Menú principal                                                                                                                                 Índice de Scripta Nova
 
Scripta Nova.
 Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] 
Nº 94 (14), 1 de agosto de 2001

MIGRACIÓN Y CAMBIO SOCIAL

Número extraordinario dedicado al III Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)

NUEVOS ORÍGENES DE LA MIGRACIÓN MEXICANA A LOS ESTADOS UNIDOS: MIGRANTES URBANOS VERSUS MIGRANTES RURALES

Fernando Lozano Ascencio (Doctor en Sociología)
Investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias
Universidad Nacional Autónoma de México


Nuevos orígenes de la migración mexicana a los Estados Unidos: migrantes urbanos versus migrantes urbanos (Resumen)

La creciente participación de población de origen urbano en el flujo migratorio que se dirige a los Estados Unidos constituye uno de los cambios más importantes de la migración internacional mexicana. En esta comunicación se hace un breve recuento de las interpretaciones teóricas y empíricas más importantes orientadas a explicar la creciente "urbanización" del flujo migratorio a los Estados Unidos. Además, se examina la evolución del origen urbano/rural de los migrantes internacionales a los Estados Unidos a nivel nacional y regional, con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 1997. El trabajo muestra que en la llamada región tradicional de migración continúa predominando la participación de migrantes de origen rural, del sexo masculino y con bajos niveles de escolaridad. En cambio, en los estados no tradicionales, la participación de migrantes de origen urbano es mayoritaria, con una mayor presencia de mujeres y una escolaridad promedio superior.

Palabras clave: Migración internacional / México / Estados Unidos


New Origins of Mexican Migration to the Unites States: Urban-Origin vs. Rural-Origin Migrants (Abstract)

The growing participation of urban-origin population in the migration flow to the United States is one of the most important changes in this social process. This paper presents a brief discussion about the "urbanization" of the migration flow to the United States, and it examines the participation of the urban-origin and rural-origin Mexican migrants to the US over time, at the national and regional levels, based on the Mexican National Survey of Population Dynamics 1997. The paper found that the traditional region of migration is constituted mostly by migrants from rural areas, males, and relatively fewer years of education. In the non-traditional region migrants are dispersed among urban areas, more likely to be women, and they have higher levels of schooling.

Key words: International Migration / Mexico / United States


La creciente participación de población de origen urbano en el flujo migratorio que se dirige a los Estados Unidos constituye uno de los cambios más importantes que definen el nuevo patrón de la migración mexicana hacia el vecino país. A fines de la década de los setenta, una de las primeras encuestas nacionales mexicanas sobre migración a los Estados Unidos, indicaba que únicamente la tercera parte de los migrantes internacionales (migrantes ausentes y de retorno) residía en localidades mayores de 20 mil habitantes (Zazueta y García y Griego, 1982). Sin embargo, hacia fines de la década de los noventa, y de acuerdo con resultados de la ENADID 1997, los migrantes residentes en localidades mayores de 20 mil habitantes constituyen la mitad del flujo migratorio hacia el vecino país.

Existen al menos tres interpretaciones sobre esta "urbanización" del flujo migratorio. Por un lado se argumenta que es expresión del proceso de urbanización que ha vivido la sociedad mexicana durante las últimas dos décadas. Se plantea también que las crisis recurrentes de la economía mexicana de los ochenta y principios de los noventa, golpearon con mayor rigor a la población de las ciudades mexicanas, lo que promovió una emigración internacional masiva desde áreas urbanas. Finalmente se argumenta que la mayor migración urbana ha sido motivada por los procesos de la incorporación de la economía y sociedad mexicanas al mercado mundial.

Un rasgo significativo de la urbanización del flujo migratorio, es que ha sido un fenómeno particularmente intenso en aquellas zonas del país que no forman parte de los nueve estados que tradicionalmente han sido proveedores de mano de obra migrante, es decir, Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas. Resultados de investigaciones previas desarrolladas por el autor, basadas en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 1992, indican que en la llamada región tradicional predominaba la participación de migrantes de origen rural, del sexo masculino y con bajos niveles de escolaridad. En cambio, en los estados no tradicionales, la participación de migrantes de origen urbano es mayoritaria, con una mayor presencia de mujeres y una escolaridad promedio superior. Estos resultados indican que los cambios en el patrón migratorio a los Estados Unidos son desiguales entre ambas regiones (Lozano Ascencio 1999).

Este trabajo tiene dos objetivos básicos. El primero es hacer un breve recuento de las interpretaciones teóricas y empíricas más importantes orientadas a explicar la creciente "urbanización" del flujo migratorio a los Estados Unidos. El segundo es examinar la evolución del origen urbano/rural de los migrantes internacionales a los Estados Unidos a nivel nacional y regional, con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 1997. Asimismo, se plantea explorar algunas de las implicaciones actuales y futuras sobre la mayor presencia de migrantes internacionales de origen urbano en el flujo migratorio hacia Estados Unidos.

Interpretaciones sobre la urbanización del flujo migratorio

La "urbanización" del flujo migratorio hacia los Estados Unidos ha sido interpretada desde diversas perspectivas teóricas y empíricas. Estas interpretaciones se podrían agrupar en tres grandes corrientes: Aquellas que explican el fenómeno desde una perspectiva demográfica, aquellas que lo explican como consecuencia de las crisis recurrentes de la economía mexicana, y aquellas que la explican como consecuencia de los procesos de la incorporación de la economía y sociedad mexicanas al mercado mundial.

Desde la perspectiva demográfica algunos autores han planteado que la creciente participación de migrantes urbanos en el torrente migratorio hacia Estados Unidos, es un resultado directo del proceso de urbanización que ha vivido el país durante las últimas décadas. Rodolfo Corona (1998) sostiene que de acuerdo con los censos de 1970 y 1990, la población que vivía en localidades urbanas (mayores de 15 mil habitantes) ascendió respectivamente de 40 a 58 por ciento. Al comparar estas cifras con resultados de la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México (EMIF), Corona concluye que la distribución del origen urbano y origen rural de la población migrante, representa en forma aproximada, la distribución de la población mexicana. Ello confirma que la creciente participación de migrantes urbanos "…responde básicamente al proceso de urbanización vivido en México durante décadas" (p. 255). A su vez Durand, Massey y Zenteno (2000) sostienen que la creciente participación de migrantes de origen urbano no representa necesariamente una mayor selectividad de este tipo de migrantes. Por el contrario, los autores explican este fenómeno como resultado de la progresiva urbanización de la sociedad mexicana.

Autores de la segunda corriente sugieren que la incorporación de población urbana y metropolitana al flujo migratorio internacional responde a los mayores efectos negativos de las crisis económicas en las áreas urbanas. Canales (1995) sugieren que la incorporación de "nuevos" estados al torrente migratorio internacional y la creciente participación de migrantes urbanos es un reflejo directo de los efectos de las crisis económicas en las zonas urbanas mexicanas. La ciudad de México fue una de las ciudades más afectadas por la crisis de los ochenta. Este hecho pudiera explicar, según este autor, no sólo la expansión de la economía informal sino el incremento de las tasas de migración interna e internacional con origen en la zona metropolitana de la Ciudad de México.

W. Cornelius (1992) sostiene que la crisis económica que México vivió durante los ochenta, afectó con mayor severidad a la población urbana que a la población rural, particularmente a los residentes de las grandes zonas metropolitanas. Con base en este argumento, Cornelius sugiere la hipótesis de que hacia fines de la década de los noventa, la mayoría de los migrantes "primerizos" tendrán su origen en el México urbano. Esta tendencia sería a su vez un reflejo de la "saturación" del mercado de trabajo en las grandes ciudades mexicanas. Asimismo, concluye el autor, las crisis económicas de los ochenta --que redujeron los salarios reales de la mayoría de los mexicanos entre un 40 y 50 porciento-- significaron la incorporación de individuos, comunidades y entidades sin una larga tradición migratoria.

Por su parte Richard Jones (1995) sugiere dos hipótesis de cómo la crisis económica ha alterado los patrones de la migración a los Estados Unidos. Siguiendo el mismo tipo de razonamiento de los dos autores anteriores, Jones plantea que dado que la recesión económica mexicana afectó particularmente a las capas medias y capas medias acomodadas de las ciudades, se puede esperar una creciente presencia de migrantes de origen urbano en el flujo hacia los Estados Unidos. Para probar esta hipótesis, Jones utiliza información de detenciones y deportaciones del Servicio de Migración y Naturalización de Estados Unidos de la oficina de San Antonio, Texas. Con base en esta fuente Jones muestra que entre 1980 y 1990 el porcentaje de migrantes de origen urbano se incrementó de 50 a 75 por ciento. A diferencia de Corona, Jones sugiere que el flujo migratorio hacia Estados Unidos exhibe una mayor selectividad de migrantes urbanos, toda vez que durante los ochenta la participación de este tipo de migrantes creció a un ritmo mucho más acelerado que el de la población urbana mexicana.

La segunda hipótesis de Jones es que durante los ochenta, la migración a los Estados Unidos desde el norte de México disminuyó en favor de la migración desde el sur. Ello se debió en buena medida a que la inversión extranjera (surgida a raíz de la devaluación del peso de 1986) se dirigió principalmente al norte del país. A partir de la misma muestra de deportados de San Antonio, Texas, Jones encuentra que entre 1980 y 1990 la migración mexicana a los Estados Unidos se origina mayoritariamente en el sur de México. Estos hallazgos lo llevan a la conclusión de que la crisis económica afectó con más severidad al sur del país que al norte de México, donde la inversión extranjera permitió mitigar los efectos negativos de la crisis.

Respecto al tercer tipo de interpretación, Roberts (1998) ofrece una serie de planteamientos, no sólo sobre la "urbanización" del flujo migratorio a los Estados Unidos, sino también sobre el efecto que el proceso de globalización económica mundial ha tenido en la migración internacional con origen en México. Este autor sostiene que el modelo de desarrollo económico adoptado en México, orientado fundamentalmente hacia las exportaciones, ha alterado la distribución espacial de la economía mexicana, y en contraste con lo que ocurría en el pasado, ha disminuido la oferta de trabajos estables y bien remunerados en las grandes zonas metropolitanas. Este proceso pudiera estar fuertemente asociado con la creciente migración interna e internacional desde las zonas metropolitanas mexicanas. La inversión extranjera, que ha promovido el surgimiento de un sistema de producción y distribución generador de empleos manufactureros en gran escala, pudiera estar restringiendo la migración internacional. Sin embargo, la volatilidad de los mercados se ha intensificado con la globalización económica, lo que indirectamente podría estar promoviendo la migración hacia los Estados Unidos.

Sin el ánimo de asumir una posición ecléctica frente a los tres grupos de interpretaciones, en mi opinión las tres aproximaciones son pertinentes y contribuyen a entender qué es lo que ha estado pasando. Sin embargo, algo interesante a lo que estamos asistiendo en estos momentos, en cuanto al origen urbano o rural de los migrantes internacionales, es un aparente resurgimiento del predominio de los migrantes de origen rural en el torrente migratorio hacia el vecino país. Esto lleva sin duda a la necesidad de replantear la discusión teórica sobre los cambios en el perfil de la migración mexicana a los Estados Unidos. Como lo veremos en las siguientes secciones, a partir de la segunda mitad de los setenta y hasta fines de los ochenta, hubo un claro ascenso de la participación de migrantes urbanos en el flujo migratorio, sin embargo, a partir de los noventa la participación de los migrantes de origen urbano empezó a declinar en todo el país.

Fuentes y procedimientos

En la última edición de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 1997, en la sección de características económicas, se incluye la siguiente pregunta para todos los miembros del hogar: "¿alguna vez ha ido a trabajar o a buscar trabajo a los Estados Unidos?". Si la persona contesta afirmativamente se le pregunta sobre el número de traslados a Estados Unidos, la fecha del traslado y la fecha de retorno, entre otras cosas. De acuerdo con los resultados de esta encuesta, 12,163 individuos declararon haber trabajando en algún momento de su vida en Estados Unidos, al menos en una ocasión. La cifra ponderada de esta población es de 3,103,343 individuos. Para los fines de este trabajo fueron eliminados de esta población los siguientes grupos: los que nacieron en el extranjero, los que emigraron a Estados Unidos antes de 1970, los migrantes ausentes y aquellos que declararon trabajar diariamente en Estados Unidos, grupo conocido como "commuters". No incluyendo a los casos mencionados quedaría una muestra de 9,107 individuos, lo que representa a una población de 2,314,991 migrantes de retorno, toda vez que se eliminó a los migrantes que aún no han regresado de Estados Unidos

Con la información sobre el año de salida de último viaje a Estados Unidos, se construyeron seis cohortes de periodo de salida (1970-74, 1975-79, 1980-84, 1985-89, 1990-94 y 1995-97) a fin de comparar las características sociales y demográficas de los migrantes, considerando el momento en que se desplazaron a los Estados Unidos. Este método de reconstruir el pasado con información del presente tiende grandes ventajas, pero también algunos problemas. La gran ventaja es que permite examinar las variaciones del perfil económico y demográfico de los migrantes conforme pasa el tiempo. La desventaja es que las características sociales y demográficas de los migrantes, que aquí se examinan, corresponden al momento en que se levantó la encuesta, y no al momento en que el individuo emigró a los Estados Unidos. Hay variables que no cambian, como es el caso del sexo, sin embargo, otras pueden cambiar con el tiempo, como la entidad de residencia o el tamaño de la localidad de residencia, entre las más importantes. No obstante estas limitaciones, que no queríamos dejar de mencionar, la ENADID97 es una muestra representativa de carácter nacional, que nos permite conocer las características de la migración internacional en los ámbitos regional y estatal.

Cambios en la composición urbano/rural de los migrantes de retorno

En las siguientes dos secciones examinaremos los cambios que ha sufrido la composición urbano/rural de los migrantes internacionales de retorno. Primero lo haremos a escala del conjunto de la población nacional de migrantes, y después considerando dos grandes regiones: una que denominaremos región tradicional de migración y la otra, región no tradicional de migración (1). A lo largo de la exposición se comentarán además algunas otras características sociales y demográficas de los migrantes, sin embargo, el análisis privilegiará los cambios en la composición urbano/rural de los migrantes internacionales de retorno.

Población total de migrantes de retorno

De mediados de los setenta a fines de los ochenta es muy clara la tendencia a la mayor participación de migrantes urbanos en el torrente migratorio. Este hecho significó que muchos autores plantearan que el perfil de la migración a Estados Unidos estaba cambiando de un patrón predominantemente rural a uno de carácter urbano (2). En la parte superior del Cuadro 1 se puede observar que la participación de los migrantes urbanos entre 1975 y 1989 fue claramente en ascenso: de 45 porciento en el periodo 1975-79, a 48 porciento en el periodo 1980-84 y a 58 porciento entre 1985 y 1989 (3). No hay que dejar de hacer notar que en el primer periodo considerado (1970-74), la población de origen urbano constituía el 55 porciento de esa cohorte; sin embargo, consideramos que no es pertinente desprender de aquí algún tipo de conclusión, toda vez que el tamaño de muestra es reducido (487 casos).
 
 

Cuadro 1
Características sociales y demográficas de la población total de migrantes internacionales de retorno por período de salida en su último viaje a los Estados Unidos, 1970-1997
Características sociales y demográficas Total Periodo de salida
1970-74 1975-79 1980-84 1985-89 1990-94 1995-97
(%) (%) (%) (%) (%) (%) (%)
Tamaño localidad de residencia
Menor a 20,000 hab. (Rural) 51.4 44.9 54.7 51.7 41.9 51.0 58.3
20,000 y más hab. (Urbano) 48.6 55.1 45.3 48.3 58.1 49.0 41.7
Tamaño localidad de residencia
Menor a 2,500 hab. 32.8 27.1 33.8 31.6 23.4 31.7 41.3
2,500 a 14,999 hab. 15.9 15.4 17.8 16.6 15.8 16.5 14.7
15,000 a 19,000 hab. 2.7 2.4 3.1 3.5 2.7 2.8 2.3
20,000 a 99,999 hab. 13.9 15.3 10.7 13.4 17.3 12.8 13.4
100,000 y más hab. 34.8 39.7 34.6 34.9 40.8 36.3 28.3
Región de residencia actual
Tradicional 51.0 50.5 56.4 54.9 50.8 49.3 49.9
Frontera 23.7 32.0 28.4 26.6 22.4 19.2 24.8
Centro 23.0 13.5 14.1 16.4 24.8 29.4 22.5
Periferia 2.3 4.0 1.1 2.4 2.0 2.2 2.7
Experiencia de migración interna
Sin experiencia 60.1 50.6 54.7 54.2 57.8 60.4 66.9
Con experiencia 38.7 49.0 44.7 45.3 41.1 38.6 31.3
No especificado 1.1 0.4 0.6 0.4 1.1 1.0 1.8
Sexo
Hombres 82.8 74.7 80.7 81.0 80.6 80.2 89.5
Mujeres 17.2 25.3 19.3 19.0 19.4 19.8 10.5
Estado civil
Casado 79.5 83.5 82.9 85.7 84.6 75.9 75.5
Otro 20.5 16.5 17.1 14.3 15.4 24.1 24.5
Años de educación
0 años 5.7 9.5 12.7 8.5 5.1 4.1 4.3
1 - 7 años 55.3 66.5 64.3 59.7 50.2 51.3 56.5
8 - 10 años 21.2 12.5 15.0 15.3 22.7 24.9 21.9
11 y más 17.8 11.5 8.1 16.6 22.0 19.7 17.3
Meses en E.U. (último viaje)
Hasta 6 meses 45.1 37.5 35.5 40.7 42.3 39.0 58.3
Más de 6 meses 54.9 62.5 64.5 59.3 57.7 61.0 41.7
Docs. para trabajar en E.U.
Si 10.8 8.8 6.3 6.7 9.7 8.5 16.8
No 88.3 89.3 91.9 92.7 89.5 90.6 82.5
No especificado 2.0 1.8 0.6 0.8 0.9 0.7
Muestra ponderada 2,314,991 122,227 184,738 252,539 459,328 621,626 674,533
Número de casos 9,107 487 750 984 1,713 2,486 2,687
            Fuente: Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, 1997.

Lo que llama la atención es que a partir de 1990, la tendencia de una mayor participación de migrantes urbanos empieza a revertirse: del total de migrantes que realizaron su último viaje a Estados Unidos entre 1990 y 1994 únicamente el 49 por ciento residía en zonas urbanas; para aquellos que lo realizaron entre 1995 y 1997 dicho indicador disminuyó a 42 por ciento. Los datos muestran que en los noventa hay nuevamente un predominio de migrantes de origen rural.

Al examinar los cambios en la composición de los migrantes, a partir de considerar cinco categorías de tamaño de la localidad de residencia en el momento del levantamiento de la encuesta (4), se observa que la disminución del predominio de migrantes urbanos en el flujo migratorio, fue fundamentalmente a costa de la caída en la participación de los migrantes residentes en ciudades de más de 100 mil habitantes. Así vemos como en el periodo 1985-89, los migrantes residentes en ciudades de este tipo constituían el 41 porciento del flujo total, bajando su participación a 28 porciento en el periodo 1995-97. Asimismo, el incremento de la participación de migrantes rurales, es fundamentalmente a costa del aumento en la participación de migrantes residentes en localidades menores a los 2,500 habitantes: de 23 por ciento en el periodo 1985-89 a 41 por ciento en el periodo 1995-97.

Asumiendo como válidos los planteamientos que sugieren una fuerte asociación entre las crisis económicas y el incremento de migrantes urbanos en el flujo migratorio internacional, habría que analizar brevemente la evolución de la economía mexicana durante las décadas de los ochenta y noventa, para interpretar los cambios en la composición urbano/rural del flujo migratorio. Al respecto cabe señalar que la década de los ochenta se caracterizó por ser una en que la economía mexicana prácticamente se estancó. Entre 1982 y 1988 el producto interno bruto (PIB) presentó una tasa promedio anual de -0.41 por ciento y, precisamente en esa década, es cuando se da una incorporación acelerada de migrantes urbanos al flujo hacia Estados Unidos.

La situación de la economía mexicana y de la composición urbano/rural del flujo migratorio cambia en los noventa. Entre 1990 y 1994 la tasa promedio anual del PIB fue de 3.5 por ciento, con valores extremos de 5.1 en 1990 y 1.9 por ciento en 1993. Incluso en el último año de la administración Salinas (1994) el PIB creció en 4.4 por ciento. Aunque en el primer año del presente gobierno (1995) la tasa promedio anual del PIB se derrumba a -6.1 por ciento, para 1996 crece en 5.1 por ciento y en 1997, en 7.04 por ciento (Garza 1999). Los signos de recuperación económica -aunque desiguales- pudieran estar asociados a una baja en la migración internacional con origen en las ciudades, particularmente de las zonas metropolitanas.

La evolución de otros indicadores sociales y demográficos de la población total de migrantes de retorno durante las tres últimas décadas, muestran algunos elementos de continuidad y cambio. En cuanto a la región de residencia llama la atención que, a lo largo de todas las cohortes, alrededor de la mitad de los migrantes proviene de los nueve estados que componen la región tradicional de migración (véase Cuadro 1 y nota de pie de página 1). La otra mitad reside en las 23 entidades restantes. La participación de los migrantes que habitan en los estados de la región Centro presentó un crecimiento significativo entre 1970 y 1997, principalmente a costa de la participación de los migrantes residentes en la región Frontera. Esto habla no sólo de la diversificación que ha tenido la migración a los Estados Unidos a todo lo largo del territorio nacional, sin sobre todo de la creciente importancia de los migrantes residentes en los estados del centro del país.

En cuanto a la experiencia de migración interna de los migrantes internacionales, el mismo Cuadro 1 indica que cuatro de cada diez migrantes tuvieron al menos un cambio de residencia en el interior del país, ya sea entre dos entidades o entre dos municipios de una misma entidad. La experiencia de migración interna va disminuyendo conforme se rejuvenecen las cohortes de migrantes, en virtud de que el promedio de edad de los migrantes es menor y, por tanto, la exposición al riesgo de emigrar internamente es menor. Más adelante veremos algunas diferencias sobre la experiencia de migración interna de los migrantes internacionales de acuerdo con su región de residencia.

Región de tradición migratoria versus región sin tradición migratoria

En los análisis sobre el cambio en el perfil migratorio a Estados Unidos, se incurre muchas veces en generalizaciones que no corresponden con lo que sucede en determinadas realidades regionales. Si bien las tendencias sobre la composición urbano/rural del flujo migratorio a nivel nacional reflejan una clara "urbanización" de este contingente de migrantes durante la década de los ochenta, es un fenómeno que ocurre con mayor intensidad fuera de la región de alta tradición migratoria. De ahí la importancia de examinar ciertos cambios de la migración a los Estados Unidos en su dimensión regional (5). En lo que sigue, haremos una breve descripción de los cambios en la composición urbano/rural de la migración, y de algunas otras características sociodemográficas, según dos grandes regiones migratorias: la región de tradición migratoria versus el resto del país.

En la región de tradición migratoria cuatro de cada diez migrantes residen en áreas urbanas. A lo largo de todas las cohortes, los migrantes de esta región son mayoritariamente de origen rural, con excepción del quinquenio 1985-89 en que los migrantes rurales y urbanos se equilibran. La participación de migrantes urbanos pasó de 35 poriento en el quinquenio 1975-79, a 51 poriento en el periodo 1985-89, bajando nuevamente a 31 poriento en la cohorte de 1995-97 (Cuadro 2). En rigor, esta última cohorte expresa una acentuada "ruralización" del flujo migratorio en la región tradicional, ya que la mitad de los migrantes más jóvenes residían en localidades menores de 2,500 habitantes, y tan sólo 17 por ciento de ellos partió de ciudades de 100.000 habitantes y más. Esto contradice la hipótesis de Cornelius (1992) -al menos por lo que acontece en la región tradicional- en el sentido de que hacia fines de la década de los noventa, la mayoría de los migrantes "primerizos" tendrían su origen en el México urbano.
 
 

Cuadro 2 
Características sociales y demográficas de migrantes internacionales de retorno residentes en la zona tradicional de migración internacional, por período de salida en su último viaje a los Estados Unidos, 1970-1997.
Características sociales y demográficas
Total Periodo de salida
1970-74 1975-79 1980-84 1985-89 1990-94 1995-97
(%) (%) (%) (%) (%) (%) (%)
Tamaño localidad de residencia
Menor a 20,000 hab. (Rural) 60.8 53.2 65.4 59.8 49.1 61.2 68.7
20,000 y más hab. (Urbano) 39.2 46.8 34.6 40.2 50.9 38.8 31.3
Tamaño localidad de residencia
Menor a 2,500 hab. 39.4 31.6 39.0 37.5 27.6 38.7 50.6
2,500 a 14,999 hab. 18.7 17.9 23.5 19.2 18.8 19.8 16.1
15,000 a 19,000 hab. 2.7 3.7 3.0 3.1 2.7 2.7 2.1
20,000 a 99,999 hab. 15.9 15.9 11.7 15.8 22.9 13.8 14.4
100,000 y más hab. 23.3 30.9 22.9 24.4 28.0 25.0 16.9
Experiencia de migración interna
Sin  experiencia 71.8 61.0 64.7 66.8 70.1 72.0 79.2
Con experiencia 27.2 38.5 34.4 32.8 28.3 26.9 20.0
No especificado 1.0 0.5 0.9 0.4 1.6 1.2 0.8
Sexo 
Hombres 84.7 77.4 84.7 81.4 80.4 81.0 93.8
Mujeres 15.3 22.6 15.3 18.6 19.6 19.0 6.2
Estado civil
Casado 81.5 84.1 86.0 87.3 87.7 75.3 78.5
Otro 18.5 15.9 14.0 12.7 12.3 24.7 21.5
Años de educación
0 años 7.6 14.0 16.6 11.1 6.0 5.2 5.5
1 - 7 años 61.2 70.2 65.4 64.2 56.4 57.0 64.3
8 - 10 años 18.8 8.4 11.4 14.3 20.6 22.5 19.9
11 y más 12.5 7.4 6.6 10.4 16.9 15.3 10.3
Meses en E.U. (último viaje)
Hasta 6 meses 43.2 34.5 35.8 39.9 40.8 37.6 55.3
Más de 6 meses 56.8 65.5 64.2 60.1 59.2 62.4 44.7
Docs. Para trabajar en E.U.
Si 11.0 8.6 5.8 6.8 9.4 7.2 19.4
No 87.9 90.5 91.4 92.4 89.7 91.6 79.9
No especificado 1.1 1.0 2.8 0.8 0.9 1.2 0.6
Muestra ponderada 1,180,789 61,718 104,205 138,591 233,240 306,285 336,750
Número de casos 5,010 275 446 573 924 1,338 1,454
        Fuente: Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, 1997.
 

Por lo que respecta al resto del país, que aquí hemos denominado como región sin tradición migratoria (pero que abarca a la mitad de los migrantes internacionales), la composición del origen urbano/rural de los migrantes es considerablemente distinta que en la región tradicional. En términos generales, seis de cada cuatro migrantes residentes fuera de la región tradicional viven en ciudades mayores de 20.000 habitantes. La participación de migrantes urbanos se mantuvo más o menos constante en las cohortes 1975-79 y 1980-84 (59 y 58 por ciento respectivamente) aumentando a 66 por ciento en el quinquenio 1985-89. En la década de los noventa la participación de los migrantes urbanos disminuye al 59 por ciento, durante el quinquenio 1990-94, y cae nuevamente al 52 por ciento en el periodo 1995-97 (cuadro 3). No obstante esta importante disminución de la proporción de migrante urbanos durante los noventa, los migrantes residentes en ciudades mayores a los 100.000 habitantes constituyen una indiscutible mayoría en esta región en todas las cohortes migratorias.
 
 

Cuadro 3 
Características sociales y demográficas de migrantes internacionales de retorno residentes en la zona NO tradicional de migración internacional, por periodo de salida en su último viaje a los Estados Unidos, 1970-1997
Características sociales y demográficas
Total Periodo de salida
1970-74 1975-79 1980-84 1985-89 1990-94 1995-97
(%) (%) (%) (%) (%) (%) (%)
Tamaño localidad de residencia
Menor a 20,000 hab. (Rural) 41.6 36.5 40.9 42.0 34.4 41.0 47.9
20,000 y más hab. (Urbano) 58.4 63.5 59.1 58.0 65.6 59.0 52.1
Tamaño localidad de residencia
Menor a 2,500 hab. 25.9 22.5 27.2 24.5 19.1 24.9 32.1
2,500 a 14,999 hab. 13.0 12.9 10.5 13.4 12.7 13.3 13.3
15,000 a 19,000 hab. 2.8 1.1 3.1 4.1 2.7 2.8 2.5
20,000 a 99,999 hab. 11.8 14.7 9.5 10.4 11.6 11.7 12.4
100,000 y más hab. 46.7 48.8 49.6 47.6 54.0 47.3 39.7
Región de residencia actual
Frontera 48.4 64.7 65.1 59.0 45.6 37.8 49.6
Centro 46.9 27.2 32.4 35.7 50.4 57.9 45.0
Periferia 4.8 8.1 2.5 5.3 4.0 4.3 5.5
Experiencia de migración interna
Sin experiencia 48.0 39.9 41.8 39.0 45.1 49.2 54.6
Con experiencia 50.8 59.8 57.9 60.6 54.3 50.0 42.6
No especificado 1.2 0.3 0.3 0.5 0.6 0.8 2.8
Sexo
Hombres 80.8 72.1 75.5 80.6 80.8 79.3 85.2
Mujeres 19.2 27.9 24.5 19.4 19.2 20.7 14.8
Estado civil
Casado 77.5 82.8 78.9 83.8 81.3 76.5 72.5
Otro 22.5 17.2 21.1 16.2 18.7 23.5 27.5
Años de educación
0 años 3.9 5.3 7.6 5.4 4.1 3.0 3.1
1 - 7 años 49.4 63.1 62.9 54.3 44.1 45.9 49.0
8 - 10 años 23.6 16.3 19.5 16.5 24.8 27.3 23.8
11 y más 23.2 15.3 10.0 23.7 27.0 23.9 24.1
Meses en E.U. (último viaje)
Hasta 6 meses 47.0 40.7 35.2 41.7 43.8 40.4 61.2
Más de 6 meses 53.0 59.3 64.8 58.3 56.2 59.6 38.8
Docs. para trabajar en E.U.
Si 10.6 9.0 6.9 6.5 10.0 9.9 14.2
No 88.6 88.0 92.6 93.1 89.3 89.5 85.1
No especificado 0.8 3.0 0.5 0.4 0.7 0.6 0.7
Muestra ponderada 1,134,202 60,509 80,533 113,948 226,088 315,341 337,783
Número de casos 4,097 212 304 411 789 1,148 1,233
        Fuente: Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, 1997.

Otra característica importante a comentar, que hace distintas a las poblaciones de migrantes de ambas regiones, es su experiencia de migración interna. De acuerdo con los cuadros 2 y 3, en los respectivos renglones de "experiencia de migración interna" tres de cada diez migrantes de la región tradicional presentan esta característica, mientras que cinco de cada diez migrantes de la región no tradicional han experimentado algún tipo de migración interna. Este resultado indica la presencia de patrones migratorios distintos en ambas regiones, no sólo por cuanto al tipo de trayectorias migratorias y a la forma en que se entrelazan los procesos de migración interna e internacional, sino por las redes sociales que se han establecido en la zona tradicional que implican desplazamientos directos a Estados Unidos, predominantemente desde áreas rurales, sin que medie algún tipo de destino interno.

Por último, quisiera destacar algunas otras características que distinguen a la población migrante en ambas regiones y que, en general, reflejan la composición urbano-rural de los migrantes. Por cuanto al sexo, la presencia de mujeres en la región no tradicional de migración es ligeramente superior que en la región tradicional (19 y 15 porciento respectivamente). Asimismo, el promedio de años de educación es mayor en la región no tradicional (8.3 años) que en la región tradicional, donde ese indicador es de 6.8 años. Estas diferencias en los niveles de escolaridad, son en buena medida expresión del predominio de migrantes rurales en la zona tradicional, cuyos niveles de escolaridad son menores que los de los migrantes urbanos. Finalmente, los migrantes de la zona no tradicional tienen en promedio un menor número de traslados a los Estados Unidos (2.1 viajes) que los migrantes de la región tradicional (2.7 viajes), lo que también indica un mayor contacto de los migrantes de la región tradicional con el mercado laboral norteamericano (cuadro 4).
 
 

Cuadro 4 
Características sociales y demográficas de migrantes internacionales de retorno según Región de residencia, 1970-1997
Característica Total Región Tradicional Región No Tradicional
Edad promedio (años) 38.1 38.6 37.5
Edad promedio al emigrar en el último viaje 29.9 30.3 29.6
Escolaridad promedio (años) 7.6 6.8 8.3
Duración de la estancia en E.U. (meses) 17.0 17.6 16.3
Número de traslados a E.U.  2.4 2.7 2.1
            Fuente: Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, 1997.
 

Comentario Final

Los cambios ocurridos en la composición urbano/rural de los migrantes mexicanos a Estados Unidos en las últimas décadas, que en términos generales se caracterizan por una transición de altas tasas de participación de migrantes urbanos durante la década de los ochenta, a bajas tasas de participación de estos migrantes en la década de los noventa, refleja la complejidad y dinamismo de la migración mexicana a Estados Unidos. La reciente "ruralización" del flujo migratorio no pueden considerarse como una transformación definitiva. El hecho que ciertas tendencias se reviertan en tan corto tiempo, como parece suceder con la composición urbano/rural de los migrantes en los noventa, expresa más bien la necesidad de generar nuevos marcos interpretativos, menos rígidos, que permitan entender y dar cabida a situaciones aparentemente inesperadas.

Durante los ochenta las explicaciones sobre la urbanización de la sociedad mexicana, así como sobre los efectos negativos de las crisis económicas en las áreas urbanas y metropolitanas, constituyeron marcos interpretativos de gran valía para entender el aumento de migrantes urbanos en el torrente migratorio hacia Estados Unidos. Sin embargo, el México de los ochenta es muy distinto al de los noventa. El crecimiento de la inversión extranjera directa, orientada fundamentalmente hacia actividades manufactureras de las ciudades medias y metropolitanas, en los dos grandes corredores industriales país (Pozas 1999), podría estar mitigado la migración desde las ciudades. El modelo de inversión extranjera de los noventa ha contribuido a profundizar las desigualdades entre el campo y la ciudad en muchos sentidos, lo que podría a su vez reflejarse en este nuevo patrón de migración en el que predominan los migrantes de origen rural.

Pese a esta tendencia general a la "ruralización" del flujo migratorio en todo el país, es evidente que existen diferencias regionales, como se ha expuesto en este trabajo. Con base en los resultados aquí planteados, es posible afirmar que la zona tradicional de migración se ha caracterizado, y se caracteriza en estos momentos, por el predominio de migrantes rurales, con bajas tasas de migraciones interna, con una mayor incidencia de migrantes del sexo masculino, con bajos niveles de escolaridad, aunque con una mayor experiencia migratoria en cuanto al número de traslados a los Estados Unidos. En cambio, en la zona sin tradición migratoria, es decir, en el resto del país, predominan los migrantes de origen urbano, con mayores tasas de migración interna, mayor incidencia de mujeres migrantes, con mayores niveles de escolaridad, aunque con menor experiencia migratoria por cuanto al número de viajes laborales a Estados Unidos.

La fuente utilizada en este trabajo (ENADID97) contiene información principalmente de los migrantes de retorno. Aunque esta fuente nos da una idea de los cambios en el perfil de la migración a Estados Unidos, no estamos percibiendo los cambios de toda la población de migrantes mexicanos. Ello obedece a que la población que no regresa a México, es decir la de migrantes permanentes o definitivos, no está incluida en este análisis.

Finalmente, un gran reto para los estudiosos del fenómeno migratorio a Estados Unidos es avanzar en análisis y discusión sistemática de los nexos entre el desarrollo económico y la urbanización en México, y el efecto de ambos procesos en la composición urbano/rural del flujo migratorio hacia Estados Unidos. Líneas de investigación de esta naturaleza contribuyen no sólo a describir los cambios en el perfil demográfico de los migrantes, sino a relacionar procesos y encontrar explicaciones del por qué de esos cambios.
 

Notas

1.La región Tradicional incluye a los estados de Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas. La región no tradicional de migración la componen el resto de los estados del país, que a su vez se descompone en tres subregiones. La subregión Frontera que incluye a Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas. La subregión Centro que incluye al Distrito Federal, Guerrero, Hidalgo, México, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro y Tlaxcala. Y la subregión Periférica que comprende a los estados de Campeche, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán.

2.Al respecto véanse los trabajos de Verduzco 1980; Alba 1985 y 1994; Bean, Espenshade, White y Dymoski 1990; Corona 1998; Cornelius 1992; Lozano 1998; Papail 1998; Marcelli y Cornelius, 1999.

3.En este trabajo se considera como población urbana aquella que habita en regiones mayores de 20.000 habitantes.

4.Las cinco categorías son: 1) Menor a 2.500 habitantes, 2) entre 2.500 y 14,999 habitantes, 3) entre 15.000 y 19.999 habitantes, 4) entre 20.000 y 99.999 habitantes y 5) más de 100.000 habitantes.

5.Al respecto véase el interesante trabajo de Daniel Dalaunay, 1999.
 

Bibliografía

ALBA, Francisco.  El patrón migratorio entre México y Estados Unidos: su relación con el mercado laboral y el flujo de remesas. In GARCÍA Y GRIEGO, Manuel y VEGA, Gustavo (eds.) México-Estados Unidos 1984. El Colegio de México, 1985, p. 201-220.

ALBA, Francisco. Aspectos urbanos de la migración laboral: La situación en los países de origen,  Estudios Demográficos y Urbanos, vol. 9, nº 3, 1994, p. 629-656.

BEAN, Frank D., T. ESPENSHADE, M. WHITE y R. DYMOWSKI. Post-IRCA Changes in the Volume and Composition of Undocumented Migration to the United States: An Assessment Based on Apprehensions Data. In BEAN, F. EDMONSTON, B. and PASSEL, J.  (eds.). Undocumented Migration to the United States: IRCA and the Experience of the 1980s. Washington D.C.: The Urban Institute Press, 1990, p. 111-158.

CANALES CERÓN, Alejandro. De la Ciudad de México a Los Angeles. Un nuevo componente en la emigración a los Estados Unidos. Ponencia presentada en la V Reunión Nacional de Investigación Demográfica en México, México, D.F.:  1995

CORNELIUS, Wayne. From Sojourners to Settlers: the Changing Profile of Mexican Immigration to the United States". In BUSTAMANTE, Jorge; CLARK, Reynolds y HINOJOSA, Raúl  (eds.). US-Mexico Relations: Labor Market Interdependence, Stanford: CA: Stanford University Press, 1992.

CORONA VÁZQUEZ, Rodolfo. Modificaciones de las características del flujo migratorio laboral de México a Estados Unidos. In CASTILLO, Manuel Angel; LATTES,  Alfredo SANTIBÁÑEZ, Jorge  (eds.). Migración y Fronteras.  México: COLEF, ALAS, COLMEX, 1998.

DELAUNAY, Daniel. La dimensión regional de la emigración mexicana hacia Estados Unidos. Estudios Demográficos y Urbanos, vol. 14, nº 1, 1999, p. 117-163.

DURAND, Jorge, MASSEY, Douglas, and ZENTENO, René. Mexican Immigration to the United States: Continuities and Changes. Latin American Research Review, vol. 35, nº 3, 2000.

GARZA, Gustavo.  Globalización económica, concentración metropolitana y políticas urbanas en México. Estudios Demográficos y Urbanos, vol. 14, nº 2, 1999, p. 269-311.

JONES, Richard C. Immigration Reform and Migrant Flows: Compositional and Spatial Changes in Mexican Migration after the Immigration Reform Act of 1986. Annals of the Association of American Geographers, 85 (4), 1995, p. 715-730

LOZANO ASCENCIO, Fernando. Immigrants from Cities: New Trends in Urban-Origin Mexican Migration to the United States. Tesis de Doctorado, Universidad de Texas en Austin,  1999.

LOZANO ASCENCIO, Fernando. Continuidad y cambios en la migración temporal entre México y Estados Unidos. In CASTILLO, Manuel Angel; LATTES, Alfredo y SANTIBÁÑEZ, Jorge  (eds.). Migración y Fronteras. Mexico: COLEF, ALAS, COLMEX,  1998, p. 305-320.

MARCELLI, Enrico A. and WAYNE A. Cornelius.The Changing Profile of Mexican Migrants to the United States: New Evidence from Southern California. Ponencia presentada en la Reunión Anual de la Population Association of America, New York,  1999.

PAPAIL, Jean. Factores de la migración y redes migratorias. In Mexican Ministry of Foreign Affairs and U.S. Commission on Immigration Reform. Migration Between Mexico and United States. Binational Study, vol. 3, 1998, p. 975-1000.

POZAS, María de los Angeles. Mexican Firms in the New Global Economy. Tesis de Doctorado,  Baltimore, Maryland: Johns Hopkins University, 1999.

ROBERTS, Bryan R. Globalization, International Migration, and Loyalty: The Mexican Case. Ponencia presentada en el seminario Globalization and Inequality, University of Pennsylvania, 1998.

VERDUZCO IGARTÚA, Gustavo. La migración urbana a Estados Unidos: un caso del Occidente de México. Estudios Sociológicos, vol. 8, nºo. 22, 1980, p. 117-139.

ZAZUETA, Carlos H. and GARCÍA GRIEGO, Manuel. Los trabajadores mexicanos en Estados Unidos: Resultados de la Encuesta Nacional de Emigración a la Frontera Norte del País y a los Estados Unidos. Análisis, nº 3 CENIET, México, D.F:  Secretaría del Trabajo y Previsión Social, 1982.
 

© Copyright: Fernando Lozano Ascencio, 2001
© Copyright: Scripta Nova, 2001



Volver al principio de la página

Menú principal