del año 1954 a 1956en los que no se convocan oposiciones a ninguno de los Cuerpos en Universidad e Instituto N.E.M. A partir de 1960 el número de oposiciones Se hace mayor, pero siempre la dotación de plazas de profesores numerarios ha sido mucho menor que el del total del profesorado. Ello ha creado en la Universidad española -y en la comunidad de geógrafosgraves tensiones entre profesores numerarios y no numerarios, cuyas consecuencias sobre la producción científica merecen una investigación.

Es evidente que las cuestiones a resolver son muchas, y que el presente trabajo no es más que una pequeña contribución en un camino que debe conducirnos a una verdadera sociología de la comunidad científica de los geógrafos españoles. Pero la dirección parece clara. y exige, desde luego, el tratamiento de datos generales que nos permitan entender la composición, el funcionamiento, la jerarquía, las normas y los valores de la comunidad de los geógrafos. Con el convencimiento de que ello nos permitirá entender muchos aspectos de la producción científica de la geografía española.

No se trata, desde luego, de establecer un inventario de las corruptelas que se cuentan del funcionamiento de los tribunales, aunque las numerosas anécdotas que se conocen sobre talo cual oposición pueden convertirse en datos de un indudable valor sociológico. Nuestro trabajo no supone tampoco una descalificación del principio de la oposición pública y el concurso de méritos con suficiente publicidad, porque las alternativas puestas en práctica en los últimos años para la contratación del profesorado mediante comisiones de cada Universidad se prestan también a muchas críticas. El objetivo ha de ser más amplio, en relación con los problemas que hoy se abordan desde la sociología de la ciencia, y los datos han de proceder en una primera fase de fuentes generales que permitan la recogida de una información homogénea, lo que no resulta fácil ni mucho menos.

Quedan, sin duda, muchas cuestiones pendientes. El análisis de la composición de cada tribunal y de los aspirantes a las plazas permitirá estudiar de qué forma han estado representados en los tribunales de oposiciones los distintos grupos que se acostumbran a distinguir en la Geografía española (el de los discípulos de Terán y el de los de Casas Torres, por ejemplo), y qué influencia ha tenido ello en la selección del profesorado. Hay que estudiar también si existe alguna diferencia en las concepciones científicas mantenidas por los diferentes grupos, y si ello tiene algún reflejo en la selección de los candidatos. Qué relación hay entre el «poder» en el seno de la comunidad científica y el magisterio intelectual de los profesores más antiguos y conocidos. Cuál ha sido el proceso que ha conducido a la selección de los profesores no numerarios, qué relaciones se establecen entre uno y otro estamento, y en el interior de ellos. Cuál es la productividad científica de los geógrafos españoles y sus redes de interacción social.

El estudio de la documentación que sobre cada tribunal conserva el Ministerio de Educación sería de gran interés, pero parece claro que es de momento de difícil acceso. Mientras tanto, las fuentes publicadas de carácter oficial y la aplicación de métodos que la sociología de la ciencia ha puesto a punto puede permitir a avanzar en la dirección indicada. Esperemos que este trabajo se interprete como una contribución en esa dirección.




NOTAS

(1) SKLAIR, L.: El conocimiento organizado. 1977, págs. 60-66

(2) CAPEL, H., 1977, pág. 22.

(3) CAPEL, H., 1977, pág. 23.

(4) CAPEL, H., 1977, pág. 19.

(5) TAYLOR, P. J., 1977, pág. 8.

(6) SANCHEZ PEREZ, F.: El control en el acceso al profesorado en la comunidad de los geógrafos españoles después de la guerra civil. Universidad de Barcelona, 1980, 2 volúmenes, 314 págs.

(7) La denominación procede de J. Ynfante, en su libro La prodigiosa aventura del Opus Dei. Génesis y desarrollo de la Santa Mafia. Ynfante considera que dicha ideología era una variante española de los fascismos.

(8) La Institución Libre de Enseñanza, en opinión de Tuñón de Lara, fue el «más vasto empeño cultural» de que fue capaz la burguesía liberal. Nace en el año 1876 y tiene sus raíces en el krausismo introducido en España por Julián Sanz del Río. Su ideario, principalmente en los primeros años, va a ser la defensa a ultranza de la libertad de enseñanza, e introduce importantes innovaciones pedagógicas tales como: supresión de libros de texto obligatorios y de exámenes memorísticos, métodos cíclicos en todas las disciplinas, prioridad a la observación y a la inducción.

(9) YNFANTE, J., 1970, pág. 26.

(10) ABELLAN, J. L., 1971, págs. 20 y 32.

(11) PUELLES BENITEZ, M. de: Educación e ideologia en la España contemporánea. 1980, pág. 362.

(12) Opinión recogida por PUELLES, M., 1980, pág. 364.

(13) PUELLES, M., 1980, pág. 371.

(14) Objetivo primordial de la reforma legislativa del bachillerato, expresada por el ministro de Educación, Sainz Rodríguez y recogida por PUELLES, M., 1980, pág. 371.

(15) PUELLES, M., 1980, pág. 373.

(16) Datos y cifras aportadas por PUELLES, M., 1980, pág. 373. Basándose en el anuario estadístico del INE.

(17) PUELLES, M., 1980, pág. 375.

(18) IBA~EZ MARTIN, 1943, pág. 947.

(19) IBA~EZ MARTIN, 1943, págs. 947-8.

(20) ARANGUREN, J. L., 1969, pág. 91.

(21) PUELLES, M., 1980, pág. 389.

(22) Corte importante, pero no total. No olvidemos a un gran número de geógrafos, historiadores y científicos en general que, pese a la nueva situación política-ideológica, continuaron su labor y adquirieron gran importancia; tal es el caso de Dantín Cereceda, Amando Melón, Eloy Bullón, Manuel de Terán, Luis Solé Sabarís, entre otros. Particular relieve tiene el caso de Ramón Otero Pedrayo, patriarca del nacionalismo gallego, que accedió a la cátE Jra de la Universidad de Santiago en 1950.

(23) Datos recogidos de la obra conjunta de ABELLAN, J. L., Y otros autores: El exilio español de 1939. Madrid, 1976, tomo 111, págs. 223-269.

(24) A partir de 1940 volvió a unirse en las Escuelas Normales de Magisterio, al igual que en los Institutos Nacionales de Enseñanza Media, en una sola cátedra las enseñanzas de geografía e historia, suponiendo un paso atrás con respecto a la etapa anterior.

(25) En el discurso pronunciado por el ministro de Educación, José Ibáñez Martín, en la sesión de clausura de la Primera Reunión de Estudios Geográficos, celebrada en Jaca, declaraba: «El Gobierno ha mostrado ya con obras el interés que le inspira el progreso de la Geografía al crear dentro del C.S.I.C. el Instituto "Juan Sebastián Elcano"», Agosto, 1941. Revista «Estudios Geográficos», Madrid, 1942, pág. 308.

(26) CAPEL, H., 1976, pág. 6.

(27) DIAZ, E., 1978, págs. 42-43.

(28) Algunos datos sobre la labor de este Instituto, en CAPEL SAEZ, H.: La geografía española tras la guerra civil. «Geocritica», Universidad de Barcelona, Nº 1, Enero 1976, págs. 9-13.

(29) Basándose en los artículos de las revistas especializadas en geografía María Isabel del Río (1975) resume la línea seguida por la geografía española en los años que van de 1940 a 1970. La autora llega a la conclusión de que, en las primeras décadas, abundan los trabajos geográficos-descriptivos y son muy escasos los metodológicos y, sobre todo, aquellos que exigen unas técnicas y equipos costosos y una preparación científica de alto nivel, así como un abandono casi total de los temas extranjeros. posteriormente, con el aumento de la especIalización de los geógrafos, surgen trabajos cada vez más especializados, y con un mayor rigor científico.

(30) CAPEL, H., 1977, pág. 22.

(31) Datos y cifras tomadas del libro de PUELLES BENITEZ, M. de: Educación e ideologia en la España contemporánea (1767-1975). Editorial Labor, 1980, pág. 404.

(32) Ley 25 de Agosto de 1939: Prelación para provisión de vacantes entre mutilalos, ex combatientes y ex cautivos. Jefatura del Estado. Empleados Públicos. R. 1101, pág. 645. ARANZADI.

(33) Ley 29 de Julio de 1943. R. 1091, pág. 955. ARANZADI.

(34) Ley 4 de Agosto de 1970. R. 1287, pág. 1355. ARANZADI.

(35) Ley 17 de Julio de 1965. R. 1321, pág. 1118. ARANZADI.

(36) Ley 4 de Agosto de 1970. R. 1287, pág. 1355. ARANZADI.

(37) Ley 29 de Julio de 1943. R. 1091, págs. 956 y 957. ARANZADI.

(38) Ley 4 de Agosto de 1970. Citada en (36).

(39) Decreto 5 de Septiembre de 1940. R. 1552. pág. 987. ARANZADI. (B.O.E. del 17 de Septiembre de 1940).

(40) Ley 26 de Febrero de 1953. R. 244, pág. 215. ARANZADI.

(41) Ley 4 de Agosto de 1970. Citada en (36).

(42) Ley 26 de Febrero de 1953. R. 244, pág. 211. ARANZADI.

(43) Ley 26 de Febrero de 1953. Citada en (40).

(44) Ley 4 de Agosto de 1970. Citada en (36).

(45) Los requisitos exigidos para ser nombrado presidente de los distintos tribunales calificadores del acceso a cátedra, agregaduría y adjuntia en Universidad e Instituto Nacional de Enseñanza Media, han sido ligeramente modificados durante el período que estudiamos, como puede verse en la legislación que a continuación se cita: Decreto 13 de Julio de 1940. R. 1309, pág. 830. ARANZADI. Orden 3 de Enero de 1949. R. 51, pág. 85. ARANZADI. Decreto 7 de Septiembre de 1951. R. 1877, pág. 1070. ARANZADI. Orden 27 de Agosto de 1954. R. 1386, pág. 1011. ARANZADI. Ley 17 de Julio de 1965. R. 1321, pág. 1118. ARANZADI. Decreto 23 de Agosto de 1975, R. 1877, pág. 3172. ARANZADI. .-B.O.E. Orden 24 de Febrero de 1979, N.o 55, pág. 5689.

(46) Según decreto 13 de Julio de 1940. R. 1301, pág. 830. ARANZADI (B.O.E. del 28 de Julio de 1940).

(47) YNFANTE, J., 19170, pág. 41.

(48) Extracto de la orden ministerial 2 de Abril de 1952. R. 606, pág. 403. ARANZADI. (B.O.E. del 20 de Abril de 1952).

(49) Extracto de la orden ministerial 2 de Abril de 1952. Citada en (48).

(50) Extracto del decreto 23 de Agosto de 1975. R. 1877, pág. 3172. ARANZADI. (B.O.E. del 22 y 23 de Septiembre de 1975). Y de la orden 23 de Agosto de 1976. R. 1650, pág. 2192. ARANZADI. (B.O.E. del 26 de Agosto de 1976).

(51) Extracto de la orden 27 de Octubre de 1948. R. 1391, pág. 1640. ARANZADI. (B.O.E. del 22 de Noviembre de 1948).

(52) Según: Ley 29 de Julio de 1943. R. 1091, pág. 955. ARANZADI. (B.O.E. del 31 de Julio de 1943). Orden 31 de Mayo de 1957. R. 851, pág. 649. ARANZADI. (B.O.E. del 20 y 21 de Junio de 1957). Ley 17 de Julio de 1965. R. 1321, pág. 1121. ARANZADI. (B.O.E. del 21 de Julio de 1965). Orden 25 de Junio de 1966. R. 1227, pág. 1287. ARANZADI. (B.O.E. del 2 de Julio de 1966). Orden 12 de Marzo de 1974. R. 800, pág. 1168. ARANZADI. (B.O.E. del 13 de Abrli de 1974). Decreto 23 de Agosto de 1975. R. 1880, pág. 3174. ARANZADI. Orden 23 de Agosto de 1976. R. 1650, pág. 1292. ARANZADI. (B.O.E. del 26 de Agosto de 1976).

(53) Según: B.O.E. Orden 14 de Abril de 1940. N.o 105, pág. 2564. Orden 30 de Septiembre de 1957. R. 1508, pág. 1064. ARANZADI. (B.O.E. del 11 de Noviembre de 1957). Decreto 25 de Marzo de 1965. R. 6606, pág. 582. ARANZADI. (B.O.E. del 6 de Abril de 1965). B.O.E. Orden 5 de Marzo de 1979. N.o 55, pág. 5688.

(54) Según ley 29 de Julio de 1943.

(55) Según decreto 23 de Agosto de 1975.

(56) Según: Ley 17 de Julio de 1965. Orden 25 de Junio de 1966. Orden 12 de Marzo de 1975.

(57) Según orden 23 de Agosto de 1976.

(58) Según: Orden 30 de Septiembre de 1957.Decreto 10 de Agosto de 1963.Decreto 25 de Marzo de 1965.

(59) B.O.E. 5 de Marzo de 1979. Nº 55, pág. 5688.

(60) B.O.E. 5 de Marzo de 1979.

(61) Según: Ley 29 de Julio de 1943. Orden 31 de Mayo de 1957.Ley 17 de Julio de 1965.

(62) Según: Ley 29 de Julio de 1943. Orden 31 de Mayo de 1957.

(63) Según: Orden 31 de Mayo de 1957.Orden 12 de Marzo de 1974.

(64) Según: B.O.E. 14 de Abril de 1940.\Ley 29 de Julio de 1943.

(65) Según: Orden 31 de Mayo de 1957.Ley 17 de Julio de 1965. Orden 12 de Marzo de 1974.Orden 30 de Septiembre de 1957.Decreto 10 de Agosto de 1963. Decreto 25 de Marzo de 1965.

(66) Según: Decreto 23 de Agosto de 1975.Orden 23 de Agosto de 1965.B.O.E. 5 de Marzo de 1979.

(67) Compruébese en cualquiera de las legislaciones citadas.

(68) Según: B.O.E. 14 de Abril de 1940.Orden 31 de Mayo de 1957. Orden 30 de Septiembre de 1957.Decreto 10 de Agosto de 1963.Decreto 25 de Marzo de 1965.Ley 17 de Julio de 1965. Orden 25 de Junio de 1966.Orden 12 de Marzo de 1974. 'Decreto 23 de Agosto de 1975. Orden 23 de Agosto de 1976.B.O.E. 5 de Marzo de 1979.

(69) B.O.E. Ley 14 de Abril de 1940. Nº 105, pág. 2564.

(70) Ley 29 de Julio de 1943, pág. 955. ARANZADI.

(71) Orden 31 de Mayo de 1957. R. 851, pág. 649. ARANZADI.

(72) Ley 17 deJulio de 1965. R. 1321, pág. 1121. ARANZADI.

(73) Decreto 23 de Agosto de 1975, pág. 3174. ARANZADI.

(74) En esta relación se incluyen repetidos los miembros que han formado parte de diferentes tribunales. Ello explica que las cifras totales no coincidan con las que se dan inmediatamente antes.

(75) Por orden 5 de Diciembre de 1946 sobre creación y régimen del Profesorado Adjunto de Universidad. R. 1808, pág. 2049. (B.O.E. del 19 de Diciembre de 1946, n.o 353). Orden que viene o poner en práctica el artículo 62 de la ley 29 de Julio de 1943.

(76) Dentro de las adjuntías de Universidad hay que dístinguir: por una parte, los cargos de profesores adjuntos, nombrados por 4 años prorrogables por otros 4; cargos creados en 1943 al amparo de lo dispuesto en la ley de ordenación de la Universidad en su artículo 62, pero no entrarán en funcionamiento hasta 1946. Y, por otra, el Cuerpo de Profesores Adjuntos existente en la actualidad, creado en 1970.
 
 

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