Scripta Nova  Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] 
Nº 45 (19), 1 de agosto de 1999
 

IBEROAMÉRICA ANTE LOS RETOS DEL SIGLO  XXI.
Número extraordinario dedicado al I Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)

DESARROLLO SOSTENIBLE Y CIUDAD. LA COMUNIDAD ECOLÓGICA DE PEÑALOLÉN ALTO (PEÑALOLÉN, SANTIAGO DE CHILE)

Luigi Brignardello Torralba, SECPLAC
Municipalidad de Peñalolén.Marta Nel-lo Andreu, Universitat Rovira i Virgili, Tarragona.
Yolanda Pérez Albert, Universitat Rovira i Virgili, Tarragona. 


Después de la segunda Guerra Mundial, Europa entra en un periodo de expansión económica acelerado que permite la acumulación progresiva de la riqueza. Este modelo de desarrollo occidental se basa en la falsa idea de que los recursos son ilimitados y en consecuencia, también lo es el desarrollo.

La expansión mercantilista ha generado una cultura del bienestar basada en el consumismo que se ha exportado a todo el planeta. Las sociedades 'occidentalizadas' siguen la máxima que dice que 'cuanto más poseemos, de más bienestar disfrutamos'.

Las necesidades de bienestar de estas sociedades, aquellas que si faltan no impiden la supervivencia del ser humano, se resuelven, por un lado, disminuyendo las posibilidades de desarrollo de las sociedades tradicionales, y por otro, hipotecando las posibilidades de desarrollo de las generaciones futuras.
 

El modelo de desarrollo occidental y la ciudad
 

Las personas pretenden conseguir el nivel de vida más alto posible, entendiendo nivel de vida como la 'diversidad de circunstancias que incluyen, además de la satisfacción de las necesidades básicas, el ámbito de relaciones sociales del individuo, sus posibilidades de acceso a los bienes culturales, su entorno ecológico-ambiental, los riesgos a los que se encuentra sometida la salud física y psíquica, etc.(1) En esta definición se hace referencia a la calidad de las condiciones en las que se desarrollan las actividades de la sociedad. La calidad de vida de una comunidad dependerá de la calidad de su entorno.

En la actualidad, casi la mitad de la población del planeta vive en el medio urbano (el 46% en el año 1997). En Chile, país en el que se centra este estudio, el porcentaje se incrementa considerablemente llegando al 84 por ciento del total de habitantes(2). Atendiendo a estos datos, la calidad de vida de gran parte de la población está supeditada a la calidad de su entorno: el medio urbano.

La ciudad es un ecosistema formado por elementos interconectados cada uno de los cuales cumple su función(3). El modelo de desarrollo occidental ha propiciado una expansión urbana acelerada que ha hecho variar las relaciones que se establecían entre esas variables. Hoy entendemos que una ciudad es una nebulosa multinuclear que se extiende discontinuamente sobre el espacio. Así, aparecen nuevas acepciones como conurbación, aglomeración urbana, área metropolitana, megalópolis, etc.

La metropolis desplaza a la ciudad y el bienestar social o la calidad de vida de sus habitantes varía. En las grandes aglomeraciones urbanas aparecen situaciones de aislamiento social, incomunicación, depresiones, estrés, desconfianza en la 'gente de la calle', dificultades para que la comunidad participe en los procesos de decisión, impersonalidad de los espacios, homogeneización de los hábitos y de la cultura a través de los "mass media" que producen la perdida de referentes de identidad y sociales, etc.(4)En resumen, el medio urbano se torna hostil y el modelo de desarrollo se muestra ineficaz a la hora de conseguir el bienestar de sus habitantes.

En las metrópolis actuales desaparecen los espacios colectivos de convivencia. La calle como lugar de encuentro, de ocio y esparcimiento, es desplazada por la calle como lugar de paso, ocupada por vehículos y actividades comerciales(5).

El desarrollo urbano que sigue máximas de obtención del máximo rendimiento económico, provoca la desaparición de espacios verdes o de espacios naturales 'antropizados'. Para los habitantes de las ciudades cada vez es más difícil disfrutar de la naturaleza ya que estos terrenos han desaparecido de las ciudades y los que permanecen se encuentra alejados de las grandes urbes.

Por otra parte, las ciudades pierden la escala humana. Sectores o barrios de la ciudad son completamente desconocidos por personas que habitan en el otro extremo. Además, aparecen situaciones de incomunicación, de desconocimiento del vecino, de desconfianza a las personas del entorno inmediato, etc.

En las ciudades antiguas, los habitantes tenían la posibilidad de influir sobre el diseño de la vivienda que iban a habitar. En las grandes aglomeraciones urbanas, no sólo se ha perdido esta oportunidad, sino que el ciudadano vive desvinculado de las instituciones que controlan y toman decisiones sobre el medio social y natural; no participan en la configuración de la realidad en la que residen.
 

Santiago de Chile
 

La ciudad de Santiago de Chile fue fundada en el año 1541 por Pedro de Valdivia tomando la cuadrícula regular como base para su trazado. El crecimiento de la ciudad fue lento y hay que esperar al siglo XIX para que su población supere los 100.000 habitantes. La tendencia a la 'urbanización' de la población chilena es un fenómeno antiguo. El éxodo rural aparece ya en el siglo XIX, pero sufre una mayor aceleración durante el presente siglo debido a los efectos de las estrategias de industrialización del estado chileno(6).La rápida industrialización, debida a la política de sustitución de importaciones se concentra en la Región Metropolitana e incita el éxodo rural masivo, pasando el número de habitantes de la ciudad de casi un millón de habitantes en 1940 a más de cinco y medio millones en 1999 (Croquis 1).

La falta de regulación de los usos del suelo trajo como consecuencia la expansión horizontal de la ciudad, favoreciendo la construcción de viviendas de uno o dos pisos. Esto se ha realizado a costa del suelo agrícola más productivo del país. En 1950 la superficie ocupada por la ciudad era importante (16.000 ha), pero en la actualidad rebasa todas las previsiones y cuenta con 58.000 ha, y sólo es comparable, en el caso latinoamericano, con Ciudad de México (67.000 ha), Buenos Aires (61.000 ha) o Río de Janeiro (32.000 ha)(7).

En la década de los años setenta, más del 70 por ciento de los chilenos vivía en ciudades, sobre todo en la zona central del país. La Región Metropolitana cuenta con un porcentaje de población urbana por encima del 90 por ciento. Para comprobar la importancia de la concentración de la población en Santiago, basta con saber que representa el 42,5 por ciento de la del total de la población urbana del Estado y el 35,5 por cientodel total de población del país (8).

El desarrollo acelerado del área metropolitana de Santiago ha hecho aparecer o ha incrementado una serie de problemas como la congestión, producto del crecimiento acelerado del parque móvil sin la apropiada adecuación vial; la contaminación atmosférica, hídrica, acústica y de los suelos, consecuencia de la concentración de la industria en el área metropolitana y a la no-utilización de tecnologías limpias, del crecimiento del parque móvil y de la falta de tratamiento de los residuos urbanos e industriales; la ocupación de zonas agrícolas y de riesgos naturales; inaccesibilidad debido a la gran expansión horizontal de la ciudad; marginalidad urbana, generando bolsas de pobreza localizadas en las áreas periféricas de la ciudad, con problemas de hacinamiento y falta de servicios básicos, etc. En resumen, Santiago sufre un gran deterioro ambiental y social (9).
 

Iniciativas y soluciones a los problemas urbanos
 

Frente a los problemas derivados de la aplicación de políticas de desarrollo incorrectas en la planificación urbana y de la evolución social de las ciudades, surgen diversas iniciativas que pretenden dar solución a dichos problemas. Estas iniciativas adoptan nuevos valores y metas que tienen como objetivo la conservación de la naturaleza, la obtención de una calidad de vida adecuada y que la sociedad se responsabilice y participe en el modelado de la realidad en la que vive.

Los nuevos movimientos se plantean la rehabilitación urbana y ecológica de las ciudades, afrontando la problemática social y ambiental de las grandes conurbaciones a través de nuevas formas de hacer política, nuevos modelos de gestión, de la integración de los sujetos en el espacio y en los procesos de toma de decisiones, etc.

Así, aparece un modelo social alternativo que pone en relación aspectos culturales (participación, identidad, etc.), ambientales (medio ambiente urbano, reciclaje, etc.) y económicos (desarrollo endógeno, desarrollo sostenible, etc.)(10).

Se pretende conseguir que la expansión urbana se realice siguiendo principios ecológicos y que las actividades que se llevan a cabo en ese medio también sean ecológicas. Las construcciones, el diseño de la ciudad, las actividades de la sociedad, etc. han de ser respetuosas con el medio y además, la población ha de tener una vida comunal activa participando en el diseño de su entorno. Algunas de las premisas propias del desarrollo ecológico aplicado al urbanismo son las siguientes(11).

Ante todo la gestión de la energía ha de ser eficiente, evitando el despilfarro, introduciendo medidas de ahorro y de racionalización del consumo, incentivando y dando prioridad, tanto en el entorno privado como en el público, al uso de energías alternativas no contaminantes.

También ha de ser eficiente la gestión del agua que se ha de realizar en tres vertientes. En primer lugar se ha de ahorrar y racionalizar su consumo. En segundo lugar, una vez usadas, las aguas pueden ser depuradas y reutilizadas. Por último, es importante realizar un control continuo de la calidad de las aguas.

La gestión racional de los residuos tiene que, en primer lugar, prevenir su generación con una política de consumo y de compras adecuada que reduzca su producción. En segundo lugar ha de reutilizar todos aquellos residuos que sean susceptibles de ello y, por último, cuando ya no puedan ser reutilizados han de ser reciclados.

Una ciudad con calidad ambiental debe controlar la contaminación atmosférica y acústica generada por el tráfico rodado y por las industrias urbanas. Para ello será necesario utilizar tecnologías limpias y medios de locomoción que minimicen la emisión de gases y ruidos, y además, promover el transporte público y alternativo (bicicleta, automóvil eléctrico, etc.).

Otro aspecto importante es la contaminación visual tan presente en las ciudades tradicionales. Es necesario reducir la presencia de publicidad estática y la contaminación derivada del uso de alumbrado inadecuado o de luces publicitarias.

La vivienda ha de estar integrada en su entorno. Para realizar las construcciones se utilizarán técnicas y tipologías edificativas tradicionales. Los materiales empleados en la construcción serán reciclados, siempre y cuando sea posible, y procederán de la región con la intención de minimizar costes de transporte, ahorrar energía y facilitar la adaptación al paisaje del edificio. Por otra parte, se aprovecharán las condiciones climáticas del lugar, produciendo microclimas que mejoren las condiciones de la vivienda (brisas, acumulación de la energía del sol, etc.). El arte y la artesanía se ha de incorporar a las construcciones ecológicas.

El diseño de los espacios y edificios públicos, jardines, etc. ha de realizarse siguiendo los principios del desarrollo sostenible. La revegetación con especies autóctonas y la conservación de la vegetación natural ha de ser una prioridad para una ciudad de elevado nivel ambiental.

La comunidad ha de dirigir el desarrollo ecológico, ha de ser responsable y participar en la toma de decisiones que definen el espacio en el que viven.
 

La Comunidad Ecológica de Peñalolén Alto
 

La Comunidad Ecológica de Peñalolén Alto, situada en la zona precordillerana de los Andes, pertenece la Comuna(12) de Peñalolén. Esta comuna es una de las periféricas de Santiago y se localiza en el sector oriental de la ciudad (Ver croquis 1).

La Comuna de Peñalolén ha experimentado un incremento demográfico espectacular, muy por encima de la media del país (1,54%(13)); desde 1992 a 1999 ha crecido un 2,68 por ciento(14), pasando su población de los 179.757 habitantes a los 235.003. Este crecimiento acelerado se traduce en una gran expansión de los límites urbanos del municipio.

El Plan Regulador del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo considera que Peñalolén es una comuna residencial que debe absorber, para el año 2.005, cerca de 300.000 habitantes derivados del crecimiento demográfico del Gran Santiago. En conjunto, cuenta con una densidad media de 124,41 habitantes/ha, el porcentaje de jóvenes se sitúa en torno al 30 por ciento, mientras que el de adultos representa el 67,07 y el de ancianos el 3,88 por ciento.

En la Comuna de Peñalolén, que ha crecido intensamente acogiendo población emigrada, aparecen bolsas de pobreza: la población en situación de extrema pobreza es de 28.059, valor que corresponde al 11,9 por ciento del total de habitantes. De acuerdo con los datos de la ficha CAS (Caracterización Social)(15) el promedio de ingresos de las familias pobres (las cuales son casi el 30% de las familias de la comuna) es de 3.030 $USA. Además, la población indigente cohabita espacialmente con aquella de estratos sociales medio-alto, cuyos ingresos superan ampliamente la media nacional. Esta última población, clase media-alta, alcanza el 11,5 por ciento del total de habitantes y está conformada por profesionales jóvenes con hogares constituidos por 4,7 por ciento de promedio y con rentas familiares de 22.630 $USA (7,5 veces más que el ingreso medio de las familias pobres)(16).

La Comunidad Ecológica de Peñalolén Alto ocupa antiguas tierras agrícolas de regadío y secano destinadas principalmente al cultivo del trigo y a pasto para el ganado.

En el año 1980 alguno de los campesinos propietarios cedieron sus derechos a los primeros colonos que de forma espontánea, sin ningún tipo de legalización o reconocimiento oficial, crearon la Comunidad Ecológica de Peñalolén Alto.

Estos primeros habitantes fueron los gestores de su entorno y todas las actuaciones que realizan modificando el espacio respetan la premisa de vivir en armonía con la naturaleza. Pretenden conservar el paisaje natural de modo que diseñan los jardines integrando la vegetación silvestres ya existentes y reforestando con especies autóctonas de la zona. Las casas son de autoconstrucción y se edifican siguiendo los métodos tradicionales, con adobe y materiales reciclados procedentes de la demolición de otras viviendas.

En los primeros tiempos la comunidad apuesta por un modelo de vida comunal y ecológico: sus habitantes diseñan espacios comunales destinados a actividades culturales y lúdicas en los que participan todos los vecinos. Trazan calles para peatones y para vehículos. Promueven una forma de vida estrictamente natural en la que, por ejemplo, rechazan el uso de la electricidad o dar a luz a sus hijos en los hospitales.

El sistema de propiedad está basado en la copropiedad; la unidad mínima legal es la parcela que cuenta con varios propietarios. En la Comunidad hay un total de 20 divisiones de este tipo. Cada una de estas parcelas están subdivididas, según el porcentaje que le corresponda a cada propietario, en sitios. Estas particiones internas no están reconocidas institucionalmente.

La Comunidad Ecológica de Peñalolén Alto se encuentra situada en el sector denominado Peñalolén Alto Nuevo, el cual reúne mayor número de población de los cinco que integran Comuna de Peñalolén (Peñalolén Alto, La Faena, Lo Hermida, San Luis de Peñalolén y Peñalolén Alto Nuevo) (Croquis 2) Dicha comunidad, se rige por la Ley de Junta de Vecinos. La Junta de Vecinos la componen un presidente, un vicepresidente, un secretario, un tesorero, 2 ó 3 directores y 1 ó 2 representantes por parcela. Participan en una reunión cada 15 días, aunque las decisiones importantes se toman por asamblea a la que pueden asistir todos los vecinos inscritos en la Comunidad.

En la actualidad la Comunidad Ecológica de Peñalolén Alto ha perdido buena parte de sus intenciones de vida comunitaria pero preserva la filosofía de vivir en armonía con la naturaleza. En el reglamento interno de la Comunidad quedan detallados los propósitos del barrio y se definen como un "barrio(17) de carácter ecológico, (...), constituido con poca densificación y con una gran preocupación por la protección e incremento de la flora y fauna y con un sistema de comunidad habitacional que propugna soluciones urbanísticas adecuadas a la preservación de la naturaleza, con sistemas constructivos de reciclaje y de recuperación de técnicas tradicionales adaptadas a nuestra época, con una propuesta de reforestación autónoma de calles y espacios públicos, con especies de la zona, buscando constituir una unidad entre la flora de la casa particular y la de los espacios públicos con ciclovías y vías peatonales"(18).

Como vemos, la Comunidad Ecológica de Peñalolén Alto sigue fomentando la conservación de la naturaleza, en este sentido se regulan y se realizan diferentes actividades. La superficie mínima de un sitio es de 1.000 ó 2.000 m2, de modo que se consigue una baja densidad de edificación y se minimiza el impacto de las construcciones en el medio natural.

En el interior del barrio sólo se permite carteles informativos de la Junta de Vecinos y están totalmente prohibidos letreros o avisos publicitarios ya que rompen el equilibrio del paisaje natural.

Se está experimentando con energía solar. En varias viviendas se han instalado placas fotovoltaicas que permiten obtener electricidad para generar luz, pero en un futuro próximo se pretende que este tipo de energía sea aprovechada para el alumbrado público, la calefacción y el agua caliente de las casas.

La Comunidad Ecológica es propietaria de, aproximadamente, 1/3 de las acciones de la Asociación de Canalistas de la Quebrada de Macul. Desde esta quebrada baja una toma de agua que posteriormente se divide en tres. Uno de estos ramales es el que abastece de agua a la Comunidad. Una de las normas que siguen los vecinos es la del ahorro del agua que se consigue reutilizando parte de la que se consume y racionalizando su consumo. Por ejemplo, el que las plantas de los jardines sean especies autóctonas, adaptadas perfectamente a las condiciones climáticas de la zona, hace que el riego de los mismos sea innecesario.

Otro problema importante relacionado con el medio ambiente son los residuos o basuras, cuya recogida está gestionada por el propio barrio y no por la municipalidad. Cada uno de los vecinos realiza la selección de la basura separando los residuos orgánicos de los papeles, vidrio y plástico. Con los residuos orgánicos se genera compost que es reutilizado posteriormente en los jardines.
 

Bibliografía
 

ALGUACIL, J. "La calidad de vida y el tercer sector: nuevas dimensiones de la complejidad", 1998, en: http://habitat.aq.upm.es/boletin/n3/a1jalg.htlm.

BRIGNARDELLO, L.; GEORGUDIS, B. Geopedología de la cuenca de Santiago: dimensión espacial de los problemas ambientales de los suelos. Revista de Geografía Norte Grande, Instituto de Geografía, P.U.C. de Santiago de Chile, 1997, nº 24, pp127-141.

CEMBRANOS, F. Bienestar, ecología y participación social. Intervención psicosocial, Revista sobre igualdad y calidad de vida, 1993, nº. 5.

COMUNIDAD ECOLÓGICA DE PEÑALOLÉN ALTO. Reglamento interno de regulación vecinal de la Comunidad Ecológica de Peñalolén Alto. Junta de Vecinos nº 29, 1997, policopiado, 8 pp.

DEELSTRA, T. Eco-Cities: Strategies for Sustainable Cities. In: Ecociutat. Estratègies per a una ciutat sostenible, Barcelona, 14,15,16 de abril de 1994.

HAYES, D. Population, Equity and the Environment Prospects for Sustainables Cities. In: Ecociutat. Estratègies per a una ciutat sostenible, Barcelona, 14,15,16 de abril de 1994.

KENNEDY, D. Avision of Permaculture in the Sustainable City. In: Ecociutat. Estratègies per a una ciutat sostenible, Barcelona, 14,15,16 de abril de 1994.

MARTINEZ, J. Urbanización, crecimiento urbano y dinámica de la población en las ciudades de Chile entre 1952 y 1992. Revista de Geografía Norte Grande, Instituto de Geografía, P.U.C. de Santiago de Chile, 1997, nº 24.

MUNICIPALIDAD DE PEÑALOLÉN (1999): Diagnóstico comunal de Peñalolén 1998.Santiago de Chile: SECPLAC, Municipalidad de Peñalolén, 1997.

RUEDA, S. El ecosistema urbano y los mecanismos reguladores de las variables autoregenerativas. Ciudad y territorio, 1994, nº 100-101.

VILLAGRÁN, J. Geografía Urbana. Santiago: Ercilla, Enciclopedia Temática de Chile, tomo IV, 4ª edición, 1989.

1. Aguacil, 1998.

2. Anuario El País, 1999.

3. Rueda, 1994

4. Cembranos, 1993; Alguacil, 1998.

5. Cembranos, 1993.

6. Martínez, 1997

7. Brignardello, L.; Giorgudis, 1997

8. Martínez, 1997

9. Villagrán, 1989

10. Alguacil, 1998

11. Deelstra, 1994; Hayes, 1994; Kennedy, 1994

12. El término Comuna es equivalente al de Municipio entendido como el territorio jurisdiccional de un ayuntamiento.

13. Tasa actual de Chile (1982-1992) proyectada por el Instituto Nacional de Estadística para 1992-2000.

14. El Instituto Nacional de Estadística de Chile cifra la tasa actual de la Comuna de Peñalolén proyectada para 1992-2000 en 2.71%, sin embargo, la Secretaría de Planificación del Ayuntamiento de Peñalolén ha estimado la tasa en 2.68 %.

15. La ficha CAS (Caracterización Social) mide el grado de pobreza de de la comuna.

16. Municipalidad de Peñalolén, 1999.

17. En la actualidad prefieren definirse como barrio antes que como comunidad.

18. Comunidad Ecológica de Peñalolén Alto, 1997
 
 

© Copyright: Luigi Brignardello Torralba, .Marta Nel-lo Andreu, Yolanda Pérez Albert, 1999

© Copyright: I Coloquio Internacional de Geocrítica, 1999



Volver al índice de Scripta Nova

Menú principal